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La recepción de Quevedo en Francia Marie Roig Miranda Université de Nancy II (ea 3465 romania) UFR Langues et Littératures Etrangères Département d’Espagnol et de Portugais Campus Lettres et Sciences Humaines 3 place Godefroy de Bouillon b.p. 3397 54015 Nancy Cedex Marie.Miranda@univ-nancy2.fr [La Perinola, (issn: 1138-6363), 15, 2011, pp. 235-261] En los siglos xvi y xvii, los franceses se interesan por el país vecino, España, y conocen mucho de la literatura española, que leen en castellano o en traducciones. Ello se debe en parte a la presencia de reinas de origen español en el trono francés y al desarrollo de la enseñanza del español1. Este interés por España se irá luego debilitando en Francia, así como el conocimiento de la literatura española, hasta el Romanticismo en que volverá a aparecer, para atenuarse otra vez en el siglo xx. Dentro de esa evolución general, ¿cómo se hizo precisamente la recepción de Quevedo y de su obra? En una primera parte, me preguntaré qué se conoció de Quevedo: ¿el hombre, las obras o únicamente algunas de ellas? Luego, estudiaré las manifestaciones de esa recepción: ¿alusiones a las obras?, ¿traducciones?, ¿imitaciones? Por fin, presentaré la evolución del interés por Quevedo y sus obras en las diferentes épocas, desde el siglo xvii hasta nuestros días. i. ¿Qué obras de quevedo se conocen en Francia? 1. Sueños, Discurso2 y Buscón Las tres obras de Quevedo que más se conocen en Francia son los Sueños, el Discurso de todos los diablos o infierno enmendado y el Buscón. Se conocieron muy poco tiempo después de su publicación en España y Francia es el primer país europeo en traducir a su idioma obras de Quevedo: las ediciones príncipe españolas son de 1626 (Buscón)3, 1627 1. Ver Maux-Piovano, 2002; ver también Cioranescu, 1983. 2. Sobre la recepción de estas dos obras, ver Roig Miranda, 2004a. 3. Historia de la vida del buscón, Zaragoza, Pedro Verges, 1626. recibido: 18-5-2010 / aceptado: 15-6-2010 14. Roig Miranda.indd 235 09/06/11 10:11 236 MARIE ROIG MIRANDA (Sueños)4 y 1628 (Discurso)5. Las primeras traducciones francesas son de 1632 (Visions)6, 1633 (Avanturier Buscon)7 y 1634 (Enfer réformé)8. Existen también ediciones en español en Francia: en 1629 el Buscón y los Sueños (Ruán, a costa de Carlos Osmont)9; en 1679 dos ediciones de Desvelos soñolientos, Perpiñán, Cornelli Reynier y Perpiñán, Bertholomé Breffel. En los años que siguen, escritores franceses aluden a esas obras o las imitan en las suyas. Del siglo xvii a nuestros días se siguen leyendo, traduciendo e imitando esas obras. En el siglo xxi, ya ha aparecido una traducción de los Sueños10. El Buscón se considera en Francia, esencialmente, ejemplo de novela picaresca, género típicamente español. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la traducción de la Geneste no es una reproducción fiel del original español; el cambio mayor se encuentra al final de la novela: no traduce la Geneste el capítulo xxiii, en que el pícaro decidía embarcar a las Indias con la Grajales y en su lugar traduce una novela corta de José Camerino, El pícaro amante; así se enamora de una joven rica y casa con ella. Transformado por el amor, Buscon confiesa a su mujer quién es y ella lo acepta tal como es. Se vuelve entonces hacia Dios y se pone bajo la protección de la divina Providencia11. Es la única novela picaresca editada en la «Bibliothèque Bleue» (traducción de la Geneste) y se ha difundido hasta principios del siglo xx a través de colecciones populares de gran tirada. La traducción de Rétif de la Bretonne es más fiel al texto español que la de la Geneste, pero, por lo menos en su primera edición, continúa el Buscón más allá del capítulo xxiii: se embarca Buscon bajo el nombre de su antiguo amo, con su mujer; después de varias aventuras, en particular con la india Rima, lo mandan de vuelta a España para enjuiciarlo. Germond de Lavigne cambia también el final de la novela, cerrando la narración. Parece que el fin abierto de la novela no correspondía a lo que esperaban los lectores franceses. Con sus diferencias, sin embargo, la novela se leyó mucho en Francia. He encontrado un ejemplar muy curioso de la traducción de Rosny, difundido por la «Société des Bibliothèques du roman-réclame»: la edi4. Sueños y discursos de verdades, Barcelona, Estevan Liberos, 1627. 5. Discurso de todos los diablos, Gerona, Gaspar Garrich y Juan Simón, 1628. 6. Les Visions de don Francisco de Quevedo Villegas, Paris, Pierre Billaine, 1632. 7. L’Avanturier Buscon, Paris, Pierre Billaine, 1633. 8. L’Enfer Reformé, Paris, P. Billaine, 1634. 9. Historia de la vida del Buscón, Ruan, Carlos Osmont, 1629; Sueños y discursos de verdades, Ruan, Carlos Osmont, 1629. 10. Songes et discours, 2003. 11. La última frase de L’Aventurier Buscon presenta una situación y una filosofía muy diferentes de las del Buscón: «Tout est sous la providence du Ciel, on ne peut prévoir l’avenir; mais maintenant je puis dire qu’il y a peu de personnes en l’Univers, de quelque condition qu’ils puissent être, et quelque prospérité qu’ils puissent avoir, dont la félicité soit comparable à la mienne. Veuille le Ciel me la conserver longtemps en compagnie de ma chère Rozèle». La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 236 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 237 ción de la traducción del Buscón está enmarcada, antes, por 216 páginas de anuncios numeradas aparte y 37 después, en papel de color rosado o verde; en la p. 3, se explica: Les Bibliothèques du Roman-Réclame sont installées dans les établissements les plus importants de France et de l’étranger. Les volumes mis en circulation sont choisis dans les œuvres de nos meilleurs auteurs. Le prix du premier volume fixé à 3 francs donne droit à l’échange indéfini moyennant dix centimes, dans toutes les Bibliothèques du roman-réclame. En la p. 5, se precisa: «Les / Bibliothèques du Roman-Réclame / Sont installées dans les Villes suivantes:» y sigue una lista de tres páginas, por orden alfabético de 323 poblaciones (francesas, de África del Norte, Bélgica), seguidas de la indicación de la página en que se dan las señas de la biblioteca de esa ciudad. De la p. 9 a la p. 214, tenemos anuncios de todos los establecimientos que hacen, en esas ciudades, de «Bibliothèque du Roman-Réclame». Se trata de hoteles, sucursales del Banco Société Générale, librerías, impresores, sobre todo; pero hay también garajes, fábricas de máquinas y enseres para la agricultura, tiendas de instrumentos musicales, de ropa, perfumes… En cuanto a los Sueños y el Discurso, son obras satíricas y festivas en que ven los franceses un mismo estilo burlesco. Prueba de ello es que desde 1634, fecha de la primera edición de la traducción del Discurso, se publica como séptima Vision12. Hay que precisar que los franceses han conocido, en traducción, la versión no censurada de los Sueños, anterior a la de Juguetes de la niñez de 1631, que los españoles sólo conocieron a través de ocho ediciones hasta 1634 y que no se volvió a publicar hasta el siglo xx en España (1972). La consecuencia es que Quevedo es, para los franceses, casi exclusivamente un autor satírico y burlesco en prosa, cuyo estilo se caracteriza por juegos de palabras difíciles de desentrañar y un desfase, a veces escatológico, con la manera francesa de escribir bien. Por eso, se le atribuyen obras que no son suyas, pero que «podrían serlo» porque «se parecen» con su manera, como la Casa de los locos de amor13, que se publica en 1632 como cuarta Vision y quedará en las reediciones de la obra hasta por lo menos 172314, o la traducción de Don Diego de Noche (1623) de Salas Barbadillo: Le coureur de nuit ou l’Aventurier 12. Les Visions. Augmentée [sic] de l’Enfer Reformé, P. Billaine, 1634. 13. La Casa de los locos de amor, según Gallardos, 1888, núm. 3282, es de Antonio Ortiz Melgarejo; hay que precisar, sin embargo, que algunas ediciones españolas de obras de Quevedo incluyen también esa obra, por ejemplo la de Desvelos soñolientos de 1627; aparece también el texto en los Sueños y discursos de Valencia, 1628; Barcelona, 1629; Lisboa, 1629; Pamplona, 1631. Desaparece en Juguetes de la niñez en 1631. La he encontrado en una edición del siglo xviii que acabo de comprar: Sueños y Discursos, o Desvelos soñolientos, 1785. 14. Les Visions. Augmentées de l’Enfer reformé, [1723]. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 237 09/06/11 10:11 238 MARIE ROIG MIRANDA nocturne15, publicado en 1636 y que entrará en las ediciones de Œuvres en 1645. 2. Otras obras en prosa a) Cartas del caballero de la Tenaza A partir de 1633, se conocen Las cartas del caballero de la Tenaza, traducidas: Lettres du Chevalier de l’Espargne y colocadas al final de la primera traducción del Buscón16; luego, a partir de 1645, figuran en el volumen i de Œuvres con Le Coureur de Nuict, ou l’Aventurier nocturne y Buscon, Histoire Facecieuse. Se trata otra vez de una obra satírica y burlesca, que no hace cambiar la imagen que tienen los franceses de Quevedo. Hasta el siglo xix, los franceses sólo tendrán traducciones de esas cuatro obras17. Pero tenían la posibilidad de leer las demás obras de Quevedo en las ediciones españolas. Además es posible también que hayan circulado traducciones manuscritas; cuando Pedro Verges imprime la Política de Dios en Zaragoza en 1626, el librero Roberto Duport escribe en el prólogo al lector que circulaba la obra en francés e italiano18. b) La Hora de todos Existe una edición inglesa de La Fortuna con seso en 1697, pero no se habla de la obra en Francia hasta el siglo xix. Germond de Lavigne, en sus dos «traducciones» del Buscón, en 1843 y 1868, hace de las aventuras de Pablo uno de los episodios de La Hora de todos y traduce el principio de La Hora de todos antes de la narración de Pablos y el final de esa obra después19. Creo que es la primera traducción francesa de pasajes de La Hora de todos. La primera traducción completa, que yo sepa, es la de Jean Camp en 1934 L’Heure de tous, con prólogo de René Bouvier. En 1962, en Sommets de la littérature espagnole, se publican, con Don Pablo de Ségovie, el Buscón y Deux songes, Sueños, pasajes de esa traducción: L’Heure de tous ou la Fortune raisonnable, La Hora de todos, fragments, con un Prefacio 15. En 1919, se publica todavía como «attribué à Quevedo» en L’Œuvre des conteurs espagnols, Paris, Bibliothèque des curieux. 16. En la edición de Ruán, Osmont, 1629, se había publicado en español, después de los Sueños, Ejercicios y epístolas del caballero de la Tenaza. 17. Otro texto corto, «La lettre sur les qualités d’un mariage», traducción de Carta sobre las calidades de un casamiento o Carta a la condesa de Olivares (c. 1633), se publica en Œuvres choisies, 1776; la traducción, según una nota manuscrita, es de Rétif de la Bretonne y d’Hermilly. Germond de Lavigne, en el siglo xix, introduce la traducción de esa carta en el capítulo xix de sus «traducciones» del Buscón (1843 y 1868). 18. No existe traducción francesa de Política de Dios, cuando se ha publicado en Varsovia en 1647. Tampoco existe traducción francesa de la Vida de Marco Bruto, cuando se tradujo al italiano en 1653. 19. Ver Roig Miranda, 2006. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 238 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 239 general de Jean Cassou. Luego habrá que esperar casi cincuenta años para que se publique la edición bilingüe anotada de Jean Bourg, Pierre Dupont y Pierre Geneste en 1980. Así que el conocimiento de una obra tan importante como La Hora de todos (por lo menos en francés) es tardío en Francia y hay que esperar el siglo xx para tener una traducción completa. Es verdad que se podía leer en español, pero el siglo xx es un momento en que disminuye el conocimiento del español en Francia. Sólo en el siglo xix se conocerán otras obras importantes de Quevedo, como La cuna y la sepultura y el Marco Bruto. Y habrá que esperar el siglo xx para que se traduzca Gracias y desgracias20. 3. Poesía Parece extraño que la poesía de Quevedo, que constituye una parte importante de su obra, se conozca poco en Francia, pero es un hecho. Algunos, sin embargo, ya en el siglo xvii, la conocen: Bense-Dupuis, en 1644, cita dos veces a Quevedo y el romance de Orfeo21. Otros hablan de la poesía de Quevedo con aprecio; es el caso de Jean Chapelain, que escribe a Carel de Sainte-Garde, en Madrid, el 27 de mayo de 1662: «El Parnasso est le recueil des poësies de F. de Quevedo, l’un des meilleurs de leurs escrivains modernes»22. El Padre Bouhours, en La Manière de bien penser sur les ouvrages de l’esprit (1687) habla de las redondillas sobre la bajada de Orfeo a los infiernos23. Hay que esperar el siglo xix, para encontrar algunas traducciones de poemas, una antología, y una edición de Parnaso Español (1883-1884) en la Librería de Garnier. La primera antología de poesía española que he encontrado es la de Juan Maria Maury, Espagne Poétique (bilingüe) en 1826-182724; en el tomo i, traduce algunos poemas de Quevedo, en particular el soneto «Esta es la información, este el proceso» (núm. 612 de las ediciones de Blecua), traducido: «Voici le rapport que l’on demande à Rome»; la «traducción» dista mucho de ser fiel y se presenta bajo la forma de un poema de once versos aconsonantados (dodecasílabos, decasílabos y octosílabos). Germond de Lavigne, en 1882, traduce varias poesías en la «Étude préliminaire» de Œuvres Choisies de Francisco de Quevedo; se trata de una traducción en prosa, en secuencias de una o dos líneas, en que restablece una sintaxis «normal». A partir de la segunda mitad del siglo xx, aparecen traducciones de poemas de Quevedo en dos antologías de poesía española, la de Jean 20. Heurs et malheurs du trou du cul suivi de Poèmes satiriques et burlesque, tr. Martinez, 2004. 21. En L’Apollon ou l’oracle de la poésie italienne, et espagnole, pp. 299-300. 22. Chapelain, 1883, p. 236. 23. Consultado en la reproducción de la edición de Paris, Florentin Delaulne, 1705: Bouhours, La Manière de bien penser, 1988; p. 178. 24. Maury, 1826, 2 vols de muchas páginas 440 y 481. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 239 09/06/11 10:11 240 MARIE ROIG MIRANDA Camp en 1947, La Guirlande espagnole, edición bilingüe; traduce los sonetos en dodecasílabos (uno en octosílabos: núm. 31) y con el esquema de rimas del soneto regular francés en los tercetos25. La segunda es la de Pierre Darmangeat en 1963, La poésie espagnole; la traducción de los sonetos se hace en decasílabos y dodecasílabos blancos. También aparecen, en la segunda mitad del siglo xx, las primeras antologías de poemas de Quevedo traducidos, en general sonetos. La última es del siglo xxi (2003): una antología bilingüe de sonetos por Bernerd Pons26. ii. manifestaciones del interés por quevedo y sus obras 1. Ediciones en español y traducciones a) Ediciones en español Cuando empieza la recepción de Quevedo en Francia, muchos franceses, por lo menos en la Corte, entendían el español. Había también españoles en Francia, empezando con el séquito de la Reina (Ana de Austria, hija de Felipe iii y mujer de Luis xiii y después María Teresa de Austria, hija de Felipe iv y esposa de Luis xiv). Así se entiende que se publiquen libros en español en Francia. De Quevedo, existe una edición del Buscón y de los Sueños de 1629 en Ruán; en 1679, se publican en Perpiñán dos ediciones de Desvelos soñolientos. Luego habrá que esperar el siglo xix para que se publiquen obras de Quevedo en español en Francia. En el siglo xx, se publicarán algunas ediciones bilingües. b) Traducciones La mayor parte de los franceses leyeron a Quevedo en traducciones. Remito a mis trabajos anteriores para más detalles sobre esas traducciones27. Asombra el número de traductores que tuvo Quevedo en Francia de las dos obras más conocidas, y el número de ediciones de cada traducción: — Para el Buscón: dos traductores en el siglo xvii (de la Geneste y Raclots), dos en el siglo xviii (Rétif de la Bretonne en 1776 y Mersan en 1793), dos versiones del mismo traductor en el siglo xix (de Germond de Lavigne en 1843 y 1868), dos traductores en el siglo xx (J.-H. Rosny en 1902 y Reille en 1968). 25. Algunas traducciones de Camp (ocho sonetos) aparecen en la «Deuxième Partie» de la obra de Bouvier, 1929, pp. 345-369; otras traducciones, en prosa, son quizá de Bouvier. 26. Sonnets, tr. Pons. 27. Sobre las traducciones de los Sueños, ver Roig Miranda, 1997, 1998, 1999, 2000, 2003a, 2004b. Sobre las traducciones del Buscón: 2003b, 2004c, 2006, 2007. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 240 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 241 — Para los Sueños: La Geneste en 1632, Raclots (de 169828 a 1718), Dom Galeo (de 1700 a 1737), M. L*** (1812), Camp (El mundo por de dentro, Les dessous et les dehors du monde) y Milner (Sueño de la Muerte, Le songe de la Mort) en 194729, Annick Louis y Bernard Tissier en 2003. En cuanto al número de ediciones de cada traducción, es impresionante para la traducción de los Sueños por la Geneste: por lo menos 9730. 2. Alusiones a las obras La consecuencia de ese gran número de ediciones de traducciones de los Sueños y el Buscón es que muchos franceses las han leído y aluden a ellas en sus propias obras. Es evidente que no he podido leer todo lo que se ha escrito en Francia desde 1626, pero mis lecturas me han permitido encontrar algunas de esas alusiones. Así Corneille, en L’Illusion comique (1636)31, hace decir a Alcandre, que se dirige a Pridamant, a propósito de Clindor, hijo de Pridamant: Enfin jamais Buscon, Lazarille de Tormes Sayavèdre et Gusman ne prirent tant de formes. (i, 3, vv. 185-186). En 1637 se alude a «les Visions de Quévedo» en la «Préface par un des amis de l’autheur» a la obra de O. S. de Claireville, Le Gascon extravagant. En cuanto a este último, da un testimonio de la gran popularidad de L’Aventurier Buscon, afirmando: «le séjour de Pablos dans la prison commune [est un] morceau d’anthologie». Hemos visto que, en 1662, Jean Chapelain aludía al Parnasso. Saint-Évremont, en 1674, alude a un pasaje preciso del Infierno en una carta a Anne Hervart: A la vérité il y a un goût pour le ridicule encore un peu plus fin que le sien; la raison dit Virgile et la rime Quinaut, l’Abbé de Pure et cent autres choses de ce tour-là, en laissent imaginer un plus délicat; c’est le tour de Quévédot et d’un Portugais avant lui, sur la nécessité de la rime32. Otra alusión a los Sueños aparece en el otoño de 1677, en un texto que sigue una discusión en el salón de la duquesa de Mazarin: 28. La edición de Œuvres, 1664 contiene una traducción anónima que es quizás, ya, la de Raclots. 29. Es la fecha de impresión de Les deux songes; el copyright es de 1945. 30. Ver Roig Miranda, 2004d. Su traducción del Buscón tiene unas 50 ediciones hasta 1730. 31. Se publicó en 1639, pero fue representada en 1636. 32. Saint-Éveremont, «De Londres le premier Décembre [1674]», en Lettres, t. 1, p. 215. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 241 09/06/11 10:11 242 MARIE ROIG MIRANDA Que vous ai-je fait, Madame la Duchesse, pour me traiter de la façon que vous me traitez? Il n’y a que moi et le Diable de Quevedo à qui l’on impute toutes les qualités contraires33. Cyrano de Bergerac, al principio de «D’un songe», da explícitamente la lectura de una Vision de Quevedo como punto de partida de un sueño que tuvo: Cette Vision de Quevedo, que nous lûmes hier ensemble, laissa de si fortes impressions en ma pensée, du plaisant tableau qu’il dépeint, que, cette nuit, je me suis trouvé en songe aux Enfers34. Es Cyrano de Bergerac un espíritu pariente de Quevedo y varios pasajes de sus obras recuerdan los Sueños, en particular El mundo por de dentro y El sueño de la Muerte35. Madame de Sévigné, por su parte, cita El Mundo por de dentro en una carta a su hija, del sábado 15 de junio de 1680, y da el título de la obra en español, lo que nos induce a pensar que no ha leído la obra en una traducción francesa: Vous verrez que cette bonne Lavardin est toute désolée: qui pourrait s’imaginer qu’elle ne fut pas transportée de marier son fils? C’est pour les sots ces sortes de jugements; El mundo por de dentro: c’est un livre espagnol, dont vous auriez fait le titre par vos réflexions, qui m’en ont fait souvenir36. 3. Imitaciones El conocimiento de obras de Quevedo provocó admiración por los temas o la escritura del escritor español, lo que tuvo por consecuencia imitaciones, sobre todo en los siglos xvii y xviii. Tres imitaciones son explícitas: L’Algouazil burlesque del Sieur de Bourneuf37, L’Enfer burlesque de Charles Jaulnay38 y los Voyages récréatifs du chevalier de Quevedo de l’abbé Bérault-Bercastel39. Parte de esas obras 33. Saint-Évremont, Lettres, t. 4, p. 430. 34. Cyrano de Bergerac, Lettres diverses, p. 70. 35. Ver, en la «Introduction» a mi edición de Les Visions, las pp. 81-82 para más precisiones. 36. Sévigné, Lettres, p. 295. 37. Se publica en 1657 en París, en casa de Antoine de Sommaville y su título completo es explícito: L’Algovasil bvrlesque, imité des Visions de Dom Francisco de Quevedo Villegas […] Accompagné Dv Iardin bvrlesque, et autres pieces particvlieres de l’Autheur… 38. La primera edición es de 1668, sin lugar ni nombre de impresor: L’Enfer burlesque, tiré des Visions de Dom F. Quevedo. Una segunda edición del texto sale en 1671 con otro título, pero siempre como influenciado por Quevedo: Les Horreurs sans horreur, poème comique tiré des visions de Dom F. de Quevedo… 39. El libro es más tardío que los precedentes: la primera edición es seguramente de 1756. El título presenta la obra como de Quevedo y traducida: Voyages récréatifs du Chevalier de Quévédo. Ecrits par lui-mesme. Rédigés et traduits de l’Espagnol. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 242 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 243 es traducción de pasajes de los Sueños, mezclada con trozos de los autores, lo que expresa claramente el último autor en el «Avertissement»: Ce n’est pas un Ouvrage d’invention, ce n’est pas une pure traduction que l’on donne ici; c’est un composé de l’une & de l’autre. Il étoit impossible de traduire exactement Quévédo: il étoit dangereux de s’éloigner de ses pensées (p. v). Ninguno traduce un Sueño preciso, sino que todos intercalan, en la «traducción» de un Sueño, pasajes de otros Sueños40. Guérin de la Pinelière, por su parte, presenta su obra como una continuación de la de Quevedo: «svitte / des visions / de / qvevedo». La obra se publica en 1636, lo que muestra una influencia rápida de la traducción de la Geneste (1632). Se trata de una obra diferente de los Sueños en que no aparecen trozos traducidos, como en las imitaciones citadas antes, pero que contiene alusiones; así encuentra el narrador a un personaje que se parece explícitamente al Desengaño del Mundo por de dentro: «ie crû que c’estoit le detrompeur que i’auois veu ainsi depeint dans les visions de Queuedo» (p. 3). Pero el texto es diferente y se consagra únicamente a la sátira de los poetas41. Es más difícil detectar las imitaciones implícitas. Por ejemplo, en una obra atribuida a Sorel, publicada en 1635, Les visions admirables du Pèlerin de Parnasse ou Le Divertissement des bonnes compagnies et des esprits curieux, dos pasajes parecen imitaciones de los Sueños; uno es un retrato alegórico del «Détrompeur»: «un vieillard fort venerable et grave en son maintien» (p. 2); el otro es un juego de palabras que hace Quevedo, en el Alguacil, sobre los sastres, a los que asimila con los maldicientes: «Un sastre, porque dijo que había vivido de cortar de vestir, fue aposentado en los maldicientes» (fol. 16rv); la Geneste, en su traducción, había desplazado el juego de palabras, con una alusión a los «Tailleur[s] […] de Pierre ou de Marbre» (p. 10); Sorel repite la idea de «Tailleurs de Pierres» de la Geneste: «D’autres se faisoient appeler Tailleurs de Pierres, d’autres vouloient passer pour Tailleurs de croupières et de nez» (p. 117). Fontenelle, en Dialogues des morts (1683), se inspira explícitamente del Diálogo de los Muertos de Luciano. Pero termina la obra con el Jugement de Pluton, que recuerda L’Enfer Réformé, en particular en los «Règlements de l’Enfer» que dicta Plutón al final42. 40. Para más datos sobre esas traducciones explícitas, ver la «Introduction» de mi edición de Les Visions, pp. 83-89. 41. Tengo noticia de una obra de Pichot Dumenil: L’Esprit de mensonge devenu sincère. Poème comique, critique & moral; el catálogo del British Museum indica que se trata de una adaptación de El Alguacil alguacilado, pero no la he visto. 42. Remito a la «Introduction» de mi edición de Les Visions para el estudio de lo que llamo «traces», «réminiscences possibles» en otros escritores (pp. 90-95). La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 243 09/06/11 10:11 244 MARIE ROIG MIRANDA iii. la recepción en el tiempo 1. Siglos xvii-xviii43 Es la época en que la recepción de Quevedo es mayor, en que se le lee más; Les Visions y L’Aventurier Buscon tienen muchas ediciones44; es también cuando se le imita más, se alude más a él, a su obra y a su manera de escribir. La representación que se tiene de Quevedo es la de un escritor satírico y burlesco. En La Bibliothèque française, Charles Sorel opina en 1667 que el Buscon de La Geneste era compuesto «selon la raison et la coutume»45. Por los mismos años, Saint-Evremont escribe: «Quevedo paraît un autheur fort ingénieux»46. Pero no se trata siempre de una recepción positiva. También se alude a Quevedo para criticar su estilo, en el marco del rechazo de lo burlesco. Así Chapelain cita a Quevedo como ejemplo de corrupción del estilo: Généralement les modernes Espagnols ont corrompu leur stile et sont tombés dans ces figures bizarres et forcées dont vous accusés celuy-ci [está hablando del «Heroe de Graciano»], justement comme les Italiens modernes ont fait sur le modelle du Malvezzi. Quevedo est assez de ces gens là quoyqu’un peu moins que la pluspart des autres47. Les Visions son conocidas de los autores de los grandes diccionarios de los siglos xvii y xviii, en particular Furetière (1690) y Leroux (1718) que citan varios neologismos y expresiones burlescas con ejemplos sacados de la obra. Por ejemplo, de la expresión «Menins de la Mort»48 (traducción de «meninos de la Muerte»), dice Furetière: 43. Ver Roig Miranda, 2004e. 44. En 1657, L’Avanturier Buscon entra en la «Bibliothèque Bleue» de Troyes, cuyos libros baratos son vendidos por los buhoneros por toda Francia. En 1644, Antoine Le Metel d’Ouville, en Les contes aux heures perdues, encierra un cuento breve, titulado «Simplicité d’un enfant espagnol» (pp. 216-218), que es una versión resumida del Buscón. En 1681, Jean Corbinelli publica trozos escogidos de la obra en Recueil de tous les plus beaux endroits des ouvrages les plus célèbres. 45. Sorel, La Bibliothèque, p. 238. Dice de Les Visions: «on en doit faire estime» (p. 193). 46. En A Monsieur le Maréchal… (1669-1671), Œuvres en Prose, t. 4, p. 116. 47. «à m. lancelot, précepteur du Marquis de Luynes. À Port-Royal» (21 décembre 1659), en Lettres, vol. ii, p. 75a. Quevedo parece librarse de la condena general del estilo español: «Que si quelqu’un se veut tirer du commun et soustenir son stile comme le Quevedo et le Gongora, ils tombent aussitost ou dans l’extravagance ou dans l’obscurité, d’autant plus estimées dans cette Cour qu’elles sont moins intelligibles» («À M. Carrel de Sainte-Garde, Près l’ambassade de France. À Madrid» [11 novembre 1662], p. 269a). 48. Encontré la expresión en un poema de 1695 de Regnard («Le Tombeau de Mr. Boileau-Despréaux»): «Mes yeux ont vû passer dans la place prochaine / Des Menins de la mort une bande inhumaine». La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 244 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 245 Buscon appelle les pauvres qui vont aux enterrements pour porter les torches et en augmenter la pompe: los pobres meninos de la muerte, les pauvres menins de la mort49. El diccionario de Moreri50 le consagra once líneas, cuando sólo consagra siete a Góngora51: Quevedo Villegas (Francisco) Gentilhomme Espagnol, Chevalier de S. Jacques, étoit né dans le païs de la Marche, en la Castille la Neuve. Il a composé divers Traittés de pieté & d’autres piéces enjoüées, comme l’Avanturier Buscon. Les visions augmentées de l’Enfer reformé. Le Parnasse Espagnol, &c. Francisco Quevedo fut mis en prison par ordre du Comte d’Olivarez, dont il avoit decrié le gouvernement dans ses vers. On le mit en liberté après la disgrace de ce Ministre, il mourut beaucoup âgé en 164752. *Nicolas Antonio, Bibl. Script. Hisp (vol. ii, p. 934b). 2. Siglo xix La recepción en el siglo xix de Quevedo y su obra parece más minoritaria y selecta53 que en los siglos anteriores, pero sigue teniendo dos aspectos contradictorios, de aprecio y admiración o de denigración. Quevedo tiene una difusión menor socialmente, pero se ha vuelto un escritor interesante para los estudiosos, para los «hispanistas», sobre todo en la segunda mitad del siglo. Se editan sus obras en Francia, se traducen algunas, con una presentación de la vida del escritor, se le estudia en las historias de la literatura y aparece la primera monografía. a) Ediciones de obras en castellano Al principio del siglo xix se edita una imponente antología de obras de Quevedo, en cuatro volúmenes de más de doscientas páginas cada uno: Obras jocosas y poesías escogidas, que tiene por lo menos dos ediciones, una en Lyon en 1821 y otra en París, 182454. La parte satírica 49. Furetière, Dictionnaire Universel; la expresión se encuentra en El mundo por de dentro y no en el Buscón. 50. Tengo a mano la quinta edición de 1688. 51. Es verdad, sin embargo, que consagra 36 a Cervantes y 39 a Lope (más un poema de 10 versos). 52. Se equivoca menos que para Góngora, al que hace morir en 1638. 53. Así hay muchos académicos y profesores entre los que editan a Quevedo o escriben sobre él. Pero se encuentran alusiones a Quevedo y sus obras donde no se esperaban; por ejemplo, en 1855 en Piquillo Alliaga ou les Maures sous Philippe iii, de Scribe (de l’Académie française), en el cap. xiii, Monseigneur d’Aguilar pide un libro para que lea Piquillo y se le contesta: «En voici un, dit Aïxa en tirant de sa poche un volume de Quévedo qu’elle présenta, tout ouvert, à Piquillo» (p. 67a). 54. De esta última edición, existe un ejemplar en la Biblioteca Municipal de Nancy y otro en la bnu de Estrasburgo. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 245 09/06/11 10:11 246 MARIE ROIG MIRANDA y burlesca sigue siendo importante, pero, por primera vez, se editan poesías de Quevedo en Francia. Editores parisinos como Baudry y sobre todo Garnier Hermanos publican textos de Quevedo en sus colecciones. Lo que domina son antologías, que integran también, por primera vez, obras que no son satíricas o burlescas. Así, Baudry publica en 1835, en la «Colección de los mejores autores españoles», Obras escogidas (serias, jócosas, poéticas)… con notas y una noticia de su vida y escritos por don Eugenio de Ochoa, de xvi-508 p. (habrá varias ediciones, por lo menos hasta 1860); en 1840, Obras selectas, en prosa y verso, serias y jocosas (con reimpresiones en 1842 y 1860)55. La Librería de Garnier Hermanos es la que publica más tomos: Obras festivas…, con una noticia de su vida, de viii-504 p. en 1881 (en 1896 sale la cuarta edición), Obras serias…, 529 p. el mismo año (que tiene su tercera edición en 1890)56, Obras escogidas (serias, jocosas, poéticas) en 1897 de xvi-526 p. También edita en 1883-1884, en dos volúmenes, El Parnaso Español, con las nueve musas castellanas. Anteriormente para el conocimiento de la poesía, se habían publicado Poesías escogidas57. Este trabajo editorial permitió un conocimiento de la obra de Quevedo temática y genéricamente más amplio que en los siglos anteriores58, pero el número importante de páginas publicadas en cada volumen, así como el tipo de edición con larga introducción y notas explicativas destinan esas obras (publicadas además en castellano) a un público instruido. b) Las traducciones Se siguen editando las traducciones de los Sueños y del Buscón de los siglos anteriores, en colecciones populares, pero no sé nada de las tiradas. Un puesto aparte tiene Germond de Lavigne y sus dos «traducciones» del Buscón. La primera se publica en 1843 en París (Charles Warée, Schneider et Langrand), con viñetas de Henry Emy, grabadas por Baulant, bajo el título Histoire de don Pablo de Ségovie, surnommé l’aventurier Buscon, y tiene una segunda edición en 1845. En una carta a Charles Nodier que precede dice que su traducción no es «complètement littérale» y explica que ha querido hacer del Buscón un libro que pudiese ser leído por todos; por ello ha suprimido los pasajes de mal gusto. 55. De la reimpresión de 1842, existe un ejemplar en la bnu de Estrasburgo. 56. Esta antología contiene el Marco Bruto. 57. Tengo noticia del libro: Musa satírica, Paris, s.a., 12°, seguramente del siglo xix. 58. Sigue este trabajo editorial, con aparición de obras no publicadas anteriormente en Francia, al principio del siglo xx, con Los sueños, Cartas del caballero de la Tenaza. Capitulaciones de la vida de corte, Libro de todas las cosas, en casa de L. Michonet, en París, seguramente en 1912, y las mismas obras, con introducción de Alvarez de la Villa, siempre en París, pero en casa de Ch. Bouret, seguramente en 1939; existe también una edición de Paris, Landais, s.a. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 246 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 247 Conserva el final de la Geneste (el primer traductor del siglo xvii), acortándolo y modificándolo: en el capítulo xxiv, Pablo va a casarse con Antonia cuando encuentra a Matorral, vestido de corchete, quien lo entrega al juez. Lo mandan a Segovia para que lo ahorquen; por el camino encuentra a don Toribio y a todos los que conoció. En Segovia, va a ahorcarlo su tío, que le reprocha la carta que le ha dejado al marcharse. Germond de Lavigne inserta la narración en primera persona de la vida de Pablo después de un prólogo que es traducción del principio de La Hora de todos y de una transición escrita por el «traductor» en que Júpiter y los dioses ven cómo van a ahorcar a un hombre, cuando interviene la Hora: entonces el tío se encuentra ahorcado y Pablo verdugo; Mercurio lo trae entonces ante Júpiter y los dioses a quienes cuenta su vida (la traducción del Buscón). Al final, Júpiter decide que Pablo seguirá viviendo. Sigue un epílogo que es la traducción del final de La Hora de todos59. Esta primera edición tiene notas aclaratorias para explicar a los lectores franceses rasgos de la cultura española, pues, según dice: «Nous publions l’histoire de don Pablo pour les lecteurs d’aujourd’hui et non ceux d’il y a deux siècles». Pero Germond de Lavigne consideró que su primera versión no daba cuenta cabal de lo que era el Buscón de Quevedo. Publicó, pues, una segunda «traducción», en 1868, en casa de Lemerre60, afirmando: La nouvelle édition que je donne de cette traduction est rigoureusement fidèle; je livre hardiment à mes lecteurs l’œuvre véritable de Quevedo. Es verdad que traduce pasajes omitidos en la primera versión y explica detalladamente en las numerosas notas los juegos de palabras. Abandona también el final de la Geneste, pero modifica el final del Buscón de otra manera: cuando Pablo se encontraba en la iglesia, con intención de marcharse a Indias con «la Grajalès», según cuenta a los dioses, Matorral y sus compañeros lo declararon único responsable de la muerte de los corchetes y así fue condenado a ser ahorcado en Segovia. Germond de Lavigne conserva como prólogo y epílogo su traducción del principio y del final de La Hora de todos. Termina el episodio con la decisión de Júpiter: et décida que, puisque l’oncle avait pris la place de son neveu, il était bien que l’on donnât à celui-ci la succession de son oncle: «Vous verrez, ajouta-til, qu’il s’amendera et qu’il vivra en honnête homme». 59. Añade también Germond de Lavigne una «Conclusion» en que cuenta una historia parecida copiada, según dice, de un manuscrito de los archivos de la iglesia de San Pedro de Teruel. 60. Esta segunda versión tuvo ocho ediciones (de las que dos en 1868). La de 1882 (Paris, Léon Bonhoure) es ilustrada por Daniel Vierge y tiene un estudio preliminar de veinte páginas por Charles Nodier: «Quevedo et ses œuvres» (pp. iii-xxii). La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 247 09/06/11 10:11 248 MARIE ROIG MIRANDA Si me he detenido en describir esas dos «traducciones» de Germond de Lavigne, es porque me parece característico su trabajo de la recepción de Quevedo en el siglo xix por los intelectuales. Quevedo los interesa, admiran sus obras, su estilo, y quieren hacerlos conocer, quieren que lo admiren los lectores franceses; pero los franceses son diferentes y no conocen España; por ello lo adaptan al «buen» gusto francés. Además, el conocimiento que tienen de Quevedo no es siempre muy exacto. Así Germond de Lavigne afirma en su primera edición que Quevedo escribió el Buscón en 1596, antes del Guzmán de Alfarache; en la segunda corrigió, avanzando la fecha 1602-1603. Su admiración por Quevedo es muy grande y afirma que poseyó todos los conocimientos humanos, que practicó todos los géneros, que su obra poética tiene 20000 versos. Para él, la Vida de Marco Bruto fue la base de la fama literaria del escritor y contribuyó a asegurar la corrección del «magnifique idiome littéraire de l’Espagne»; en cuanto a La cuna y la sepultura, es un «chef-d’œuvre de grâce, de beau langage et de sentiment». En las obras, lo que le interesa es el hombre al mismo tiempo que el escritor e invita a hacer dos peregrinajes a España: Il y a ainsi en Espagne, pour l’écrivain, deux pèlerinages obligés: Argamazilla, où fut la prison de Cervantès; San-Marcos de Léon, où fut le cachot de Quevedo. c) Las historias de la literatura española, las enciclopedias, primera monografía Hemos visto que las ediciones en español tenían una noticia de la vida y de los escritos de Quevedo. Los estudiosos se interesan, pues, por conocer al escritor cuyas obras leen, lo que indica un tipo de recepción diferente del de los dos siglos anteriores. Esas noticias sobre vida y obras aparecen también en historias de la literatura española, en la Enciclopedia Larousse. Simonde de Sismondi consagra más de veinte páginas a Quevedo en De la littérature du midi de l’Europe (1813)61. Cuenta su vida (pp. 7479), siguiendo a Tarsia, contando anécdotas, como la de la bofetada a una mujer en una iglesia, de la huida a Italia. Para él, tiene Quevedo un puesto eminente en la literatura española: le seul peut-être, parmi les écrivains espagnols, dont le nom puisse être mis à côté de celui de Cervantes, et dont la réputation, sans égaler son esprit, soit cependant établie solidement en Europe (p. 74). 61. Manejo la segunda edición «revue et corrigé»: Simonde de Sismondi, 1819. Habla de Quevedo en el capítulo xxxii: «Poésie lyrique espagnole, à la fin du seizième et au commencement du dix-septième siècle», pp. 74-94. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 248 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 249 Es seguramente el primero en comparar a Quevedo con Voltaire: il avait comme lui cette universalité de connaissances et de facultés, ce talent pour manier la plaisanterie, cette gaîté un peu cynique, lors même qu’elle était appliquée à des objets sérieux; cette ardeur pour tout entreprendre et pour laisser des monuments de son génie dans tous les genres à la fois; cette adresse à manier l’arme du ridicule, et cet art de faire comparaître les abus de la société au tribunal de l’opinion (p. 74). Su opinión, sin embargo, es que Quevedo sólo pensaba en hacer muestra de su ingenio: «Quevedo n’a pas échappé à l’influence de son siècle: il voulait paraître, il voulait briller; il ne songeait pas à rendre sa pensée, mais à l’effet qu’elle pourrait produire» (p. 79). En cuanto a la obra, se compone para él de «onze gros volumes, dont huit de prose et trois de vers»62. Critica la falta de sentido práctico en Política de Dios y Gobierno de Cristo: «avec avec une absence aussi complète d’instruction pratique, que si l’ouvrage avait été composé dans un couvent» (p. 81). Cita otras obras, traduciendo al francés algunos pasajes: Introducción a la vida devota, Vida de San Pablo Apóstol, la de Santo Tomás de Villanueva, Sueños, Cartas del caballero de la Tenaza, Libro de todas las cosas, La Hora de todos, el Buscón y las poesías. De los sonetos dice: «il en a écrit plus de mille, et plusieurs d’une grande beauté; tel est, à mes yeux, celui sur la décadence de Rome» (p. 90). Habla de los romances de germanía y de su dificultad para entenderlos, y «des allégories sous le nom de sylvas» (p. 94). A pesar de su crítica de la vacuidad del pensamiento quevediano, concluye paradójicamente: Mais c’est à ses Œuvres mêmes qu’il faut renvoyer ceux qui voudraient mieux connaître le poète espagnol qui s’est le plus rapproché de l’esprit français (p. 94)63. Los franceses disponían también de la traducción francesa de la Historia de la literatura española de Bouterwek y de la de Ticknor. Adolphe de Puibusque publica una Histoire comparée des littératures espagnole et française en 2 volúmenes en 1843; pero la historia de la literatura española se conocía sobre todo a través de obras más generales64. 62. Alude seguramente a la edición de Sancha de 1790-1794. 63. Poseo un Essai sur la littérature espagnole, à Paris, chez Charles Barrois, 1810, sin nombre de autor (manuscrito: «De Malmonten»), en que se habla de manera muy elogiosa de Quevedo (pp. 111-114): «Tel fut Quevedo, l’un des savans les plus profonds et des poètes les plus distingués de son temps. Sa jeunesse avoit été consacrée au service de son pays et il montra autant de prudence que de sagacité dans les différentes missions qu’il eut à remplir. Ses discours moraux prouvent la profondeur de son érudition et l’élévation de ses sentiments religieux; ses ouvrages littéraires, la sureté de son jugement et la délicatesse de son goût» (p. 113). 64. Por ejemplo Hallam, 1839; Lefranc, 1843; Bougeault, 1876 [España en t. iii]; Demongeot, 1880. He visto también el Nouveau manuel de bibliographie universelle de Denis, Pinçon y Martonne; no cita a Quevedo entre los poetas, sino con los «Polygraphes La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 249 09/06/11 10:11 250 MARIE ROIG MIRANDA En ellas, siempre aparecen Quevedo y sus obras, con los mismos episodios y errores en la vida y un juicio entre admirativo y crítico de la extravagancia de las obras. Esa misma visión ambigua de Quevedo gran escritor, de estilo brillante se repite en el Grand dictionnaire universel du xixe siècle de Pierre Larousse. En el tomo xiii65, dos columnas son consagradas al escritor; se repiten los mismos episodios de su vida, con algunas novedades: il s’était acquis dans son pays une popularité telle que l’Inquisition n’osa incriminer ses écrits, dans lesquels il traitait avec une grande liberté de langage les plus graves sujets (p. 538d); se cita a Philarète Chasles. Algunas obras son analizadas; se habla de obras no evocadas por Simonde de Sismondi, como Phocylide, Epictète espagnol, Vie de Marcus Brutus (p. 539a). Termina con una noticia bibliográfica de las Obras publicadas en el siglo xviii (1772 y 1791), de obras escogidas y de la traducción de Raclots. En el tomo viii (1872), hay una entrada a «Fortune intelligente (la), ou L’Heure de tout le monde (La Fortuna con seso, y la Hora de todos) ouvrage satirique» (p. 629abc) que afirma: «le livre qui nous occupe brille entre tous par sa gaieté, sa fantaisie, en même temps que par sa portée philosophique, car Quevedo est sérieux au fond» (p. 629a). Hay otra entrada a «Grand Vaurien (le) [El gran Tacaño] roman espagnol» (p. 1444cd) que es «un des chefs-d’œuvre du genre picaresque», con alusión a la traducción de la Geneste (fechada erróneamente 1641) y a la «traducción» de Germond de Lavigne que «s’est contenté d’imiter Quevedo sans le traduire» (p. 1444d). En el tomo xi (1874), se consagra una entrada a «Muses (les neuf) ou le Parnasse espagnol» (pp. 714d-715a), afirmando al principio: Quevedo, presque inconnu en France comme prosateur, quoique des traductions ou des imitations de ses Songes ou Visions et du Grand Vaurien aient pu donner une idée approximative de sa manière, est entièrement inconnu comme poëte. Et cependant il est l’égal des plus grands. Ni Lope, ni Calderon, ni Alarcon, plus féconds et plus universels que lui, n’ont manié avec autant de vigueur et de virilité cette souple langue espagnole (p. 714d). Se estudia el contenido de cada musa, deteniéndose más en «Terpsichore»: Ces poësies d’une originalité frappante, véritables tableaux de mœurs […]. Là est la véritable originalité de Quevedo. Tout ce monde qu’il met en scène en quelques strophes vit et palpite; un trait de crayon dessine espagnols» (p. 109c) y como autor de Virtud militante, Fortuna con seso, Política de Dios, Vida de Marco Bruto, Sueños, Invenciones morales. 65. Larousse, 1875. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 250 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 251 une physionomie ineffaçable. On voit les rues, les places, les balcons, les cabarets, les repaires; le broc se vide, les coups pleuvent comme la grêle, les rapières sont dégainées au soleil. Et les amours de la Bohême! (p. 715a). Se traduce parte de una jácara y se justifica el uso de la germanía y la libertad de la expresión en esas piezas: quand sa langue, si colorée et si nourrie, ne lui suffit pas, il emprunte celle de ses personnages, il parle argot. […] Dans quelques pièces, la crudité des peintures, la liberté de l’expression sont poussées à la dernière limite, ce qui a fait jeter les hauts cris à quelques puritains espagnols, un peu trop collet monté. Mais ces crudités sont à leur place et sans elles le tableau ne serait pas complet (p. 715a). Encontramos confirmación de esos reproches en el Dictionnaire général de Ch. Dezobry y Th. Bachelet66: «On reproche à Quevedo l’abus des sentences, le goût des antithèses, et les irrégularités de son style: faute de méthode, il n’a guère fait que des ouvrages médiocres» (p. 2237a)67. Aparecen varias alusiones a Quevedo en la obra de Philarète Chasles (de l’Académie française), Italie et Espagne. Voyages d’un critique à travers la vie et les livres.. Le consagra un capítulo de once páginas (cap. viii, pp. 351-361)68, donde subraya primero su arte satírico y su estilo: «attaquant tous les vices, frappant tous ces hommes; d’un style extraordinaire, terrible, comique, funèbre, acéré, inventé» (p. 352), pero sabe que «[il] écrivait de graves ouvrages, d’un style ferme et très hautain; puis des pamphlets politiques, et des vers, comédies, églogues, poésies fugitives». Dice de Quevedo: «c’était un demi-Voltaire, demi Swift que ce personnage». Más allá de las obras, le interesa, pues, el hombre a quien, unas páginas más adelante, llama: «ce Beaumarchais-Voltaire» (p. 354). Se yergue contra las críticas que otros hacen del estilo de Quevedo, manifestando así su admiración al artista y al hombre: critiquer ses défauts qui sont réels, le jet trop vigoureux, l’élan trop vif, l’expression trop forte, l’originalité trop hardie de sa poésie et de sa prose, n’aboutissait pas à grand chose; quand même on aurait prouvé tout cela, ne lui restait-il pas une verve, une facilité, une puissance désespérante?69. 66. Ver Dezobry y Bachelet, 1880. Se trata de la 8.ª ed., «revue»; los dos autores han sido ayudados por «une société de litttérateurs, de professeurs et de savants». La entrada «quevedo y villegas (Francisco de), satirique espagnol» es firmada «B», seguramente Bachelet. Insiste en la parte satírica: «son meilleur genre est la satire; par l’originalité de sa verve, par ses saillies, tantôt fines, tantôt burlesques, il ressemble à Scarron». Dice del Buscón: «la Vie de Tacanno Pablos de Buscon, roman burlesque, supérieur à tout ce que le xviie siècle a produit, excepté Don Quichotte». 67. Ver también Vapereau, 1876, pp. 1672b-1673b. 68. Chasles, 1869. Manejo la segunda edición. 69. En el Cap. iii, «Cervantès et ses contemporains» (pp. 219-255), afirma: «Le jeune Quévedo s’annonçait comme l’héritier de Cervantès» (p. 241). La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 251 09/06/11 10:11 252 MARIE ROIG MIRANDA Se escribe al final del siglo xix, la primera monografía quevediana, la de Ernest Mérimée, que se interesa a la vez al hombre y a sus obras: Essai sur la vie et les œuvres de Quevedo. En el siglo xix, Quevedo parece ser apreciado de unos pocos, que conocen la mayor parte de sus obras, en prosa y en verso, admiran la fuerza del estilo del escritor y su manejo de la lengua española, pero son pocos los que estudian sus obras serias (religiosas, morales, políticas). 3. Siglos xx y xxi En el siglo xx, la primera mitad prosigue la labor de lectura de las obras70 e investigación sobre el personaje, con, en particular, el libro de René Bouvier, Quevedo «homme du diable, homme de Dieu»71. Se vuelven a editar traducciones de los siglos anteriores sobre todo en la segunda mitad72. Aparecen nuevas traducciones, como la del Mundo por de dentro y El Sueño de la Muerte por Camp y Milner73, la del Buscón por J.-H. Rosny en 190274 y por Reille en La Pleiade75, la de la Hora de todos en 1934 por Camp y en 1980 por Bourg, Dupont y Geneste76. Esas traducciones buscan reproducir fielmente en francés el texto español; así Molho, en el «Avertissement» de la traducción de las novelas picarescas, afirma que la traducción que presentan es la primera fidedigna: On trouvera ici la traduction intégrale de ces trois œuvres: on s’est interdit d’en retrancher quoi que ce soit, afin de laisser le lecteur libre de s’aventurer dans cette littérature hautement déconcertante, et dont les adaptations qui ont eu cours jusqu’ici en France […] n’ont jamais donné qu’une image faussée et pâle à dessein (p. ix). Como el siglo xix, se caracteriza el siglo xx por una ampliación del interés por Quevedo, que no se ocupa únicamente de la obra satírico70. He encontrado una edición en español del Buscón: Historia de la vida del Buscón […] libro primero, 1948; y Libro segundo, núm. 10 extraordinario, 1948, 48 p. Pero, en el siglo xx, la mayor parte de los franceses lee a Quevedo en traducciones. 71. Al principio del siglo, aparece la primera historia de la literatura española en Francia, la de Mérimée, 1908. Se multiplicarán en el siglo xx, sobre todo en dirección de estudiantes o de vulgarización, como las de Camp, Cirot y Darbord, Larrieu y Thomas, Beyrie y Jammes, Canavaggio. 72. Por ejemplo, en 1962, la traducción del Buscón de Rétif de la Bretonne (del siglo xviii): Histoire de don Pablo de Ségovie en Sommets de la littérature espagnole ix, —Quevedo Balthasar Gracian, traducción que se publica en 1992. Se vuelve a publicar en 2001 (Le Passeur) y 2007 (Sillages). En cuanto a la traducción de la Geneste (la primera del siglo xvii), la publica Chartier, 1982, pp. 181-319. 73. Quevedo, Les deux songes, 1947 reproducido en ediciones posteriores y publicados con otras traducciones, por ejemplo en Sommets de la littérature espagnole de 1962. 74. Pablo de Ségovie. El gran Tacaño; tuvo cinco ediciones de 1902 a 1909. 75. Romans picaresques espagnols, 1968; la traducción del Buscón, La vie de l’aventurier don Pablos de Ségovie, vagabond exemplaire et miroir des filous se encuentra pp. 757-880. 76. L’Heure de tous et la fortune raisonnable, 1980. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 252 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 253 burlesca en prosa, sino también de obras serias y de la poesía. Además, el conocimiento de la prosa se extiende a obras menores. Así, en 1960, la revista Cahiers des Saisons, traduce fragmentos de Constancia y paciencia del santo Job: «Constance et patience du Saint Job». Otro rasgo interesante es que se multiplican las ediciones en que unos artistas deciden ilustrar las traducciones de las obras de Quevedo, concretando así su contenido y extendiendo la recepción a otro tipo de lectores. a) Las ediciones ilustradas En el siglo xix ya, algunas ediciones de las dos «traducciones» del Buscón de Germond de Lavigne fueron ilustradas; la primera versión (Paris, Warée, 1843) con «Vignettes de Henry Emy, gravées par A. Baulant»; la segunda (1882) era «Illustrée de nombreux dessins par D. Vierge»77. Al principio del siglo xx, Daniel Vierge ilustra también la traducción de J.-H. Rosny del Buscón78, con ciento veinte dibujos. También se ilustran ediciones de la traducción del Buscón de Rétif de la Bretonne; en 1929, la ilustra Henry Chapront79; en 1942, la ilustra Joseph Hémard con 24 aguafuertes acuareladas en el texto80. En cuanto a los Sueños, Antonio Saura ha ilustrado Trois Visions de Francisco de Quevedo, con 42 litografías, en 197181. Artistas conocidos ilustran también la poesía, o más bien unos poemas. En el caso de Trois Visions y de los poemas, se trata de obras de arte, los libros son carísimos y sólo los puede comprar una minoría, quizá más por el ilustrador que para leer obras de Quevedo. b) La traducción de la poesía Aparecen en el siglo xx traducciones de sonetos aislados y de antologías. En 1947, Jean Camp, en La Guirlande espagnole82 es un precursor. Seguirán las antologías de poesía española de Mathilde Pomès (1957)83, Pierre Darmangeat (1963)84. Claude Esteban traduce «Dix sonnets de Quevedo» en 1969 en una revista francesa. Es sobre todo en los años 77. La primera edición ilustrada de una traducción de Quevedo es seguramente Les Œuvres, 1699 que era «enrichie de Figures en taille douce». 78. Pablo de Ségovie. El gran Tacaño, 1902. 79. Don Pablo de Ségovie, 1929. 80. Paris, La Tradition, 1942 (tirada limitada a 625 ejemplares numerados). 81. Trois Visions, 1971; «petit in folio, 42 lithographies créées directement sur la pierre et tirées à la main sur velin d’Arches, en feuille sous emboîtage de Canson noir. Le texte a été composé à la main en Jaugeon et tiré par l’Imprimerie nationale. Un des 15 exemplaires, accompagnés d’une suite de 7 lithographies signées et justifiées (2 sur velin d’Arches, 1 sur angoumois de Puymoyen, 2 sur chine ancien et 1 sur japon)»; la tirada era de 115 ejemplares firmados; es una edición de lujo y un librero vendía un ejemplar, en 1994, a 80000 francos franceses. 82. Camp, 1947 (contiene once sonetos de Quevedo, pp. 122-143). El año siguiente publica Camp, 1948. 83. Pomès, 1957; es una edición bilingüe. 84. Darmangeat, 1963. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 253 09/06/11 10:11 254 MARIE ROIG MIRANDA 1980 y 199085 cuando se publican ediciones de traducciones de poemas de Quevedo: Sonnets amoureux86; Douze Sonnets & Un Tombeau en 1986; L’Ombre dernière en 1988; Monuments de la mort: trente et un sonnets; «Dix sonnets de Quevedo, traduits» de Marie Roig Miranda87; Sonnets en 200388. Se nota una evolución en la traducción de los sonetos. En el siglo xix, tiende a ser explicativa. En el siglo xx, en las primeras traducciones, predomina la forma y la traducción es a menudo otro soneto; luego la forma se hace menos estricta, pero los traductores no renuncian a traducir en versos más o menos regulares y aconsonantados, lo que tiene a menudo como consecuencia la traición del sentido: se traduce otra cosa para que rime el verso. Una tercera etapa empieza con Claude Esteban y Frédéric Magne, quienes, conservando una forma más o menos regular y sonoridades vecinas al final de los versos, aceptan sin embargo quebrar esa armonía cuando lo exige el sentido. Pero Sophie y Carlos Pradal, así como Bernard Pons, parecen dar luego un paso atrás, construyendo otros poemas a partir del de Quevedo, o buscando más la belleza y el equilibrio de la frase francesa que la traducción del sentido del poema y del estilo de Quevedo. c) Estudios críticos En el siglo xx, se desarrolla el hispanismo francés y aparecen quevedistas franceses como René Bouvier, que eestudia la vida y la obra de Quevedo89, Amédée Mas quien se interesa por la actitud de Quevedo frente a la mujer, el casamiento y el amor90; Michèle GendreauMassaloux, sobre el humanismo de Quevedo91; René Quérillacq, sobre la ideología y las actitudes de Quevedo antes de 1630 y sobre su misoginia y antifeminismo92; Marie Roig Miranda, sobre el Marco Bruto, la analogía y los sonetos93 y Josette Riandière la Roche94 que publicó 85. Anteriormente, se había publicado en Suiza: Onze sonnets, [1971]; la traducción es de Reille; uno de los once sonetos traducidos publicados no es de Quevedo. 86. Traducido del español por Magne. Es la edición bilingüe de 19 sonetos. 87. En Roig Miranda, 1992. He realizado la traducción de cincuenta sonetos (inédita). 88. Traduce 62 sonetos. 89. Bouvier, 1929. Ha publicado también un panorama de la España del Siglo de Oro en Bouvier, 1936. 90. Mas, 1957. 91. Gendreau, 1975. 92. Quérillac, 1986. Publicada en microfichas en el Atelier de Reproduction des Thèses de Lille en 1987. Ver también Quérillac, 1987. René Quérillacq tiene otros trabajos sobre obras o temas quevedianos : el Chitón de las taravillas, el Buscón, por ejemplo. 93. Roig Miranda, 1973, cuya versión revisada se publica en Roig Miranda, 1980. Ver también Roig Miranda, 1981 y 1987, y la versión abreviada de esta tesis en Roig Miranda, 1989. Ver también Roig Miranda, 1987. 94. Ver Riandière, 1992 y 1993. También publicó muchos artículos sobre temas de historia y sátira en Quevedo. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 254 09/06/11 10:11 «LA RECEPCIÓN DE QUEVEDO EN FRANCIA» 255 documentos sobre la familia de Quevedo en 1576 y 1600 y defendió una tesis sobre el hombre, el historiador y el panfletario. Otros hispanistas franceses especialistas del Siglo de Oro se han interesado por Quevedo dentro de trabajos más amplios, como Edmond Cros, especialista de la picaresca española, Jean-Pierre Étienvre, en particular en Figures du jeu95 o Mercedes Blanco en sus estudios del conceptismo europeo96. Han participado también los franceses en la edición de textos de Quevedo: Foulché-Delbosc publica en la Revue Hispanique, «Poésies inédites de Quevedo»97; Amédée Mas, Las Zahurdas de Plutón. Sueño del infierno; Josette Riandière la Roche, Visita y anatomía de la Cabeza del Eminentísimo Cardenal Armando de Richelieu98; Edmons Cros, El Buscón, Emmanuel Marigno, las jácaras en 200399; Marie Roig Miranda, Les Visions de Quevedo, traduites par le sieur de la Geneste en 2004. Así, los trabajos de los quevedistas franceses han permitido, con los de otros quevedistas en otros países, un mejor conocimiento de Quevedo y de sus obras. En este principio de siglo xxi, ya se lanzan investigadores jóvenes al estudio de Quevedo. La recepción de Quevedo en Francia sigue la de la literatura española en ese país: a grandes rasgos se puede decir que es muy importante y amplia socialmente en el siglo xvii, aunque selectiva y reducida a obras satíricas y burlescas en prosa; tenemos una vuelta al interés en el siglo xix con el exotismo que ven los románticos en lo español y una especialización universitaria a partir de la segunda mitad del siglo xx y hasta nuestros días. Sin embargo, la recepción de algunas obras de Quevedo como el Buscón y los Sueños es superior y más «popular» en el siglo xvii: estas dos obras tienen un número de ediciones superior a las de Cervantes o cualquier otro escritor español100 y el Buscón es la única novela picaresca española que se publica en la «Bibliothèque Bleue». La lectura de estas dos obras de Quevedo, en los siglos xvii y xviii, contribuye a formar la cultura de los franceses; se inspiran en ellas unos escritores para sus propias creaciones, imitándolas, aludiendo a ellas; en su correspondencia, algunos hacen comparaciones entre las propias experiencias y situaciones evocadas en estas obras; los personajes que las pueblan tienen vida para los franceses de entonces y simbolizan para ellos actitudes e ideas; el estilo de Quevedo es tema de discusión. Del Buscón, aparecen dos nuevas traducciones en el siglo xviii, dos más en el xix, dos en el xx. Se reeditan las traducciones anteriores: la de 95. Étienvre, 1987. 96. Blanco, 1992. Ha publicado importantes artículos y una monografía sobre la poesía. 97. Foulché-Delbosc, 1915. 98. Riandière, 1984. Nueva edición en Obras Completas en prosa, dir. Rey, pp. 307-345. 99. Es la reproducción de una tesis de 2000. 100. Ver Losada Goya, 1999. La Perinola, 15, 2011 (235-261) 14. Roig Miranda.indd 255 09/06/11 10:11 256 MARIE ROIG MIRANDA Rétif de la Bretonne se vuelve a publicar, por ejemplo, en 1992 y 2001, y en 2007 están agotadas esas ediciones y se edita de nuevo el texto. Pero el público ha cambiado y se buscan (sin encontrarse) alusiones a la obra en las obras de escritores franceses; no se publica ya ninguna imitación, sea explícita o implícita, y son pocos los franceses a quienes les suena el nombre de Quevedo, fuera de los hispanistas. Existe una evolución del contenido de la recepción, desde la sátira y lo burlesco en el siglo xvii hacia otras obras en el siglo xix hasta nuestros días: las obras serias y la poesía, obras más nobles que interesan a estos nuevos lectores. Porque, actualmente, Quevedo es un autor para intelectuales, para universitarios apasionados, es objeto de tesis y también tema de reflexión y estudio en las oposiciones nacionales, pero ya no es en Francia un escritor o un hombre que da lecciones de escritura o de vida. Bibliografía Bense-Dupuis, P., L’Apollon ou l’oracle de la poésie italienne, et espagnole, Paris, Toussainct Quinet, 1644. Bérault-Bercastel, A., Voyages récréatifs du Chevalier de Quévédo. Ecrits par luimesme. Rédigés, et traduits de l’Espagnol, s.l., s.i., 1756. Blanco, M., Les rhétoriques de la pointe. Baltasar Gracián et le conceptisme en Europe, Paris, Honoré Champion, 1992. 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