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una Ventana desde Madrid

Castilla - La Mancha

Cuenca: La Ciudad Encantada

La Ciudad Encantada



Quien viaje a Cuenca tiene una cita indispensable a poco más de 30 kilómetros de la capital, en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca, en la localidad de Valdecabras. Se trata de la Ciudad Encantada, un enclave natural en el que la erosión1 del viento y, principalmente, del agua se ha encargado de dar unas caprichosas formas a las rocas calizas que allí se alzan.

Con una antigüedad de unos 90 millones de años y conocido desde hace siglos, este paraje comenzó a destacar a partir del siglo XIX gracias a la llegada de un buen número de viajeros y de científicos extranjeros a la Península Ibérica en general y a la Serranía conquense en particular. Si bien algunos venían con algún encargo oficial, como es el caso de Daniel de Cortázar, quien en 1875 tuvo la misión de realizar la Memoria de la comisión del Mapa Geológico de España para la provincia de Cuenca, otros llegaban para hacer trabajos de investigación relacionados con las ciencias naturales y humanas, como los relatos de viajes que narró Antonio Ponz a finales del siglo XVIII.

Cuenca, la Ciudad Encantada, Entrada a la Ciudad Encantada

Entrada a la Ciudad Encantada.

Inglés era el viajero que en 1852 llegó a la Ciudad Encantada y quien la bautizó con este nombre por la sorpresa que le causó la visión del lugar.

Más adelante, ya en el siglo XX, se abrieron caminos y se mejoraron las vías de comunicación de Cuenca con Madrid y Valencia, tanto por carretera como por ferrocarril. Esto favoreció que hasta aquí se acercaran numerosas personalidades del mundo de las letras, las ciencias y las artes, siguiendo aquellos relatos de los viajeros del XIX; ejemplo de ello serían Pío Baroja, Miguel de Unamuno, o Vicente Blasco Ibáñez, así como ilustres conquenses, como Federico Muelas. Incluso el poeta Federico García Lorca dedicó un soneto a este paraje que, bajo el título de "El poeta pregunta a su amor por la ciudad encantada de Cuenca", incluyó en su célebre obra "Sonetos del amor oscuro".

Cuenca, la Ciudad Encantada, Balizas de ida (azul) y vuelta (rosa)

Balizas de ida (azul) y vuelta (rosa).

Escenario de películas y uno de los lugares más visitados por los turistas, en el año 1929 fue declarado Sitio Natural por Real Orden. Merece sin duda la pena acercarse hasta este rincón de la Serranía de Cuenca y recorrer el camino que, señalizado con balizas2 que nos indican la ida (azul) y la vuelta (rosa) a lo largo sus 2,5 kilómetros aproximadamente, cruza una Ciudad Encantada que nos invita a la imaginación y a descubrir esas formas maravillosas que tanto gustaron a aquellos históricos viajeros. Para ello, seguiremos la ruta obligatoria que nos viene marcada en el plano que nos darán con nuestra entrada, a lo largo de la cual encontraremos unos paneles explicativos en los que se nos dan datos como qué figura veremos desde el punto en que nos encontramos, qué proceso natural le ha dado esa forma, o qué vegetación y fauna se localiza en la zona; además, se nos cuenta alguna curiosidad relacionada bien con la figura en particular, o bien con la Ciudad Encantada en general.

Localización: Carretera CM-2104, Km 19.16146 Valdecabras, Cuenca.


Recorrido por la Ciudad Encantada



Cuenca, la Ciudad Encantada, El Tormo Alto

El Tormo Alto.

Comenzamos nuestro recorrido con la figura que se ha convertido en el emblema de la Ciudad Encantada, El Tormo Alto. La palabra "tormo" procede del vocablo latino "tumulus", que significa "roca prominente". Es aquí donde veremos, ya de entrada, la forma típica de seta que podremos ver a lo largo de nuestra visita y que responde a un fenómeno geológico llamado "erosión diferencial". Las dolomías3, rocas predominantes en la Ciudad Encantada, no tienen en todo su espesor una misma composición debido a los distintos estratos, o capas, que se han ido superponiendo a lo largo de todo el proceso de formación de las rocas. De este modo, cada parte de las mismas reaccionarán de manera diferente a las erosiones. En el caso del Tormo Alto, la parte superior es más resistente a dicha erosión, por lo que el resultado es una parte mucho más voluminosa que la inferior.

No ahondaremos aquí demasiado en los detalles geológicos, pues para ello hemos incluido en este reportaje un cuadro en el que se explican los procesos que han llevado a la formación de las figuras que hoy vemos en este paraje.

Antes de proseguir, una leyenda sobrevuela por el Tormo. Y es que se dice que Viriato, el pastor lusitano4 que luchó contra la invasión romana, pudo haberse escondido y haber instalado su cuartel general en la Ciudad Encantada, eligiendo el Tormo como altar para ser incinerado en él y siendo aquí mismo donde sería traicionado y asesinado. Asimismo, se cuenta que, en ocasiones, la imagen de dicha ceremonia se podía ver en la lejanía, mientras se oían los murmullos de los guerreros que danzaban en su honor.


Cuenca, la Ciudad Encantada, Los Barcos

Los Barcos.

Seguidamente, pararemos para ver Los Barcos, un conjunto de rocas que nos recuerda a un puerto en el que hay atracados tres colosales buques que parecen estar a punto de partir hacia el Mar de Piedra, que veremos más adelante. Tenemos aquí un proceso geológico llamado karstificación y que, como apuntamos hace un momento, también se halla explicado en el cuadro azul que acompaña este reportaje, por lo que no entraremos aquí en mayores detalles para hacer el recorrido más fluido.

Ya dijimos anteriormente que la Ciudad Encantada ha sido escenario de varias películas. Pues bien, esta zona concreta fue una de las localizaciones en las que, en 1982, se rodó "Conan el Bárbaro", protagonizada por un joven Arnold Schwarzenegger.


Cuenca, la Ciudad Encantada, El Perro

El Perro.

A continuación, veremos El Perro, alerta con su hocico redondeado y el rabo cortado. Se halla ubicado en un bosque abierto de pino negral, el cual conforma uno de los mayores conjuntos forestales naturales de España. Estamos, así, ante una especie de pino que posee unas fuertes raíces que sujetan con firmeza a las fisuras de las rocas. Además del pino negral, aquí se hallan otras especies vegetales, como el enebro, la encina, o el tomillo, entre otras. Asimismo, en función de la estación del año en que nos encontremos, veremos flores como el quitameriendas o varios tipos de orquídeas.

El cartel apunta que a lo largo de nuestro recorrido podremos ver muchos pinos directamente enraizados en las propias rocas y nos explica el porqué. Las semillas de los pinos, así como las de otras especies, son dispersadas por el viento, animales, etc. y entran en los huecos de las rocas, por lo que germinan desde su interior. En función del tamaño de estos huecos, puede que carezcan de suelo y, por tanto, de los nutrientes necesarios para desarrollar sus raíces, por lo que tienen un crecimiento limitado.


Cuenca, la Ciudad Encantada, La Cara del Hombre

La Cara del Hombre.

Muy cerca, nos encontramos con La Cara del Hombre, expectante vigilando el sendero y nuestros pasos; en esta roca podemos ver todos los rasgos humanos: el cuello, la barbilla, los pómulos de la cara, la nariz, los ojos... y una prominente frente.

Es probable que desde su posición observe tranquilamente algunas de las diferentes aves que habitan en la Ciudad Encantada, las que comúnmente viven en los bosques de pinos y de matorrales, como el trepador azul, el herrerillo capuchino, el pinzón vulgar, o el cuervo, entre otros. Asimismo, hay algunas aves que prefieren las zonas de sombra y los matorrales que les proporcionan frutos, como el petirrojo, o el mirlo común, mientras que otras anidan en los huecos de las rocas, como el colirrojo tizón. La Cara del Hombre, inmóvil, no podrá hacerlo, pero si nosotros elevamos nuestra mirada al cielo, podremos observar buitres leonados, águilas reales, águilas calzadas, o azores, todas ellas especies propias de la Serranía de Cuenca.


Cuenca, la Ciudad Encantada, El Puente Romano

El Puente Romano.

A pocos metros, estaremos ante El Puente Romano, un arco de medio punto que supone un ejemplo de forma endokárstica residual y que nos recuerda que en este punto existió una galería subterránea en la que corría el agua. Este proceso, muy común en la Ciudad Encantada, lo veremos con detalle en el cuadro azul que aparece también publicado en este reportaje.

En este tipo de rocas, es posible hallar restos de fósiles5, organismos que quedaron atrapados durante el proceso de sedimentación y de formación de las rocas y que en la actualidad son verdaderamente importantes a la hora de datar los distintos estratos y de investigar los ecosistemas6 prehistóricos.


Cuenca, la Ciudad Encantada, La Foca

La Foca.

Avanzamos y veremos La Foca, que, haciendo todo un juego de malabares, sujeta un balón con su hocico. Aquí, tal y como nos indica el cartel explicativo, la flora se hace más diversa, pues coexisten distintos tipos de hábitats. En las zonas en las que ha penetrado el agua de lluvia en la roca dolomítica, el ambiente es de total umbría y podremos notar una mayor humedad que en los alrededores no hay; esto ha favorecido que exista una determinada flora que se ha adaptado a este tipo de terreno, inclusive que crezca una vegetación más propia de ambientes eurosiberianos y que en la Serranía conquense sólo se halla en zonas muy puntuales. Tal es el caso del acebo, el arce, o el tejo. De igual modo, veremos otras plantas en lugares en los que hay más cantidad de humedad en el suelo y que son más comunes en las riberas, como el saúco, el rosal silvestre, la peonía, o el endrino.

De todos ellos, merece la pena destacar el caso del acebo, pues hoy día es una especie protegida y está declarada "de interés especial" en el Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha. Se trata de un arbusto de hoja perenne7 y llamativos frutos rojos que en algunas culturas antiguas era considerado sagrado, ya que era símbolo de la llegada del solsticio8 de invierno, así como de la suerte y de la prosperidad. Hace años, el acebo era ampliamente utilizado en la Serranía de Cuenca, ya que por ejemplo, con su madera, al ser tan dura, se fabricaban garrotas, mientras que las hojas servían para hacer infusiones contra el estreñimiento, entre otros usos.


Cuenca, la Ciudad Encantada, El Tobogán

El Tobogán.

Entramos ahora en un angosto callejón en el que la luz del sol disminuye y cuyo camino sube y baja. Estamos en El Tobogán y, en cuanto comenzamos a atravesarlo, sabemos el porqué de este nombre. Lo que antes mencionábamos de las rocas dolomíticas y las plantas que crecen en sus hendiduras (flora rupícola9) lo podemos ver más claramente aquí, siendo considerados estos tipos de hábitats de prioritaria conservación para la Unión Europea. Entre las especies que hallaremos, se encuentran distintos tipos de líquenes10 y, en las zonas más húmedas, varias especies de helechos (algunos de los cuales están protegidos por considerarse especies raras en la Serranía de Cuenca), musgos y plantas que aprovechan el sustrato de estas rocas para desarrollarse, como la hiedra. Todos ellos llenan las paredes de estos toboganes.

En varias zonas de la Serranía, crece de manera natural una planta conocida popularmente como los 'zapatitos de la Virgen' y cuyo nombre científico es Sarcocapnos enneaphylla. Ésta se desarrolla adherida a las rocas calizas y es autóctona de la Península Ibérica y el Norte de África.


Cuenca, la Ciudad Encantada, El Mar de Piedra

El Mar de Piedra.

La aridez que veremos en gran parte de nuestro recorrido nos hará impensable imaginar que aquí podamos hallar agua de mar. Y es cierto, pues lo que veremos será El Mar de Piedra, algo que en geología se denomina lapiaz11 estructural, en este caso particular de un tamaño colosal. El surgimiento de las dolomías en la Ciudad Encantada se realizó de manera casi horizontal, momento en que se crearon una serie de fracturas que seguían un patrón regular con un esquema de cuadrícula. Sobre la superficie de este Mar de Piedra, podemos ver lo que se llama "microlapiaz", que hace que tengamos en la roca una textura un tanto "espumosa" debido a los distintos procesos de meteorización física, como el hielo, el viento, o el impacto que durante millones de años han provocado las gotas de lluvia.


Cuenca, la Ciudad Encantada, La Lucha entre el Elefante y el Cocodrilo

La Lucha entre el Elefante y el Cocodrilo.

A unos metros, el siguiente capricho natural nos ofrece nada más y nada menos que La Lucha entre el Elefante y el Cocodrilo, en el que el segundo parece estar mordiendo con sus terribles fauces la trompa del primero. Si dejamos la imaginación a un lado, nos hallamos ante un enorme puente originado por la distinta resistencia a la erosión del sustrato rocoso de las dolomías y a los diferentes procesos de karstificación.

De este modo, los puentes que veremos por estos lugares, similares a éste que aquí tenemos, son el resultado de que simas13 que se hallan muy cerca unas de las otras se colapsan y acaban derrumbándose, por lo que, por un lado, el derrumbe queda conectado con las galerías que ya existían de manera previa, y por otro lado, el largo estrato rocoso que permanece suspendido en el aire es más resistente a la erosión, si bien ésta aún lo seguirá dañando a lo largo del tiempo, de modo que tarde o temprano estos puentes desaparecerán.

En el cartel, se nos habla de otra especie vegetal presente en esta zona. Se trata, en este caso, del tejo, el cual se haya inscrito como "vulnerable" en el Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha. Según se apunta, este árbol segrega una sustancia tóxica y su fruto es una semilla de color negro recubierta de una "piel" carnosa de un rojo intenso que se denomina arilo y carece de esa toxicidad. Estos arilos son comidos por las aves, que favorecen la dispersión de las semillas a través de las heces.


Cuenca, la Ciudad Encantada, Convento

Convento.

A continuación, veremos la entrada al Convento. Como ya ocurriera con el Puente Romano, éste es otro ejemplo de forma endokárstica que se ha generado como consecuencia de una antigua galería subterránea de agua. En este caso, tiene un perfil ojival.

El entorno del Convento es una zona abierta de pradera, lugar idóneo por el que pasean algunos ungulados14 al caer la tarde. Así, por un lado, tenemos ciervos, especie herbívora que pasta en zonas de hierba y come de los arbustos y de los árboles accesibles; cuando va acabando el verano, es el momento en que comienza la berrea, período de celo de los ciervos en el que los machos emiten un gutural sonido con el fin de atraer a las hembras para el apareamiento. Por otro lado, hay jabalíes, animales omnívoros que se alimentan fundamentalmente de vegetales, removiendo con su hocico la tierra en busca de raíces u hongos.


Cuenca, la Ciudad Encantada, Plaza Mayor

Plaza Mayor.

Toda ciudad que se precie cuenta con un espacio de reunión de sus habitantes y la Ciudad Encantada no podría ser menos, por lo que nuestra siguiente parada será la Plaza Mayor, lugar de encuentro de quién sabe qué seres mágicos. A pesar de que en la imagen no se puede apreciar con demasiada claridad, está formada por dos tipos de figuras: por un lado, los Hongos, y por otro lado, un Gran Teatro.

Estamos ante un paisaje kárstico en el que la erosión ha avanzado mucho, de modo que las dolomías cuentan en su composición con impurezas no solubles que se han ido acumulando y que han creado un nivel impermeable de arcillas que reciben el nombre de "arcillas de descalcificación", o terra rossa. Esa es la razón por la que la pradera ante la que nos hallamos tenga una alta concentración de humedad, lo que favorece el crecimiento de setas de distintos tipos, en este caso sí comestibles, no como los pétreos Hongos. La recogida de setas es una tradición muy enraizada en la Serranía de Cuenca, centrándose en la recolección de varias especies que suponen un manjar dentro de la gastronomía conquense, como el níscalo, el boletus, la trufa negra, o la seta de cardo, entre otras.


Cuenca, la Ciudad Encantada, La Tortuga

La Tortuga.

Más adelante está La Tortuga, animal que se caracteriza por un andar tan pausado que la que aquí tenemos ha quedado completamente inmóvil para vigilarnos desde las alturas asomando su cabeza por el caparazón. El sustrato de estas rocas hace que sus hendiduras sean el hábitat perfecto para gran variedad de reptiles, como el lagarto ocelado, las lagartijas ibéricas, la víbora hocicuda, o distintos tipos de culebras. Hay que tener en cuenta que los reptiles son animales cuya temperatura corporal necesitan regular por medio de fuentes externas; de este modo, es normal que los veamos calentándose al sol sobre las piedras, o resguardándose a la sombra de las temperaturas muy altas.


Cuenca, la Ciudad Encantada, Los Osos

Los Osos.

Afrontamos el último tramo de nuestro recorrido y otros dos animales se hallan muy cerca de La Tortuga; en este caso, se trata de Los Osos, un par de enormes rocas que simulan ser estos dos mamíferos enfrentados y que nos traen a la memoria que, no hace demasiado tiempo, eran osos reales los que vivían en los bosques de la Serranía de Cuenca.

Ya no hay osos y los mamíferos que podemos encontrar en la sierra conquense son de un tamaño más pequeño que éstos, pero aún así son varias las diferentes especies que la habitan. De este modo, hallaremos carnívoros de tamaño medio y pequeño (mesocarnívoros), como zorros, tejones, comadrejas y garduñas; mamíferos con pezuña (ungulados), como ciervos y jabalíes, que aprovechan la caída del sol para alimentarse de la hierba de las praderas abiertas, y en menor medida gamos y corzos; y finalmente roedores, como ratones de campo, lirones caretos, ardillas rojas y ratones morunos, entre otros. Será difícil que nos encontremos con alguno de estos mamíferos a plena luz del día, pero si somos observadores, las huellas dejadas en el suelo, los excrementos y los restos de comida, como piñas y bayas, nos pueden dar pistas de que alguno de ellos ha pasado por la zona, de modo que conviene no perder detalle.


Cuenca, la Ciudad Encantada, Los Amantes de Teruel

Los Amantes de Teruel.

Y llegamos al final con Los Amantes de Teruel, que, enfrentados el uno al otro, parecen lamentar no poder moverse ante el deseo de un beso tan imposible como lo fue su amor. La tradición nos cuenta que en el siglo XIII, en Teruel, un joven de familia humilde llamado Juan Martínez de Marcilla (más conocido como Diego por las representaciones del teatro barroco) se enamoró de Isabel de Segura, que provenía de una rica familia. Para que los padres de ella le aceptaran, él partió durante cinco años para ganar el dinero suficiente para poder contraer matrimonio con ella, pero viendo que los cinco años pasaban, que el joven no regresaba y que su padre la presionaba para que tomara marido, Isabel decidió casarse con otro. Tras la boda, Juan volvió y, conociendo la noticia del matrimonio de su amada, se colocó junto a su lecho y le pidió que le besara, o moriría allí mismo; ella no quiso faltar a su marido, por lo que le negó el beso, cayendo muerto en ese instante Juan. El cadáver fue llevado a la Iglesia de San Pedro y, sintiéndose culpable, Isabel fue hasta allí para besarle por última vez, muriendo en ese momento al lado de su amado. Fue así como el marido de la joven acordó que ambos amantes fueran enterrados juntos. Para conocer más sobre la historia, es de especial interés visitar el Conjunto de los Amantes de Teruel, que incluye la visita al Mausoleo y a la Iglesia de San Pedro, junto a su Ándito15, su Torre y su Claustro.

En esta zona, podremos ver abundantes enebros, un arbusto que predomina en los bosques de pino negral como éste. Sus frutos forman parte de los ingredientes con los que se elabora la ginebra, por lo que antaño eran muy valorados en la Serranía de Cuenca por este motivo.


* * *

Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑


El nacimiento de la Ciudad Encantada


Cuenca, la Ciudad Encantada, Paisaje de la Ciudad Encantada

Cuenca, la Ciudad Encantada, Paisaje de la Ciudad Encantada.

Las caprichosas formas que se han generado en la Ciudad Encantada tienen, en realidad, una explicación geológica que trataremos de explicar aquí de la manera más sencilla y breve posible. En este proceso tiene un papel principal lo que se denomina karst, que, si atendemos a la definición del Diccionario de la Real Academía Española, es "un paisaje de relieve accidentado, con grietas y crestas agudas, originado por la erosión química en terrenos calcáreos".

Así pues, veamos con un poco más de detalle qué es el proceso de erosión kárstico. En él, la erosión de la roca caliza, su desgaste tanto exterior como interior, está ocasionado por el agua de lluvia, que tras entrar en contacto con el dióxido de carbono (CO2) presente en la atmósfera, y gracias a las bajas temperaturas del lugar que favorecen la disolución de éste en aquella, se ha convertido en ácido carbónico (H2CO3). Dicho ácido reacciona con la calcita (CaCO3) y la magnesita (MgCO3), provocando la disolución de las mismas. Así, este continuo tipo de erosión provoca un crecimiento de las grietas, tanto en su parte exterior como en su profundidad, llegando a crear corrientes de aguas subterráneas que generan aún una mayor erosión que puede originar el hundimiento del terreno. Fruto de este proceso se crea una amplia variedad de formas en el terreno de las que podemos mencionar algunas de las presentes en la Ciudad Encantada. Así, en ella veremos desde el conjunto original de roca, en donde la erosión ha marcado la superficie con lapiaz (grietas o acanaladuras), como en el Mar de Piedra, a otras en donde la roca, al disolverse de forma distinta según la diversa dureza de sus distintas partes, ha tomado la forma de seta, como el Tormo Alto. Entre ambos, podemos citar el Tobogán, en donde el desgaste de la superficie ha creado unos grandes pasillos descubiertos (lapiaz estructural), o los restos de diversas galerías de agua subterránea que han tomado unas curiosas formas que les ha valido para ser conocidas como la Puerta del Convento, el Puente Romano, o el Teatro.

Cuenca, la Ciudad Encantada, Figura de la Ciudad Encantada

Cuenca, la Ciudad Encantada, Figura de la Ciudad Encantada.

Esta evolución comenzó durante la Era Mesozoica, la cual se desarrolló hace entre 250 millones de años y 70 millones de años; en particular, estos procesos en la Ciudad Encantada comenzaron hace unos 90 millones de años, cuando el terreno estaba cubierto por el Mar de Thetis y la continua precipitación sobre el fondo de sedimentos marinos (algas, conchas, corales) dio lugar, una vez transcurrido el tiempo necesario para su compactación y cementación, a la formación de rocas calcáreas. El tipo de roca calcárea formado por carbonato cálcico y magnésico se llama dolomía, la cual se presenta en una sola capa en la que la parte superior es más calcárea y menos dolomita que la inferior, por lo que sufre menos la erosión que esta última, dando lugar a formas tan curiosas como las existentes en la Ciudad Encantada que han provocado que universalmente a dicho tipo de roca se la conozca como "Dolomía de la Ciudad Encantada".

Esta fase del proceso se mantuvo hasta el final del Cretácico16, unos 35 millones de años después, en el que la Orogenia22 Alpina23 provocó la retirada del mar y, con ello, que estas tierras, cubiertas de piedra caliza, emergieran. Durante esta Orogenia, desarrollada entre hace 65 millones de años y 7 millones de años, se produjo una serie de plegamientos y presiones que provocaron la fractura de las rocas calizas y, con ello, la aparición de grietas por donde penetrar el agua de lluvia, la cual, desde hace unos 3,6 millones de años y hasta el momento actual, ha desgastado la roca caliza, dando lugar a una serie de estructuras características que en ocasiones adoptan formas caprichosas como las que se pueden encontrar en la Ciudad Encantada.


Mapa de los Monumentos y puntos de interés




GLOSARIO

- 1 Erosión: Desgaste o destrucción producidos en la superficie de un cuerpo por la fricción continua o violenta de otro. // Desgaste de la superficie terrestre por agentes externos, como el agua o el viento.
- 2 Baliza: Señal fija o móvil que se pone de marca para indicar lugares peligrosos o para orientación del navegante. // En el tráfico aéreo y terrestre, otras señales utilizadas para fines semejantes.
- 3 Dolomía: Roca semejante a la caliza y formada por el carbonato doble de cal y magnesia. Es más común que la verdadera caliza.
- 4 Lusitano: Se dice de un pueblo prerromano que habitaba la Lusitania, región de la antigua Hispania que comprendía todo el actual territorio portugués situado al sur del Duero y parte de la Extremadura española.
- 5 Fósil: Se dice de la sustancia de origen orgánico más o menos petrificada, que por causas naturales se encuentra en las capas terrestres. // Se dice de la impresión, vestigio o molde que denota la existencia de organismos que no son de la época geológica actual.
- 6 Ecosistema: Comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente.
- 7 Perenne: Que vive más de dos años.
- 8 Solsticio: Época en que el Sol se halla en uno de los dos trópicos, lo cual sucede del 21 al 22 de junio para el de Cáncer, y del 21 al 22 de diciembre para el de Capricornio.
- 9 Rupícola: Que se cría en las rocas.
- 10 Liquen: Organismo resultante de la simbiosis de hongos con algas unicelulares, que crece en sitios húmedos, extendiéndose sobre las rocas o las cortezas de los árboles en forma de hojuelas o costras grises, pardas, amarillas o rojizas.
- 11 Lapiaz: Se trata de una forma de erosión que consiste en acanaladuras que quedan separadas entre sí por estrías cortantes y que se producen en las superficies de las rocas calcáreas12 por el efecto disolvente que en ellas provocan las aguas meteóricas.
- 12 Roca o toba calcárea: Roca sedimentaria formada por la precipitación del carbonato cálcico disuelto en el agua.
- 13 Sima: Cavidad grande y muy profunda en la tierra.
- 14 Ungulado: Se dice del mamífero que tiene casco o pezuña.
- 15 Ándito: Corredor o andén que exteriormente rodea del todo o en gran parte un edificio.
- 16 Cretácico: Se dice del tercer y último período de la era mesozoica17, que abarca desde hace 144 millones de años hasta hace 65 millones de años, caracterizado por el levantamiento de las grandes cordilleras del Himalaya y los Andes, la aparición de las plantas con flores y la extinción de los dinosaurios.
- 17 Mesozoica: Se dice de la era geológica que abarca desde el fin del Paleozoico18 hace unos 230 millones de años hasta hace unos 65 millones de años. Comprende sucesivamente los períodos triásico20, jurásico21 y cretácico.
- 18 Palezoico: Se dice de la era geológica que abarca desde el fin del Precámbrico19, hace unos 570 millones de años hasta hace unos 230 millones de años.
- 19 Precámbrico: Se dice de la era geológica inicial que abarca desde hace unos 5000 millones de años hasta hace 570 millones de años, caracterizada por una intensa actividad volcánica y la aparición de las primeras formas de vida.
- 20 Triásico: Se dice del primer período de la era mesozoica, que abarca desde hace 245 millones de años hasta hace 208 millones de años, caracterizado por la aparición de los dinosaurios y el predominio de las coníferas.
- 21 Jurásico: Se dice del segundo período de la era mesozoica, que abarca desde hace 208 millones de años hasta hace 144 millones de años, caracterizado por el apogeo de los dinosaurios y la aparición de los mamíferos y las aves.
- 22 Orogenia: Parte de la geología que estudia la formación de las montañas.
- 23 Orogenia Alpina: Perteneciente o relativo a los movimientos orogénicos de la era terciaria24, que formaron las grandes cordilleras actuales.
- 24 Era terciaria: Se dice del primer período de la era cenozoica25, que abarca desde hace 65 millones de años hasta hace dos millones de años, caracterizado por la aparición y diversificación de los mamíferos.
- 25 Cenozoica: Se dice de la era geológica que abarca desde el fin del Mesozoico, hace unos 65 millones de años, hasta nuestros días. Comprende los períodos terciario y cuaternario26.
- 26 Era cuaternaria: Se dice del segundo período de la era cenozoica, que abarca desde hace dos millones de años hasta la actualidad, caracterizado por la aparición del hombre y la alternancia de períodos glaciales y templados.

DATOS DE INTERES

HORARIOS DE APERTURA/VISITA:

LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:

AUTOBUSES:
Estación:

CARRETERAS:
- La Ciudad Encantada se encuentra en el kilómetro 19 de la CM-2104.

FERROCARRIL CUENCA:
Convencional:
- Estación: C/ Mariano Catalina, 10
Alta Velocidad:
- Estación "Fernando Zobel"
RENFE, Telf: 902 240 202 http://www.Renfe.es

AEROPUERTO: Cuenca no dispone de aeropuerto,, los más cercanos están en: Madrid (Barajas) a 160 km., Valencia (Manises) a 195 Km., Albacete a 135 Km.

BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- Joaquín Saúl García Marchante y María Cristina Fernández Fernández: "La Ciudad Encantada"; Ediciones Lancia; ISBN: 84-8177-052-3; Depósito Legal: M.28.363-1999.
- Web Oficial de la Ciudad Encantada
- DRAE

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