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J. R. R. Tolkien
ePub r1.0
Titivillus 21.06.15
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Título original: The War of the Ring. The History of «The Lord of the Ring». Part Three
J. R. R. Tolkien, 1990
Edición y comentarios: Christopher Tolkien
Traducción: Elías Sarhan
Revisión: Estela Gutiérrez Torres
Ilustración de portada: The Mûmakil of Harad, por John Howe
Diseño de cubierta: VM Ripoll Arias
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NOTA DEL EDITOR DIGITAL
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encuentran en el original con numeración correlativa por secciones al final de las
mismas y comenzando en cada una en 1. Se ha sustituido por numeración continuada
al final del libro. Las referencias a un número de nota dentro del texto se han
corregido a la numeración modificada.
Por esta razón, determinados números de página aparecerán por duplicado. Al haber
agrupado las notas al final de la edición, y al existir páginas del libro impreso donde
coinciden texto y anotaciones de Christopher, el número de página se duplica en estos
casos apareciendo tanto en la parte relativa al texto como en la nota correspondiente.
Inglés antiguo: Tolkien utiliza caracteres especiales en algunas palabras. Todos ellos
son perfectamente visualizados en los lectores que incorporan el conjunto de códigos
Unicode (UTF16) para caracteres latinos. Pero hay bastantes dispositivos que sólo
reconocen caracteres en el espectro de UTF8 (0-255). Por compatibilidad con estos
últimos se ha incorporado una fuente incrustada que simula dichos caracteres. Esta
fuente es similar a la Times New Roman, por lo que se recomienda su uso en el lector
para evitar diferencias visuales entre letras.
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Ilustración original: The Mûmakil of Harad, John Howe
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Antro de Ella-Laraña
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El Sagrario
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TENGWARS DE PORTADA
Texto en inglés
In The War of the Ring is traced the story of the victory at Helm’s Deep
and the drowning of Isengard by the Ents. Then is told of the
Texto en español
En La Guerra del Anillo se traza la historia de la victoria del Abismo de Helm
y la inundación de Isengard por los Ents. A continuación se relata el
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NOTA DEL EDITOR
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INTRODUCCIÓN
[5]
El título de este libro procede de la misma fuente que La Traición de Isengard, una
lista de seis títulos, uno para cada «Libro» de El Señor de los Anillos, que mi padre
sugirió a Rayner Unwyn en una carta fechada en marzo de 1953 (Cartas de J. R. R.
Tolkien, n.º 136). La Guerra del Anillo era el título propuesto para el Libro quinto, y
yo lo he adoptado para este volumen porque dedica casi la mitad de sus páginas a la
historia de ese libro, mientras que la primera parte atañe a la victoria de El Abismo de
Helm y a la destrucción de Isengard. La segunda parte describe el proceso de
escritura del viaje de Frodo a Kirith Ungol, y la he llamado «El Anillo va hacia el
Este», que fue el título propuesto por mi padre para el Libro cuarto.
En la Introducción a El Retorno de la Sombra expliqué que una gran cantidad de
manuscritos se quedó en Inglaterra cuando en 1958 el grueso de los papeles, en su
mayor parte esbozos y primeros borradores narrativos, se trasladó a Marquette
University, y aventuré que se debía al hecho de que en aquella época los manuscritos
se hallaban dispersos en diferentes lugares. Pero es evidente que los materiales del
manuscrito para El Retorno del Rey se preservaron con el conjunto principal de
papeles porque nada quedó atrás de los Libros quinto y sexto aparte de algunos
esbozos narrativos y del primer borrador del capítulo «Minas Tirith». En
consecuencia, en mi narración del Libro quinto me he basado casi exclusivamente en
copias de una gran cantidad de manuscritos procedentes de Marquette, sin los cuales
la redacción de la última parte de La Guerra del Anillo habría sido completamente
imposible. Agradezco a todos los que han colaborado en este aspecto con su
desinteresada ayuda, sobre todo al señor Taum Santoski, quien ha sido responsable
fundamental del trabajo aquí presente. Además, me ha aconsejado en muchos puntos
concretos que precisaban un examen [6] minucioso de los papeles originales, y ha
pasado mucho tiempo tratando de descifrar los manuscritos en los que mi padre
escribió un texto a tinta sobre otro a lápiz. También le doy las gracias a las señoritas
Tracy J. Muench y Elizabeth A. Budde por su colaboración a la hora de reproducir el
material, y al señor Charles B. Elston por hacer que me fuera posible incluir en este
libro varias ilustraciones de los manuscritos de Marquette: las páginas con bocetos
del Sagrario, de las montañas en la entrada del Valle Sagrado, de Kirith Ungol, del
plano de Minas Tirith y del dibujo de página entera de Orthanc («5»).
Este libro sigue la disposición y presentación de sus predecesores: las referencias
a los volúmenes previos de «La Historia de la Tierra Media» se dan en general con
iniciales (así pues, «TI» alude a La Traición de Isengard), CA, DT y RR se usan
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como abreviaturas de La Comunidad del Anillo, Las Dos Torres y El Retorno del Rey,
y las referencias de página siempre se hacen a la edición en tapa dura de tres
volúmenes de El Señor de los Anillos (SA). En varias partes del libro la historia
textual resulta muy compleja. Es evidente que la historia de la evolución de El Señor
de los Anillos sólo se puede dilucidar mediante la ordenación y la interpretación
correctas de los manuscritos, y que debe narrarse en esos términos; en consecuencia,
la historia textual no se puede simplificar mucho. También he empleado bastante las
letras identificativas para los manuscritos con el fin de clarificar la narración y tratar
de evitar ambigüedades. En los Libros cuarto y quinto los problemas de
sincronización cronológica se agudizaron: a veces se percibe una seria tensión entre
los puntos indudables de la narración y las exigencias de una estructura cronológica
completamente coherente (y el intento de corregir la confusión temporal bien podría
conducir a una confusión geográfica). La cronología es tan importante en esta parte
de El Señor de los Anillos que no pude descuidarla, aunque he colocado casi todas
mis complicadas reflexiones, y a menudo no concluyentes, en «Notas sobre la
cronología» al final de los capítulos.
En todo este libro he usado acentos para los nombres de los Rohirrim (Théoden,
Éomer, etc.).
El señor Charles Noad volvió a leer las pruebas independientemente y comprobó
un gran número de citas, incluyendo [7] las referidas a otros pasajes del libro, con un
rigor y esmero aparentemente imposibles de lograr. Además, he adoptado algunas de
sus sugerencias para aumentar la claridad y coherencia de la narración. Estoy muy en
deuda con él por su generoso e importante trabajo.
Estoy muy agradecido por los mensajes de los señores Alan Stokes y Neil
Gaiman, quienes han explicado la referencia de mi padre en sus comentarios sobre el
origen del poema «Errantería» (La Traición de Isengard, p. 103): «La comencé hace
muchos, muchos años, en un intento por continuar con el modelo que vino a mi
mente de forma espontánea: las primeras seis líneas, en las que, supongo, tenían una
parte Comprendes la rima de la escudilla». La referencia es a una canción jacobita
que ataca a Guillermo de Orange como usurpador de la corona inglesa, que le
arrebató a su suegro, Jacobo II, y a quien amenazó con ahorcarlo. El primer verso de
esta canción reza así en la versión dada por Iona y Peter Opie en The Oxford
Dictionary of Nursery Rhymes (n.º 422):
El verso se conoce de diversas formas (en una de las cuales la primera línea es
¿Conoces la rima de la escudilla? y la última y se la dio a un hombre de Orange).
Éste, entonces, es el remoto origen del alimento del Mensajero Feliz:
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Había un pasajero feliz,
un mensajero, un recadero;
llevó una pequeña escudilla
y naranjas como alimento.
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PRIMERA PARTE
LA CAÍDA DE SARUMAN
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I
LA DESTRUCCIÓN DE ISENGARD
(Cronología)
[11]
La escritura de la historia desde «El Rey del Castillo de Oro» hasta el final del primer
libro de Las Dos Torres fue un proceso muy complejo. La «historia de Isengard» no
se concibió ni se escribió como una serie de «capítulos» bien definidos en la que no
se iniciaba uno hasta que el anterior no hubiera alcanzado un estado evolutivo
avanzado, sino que se desarrolló como un todo, y las alteraciones de la estructura que
surgieron a medida que evolucionaba produjeron desbarajustes en todo el relato.
Debido al método de escritura que mi padre empleaba en esa época (pasajes de
borradores muy toscos y fragmentarios que se introducían en un manuscrito acabado
que, a su vez, sufría muchas correcciones con lo cual el conjunto avanzaba y
cambiaba al mismo tiempo), resulta muy difícil esclarecer el desorden textual de esta
parte de El Señor de los Anillos y es imposible trazar una secuencia clara.
La causa principal de esta situación es la cuestión de la cronología; considero que
el mejor modo de enfocar la escritura de esta parte del relato es tratar de delinear
primero los problemas a los que se enfrentaba mi padre y remitir de nuevo a estas
consideraciones cuando se citen los textos presentes.
La historia tiene ciertos «momentos» y relaciones narrativos fijos. Pippin y Merry
encontraron a Bárbol en el bosque de Fangorn y éste los llevó a la «casa éntica» de la
Sala del Manantial a pasar la noche. Aquel mismo día Aragorn, Gimli y Legolas se
encontraron con Éomer y su compañía, que regresaban de la batalla con los Orcos, y
por su parte pasaron la noche junto al campo de batalla. Para el propósito que nos
ocupa éste se puede llamar el «Día 1», ya que los eventos anteriores no tienen
relevancia aquí; la fecha real según la cronología de este período en la redacción de
El Señor de los Anillos es domingo 29 de enero (véase TI 430, 475-476).
El Día 2, 30 de enero, se celebró la Cámara de los Ents; y ese día Aragorn y sus
compañeros se encontraron con Gandalf, que había vuelto, y juntos iniciaron la gran
cabalgata hasta Eodoras. Mientras marchaban hacia el sur por la noche, Legolas vio
que a lo lejos, en dirección al Paso de Rohan, se elevaba una gran humareda, y le
preguntó [12] a Gandalf qué era, a lo que Gandalf respondió «¡La batalla y la
guerra!» (al final del capítulo «El Caballero Blanco»).
Cabalgaron toda la noche, y llegaron a Eodoras en la madrugada del Día 3, 31 de
enero. Mientras hablaban con Théoden y Lengua de Serpiente en el Castillo de Oro
en Eodoras, la Cámara de los Ents aún seguía retumbando a lo lejos en Fangorn. En
la tarde del Día 3, Théoden, en compañía de Gandalf, sus compañeros y una hueste
de los Rohirrim partió hacia el oeste desde Eodoras, a través de las llanuras de Rohan
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en dirección a los Vados de Isen; y aquella misma tarde finalizó la Cámara de los
Ents,[1] y los Ents iniciaron su marcha hacia Isengard, donde llegaron después de la
puesta del sol.
Es aquí donde surgen los problemas cronológicos. Aparecen (o aparecerán, a
medida que la historia evolucione) los siguientes elementos (algunos previsibles de
alguna manera en el esbozo que bauticé «La historia prevista desde Fangorn»,
TI 511-512), que deben introducirse en un patrón temporal coherente. Los Ents
atacarían Isengard y la inundarían desviando el curso del río Isen. Una gran fuerza
abandonaría Isengard; los Jinetes en los Vados del Isen serían rechazados hasta la otra
orilla del río. Los Rohirrim que venían desde Eodoras verían una gran oscuridad en la
dirección del Valle del Mago, y se encontrarían con un jinete solitario que regresaba
de la batalla en los Vados; Gandalf cabalgaría a toda velocidad al oeste montado en
Sombragrís. Théoden y su escolta, con Aragorn, Gimli y Legolas, se refugiarían en
un profundo desfiladero de las montañas del sur, y allí una gran batalla se resolvería
con una victoria a pesar de ser una derrota segura, gracias a la llegada de los «árboles
que se mueven», y el regreso de Gandalf y del señor de los Rohirrim, a quien
pertenecía dicha fortaleza. Por último, Gandalf, con Théoden, Aragorn, Gimli,
Legolas y una compañía de los Jinetes dejarían el refugio y cabalgarían a Isengard,
ahora anegada y en ruinas, y se encontrarían con Merry y Pippin sentados sobre los
escombros ante las puertas.
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Gurunír (sin duda causados por la inundación de Isengard) la noche del mismo día.
II
Parece imposible no concluir que el final del capítulo «El Caballero Blanco» (el
avistamiento de Legolas del humo en el Paso de Rohan el Día 2, 30 de enero)
escapara a la revisión cuando la fecha de la (Segunda) Batalla de los Vados del Isen
se cambió al 31 de enero.
III
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partieron del Abismo de Helm poco después del fin de la batalla de Cuernavilla, sin
descansar nada; esto fue el Día 5, 2 de febrero, y llegaron a Isengard poco después
del mediodía del mismo día. Mientras se acercaban a Nan Gurunír
vieron que brotada de las sombras profundas una vasta espiral de humo y de
vapor; al elevarse recibía la luz del sol y se diseminaba en resplandecientes olas
en el cielo, y el viento las empujaba sobre la llanura.
—¿Qué piensas de eso, Gandalf? —preguntó Théoden—. Se diría que todo el
Valle del Mago está en llamas.
—Siempre flota una humareda sobre ese valle en estos tiempos —dijo Éomer
—; pero nunca vi antes nada parecido. Más que humos, son vapores. Algún
maleficio que Saruman está preparando para darnos la bienvenida.
IV
Más tarde la cronología fue sustituida por la de «El Camino de Isengard» en DT,
según la cual Théoden y Gandalf y su compañía no dejan el Abismo de Helm hasta
muy avanzado el Día 5, pasan la noche acampados debajo de Nan Gurunír, y no
llegan a Isengard hasta el mediodía del Día 6 (3 de febrero). Esta cronología está
expuesta en un esquema temporal (mis adiciones aparecen entre corchetes):
[Día 3] 31 de enero Los Ents llegan a Isengard por la noche. Entran a la fuerza.
[Día 4] 1 de febrero Amanece, se marchan al norte a hacer diques. Todo ese día
Merry y Pippin solos hasta el crepúsculo. Gandalf llega a Isengard al
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anochecer, y se encuentra con Bárbol. La inundación de Isengard comienza
entrada la noche. [Batalla de Cuernavilla].
[Día 5] 2 de febrero Isengard echa vapores todo el día y una columna de humo
se eleva por la noche. [Gandalf, Théoden, etc. la ven desde su campamento
bajo Nan Gurunír]. Los Ucornos regresan por la noche a Isengard.
[Día 6] 3 de febrero Mañana, Bárbol retorna a las Puertas. Coloca a Merry y a
Pippin de guardia. Llega Lengua de Serpiente. [Gandalf, Théoden, etc. arriban
poco después del mediodía].
Ésta es la cronología de SA, según aparece en La Cuenta de los Años, aunque las
fechas reales son, desde luego, distintas (en SA 2 de marzo = 31 de enero en este
esquema).
Creo que es así como evolucionó la cronología; pero según se verá en los capítulos
siguientes, en los borradores de pasajes muy avanzados desde el punto de vista
narrativo aparecen esquemas temporales [16] anteriores, porque, como ya he dicho,
toda esta parte de SA se escribió como un todo. Así pues, por ejemplo en el primer
borrador de la historia de Merry de la destrucción e inundación de Isengard (en DT en
el capítulo «Restos y despojos»), la cronología corresponde al esquema descrito antes
en II, y junto a él mi padre escribió: «La inundación no debe comenzar hasta la noche
de la batalla de Cuernavilla».
A pesar del modo en que se escribió esta parte de la historia, creo que, de hecho,
lo más conveniente será dividir mi narración en capítulos que correspondan a los de
Las Dos Torres; ello inevitablemente acarrea un cierto avance y retroceso en términos
de la secuencia real de escritura, pero espero que esta narración preliminar aclarará la
variable base cronológica en los diferentes textos.
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II
EL ABISMO DE HELM
[17]
Un primer borrador de esta historia, abandonado después de haber avanzado algo, difiere de forma tan esencial de
su forma en Las Dos Torres que lo transcribo aquí en su totalidad. Este texto lleva el número de capítulo XXVIII,
sin título. Sobre la cronología véase pp. 12-13, § I.
Había un camino muy trillado que bordeaba las estribaciones de las Montañas
Tenebrosas hacia el noroeste. Subía y bajaba sobre la verde campiña ondulada,
vadeaba numerosos riachos de aguas veloces. A lo lejos y a la derecha la sombra de
las Montañas Nubladas se acercaba cada vez más. Bajo la distante cumbre de
Methedras se extendía en sombras oscuras el valle profundo de Nan Gurunír; una
gran humareda y vapor se elevaba allí y flotaba hacia ellos sobre la llanura.[3]
Deteniéndose rara vez, cabalgaron hasta que cayó la noche. El sol se hundía ante
ellos. Detrás, venía la oscuridad.
Sus lanzas se vieron coronadas por un rojo llameante cuando los últimos rayos de
luz tiñeron las nubes por encima de Tindtorras;[4] los tres picos se recortaban en la
puesta de sol sobre el brazo más septentrional de las Montañas Tenebrosas. En esa
última luz rojiza los hombres de la vanguardia divisaron a un jinete que cabalgaba
hacia ellos. Mientras se acercaba, la hueste se detuvo a esperarlo.
El hombre llegó, exhausto, con el yelmo abollado y el escudo hendido. Se apeó
lentamente del caballo y allí se quedó un rato, jadeante. Al cabo de un rato preguntó:
—¿Está aquí Éomer? Habéis llegado al fin, pero demasiado tarde y con fuerzas
demasiado escasas. La suerte nos ha sido adversa desde la muerte de Théodred.[5]
Ayer nos hicieron retroceder por el recodo del Isen con grandes pérdidas; muchos
hombres perecieron al cruzar el río. Luego, por la noche, otras fuerzas atravesaron el
río y atacaron el campamento. Toda Isengard [18] ha de estar vacía; y el Mago ha
armado a los hombres salvajes de las colinas y al diseminado pueblo del Folde Oeste,
[6] y también los lanzó contra nosotros. Nos dominaron. Cayó el muro de protección.
Trumbold [> Herulf > Heorulf],[7] el señor de la Marca del Oeste, se ha replegado con
todos los hombres que pudo reunir a su fortaleza bajo Tindtorras. Los demás se han
dispersado. ¿Dónde está Éomer? Decidle que delante no queda ninguna esperanza:
debería regresar a Eodoras antes de que los lobos de Saruman lleguen allí.
Théoden adelantó el caballo.
—¡Ven, acércate, Ceorl! —dijo—. Aquí estoy. La última hueste de los Eorlingas
se ha puesto en camino. No volverá sin presentar batalla.
La cara del hombre se iluminó con una expresión de sorpresa y alegría. Se irguió,
y luego se arrodilló a los pies del Rey ofreciéndole la espada mellada.
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—¡Ordenad, mi señor! —exclamó—. ¡Y perdonadme! No lo sabía, creía que…
—Creías que me había quedado en Eodoras, agobiado como un árbol viejo bajo la
nieve de los inviernos. Así era cuando partiste. Pero un viento ha sacudido un poco la
fría carga —dijo Théoden—. Dadle a este hombre un caballo fresco. ¡Vayamos al
auxilio de Trumbold [> Heorulf]!
Cabalgaron de nuevo hacia adelante, espoleando a los caballos. De pronto,
Gandalf habló con Sombragrís, y como una flecha disparada desde un arco el caballo
se alejó. Apenas alcanzaron a verlo partir: un relámpago de plata al atardecer, un
viento sobre las hierbas, una sombra que volaba y desaparecía. Durante un rato
Crinblanca y los caballos del Rey se afanaron por ir tras él, pero si hubieran
marchado al trote habrían tenido la misma posibilidad de alcanzarlo.
—¿Qué significa esto? —preguntó Háma a uno de sus camaradas—. Siempre
aparece y desaparece así, de improviso.
—Si Lengua de Serpiente estuviera aquí, no le sería difícil explicarlo —dijo el
otro.
—Cierto —dijo Háma—, pero yo, por mi parte, esperaré hasta que lo vuelva a
ver.
—Si es que lo volvemos a ver —dijo el otro. [19]
Era de noche y la hueste aún cabalgaba a toda velocidad, cuando oyeron los gritos
y los cuernos de los exploradores que se habían adelantado. Las flechas silbaron por
encima de sus cabezas. Estaban cruzando un valle ancho, una hondonada en las
montañas. En el otro lado las Tindtorras estaban ocultas en la oscuridad. Unas millas
más allá aún estaba la abertura de la gran grieta en las colinas que los lugareños
llamaban la Garganta de Heorulf:[8] escarpado y angosto, entraba serpeando bajo las
Tindtorras, y desde donde nacía en el valle, sobre un espolón de roca, se había
construido la plaza fuerte del Baluarte de Heorulf.[9]
Los exploradores regresaron al galope para anunciar que unos jinetes montados
en lobos ocupaban el valle, y que una horda de orcos y de hombres salvajes, en
verdad muy grande, avanzaba en tropel hacia el sur por el llano para ganar las puertas
del Nerwet.[10]
—Hemos encontrado a algunos de nuestros hombres que fueron abatidos mientras
huían —dijo uno de los exploradores—; y hemos tropezado con compañías
desperdigadas, que erraban de un lado a otro, sin jefes que las guiaran. Pero muchos
se dirigen al Baluarte de Herulf, y dicen que Herulf ya está allí.
—Será mejor que no planteemos batalla en la oscuridad, ni que aguardemos el día
aquí en campo abierto, sin conocer el poderío de la hueste que se aproxima —dijo
Éomer, que se había acercado al lado del Rey—. ¿Qué aconsejas, Aragorn?
—Que crucemos las líneas enemigas que tenemos delante, y que acampemos ante
la Puerta de Nerwet para defenderla si hiciera falta, mientras los hombres que han
luchado descansan detrás de nuestro escudo protector.
—¡Que así sea! —dijo Théoden—. Partiremos hacia allá en muchas [y separadas
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comp]añías: que un hombre con buena visión nocturna y que conozca [bien la tierra]
marche delante de cada una.[11]
En este punto mi padre se detuvo, y regresó a «Era de noche y la hueste aún cabalgaba a toda velocidad …». En
este último pasaje aparecen por primera vez el Abismo de Helm («La Garganta de Heorulf») y Cuernavilla («El
Baluarte de Heorulf») sobre su «espolón de roca»; Heorulf es el precursor de Erkenbrand del Folde Oeste. [20]
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el día aquí a campo abierto sin conocer el poderío de la hueste que se aproxima.
Crucemos las líneas enemigas que nos separan de la Garganta de Heorulf [> la
fortaleza] y acampemos ante el Baluarte [> su puerta]. Luego, si no conseguimos
escapar, podremos retroceder al interior del Baluarte. Hay cavernas en el desfiladero
[> Abismo de Helm] donde pueden ocultarse centenares de hombres; y me han dicho
que desde allí hay caminos secretos que suben por las colinas.
—¡No te fíes de ellos! —dijo Aragorn—. Saruman ha estado espiando toda esta
región desde hace años. Sin embargo, en estos parajes nuestra defensa quizá pueda
resistir mucho tiempo.
—Partamos, entonces —dijo Théoden—. Cabalgaremos hasta allá en muchas
compañías separadas. Un hombre con buena visión nocturna y que conozca bien la
tierra marchará delante de cada una.
Interrumpo el texto aquí para comentar algunos aspectos de la historia. A primera vista los nombres presentan
un problema inextricable, pero creo que la evolución fue, más o menos, como sigue. Mi padre dudaba si
«Heorulf» («Herulf») era el señor actual del «Baluarte» o el héroe por cuyo recuerdo había recibido su nombre la
«Garganta». Cuando en el pasaje citado más arriba escribió «que los lugareños llamaban la Garganta de Heorulf,
en recuerdo de algún héroe de antiguas guerras que había tenido allí su refugio», se había decidido por lo último, y
por lo tanto el nombre del presente «Señor de la Marca» (precursor de Erkenbrand) se cambió y pasó a ser
Nothelm. Entonces, modificándolo de nuevo, Nothelm volvió a ser Heorulf, mientras que el desfiladero recibió su
nombre en recuerdo de Helm: Helmshaugh (nota 12), luego el Abismo de Helm. La fortaleza (la Azada, o el
Baluarte, de Heorulf) que se levanta sobre El Puesto de Piedra ahora se llama (según parece) Puerta de Helm, que
en SA corresponde a la entrada al Abismo de Helm, ante la cual se había construido el Muro del Bajo.
Creo que la imagen del gran desfiladero y de la fortaleza levantada [22] en el espolón o «azada» surgió
mientras mi padre escribía el primer borrador del nuevo capítulo. En el esbozo de «La historia prevista desde
Fangorn» (TI 512) se halla presente la súbita partida al galope de Gandalf montado en Sombragrís, y «con su
ayuda y la de Aragorn, los Isengardos son repelidos»; no hay ninguna sugerencia de un desfiladero o baluarte en
las colinas del sur. Así que de nuevo en el presente relato Gandalf no dice nada antes de marcharse al galope;
mientras que en DT le dice a Théoden que no vaya a los Vados del Isen, sino que cabalgue al Abismo de Helm. De
ese modo, en la historia original los jefes de la hueste no decidieron emprender la marcha hacia el Baluarte hasta
que no «se oyeron los gritos y cuernos de los exploradores que se habían adelantado» y «las flechas silbaron
encima de ellos»; en DT (donde la redacción actual del pasaje apenas se modificó) la hueste se hallaba «en la
hondonada a la entrada del Valle del Bosque» cuando sucedieron esas cosas.
Este texto concuerda bastante con el Primer Mapa (la sección IVE, trazada de nuevo, TI 373). En esta época la
hueste se encontraba «en el lado exterior de un valle ancho, una hondonada en las montañas del sur»; y la
«Garganta de Heorulf» estaba en alguna parte cerca del extremo occidental de esta «hondonada». De hecho, en
este punto el Primer Mapa no es tan claro como mi nuevo dibujo, pero el que realicé en 1943, basado
minuciosamente en el Primer Mapa (véase TI 351), muestra sin lugar a dudas que el Abismo de Helm entra en las
Tindtorras (Thrihyrne) desde un punto muy al norte y oeste de la «bahía en las montañas»: el Valle del Folde
Oeste, que en el presente texto aún no ha sido mencionado (véase nota 6).[14]
En la página del manuscrito acabado, en el que se alcanzó la forma final de este pasaje (DT 175), el texto
reza: «Algunas millas más allá, del otro lado del Valle del Folde Oeste, había una hondonada ancha y verde en las
montañas, y desde allí un desfiladero se abría paso entre las colinas». No hay duda de que esto es correcto y de
que era lo que mi padre pretendía: la gran hondonada en las montañas era, desde luego, el Valle del Folde Oeste.
Sin embargo, por alguna oscura razón (ya que no hay ninguna ambigüedad en el manuscrito), en el texto
mecanografiado que se basó en éste la oración pasó a ser: «Algunas millas más allá, del otro lado del Folde Oeste,
había una hondonada ancha y verde en las montañas, y desde allí un desfiladero se abría paso entre las colinas».
Este error se conservó en Las Dos Torres.
En esta narración original, fue durante la noche del día de la partida de Eodoras cuando la hueste llegó a la
fortaleza de las colinas; más tarde[15] sería en la noche del segundo día (para la cronología véanse pp. 12-14,
§§ I-II). En la historia ulterior se dice (DT 172) que «Cuarenta [23] leguas o quizá más, a vuelo de pájaro, desde
Edoras hasta los Vados del Isen», lo que concuerda perfectamente con el Primer Mapa, donde la distancia es de
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casi 2,5 cm, o 125 millas (= poco más de 40 leguas). Quizá fuera un examen más detallado del mapa lo que
provocó el aumento en un día de la cabalgata por el llano. Por otra parte, el estado actual de la cronología
presentaba además un problema evidente: véanse pp. 12-13, § I.
El borrador original continúa:
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—Esto me gusta más —dijo el enano, pisando con fuerza el suelo—. El corazón
siempre se me anima en las cercanías de las montañas. Hay buenas rocas aquí. Esta
región tiene los huesos sólidos. Lo siento bajo mis pies. Dadme un año y un centenar
de los de mi raza, y haré de este lugar un baluarte donde todos los ejércitos se
estrellen como un oleaje.
—No lo dudo —dijo Legolas—. Pero tú eres un enano, y los enanos son gente
extraña. A mí no me gusta este lugar, y sé que no me gustará más a la luz del día.
Pero tú me reconfortas, Gimli, y me alegro de tenerte cerca con tus piernas robustas y
tu hacha poderosa.
Unas formas vagas subieron hasta donde estaban. Eran Éomer y Aragorn, que
marchaban juntos por la línea de la muralla.
—Estoy preocupado —dijo Éomer—. La mayoría ha llegado ya; pero aún falta
una compañía, y también el Rey y su guardia.
—Si me das unos hombres fuertes y valientes, me llevaré a Gimli y a Legolas,
aquí presentes, y bajaremos un trecho por el valle en busca de nuevas —dijo Aragorn.
—Y encontrarías más de las que buscas —dijo Gimli.
—Es probable —dijo Éomer—. Esperaremos un rato. [25]
El tiempo pasó, lento, cuando de pronto, a poca distancia valle abajo, estalló un
clamor de gritos. Sonaron los cuernos.
—Algunos de nuestros hombres han caído en una emboscada o han sido atacados
por la retaguardia —exclamó Éomer—. Théoden estará entre ellos. Aguardad aquí,
mantendré a los hombres en la muralla y seleccionaré a unos pocos para ir a ver qué
pasa. Volveré en seguida.
Los cuernos sonaron de nuevo, y en la queda oscuridad pudieron oír el fragor de
las armas. Al poco rato Éomer regresó con veinte hombres.
—De esta misión me encargaré yo —dijo Aragorn—. Tú eres necesario en la
muralla. ¡Vamos, Legolas! Tus ojos nos serán útiles. —Bajó corriendo la cuesta.
—Allá donde va Legolas, voy yo —dijo Gimli, y corrió tras ellos.
Los vigías de la muralla no vieron nada durante un rato, luego, de repente, se
oyeron gritos más fuertes y alaridos más salvajes. Una voz clara resonó, reverberando
en las colinas. ¡Elendil! Dio la impresión de que abajo, lejos, resplandeció una llama
blanca en las sombras.
—Por fin Tizona irá a la guerra —dijo Éomer.
Un jinete apareció ante la brecha principal y lo dejaron entrar.
—¿Dónde está el Rey Théoden? —preguntó Éomer.
—Entre su guardia —dijo el hombre—. Pero muchos van a pie. Caímos en una
emboscada, y los orcos surgieron del suelo entre nosotros, incapacitando a muchos de
nuestros caballos. Crinblanca y el Rey escaparon, pues el corcel ve en la oscuridad y
saltó por encima de las cabezas de los orcos. Pero Théoden desmontó y luchó con su
guardia. Herugrim cantó una canción que hacía tiempo no se escuchaba. Aragorn está
con ellos, e informa que una gran hueste de orcos le pisa los talones. ¡Guarneced la
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muralla! Si puede vendrá por la brecha principal.
El ruido de la batalla se aproximó. Los que estaban en la muralla no podían hacer
nada para ayudar. No había muchos arqueros entre ellos, y éstos no podían disparar
en la oscuridad mientras tuvieran delante a sus amigos. Uno a uno fueron entrando
los hombres de la compañía que faltaba, hasta que se agruparon todos menos cinco.
Por último lo hizo la guardia del [26] Rey a pie, con el Rey entre ellos, tirando de
Crinblanca por las bridas.
—¡Apresuraos, Señor! —gritó Éomer.
En ese momento se oyó un grito salvaje. Los orcos estaban atacando las [brechas
>] entradas a ambos lados, y antes de que el Rey hubiera sido conducido a lugar
seguro fuera de la oscuridad, apareció una hueste de formas oscuras que marchó
hacia la gran abertura. Brilló un fuego blanco. En su camino se pudo ver durante un
momento a Aragorn hijo de Arathorn: a un lado tenía a Gimli, al otro a Legolas.
—¡Regresad ahora, compañeros! —gritó Aragorn—. Yo os seguiré.
En el mismo instante en que Gimli y Legolas volvían corriendo a la muralla, él
dio un salto adelante. Ante la llama de Tizona los orcos huyeron. Luego, lentamente,
Aragorn retrocedió caminando hacia atrás. Mientras lo hacía paso a paso, un gran
orco avanzó, al tiempo que otros marchaban tras él con cautela. Cuando Aragorn por
fin dio la vuelta para subir corriendo hasta la entrada, el orco saltó en su persecución,
pero una flecha gimió y éste cayó cuan largo era y yació inmóvil. Durante un rato
ninguno de los demás se atrevió a acercarse.
—¡Certera es la flecha del arco elfo y penetrantes son los ojos de Legolas! —dijo
Aragorn al reunirse con el elfo y correr juntos a la muralla.
De ese modo por fin la hueste del Rey consiguió entrar en la fortaleza, y quedó
acorralada ante la boca del Abismo de Helm. La noche aún era joven, y todavía
quedaban muchas horas de oscuridad y de peligro. Théoden estaba ileso; pero le dolía
la pérdida de tantos caballos de su guardia, y miró a Crinblanca que sangraba en el
lomo: le había dado una flecha perdida.
—Hermosa es la marcha, amigo —dijo—, pero a menudo el camino es amargo.
—No os apenéis por Crinblanca, señor —dijo Aragorn—. La herida es leve. Yo la
atenderé, lo mejor que pueda, mientras el enemigo se mantenga a distancia. Han
sufrido pérdidas más dolorosas que las nuestras, y más sufrirán si se atreven a atacar
este lugar. [27]
En este punto el borrador original deja de ser una narración desarrollada, pero continúa en forma de esbozo
que se aproxima a la narración. Se escribió sobre un débil texto a lápiz, según parece muy similar.
Hay un ataque. Un ejército sin fin. Arpeos, escalas de cuerda, muertos apilados.
Los jinetes bloquean las brechas con piedras traídas de las alturas, y con cuerpos. Los
orcos no dejan de entrar. Los Jinetes pierden pocos hombres, la mayoría en las
brechas. En una ocasión los orcos se acercaron a los caballos. Entrada la noche, la
luna (¿menguante?) brilló a intervalos, y los defensores vieron a una multitud
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hormigueante bajo la muralla. Lentamente los muertos se fueron apilando.
Hombres salvajes con cotas de malla de acero forzaron la entrada del norte, y
volviéndose al sur empezaron a expulsar a los hombres de la muralla. Los orcos
treparon. Cuando amanece los Hombres de Rohan ceden cada vez más terreno. Los
caballos son conducidos hasta el Abismo de Helm, con el Rey. Establecen un muro
protector y retroceden despacio en dirección al Puesto de Piedra.
Sale el sol, y entonces todos se quedan con la mirada fija: defensores y atacantes.
A una milla o así de la Empalizada, formando un gran semicírculo de norte a sur,
contemplan un portento. Los hombres se frotan los ojos pensando que sueñan o que
están mareados por las heridas y el cansancio. Donde antes había sólo tierras altas y
cuestas cubiertas de hierba, ahora hay un bosque de grandes árboles. Como hayas
eran, cubiertos de hojas marchitas, y como antiguos robles con ramas enredadas, y
pinos rugosos se erguían oscuros entre ellos. Los orcos cejaron. Los Hombres
Salvajes titubearon, gritando con voces aterradas, pues venían de los bosques que hay
bajo las faldas occidentales de las Montañas Nubladas.
En ese momento sonó una trompeta desde el Puesto de Piedra. Théoden salió al
galope con su guardia y una compañía (¿de hombres de Heorulf?). Cargaron cuesta
abajo y embistieron a los Hombres Salvajes, y los rechazaron y destrozaron por sobre
el risco.
—¡Esto es brujería! —dijeron [¿los hombres?]—. ¿Qué presagiará? [28]
—Quizá sea brujería —dijo Éomer—. Pero no parece ser una estratagema de
nuestros enemigos. Mirad lo consternados que están.
Siguen unas pocas líneas de notas muy rápidas y en parte ilegibles:
A menudo sus caballos podían ver de noche; pero los hombres no veían en la noche tan bien como los
orcos. Rohan está en desventaja en la oscuridad. Tan pronto como aclara son capaces de luchar. Los orcos no
son rivales para los jinetes en las cuestas que hay delante del Puesto de Piedra. Misiones de combate desde el
Abismo de Helm y el Puesto de Piedra. Los orcos se tiran desde la muralla. Es en ese momento cuando ven el
Bosque.
Los orcos atrapados. Los árboles los apresan. Y el bosque está lleno de gente de Herulf. Gandalf ha
reunido a los extraviados. [? Unos] 500. Casi ningún atacante escapa. De modo que la desesperanza se torna
en victoria. Mientras tanto Herulf, a quien Gandalf pide que mantenga el … cabalgó … otra fuerza enviada …
Eodoras. Ésta ahora se halla atrapada entre Herulf y las fuerzas victoriosas del Rey. En una batalla en el llano
…… terror provocado por Aragorn y Gandalf. La hueste, que no desea descansar, se lanza sobre los
supervivientes que huyen [? de vuelta a] Isengard.
Es posible, pero muy improbable, que la oración que comienza con «Mientras tanto Herulf, a quien Gandalf ha
pedido que mantenga el» finalice: «camino oriental [rode, “cabalgó”, por road, “camino”], ha repelido a otra
fuerza enviada a Eodoras».
Ésta, entonces, era la historia original del Abismo de Helm, que evolucionaría a una forma mucho más
compleja con la aparición de un elaborado sistema de fortificación a lo ancho de la boca del Abismo (a propósito,
la descripción y el relato de Las Dos Torres se pueden seguir de forma muy precisa en el dibujo de mi padre, «El
Abismo de Helm y Cuernavilla», en Pinturas y dibujos de J. R. R. Tolkien, n.º 26). En esta primera narración la
«fortaleza» constaba sólo del súbito declive natural que había en la tierra a lo ancho de la boca del valle,
fortificado con un parapeto de grandes piedras; en éste había tres «brechas», una palabra que mi padre cambió por
«entradas», quizá para insinuar que se habían abierto a propósito. No se indica la naturaleza del «baluarte» de
Heorulf en el Puesto de Piedra; y toda la batalla del Abismo de Helm tuvo lugar a lo largo de la línea de la
Empalizada de Helm.
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Un fragmento aislado de borrador que no llegó a utilizarse corresponde evidentemente a la historia original y
se puede incluir aquí: [29]
Aragorn estaba muy por detrás de las defensas atendiendo la herida del lomo de
Crinblanca, y diciéndole palabras tranquilizadoras al caballo. Mientras la fragancia de
la athelas se elevaba en el aire, su mente volvió a la defensa de La Cima de los
Vientos, y a la huida de Moria.
—Es un largo viaje —se dijo a sí mismo—. Escapamos de un trance sin
esperanza sólo para encontrar otro con menor esperanza aún. Pero, ay, Frodo, mi
corazón se sentiría más feliz si tú estuvieras aquí, con nosotros, en este lugar sombrío.
¿Por dónde vagas ahora?
En esta misma página hay un esbozo en el que aparece por primera vez el cambio radical de la historia del
ataque.
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valle mientras la batalla rugía.
Los árboles deberían llegar hasta la misma Empalizada. Gandalf sale al galope
desde el corazón del bosque. Y cabalga a través de los orcos como si fueran ratas y
cuervos.
Mi padre comenzó una nueva versión del capítulo antes de que los elementos importantes de la historia y el
escenario físico estuvieran claros, y en consecuencia éste (el primer manuscrito acabado) es un documento muy
complicado. Sólo después de haberlo empezado amplió la cabalgata desde Eodoras en un día más y describió la
tormenta procedente del Este (DT 172-174); y cuando la comenzó aún no se había dado cuenta de que la
Empalizada de Helm no era el escenario del gran ataque: «lo que de verdad sucedió» fue que los hombres que
guarnecían la Empalizada fueron empujados adentro, y la defensa del reducto se hallaba en la línea de un gran
muro situado más arriba, en la boca del desfiladero, (el «Muro del Bajo») y Cuernavilla. En este punto del
manuscrito se puede ver que la historia cambiaba a medida que mi padre escribía: al responder Éomer a la
pregunta de Aragorn «¿Hay algún terreno cerca en el que podamos volvernos y combatir?» (p. 23), empieza igual
que antes describiendo de la fortificación de la Empalizada («coronada con una muralla de grandes piedras,
apiladas en días antiguos»), pero al final de la réplica dice que la Empalizada no se puede mantener:
Entonces avanzó vociferando una compañía de los hombres salvajes, entre ellos
llevaban el tronco de un árbol enorme. Los orcos se apiñaban en torno a ellos. El
árbol fue balanceado por muchas manos fuertes y golpeó los maderos de las puertas
con un estampido. En ese momento sonó un grito. Entre las rocas que había sobre el
sendero plano y estrecho bajo la fortaleza y el borde se habían ocultado unos pocos
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hombres valientes. Aragorn los dirigía.
—Vamos, vamos —gritó—. ¡Sal de la vaina, Tizona! —Una espada centelleó
como fuego blanco—. ¡Elendil, Elendil! —exclamó, y su voz reverberó en los riscos.
[32]
—¡Mirad, mirad! —dijo Éomer—. Tizona ha ido a la guerra al fin. ¿Por qué no
estoy con él? Teníamos que desenvainar las espadas juntos.
Nadie pudo resistir la arremetida de Aragorn, o el terror de su espada. Los orcos
huyeron, los hombres de las colinas fueron abatidos o escaparon dejando el ariete en
el suelo. El peñón se había despejado. Entonces Aragorn y sus hombres dieron media
vuelta para regresar corriendo y cruzar las puertas mientras aún quedaba tiempo. Sus
hombres ya habían entrado cuando volvió a centellear el relámpago. El trueno cayó.
De entre los abatidos en la cima de la calzada tres orcos enormes se levantaron de un
salto: en sus escudos se podía ver la mano blanca. Los hombres gritaron una
advertencia desde las puertas y Aragorn se volvió un instante. En ese momento el
más avanzado de los orcos arrojó una piedra: le dio en el yelmo y se tambaleó, y cayó
sobre una rodilla. El trueno retumbó. Antes de que pudiera incorporarse y retroceder
los tres orcos se lanzaron sobre él.
En este punto esta historia fue substituida por la de la salida de la poterna. En la forma del manuscrito
definitivo de esta parte, Aragorn, mirando las puertas, después de las palabras (DT 184) «Los golpes de los arietes
habían sacado de quicio los grandes goznes y habían doblado las trancas de hierro; muchos maderos estaban
rotos», añadió: «Las puertas no resistirán otra embestida semejante». Estas palabras no se incluyeron en la copia a
máquina que se realizó después, pero no hay nada en el manuscrito que sugiera que no debían incluirse, y parece
claro que se omitieron por error (sobre todo teniendo en cuenta que dan fuerza a la respuesta de Éomer: «Sin
embargo, no podemos quedarnos aquí, de este lado de los muros, para defenderlos»).
El grito de Gimli cuando salta sobre los Orcos que se habían echado encima de Éomer: Baruk Khazâd!
Khazâd ai-mênu! aparece en esta forma desde el primer relato de la escena. Años más tarde, después de la
publicación de SA, mi padre comenzó un análisis de todos los fragmentos de las otras lenguas (Quenya, Sindarin,
Khuzdul, el Habla Negra) que aparecen en el libro, pero, desgraciadamente, antes de haber alcanzado el final de
CA, las notas, al principio completas y elaboradas, se habían reducido a apuntes, en su mayor parte imposibles de
interpretar. Aquí tradujo Baruk como «hachas», sin ningún comentario ulterior; ai-mênu se analiza como aya,
menu, pero los significados no resultan claramente legibles: lo más probable aya «sobre», menu «acus. pl.
vosotros». [33]
Hay un detalle curioso en el comentario de Gimli después de rescatar a Éomer durante la salida de la poterna
(DT 185): «Hasta ahora no había hachado nada más que leña desde que partí de Moria». Contradice
completamente las palabras de Legolas en «La partida de Boromir», cuando él y Gimli se encuentran con Aragorn
junto al cuerpo de Boromir cerca de Parth Galen: «Hemos perseguido y matado a muchos orcos en el bosque»;
comparen también el borrador de un pasaje posterior (TI 451), en el que, cuando Aragorn, Legolas y Gimli parten
en persecución de los Orcos, Gimli dice: «… los que atacaron a Boromir no eran los únicos. Legolas y yo nos
encontramos con algunos al sur, sobre las faldas occidentales de Amon Hen. Matamos a muchos, cayendo
furtivamente sobre ellos entre los árboles…». No creo que tenga ninguna «explicación»: se trata, sencillamente,
de una incongruencia nunca descubierta.[23]
Los «hombres salvajes de las colinas» en el ataque al Abismo de Helm venían del «Folde Oeste», unos valles
en el lado occidental de las Montañas Nubladas (véase p. 18 y nota 6), y este empleo de «Folde Oeste» sobrevivió
hasta una fase tardía de la revisión del manuscrito: se hallaba aún presente en el borrador de lo que se convirtió en
«El camino de Isengard».[24] Antes de que se realizara el cambio de aplicación, el Valle del Folde Oeste se
llamaba «el Valle de la Frontera Occidental».
A este respecto hay dos pasajes notables. El diálogo entre Aragorn, Éomer y Gamelin, Señor de la Frontera
del Oeste, en el Muro del Bajo, mientras oyen los gritos de los hombres salvajes (DT 187-188), tiene esta forma
en un borrador desechado:
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—Los oigo —dijo Éomer—, pero a mis oídos son sólo como el griterío de los
pájaros y el bramido de las bestias.
—Sin embargo, entre ellos hay muchos que gritan en la lengua del Folde Oeste
[luego > en la lengua de las Tierras Brunas] —dijo Aragorn—, un habla humana que
antaño se consideró agradable para el oído.
—Son ciertas tus palabras —dijo Gamelin, que había trepado al muro—. Conozco
esa lengua. Es antigua, y antaño se hablaba en muchos valles de la Marca. Pero ahora
se usa con odio mortal. Gritan regocijándose por nuestra perdición. «¡El rey, el rey!»
gritan. «¡Capturaremos a su rey! ¡Muerte para los Forgoil! ¡Muerte para los Cabezas-
de-Paja! ¡Muerte para los ladrones del Norte!». Ésos son los nombres que nos dan.
No han olvidado en medio milenio la ofensa que les infligieran los señores de Gondor
[34] al otorgar la Marca a Eorl el Joven como recompensa por su servicio a Elendil e
Isildur, mientras ellos no participaban. Es ese antiguo odio el que Saruman ha
inflamado. …
Comparen con esto el pasaje del borrador de «El Rey del Castillo de Oro» (TI 521), en el que Aragorn, al ver en
uno de los tapices del Castillo de Oro la figura del hombre joven sobre un caballo blanco, dijo: «¡Contemplad a
Eorl el Joven! Así vino del Norte a la Batalla del Campo de Gorgoroth» … la batalla en la que Sauron fue vencido
por Gil-galad y Elendil.[25] Sobre el lapso de tiempo mucho más breve que mi padre concebía en esta época, véase
TI 528 nota 583.
Un borrador inicial muy rápido para el parlamento entre Aragorn, de pie sobre las puertas de Cuernavilla, y el
enemigo, en el nivel inferior, muestra una idea completamente distinta de la que hay en DT (pp. 192-193):
En el dorso de la página en la que se introdujo nueva la historia del ataque (p. 29) mi padre escribió los
siguientes nombres: Rohirwaith Rochirchoth Rohirhoth Rochann Rohann Rohirrim; y también Éomeark Éomearc.
No sé si Rochann, Rohann tienen que relacionarse con el empleo de Rohan en las pp. 27, 28, aparentemente como
vocablo para designar a los Jinetes.[26]
En un borrador del pasaje que describe la carga desde Cuernavilla, el Rey cabalgó con Aragorn a su derecha y
Háma a su izquierda. Sobre la muerte de Háma ante las puertas de Cuernavilla, véase p. 57 nota 34.
Por último, en el final del capítulo, Legolas, al ver el extraño Bosque tras la Empalizada de Helm, dijo: «—
¡Esto es magia pura! “Hojaverde, Hojaverde, cuando tu última flecha se haya disparado, bajo extraños árboles
caminarás”. ¡Venid! Quisiera ver este bosque, antes de [35] que cambie el sortilegio». La cita es del acertijo en
verso que le dirigió Galadriel y le transmitió Gandalf («El Caballero Blanco», TI 507):
Sus palabras no se corrigieron en el manuscrito, y sobrevivieron en la copia a máquina posterior (véase p. 479).
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III
EL CAMINO DE ISENGARD
[38]
En principio este capítulo formaba parte de «El Abismo de Helm», y cuando se separaron recibió el título de
«Hacia Isengard» (Capítulo XXIX). El borrador preliminar era mucho más voluminoso que el de «El Abismo de
Helm», porque la primera versión de la historia estaba muy avanzada en un manuscrito claro cuando se desechó
definitivamente. Interpretar los papeles correspondientes a este capítulo resulta especialmente difícil, ya que hay
que distinguir entre los borradores (a menudo muy similares) para los pasajes de la primera versión y los
borradores para los pasajes de la segunda.
Las diferencias básicas entre la versión original y la de Las Dos Torres son las siguientes: Gandalf y Théoden
y sus compañeros abandonaron el Abismo de Helm poco después del fin de la batalla (véase p. 14, § III); no
vieron a los Ents al dejar el bosque misterioso, y no bajaron a los Vados del Isen; pero sí se encontraron y
hablaron con Bregalad el Ent, que llevaba un mensaje de Bárbol, en el curso de su cabalgada a Isengard, donde
llegaron el mismo día. En este capítulo transcribiré las partes de la versión original que difieren considerablemente
de la variante posterior, citando el manuscrito final de esa versión, pero también transcribiré algunos pasajes de
los borradores iniciales en las notas.[27]
No obstante, lo primero que tenemos es un esbozo que mi padre escribió a todas luces antes de comenzar a
trabajar en el capítulo. Lo escribió rápidamente con el lápiz blando, a menudo casi ilegible, que solía utilizar en
los bocetos preliminares, pero en este caso repasó a tinta una gran parte del esbozo.
Reunión de los capitanes. Éomer y Gimli regresan del Abismo. (¿Los dos heridos
y los atiende Aragorn?) Gandalf explica que ha cabalgado por los alrededores
agrupando a los hombres dispersos. La llegada del Rey había apartado Isengard de
Eodoras. Pero él [Gandalf] había hecho regresar a algunos hombres para defenderla
contra los intrusos. Erkenbrand[28] había sido [? emboscado] y los pocos caballos
supervivientes del desastre de [39] los Vados del Isen se habían perdido. Había [?
retrocedido por la fuerza] a las colinas.
Le preguntan a Gandalf acerca de los Árboles. La respuesta está en Isengard, dijo
él. Partiremos ahora hacia allí a toda velocidad… los que quieran.
Aragorn, Éomer, Gimli, Legolas, el Rey Théoden y su escolta y [? una fuerza] …
a Isengard. Erkenbrand. Gamelin. Restauración de Cuernavilla.
Pasan por un gran …… pasillo entre los árboles que [? ahora parece haberse
abierto]. No se ve a ningún orco. Extraños murmullos y ruidos y medias voces entre
los árboles. [Añadido: Gandalf comenta su táctica. Gimli describe las cavernas. Aquí
empezó a sobrescribir a tinta]:
El sol brilla en el llano. Ven a una figura alta y gigantesca avanzando a zancadas
hacia ellos. Los Jinetes desenvainan las espadas, y se asombran. La figura saluda a
Gandalf.
Soy Bregalad la Ramaviva, dijo. Me envía Bárbol.
¿Qué desea?, preguntó Gandalf.
Desea que os deis prisa. ¡Quiere saber qué ha de hacer con Saruman!
¡Hum!, musitó Gandalf. Qué problema. ¡Dile que ya voy!
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Qué era eso, dijo Théoden. ¿Y quién es Bárbol?
Era un Ent, contestó Gandalf. Y también lo es Bárbol.
Se apresuran y entran en Nan Gurunír. Allí encuentran un montón de ruinas. Los
grandes muros de Isengard estaban rotos y desperdigados en desorden. Sólo la torre
de Orthanc se erguía solitaria en medio de esa desolación, de la que ascendía una
gran humareda. La bóveda enorme aún se mantiene, pero delante hay un montón de
escombros. Sobre los escombros estaban sentados Merry y Pippin, almorzando.[29] Se
pusieron en pie de un salto, y como Pippin tenía la boca llena, Merry habló.
—¡Bienvenidos a Isengard, señores! —dijo—. Somos los guardianes de la puerta.
Meriadoc hijo de Caradoc de Los Gamos me llamo; y mi compañero es Peregrin hijo
de Paladin de Alforzada.[30] Lejos en el Norte está nuestro hogar. El señor Saruman
está dentro, pero [por desgracia se encuentra indispuesto y no puede recibir invitados.
>] en este momento está encerrado con un tal Lengua de Serpiente hablando de
asuntos urgentes.
—Es posible que nosotros podamos colaborar en el debate [40] —rió Gandalf—.
Pero ¿dónde está Bárbol? No tengo tiempo para bromear con jóvenes hobbits.
—Así que por fin os encontramos —dijo Aragorn—. Nos habéis dado un largo
viaje.
—¿Cuánto tiempo lleváis en Isengard? —preguntó Gimli.
—Menos de un día —repuso Pippin.[31]
Paso ahora a la primera versión de la historia, es decir, el primer manuscrito acabado y coherente. En esta
versión las palabras de Théoden con Gandalf sobre marchar a Isengard (DT 148-149) tienen un resultado distinto:
—De todas maneras, yo iré a Isengard —dijo Gandalf—. Que los que estén
extenuados descansen, pues pronto habrá otras cosas que hacer. No me quedaré
mucho tiempo. Mi camino me lleva al este. ¡Buscadme en Eodoras, antes de la luna
llena!
—No —dijo Théoden—. En la hora oscura que precede al alba dudé de ti. Pero
ahora no volveremos a separarnos. Iré contigo, si tal es tu consejo. Ahora enviaré
mensajeros por todos los valles de la Marca con las nuevas de la victoria; y
convocarán a todos los hombres, viejos y jóvenes, para que se reúnan conmigo en
Eodoras antes de que mengüe la luna.
—¡Bien! —exclamó Gandalf—. Entonces dentro de una hora cabalgaremos de
nuevo…[32]
Después de una breve hora en que descansaron y rompieron el ayuno, los que
iban a marchar a Isengard se prepararon para partir.[33]
La narración del trato a los hombres de las Tierras Brunas y de los entierros (DT 200-201) alcanza su forma
definitiva,[34] pero la descripción de la partida de los árboles durante la noche y del valle una vez que se hubieron
marchado, relatada casi con las mismas palabras que en DT,[35] se introdujo por primera vez en este punto,
mientras que en DT se posterga hasta muy avanzado el capítulo (pp. 211-212). El cruce del bosque, y la
descripción que le hace Gimli a Legolas de las Cavernas del Abismo de Helm, tienen en el manuscrito acabado de
la primera versión casi la misma forma que en DT (pp. 201-205), pero con una ligera diferencia estructural: la
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compañía ya había dejado los árboles y llegado a la bifurcación del camino cuando tuvo lugar esta conversación:
[41]
—Cuentas con mi promesa —dijo Legolas—. Pero ahora debemos dejar todo eso
atrás. ¿A qué distancia estamos de Isengard, Gandalf?
—A unas doce [luego > catorce > once] leguas desde la hondonada del Valle del
Bajo hasta el muro exterior de Isengard[36] —dijo el mago, dando media vuelta.
—¿Y con qué nos encontraremos allí? —preguntó Gimli—. Quizá tú lo sepas,
pero yo no puedo imaginarlo.
—Yo no lo sé con certeza —le respondió Gandalf—. Desde que estuve anoche las
cosas pueden haber cambiado de nuevo. Pero pronto lo sabremos todos. Si estamos
ansiosos por conocer la respuesta a los acertijos, ¡aceleremos el paso!
[Añadido: «—¡Guíanos! —dijo Théoden—. ¡Pero no dejes que Sombragrís
imponga un ritmo que no podamos seguir!
La compañía cabalgó entonces tan rápido como le fue posible, por los amplios
pastos del Oestemnet»].
De este modo las Cavernas del Abismo de Helm no reciben aquí por parte de Gandalf el nombre de «las Cavernas
Centelleantes de Aglarond», que no se añadió en el texto de la copia a máquina hasta una fase posterior (véase
p. 95).
A partir de este punto la primera versión de la historia varía considerablemente con respecto a la de Las Dos
Torres (pp. 205 ss.).
El sol brillaba sobre el valle que los rodeaba. Después de la tormenta la mañana
era fresca, y una brisa soplaba ahora desde el oeste, entre las montañas. Las praderas
se movían subiendo y bajando como el oleaje entre largas lomas y valles pequeños,
como un mar ancho y verde. A su izquierda largas pendientes descendían velozmente
hasta el Río Isen, una cinta gris que se curvaba hacia el oeste, serpenteando hasta
perderse de vista por [42] el gran Paso de Rohan, en dirección a las lejanas playas de
Belfalas.[37] Debajo de ellos se encontraban los vados del Isen, donde el río se
extendía en bajíos pedregosos entre terrazas altas y herbosas. No fueron por ese
camino. Gandalf los condujo directamente al norte y pasaron de largo, cabalgando
por el terreno alto del este del río; sin embargo, mientras marchaban otros ojos se
volvían hacia los vados rocosos y el campo de batalla donde tantos hombres de la
Marca habían caído.[38] Vieron cuervos volando en círculo y graznando, y el viento
les trajo el aullido de los lobos. Las aves carroñeras se congregaban en los vados, y ni
siquiera el día brillante las había alejado de su trabajo.
—¡Ay! —exclamó Théoden—. ¿Hemos de abandonar a los corceles y jinetes de
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la Marca para que los destrocen las aves carroñeras y los lobos? ¡Apartémonos de
este camino!
—No es necesario, señor —dijo Gandalf—. La tarea nos llevaría mucho tiempo,
si aún no estuviera hecha; pero no es así. Ningún caballo o jinete de los vuestros yace
allí insepulto. Sus tumbas son profundas y sus túmulos altos; ¡y que largo tiempo
custodien los vados! Mis amigos han trabajado aquí.[39] Es con los orcos, sus amos,
con quienes las bestias de rapiña celebran sus festines: ésa es la amistad de los de su
especie.
—Mucho has hecho en una noche y un día, Gandalf, amigo mío —dijo Théoden.
—Con la ayuda de Sombragrís… y de otros —respondió Gandalf—. Y esto es lo
que puedo deciros para confortaros: las pérdidas en las batallas del vado fueron
menos dolorosas de lo que al principio creímos. Muchos hombres se dispersaron pero
no fueron muertos. A algunos los guié para que se unieran a Erkenwald, y a algunos
volví a reunirlos y los envié de vuelta a Eodoras. Descubrí que todas las fuerzas de
Saruman se apresuraban hacia el Abismo de Helm; pues la gran fuerza que debía ir
directamente a Eodoras se desvió y se unió a los que perseguían a Erkenwald.
Cuando se supo que vos, el Rey Théoden, os hallabais en el campo, y Éomer a
vuestro lado, los dominó un afán enloquecido. Tomaros prisionero y matar a Éomer
era lo que más deseaba Saruman. Sin embargo, yo temí que jinetes de lobo y los
crueles saqueadores pudieran ser enviados rápidamente a Eodoras y causar gran daño
allí, ya que estaba desguarnecida. Pero ahora creo que no tenéis nada que temer;
encontraréis [43] que el Castillo de Oro estará allí para daros la bienvenida a vuestro
regreso.
Llevaban cabalgando alrededor de una hora desde que dejaran el Valle, y ya los
oscuros y montañosos brazos del Nan Gurunír se extendían ante ellos. Parecía lleno
de humo. De él fluía el río, ahora junto a su izquierda. De pronto advirtieron que una
extraña figura avanzaba a zancadas hacia el sur, junto a la corriente, en dirección a
ellos.
Este último párrafo fue sustituido por el siguiente:
Llevaban cabalgando alrededor de una hora [> Era casi mediodía. Llevaban
cabalgando dos horas][40] desde que dejaran el Valle, y los brazos montañosos del
Nan Gurunír comenzaron a extenderse hacia ellos. Parecía que había niebla alrededor
de las colinas, y de las profundas sombras vieron brotar una vasta espiral de humo y
de vapor; al elevarse capturaba la luz del sol y se diseminaba en resplandecientes olas
por el cielo, y el viento las impulsaba sobre la llanura.
—¿Qué piensas de eso, Gandalf? —preguntó Théoden—. Se diría que todo el
Valle del Mago está en llamas.
—Siempre flota una humareda sobre el valle en estos tiempos —dijo Éomer—;
pero nunca vi antes nada parecido. Más que humos son vapores. Algún maleficio que
Saruman está preparando para darnos la bienvenida.
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—Es probable —dijo Gandalf—. Si es así, pronto lo averiguaremos.[41]
Del valle hirviente fluía el río Isen, ahora junto a su izquierda. Mientras miraban
hacia el norte, de pronto advirtieron que una extraña figura avanzaba a zancadas
hacia el sur, junto a la margen este de la corriente. Iba a gran velocidad, caminando
tieso como una garza zancuda, y, sin embargo, la rapidez de los largos pasos era más
bien como el batir de alas; y al acercarse vieron que era muy alto, como un troll, o un
árbol joven.
Muchos de los jinetes gritaron sorprendidos, y algunos desenvainaron las espadas.
Pero Gandalf alzó una mano.
—Aguardemos —dijo—. Es un mensajero que viene a verme.
—Un mensajero extraño para mis ojos —dijo Théoden—. ¿Qué clase de criatura
será? [44]
—Hace mucho que no os sentáis junto al fuego a escuchar las leyendas —
respondió Gandalf—; y es en eso, más que en el pelo cano, en lo que mostráis vuestra
edad, sin aumento alguno de sabiduría.[42] Hay niños en vuestra tierra que del
enmarañado ovillo de muchas historias podrían haber respondido a vuestra pregunta
con sólo echar un vistazo. Ahí viene un Ent, un Ent de Fangorn, que vuestra lengua
llama el Bosque del Ent… ¿acaso que pensasteis que le habían puesto ese nombre por
pura fantasía?[43] No, Théoden, no es así: para ellos vosotros no sois más que historia
pasajera; poco les interesan todos los años que van desde Eorl el Joven a Théoden el
Viejo.
Théoden guardó silencio, y toda la compañía se detuvo, observando con ojos
asombrados a la extraña figura mientras se acercaba rápidamente a su encuentro.
Hombre o troll, tenía diez o doce pies de altura, fuerte pero delgado, vestido con
prendas ceñidas de color gris y pardo moteado, o de lo contrario su piel suave era
como la corteza de un serbal. No llevaba armas, y al acercarse levantó largos y bien
formados brazos y las manos de muchos dedos en señal de paz. Se detuvo delante de
ellos, a unos pocos pasos, y sus ojos claros, de un gris profundo con destellos verdes,
los miraron con solemnidad, pasando de cara en cara de los hombres agrupados en
torno a él.[44] Luego habló despacio, y su voz era resonante y musical.
—¿Es ésta la compañía de Théoden, señor de los campos verdes de los Hombres?
—preguntó—. ¿Está Gandalf aquí? Busco a Gandalf, el caballero blanco.
—Estoy aquí —dijo Gandalf—. ¿Qué deseas?
—Soy Bregalad Ramaviva —respondió el Ent—. Me envía Bárbol. Está ansioso
por obtener noticias de la batalla, y de los Ucornos.[45] También lo preocupa
Saruman, y espera que Gandalf vaya pronto a tratar con él. [Añadido: De la torre no
salen señal o sonido algunos].
Gandalf guardó silencio durante un momento, mesándose la barba, pensativo.
—Tratar con él —dijo—. Eso puede tener muchos significados [> Eso puede
tener más de un significado].[46] Pero qué pasará, no puedo decirlo hasta que vaya.
Dile a Bárbol que estoy en camino, y que me apresuraré. Y mientras tanto, Bregalad,
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dile que [45] no se preocupe por los Ucornos. Han cumplido su cometido, sin recibir
ningún daño. Regresarán.
—Son buenas nuevas —dijo el Ent—. ¡Ojalá nos volvamos a encontrar pronto!
Levantó la mano, se volvió y regresó río arriba, a tanta velocidad que antes de que
la compañía del rey se hubiera recuperado de su asombro ya estaba lejos.
Los jinetes aumentaron entonces el ritmo de la cabalgada. Por fin llegaron al
largo valle del Nan Gurunír. La tierra se alzaba escarpada, y los largos brazos de las
Montañas Nubladas, extendiéndose hacia las llanuras, se levantaban a ambos lados:
colinas empinadas y pedregosas, desnudas de árboles. El valle estaba abrigado, se
abría sólo hacia el Sur iluminado por el sol, y lo bañaba el río joven que serpenteaba
en su centro. Alimentado por muchos manantiales y corrientes menores entre las
colinas lavadas por la lluvia, fluía y bullía en su lecho, ya de aguas profundas e
impetuosas antes de encontrar la llanura; y antaño a su alrededor se había extendido
una tierra apacible y fértil.[47]
La descripción de Nan Gurunír es casi igual que la de DT (p. 213), pero después de las palabras «Muchos se
sentían intranquilos y se preguntaban a qué triste fin los llevaría ese viaje», sigue:
Pronto llegaron a un ancho puente de piedra que se extendía sobre el río con un
solo arco, y al cruzarlo encontraron un camino que, con una amplia curva hacia el
norte, los llevó a la gran carretera que conducía a los vados: estaba pavimentada con
piedras, bien escuadradas y cuidadas, y ni una brizna de hierba se veía en las junturas
o grietas. Sabían que no muy lejos de ellos debían alzarse las puertas de Isengard;
tenían el corazón apesadumbrado, pero sus ojos no podían atravesar la niebla.
De este modo, la columna negra coronada por la Mano Blanca se encuentra ausente. Al hallarse en la margen
este del Isen cruzan el río por un puente, y llegan a «la gran carretera que conducía a los vados». En DT siguieron
este camino por la orilla occidental del Isen que subía desde los vados, y fue en este punto donde el camino se
convirtió en «una calle ancha, pavimentada con grandes piedras planas».[48] [46]
La descripción del Anillo de Isengard que aparece en el borrador preliminar es casi idéntica a la de DT
(pp. 213-215),[49] pero la descripción de la torre de Orthanc experimentó muchos cambios, que se pueden
relacionar con una serie de ilustraciones de la misma época. Para conseguir una mayor claridad en mi narración he
clasificado estas ilustraciones en A, B, C y D.
La descripción que aparece en el borrador preliminar es la siguiente:
(A) Y en el centro del que salían todos los caminos enlazados había una torre, un pináculo de piedra. La base,
de doscientos pies de altura, era un gran cono de roca que habían dejado los antiguos constructores y
aplanadores de la llanura, pero ahora encima se levantaba una torre de albañilería, nivel sobre nivel, camino
sobre camino, cada cuerpo de columnas más pequeño que el anterior. Terminaba de repente y en llano, de
modo que en la cima había un amplio espacio de cincuenta pies de ancho, al que se llegaba por una escalera
que subía por el centro.
Esta descripción concuerda con el dibujo titulado «Orthanc (1)» que se reprodujo como frontispicio en La
Traición de Isengard,[50] excepto por una cosa: en el texto había «un amplio espacio de cincuenta pies de ancho»
en la cima, mientras que en el dibujo la torre está coronada por tres pináculos o cuernos (véase «C» más abajo).
En el manuscrito final de la primera versión, la descripción comienza del mismo modo,[51] pero después de
«que habían dejado los antiguos constructores y aplanadores de la llanura», continúa:
(B) … una torre de albañilería maravillosamente alta y delgada, como un cuerno de piedra, que en la punta se
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ramificaba en tres púas; y entre las púas había un estrecho espacio donde un hombre podía estar a mil pies
por encima del valle.
Esto acompaña al dibujo denominado «Orthanc (2)», reproducido en la p. 47, donde el cono de la base es negro y
más empinado que en «Orthanc (1)», y la torre mucho más delgada. Junto a esta segunda descripción de la torre
mi padre escribió más tarde:
(C) Or – si se adopta el primer dibujo [es decir, «Orthanc (1)»] (pero con la roca en forma de cono, como en el
segundo) [es decir, «Orthanc (2)»]:
[una torre de albañilería] maravillosamente alta y fuerte. Tenía siete niveles circulares que disminuyen de
diámetro y [47] altura, y en la cima había tres cuernos negros de piedra sobre un estrecho espacio donde
un hombre podía estar a mil pies de altura por encima del llano.
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[48]
Orthanc «5»
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Esto concuerda exactamente con «Orthanc (1)». Así pues, parece probable que el dibujo sea posterior a la primera
descripción «A» ya que difiere de «A» en que la torre tiene tres cuernos en la cima.
Los textos «B» y «C» se desecharon al mismo tiempo y se sustituyeron en el manuscrito por el siguiente
(todos los escritos pertenecen a todas luces al mismo período):
(D) Y en el centro, del que salían todos los senderos enlazados, se erguía una isla en un estanque, un gran
cono de roca, de doscientos pies de altura que habían dejado los antiguos constructores y aplanadores [>
allanadores] de la planicie, negro, liso y muy duro. Una sima profunda lo dividía desde el extremo hasta el
centro en dos grandes colmillos y sobre la sima había un poderoso arco de albañilería, y sobre el arco se
cimentaba una torre, [49] maravillosamente alta y fuerte. Tenía siete niveles circulares, que decrecían de
diámetro y altura, y en la cima había tres cuernos negros de piedra en un estrecho espacio, donde un hombre
podía estar a mil pies por encima del llano.
Esta concepción aparece ilustrada en los dibujos «Orthanc (3)» y «(4)», en la misma página que «Orthanc (2)» y
reproducida en la p. 47 (la diferencia entre las dos se introduce en sucesivas descripciones de la torre en «La voz
de Saruman», pp. 77-78). En el dorso de la página de «Orthanc (1)» mi padre escribió: «Está equivocado. La roca
debería ser más empinada y estar hendida, y la torre debería tener sus cimientos sobre un arco (con “cuernos” más
grandes en la cima), tal como se muestra en el pequeño boceto (3)». También escribió: «Omitir la corriente de
agua», pero lo tachó. En «Orthanc (1)» se ve un arroyo o «foso» que rodea el cono de la base. En la descripción
«D» la torre se yergue en «una isla en un estanque» («en el lago», véase nota 51).
Por último, en el primer manuscrito se insertó un anexo con la descripción definitiva que aparece en DT
(pp. 214-215): «Un pico y una isla de roca, negra y rutilante: cuatro poderosos pilares de piedra facetada se
fundían en uno, pero cerca de la cima se abrían y se separaban como cuernos, de pináculos agudos como puntas de
lanza, afilados como puñales». La única diferencia con respecto al texto definitivo es que mi padre escribió
primero que la cima de Orthanc se elevaba trescientos pies por encima del llano; pero lo cambió, quizás
inmediatamente, a quinientos pies, igual que en DT. En este anexo escribió: «para concordar con el Dibujo (5)»,
que se reproduce en la p. 48. Aquí la idea se ve radicalmente modificada, y los «cuernos», ahora cuatro, han
dejado de ser un artificio que coronan la torre de decrecientes niveles cilindricos para convertirse en una parte
integral de la maravillosa estructura de Orthanc.[52]
Las versiones sucesivas de la descripción de la torre difieren en las afirmaciones que se hacen acerca del
nombre Orthanc (la primera sobre el tema aparece en una nota desechada que se escribió para el manuscrito de
«Bárbol», TI 491: «Quizá no sea la simple casualidad que Orthanc, que en Élfico significa “punta de roca”, en la
lengua de Rohan sea “una máquina”»). El borrador preliminar, siguiendo la descripción «A», dice:
Ésta era Orthanc, la ciudadela de Saruman, cuyo nombre (por elección o por azar) tenía un doble significado;
pues en la lengua de la Marca Orthanc significaba artificio ingenioso, invento, (máquina como las que tienen
quienes fabrican máquinas), pero en la lengua élfica quiere decir corazón de piedra, colina [? atormentada].
[50]
El texto original del primer manuscrito acabado, siguiendo la descripción «B», dice:
… pues en la lengua de la Marca orthanc significaba «artificio ingenioso», pero en la lengua élfica quiere
decir «Colmillo de Piedra».
En este texto se añadió más tarde «Colina Hendida», cuando surgió la idea de la gran hendidura que había en el
cono de la base. Siguiendo la descripción («D») de esta idea, la afirmación sobre el significado del nombre es la
forma definitiva: «en lengua élfica orthanc significaba Monte del Colmillo, pero en la antigua lengua de la Marca
quería decir Espíritu Astuto». Por lo tanto, tal vez el origen de la traducción «Monte del Colmillo» esté de hecho
relacionado con la descripción del cono que se dividía «en dos grandes colmillos».
Desde este punto y hasta el final del capítulo el manuscrito de esta versión coincide casi en todos los
pormenores con el texto de DT,[53] pero en el borrador preliminar hay algunos detalles interesantes.
La respuesta de Gandalf al discurso inicial de Merry (quien se declara a sí mismo «Meriadoc, hijo de Caradoc
de Los Gamos»), que termina «pues de otro modo habría salido sin duda a dar la bienvenida a huéspedes tan
honorables», originalmente tuvo esta forma:
—Sin duda —rió Gandalf—. Pero no sé qué diría si encontrara a dos jóvenes hobbits burlándose de él
delante de sus puertas. Sin duda fue él quien te ordenó que vigilaras las puertas y estuvieras atento a su
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llegada.
—… Aquí estamos sentados en el campo de la victoria en medio de las ruinas saqueadas de un arsenal y
vosotros os preguntáis cómo hemos encontrado esto o aquello.
Todos los Jinetes que estaban cerca se rieron, y ninguno con más fuerza que Théoden.
La estrepitosa risa de Théoden se conservó en el manuscrito acabado, pero luego se restableció su seriedad (por lo
menos de expresión) y se eliminó la risa.
El diálogo sobre los hobbits continuaba de este modo en el borrador: [51]
—… Este día está destinado a mostrar maravillas, pues aquí veo vivos a otros personajes de leyenda: los
medio altos.
—Hobbits, si sois tan amable —dijo Pippin.
—Hobbits —dijo Théoden—. ¿Hoppettan?[54] Intentaré recordarlo. Ninguna historia de las que había
oído les hace justicia.
En el manuscrito acabado Théoden dijo: «¿Hobbits? Es un nombre extraño, pero no lo olvidaré». En el borrador
preliminar dijo después: «todo lo que se cuenta entre nosotros es que lejos, en el Norte, más allá de muchas
colinas y ríos (algunos dicen que más allá del mar) vive el pueblo de los medianos, los [holbylta(nos) >]
holbytlanos que moran en agujeros en las dunas de arena…». Aquí es donde aparece por primera vez la palabra
Holbytla.[55] El manuscrito sigue así, y Théoden no dice, como hace en DT, «Ha habido cambios extraños en
vuestra lengua».
Una disertación completamente distinta y mucho más larga sobre el tema del tabaco fue pronunciada por
Merry en el primero de varios borradores de este pasaje:
—Para empezar —dijo Théoden—, no se decía que echaran humo por la boca.
—Puede ser. No aprendimos ese arte hasta hace unas pocas generaciones. Se dice
que fue Elias Tobiasson de Mugworth[56] el que llevó la hierba a Casaseñorial, en la
Cuaderna del Sur. Era un hobbit que había viajado mucho. La cultivaba en su jardín y
secaba las hojas a la manera que había aprendido en algún país lejano. Nunca
supimos dónde, ya que la geografía no era su punto fuerte y jamás podía recordar los
nombres; pero según la cuenta de las leguas que él llevó con los dedos la gente
calculó que fue en el lejano Sur, a 1200 millas o más de Casa Señorial. [Aquí está
escrito Valle Largo].
—Se dice que los hombres beben humo en el lejano Sur, y he oído que los magos
lo hacen. Pero siempre pensé que era parte de sus conjuros o un proceso que los
ayudaba a forjar profundos pensamientos.[57]
—Mi señor —dijo Merry—, es reposo y placer y la culminación de la fiesta. Y
me alegro de que los magos lo conozcan. Entre los restos que flotaban en el agua que
anegó Isengard, encontramos dos barriles, y al abrirlos qué descubrimos sino algunas
de las más finas hojas que he tocado u olido jamás. La hoja de Casaseñorial es
bastante buena, pero ésta…[58] Huele a la sustancia [52] que a veces fuma Gandalf
cuando regresa de algún viaje. Aunque a menudo se alegraba mucho de bajar a
Casaseñorial.
En esta época, y aún en el mismo contexto (conversación en la Puerta de Isengard), mi padre desarrolló la
disquisición de Merry en tres borradores más hasta que adquirió una forma parecida a § 2 De la hierba para pipa
en el Prólogo de SA. En la fase siguiente, el relato que le hace a Théoden sobre la historia del tabaco en la
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Comarca[59] prosigue de esta manera:
—Se dice que aprendimos el arte de los viajeros enanos, y que durante cierto
tiempo la gente solía fumar diversas hierbas, algunas más agradables y otras más
impuras. Pero fue Tobías Smygrave[60] de Valle Largo, en la Cuaderna del Sur, el
primero que cultivó en su jardín una verdadera hierba para pipa en el año 902. Y la
mejor hierba casera todavía viene de allí. No se sabe con seguridad hace cuánto que
Tobías consiguió la planta, pues nunca lo dijo, y los Smygrave son propietarios de
todas [> la mayoría (de)] las cosechas hoy en día.
—En el lejano Este los hombres rústicos beben humo, o eso es lo que he oído —
dijo Théoden—. Y se dice que los magos también lo hacen. Pero creí que no era más
que parte de sus conocimientos secretos, y un recurso que los ayudaba a pensar.
—Tal vez lo haga, señor —dijo Merry—, pero ni siquiera los magos la usan por
otra razón que la del pueblo corriente. Es reposo y placer y la culminación de la
fiesta. …
El resto del borrador es igual que el primero, excepto en que Merry dice: «Bastante buena es la fronda de
Valle Largo, pero ésta la supera en mucho» (véase nota 58), y dice que Gandalf «no desdeñaba la de Valle Largo si
se quedaba hasta que su provisión escaseaba. Antes de que Saruman dedicara mayor esfuerzo a cosas peores, en el
pasado debió de tener alguna sabiduría».
En la siguiente versión, es probable que el contexto se haya sustituido por la conversación entre los hobbits y
Aragorn, Gimli y Legolas después de que Gandalf y Théoden se hubieran marchado (véase p. 64 y nota 75). Aquí
aparece Tobías (no Tobold) Corneta,[61] la fecha del primer cultivo de la planta en sus jardines pasa a ser 953 («de
acuerdo con nuestra cronología»), y Merry dice que «algunos creen que la consiguió en Bree», a lo que Aragorn
replica: [53]
—… Sabía mucho sobre hierbas, aunque no era viajero. Se cuenta que fue a menudo
a Bree; ciertamente nunca se alejó de la Comarca más allá de Bree. Algunos dicen
que consiguió la planta en Bree; y he oído que la gente de allí afirma conocer su
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utilidad desde mucho antes que la gente de la Comarca. No hay duda de que hoy en
día crece bien en el lado sur de la Colina de Bree. Y es probable que desde allí el arte
se extendiera en los últimos siglos, entre los enanos y la gente que, hoy como
siempre, vienen al oeste.
—Te refieres a los Montaraces —dijo Aragorn sonriendo—. Como bien
recordarás, ellos van a Bree. Y si realmente quieres conocer la verdad, te la contaré.
Fue el pueblo que los de Bree llaman Montaraces los que trajeron la planta desde el
Sur. Porque no es originaria de Bree ni de la Comarca, y tan al norte solo florece en
lugares cálidos y abrigados. A esta planta la llamamos [Fuilas > Marlas > Romloth >]
Galenas Verde. Pero hace tiempo que crece de forma silvestre sin que la cuiden. El
mérito [54] sin duda se debe a los hobbits: fueron los primeros en ponerla en pipas.
Ni siquiera a los magos se les ocurrió antes, aunque por lo menos uno que yo conozco
aprendió a hacerlo, y es ahora tan hábil en el arte como en todas las demás cosas a las
que se dedica.
—Más de uno —dijo Merry—. Es bastante probable que Saruman copiara la idea
de Gandalf: parece que su mayor habilidad era hurgar en la mente de los demás. Pero
en este caso me alegro. Entre los restos que flotaban en el agua…
Esta versión concluye con las palabras de Merry: «La Hoja de Valle Largo es bastante buena, pero ésta es
mejor. Me pregunto de dónde vendrá. ¿Creéis que la cultivó Saruman?». Y Aragorn contesta: «Supongo que sí.
Antes de dedicar mayor esfuerzo a cosas peores, debió de tener cierta sabiduría. Y este valle cálido da una buena
cosecha, si se la cuida como es debido».
Cuando escribió el primer manuscrito acabado mi padre ya había decidido trasladar la mayor parte del pasaje
al Prólogo, pues Merry no dice más que las pocas palabras que Gandalf le permite en DT (p. 219), con Tobías en
lugar de Tobold y la fecha 1050.
Por último, en la conversación cerca del final del capítulo en el manuscrito (de la que no hay ningún borrador
inicial) se introduce el encuentro con Bregalad durante el viaje a Isengard, y dice así:
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destruidos muros de Isengard», que en DT es el comienzo de «Restos y despojos».
De la segunda fase evolutiva del texto hay muchos más borradores, también discontinuos e íntimamente
relacionados con el texto final. En la narración puede observarse cómo aparecen nuevos elementos y cambian
otros: el retraso de la partida del Abismo de Helm, los Ents en la orilla del bosque de los Ucornos[65] que
reemplazaron el encuentro con Bregalad, el cruce de los Vados, el río seco, el túmulo funerario, el Isen que de
pronto vuelve a fluir por la noche. Al principio, aunque la hora de la partida se había trasladado al atardecer, el
encuentro con Bregalad aún se hallaba presente, pero terminaba de forma distinta: porque a pesar del mensaje de
Gandalf a Bárbol, «para sorpresa de todos, él [Bregalad] alzó la mano y se fue dando zancadas, no de vuelta al
norte sino hacia el Valle, donde el bosque ahora estaba tan oscuro como un gran pliegue de noche». La escena en
los Vados también evolucionó en etapas sucesivas: al principio no se mencionaba túmulo funerario, luego dos
veces, una en cada margen del Isen, y finalmente apareció la isla o islote en medio del río.[66] El pasaje que
describe la partida de los Ucornos desde el Valle del Bajo y la Quebrada de la Muerte (véase p. 40) primero se
trasladó para que quedara (en apariencia) después de la respuesta de Gandalf a la pregunta de Legolas sobre los
Orcos: «Eso, creo, nunca se sabrá» (DT 202), ya que un borrador aislado del pasaje comienza: «Y era verdad.
Porque en la profundidad de la noche, después de la partida del rey, los hombres oyeron una gran ráfaga de viento
en el valle…».[67]
El segundo manuscrito más importante del capítulo era una copia a limpio que permaneció intacta, sólo con
una leve corrección posterior a la escritura. Unos pocos detalles de la primera fase seguían presentes: Caradoc
como padre de Merry; Tobías Corneta y el año 1050; Eodoras; y la forma Rohir, no Rohirrim (las dos últimas se
substituyeron en el manuscrito más tarde). La reunión en Eodoras aún debía celebrarse, igual que en la primera
versión (p. 40), «antes de que mengüe la luna» (después se substituyó por «cuando la luna esté en cuarto
menguante»).
Por último, en la narración de los entierros después de la Batalla de Cuernavilla, los dos túmulos levantados
sobre los Jinetes caídos no [56] eran los únicos: detrás de las palabras «y los del Folde Oeste del otro» (DT 200)
en el manuscrito se lee «Pero a los hombres de las Tierras Brunas los colocaron aparte en un túmulo bajo la
Empalizada» (una información que a través del primer manuscrito completo se remonta al borrador original del
pasaje, véase nota 34). Esta oración se omitió por descuido en la siguiente copia a máquina (que no realizó mi
padre), y el error jamás fue advertido.
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IV
RESTOS Y DESPOJOS
[61]
En principio el primer manuscrito acabado de «El camino de Isengard» formaba parte del capítulo XXVIII «La
Batalla del Abismo de Helm» (el título original), pero creo que se separaron en una fase bastante temprana, con un
nuevo capítulo numerado XXIX, que comenzaba con el encuentro de Gandalf y Théoden junto a la Corriente del
Bajo tras la Batalla de Cuernavilla. El primer manuscrito acabado de XXIX, cuyo título original era «A Isengard»,
continuaba sin interrupción abarcando los posteriores «Restos y despojos» y «La voz de Saruman», pero fue
dividido en XXIX y XXX («Restos y despojos») antes de que se terminara; entonces el XXX incluía también el
posterior de la «Voz de Saruman». De hecho, un esbozo muy tosco y difícil de esta parte de la historia comienza al
final de «El camino de Isengard», y entonces el capítulo debía acabar expresamente con el retorno a Eodoras.
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queden sumergidos. Luego haz una orilla y planta árboles a su alrededor. Guarda
Orthanc con Ents.
Théoden piensa que un Nazgûl puede llevárselo.
—¡Déjalo! —dice Gandalf—. Si a Saruman se le ocurre esa última traición … no
puedo apiadarme de él por el terrible destino que lo aguarda. Mordor no puede sentir
amor [por] él. En verdad lo que hará
Decir que el propio Saruman debe de tenerlo claro. No sería más dramático [?
hacer] que Saruman ofrezca ayuda: Gandalf dice que no – sabe que si Mordor gana él
está acabado por ahora. Ni siquiera la prueba de que ha luchado contra nosotros lo
ayudará. Sauron sabe que lo hizo sólo por [sus] propios fines. Pero si ganamos
nosotros – con su ayuda tardía espera restablecerse a sí mismo y escapar del castigo.
Gandalf le pide la vara. Él se niega; entonces Gandalf ordena que sea encerrado, igual
que arriba.[71]
Descansan y pasan la noche en las ruinas y regresan a Eodoras.
El banquete al atardecer de su retorno y la llegada del mensajero (ese hombre
ominoso de semblante oscuro)[72] deberían poner fin a este capítulo. [63]
Otro esbozo (en tinta sobre lápiz, aunque el primer texto, más breve, no es muy distinto) reza como sigue:
No hay mucho digno de mención en el corto borrador inicial o en el primer manuscrito acabado hasta el
comienzo de la historia de Merry sobre el ataque a Isengard (DT 228). No tomaron la comida que habían
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conseguido los hobbits en la caseta de guardia junto a las puertas: Merry y Pippin se fueron a buscarla y
regresaron con ella, y Pippin explicó que «Hay una puerta no muy dentro del viejo túnel que conduce abajo, a
unos almacenes bien aprovisionados» (cf. el esbozo [64] p. 61: se sientan y comen «sobre los escombros de
piedra»). De los Ents, mientras que en DT (p. 225) Pippin dice: «Oh, bueno, ya habéis visto a algunos a la
distancia», aquí dice: «Oh, bueno, habéis visto a Ramaviva»; siendo ésta, por supuesto, una referencia a la versión
anterior de «El camino de Isengard», donde Gandalf y Théoden y su escolta se encontraron con Bregalad en su
marcha desde el Abismo de Helm.[74] Y también dice, como en el esbozo de la p. 61: «Me habría gustado que
Bilbo viera a Bárbol: no se me ocurre cómo conseguiremos describírselo al viejo hobbit, si alguna vez
regresamos».
En un borrador de la conversación sobre las pipas (DT 225-226) Aragorn bajó de un salto del montón de
escombros y se dirigió a las alforjas, que estaban allí cerca. «De ellas sacó una vieja capa y una bolsa gastada de
piel suave. Volvió, se arrebujó en la capa, abrió la bolsa y sacó una pipa de arcilla ennegrecida». Antes de que
Pippin sacara su pipa de repuesto, Merry dijo: «No encontramos ninguna. Los orcos no fuman, y Saruman no le
dio sus hojas a sus esclavos». Y cuando Pippin dijo: «¡Mirad! ¡Trotter el Montaraz ha regresado!», Aragorn
contestó: «Nunca se ha ido. Yo soy Trotter y Aragorn, y pertenezco tanto a Gondor como al Norte».[75]
Se pueden apuntar unos pocos detalles más del comienzo del capítulo. No se menciona que Aragorn
devolviera los puñales de los hobbits,[76] o el broche de Pippin (DT 228). Después de la historia de Merry sobre
Grishnákh,[77] Aragorn habló con más detalles de Sauron y Saruman:
—Todo lo que contáis sobre los orcos de Lugburz (Mordor, supongo, por el Ojo
Rojo) me inquieta —dijo Aragorn—. El Señor Oscuro sabía ya demasiado, y es
evidente que Grishnákh envió un mensaje a través del Río después del combate.
[Pero aún queda alguna esperanza. Saruman se encuentra en un atolladero que él
mismo se ha fabricado. Gandalf no debería tener muchos problemas para convencerlo
de que una victoria de Mordor no sería agradable para él ahora. En verdad (y aquí
Aragorn bajó la voz) no veo qué puede salvarlo, excepto el mismo Anillo. Es bueno
que no tenga idea de dónde está. Y será mejor que nosotros nunca lo mencionemos en
alto: no sé qué poderes tendrá Saruman en su torre, ni qué medios de comunicación
habrá con el Este]. Según se desprende de tu historia, pensó que uno de vosotros
podía ser el Portador del Anillo; y, por lo tanto, Sauron debió de tener la misma duda.
En ese caso, apresurará su ataque al oeste: Isengard ha caído a tiempo. Pero [65]
queda alguna esperanza. Es posible que todas estas dudas ayuden a los pobres Frodo
y Sam. Pero, de cualquier manera, Saruman se encuentra en un atolladero que él
mismo se ha fabricado.
La parte del texto (algo más confusa en el manuscrito de como yo la he representado) que está entre corchetes
fue desechada de inmediato y sustituida por lo que sigue («Según se desprende de tu historia…»); esto se desechó
más adelante, dejando sólo la última oración. Por último, Pippin canta, además de Aunque Isengard sea fuerte y
esté atrancada [sic], el Éntico Ta-ruta, dum-da, dum-da-dum! ta-rara dumda dumda-bum! (véase TI 493).
En el borrador original la historia de Merry (DT 229 ss.) era al principio muy distinta de la definitiva, así que
he reproducido parte del texto (escrito en tinta sobre un lápiz muy débil). Del comienzo de su historia mi padre
escribió en el manuscrito que debería saber menos: «Su relato de la guerra es demasiado detallado».
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entrenado y han convertido en medio Ents.[78] Todo esto debió de suceder mientras
vosotros cabalgabais hacia el sur.[79] Según he podido averiguar por Bárbol y
Gandalf, la guerra parece haber ido así: Saruman abrió el juego hace unas semanas, y
atacó el oeste de Rohan. Los hombres de Rohan enviaron un fuerte ejército y
retrocedieron por los vados del Isen, y los Jinetes, de forma más bien irreflexiva, los
persiguieron hasta la parte inferior del Nan Gurunír. Allí cayeron en una emboscada
de la hueste de Saruman y parece que murió uno de los jefes de Rohan. Eso debió de
suceder hace un buen montón de días.[80] Entonces llegaron más hombres de Rohan
procedentes del Folde Oeste,[81] lejos en el sur, y los Jinetes permanecieron a ambas
márgenes del Río impidiendo que los Isengardos escaparan del valle. Hasta entonces
Saruman sólo se estaba defendiendo, pero en ese momento golpeó. [66] Vinieron
hombres de la tierra lejana del oeste, antiguos enemigos de Rohan, y los Jinetes
fueron repelidos por sobre los Vados. Llegamos justo a tiempo para ver la siguiente
fase.
»Mientras descendíamos cautelosamente al Nan-Gurunír —y no hubo señal o
desafío. [sic] Esos Ents y sus rebaños sí que pueden avanzar en silencio si lo desean.
Estás ahí inmóvil, quizás observando el tiempo y escuchando el susurro de las hojas,
y entonces, de pronto, descubres que te hallas en medio de un bosque, todo rodeado
de árboles. ¡«Lúgubre» es la palabra! Estaba muy oscuro, una noche nublada. La luna
salió tarde, y bastante antes de que se elevara había un bosque profundo y sombrío
alrededor de toda la mitad superior del Círculo de Isengard, sin una señal de desafío.
Una luz brillaba en una ventana alta de la torre, eso era todo. Bárbol y algunos de los
Ents mayores siguieron avanzando con sigilo, justo hasta tener a la vista las puertas.
Nosotros estábamos con él. Yo iba sentado sobre el hombro de Bárbol y podía sentir
en él una tensión convulsa, pero aun estando excitados, los Ents pueden ser muy
cautos y pacientes: se quedaron inmóviles como estatuas, escuchando y respirando.
Entonces, de repente, hubo una tremenda agitación. Resonaron las trompetas, y todo
el Círculo reverberó. Creimos que nos habían descubierto, y que la batalla iba a
comenzar. Pero nada de eso. Parece que habían llegado nuevas de que los Jinetes
habían sido derrotados y repelidos por sobre los Vados, pero todavía intentaban
resistir en la margen este. Saruman envió a todas sus fuerzas: prácticamente vació
Isengard. Gandalf dice que es probable que se hallara presa de una gran agitación,
pensando que el Anillo podía haber ido a Eodoras, y pretendía aniquilar a Théoden y
a todo su pueblo antes de que pudieran hacer algo al respecto. Pero le faltaban por
saber un par de detalles fundamentales: el retorno de Gandalf y el levantamiento de
los Ents. Creía que el primero estaba muerto, y que los otros no servían para nada,
que eran estúpidos, un cero a la izquierda. Dos errores muy graves. En cualquier
caso, eso es lo que hizo. Yo los vi partir: filas interminables de Orcos, y
escuadrones/tropas de ellos montados sobre grandes lobos (¿una idea de Saruman?),
y también batallones enteros de hombres. Muchos llevaban antorchas, y pude verles
las caras a la luz de las llamas. Algunos eran Hombres comunes, [67] más bien altos,
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de cabellos oscuros, de rostros no especialmente malignos.
—Serían gente de las Tierras Brunas —dijo Aragorn—. Un pueblo de las tierras
altas del oeste de las Montañas Nubladas, lo que queda de los antiguos pueblos que
antaño vivieron en Rohan y todo alrededor de las Montañas Tenebrosas, al sur y al
norte.
El siguiente diálogo sobre los «hombres-trasgo» como sureño de expresión maligna de Bree, y el cálculo de
Merry de las fuerzas que salieron de Isengard aquella noche, es muy parecido al de DT (p. 231), excepto en que
Aragorn dice que habían tenido que batirse con muchos hombres-trasgo en Cuernavilla «anoche» (véase nota 74),
y que no se menciona el puente del Isen por el que había pasado una parte de la hueste. Luego sigue:
—… Pensé que las cosas se presentaban mal para los Caballeros de la Marca.
Pero al final parece ser que no había otra manera de derrotar a Saruman. Me pregunto
cuánto sabía Gandalf, o cuánto adivinó o planeó. Pero, en cualquier caso, Bárbol no
se movió. Dijo que él se encargaba de Isengard. «Piedra… contra eso podemos
luchar», dijo.
»Pero envió a todo un bosque de los Ornómi[82] valle abajo en pos del ejército,
tan pronto como las puertas de Isengard volvieron a cerrarse. Por supuesto, no sé gran
cosa de lo que pasó allá abajo en el sur; pero vosotros nos lo contaréis después.
—Os lo puedo contar brevemente ahora —dijo Aragorn—. El ejército de
Saruman bajó por las dos márgenes del Isen y venció a los hombres de Rohan, y la
mayoría de los supervivientes se dispersaron. Una gran fuerza al mando de
Erkenwald del Folde Oeste[83] huyó al sur hacia las Montañas Tenebrosas. Nos
encontramos con un superviviente de las batallas de los vados ayer por la tarde, y
apenas tuvimos tiempo de refugiarnos en el Abismo de Helm, un desfiladero en las
colinas, antes de que toda la manada cayera sobre nosotros.
—No sé cómo sobrevivisteis —dijo Merry—. Pero nos ayudasteis. Tan pronto
como todo el ejército se hubo ido empezó la diversión. Bárbol se acercó a las puertas
y comenzó a golpearlas… [68]
El relato de Merry de la destrucción de las puertas de Isengard por parte de los Ents que aparece en el
borrador preliminar era ya muy parecido al de DT (p. 232), pero cuando habla de Saruman se extiende más, y lo
juzga con un grado de desdén y convencimiento que no justifica su experiencia con el señor de Orthanc; y aquí
Aragorn no lo interrumpe con una actitud más cauta hacia el poder innato de Saruman (en realidad la capacidad
hipnótica de la voz del mago no apareció, o, en cualquier caso, no se comprendió por completo, hasta que el
encuentro con él no estuvo escrito).
—No sé qué creía Saruman que estaba pasando. Pero todo lo que he visto me
lleva a pensar que o bien en realidad nunca fue un mago de primera (no a la altura de
su fama, que en parte se debe a Isengard, y encima no es obra suya), o bien se había
degradado… confiando en ruedas y cosas, y no en la sabiduría. Y no parece tener
muchas agallas en ningún sentido: está claro que ha perdido coraje. En realidad ha
pasado a depender de todos sus esclavos organizados. Había un poder intimidador en
él: durante todo el tiempo su principal bien fue el de dominar las mentes o
confundirlas o persuadirlas, supongo. Pero sin la presencia de los ejércitos que hacían
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lo que él ordenaba, sólo era un viejo astuto, muy escurridizo, pero sin valor. ¡Y el
viejo tonto envió a todos sus ejércitos!…
El relato de Merry (en DT correspondiente a Pippin) de la huida de Saruman hacia Orthanc perseguido por
Bregalad, el brote de llamaradas y humaredas de los respiraderos en la llanura de Isengard («Tan pronto como
Saruman regresó a su sala de control, puso en funcionamiento parte de sus máquinas»), las quemaduras de
algunos de los Ents y cómo Bárbol reprime su furia, se hallan presentes en el borrador con todos sus elementos
esenciales, aunque descritos con más brevedad (y el terrible destino del Ent Hayala aún no aparece). El esquema
temporal de esta fase es todavía el descrito en § II en la p. 69, donde el inicio del anegamiento de Isengard se sitúa
más tarde la misma noche (31 de enero) de la llegada de los Ents,[84] y así la historia está más condensada en el
texto del borrador que en DT. Gandalf llegó a Isengard «ayer por la noche» (es decir, el 1 de febrero, la noche de
la Batalla de Cuernavilla); y mientras que en DT (p. 237) Pippin dice que el encuentro de Gandalf y Bárbol lo
sorprendió «pues ninguno de los dos mostraba sorpresa alguna», aquí Merry dice: [69]
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sabiduría, previsión y coraje… pero ninguna seguridad. Tienes que desempeñar tu
parte tal como te viene; de lo contrario no funcionan.
—Después de eso —dijo Merry—, los Ents continuaron y con cuidado y orden
terminaron la inundación de Isengard. No sé qué más hicieron, ¿y vosotros?
—Sí —dijo Aragorn—, algunos fueron a los Vados para enterrar a los hombres de
Rohan que habían caído allí; y para agrupar a todos los (¿cómo dijiste que se
llamaban?) Ornómi, los bosques que se mueven, y llevarlos al Valle del Bajo. Sí, eso
fue una maravilla y una victoria tan grande como la de aquí. No quedó ningún orco.
Fue una larga noche, pero el amanecer fue hermoso.
—Bueno, esperemos que sea el comienzo de cosas mejores —dijo Gimli—.
Gandalf dijo que la marea estaba cambiando.
—Sí —dijo Aragorn—, pero también dijo que se acercaba la gran tormenta.
—Oh —dijo Merry—, lo olvidaba. Poco antes de Gandalf, cerca del crepúsculo,
un caballo cansado subió por el valle rodeado de una manada de jinetes montados en
lobos.[86] Los Ents pronto se encargaron de ellos, aunque uno del pueblo de
Ramaviva, un Ent de serbal, recibió un mal hachazo, y eso enfureció mucho a los
Ents. En el caballo había una especie de hombre raro y retorcido: no me gustó apenas
verlo. Si lo piensas, dice mucho de Bárbol y los Ents en general que a pesar de su
furia, de la batalla y de la herida del amigo de Bregalad, Carandrian, no mataran al
tipo en un arrebato. El miedo y la sorpresa lo envilecían. Dijo que se llamaba Frána, y
que lo habían enviado Théoden y Gandalf con mensajes urgentes para Saruman, y
que en el camino lo habían capturado unos orcos (lo descubrí mirando de soslayo a
Bárbol para ver cómo reaccionaba, sobre todo ante la mención de Gandalf). Bárbol lo
observó a su manera, larga y lentamente, durante unos minutos. Luego dijo: «¡Hum,
ah, bueno, puedes ir a ver a Saruman! Supongo que, de algún modo, sabes muy bien
cómo encontrarlo, aunque aquí las cosas han cambiado un poco. Pero, sea verdad o
falso, poco daño causarás ahora».
»Se lo contamos a Gandalf. Rió y dijo: “Bueno, supongo que de todas las
personas sorprendidas él sufrió la peor conmoción. [71] ¡Pobre Lengua de Serpiente!
Eligió mal. Por un momento me siento lo bastante cruel como para dejar que esos dos
vivan juntos. Poco consuelo se darán el uno al otro. Y si Lengua de Serpiente sale
vivo de Orthanc, será más de lo que merece”.
Junto a este pasaje mi padre escribió: «No, Lengua de Serpiente debe llegar después de Gandalf»; y al pie de
la página: «¿Será Lengua de Serpiente quien mate a Saruman?».
—Bueno —prosiguió—. Nuestra tarea era la de tener listos los cuartos y preparar
las cosas para vosotros. Trabajamos todo el día de ayer y la mayor parte de la noche.
Decid lo que queráis, pero la verdad es que no acabamos hasta casi entrado el
mediodía de hoy. Y aun entonces no sé si debimos dejarlo, lo que pasa es que Pippin
encontró dos barriles flotando en el agua.
El borrador se interrumpe en este punto. La historia del primer manuscrito acabado, desde el inicio del relato
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de Merry, sigue muy de cerca el texto del borrador (pp. 65-70), pero la expresión progresa bastante hacia el texto
de DT. El pasaje sobre los «Árboles Parlantes» (p. 65) se desarrolló de esta forma:
—… Llegaban los Ornómi. Así es como los llaman los Ents en la «lengua
abreviada», que parece ser un élfico antiguo: significa árboles con voces, y hay una
gran hueste de ellos en lo más profundo de Fangorn, árboles que los Ents han
entrenado tanto tiempo que se han vuelto medio énticos, aunque mucho más salvajes,
por supuesto, y más crueles.
Esto fue desechado, probablemente en seguida, y sustituido por un pasaje que en su mayor parte se parece
mucho al de DT (p. 229). En este punto Ornómi se reemplazó por Ucornos durante la redacción y es aquí donde
surgió dicho nombre. Merry ahora duda sobre su naturaleza: «No logro adivinar si son árboles que se han vuelto
énticos, o Ents que se han vuelto arbóreos, o ambas cosas».
Al principio Merry todavía resumía y comentaba el curso de la guerra:
—… Parece que llegaron noticias de que los [Rohir >] Jinetes habían sido derrotados
y rechazados al otro lado del Isen, pero algunos aún intentaban resistir en la margen
este. Se lo sacamos [72] a algunos de los hombres de Saruman que los Ents
capturaron e interrogaron. Saruman creyó que el Rey se había quedado sin ejércitos,
salvo los que mantenía a su lado para guardar su ciudad y su castillo. Decidió acabar
con los Rohir de un golpe decisivo.
Pero debe de haber sido en este punto cuando mi padre escribió en el borrador (p. 65) que Merry debía estar
mucho peor informado acerca de estas cuestiones, y el pasaje anterior fue desechado y sustituido por el texto de
DT (p. 230): «No sé mucho acerca de esta guerra…».
Merry dice ahora (no lo hace en el borrador, p. 66) que cuando la gran hueste salió de Isengard «algunos
bajaron por el camino principal hacia los Vados, pero más se desviaron hacia el puente y la margen este del río».
Esto se cambió en una apresurada corrección a lápiz por «se desviaron hacia donde Saruman construyó un puente
hace poco, según creo». Véase p. 45 y nota 48.
El breve relato que hace Aragorn de lo acontecido en el sur se mantiene, como en el borrador (p. 75), y se
añade la suposición (en el borrador de Gandalf, con las palabras de Merry, p. 66) sobre los propósitos de Saruman:
«… Toda la manada vino aullando detrás de nosotros. Se habían enterado de que el Rey estaba en el campo, de
modo que ninguno fue a Eodoras. Saruman quería al Rey y a Éomer, su heredero, vivos o muertos. Temía que el
Anillo cayera en sus manos tras la batalla de la que escapasteis vosotros». También les hace saber que la fuerza
que huyó hacia el sur desde los Vados a las Montañas Tenebrosas llegaba casi a los mil hombres. En relación con
este pasaje cf. los comentarios de Gandalf a Théoden mientras cabalgaban a Isengard (p. 42).
El juicio que Merry, más bien con un exceso de confianza, hace de Saruman se redujo en etapas hasta casi
alcanzar la extensión que tiene en DT, y la intervención de Aragorn aparece ahora, muy similar a la de DT
(pp. 232-233), acentuando el peligro que supone mantener una conversación privada con el señor de Orthanc.
En esta versión se introduce un nuevo esquema temporal, tal como se ve en la historia de la inundación de
Isengard:
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abertura de la puerta norte, que bajaba al círculo…
—Sí, esta mañana vimos el inmenso vapor desde el sur, cuando veníamos del
Abismo de Helm —dijo Aragorn…
—Cuando llegó la mañana había una niebla que tenía alrededor de una milla de
espesor —dijo Merry.
—… Bárbol detuvo la entrada de agua hace unas horas, y devolvió la corriente a
su viejo cauce. Mirad, el agua ya está bajando de nuevo. Debe haber algunos
desagües en las cavernas subterráneas. Pero Gandalf vino antes de que comenzara la
inundación. Quizá lo adivinó, o Bárbol le contó el plan, pero él no lo vio. Cuando
llegó la excavación y el embalse no estaban del todo terminados, pero el viejo Bárbol
había regresado, y descansaba. No estaba a más de unas cincuenta yardas de
distancia, dedicado a aliviar los picores que le provocaban las flechas derribando
poco a poco un trozo más del muro sur. …
Éste aún no es exactamente el esquema temporal definitivo de la historia de la destrucción de Isengard
(véanse pp. 14-15, §§ III-IV), pues el grupo que venía del Abismo de Helm todavía llegaba a Isengard en un solo
día (2 de febrero); así pues, Pippin dice que fue «anoche» (1 de febrero) cuando comenzó la inundación, y
Aragorn dice que habían visto la gran humareda de vapor cuando cabalgaban desde el Abismo de Helm «esta
mañana».
Toda la última parte de lo que se convertiría en el capítulo «Restos y despojos» fue desechada y sustituida por
nuevas páginas, idénticas al texto de DT (pp. 235-240, donde se describen el día que Merry y Pippin pasaron solos
mientras los Ents preparaban el desvío del Isen, la llegada de Gandalf, y la anegación del Círculo de Isengard a la
luz de la luna), excepto por la elección de diferentes palabras de vez en cuando. Sin embargo, el esquema
temporal era aún el de las páginas descartadas: aún no se había añadido el día adicional y el tiempo durante el cual
las aguas del Isen entraron en el Círculo era correspondientemente más corto.[87] En esta narración la última parte
de la historia de los hobbits aún difiere respecto a la de DT, y Merry concluye de esta manera: [74]
—… Cuando llegó la mañana había una niebla que tenía alrededor de una milla de
altura, pero empezaba a elevarse y a alejarse del valle. Y el lago se estaba
desbordando, también, saliendo por la puerta destruida, arrastrando montones de
escombros y depositándolos cerca de la salida del viejo túnel. Entonces los Ents
detuvieron la entrada de agua y devolvieron el Isen a su antiguo cauce. Desde
entonces las aguas han vuelto a bajar. Debe haber desagües en alguna parte de las
cavernas subterráneas, o de lo contrario aún no se han llenado. No hay mucho más
que contar. Nuestro papel, el de Pippin y el mío, fue principalmente el de
espectadores: a veces más bien asustados. Estuvimos completamente solos mientras
tuvo lugar la inundación, y pasamos uno o dos momentos malos. La inundación
expulsó a varios lobos aterrados de sus cubiles, y salieron aullando. Nosotros huimos,
pero pasaron de largo. Y de vez en cuando un orco perdido salía apresuradamente de
las sombras y corría dando alaridos, lanzando cuchilladas y rechinando los dientes
mientras huía. Los Ucornos esperaban. Había muchos de ellos en el valle hasta que
despuntó el día. No sé adónde se han ido todos. Parece muy tranquilo ahora, después
de semejante noche. Podría dormir.
Sin embargo, la llegada de Lengua de Serpiente está situada ahora de acuerdo con la indicación del borrador
del texto («Lengua de Serpiente debe llegar después de Gandalf», p. 71): vino «a primeras horas de la mañana», y
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la historia de su llegada es ya muy similar a la de DT, aunque más breve. Aparece la curiosidad de Aragorn por el
tabaco de la Cuaderna del Sur en Isengard (véase nota 75), y Pippin menciona la misma fecha de los barriles que
en DT: «la cosecha de 1417».
Después de «no es un espectáculo muy regocijante», el final del capítulo posterior «Restos y despojos», el
texto pasa directamente a «Atravesaron la ruinosa galería», el inicio de «La voz de Saruman».
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V
LA VOZ DE SARUMAN
[77]
El Libro tercero, capítulo 10, «La voz de Saruman», de Las Dos Torres es, en el primer manuscrito acabado,
sencillamente la continuación del capítulo XXX (véase p. 61). El comienzo de esta parte de la historia es casi
idéntico a la versión definitiva (véase nota 95), pero la conversación con Gandalf es mucho más breve; después de
las palabras de Merry «Sin embargo, no estamos tan mal dispuestos hacia Saruman como antes», continúa:
—¿De veras? —dijo Gandalf—. Bueno, yo voy a hacerle una visita de despedida.
¿Querréis venir conmigo?
—Sí —dijo Gimli—. Me gustaría verlo y saber si es cierto que se parece a ti.
—Puede que no lo veas tan de cerca como para eso —rió Gandalf—. [Siempre ha
sido un pájaro tímido, y quizá los últimos sucesos no >] Puede que no se atreva a
presentarse. Pero he hecho que se oculten todos los Ents, de modo que tal vez
podamos convencerlo.
Llegaron a los pies de Orthanc.
En DT (p. 246) los últimos comentarios de Gandalf se convirtieron en: «¿Y cómo harás para saberlo, Señor
Enano? Saruman puede mostrarse parecido a mí a tus ojos, si conviene a sus designios. ¿Y te consideras lo
bastante perspicaz como para no dejarte engañar por sus ficciones? En fin, ya veremos. Quizá no se atreva a
presentarse al mismo tiempo ante tantas miradas diferentes. …».
La descripción de Orthanc de este texto al principio era así:
… la furia de los Ents. En dos lados, oeste y este, largos tramos de una ancha
escalera, tallada por algún artífice desconocido en la misma piedra negra, subían
hasta el pie del vasto arco que cruzaba la sima de la colina. En la cabecera de cada
escalera había una gran puerta, y sobre ella una ventana que daba a un balcón con
parapeto de piedra.
Éste es el concepto, algo más simple, que ilustra el dibujo «Orthanc (4)» reproducido en la p. 47. En una fase
posterior, fue desechado y sustituido, mediante un pedazo de papel que se añadió al manuscrito, por la descripción
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de DT, donde, por supuesto, el concepto de Orthanc se había modificado por completo (pp. 47-49, y el dibujo
reproducido en la p. 48).
La descripción de Orthanc era inmediatamente anterior a «Gandalf abrió el camino por la escalera occidental.
Con él fueron Théoden y Éomer, y los cinco compañeros». Por lo tanto, aquí no hay discusión sobre quién subirá
o cuánto se acercarán.
Desde este punto existe un borrador inicial (a tinta sobre un lápiz muy débil, que resulta ilegible) de la
entrevista con Saruman, que se basa fielmente en el primer manuscrito acabado. En esta fase la voz de Saruman
está descrita de otra manera, y al principio también fue así en el manuscrito: «La ventana se cerró. Esperaron. De
pronto habló otra voz, suave, melodiosa, y sin embargo parecía desagradable [> poco agradable: su tono era
despectivo]».[88] Esto se cambió, probablemente en el acto, por: «suave, melodiosa y persuasiva; sin embargo,
ahora su tono era el de alguien que, a pesar de ser de naturaleza amable, está afligido». Todo lo demás que se dice
de la voz en DT (p. 248) aquí está ausente; y la descripción de Saruman es más breve: «Su cara era larga con una
frente alta; tenía ojos profundos y oscuros; el cabello y la barba eran blancos, manchados de hebras oscuras.
“Parecido y diferente”, murmuró Gimli». [79]
En relación al comienzo de la conversación en esta fase (que he extraído del manuscrito acabado en vez del
texto del borrador) cf. el esbozo original en las pp. 62-63.
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orden» en vez de «una antigua y noble profesión»), a lo que siguió el pasaje (DT 253) en el que la voz de Saruman
parecía «el tierno reproche de un rey bondadoso a un ministro equivocado aunque muy querido». Sin embargo, las
palabras «Tan grande fue el poder de la voz de Saruman en este último esfuerzo que ninguno de los que
escuchaban permaneció impasible» no aparecen; todo lo precedente en DT, la prolongada prueba inicial a la mente
y voluntad de Théoden, con las intervenciones de Gimli y Éomer, no se insinúa o sugiere ni en el texto del
borrador ni en el acabado. La entrevista se realiza exclusivamente entre los dos magos.
Del resto del diálogo entre ellos transcribo a continuación el borrador original:[91]
Gandalf rió.
—¿Entendernos mutuamente? No lo sé. Pero, en cualquier caso, yo te entiendo a
ti, Saruman… y bastante bien. ¡No! No creo que suba. Tienes a un excelente
consejero contigo, adecuado para tu entendimiento. Lengua de Serpiente posee
astucia suficiente para dos. Pero se me ha ocurrido que como Isengard es más bien un
lugar ruinoso, antiguo y necesita restauración y arreglos, quizá te gustaría dejarlo…
tomarte unas vacaciones, digamos. En ese caso, ¿no quieres bajar?
Una rápida expresión de astucia pasó por el rostro de Saruman; antes de que
pudiera ocultarla, todos vieron una mezcla de miedo y alivio/esperanza, astucia. A
través de la máscara vieron el rostro de un hombre atrapado, que temía tanto la idea
de quedarse como la de abandonar su refugio. Titubeó.
—¿Para que me despedacen los salvajes demonios del bosque? —dijo—. No, no.
—Oh, no temas por tu pellejo —dijo Gandalf—. No deseo matarte, como lo
sabrías, si en verdad me comprendieses. Nadie te hará daño si yo lo prohíbo. Te doy
una última oportunidad. Puedes irte de Orthanc… en libertad, si lo deseas.
—Hum —dijo Saruman—. Eso suena bien. Más parecido al viejo Gandalf. Pero
¿por qué querría yo dejar Orthanc? ¿Y qué significa «en libertad» exactamente? [81]
—Los motivos para partir los tienes a tu alrededor —dijo Gandalf—. Y en
libertad significa sin ser prisionero. Pero me entregarás la llave de Orthanc, y tu
bastón: prendas de tu conducta. Te serán restituidos, si yo lo considero adecuado, más
adelante.
Durante un momento el semblante de Saruman se oscureció de furia. Luego rió.
—¡Más adelante! —dijo—. Sí, cuando también tengas las llaves de Baraddur,
supongo; y las coronas de los siete reyes, y las varas de los cinco magos,[92] y te
hayas comprado un par de botas muchas tallas por encima de las que calzas ahora. Un
plan modesto. Pero he de pedir permiso para que se me excuse de colaborar.
Acabemos con esta charla. Si quieres pactar conmigo, ¡pacta conmigo! Habla con
sentido… y no vuelvas aquí con una horda de salvajes, ni con esos hombres patanes y
niños estúpidos que llevas a la rastra, prendidos a los faldones.
Abandonó el balcón. Apenas había dado media vuelta cuando una cosa pesada
cayó con violencia desde arriba. Rebotó en la barandilla, pasó cerca de Gandalf y se
rompió [tachado: en pedazos] en la roca junto a la escalera. Parecía haber sido una
bola grande de un cristal oscuro y brillante.
—Canalla traidor —gritó Éomer, pero Gandalf permaneció impasible.
—Esta vez no ha sido Saruman —dijo—. Partió de una ventana más alta. Imagino
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que fue un tiro de despedida de Maese Lengua de Serpiente. Capté el destello de una
mano. Y con mala puntería. ¿A quién crees que iba dirigida, a mí o a Saruman?
—Creo que tal vez tuvo mala puntería porque no pudo decidir a quién odiaba más
(? dijo Gimli).
—Yo también lo creo —dijo Gandalf—. Habrá palabras agradables en la Torre
cuando nos hayamos ido.
—Y será mejor que por lo menos nos pongamos rápidamente fuera del alcance de
las piedras —dijo Éomer.
—Es evidente que Saruman aún no ha perdido la esperanza [añadido: en sus
propias invenciones] —dijo Gandalf—. Bueno, ha de alimentar su esperanza en
Orthanc.
Aquí termina este borrador, de final muy irregular. Es de notar que en este texto no se mencione la orden que
le da Gandalf a Saruman para que regrese al balcón cuando dio media vuelta, y en consecuencia [82] no aparezca
la rotura de la vara (en los bocetos originales de la escena de los esbozos antes mencionados, en los que Saruman
no se hallaba en su torre, Gandalf le arrebató la vara y la rompió con las manos).[93]
Al no existir evidencia alguna de que la idea de la palantír hubiera surgido en una fase anterior o en algún
escrito previo, se debe suponer que ésta es su primera aparición, pero el borrador no determina que mi padre
advirtiera su naturaleza en el momento en que la introdujo como proyectil de Lengua de Serpiente, Gandalf no
dice qué pensó de ella, ni insinúa que pueda tratarse de un artilugio de importancia para Saruman. En la carta a W.
H. Auden del 7 de junio de 1955 mi padre escribió (inmediatamente después del pasaje citado al comienzo de El
Retorno de la Sombra): «No sabía nada de las Palantíri, aunque en el mismo instante en que la piedra de Orthanc
fue arrojada desde la ventana, la reconocí y supe la significación de la “antigua canción” que me había estado
rondando la cabeza: siete estrellas y siete piedras y un solo árbol blanco».[94] Por otro lado, en esta versión inicial
de la escena, vio la bola de cristal destrozada por el impacto, y aún en el manuscrito acabado que siguió
inmediatamente a este borrador escribió que la bola se «rompió en la roca que había junto a la escalera. Parecía
por los fragmentos», antes de interrumpirse en este punto y escribir que golpeó contra la escalera, y que fue la
escalera la que se agrietó y rompió, mientras que la bola resultó ilesa. ¿Qué otra significación podría haber tenido
para la historia si se hubiera roto nada más aparecer?
En el texto acabado el diálogo de Gandalf y Saruman avanza considerablemente hacia la forma de DT, aunque
todavía quedan muchos rasgos del borrador original. Pero ahora se introducen, casi en su forma definitiva, la
orden que Gandalf le da a Saruman para que regrese, su última advertencia y la rotura de la vara. La bola de cristal
rodó aquí escalones abajo, y era «oscura, pero brillaba con un corazón de fuego». En respuesta a la sugerencia de
Aragorn de que Lengua de Serpiente no pudo decidir a quién odiaba más, Gandalf dice: «Sí, es posible. Habrá
alguna discusión en la Torre, ¡cuando nos hayamos ido! Nos llevaremos la bola. Imagino que no es algo que
Saruman hubiera elegido para arrojar».
La carrera de Pippin escaleras abajo para recoger la bola y la rapidez con que Gandalf se la quitó y la envolvió
en los pliegues de la capa se añadieron más tarde (véase p. 98 nota 107). Sin embargo, la importancia de la bola ya
resulta evidente. En esta versión la escena termina de este modo: [83]
—Pero podría haber otras cosas para arrojar —dijo Gimli—. Si la conversación
ha terminado, pongámonos al menos fuera del alcance de las piedras.
—Ha terminado —dijo Gandalf—. He de encontrar a Bárbol y contarle cómo han
ido las cosas.
—Se lo habrá imaginado, supongo —dijo Merry—. ¿Acaso podían haber
terminado de alguna otra manera?
—No lo creo —contestó Gandalf—. Pero yo tenía mis razones para intentarlo. No
busco el poder. Saruman ha gozado de una última y justa alternativa. Ha decidido
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guardar Orthanc por lo menos de nosotros, pues es su última posesión. Sabe que no
tenemos poder para destruirla desde fuera, o de entrar contra su voluntad; sin
embargo, nos podría haber sido útil. Pero las cosas no han salido mal. ¡Deja a un
ladrón estorbar a otro ladrón! [Tachado: Y la malicia ciega la inteligencia]. Creo que,
de haber podido entrar, pocos tesoros habríamos encontrado en Orthanc más
preciosos que el objeto que el tonto de Lengua de Serpiente nos arrojó.
Un chillido estridente, bruscamente interrumpido, partió de una ventana abierta
en lo más alto.
—Me lo imaginaba —dijo Gandalf—. ¡Y ahora vayámonos!
El final del capítulo de DT, el encuentro de Legolas y Gimli con Bárbol, su despedida de Merry y Pippin, y el
verso en el que los hobbits son introducidos en la «Larga Lista», se hallan presentes en este primer texto acabado
casi palabra por palabra, salvo en la misma conclusión, donde sus últimas palabras son breves:
—Déjalo por cuenta de los Ents —dijo Bárbol—. Hasta que los años en que
estuvo atormentándonos hayan pasado siete veces, no nos cansaremos de vigilarlo.[95]
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VI
LA PALANTÍR
[85]
Los borradores y esbozos del inicio de este capítulo muestran que mi padre no estaba en absoluto seguro del curso
inmediato de los acontecimientos cuando la compañía abandonó Isengard. Estas páginas son muy difíciles de
interpretar y de ordenar cronológicamente, pero a mi parecer la que ahora transcribo es la primera que se escribió,
pues trata como acontecimiento real lo que pasaría a ser sólo el plan abandonado («Cuando llegamos, nuestra
intención era volver directamente de Isengard a la morada del rey en Edoras, a través de la llanura», DT 263).
El sol se hundía detrás del largo brazo occidental de las montañas cuando Gandalf
y sus compañeros, y el Rey y los jinetes partieron de Isengard.
Una solemne fila de Ents, erguidos como estatuas ante la puerta, con los largos
brazos levantados asistía a la partida; pero no hacían ruido. Merry y Pippin volvieron
la cabeza cuando marchaban colina abajo y entraban en el camino que conducía al
puente.[96] El sol brillaba en el cielo, pero las largas sombras se extendían ya sobre
Isengard. Bárbol aún estaba allí, como un árbol oscuro en la sombra; los otros Ents
habían regresado a las fuentes del arroyo.
Por consejo de Gandalf la compañía cruzó el puente y luego se alejó del río, hacia
el sur y el este, atravesando la llanura de Rohan en línea recta para volver a Eodoras:
un viaje de unas cuarenta y ocho leguas.[97] Pensaban cabalgar con más sigilo que
velocidad, en el crepúsculo y la noche, con la esperanza de llegar a la casa del Rey al
anochecer del segundo día. Para entonces muchos de los hombres del rey que
lucharon en los Vados y en el Abismo de Helm se habrían agrupado en Eodoras.
—Hemos obtenido la primera victoria —dijo Gandalf—, pero ahora el peligro es
mayor. Había un vínculo entre Isengard y [86] Mordor. No he averiguado de qué tipo
era ni cómo intercambiaban noticias. Sin embargo, creo que los ojos de la Torre
Oscura mirarán ahora en esta dirección.
»Creo que no hay nadie de esta compañía cuyo nombre (y hazañas) no esté ya
escrito en la oscura mente de Sauron. Deberemos caminar en la sombra, si es que
caminamos fuera de casa… hasta que estemos preparados. Por lo tanto, aunque
quizás añada más millas, os aconsejo que os mováis de noche, y que vayáis al sur
para que el día no nos encuentre en la llanura abierta. Después podremos cabalgar
con muchos hombres, o cabalgar tal vez [?? de vuelta al] Valle del Bajo eso sería
mejor por senderos entre las estribaciones de tus propias montañas, Théoden, y bajar
así a Eodoras… largas cañadas alrededor del Sagrario.
Las últimas líneas son un garabato irregular, junto al cual mi padre escribió (al mismo tiempo) «Se encuentran
con los Ucornos que regresan». Como al lado de la afirmación de que «marcharon colina abajo y entraron en el
camino que conducía al puente» apuntó al margen: «No cabalgaron al sur hacia los Vados», y junto a «la
compañía cruzó el puente y luego se alejó del río» escribió: «No, van al sur», parece evidente que fue mientras
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escribía este primer borrador inicial cuando se dio cuenta de que la compañía de hecho no fue directamente a
Eodoras, sino que primero se dirigió al Abismo de Helm, y en consecuencia abandonó este texto.[98]
Una frase desechada de Aragorn (p. 84 nota 94), daba a entender que había meditado el asunto, pero aquí no
aparece claramente la idea de que debió haber algún medio por el que las nuevas fluían con rapidez entre Orthanc
y Barad-dûr. No queda claro por qué Gandalf estaba tan seguro de ello,[99] y uno se preguntaría si la idea no
surgió de la palantír en vez de a la inversa.
En el dorso de esta página hay un esbozo del que es lógico suponer que es inmediatamente posterior al texto
del otro lado. Del hecho de que la compañía no se dirigiera directamente a Eodoras, sino que bajara desde
Isengard a los Vados, se desprende que está basado en el borrador abandonado de la historia. La escritura resulta
excepcionalmente difícil de leer, muy rápida y con la caligrafía característica de mi padre.
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no había atado cabos, mi padre tampoco lo hiciera. Una explicación posible es que cuando escribió este esbozo sí
conociera ya la importancia del Cristal Oscuro, pero que Gandalf no había comprendido todavía su alcance y
poder totales, o no supiera todavía cómo usarlos. O quizá sea más acertado decir simplemente que en estas notas
encontramos el momento evolutivo en que surge la importancia de la Piedra Vidente: el fatídico «artilugio» —
creado mucho antes— que en la historia final demostrará haber sido de vasta aunque oculta significación para la
Guerra del Anillo.[104]
Se puede citar aquí una pequeña nota garabateada que aparece aislada:
Dije que Isengard fue destruida, y que la Piedra iba a emprender un viaje, dijo
Gandalf. Y que yo [la miraría >] le hablaría después, cuando pudiera, pero [? en ese]
momento tenía prisa. [89]
auctor (No Creo que el que la bola oscura esté en contacto con Mordor se parece
demasiado a los anillos)
Gandalf descubre que la piedra de Orthanc ve en la distancia. Pero no pudo
descubrir [cómo] usarla. Parecía caprichosa. Parece que todavía mira hacia donde se
utilizó la última vez, dijo.
Por lo tanto, visión del [añadido: 7] Nazgûl sobre las almenas. Miraba hacia
Mordor.
Puede uno ver a quién mira. Quizá, dijo Gandalf. Es peligroso pero tengo
planeado usarla.
Se aparta. Lo han visto [? inclinado sobre ella]. ¿?
No, dijo, ésta es una piedra antigua colocada en una cámara superior de la torre
mucho mucho antes de que la Torre Oscura fuera poderosa. La usaban los [?
guardias] de Gondor. Debía de haber otra en Cuernavilla, y en Minas Tirith, y en
Minas Morghul, y en Osgiliath. (Cinco).
Vieron Cuernavilla. Vieron Minas Tirith. Vieron al Nazgûl sobre las almenas de
Osgiliath. Así Saruman recibía algunas de sus nuevas, dijo.
Las palabras entre paréntesis «No Creo que el que la bola oscura esté en contacto con Mordor se parece
demasiado a los anillos» y auctor al margen (que quiere decir que era un pensamiento de mi padre, no de Gandalf)
se añadieron a tinta. De estas palabras debe deducirse que Gandalf, en las primeras oraciones de este texto,
hablaba con una persona en Mordor: y si esa persona no era otra que el mismo Sauron, tenemos un encantador y
fugaz vislumbre de Gandalf diciéndole al Señor Oscuro que estaba ocupado. Que aquí sólo se mencionen cinco de
las Piedras Videntes (con su emplazamiento) no significa que en esta fase hubiera únicamente cinco, sino que
éstas eran las cinco Piedras del reino del sur (Gondor). En posteriores enumeraciones en Gondor había cinco
Piedras, mientras que en SA había cuatro.
Por último, hay un breve esbozo, terminado con un garabato irregular, que parece anterior al primer borrador
ininterrumpido del capítulo completo.
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La conversación con Saruman empieza alrededor de las 3.15 y termina a eso de
las 4.30 (es decir, cerca de la puesta de sol). La oscuridad llega en torno a las 5.30.
Gandalf los conduce al sur en la oscuridad, porque ahora deben ser más sigilosos que
[90] nunca. (Se pregunta cuál era el enlace entre Saruman y Sauron).
Salen del Nan Gurunír alrededor de las 9 de la noche. Acampan bajo la sombra de
la última colina occidental. Dolbaran. Cabalgarán rápido por la mañana. Dos
mensajeros se adelantan para advertir a los hombres del regreso del rey al Abismo de
Helm y para que una fuerza poderosa lo espere y parta con él. No más de dos o tres
hombres deben cabalgar a campo abierto por la llanura. El rey irá a El Sagrario por
senderos de montaña.
Luego episodio de Pippin y la Piedra.
Gandalf dice que fue así como cayó Saruman. Estudiaba ese tipo de cosas. Los
antiguos videntes de los Hombres de Númenor que construyeron Amon Hen y Amon
Lhaw Una en Cuernavilla, Osgiliath, Minas Tirith, Minas Morghul, Isengard
[Angrenost >] Angost.[106] Así es como Saruman recibía nuevas, aunque Cuernavilla
y Minas Tirith estaban «oscuras», sus bolas perdidas o destruidas. Pero intentó espiar
Barad-dûr y lo atraparon.
Nazgûl.
4 de feb. Cabalgan a los Vados a media mañana (11 a. m.), descansan una hora, y
llegan a la bifurcación del camino del Valle del Bajo a las 3 p. m. Al Abismo de Helm
a las 4. Descansan, agrupan hombres, y cabalgan por senderos ocultos en las colinas.
A los hobbits se les dan póneys, ¡y a Gimli!
5, 6 de feb. Viaje.
7 de feb. El Sagrario. Alegría de la gente. Éowyn sale a recibirlos. El Rey baja por
el valle de la montaña con Éowyn y Éomund [léase Éomer] a su lado, Gandalf,
Legolas, Aragorn junto a ellos. Los hobbits y Gimli…
[? Regencia]. Banquete. Tabaco. Mensajero.
En el texto anterior (p. 88) no se llega a afirmar que las Piedras Videntes de Gondor se «contestaran» o
correspondieran entre sí, pero la idea surgió en este momento, tal como demuestra la duda pasajera de mi padre de
que «la bola oscura esté en contacto con Mordor se parece demasiado a los anillos», mientras que «Puede uno ver
a quien mira» parece referirse más bien a una visión recíproca entre una Piedra y otra que no a una visión de un
tiempo pasado. En este [91] esbozo esa idea está completamente presente y aceptada, y con ella la idea central de
que Saruman se corrompió por sus conocimientos sobre estas cuestiones, ya que el uso de la Piedra de Orthanc lo
tentó a mirar hacia Barad-dûr.
Surge el «episodio de Pippin y la Piedra» (aunque no existen pruebas de que se hubiera plasmado en papel
bajo ninguna forma); y los diversos elementos se entrelazaban ahora en una trama hermosamente articulada. La
idea original (p. 87) de que cuando Gandalf miró en la bola oscura vio «pequeñas formas parecidas a murciélagos
volando en círculo» se conservará, aunque pasará a ser una visión de Pippin, y la explicación de por qué tuvo esa
visión y no otra (cf. «Parece que todavía mira hacia donde se utilizó la última vez», p. 89) será la constante
correspondencia de Saruman y Sauron por medio de las Piedras Videntes (lo que a su vez soluciona el problema
del método de comunicación entre Isengard y la Torre Oscura), de modo que «la piedra de Orthanc tiene la mirada
tan fija en Barad-dûr que hoy sólo alguien con una voluntad de hierro podría mirar en su interior sin que
Barad-dûr le atrajera rápidamente los ojos y los pensamientos» (DT 277).
El esquema temporal definitivo se ha introducido ya (véase p. 15, § IV): Théoden y Gandalf y su escolta
llegaron a Isengard el 3 de febrero y se marcharon aquella tarde, dos noches después de la Batalla de Cuernavilla.
Es de notar que aun cuando la trama había avanzado hasta esta fase, con el «episodio de Pippin y la Piedra», y con
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la primera aparición de un Nazgûl al oeste del Anduin, oscureciendo las estrellas (ya presente en el esbozo de la
p. 87), Gandalf no se vio obligado a adelantarse rápidamente hacia Minas Tirith, sino que asiste a la fiesta en
Eodoras: una fiesta, proyectada en varias ocasiones, que jamás tendría lugar en la versión definitiva. Sobre la
importancia aquí de la referencia al tabaco véanse p. 51-52 y nota 59. Sin embargo, en unas notas a lápiz que se
añadieron más tarde en el esbozo aparece la historia de la súbita partida de Gandalf: «4 de feb. Gandalf y Pippin
llegan al Valle del Bajo antes del amanecer» y «4-5 de feb. Gandalf cabalga toda la noche y todo el día del 5 de
feb. Y llega a Minas Tirith en el crepúsculo del 5 de feb».
No ha sobrevivido ningún otro escrito anterior al primer borrador del capítulo, que, sin embargo, no llega más
allá de las palabras de Gandalf con Pippin después de que tuviera la visión en la Piedra Vidente (DT 271).[107]
Éste se escribió con mucha rapidez y aparentemente sin ninguna redacción preliminar, pero el capítulo tiene ya su
forma definitiva en todos los rasgos esenciales; por supuesto, hay innumerables diferencias de expresión y unas
pocas en detalles insignificantes [92] de la historia, y muchas de esas diferencias se conservaron en el primer
manuscrito acabado del capítulo.[108] La principal, respecto del texto definitivo, consiste en que cuando Gandalf
se arrodilla junto al cuerpo de Pippin (DT 269): «Le quitó la bola y la envolvió de nuevo en el paño. “Tómala y
guárdala, Aragorn”, dijo. “Y te ruego que no la destapes ni la uses”. Entonces tomó la mano de Pippin y se inclinó
sobre él…». De este modo Gandalf le entrega la esfera a Aragorn sólo como un portador en quien puede confiar,
en contraste con la historia de DT (pp. 271-272), donde la entrega de la piedra de Orthanc a Aragorn se realiza en
otro momento y tiene una significación mucho mayor, porque Aragorn la reclama por derecho. En cambio, la
historia de Pippin sobre lo que le sucedió cuando miró en la bola y «vino él» está ya presente en el borrador.
A partir de este punto la historia se preparó muy poco, y durante casi todo el resto del capítulo el primer texto
disponible es el del primer manuscrito acabado, gran parte del cual está escrito sobre lápiz borrado. Este
manuscrito se convirtió más tarde en el capítulo XXXI, con el título «La piedra de Orthanc La Palantír», escrito
sobre un título borrado del que sólo se puede leer «La».
En la primera versión del manuscrito las últimas palabras de Gandalf a Pippin contenían mucha más
información que en DT (pp. 270-271). Parte de ella se trasladó a su conversación con Théoden y Aragorn después
de que hubiera llevado a Pippin de vuelta a la cama: que Pippin lo había salvado del peligroso error de usar él
mismo la Piedra, y que Sauron se equivocaba al pensar que la Piedra, y el hobbit, se hallaban en Orthanc. Pero
aquí Gandalf continúa:
—¡De qué manera tan extraña salen las cosas! Pero ahora empiezo a dudarlo. —
Se mesó la barba—. ¿De verdad me arrojaron esa bola para matarme, después de
todo? ¿O para matarme si podía y otra cosa si fallaba? ¿La arrojaron sin que lo
supiera Saruman? ¡Hum! Quizá las cosas estaban planeadas para salir como
salieron… excepto en que miraste tú, ¡no yo! ¡Hum! Bueno. Han salido así, y no de
otra forma; y es así como hemos de aceptarlas.
»¡Pero, vamos! Esto cambia nuestros planes. Estamos siendo descuidados y
cómodos.
Junto al párrafo que comienza «¡De qué manera tan extraña salen las cosas!» mi padre escribió al margen:
«¡No! porque si Saruman hubiera deseado advertir a Mordor de la ruina de Isengard y de la presencia de Gandalf
y de los hobbits, sólo tendría que haber usado el [93] Cristal normalmente e informar a Sauron direct. ¿? Pero
quizá deseara a) matar a Gandalf, b) deshacerse del vínculo. ¿Quizá Sauron lo estuviera presionando para que se
acercara a la piedra?». A todas luces decidió que esas especulaciones no llevaban a nada y, abandonando la
dirección que habían tomado las palabras de Gandalf, regresó a un punto anterior de sus últimos comentarios a
Pippin.
Así pues, el texto de este primer manuscrito (con nuevas versiones de algunos pasajes, correspondientes de
manera obvia a la misma época) es casi idéntico al de DT (pp. 271-276), hasta los comentarios iniciales de
Gandalf a Pippin sobre las Piedras Videntes mientras cabalgaban al Valle del Bajo. Sólo quedan dos detalles por
señalar. Cuando Gandalf entrega la Piedra a Aragorn (cf. p. 92), aquí dice: «Es una carga peligrosa, pero puedo
confiártela aun contra ti mismo», y Aragorn sólo contesta: «Conozco el peligro. No la destaparé ni la usaré». Por
otra parte, hay una curiosa serie de cambios en la formulación exacta de los comentarios de Gandalf sobre su
fracaso al no comprender de inmediato la naturaleza de la esfera arrojada desde Orthanc. Al principio comentó:
«No dije nada porque no sabía nada. Sólo lo sospeché. Ahora lo sé». En la siguiente versión del pasaje dijo: «Debí
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ser más rápido, pero tenía la mente en Saruman. Y no sospeché la naturaleza real de la piedra; no hasta ahora.
Pero ya conozco el vínculo entre Isengard y Mordor, que me desconcertó durante mucho tiempo». Una nueva
versión del pasaje correspondiente a la misma fase reza: «Y no sospeché la naturaleza de la piedra hasta que la vi
en sus [de Pippin] manos. No estuve seguro hasta ahora». Al volver a revisar el pasaje mucho después, pasó a ser:
«No sospeché la naturaleza de la piedra hasta que fue demasiado tarde. Pero ahora estoy seguro». En la forma
definitiva (DT 272), se cambió una vez más: «No sospeché de inmediato la naturaleza de la piedra. Luego me
sentí cansado, y mientras meditaba en ello, el sueño me venció. ¡Pero ahora estoy seguro!». Está claro que el
significado real de estas formulaciones no tiene grandes diferencias, pero es evidente que el detalle preocupaba a
mi padre: ¿cuánto reflexionó Gandalf sobre la palantír antes de que la experiencia de Pippin despejara las dudas,
y en qué momento lo hizo?
De hecho, en SA se conservó un elemento ambiguo. Ya en el primer manuscrito de «La voz de Saruman»
Gandalf había dicho: «¡Creo que, de haber podido entrar, pocos tesoros habríamos encontrado en Orthanc más
preciosos que el objeto que el tonto de Lengua de Serpiente nos arrojó!». La naturaleza del proyectil de Lengua de
Serpiente no podía estar del todo clara para mi padre por aquel entonces: fue en ese manuscrito, sólo unas pocas
líneas antes, cuando cambió, mientras escribía, la historia inicial de que el globo se había roto en pedazos contra la
roca (p. 82). Pero aun cuando hubo establecido por [94] completo la naturaleza de la palantír, retuvo las palabras
de Gandalf (DT 258) en el momento en que irrumpe en la historia: aunque, como dijo Gandalf en Dol Baran, «No
sospeché de inmediato la naturaleza de la piedra». Pero, entonces, ¿por qué subrayó tanto, cuando se hallaba bajo
la torre, lo de «pocos tesoros habríamos encontrado en Orthanc más preciosos», incluso antes de que el grito de
Lengua de Serpiente reforzara su opinión? Quizá, sencillamente, deberíamos suponer que por lo menos tuvo una
cosa clara de inmediato: era muy poco probable que en Orthanc una gran bola de cristal oscuro fuera sólo un
adorno elegante para el estudio de Saruman.
Ante las palabras «Los hobbits las habrán olvidado, supongo» (las Antiguas Canciones) después de que
Gandalf recitara las palabras de la Canción Altos navíos y altos reyes/ tres veces tres (DT 275), un breve pasaje del
borrador original, que se escribió aparte a tinta y, por lo tanto, no se perdió al borrar el texto a lápiz como sucede
con todo lo demás, comienza así; se trata de la primera estructuración de la historia de Gandalf sobre las Piedras
Videntes, aquí llamadas Palantirs, una palabra que hasta donde llegan los registros aparece por primera vez aquí.
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piedras] estaba en Osgiliath antes de que fuera destruida.
En este pasaje aparecen por primera vez Aglarond (véase p. 41) y Fornost, que en el Primer Mapa se llamaba
Fornobel, y también en el mapa que hice en 1943, TI 356. Ésta es también la primera aparición de Cirdan en los
manuscritos de El Señor de los Anillos.
En el primer manuscrito acabado el pasaje avanza hacia la forma de DT. Gandalf dice ahora que «Las
palantirs vinieron de Eldamar, de más allá de Oesternesse. Las hicieron los Noldor: quizá las forjó el propio
Fëanor, en días tan remotos que el tiempo no puede medirse en años». De Saruman dice lo mismo que en el texto
definitivo, pero concluye: «Jamás dijo una sola palabra a ninguno de los miembros del Concilio. No se sabía que
ninguna de las palantirs hubiera escapado de la destrucción de Gondor. Su misma existencia se recuerda sólo en
una Canción Antigua del pueblo de Aragorn». Esto se cambió por: «Ninguno de nosotros sabía que alguna
palantir hubiera escapado de la destrucción de Gondor. Fuera del Concilio ya nadie recordaba entre los elfos y los
hombres que alguna vez existieran cosas semejantes, excepto en una Canción Antigua que conserva el pueblo de
Aragorn».[109]
En el primer manuscrito el resto del capítulo alcanza la forma final salvo en unos pocos detalles. En la
antigüedad había todavía cinco palantirs en Gondor, siendo una aún la de Aglarond (traducido, como en el
borrador, «Cavernas Resplandecientes», pero sustituido por «Cavernas Centelleantes»).[110] De las otras dos,
Gandalf dice aún que estaban lejos, «No sé dónde, pues ninguna canción lo cuenta. Quizás en Fornost, y con
Kirdan en Mith[l]ond[111] en el Golfo de Lune, donde se hallan los navíos grises».
En respuesta a la pregunta de Pippin sobre la llegada del Nazgûl (DT 278), Gandalf sólo dice: «Hubiera
podido llevarte a la Torre Oscura», y en seguida prosigue: «Pero ahora Saruman quedará encerrado en el callejón
sin salida en que él mismo se ha metido». Dice que «Quizá Sauron se entere de que yo estuve en Orthanc, al pie
de la escalinata, con los hobbits prendidos a los faldones. Eso es lo que temo».[112] Y al final del capítulo le dice a
Pippin: «Quizá veas las primeras luces del alba sobre el tejado de oro de la Casa de Eorl. Y en la puesta de sol del
día siguiente verás la sombra del Monte Tor-dilluin caer sobre los blancos muros de la torre de Denethor».[113]
[96]
En el Prefacio a la segunda edición de El Señor de los Anillos mi padre dijo que en 1942 «escribí los primeros
esbozos de lo que sería el Libro III, y los comienzos de los capítulos 1 y 3 del Libro V [“Minas Tirith” y “El
Acantonamiento de Rohan”], y me detuve cuando las almenaras llameaban en Anórien y Théoden llegó al Valle
Sagrado. La visión se había apagado y no era tiempo de ponerse a pensar».[114] Parece que fue a finales de 1942, o
poco después, cuando se detuvo; pues en una carta a Stanley Unwin del 7 de diciembre de 1942 (Cartas, n.º 47)
dijo que el libro había llegado al capítulo XXXI «y requerirá por lo menos seis más (ya esbozados) para
terminarse». Sin ninguna duda este capítulo era «La Palantír» (no «Restos y despojos», Cartas, p. 507, nota sobre
la carta 47).
En el Prefacio a la segunda edición continuó: «Fue durante 1944 cuando … me obligué a narrar el viaje de
Frodo a Mordor», y este nuevo comienzo se puede fechar con mucha precisión, pues en una carta del 3 de abril de
1944 me dijo (Cartas, n.º 58):
Pero he comenzado a revisar el Hobbit nuevamente. He empezado a trabajar (penosamente) en el capítulo que
retoma las aventuras de Frodo y Sam otra vez; y para ponerme en onda he estado copiando y puliendo el
último capítulo escrito (Piedra Orthanc).
Me he embarcado seriamente en un esfuerzo por acabar el libro y me he estado acostando más bien tarde: ha
sido necesario reescribir e investigar mucho. Resulta bastante difícil adquirir de nuevo el ritmo. He vuelto a
Sam y a Frodo, y estoy tratando de elaborar sus aventuras. Unas pocas páginas a cambio de mucho sudar;
pero en este momento se encuentran con Gollum al borde de un precipicio.
En la época que mi padre estuvo «copiando y puliendo» la «Piedra de Orthanc» redactó el segundo
manuscrito del capítulo, con una expresión muy cuidada. Más de un año había pasado desde que se escribiera el
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primer manuscrito del capítulo, pero, sin que ello sea anormal, no realizó cambios de importancia en el nuevo
texto: de este modo, la recepción de Aragorn de la palantír conserva la sencillez de forma (p. 93); Gandalf no
alude a la posibilidad de que Lengua de Serpiente pueda haber reconocido a Aragorn en las escalinatas de [97]
Orthanc (nota 112); Aglarond sigue siendo uno de los antiguos emplazamientos de la palantíri de Gondor, y
Gandalf dice todavía que no sabe dónde estaban las otras «pues ninguna canción lo cuenta», pero tal vez en
Fornost y con Cirdan en los Puertos Grises.[115]
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SEGUNDA PARTE
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I
SMÉAGOL DOMADO
[103]
En la carta de junio de 1957 citada en la nota 114 del capítulo anterior (p. 99), mi padre dijo que cuando el largo
paréntesis en la escritura de El Señor de los Anillos «El capítulo 1 del Libro cuarto apenas había llegado a las
palabras iniciales de Sam (DT 285)». Creo posible identificar el comienzo de la nueva historia de Sam y Frodo en
Mordor,[116] abandonada durante tanto tiempo: consiste en un breve texto narrativo inicial que pronto se
descompone en forma de esbozo («A»), y en un relato hecho («B») que termina con las palabras de Sam (DT 287)
«un mendrugo de pan común y un jarro de cerveza… ay, siquiera medio jarro… me caerían de perlas». El
borrador original A era así:
—Bueno, amo, no hay duda de que éste es un sitio desagradable —le dijo Sam a
Frodo.
Llevaban días errando por las duras y desnudas cumbres de Sarn Gebir. Ahora por
fin, en la quinta noche desde su huida,[117] se hallaron en el borde de un risco gris.
Soplaba un frío viento del este. Lejos, abajo, la tierra se extendía verde a los pies del
risco, y lejos, al SO [léase SE], un manto de nubes grises o de sombra flotaba
impidiendo ver más lejos.
—Parece que hemos errado el sitio de medio a medio —continuó Sam—. Allí es
a donde queremos llegar, o no queremos, pero intentamos. Y si vamos a ir, cuanto
más rápido, mejor. Pero no podemos bajar, y si conseguimos bajar todo es un pantano
inmundo. Puaj, ¿lo huele? —Husmeó el viento: frío como era, parecía cargado con el
hedor de una fría descomposición y podredumbre.
—Nos encontramos encima de las Ciénagas de los Muertos que hay entre el
Anduin y el paso de Mordor —dijo Frodo—. Hemos venido por el camino
equivocado – [deberíamos >] debí haber dejado la Compañía mucho antes y bajar
desde el norte, al este de Sarn Gebir y cruzar por tierra firme el Llano de la Batalla.
Pero nos llevaría semanas regresar a pie hacia [104] el norte por esas colinas. No sé
qué hacer. ¿Qué comida nos queda?
Para un par de semanas si somos cuidadosos.
Durmamos.
Aquella noche sospecha de Gollum. Parten hacia el norte.
Al día siguiente pisadas en la roca. Frodo envía a Sam por delante y se esconde
detrás de una roca usando el anillo.[118] Aparece Gollum. Frodo, dominado por un
súbito temor, huye, pero Gollum lo persigue. Llegan hasta un risco un poco más bajo
y menos escarpado que el que tienen detrás. Con miedo de Gollum, comienzan a
descender.
En este punto mi padre abandonó el borrador, y (a mi parecer) continuó inmediatamente con un nuevo
comienzo (B), muy parecido al texto de DT en casi todos los puntos (pero las colinas aún se llaman Sarn Gebir, y
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es «la [tachado: cuarta o] quinta noche desde que huyeran de la Compañía»). Este manuscrito termina cuando
Sam añora el pan y la cerveza, no al final de una página; y estoy seguro de que es el comienzo de capítulo
abandonado al que se refería mi padre.[119] No parece haber forma de saber cuándo lo escribió en relación con el
Libro tercero.[120]
«Unas pocas páginas a cambio de un montón de sudor», dijo mi padre en una carta el 5 de abril de 1944
(véase p. 96), donde me contó que había vuelto a las aventuras de Sam y Frodo; y 45 años después es posible
sentirlo, al leer las páginas en las que luchó (con una caligrafía cada vez más imposible) por descubrir cómo Sam
y Frodo consiguieron bajar finalmente por las serpenteantes colinas hacia las horribles tierras inferiores.
Cuando en 1944 retomó el capítulo, no reescribió el comienzo original (que sobrevive en DT con pocos
cambios), sino que, tomando una hoja nueva, comenzó: «El sol desapareció entre las nubes y la noche cayó
rápidamente» (cf. DT 287). Este texto, que llamaré «C», degenera pronto en un garabato terrible y al final resulta
a veces del todo ilegible.
El sol desapareció entre las nubes y la noche cayó rápidamente. Durmieron por
turnos lo mejor que pudieron, en un recoveco entre las rocas, protegidos del viento
del este.
—¿Los ha vuelto a ver, señor Frodo? —preguntó Sam cuando estuvieron
sentados, pasmados de frío, mascando hojas de lembas en el frío gris del amanecer.
[105]
—Sí, una vez —dijo Frodo—. Pero lo oí husmear varias veces, y más cerca que
antes.
—¡Ah! —dijo Sam—. Parece que se vuelve más osado. Yo también lo oí, aunque
no vi ningunos ojos. Todavía nos sigue: no hay manera de quitárnoslo de encima.
Maldito canalla fisgón. ¡Gollum! Gollum le daría yo en el gaznate si pudiera ponerle
las manos encima. Como si no tuviéramos suficientes problemas delante sin que él
venga por detrás.
—Si por lo menos me atreviera a usar el Anillo —murmuró Frodo—, quizás
entonces podría atraparlo.
—¡No haga eso, amo! —exclamó Sam—. ¡Aquí arriba no! Él lo vería, y no me
refiero a Gollum. Me siento desamparado aquí en el este, si me entiende, atrapados en
la línea del horizonte sin nada entre nosotros y la sombra de allá salvo ese pantano
inmenso y llano.[121] —Miró deprisa por encima del hombro hacia el Este. —
Debemos bajar —dijo—, y bajaremos hoy de una manera u otra.
Pero de nuevo el día llegó a su término y los encontró arrastrándose
fatigosamente a lo largo de la cresta. Varias veces oyeron los pasos que los seguían, y,
sin embargo, por muy rápido que se volvieran, no pudieron ver a su perseguidor. Una
o dos veces se escondieron detrás de una roca grande. Pero pasados unos momentos
el flip-flap de las pisadas se detenían y reinaba el silencio: sólo el viento suspirando
sobre las piedras parecía recordarles una respiración sibilante entre dientes afilados.
Hacia el anochecer Frodo y Sam se vieron obligados a detenerse. Llegaron a un
sitio donde sólo había dos alternativas: bajar o volver atrás. Estaban en la cresta
exterior del este de Emyn Muil,[122] que descendía abruptamente a su derecha.
Durante muchas millas bajaba hacia las tierras húmedas de más allá; aquí, después de
replegarse hacia el norte, de pronto volvía a subir muchas brazas de una vez, para
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continuar en un nivel más alto muy por encima de sus cabezas. Estaban al pie de un
acantilado que daba al SO, cortado como a cuchillo. Seguir avanzando por ahí era
imposible. Pero también se hallaban en la cima de otro acantilado que daba al este.
Frodo se asomó por el borde.
—Es más fácil descender que subir —dijo.
—Sí, siempre puedes saltar o caer, aunque no sepas volar —dijo Sam. [106]
—¡Pero mira, Sam! —exclamó Frodo—. O ha bajado la cresta o han subido las
tierras que hay a sus pies; no estamos tan alto como ayer: a unas 30 brazas,[123] no
mucho más.
—Y ya es bastante —dijo Sam—. ¡Brrr! No me gusta mirar abajo desde una
altura, y eso no es tan malo como bajar.
—Pero por aquí creo que podríamos descender —dijo Frodo—. La roca es
distinta.
En efecto, la cara externa ya no era vertical, sino que se inclinaba un poco hacia
atrás, y la roca parecía estar compuesta de grandes láminas planas que se
resquebrajaban y desmoronaban. Era como si estuvieran sentados sobre los aleros de
un techo enorme de finas ripias o de tejas caídas que habían dejado sus bordes
ásperos hacia arriba.
—Bueno —dijo Sam, poniéndose de pie y ajustándose el cinturón—. ¿Qué le
parece si lo intentamos? Además, le dará a ese malandrín danzante algo en que
pensar.
—Si vamos a intentarlo hoy, más vale que lo intentemos ahora mismo —dijo
Frodo—. Está oscureciendo temprano. Creo que se avecina una tormenta.
En el este, los contornos ya borrosos de las montañas se diluían en una oscuridad
más profunda que comenzaba a extender unos largos brazos hacia ellos. Se oyó el
lejano retumbar del trueno.
—No hay ningún refugio ahí abajo —dijo Frodo—. ¡Pero adelante! —Se acercó
al borde.
—¡No, señor Frodo, yo primero! —gritó Sam.
—¿Por qué tantas ganas? —preguntó Frodo—. ¿Quieres mostrarme el camino?
—Yo no —dijo Sam—. Pero es simple sentido común. Poner abajo al que es más
probable que resbale. No quiero resbalar, pero no quiero resbalar y caerme encima de
usted y derribarlo.
—Pero yo te [? haría] haré lo mismo a ti.
—Entonces tendrá algo blando para caer encima —dijo Sam, pasando las piernas
sobre el borde y volviendo la cara hacia la pared. Los pies encontraron una cornisa y
gruñó—. ¿Y después dónde ponemos las manos? —murmuró.
—Hay un reborde mucho más ancho, más o menos del doble de tu altura, debajo
de ti —indicó Frodo desde arriba—, si puedes deslizarte hasta él. [107]
—¡«Si»! —dijo Sam—. ¿Y luego qué?
—Bajaré junto a ti y lo intentaré, entonces no tendremos que pelear a ver quién es
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primero o segundo.
Frodo se deslizó rápidamente hacia abajo hasta quedar pegado contra el risco a
una o dos yardas a la derecha de Sam. Sin embargo, no pudo encontrar ningún
asidero entre la cima del acantilado y el reborde estrecho a sus pies, y aunque la
pendiente se inclinaba hacia adelante,[124] no tenía ni la destreza ni la serenidad para
pasar a la cornisa más ancha que había abajo.
Más o menos desde este punto el texto se vuelve cada vez más tosco y difícil de leer: he reproducido una hoja
del manuscrito en la p. 108 (para el texto de esa hoja, según he podido interpretarlo, véase la página 110).
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[108]
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—¡Hum! —gruñó Sam—. Aquí estamos lado a lado, como moscas en un papel
matamoscas.
—Pero por lo menos todavía podemos volver atrás —dijo Frodo—. Por lo menos
yo sí. Hay un asidero justo encima de mi cabeza.
—Entonces será mejor que vuelva usted —dijo Sam—. Yo no puedo hacerlo, y
los dedos de los pies empiezan a dolerme a horrores.
Frodo volvió a trepar con cierta dificultad, pero descubrió que no podía ayudar a
Sam. Cuando se agachó todo lo que se atrevió, la mano estirada de Sam quedaba
fuera de su alcance.
—Señor, me encuentro en un aprieto —dijo el pobre Sam, y la voz le empezó a
temblar. El cielo del este se tornó negro como la noche. El trueno retumbó más cerca.
—Aguanta, Sam —dijo Frodo—. Espera hasta que me quite el cinturón. —Lo
bajó con la hebilla por delante—. ¿Puedes agarrarlo?
—Sí —contestó Sam—. Un poco más abajo hasta que llegue con las dos manos.
—Pero ahora yo no tengo suficiente para agarrarlo, y tampoco puedo echarme
hacia atrás o asegurar el pie en ninguna parte —dijo Frodo—. Me tirarías o me
quitarías el cinturón de las manos. Oh, lo que daría por una cuerda.
—Una cuerda —dijo Sam—. Merecería quedarme aquí colgado toda la noche, de
verdad. No eres más que un pampirolón, [109] Sam Gamyi: eso es lo que me decía el
Tío muchas veces, una palabra que él había inventado. Cuerda. Hay una de esas
cuerdas grises en mi mochila. Ya sabe, la que había en las barcas de Lórien. Me gustó
y la guardé.
—Pero tienes la mochila a tu espalda —dijo Frodo—, y yo no puedo llegar hasta
ella y tú no puedes arrojármela.
—Debería ser así, pero no lo es —dijo Sam—. Usted tiene mi mochila.
[? —¿Cómo es eso?]……
—Ahora dése prisa, señor Frodo, o se me romperán los dedos —dijo Sam—. La
cuerda es mi única posibilidad.
No le llevó mucho a Frodo vaciar la mochila, y, en efecto, al fondo había un largo
rollo de cuerda sed[osa] gris. En un momento Sam [? ató] un extremo alrededor de su
cintura y … agarró … por encima de la cabeza [? con].[125] Frodo se alejó corriendo
del borde y afirmó los pies contra una grieta. A medias izado, a medias trepando, Sam
subió jadeante los pocos pies de acantilado que lo habían obstaculizado. Se sentó y se
masajeó los pies.
—Cabeza hueca y pampirolón —repitió—. Me pregunto cuánto medirá la cuerda.
Frodo se la enrolló [? alrededor de los] codos.
—10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80 varas hobbits —dijo—. Quién lo hubiera creído.
—Ah, quién —dijo Sam—. Un poco delgada, pero parece muy resistente. Suave
al tacto como la leche. 80 varas.[126] Bueno, uno de nosotros podrá bajar, según
parece, o casi, si no erró demasiado en el cálculo.
—Eso no servirá de mucho —dijo Frodo—. Tú abajo y yo arriba, o al revés. ¿No
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hay nada a lo que atar un extremo aquí arriba?
—¡Cómo! —exclamó Sam—, ¡y dejarlo todo a mano de ese Gollum!
—Bueno —dijo Frodo después de pensarlo un poco—. Yo bajaré con la cuerda y
tú aguantarás el extremo aquí arriba. Pero sólo la utilizaré como precaución. Voy a
ver si puedo encontrar un camino para bajar sin la cuerda. Luego me ayudarás a subir,
y después tú bajarás con la cuerda y yo te seguiré. ¿Qué te parece? [110]
Sam se rascó la cabeza.
—No me gusta, señor Frodo —dijo—, pero parece lo único que podemos hacer.
Es una pena que no pensáramos en eso de trepar por las rocas antes de comenzar.
Tendré que quedarme ahí [? mirando] y esperando para agarrarlo. Tenga cuidado.
Frodo se acercó otra vez al borde. A unas pocas yardas creyó ver un sitio mejor
para bajar.
—Voy a intentarlo por aquí —dijo—. Busca un lugar para apoyar los pies, Sam,
pero no dejes que la cuerda [? se corte] contra un [? borde … afilado]. Puede que la
hayan hecho los elfos, pero yo no la pondría demasiado a prueba. —Pasó por encima
del borde … Sus pies encontraron una cornisa antes de que hubiera tenido que
estirarse por completo: descendía suavemente hacia la derecha. —No tires de la
cuerda a menos que yo grite —dijo, y desapareció.
[127]La cuerda permaneció floja durante largo rato mientras Sam la observaba. De
pronto se puso tensa, y casi lo pilló desprevenido. Afirmó los pies, y preguntándose
[léase se preguntó] qué había pasado y si su amo colgaba ahora suspendido en el aire
en el extremo de la cuerda, pero no hubo ningún grito, y la cuerda volvió a aflojarse.
Después de lo que le pareció un largo rato creyó oír una débil llamada. Escuchó,
volvió a sonar, y con cautela se arrastró hasta el borde recogiendo la cuerda mientras
avanzaba. La oscuridad se acercaba, y abajo parecía profunda; pero en su capa gris,
Frodo, si estaba ahí, era casi invisible. Sin embargo, algo blanco se agitó y el grito
subió con nitidez.
—Todo está bien, no ha sido muy difícil excepto en un sitio. Estoy abajo. [?
Tengo] 3 varas de cuerda que sobran. Despacio [? para soportar] mi peso … Voy a
subir y utilizaré la cuerda.
Al cabo de unos diez minutos reapareció por encima del borde y se arrojó al suelo
al lado de Sam.
—Ya está —dijo—. Me vendrá bien un corto descanso. Ahora bajarás tú. —
Describió la ruta lo mejor que pudo y le dij[o] a Sam que gritara cuando llegara al
sitio malo. —Yo resbalé ahí —dijo— y [? habría caído] de no ser por la cuerda, la
mitad del [111] descenso, una buena caída [? de principio a fin]. Pero creo que yo
puedo … a ti.[128] Suelta la cuerda despacio y quítale el peso en cada reborde que
encuentres. Buena suerte.
Sam se acercó al borde con expresión sombría, [? se volvió], y encontró la
primera cornisa.
—Buena suerte —dijo Frodo.
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… [? de vez en cuando] la cuerda se aflojaba cuando Sam daba con un reborde
para descansar …, pero la mayor parte del tiempo la cuerda aguantó su peso. Pasaron
…… minutos antes de que Frodo lo oyera gritar.
Primero bajó la mochila con la cuerda, luego la soltó. Estaba solo en la cima. En
ese momento se oyó el estampido seco de un trueno y el cielo se oscureció. La
tormenta subía por Emyn Muil camino a los lejanos Rohan y Cuernavilla, donde los
jinetes estaban acorralados.[129] Oyó gritar a Sam desde abajo, pero no pudo entender
sus palabras, ni ver sus manos gesticulantes. Sin embargo, algo lo hizo mirar hacia
atrás. Allí, no muy lejos, en una roca que había detrás y que daba a él, una figura
negra clavaba [? sus centellea(ntes)] ojos como lejanas lámparas en él. Un miedo
irracional lo dominó durante un instante, pues después de todo quien estaba ahí era
Gollum, no era toda una … ……, y llevaba a Dardo en el cinturón y la cota de mithril
bajo la chaqueta: pero no se detuvo a pensar en esas cosas. Se acercó al borde, que de
momento no lo asustaba tanto, y comenzó a bajar. La prisa pareció ayudarlo, y todo
fue bien hasta que llegó al sitio difícil.
Quizá mi padre se encontraba justo en este punto cuando escribió el 5 de abril de 1944, en la carta citada en la
p. 96, que «en este momento se encuentran con Gollum al borde de un precipicio». Desde aquí hasta el final del
borrador hay tantos «sitios difíciles», e incluso caídas en picado, que no intentaré transcribir el texto tal como está.
Sigue una descripción del descenso de Frodo: cómo volvió a resbalar y se deslizó por la cara del risco aferrándose
con los dedos hasta que se detuvo con una sacudida y casi pierde el equilibrio en una cornisa ancha: «y después de
aquello no tardó en llegar abajo». Entonces llegó la gran tormenta de viento y truenos, que dejó un torrente de
lluvia; y alzando la vista «pudieron ver dos diminutos puntos de luz en el borde del risco antes de que la cortina de
lluvia los borrara.
—Gracias al cielo que lo consiguió —dijo Sam—. Casi me da un vuelco [112] el corazón cuando resbaló. ¿Lo
vio? Eso creí, cuando empezó a bajar tan rápidamente.
—Creo que esos pies [? suaves y pegajosos] suyos se encontrarán con un buen acertijo. Pero echemos un
vistazo por aquí. ¿No hay un refugio para la tormenta?».
Buscaron refugio, y encontraron algunas rocas caídas al pie del risco, pero el terreno estaba húmedo y pesado;
ellos no estaban empapados, aparentemente gracias a las capas élficas (este pasaje resulta en su mayor parte
ilegible). La tormenta pasó por Emyn Muil y salieron las estrellas; «lejos de allí el sol se había puesto detrás de
Isengard». El borrador termina con estas palabras de Sam: «No tiene sentido ir por ahí [es decir, hacia las
ciénagas] en la oscuridad y de noche. Aun en este viaje hemos tenido mejores sitios para acampar, pero será mejor
que nos quedemos aquí».
La necesidad de un texto mejor era más que evidente: incluso mi padre tendría problemas con éste una vez se
desvanecieran las ideas elaboradas que había detrás de las palabras. Por lo tanto, volvió a empezar al comienzo del
capítulo, dándole ahora título y número (XXXII) y el manuscrito completo («D») que se desarrolló a partir de este
nuevo comienzo fue el único que hizo (es decir, los textos posteriores son copias a máquina). La apertura del
capítulo (texto B), que se remonta hasta antes del largo paréntesis de 1943-1944 (p. 104), fue escrita de nuevo, y
de hecho alcanzó la forma de DT (pero en el inicio de la historia todavía hace «cinco noches» que dejaron la
Compañía, no tres como en DT: véase la Nota sobre la cronología al final de este capítulo).
Cuando mi padre llegó al punto en que el nuevo borrador (C) retomaba la historia («El sol desapareció entre
las nubes y la noche cayó rápidamente», p. 104), aparte de mejorar la expresión y unir las frases, en principio no
cambió ningún rasgo de la historia hasta el comienzo del intento de descenso, excepto cuando escribió que en el
último día en Emyn Muil, Sam y Frodo habían caminado a cierta distancia del precipicio exterior, quizá para
explicar por qué no se habían dado cuenta que el risco era ahora menos alto y ya no caía en picado; pero aún no
aparece el largo barranco o garganta por el que en DT marcharon hacia el precipicio cuando no pudieron seguir
hacia delante. Los abedules de la garganta tendrían una función narrativa en la versión definitiva de la historia, ya
que «unos pocos tocones viejos y carcomidos llegaban hasta casi el mismo borde del acantilado» (DT 289): Sam
apoyaría el pie en uno de los tocones, y ataría la cuerda allí (DT 293-295), a diferencia del texto C, p. 107 («¿No
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hay nada a lo que atar un extremo aquí arriba?» … «Yo bajaré con la cuerda, y tú aguantarás el extremo aquí
arriba»). [113]
Al principio en C (p. 106) mi padre conservó la historia de que Frodo seguía a Sam por el borde y los dos se
aplastaban contra la cara rocosa uno al lado del otro, hasta que Frodo volvió a subir. Pero mientras escribía lo
cambió: antes de que Frodo tuviera tiempo de decirle algo a Sam.
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Permanecieron sentados un rato y la oscuridad se acrecentó.
—Cabeza hueca —dijo Sam de repente, dándose una palmada en la frente—. Me
pregunto cuánto medirá la cuerda.
En este punto mi padre abandonó esta historia, quizá creyendo que todo se estaba complicando demasiado, y
al rechazar las páginas nuevas regresó, no al comienzo del capítulo sino al principio del borrador C, es decir, al
punto en que Frodo y Sam despertaron en su última mañana en Emyn Muil (p. 104), con Frodo que ahora dice, en
respuesta a la pregunta de Sam «¿Los ha vuelto a ver, señor Frodo?», «No, ya llevo tres noches sin oír nada». A
partir de aquí el manuscrito acabado D se desarrolló como la historia definitiva. Parte se escribió primero en
páginas de borrador independientes,[130] pero parte del borrador a lápiz se repasó a tinta y se incluyó en el
manuscrito. Sin embargo, está claro que la historia final avanzó ahora con seguridad y nitidez, y como hay pocas
diferencias de importancia que observar con la historia de las partes del borrador inicial que he podido leer, dudo
que haya más en las que no pude.
Mi padre descubrió por fin cómo Frodo y Sam conseguían descender Emyn Muil, y resolvió el problema de
dejar la cuerda colgando de la cima del risco para que la usara Gollum haciendo simplemente que no pensaran en
ello hasta que los dos hubieran llegado al fondo. En este texto, el avance de la tormenta está descrito de la
siguiente manera:
—No —dijo Frodo—. Si lo matamos, tenemos que matarlo ahora, Sam. Pero no podemos hacerlo, no en
esta situación. Va en contra de las reglas. No nos ha hecho ningún daño.
—Pero tiene/tenía la intención, apuesto mi palabra —dijo Sam.
—Puede ser —dijo Frodo—. Pero ésa es otra cuestión. —Entonces le pareció oír una voz que venía del
pasado que le decía: Imagino que aun Gollum puede servir para algo antes de que haya acabado todo. —Sí,
sí, es posible —contestó—. Pero, de cualquier modo, no puedo [116] tocar a la criatura. Me gustaría que
pudiera curarse. Es terriblemente desdichado…
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Sam clavó la mirada en su amo, que parecía hablar con alguien que no estaba allí.
En esta fase evolutiva del capítulo «Una historia antigua», en la parte de la conversación con Gandalf en Bolsón
Cerrado que Frodo estaba recordando, el texto de la versión de la «segunda fase» (dado en RS 331-332) no se
había cambiado mucho. La lectura real del texto («cuarta fase») de «Una historia antigua» (cf. TI 36) es:
—… ¡Qué lástima que Bilbo no haya matado a esa detestable criatura cuando se despidió de él!
—¡Qué tonterías dices a veces, Frodo! —dijo Gandalf—. ¡Lástima! La lástima se lo habría impedido si
hubiera pensado en ello. De cualquier forma, no habría podido hacerlo. Iba contra las Reglas. …
—Por supuesto, por supuesto. Cómo pude decirlo. Entonces, Bilbo no podía hacer nada de ese tipo. Pero
estoy asustado. Y no puedo sentir ninguna lástima por Gollum. ¿Quieres decir que tú y los Elfos habéis dejado
que siguiera viviendo después de esos horribles actos? De cualquier modo, es peor que un trasgo, y nada más
que un enemigo.
—Sí, merecía morir —dijo Gandalf—, y no creo que se lo pueda curar antes de que muera. Sin embargo,
incluso Gollum puede resultar útil para bien antes del fin. En cualquier caso, no lo matamos: era muy anciano
y muy infeliz. Los Elfos del Bosque lo tienen prisionero…
No es frecuente poder determinar el momento preciso en que mi padre regresó a un pasaje muy anterior de El
Señor de los Anillos y lo cambió, pero en este caso es posible. Cuando escribió el pasaje en el manuscrito (D) de
«Sméagol domado», el recuerdo de Frodo de su conversación con Gandalf comenzaba en un punto anterior al del
borrador citado arriba:
De pronto Frodo creyó oír, muy claras pero lejanas, unas voces que venían del pasado.
¡Qué lástima que Bilbo no apuñalara a esa detestable criatura cuando se despidió de él!
¡Lástima! La lástima se lo habría impedido. No podía matarlo. Iba contra las Reglas.
No siento ninguna lástima por Gollum. Merece la muerte. [117]
En este punto mi padre advirtió que Gandalf le había dicho más cosas a Frodo, y en otra página de borrador para
«Sméagol domado», escribió:
¡La merecía! La merece/merecía, sin duda, dijo Gandalf. Muchos de los que viven merecen morir, y algunos
de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures en dispensar la muerte
ni siquiera en nombre de la justicia, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos. No tengo muchas
esperanzas de que Gollum pueda curarse.
Entonces, esto (según creo) se introdujo en el manuscrito de «Sméagol domado» con una forma ligeramente
distinta:
¡Merece la muerte! La merece, sin duda. Muchos de los que viven merecen morir; y algunos de los que
mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures en dispensar la muerte en
nombre de la justicia, temiendo por tu propia seguridad, pues ni el más sabio conoce el final de todos los
caminos. Quizás el Enemigo lo atrape. Quizá no. Hasta Gollum puede hacer algún bien, quiera o no quiera,
antes del fin.
Es muy probable que fuera en esta época cuando mi padre cambió el episodio de «Una historia antigua», pero sin
las palabras «temiendo por tu propia seguridad», y añadiéndolo al pasaje dado en la p. 116: «… ni el más sabio
conoce el fin de todos los caminos. No tengo mucha esperanza de que Gollum se cure antes de morir. Pero aun
Gollum quizá resulte útil para el bien antes del fin». Los dos pasajes, el de «La sombra del pasado» (CA,
pp. 88-89) y el de «Sméagol domado» (DT 303), varían en algunos detalles de la expresión, quizá no siempre
intencionada.
Por último, existe una diferencia interesante entre el episodio en el que Gollum le hace su promesa a Frodo en
la versión de esta época y la que aparece en DT. Cuando Gollum dijo: «Sméagol jurará sobre el precioso», tanto el
borrador inicial como el manuscrito seguían:
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Esto se cambió de inmediato, también en el borrador y en el manuscrito, por: [118]
Martes 26 de enero a miércoles 1 de febrero Frodo y Sam en Emyn Muil (Sarn Gebir).
Noche feb. 1-2 Frodo y Sam se encuentran con Gollum. (La tormenta que llegó al Abismo de Helm
alrededor de la medianoche de feb. 1-2 pasó sobre Emyn Muil más temprano esa noche).
Según esto, el capítulo empezaría la sexta noche desde la huida de Frodo y Sam, no la quinta.
Desde que se completara La Traición de Isengard, he encontrado dos páginas manuscritas que a todas luces
son notas sobre alteraciones cronológicas necesarias que mi padre hizo en octubre de 1944, unos cuatro meses y
medio después de que llegara al final de Las Dos Torres (véase TI 475-477). El 12 de octubre (Cartas, n.º 84) me
escribió «tropecé con un muy grave error de sincronización (uno o dos días)» que «requerirá fatigosas pequeñas
alteraciones en muchos capítulos»; y el 16 de octubre (Cartas, n.º 85) escribió que lo había resuelto «insertando
un día adicional en la Cámara de los Ents, y días adicionales en la persecución de Trotter y el viaje de Frodo …».
Estas notas enumeran capítulo a capítulo los cambios necesarios (pero no todos). Algunos ya se han
encontrado: las complejas alteraciones de «Los Jinetes de Rohan» en TI 475-476; el día adicional a la Cámara de
los Ents en TI 491-492; y los cambios de «El Caballero Blanco» en TI 499. No hace falta comentar nada más al
respecto. Pero en una nota a «Sméagol Domado» aparece la cuestión de la tormenta; y aquí mi padre escribió que
habría que eliminar la referencia a Théoden y Cuernavilla, porque «no encajará». Apuntó que la tormenta sobre
Emyn Muil tuvo lugar alrededor de las cinco de la tarde del 31 de enero, mientras que los truenos en la Batalla de
Cuernavilla fueron alrededor [121] de la medianoche del 1 de febrero, y que 31 horas para recorrer una distancia
de unas 350 millas era demasiado; pero no se propuso ninguna solución.
He mencionado (TI 431) un complejo esquema temporal posterior a la introducción de los cambios de octubre
de 1944. Al ser una cronología de trabajo importante, en algunos sitios es terriblemente difícil de interpretar, a
causa de alteraciones posteriores y escritos a tinta sobre el lápiz original. Está distribuido en columnas, y describe
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«sinópticamente» y casi en su totalidad los movimientos diarios de todos los personajes importantes de la historia.
Empieza al quinto día de descenso del Anduin y termina al comienzo del ascenso al paso de Kirith Ungol; es fácil
suponer que corresponde al trabajo en la cronología de octubre de 1944, no posterior. En este esquema, que
llamaré «S», mi padre escribió después «material de Timatal Antigua» (Islandés tímatál «cronología»).
En el esquema S la muerte de Boromir y la Disolución de la Comunidad se retrasaron un día, al miércoles 25
de enero.
Enero 25 La Compañía se disolvió. Muerte de Boromir. … Frodo y Sam cruzan el río hacia el este y huyen
al E de Emyn Muil.
Enero 26 Frodo y Sam vagan por Emyn Muil (1.a noche desde la huida).
Enero 27 En Emyn Muil (2.a noche).
Enero 28 En Emyn Muil (3.a noche).
Enero 29 En Emyn Muil (4.a noche).
Enero 30 En el borde de Emyn Muil. Pasan noche fría bajo una roca (5.a noche).
Enero 31 Descenso del Emyn Muil al anochecer. Encuentro con Gollum alrededor de las 10 p. m.
Viaje por la cañada (31 enero/1 feb.).
Por lo tanto, en este esquema el inicio de la historia de «Sméagol Domado» se sitúa la noche del 30 de enero, y se
dice explícitamente que era la sexta noche desde la huida; pero, por algún motivo, mi padre no tenía en cuenta la
quinta noche en Emyn Muil (25 de enero), y en consecuencia llamó quinta a la del 30 de enero. Quizá sea el
mismo error la causa de la discrepancia entre el Esquema B y el texto del capítulo (p. 120). Y, en cualquier caso,
bien podría ser que los registros de estos complicados manejos sean insuficientes, o que existan pistas que yo no
he logrado advertir.
En el Esquema B, igual que en el manuscrito acabado del capítulo (pp. 114-115), aparece explícito que la
tormenta sobre Emyn Muil alcanzó Cuernavilla más tarde esa misma noche; se movía deprisa («apresurándose
con el viento y el trueno»). Sin embargo, en el Esquema S eso no es así; pues (como en la nota de octubre de 1944
antes mencionada) el descenso de Frodo y Sam de Emyn Muil tuvo lugar durante la noche del 31 de enero, pero la
Batalla de Cuernavilla comenzó la noche del 1 de febrero. Originalmente, S no contenía mención alguna de la
gran tormenta, pero mi padre añadió junto a 31 de enero: «Truenos al anochecer», y luego, más adelante, «Se
arrastra hacia el oeste» con una línea que parece llevarla al 1 de febrero. La tormenta en Rohan que poco a poco
dio alcance a los Jinetes cuando cabalgaban al oeste por las llanuras en su segundo día fuera de Edoras (al
comienzo del capítulo de «El Abismo [122] de Helm») y estalló en Cuernavilla a mitad de la noche, se hallaba
presente ya cuando mi padre se puso a escribir «Sméagol Domado». La tormenta en Emyn Muil que avanzaba
hacia el oeste, aunque en realidad no se concibiera con ese propósito, es obvio que tuvo el efecto deseado de unir
las historias ahora separadas al este y el oeste del Anduin. Está claro que el pasaje revisado de la tormenta de
«Sméagol Domado» dado en la p. 115 tenía por objetivo permitir a la tormenta avanzar un día más, y da a
entender que Frodo y Sam descendieron de las colinas el día anterior a la Batalla de Cuernavilla, como en S; y
esto soluciona el problema del tiempo y la distancia observado en la nota de octubre de 1944, que declara que la
gran tormenta no se «apresuró», sino que «pasó despacio durante la noche».
Sin embargo, en La Cuenta de los Años las fechas correspondientes son del todo distintas:
Esquema S
Frodo entra en Emyn Muil (Enero 25) Día 1
En Emyn Muil (Enero 26) Día 2
En Emyn Muil (Enero 27) Día 3
En Emyn Muil (Enero 28) Día 4
En Emyn Muil (Enero 29) Día 5
En Emyn Muil (Enero 30) Día 6
Descenso de Emyn Muil (Enero 31) Día 7
Batalla de Cuernavilla (Febrero 1) Día 8
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La Cuenta de los Años
Frodo entra en Emyn Muil (Febrero 26) Día 1
En Emyn Muil (Febrero 27) Día 2
En Emyn Muil (Febrero 28) Día 3
Descenso de Emyn Muil (Febrero 29) Día 4
(Febrero 30) Día 5
(Marzo 1) Día 6
(Marzo 2) Día 7
Batalla de Cuernavilla (Marzo 3) Día 8
Así pues, en la cronología definitiva la Batalla de Cuernavilla tuvo lugar cuatro noches después del descenso de
Frodo y Sam y del encuentro con Gollum. Sin embargo, la descripción revisada del curso hacia el oeste de la
tormenta que aparece en «Sméagol Domado» (p. 115) se conservaba en la fase de galeradas de El Señor de los
Anillos. En éstas mi padre apuntó al margen del pasaje: «Cronología equivocada. La tormenta de Frodo fue 3 días
antes de la cabalgata de Théoden» (es decir, el 29 de febrero y el 2 de marzo, el día que Théoden se marchó de
Edoras). La versión del pasaje que aparece en DT 293-295 fue sustituida en el último momento: la gran tormenta
recibió un recorrido curvo más amplio, y se sugirió, quizás, un refuerzo de su poder y magnitud mientras pasaba
lentamente sobre Ered Nimrais.
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II
A TRAVÉS DE LAS CIÉNAGAS
[123]
La escritura de este capítulo también se puede fechar con bastante exactitud gracias a las cartas que mi padre me
escribió a Sudáfrica en 1944. El 13 de abril (Cartas, n.º 60) dijo que el día anterior había leído su «capítulo
reciente» («Sméagol Domado») a C. S. Lewis y Charles Williams, y que había comenzado otro. El 18 de abril
(Cartas, n.º 61) escribió: «Espero ver a C. S. L. y a Charles W. mañana por la mañana y leerles mi próximo
capítulo, sobre el pasaje de las Ciénagas de los Muertos y la proximidad de las Puertas de Mordor, que tengo
ahora prácticamente terminado».[132] Y el 23 de abril (Cartas, n.º 62) escribió: «Les leí a Lewis y a Williams mi
segundo capítulo, el pasaje de las Ciénagas de los Muertos, el miércoles [19 de abril] por la mañana. Fue
aprobado. Ahora casi he completado un tercero: las Puertas de la Tierra de las Sombras. Pero esta historia me
sorprende ocupado y he hecho ya tres capítulos con lo que debía ser sólo uno». De hecho, el manuscrito acabado
de «A través de las ciénagas» tenía primero el título de «Kirith Ungol» (que todavía era el nombre del paso
principal a Mordor), pues cuando comenzó a escribir el manuscrito el borrador inicial del capítulo distaba mucho
de estar acabado.
En realidad las ideas fundamentales de esta parte del relato tienen un origen anterior, el esbozo «La historia
prevista desde Lórien» (TI 384-385), cuando calculó que el capítulo tendría el número XXV, ocho por debajo de
lo que resultó al final. En aquel esbozo escribió:
Gollum suplica perdón, y promete ayudar, y al no tener a nadie a quien acudir, Frodo acepta. Gollum dice que
él los conducirá por encima de las Ciénagas de los Muertos a Kirith Ungol. (Riéndose para sí mismo al pensar
que ése es justo el camino por el que desea que vayan). …
Duermen de a dos, de modo que siempre haya uno con Gollum.
Todo el tiempo Gollum está planeando traicionar a Frodo. Los lleva con inteligencia por encima de las
Ciénagas de los Muertos. Hay caras muertas y verdes en las aguas estancadas; y las cañas secas sisean como
serpientes. Frodo siente la fuerza del ojo penetrante mientras avanzan. [124]
Por la noche Sam se mantiene en guardia, sólo fingiendo estar dormido. Oye a Gollum murmurando para
sí, palabras de odio hacia Frodo y codicia por el Anillo.
Los tres compañeros ahora se aproximan a Kirith Ungol, la terrible garganta que conduce a Gorgoroth.
Kirith Ungol significa Valle de Laraña: ahí vivían grandes arañas …
Una única página de notas revela los pensamientos de mi padre cuando por fin se embarcó en la escritura de esta
historia. Las notas no se escribieron en forma de esbozo seguido, ni todas al mismo tiempo, pero las he
reproducido según el orden en que figuran en la página.
Problema de comida. Gollum se atraganta con las lembas (¿pero le hacen bien?).
Se va y regresa con dedos [? y cara] sucios. Una vez lo oyó masticando en la
oscuridad.
Capítulo siguiente
Gollum los hace descender al cauce de agua y luego gira hacia el este. Conduce a
un paraje difícil en el centro de las Ciénagas. En las Ciénagas de los Muertos. Caras
muertas. Si mirabas, en algunos de los pantanos veías tu propia cara toda verde y
muerta y descompuesta. Hacia Kirith Ungol.
Cambio en Gollum a medida que se acercan
Gollum duerme bastante despreocupado, tranquilo al principio; pero a medida que
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se acercan a Mordor parece tener pesadillas. Sam lo oye empezando a discutir
consigo mismo. Es una especie de Smeagol bueno enfadado con un Gollum malo. El
último [? se vuelve] … lleno de odio hacia el Portador del Anillo, añorando ser él
mismo el Amo del Anillo.
Ocultos [? en] una roca cerca de las puertas ven grandes movimientos de entrada
y salida. Explicación de por qué ellos han escapado del movimiento de guerra.
Por el día se echan en lechos de cañas
Sentimiento de peso. El Anillo pesa cada vez más en el cuello de Frodo a medida
que Mordor está más cerca. Siente el Ojo.
Otra página, en cualquier caso escrita antes de que «A través de las ciénagas» hubiera avanzado mucho, esboza la
historia de este modo: [125]
Es mejor para la historia posterior que Minas Ithil (Morghul) esté en realidad en las Puertas de Mordor en el
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lado Este.
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[128]
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De la mayor parte de «A través de las ciénagas» hay un borrador preliminar (que en su mayor parte tiene una
caligrafía muy difícil); en este capítulo mi padre no escribió, como solía, un texto a lápiz y luego plasmó una
versión más acabada a tinta encima de él. La historia del borrador no es perfectamente continua, y está claro que
(como de costumbre) perfeccionó el manuscrito acabado —el único que se hizo de este capítulo— en etapas. El
borrador inicial es en su mayor parte muy tosco, escrito a gran velocidad, y a veces el manuscrito acabado
(aunque resulta legible a la perfección: fue el texto del cual mi padre leyó el capítulo a Lewis y a Williams el 19
de abril) es en sí mismo la composición primaria, corregida constantemente y modificada en el acto de escribir.
No obstante, parece que en aquella semana de abril de 1944 casi todas las oraciones del episodio de las Ciénagas
de los Muertos alcanzaron la forma de Las Dos Torres (exceptuando algunos cambios importantes realizados
mucho después).
Sólo en un aspecto el borrador inicial difirió de manera significativa respecto a la historia que aparece en el
manuscrito. Se trata principalmente de una cuestión de estructura narrativa, pero transcribo la mayor parte del
episodio en cuestión, según he podido descifrarlo, a modo de ejemplo. Empiezo en las palabras de Gollum «Hay
serpientes, gusanos, cosas de las ciénagas. Muchas cosas, montones de cosas inmundas. Nada de pájaros»
(DT 319-320). [127]
Ahora realmente lo sentía como un peso: y empezaba a ser consciente del Ojo:
era eso tanto como el peso lo que le hacía encogerse y encorvarse al caminar. Se
sentía como alguien escondido en un cuarto (? jardín) cuando entra su enemigo
mortal: [129] sabiendo que está ahí aunque todavía no puede verlo, el enemigo se
yergue para observar y vigilar con su ojo mortal a todos los que llegan. Cualquier
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movimiento estaba cargado de peligro.[138] Probablemente Gollum sentía algo
parecido. Después del paso de la sombra del Nazgûl que volaba a Isengard fue difícil
hacer que se moviera cuando había luz. Mientras hubiera luna sólo se arrastraba sobre
las manos encogiéndose y gimiendo. No era de mucha utilidad como guía y Sam trató
de encontrar un sendero por su cuenta. Al hacerlo, tropezó y cayó sobre las manos en
el lodo pegadizo con la cara encima de un pantano oscuro que parecía una ventana
lustrosa pero sucia bajo la luz de la luna. Arrancando las manos de la ciénaga, saltó
hacia atrás dando un grito. Hay caras muertas …… caras muertas en el pantano, gritó,
¡caras muertas!
Gollum rió. Las Ciénagas de los Muertos, sí, ssí. Así se llaman. No hay que
mirarlas cuando el Ojo Blanco está en lo alto.[139] Qué son, qué son, preguntó Sam
temblando y volviéndose hacia Frodo, que estaba detrás de él. No lo sé, dijo Frodo.
No, no, amo, dijo Sam, son horribles. No obstante, Frodo se arrastró con cautela hasta
el borde y miró. Vio caras pálidas; parecían profundamente sumergidas en el agua:
algunas sombrías algunas espantosas, algunas nobles y hermosas: pero todas
horribles, descompuestas, enfermizas, pudriéndose ……… Frodo retrocedió a rastras
y se tapó los ojos. No sé quiénes son, pero me pareció ver Hombres y Elfos y Orcos,
todos muertos y putrefactos. Sí sí, dijo Gollum cloqueando. Todos muertos y
putrefactos. Las Ciénagas de los Muertos. Hombres y Elfos y Orcos. Hubo una gran
Batalla aquí hace mucho mucho tiempo, precioso, sí, cuando Smeagol era joven y
feliz hace mucho tiempo:[140] antes de que llegara el precioso, sí, sí. Pelearon en el
llano de allá. Las Ciénagas de los Muertos han crecido.
Pero ¿están realmente ahí? Smeagol no lo sabe, dijo Gollum. No puedes llegar a
ellos. Yo nosotros lo intentamos, sí lo intentamos, precioso, una vez: pero no puedes
tocarlos. Sólo formas para ver, quizá, no para tocar, ¡no, precioso! Sam lo miró
sombríamente y se estremeció, creyendo adivinar por qué razón Smeagol había
intentado tocarlos.
La luna se hundía ahora en el oeste, detrás de unas nubes que se alzaban sobre el
lejano Rohan, más allá del Anduin. [130] Continuaron la marcha y de nuevo Gollum
tomó la delantera por [léase: pero] Sam y Frodo descubrieron que él [léase: ellos] no
podían evitar que sus ojos [? fascinados] se desviaran cada vez que pasaban por un
pantano de aguas negras. Al hacerlo alcanzaban a ver caras muertas y pálidas. Al fin
llegaron a un lugar donde Gollum se detuvo, un pantano ancho …… les bloqueaba el
camino.
Los pantanos iluminados por fuegos fatuos revelan caras muertas. La luna
muestra la de ellos.[141]
………… La luna salió de detrás de una nube. Miraron las aguas. Pero no vieron
ninguna cara del pasado desaparecido. Vieron las suyas. …… Sam, Gollum y Frodo
los miraban desde abajo con ojos muertos y lívida carne putrefacta.
¡Salgamos de este lugar asqueroso!
Queda mucho por andar todavía dijo Gollum. Debemos llegar a algún sitio donde
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echarnos antes del día.
Este fragmento de borrador acaba aquí. En el manuscrito el texto se alcanza el de DT casi en todos los puntos:
la secuencia temporal de la historia se ha reconstruido, de modo que el cambio en el clima y el vuelo del Nazgûl
siguen al cruce de los pantanos de las caras muertas; y ya no se sugiere la idea (que se remonta a las notas
preliminares, p. 124) de que la propia cara del que observa se veía reflejada muerta cuando la luz de la luna
brillaba sobre los pantanos.
Es de observar que en el borrador se afirme que el Nazgûl volaba hacia Isengard. En la primera versión del
manuscrito no se dice eso: «… una inmensa forma alada y ominosa: cruzó la luna volando y con un grito mortal
se alejó hacia el oeste, superando a la luna en su maligna velocidad.… Pero la sombra pasó rápidamente, y tras
ella, rugiendo, partió el viento, dejando desnuda y desolada la Ciénaga de los Muertos». Sin embargo, después de
la última oración mi padre añadió, seguramente no mucho más tarde: «El Nazgûl había partido, volando a
Isengard con la velocidad de la ira de Sauron». La reescritura del episodio, de manera que el Nazgûl retorna y,
volando más bajo sobre ellos, regresa a Mordor, se realizó con posterioridad (véase la Nota sobre la cronología al
final de este capítulo); pero las palabras de DT (p. 324) «con un grito siniestro se alejó hacia el oeste» son, de
hecho, un vestigio de la idea original.
Entre otras diferencias y progresos, los siguientes parecen los que más merecen ser comentados.
En el borrador original, y al principio en el manuscrito, la «canción» [131] de Gollum (DT 310-311) era
completamente distinta a partir del primer verso:
El tiempo transcurría con lentitud; pero después de una o dos horas, Gollum de repente se sentó
completamente despierto, como si lo hubieran llamado. Se estiró, bostezó, se levantó y comenzó a trepar fuera
de la cañada. «Hola, ¿adónde vas?», gritó Sam. «Smeagol tiene hambre», dijo Gollum. «Volverá pronto».
En el manuscrito aparece la historia final, hasta el punto en que Sam se queda dormido; pero cuando despierta «el
cielo estaba lleno de una brillante luz diurna». Sin embargo, esto se cambió de inmediato: Sam y Frodo durmieron
todo el día, sin despertarse hasta después de la puesta de sol, y la partida de Gollum en busca de algo para comer
se posterga hasta la noche.[142]
No cabe duda de que la geografía de la región en la que se extendían las Ciénagas de los Muertos había
sufrido cambios sustanciales. En DT se dice (p. 317):
Ahora los hobbits dependían enteramente de Gollum. No sabían, ni podían adivinar a esa luz brumosa, que en
realidad se encontraban a sólo unos pasos de los confines septentrionales de las ciénagas, cuyas
ramificaciones principales se abrían hacia el sur. De haber conocido la región, habrían podido, demorándose
un poco, volver sobre sus pasos y luego, girando al este, llegar por tierra firme a la desnuda llanura de
Dagorlad.
Este pasaje aparece en el manuscrito, y en el borrador original se encuentra en estado embrionario, el cual, aunque
en parte resulta ilegible, [132] se entiende lo bastante bien como para ver que la nueva idea se hallaba presente:
«De hecho, se encontraban en los confines noroeste de las Ciénagas de los Muertos», y «[podrían] haber rodeado
el lado oriental hacia la tierra firme del Llano de la Batalla». El Primer Mapa (Mapas II y IVC, TI 357, 371) y el
gran mapa basado en él que dibujé en 1943, lo contradicen completamente, pues por aquel entonces la Tierra de
Nadie se extendía entre Sarn Gebir (Emyn Muil) y el paso de Mordor. No hay razón alguna para que alguien que
quiera ir al paso (Kirith Ungol en dichos mapas) atraviese las colinas para entrar en la Ciénaga de los Muertos;
tampoco estando en el borde de las ciénagas llegaría a Dagorlad bajo ningún concepto rodeándolas por el este en
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vez de atravesándolas. En esencia, lo que ha sucedido es que las Ciénagas de los Muertos se han trasladado al
sudoeste, de modo que se extienden entre Emyn Muil y las Puertas de Mordor —en la región marcada «Tierra de
Nadie» en el Primer Mapa—, y así pasan a estar junto a Cancha Aguada o Nindalf (véase TI 372, 374-375 y
abajo); ésta es la geografía que aparece en el mapa a gran escala de Gondor y Mordor que acompaña a El Retorno
del Rey.[143]
En respuesta a la pregunta de Frodo de si debían atravesar las Ciénagas de los Muertos, en el borrador original
Gollum dice (cf. DT 318): «—No hace falta. Un poco para atrás y un pequeño rodeo —su brazo flaco señaló el
norte y el este— y podéis llegar con los pies secos al Llano. Dagorlad, es decir, donde se libró la Batalla y Él
perdió el precioso, ssí —añadió eso en una especie de susurro para sí». En este punto el manuscrito es idéntico al
texto de DT, pero más adelante, cuando Gollum habla de las caras muertas en las ciénagas (DT 322), dice: «Hubo
una gran Batalla hace mucho, sí, así le contaron cuando Smeagol era joven, hace mucho, antes de que llegara el
Tesoro. Entonces se lo quitaron al Señor, los Elfos y los Hombres se lo quitaron. Fue una gran batalla. Pelearon en
la llanura durante días y meses y años ante las Puertas de Mornennyn [> Morannon]» (sobre el borrador original
de esto véase p. 129). La referencia de Gollum a la historia del Anillo arrebatado a Sauron fue eliminada mucho
después.
El relato de la mañana posterior a la noche de las caras muertas en los pantanos y el vuelo del Nazgûl, y de las
tierras que atravesaron luego de dejar las ciénagas, difiere en importantes detalles respecto al DT 326-327. El
manuscrito dice (siguiendo un borrador inicial):
Cuando por fin despuntó el día, los hobbits se sorprendieron al ver cuánto más cerca se hallaban las ominosas
montañas: las estribaciones exteriores y las colinas rotas a sus pies no se encontraban ahora a más de una
docena de millas de distancia. Frodo y Sam miraron a su alrededor horrorizados: terribles como habían sido
[133] las Ciénagas en su putrefacción, su final era aún más repugnante. Incluso al lago de las caras muertas
llegaría algún fantasma macilento de verdor primaveral … (etc. como en DT 326).
El pasaje ampliado y alterado que sustituye a éste en DT, introducido en una fase posterior, tiene su origen en
consideraciones geográficas y cronológicas. Con este nuevo pasaje se añadieron dos noches más al viaje (véase
Nota sobre la Cronología al final de este capítulo y el mapa en la p. 138), y durante esta etapa pasan por un país
que desde el final de las ciénagas aparece como «largas y bajas elevaciones, desnudas y despiadadas», y más tarde
se describe como «los áridos marjales de las Tierras de Nadie». Aquí este nombre se recupera de las palabras de
Celeborn a la Compañía en «Adiós a Lórien» (CA 516) y de los viejos mapas: véase TI 372, 374-375 y arriba.
En una página aislada aparecen dos elementos nítidos, aunque es muy probable que ambos se escribieran al
mismo tiempo. El cambio del nombre de las Puertas de Mordor, en el momento de escribir, de Ennyn Dûr (el
nombre en el Esbozo I, p. 128) primero por Morennyn y luego por Mornennyn, muestra que esta página es anterior
a la escritura del texto del manuscrito en el que Gollum habla de las caras muertas en los pantanos, pues allí
aparece Mornennyn (p. 132); sin embargo, es oportuno citarlo en este punto, ya que atañe al fin del capítulo (y al
comienzo del siguiente).
El famoso paso de [Ennyn (Dûr) > Morennyn >] Mornennyn, las Puertas de Mordor, estaba guardado por dos
torres: los Dientes de Mordor [Nelig Morn Mel >] Nelig Myrn. Construido por los Gondorianos tiempo atrás:
ahora siempre guarnecido. Debido al constante paso de armas no se atreven a tratar de entrar, de modo que se
desvían al O y al Sur. Gollum les habla de Kirith Ungol bajo la sombra [de] M. Morgul. Es un paso alto. No
les habla de las Arañas. Se deslizan furtivamente a M[inas] M[orgul].
Este texto va acompañado por otro dibujo del emplazamiento de Kirith Ungol, reproducido en la p. 134. Gracias a
él resulta obvio que el traslado de Minas Morgul para convertirla en la fortaleza que guarda las Puertas Negras fue
una idea pasajera ya abandonada; y sin duda fue en este mismo punto (una vez Minas Morgul volvió a su vieja
posición en las Montañas de la Sombra, bastante al sur de las Puertas Negras) cuando se introdujo en la historia el
viaje al sur por el lado septentrional de las montañas. Pero también resulta obvio que la Torre de Kirith Ungol no
había surgido aún: la hendidura de las arañas pasa por debajo de Minas Morgul, en el lado sur (suponiendo que la
escena [135] se describe desde el Oeste); y la historia original del esbozo «La historia prevista desde Lórien» se
halla presente de nuevo: que Frodo y Sam entraron en Minas Morgul (aunque aquí no se menciona la captura de
Frodo).
En el texto que acompaña al Esbozo I de la p. 128, es Minas Morghul, por encima de las Puertas Negras, la
que se llamaba «el Diente Blanco», Neleglos; ahora aparece (o quizá reaparece, procedente de las dos torres
originales que guardan el paso, véase p. 125) el Diente de Mordor, Nelig Myrn.
Más adelante veremos (p. 143) que en esta fase «las Puertas de Mordor», «las Puertas Negras» (Ennyn Dûr,
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Mornennyn) eran específicamente nombres del paso, no de una barrera construida a través de él.
El otro breve texto de esta página sitúa a Sam oyendo a escondidas la discusión de Gollum consigo mismo
(prevista ya en las notas preliminares para el capítulo, p. 124) en este punto de la historia (aunque parece que en
esta fase mi padre creía que pasaban una noche, no un día, ante las Puertas Negras).
La noche vigilando las [Ennyn D(ûr) >] Mornennyn. Es el turno de guardia de Frodo. Sam duerme y de
pronto despierta pensando que ha oído la llamada de su amo. Pero ve que Frodo se ha quedado dormido.
Gollum está sentado a su lado, mirándolo. Sam lo oye discutir consigo mismo: Sméagol contra «otro». Una
luz pálida y una luz verde se alternan en sus ojos. Pero no es hambre o deseo de comerse a Frodo el motivo de
su lucha: es la llamada del Anillo. Su larga mano no para de adelantarse y de deslizarse hacia Frodo, para
retirarse de nuevo. Sam despierta a Frodo.
La «discusión» definitiva de Gollum se desarrolló por etapas. Las referencias que hace a «Ella» («Ella podría
ayudar»), y el pensamiento efímero de Sam sobre quién podría ser, se añadieron con posterioridad, sin duda
cuando se llegó a esta parte de la historia. Un cambio realizado mucho después alteró lo que los «dos Gollum»
dijeron acerca de Bilbo y del «regalo de cumpleaños»; toscamente en el borrador inicial, y luego en el manuscrito
y en las posteriores copias a máquina, el pasaje leía:
—Oh, no, no si no nos complace. Pero sigue siendo un Bolsón, mi precioso, sí, un Bolsón. Un Bolsón lo
robó.
—No, no lo robó: fue un regalo.
—Sí, lo robó. Nunca se lo dimos, nunca. Lo encontró y no dijo nada, nada. Odiamos a los Bolsón. [136]
Por último, en el manuscrito y las siguientes copias a máquina, el capítulo terminaba con las palabras: «La
noche caía cuando se arrastraron fuera del foso y se deslizaron lentamente por la tierra muerta» (DT 332). Todo lo
que sigue en DT, describiendo la amenaza del Espectro del Anillo que pasa volando invisible en el crepúsculo y
de nuevo después de la medianoche, y la postración de Gollum, se añadieron a las copias mecanografiadas en una
fase posterior (véase Nota sobre la cronología más abajo).
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[134]
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Nota sobre la cronología
[139]
Según el estado de la historia en la conclusión de este capítulo, pero antes de que se le realizaran los cambios
correspondientes a la etapa posterior, la cronología era como sigue (a partir de la fecha 1 de febrero, cuando Frodo
y Sam bajaron de Emyn Muil, p. 120):
Los dos breves esquemas temporales cuyo comienzo se da en la p. 120 exponen esta cronología con exactitud.
El esquema B se escribió aparentemente cuando la historia ya había alcanzado la partida de Henneth Annûn, pero
A acompañaba a la redacción del presente capítulo y apenas se extiende mucho más. Resulta notable que en A los
viajes reales que hicieron estén numerados (como los he numerado yo en la cronología antes transcrita), y bien
puede ser que el «3» junto a febrero 3 explique la declaración citada más arriba: «Así transcurrió la tercera jornada
del viaje en compañía de Gollum», pues era la tercera jornada, no el tercer día.
Los dos esquemas aluden al vuelo del Nazgûl. En B, bajo febrero 3, «el Nazgûl pasa sobre las ciénagas y va a
Isengard», con una adición posterior «y llega allí alrededor de la medianoche». Esto resulta difícil de entender,
porque ya en el manuscrito acabado «era noche cerrada cuando por fin volvieron a pisar suelo firme», y eso fue
antes del cambio en el clima y del vuelo del Nazgûl. En A se dice que «el Nazgûl pasa a primera hora, antes del
amanecer» (de febrero 4), lo que concuerda con el texto del capítulo; pero Théoden y Gandalf y su compañía
dejaron Isengard la noche del 3 de febrero, y acamparon bajo Dol Baran (por encima del cual pasó el Nazgûl)
aquella noche, de modo que esto ofrece igual dificultad.
En las notas de octubre de 1944 (véase p. 120) mi padre comentó, bajo el [140] encabezamiento «A través de
las Ciénagas», que «el Nazgûl de las Ciénagas no puede ser el mismo que voló sobre Dolbaran», e indicó que el
pasaje relevante de ese capítulo, y también el del final de «La Palantír», debían modificarse. Así pues, debió de
ser en esta época cuando se alteró la descripción del vuelo del Nazgûl sobre los pantanos: dio media vuelta y
regresó a Mordor (p. 130); mientras que al mismo tiempo, en «La Palantír», las palabras originales de Gandalf a
Pippin «Te podría haber llevado a la Torre Oscura» (p. 95) se ampliaron con la posterior pregunta de Pippin:
«Pero no venía por mí, ¿verdad?» y la respuesta de Gandalf: «Por supuesto que no. Son 200 leguas o más en vuelo
recto desde Baraddur a Orthanc, e incluso a un Nazgûl le llevaría algunas horas recorrerlas, o eso supongo… no lo
sé. Pero está claro que Saruman miró en la piedra después del ataque de los orcos, y no dudo que le han leído más
pensamientos secretos de los que él pretendía. Han enviado a un mensajero para que averigüe qué está haciendo
…».
El esquema S (en el que las fechas del viaje de Frodo son un día anteriores a las de A y B, véase p. 121) tiene
la siguiente cronología:
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En las notas que acompañan a los cambios realizados en octubre de 1944, mi padre indicó también que «el
primer Nazgûl» debía pasar sobre Frodo y sus compañeros al crepúsculo (5 de la tarde) de la noche del 3 de
febrero «justo cuando están a punto de irse de los montículos de escoria», y llegan a Dol Baran a eso de las 11 de
la noche. «El segundo Nazgûl, enviado después de que Pippin usara la Piedra», sale de Mordor alrededor de la una
de la madrugada de la noche de feb. 3-4, debía volar sobre Frodo al final del capítulo «A través de las ciénagas»
antes de que llegue a Morannon. Este Nazgûl sobrevolará Edoras el 4 de febrero, unas seis horas después. «Pero
los dos pueden pasar muy alto y sólo provocarles un leve desasosiego».
El esquema S es confuso en el tema del vuelo de los Nazgûl, ofreciendo diferentes formulaciones, pero en el
resultado concuerda bien con las notas recién citadas; sin embargo, aquí el segundo Nazgûl abandona Mordor «a
las 11 de la noche» o «alrededor de la medianoche», y «explora la llanura y pasa sobre Edoras a las ? 8 de la
mañana». Estos movimientos concuerdan muy bien con la conclusión añadida a «A través de las ciénagas»
(DT 332; véase p. 136), que supongo se introdujo en esta época. Así pues, el Espectro del Anillo que no vieron y
que pasó encima de ellos poco después de que salieran del foso entre los montículos de escoria, «yendo quizás en
una veloz misión desde Barad-dûr», fue el que pasó seis horas después sobre Dol Baran (de camino a [141]
Orthanc «para que averigüe qué está haciendo [Saruman]»); y el que los sobrevoló alrededor de la medianoche,
«apresurándose con terrible velocidad hacia el oeste», fue el enviado después de que Pippin mirara en la palantír.
En la cronología definitiva según aparece en La Cuenta de los Años, se añadieron dos días al viaje al
Morannon, durante los cuales Frodo y sus compañeros atravesaron los «áridos marjales de las Tierras de Nadie»
(véase p. 133):
Así pues, según la cronología definitiva, ni el Nazgûl invisible que pasó muy alto al final del capítulo «A
través de las ciénagas» (al anochecer del 4 de marzo, y de nuevo una hora después de la medianoche) puede haber
sido el que pasó sobre Dol Baran la noche del 5 de marzo, ni el que sobrevoló Edoras en la mañana del 6 de
marzo. Una cronología rigurosa condujo a esta frustrante conclusión.
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III
LA PUERTA NEGRA ESTÁ CERRADA
[144]
Ya he citado (p. 123) la carta de mi padre de abril de 1944 en la que dijo que «casi he completado» el capítulo que
él llamó «Puertas de la Tierra de las Sombras». Como en la primera copia en limpio del manuscrito de este
capítulo el texto continúa sin interrupción por lo que más tarde se llamó «Hierbas aromáticas y guiso de conejo»,
probablemente en esa fecha había llegado bastante más allá del punto en que «La Puerta Negra está cerrada»
termina en DT (con la decisión de Frodo de tomar el camino del sur); y sus palabras del día 26 lo confirman
(continuación de una carta comenzada el 24 de abril, Cartas, n.º 63): «¡A esta altura tengo necesidad de saber
cuánto más tarde sale la luna cada noche mientras avanza hacia la plenitud y cómo guisar un conejo!».
He limitado mi narración a la parte del nuevo capítulo que corresponde a «La Puerta Negra está cerrada». Se
trata de un fragmento de la historia que en su mayor parte se «escribió solo», y no hay gran cosa que comentar
sobre su evolución; además, se alcanzó de una manera mucho más ordenada que lo habitual durante mucho
tiempo. Tenemos un borrador inicial continuo, fácilmente legible casi en su totalidad, que de hecho se extiende
hasta el punto en que «La Puerta Negra está cerrada» termina en DT, y luego se convierte en un breve esbozo que
lleva a Frodo, Sam y Gollum a la Encrucijada y a subir las Escaleras de Kirith Ungol, lo que demuestra que en esa
época mi padre no tenía idea de lo que les ocurriría en el camino del sur. Tituló el borrador «Kirith Ungol» (el
título original de «A través de las ciénagas», p. 123), convencido de que podría hacerlos llegar hasta allí en este
nuevo capítulo (pero el significado de «Kirith Ungol» era ahora distinto del que tenía cuando se lo dio en el
capítulo anterior, véase p. 125).
Al borrador le siguió una copia en limpio del manuscrito (en este capítulo llamado «el manuscrito», para
distinguirlo del «borrador») que, como ya he dicho, se extiende sin interrupción por «Hierbas aromáticas y guiso
de conejo», y de nuevo el primer título del capítulo era «Kirith Ungol», sustituido por «Las Puertas del País de la
Sombra» (el título que usó mi padre en su carta del 23 de abril), y luego por «Kirith [143] Gorgor: La Puerta
Negra está cerrada». En alguna fase, y por alguna razón, realizó otro manuscrito del capítulo (que termina en el
mismo punto que DT) con su más hermosa letra, y éste fue el que se transcribió en la primera copia a máquina. El
número del capítulo es XXXIV.
En el (primer) manuscrito, el texto es igual al de DT en casi todos los puntos con pocas dudas en la escritura;
pero los nombres que aparecen en la región sufrieron muchos más cambios. El comienzo del relato referente a las
defensas de Mordor y a su historia, difirió en algunos detalles respecto a la versión de DT (p. 333). Las palabras
que siguen a «Pero el poderío de Gondor declinó, y los hombres durmieron»: y durante largos años las torres
estuvieron vacías, están ausentes.[144] El párrafo que comienza con «A la entrada del desfiladero, de pared a
pared, el Señor Oscuro había construido un parapeto de piedra. En él había una única puerta de hierro, y en el
camino de ronda los centinelas montaban guardia» tenía originalmente esta forma, tanto en el borrador como en el
manuscrito:
Ningún parapeto, ni pared ni barrotes de piedra o hierro atravesaba el Morannon;[145] pues la roca a ambos
lados fue perforada y horadada y convertida en cientos de cavernas y de agujeros de gusanos. Una hueste de
orcos acechaba allí. … (etc. como en DT).
Esto se cambió en el manuscrito, tan pronto como se escribió, por el texto de DT, introduciendo el parapeto de
piedra y la única puerta de hierro; de esta manera se ve que hasta este momento la «Puerta Negra» era el nombre
del mismo paso.[146] También al comienzo del pasaje, donde DT reza «y entre esos brazos corría una garganta
profunda. Era Cirith Gorgor, el Paso de los Espectros, la entrada al territorio del Enemigo», tanto el borrador
como el manuscrito dicen «entre esos brazos había una garganta larga. Era el Morannon, la Puerta Negra, la
entrada al territorio del Enemigo». Cuando se introdujo el parapeto y la puerta de hierro, esto se cambió en el
manuscrito por «Era Kirith Gorgor, el Paso Terrible, la entrada al territorio del Enemigo».[147]
En el borrador las Montañas de la Sombra todavía se llamaban las Dúath, igual que en el Primer Mapa (Mapa
III, TI 363); en el manuscrito el nombre es Hebel Dúath, sustituido luego por Ephel Dúath (véase TI 361).[148]
Los «Dientes de Mordor» se llaman en el borrador Nelig Morn (cf. Nelig Morn > Nelig Myrn, p. 133);[149] en el
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manuscrito son Naglath Morn, que con posterioridad se tachó y no fue sustituido.
Es conveniente señalar aquí unos detalles más respecto a los nombres que aparecen en este capítulo. El
nombre Elostirion por Osgiliath, usado en el manuscrito en limpio de «La Palantír» que se había redactado en
abril (p. 99 y nota 115), se mantuvo en el borrador[150] y en el [144] manuscrito siguiente de «La Puerta Negra
está cerrada», aunque en este último Osgiliath se sustituyó más tarde (DT 340). El nombre de la fortaleza de
Sauron en El Bosque Negro sigue siendo Dol Dúghol, el cambio por Dol Guldur se realizó en una fase muy tardía.
[151]
Hay un vestigio curioso en el nombre Buenchico escrito a lápiz sobre Gamyi en el comentario de Sam: «Y lo
que vaya a hacer ahora está más allá del entendimiento de un Gamyi» (DT 337). En la carta que me escribió el 31
de mayo de 1944 (Cartas, n.º 72), mi padre dijo:
Sam, entre paréntesis, no es la abreviatura de Samuel, sino de Samsagaz (Medio-tonto en Inglés Antiguo),
como el nombre de su padre es el Gaffer (Ham) en Inglés Antiguo Hamfast o Stayathome [Quedadoencasa].
Los hobbits de esta clase tienen por lo general nombres muy sajones; y no estoy verdaderamente satisfecho
con el sobrenombre Gamyi y lo habría reemplazado por Buenchico si pensara que tú me lo permitirías.
Contesté que jamás desearía ver Gamyi sustituido por Buenchico, e insistí (sin comprender en absoluto su punto
de vista) en que el nombre Gamyi era para mí la expresión esencial de la «rusticidad hobbit» en su aspecto
«ligeramente cómico», muy importante para el conjunto de la obra. Lo menciono para explicar los posteriores
comentarios de mi padre sobre el tema (28 de julio de 1944, Cartas, n.º 76):
En cuanto a Sam Gamyi: estoy del todo de acuerdo con lo que dices, y no soñaría siquiera en alterar su
nombre sin tu aprobación; pero el objeto de la alteración era precisamente destacar la comicidad, la rusticidad
y, si quieres, el inglesismo de esta joya entre los hobbits. Si lo hubiera pensado al principio, le habría dado a
todos los hobbits nombres muy ingleses que estuvieran a la altura de la comarca. … Dudo de que sea inglés
[es decir, el nombre Gamyi]. … Sin embargo, diría que todo lo que uno imagina del personaje está asociado a
ese nombre.
—No lo dudo, pero aun así no podemos ir por tu camino que sube y pasar el día
con la gente de las puertas y preguntar si vamos bien para la Torre Oscura. No tiene
sentido —dijo Sam—. Bien podríamos hacerlo aquí, y ahorrarnos una larga caminata.
Así pues, su burla de Gollum («¿Has estado hablando con Él recientemente? ¿O te has codeado con los
orcos?»), y la respuesta de Gollum («No bueno el hobbit, no sensato…») están ausentes. Con el texto ampliado
(que se introdujo más tarde en el manuscrito) aparece la segunda referencia a «los Centinelas Silenciosos» (y el
sarcasmo de Sam: «¿O son demasiado silenciosos para responder?»).
El breve texto dado en la p. 133 y reproducido con el dibujo que lo acompaña en la p. 134, en el que Kirith
Ungol se halla «bajo la sombra de Minas Morgul», y en el que Frodo y Sam llegan a entrar en Minas Morgul,
revela que muy poco antes del momento que hemos alcanzado, la historia y geografía posteriores seguían sin
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aparecer. Pero la concepción de las entradas a Mordor evolucionaba muy rápidamente, y el borrador original de
«La Puerta Negra está cerrada» revela otro cambio importante. La conversación que sigue a los comentarios de
Sam sobre lo inútil de recorrer un largo trecho hacia el sur sólo para encontrarse con que también es imposible
entrar sin ser vistos (DT 343), en el borrador era de la siguiente manera:
—No hagas bromas sobre eso —siseó Gollum—. Sed hobbits sensatos. No es
nada sensato tratar de entrar en Mordor, nada [146] sensato. Pero si el amo dice iré o
debo ir, entonces tiene que buscar algún camino. Pero no ir a la ciudad terrible. Aquí
es donde Smeagol ayuda. Él descubrió, él lo conoce… si aún está ahí.
—¿Qué descubriste? —preguntó Frodo.
—Una escalera y un sendero que suben hasta la montaña al sur del paso —dijo
Gollum—, y después un túnel, y luego más escaleras y una hendidura muy por
encima del paso principal: y fue por ese camino por donde Smeagol salió de Mordor
hace mucho tiempo. Pero puede [? haber desaparecido]…
—¿No está vigilado? —preguntó Sam con incredulidad, y creyó ver un súbito
resplandor en el ojo de Gollum.
—Sí, quizá —dijo él—, pero debemos intentarlo. No hay otro camino —y ya no
quiso hablar más.
No fue capaz o no quiso decir el nombre de ese lugar peligroso y del paso alto. Se
llamaba Kirith Ungol, mas los hobbits no lo sabían, y tampoco el significado de ese
terrible nombre.
En la primera versión del manuscrito siguiente esto no se cambió mucho (el sendero y la escalera aún se
hallan al «sur del paso»); el pasaje en el que Frodo interviene y cuestiona la historia de que Gollum hubiera
escapado de Mordor, citando la opinión de Aragorn al respecto, se añadió con posterioridad en un anexo al
manuscrito.[154]
Así pues, Kirith Ungol ha dejado de ser el paso guardado por Minas Morgul, como en el texto dado en la
p. 133, y se ha convertido en una escalera que sube muy por encima; sin embargo, es difícil decir lo que mi padre
pensaba del desarrollo posterior de la historia en esta época. En el texto de la p. 135, Frodo y Sam «entraron en
Minas Morgul», lo que sugiere que la historia de la captura de Frodo en «La historia prevista desde Lórien» se
había abandonado temporalmente; pero no queda claro por qué tendrían que entrar en «la ciudad terrible». No
obstante, con la nueva geografía parece que evitarían Minas Morgul, cruzando las montañas muy por encima de
ella. ¿Significa esto que la Torre de Kirith Ungol ya había sido concebida?
Nada en el borrador o el manuscrito demuestra que sí, aunque esto no constituye una prueba, ya que en todos
los textos del borrador original Gollum se niega a decir con claridad si Kirith Ungol está vigilada (cf. «Las
Escaleras de Cirith Ungol», DT 443: «una torre negra que dominaba el paso de salida. —¡El aspecto no me gusta
nada! —dijo Sam—. De modo que en resumidas cuentas tu camino secreto está vigilado —gruñó, volviéndose a
Gollum»). El resplandor en el ojo de Gollum [147] que Sam vislumbró cuando le preguntó si estaba vigilada debe
significar que Gollum sí lo sabía, pero no indica en absoluto que la guardara una torre. Estoy seguro de que
Gollum pensaba en las arañas (en esta fase evolutiva de la historia). La única otra evidencia se encuentra en el
esbozo que concluye el borrador original de «La Puerta Negra está cerrada»:
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fin, tarde en la tercera [el tercer día de su viaje a la luz diurna >] noche del viaje
desde el Morannon llegan a la encrucijada y salen del bosque.
Ven la luna brillando sobre Minas Ithil Minas Morghul.
Suben la primera escalera a salvo. Pero el túnel está negro, con telarañas … se
abren camino y llegan hasta la segunda escalera. Ellos [? habían] llegan [llegado] a
Kirith Ungol. Las arañas se despiertan y los persiguen. Están extenuados.
Desde luego, esto no implica que las arañas fueran el único peligro con el que se enfrentaron al tomar el camino
de Kirith Ungol, pero es posible que lo sugiera.
Sea como fuere, y dejando abierta la cuestión de si mi padre ya había decidido en esta fase que Kirith Ungol
estuviera vigilada por su propia torre, sería interesante saber si dicha decisión se tomó al introducir en el
manuscrito las referencias de Gollum a «los Centinelas Silenciosos». Los Centinelas, llamados «los Vigías», ya
habían aparecido en «La historia prevista desde Lórien» (véase TI 397-399, 401 y nota 453), donde, por supuesto,
eran los vigilantes de Minas Morgul. Aquí Gollum también habla de Minas Morgul (en este punto del capítulo ni
siquiera ha mencionado la existencia de Kirith Ungol). Parecería más bien extraño que mi padre introdujera estas
referencias a los Centinelas Silenciosos de Minas Morgul si ya había decidido que de hecho los encontrarían en la
Torre de Kirith Ungol, lo que da pie a pensar que cuando los escribió en el texto la idea de esa torre no había
surgido aún. Pero se trata de una mera suposición.[155] [148]
El episodio que narra dónde estaba Gandalf mientras Frodo y sus compañeros se ocultaban en la concavidad
ante la Puerta Negra sufrió muchos cambios. El borrador original dice:
Quizás Aragorn se lo podría haber contado, Gandalf les podría haber advertido, pero
Gandalf se encontraba ? cabalgando sobre la verde [? llanura] de Rohan a lomos de
Sombragrís subiendo el camino hacia las puertas vigiladas de Minas Tirith y Aragorn
marchaba a la cabeza de muchos hombres hacia la guerra.
Esto parece ofrecer dos respuestas distintas a la pregunta: ¿dónde estaba Gandalf? En el manuscrito pasa a ser:
… y Gandalf estaba entre las ruinas de Isengard, en lucha con Saruman, retenido por
traición. No obstante, en el momento mismo en que decía a Saruman unas últimas
El lejano vuelo del Nazgûl (DT 345-346) y la llegada de los sureños que observa y menciona Gollum, no
difieren en el texto del borrador en ningún punto esencial del texto definitivo (excepto en que es Gollum quien los
llama Endrinos); pero el verso de Sam sobre el Olifante no se hallaba presente. De él hay abundantes redacciones
toscas y un texto preliminar anteriores a su incorporación al manuscrito; además, mi padre me lo copió en una
carta escrita el 30 de abril de 1944 (Cartas, n.º 64), cuando la historia había alcanzado el final de lo que se
convirtió en «Hierbas aromáticas y guiso de conejo», diciendo: «Sueltan un gran elefante de tamaño prehistórico,
un elefante de guerra de los Endrinos, y Sam cumple un deseo de toda la vida: ver a un Olifante, un animal sobre
el que existe una canción infantil entre los hobbits (aunque comúnmente se le suponía mítico)».[156]
[153]
De este capítulo, que se escribió como continuación de «La Puerta Negra está cerrada» y sólo se separó de él y se
numeró «XXXV» una vez acabado, existe una buena cantidad de (discontinuos) borradores iniciales, algunos
ilegibles, y un manuscrito acabado, parte del cual es la propia composición preliminar. Como en el capítulo
anterior, he dividido los textos en «borrador» y «manuscrito» (en este caso jamás se realizó otro manuscrito, véase
p. 142).
El 24 de abril de 1944, en una carta para mí, ya citada (p. 142), mi padre dijo que el día anterior «luché con un
pasaje recalcitrante de “El Anillo”», y luego prosiguió para decir que «¡A esta altura tengo necesidad de saber
cuánto más tarde sale la luna cada noche mientras avanza hacia la plenitud y cómo guisar un conejo!». Gracias a
los borradores y al manuscrito es fácil reconocer el pasaje recalcitrante: el viaje hacia el sur hasta el punto en que
los pensamientos de Sam se volcaron en la posibilidad de encontrar comida más apetitosa que el pan de viaje de
los Elfos (DT 355).
El borrador original comienza de este modo:
Descansaron durante las pocas horas de luz que quedaban, comieron un poco y
bebieron unos sorbos, aunque tenían la esperanza de conseguir pronto agua en los
arroyos que bajaban al Anduin desde Hebel Dúath. Cuando la oscuridad se acentuó
emprendieron la marcha. La luna no salió hasta tarde y pronto oscureció. Tras unas
pocas millas sobre pendientes quebradas y [? terreno] difícil se dirigieron al camino
del sur, pues tenían que avanzar con rapidez. Con los oídos aguzados y atentos a los
sonidos de un pie o un casco en el camino, tanto por detrás como por delante …
Después de la descripción del camino, que se conservaba en buen estado bajo el Morannon pero más al sur lo
invadía la maleza, el borrador inicial se acaba, y es probable que en este punto mi padre comenzara la escritura del
manuscrito. Aquí aparece la única luz roja en [154] las Torres de los Dientes, pero la perdieron de vista pasadas
sólo unas pocas millas, «girando hacia el sur alrededor de una estribación grande y oscura de las montañas más
bajas», mientras que en DT fue «cuando la noche envejecía y el cansancio empezaba a vencerlos».[157] En este
texto llegaron a las tierras menos desnudas, con pendientes cubiertas de árboles, durante esa primera noche, y los
arbustos que en DT los hobbits desconocían (siendo extraños para ellos) aquí eran «irreconocibles en la
oscuridad». Después de un breve descanso alrededor de la medianoche, Gollum los hizo bajar al camino del sur,
cuya descripción sigue.
Es difícil determinar el orden exacto en que se escribieron los borradores y el manuscrito, pero creo que
probablemente fue en este punto cuando mi padre escribió un esbozo muy breve de la historia futura, junto con
notas sobre los nombres. Es frustrante que a veces los intentos por descifrar su caligrafía hayan resultado inútiles.
La palabra negación me hace pensar en la descripción de los Pilares de los Reyes en «El Río Grande» (CA 543),
donde en el primer borrador del pasaje (TI 421) «La mano izquierda de cada uno estaba alzada al lado de la
cabeza, mostrando la palma en un ademán de [? advertencia] y negativa».[162]
Del texto se deduce que en ese momento la aparición de Faramir y de la Ventana en el Oeste no estaba
prevista en absoluto, mientras que por otro lado la estatua rota en la Encrucijada ya se hallaba presente.
A mi parecer, la siguiente fase evolutiva del «pasaje recalcitrante» se encuentra en lo que sigue en el
manuscrito a la descripción del camino del sur:
Después de los esfuerzos y peligros que acababan de soportar, los días que
pasaron en el camino parecieron casi agradables, aunque los rodeaba el miedo y por
delante tenían la oscuridad. El tiempo ahora era bueno, a pesar de que el viento que
soplaba del noroeste sobre las lejanas Montañas Nubladas era cortante. Cruzaron las
fronteras septentrionales de la tierra que antaño los hombres llamaban Ithilien, un
país hermoso con lomas boscosas y rápidos arroyos descendentes. Según los cálculos
de Gollum había unas treinta leguas desde el Morannon hasta la encrucijada en lo alto
de Elostirion, y esperaba cubrir esa distancia en tres etapas. Pero quizá la distancia
era mayor o ellos marchaban más despacio que lo que él esperaba, porque al final de
la tercera noche no habían llegado.
Este pasaje se rechazó en seguida, pero antes «treinta leguas» se sustituyó por «veinte», y fue tal vez en ese
momento cuando se añadió una oración en un punto anterior, tras «Gollum opinaba que la marcha era demasiado
lenta» (DT 351): «Según él había veinte leguas desde el Morannon hasta la encrucijada en lo alto de Osgiliath,
[163]
y esperaba que cubrieran esa distancia en tres etapas» (donde DT dice «casi treinta leguas» y «cuatro
etapas»).
En este momento, si he acertado con el orden cronológico, decidió que estaba tratando el viaje desde el
Morannon a la Encrucijada con demasiada precipitación; y su siguiente paso, en la misma página del manuscrito,
fue regresar a la primera noche (la del 5 de febrero):
Toda aquella noche siguieron la laboriosa marcha. Al primer indicio del día se
detuvieron, y se refugiaron bajo el reparo de una mata de viejos y cobrizos helechos a
la sombra de oscuros pinos. No lejos bajaba el agua, fría de las colinas y buena para
beber.
Durante la caminata, Sam había estado pensando seriamente en la comida. Ahora
que la desesperación de la Puerta infranqueable había quedado atrás, no se sentía tan
inclinado como su amo a no preocuparse por su subsistencia hasta después de haber
llevado a cabo su misión; y de todos modos consideraba prudente economizar el pan
élflco para días más aciagos. Habían pasado al menos dos desde que viera que les
quedaban provisiones sólo para tres semanas.[165] «Tendremos suerte si, al paso que
vamos, llegamos al Fuego en ese tiempo», pensó. «Y tal vez querremos regresar. Tal
vez». Además, al cabo de [? su] larga noche de marcha sentía más hambre que nunca.
Pensando en todo eso se volvió para buscar a Gollum. Gollum se escabullía
deslizándose a cuatro patas por entre los helechos. [157]
—¡Eh! —dijo Sam—. ¿Adónde vas? ¿De caza? A ver, amigo mío, no te gusta
nuestra comida, pero si pudieras encontrar algo adecuado para que un hobbit coma, te
estaría agradecido.
Sí, ssí.
Gollum trae 2 conejos. Furioso por el fuego (a) miedo (b) ira porque se arruinen
los preciosos y jugosos conejos. Frodo lo tranquiliza (¿promesa de pescado?).
Noche de luna llena y visión del Anduin.
Tercera noche. No llegan a la encrucijada. [? Tratando] de apresurarse viajan de
día por el bosque. Llegan a la encrucijada y la escudriñan a través de la maleza.
El rey decapitado con una cabeza de escarnio hecha por orcos y con garabatos
encima.
Esa noche giraron a la izquierda. Visión de Minas Morghul bajo la luna en lo alto
de un entrante.[166]
Aquí termina el texto; el borrador que lo sigue comienza exactamente en el mismo lugar, y en él la historia del
guiso evoluciona hasta casi alcanzar la forma definitiva. En una de las páginas de este texto mi padre escribió una
nota a lápiz: «Describir laureles y hierbas aromáticas mientras marchan». Por ende, fue la preparación de los
conejos lo que llevó a describir los matorrales y hierbas de Ithilien (DT 353-354), «que, según parece, es una
tierra adorable», tal como dijo en la carta del 30 de abril de 1944 (Cartas, n.º 64).
En aquel momento regresó a la copia en limpio del manuscrito y sin cambiar —ni entonces ni después— el
comienzo del capítulo, escribió la historia casi tal como está en DT 352 ss. (desde «Cruzaron así las marcas
septentrionales de ese país que los hombres llamaban antaño Ithilien»). Así pues, en esta fase, la cronología del
viaje era la siguiente:
Con la introducción de un largo anexo en el siguiente texto mecanografiado, se insertaron un día y una noche
adicionales en el viaje entre el Morannon y el lugar donde cocina Sam (véase Nota sobre la cronología al final de
este capítulo). Al amanecer de ese día añadido se [158] encontraron en una región menos yerma y con brezales, y
pasaron el día escondidos en la espesura de un brezal (DT 351-352); al anochecer partieron de nuevo, y sólo
entonces tomaron el camino del sur.
Al final del episodio de «Guiso de conejo» hay un breve esbozo en el manuscrito sobre la historia futura,
escrito a lápiz con tanta rapidez que me resulta imposible leerlo todo; pero se puede ver que Sam averigua que
Gollum no está; apaga el fuego y baja corriendo a lavar los cacharros; oye voces y de pronto ve a un par de
hombres persiguiendo a Gollum. Gollum los evita y desaparece en un matorral enmarañado. Éstos continúan
colina arriba y Sam los oye reír. «No era un orco», comenta uno. Sam vuelve sigilosamente al lado de Frodo,
quien también ha oído voces y se ha escondido, y ven a muchos hombres trepando despacio hacia el camino.
Otra página que encontré aparte parece ser con bastante probabilidad la continuación de este esbozo, y resulta
igual de difícil de leer. Parece que hay una descripción de hombres como Boromir, vestidos con un verde más
claro, armados con cuchillos; los hobbits se preguntan quiénes son, convencidos de que no se trata de
exploradores de Sauron. Aparece la lucha en el camino entre los hombres de Harad y los hombres de Minas Tirith;
luego sigue:
Un hombre de Tirith se desploma herido por el montículo y cae sobre ellos. Frodo
se le acerca y el hombre grita orco y trata de … pero cae muerto gritando
«¡Gondor!». Los hombres de Harad repelen a los Gondorianos colina [? abajo]. Los
hobbits se alejan sigilosamente por los matorrales. Por último trepan a un árbol. Ven
cómo los Gondorianos luchan y al final ganan. Al anochecer Gollum trepa hasta
ellos. Maldice a Sam por [? atraer enemigos]. No se atreven a volver al camino, sino
que caminan por los claros silvestres de Ithilien esa noche. Ven Luna Llena. No se
encuentran con nadie más.
Bastante más adelante llegan al camino de Osgiliath, y deben regresar dando un
largo [? rodeo] al Este. Espeso bosque de encinas. Gollum sigue de día. La noche del
tercer día llegan al Cruce de Caminos. Ven la estatua rota.[167]
La historia de la emboscada[168] de los hombres del Sur parece no tener continuación en esta fase. Pero desde
el punto en que empieza el esbozo (cuando Sam le dice a Gollum que queda algo de conejo por si decide cambiar
de idea, pero descubre que ha desaparecido, DT 361), la forma definitiva de la historia, que en parte ha
sobrevivido [159] en toscos borradores, se alcanzó sin vacilaciones; aunque, no obstante, con una diferencia
importante: el líder de los Gondorianos no era Faramir, hermano de Boromir. En ese momento era Falborn hijo de
Anborn (y siguió siéndolo en el manuscrito). Mablung y Damrod, los dos hombres que se quedaron a vigilar a
Frodo y Sam,[169] les contaron que Falborn era pariente de Boromir, y que él y ellos «eran Montaraces de Ithilien;
pues descendían de gentes que habitaran antaño en Ithilien, antes de la invasión» (cf. DT 366).
En cuanto a lo demás, la conversación de Falborn con Frodo y Sam es casi idéntica a la que tiene lugar con
Faramir en DT.[170] Mablung y Damrod usaron «a veces el Habla Común, pero a la manera de los días antiguos, a
veces otro idioma propio», aunque la descripción de ese otro idioma (DT 366) se añadió a la copia a máquina que
siguió al manuscrito en algún momento posterior. El relato de los Sureños apenas difiere de la versión definitiva,
pero donde Mablung en DT (p. 367) habla de «Esos malditos Sureños», en el manuscrito dice «Esos malditos
Barangils, pues así los llamamos» (después sustituido por las palabras posteriores). El nombre Barangils está
escrito en el Primer Mapa junto a Endrinos (véase Mapa III, TI 363).
La descripción del Olifante no se modificó nunca salvo en el nombre con el que las grandes bestias se
conocían en Gondor (Mûmak en DT). En el borrador original, Mablung[171] gritó ¡Andabund!, la forma original
del manuscrito. Se cambió por Andrabonn,[172] luego por Múmund. Éstos fueron cambios inmediatos, pues unas
[«El Anillo»] está creciendo y brotando otra vez … y expandiéndose de modos inesperados. Hasta ahora en
los nuevos capítulos Frodo y Sam han atravesado Sarn Gebir,[173] han descendido del acantilado, y han
encontrado y temporalmente domesticado a Gollum. Con su guía han cruzado las Ciénagas de los Muertos y
los montones de escoria de Mordor; se han escondido fuera de las puertas principales y las han encontrado
impenetrables, por lo que se pusieron a la busca de una entrada más secreta cerca de [160] Minas Morghul (ex
M. Ithil). Resultará ser la mortal Kirith Ungol, y Gollum actuará con engaño. Pero por el momento se
encuentran en Ithilien (que, según parece, es una tierra adorable); ha habido allí un montón de molestias por
un conejo guisado; y han sido capturados por los Gondorianos y los han visto tender una emboscada a un
ejército Endrino (hombres oscuros del Sur) que marchaban en ayuda de Mordor. Se suelta un gran elefante de
tamaño prehistórico, un elefante de guerra de los Endrinos, y Sam ve gratificado un deseo de toda la vida: ver
a un Olifante … En el próximo capítulo llegarán a Kirith Ungol y Frodo será atrapado. … En conjunto, Sam
se comporta bien y vive a la altura de su reputación. Trata a Gollum más bien como Ariel a Caliban.
Como no mencionó la súbita e inesperada aparición de Faramir en escena hasta una semana después, me da la
impresión que cuando escribió esta carta había avanzado poco o nada más allá del fin del episodio del Olifante;
pues en el manuscrito del capítulo que se convirtió en «Hierbas aromáticas y guiso de conejo» el jefe de los
Gondorianos es Falborn, no Faramir, y aún no existe insinuación alguna de que fuera a desempeñar alguna
función posterior (cf. el esbozo en la p. 158).[174]
Este capítulo (incluyendo lo que se convirtió en «La Puerta Negra está cerrada») le fue leído a C. S. Lewis el
uno de mayo de 1944 (Cartas, n.º 65).
Éste es un lugar conveniente para plasmar las notas sobre los nombres que después se añadieron a la página
transcrita en la p. 154:
Cambiar Montañas Tenebrosas por las Montañas Blancas. Hebel [Orolos >] Huilos Nimr[ ? rais]
Sustituir el Morannon por Kirith Naglath Hendidura de los Dientes
Gorgor
Las dos Piedras de Reyes Sern Ubed (negación)
Sern Aranath
¿Rohar?
No Hebel sino Ephel. Et-pele > Eppele. Ephel-duath. Ephel [Nimras >] Nimrais. Ered Nimrath.
Con relación a Kirith Naglath cf. Naglath Morn, p. 143; y sobre la referencia a Sern Ubed y Sern Aranath
véase p. 154. Sobre el cambio de las Montañas Tenebrosas a Blancas véase TI 508.
(Día 3) Feb. 4 Frodo, Sam y Gollum llegan a las Tierras Áridas y a los Montículos de Escoria. Se quedan
allí durante el día y duermen. Por la noche avanzan 12 millas y llegan ante el Morannon el 5 de
febrero.
(Día 4) Feb. 5 Frodo, Sam y Gollum se ocultan durante todo el día. Por el sur cruzan a Ithilien al anochecer.
(Día 5) Feb. 6 Luna llena. Guiso de conejo. Frodo y Sam son capturados por Faramir. Pasan la noche en
Henneth Annûn.
(Día 3) Feb. 4 Gandalf y Pippin cruzan los Vados y llegan a la boca del Valle del Bajo alrededor de las 2.30
de la madrugada. [Añadido: y siguen cabalgando hasta el amanecer y luego descansan a reparo.
Emprenden de nuevo la marcha por la noche].
Théoden parte desde Dolbaran y llega al Abismo de Helm poco después del amanecer.
Frodo llega a las Tierras Áridas y a los Montículos de Escoria y permanece allí durante el día.
(Día 4) Feb. 5 Théoden deja el Abismo de Helm en el viaje de retorno. Aragorn sigue cabalgando con
Gimli y Legolas.
Gandalf abandona el sigilo y después de un breve descanso cabalga todo el día hacia Minas
Tirith. Pippin y él llegan a Minas Tirith a la puesta del sol.
Al amanecer del 5 de febrero Frodo llega ante el Morannon. Frodo, Sam y Gollum se ocultan
todo el día y cuando cae la noche parten hacia el sur, a Ithilien.
(Día 6) Feb. 6 Frodo y Sam en Ithilien. Son capturados por Faramir. Batalla con los Sureños. Frodo pasa la
noche en Henneth Annûn. [164]
(Día 3) Feb. 4 Gandalf y Pippin comienzan su viaje a Minas Tirith (cruzan los Vados y llegan a la boca del
Valle del Bajo alrededor de las 2 de la madrugada). Al amanecer llegan a Edoras (7.30). Gandalf,
por temor al Nazgûl, descansa todo el día. Da órdenes al grupo para que vaya a El Sagrario. El
Nazgûl vuelve a pasar sobre Rohan.
(Día 4) Feb. 5 Gandalf cabalga toda la noche del 4-5 y llega a Anórien. Pippin ve las almenaras arder en las
montañas. Ven a mensajeros marchando al Oeste.
Aragorn (con Legolas y Gimli) cabalga deprisa de noche (4-5) a El Sagrario a través de Edoras,
llegan a Edoras por la mañana y pasan al Valle Sagrado. Théoden, con Éomer y muchos hombres,
va por caminos de montaña por la falda meridional [sic] de las montañas hacia El Sagrario,
cabalgando despacio.
Al amanecer Frodo llega ante el Morannon. Cuando cae la noche, Frodo, con Sam y Gollum,
gira al sur, hacia Ithilien.
(Día 5) Feb. 6 Luna llena (sale a eso de las 9.20 de la noche y se pone alrededor de las 6.30 de la mañana el
7 de febrero). Gandalf cabalga toda la noche del 5-6 y avista Minas Tirith al amanecer del 6.
Théoden llega del oeste y entra en el Valle Sagrado unas millas por encima de El Sagrario, y
llega a El Sagrario antes del anochecer. Descubre que el acantonamiento ya está empezando.
Frodo y Sam en Ithilien; capturados por Faramir; batalla con los Sureños; noche en Henneth
Annûn.
Sobre la afirmación en el esquema D de que Théoden bajó al Valle Sagrado unas millas por encima de El
Sagrario véase p. 298. La luna llena del 6 de febrero es la luna llena del 1 de febrero de 1942, tal como se explica
en TI 432.
Se verá que las fechas de estos esquemas temporales tienen su origen en los esquemas A y B (véase p. 139),
según los cuales el día que Frodo pasó en los montículos de escoria fue el 4 de febrero y llegó ante el Morannon al
amanecer del 5 de febrero. Aunque es evidente que estos esquemas corresponden a 1944 y que se hicieron cuando
ya se había escrito el Libro Cuarto o gran parte de él (pp. 209, 259), está claro que son anteriores a los problemas
cronológicos que mi padre mencionó en sus cartas del 12 y 16 de octubre de 1944 (véase p. 120): pues en la
segunda de éstas dice que había realizado pocos cambios en el viaje de Frodo, «dos días desde Morannon a
Ithilien», y esta corrección no se halla presente en los esquemas C y D.
En aquella época el esquema D fue revisado para añadir un día al viaje desde el Morannon a Ithilien, lo que se
realizó revisando las fechas hacia atrás: así pues, Frodo llega ahora ante el Morannon el 4 de febrero, y el 5 está
«tendido en el brezal en los lindes de Ithilien» (véase p. 157 y DT 351); así pues, el episodio del guiso de conejo
aún tiene lugar el 6 de febrero. Como este esquema no comienza hasta el 4 de febrero, es imposible saber cómo se
adelantó la llegada ante el Morannon. [165]
Por lo tanto, es evidente que el esquema S se realizó de acuerdo con las modificaciones cronológicas del
12-16 de octubre de 1944: en S el día adicional del viaje desde el Morannon se hallaba presente desde el principio,
fechado el 5 de febrero (igual que en la revisión del esquema D), porque en este esquema la fecha de la Disolución
(Día 3) Feb. 3 Frodo etc. llegan a los montículos de escoria al amanecer, permanecen en una cavidad todo
el día, y prosiguen la marcha al caer la noche. El Nazgûl pasa volando alto de camino a Isengard
alrededor de las 5 de la tarde. Otro una hora después de medianoche.
Gandalf y la compañía dejan Isengard y acampan en Dolbaran. Episodio de la Piedra de
Orthanc. El Nazgûl sobrevuela a eso de las 11 de la noche.
(Día 4) Feb. 4 Frodo etc. llegan a la cañada a la vista del Morannon al alba, y permanecen escondidos allí
todo el día. Ven entrar a los hombres de Harad. Al anochecer emprenden el viaje hacia el sur.
Gandalf y Pippin cabalgan hacia el este. Avistan Edoras al amanecer. El Nazgûl pasa volando
sobre Edoras alrededor de las 8 de la mañana.
(Día 5) Feb. 5 Frodo etc. llegan a la zona fronteriza y se ocultan en un brezal, donde duermen todo el día.
Por la noche entran en Ithilien.
Gandalf entra en Anórien.
(Día 6) Feb. 6 Frodo etc. acampan en Ithilien. Episodio del guiso de conejo. Faramir captura a Frodo y lo
lleva a Henneth Annûn.
[Gandalf y Pippin llegan a Minas Tirith].
Las entradas originales concernientes a Gandalf el 5 y 6 de febrero en este esquema son ilegibles tras las palabras
«Gandalf entra en Anórien», porque más tarde se escribió sobre ellas, pero es evidente que, igual que en el
esquema D, Gandalf llegó a Minas Tirith al amanecer del 6 de febrero.
En este capítulo surge la referencia respecto de los movimientos de otros miembros de la Compañía original
en el pasaje desechado transcrito en la p. 155, que se interrumpe en el manuscrito pero acaba en la nota 164. En él,
escrito antes de que el episodio del guiso de conejo y la llegada de los hombres de Gondor se introdujeran en la
historia, Frodo caminaba con rumbo sur a través de Ithilien, y entrada la noche del 6-7 de febrero (la segunda de
este viaje) vio la luna llena hundiéndose en el oeste. A la luz vislumbró desde lejos las nieves del Monte
Mindolluin; y en ese mismo momento Gandalf caminaba «sumido en profundos pensamientos» bajo esa montaña
en Minas Tirith. Cuando cambió por completo la historia con la entrada de Faramir, fue desde Henneth Annûn,
antes del amanecer del 7, cuando Frodo vio la puesta de la luna llena de aquella noche, y en el borrador original de
«El estanque vedado» [166] aparecen sus tristes conjeturas sobre el destino de sus anteriores compañeros «de esas
vastas tierras nocturnas» (DT 403). Cuando esto se escribió la historia aún era que Gandalf y Pippin ya habían
llegado a Minas Tirith.
En la cronología definitiva las referencias se alteraron. Pippin, cabalgando con Gandalf a lomos de
Sombragrís, llegó a ver antes de quedarse dormido la noche del 7-8 de marzo «unas cumbres altas y blancas, que
centelleaban como islas flotantes por encima de las nubes a la luz de una luna que descendía en el poniente. Se
preguntó qué sería de Frodo, si ya habría llegado a Mordor, o si estaría muerto, sin sospechar que muy lejos de allí
Frodo contemplaba aquella misma luna que se escondía detrás de las montañas de Gondor antes de que clareara el
día» (El Retorno del Rey, p. 11). Aquélla era aún la noche que Frodo pasó en Henneth Annûn; pero ahora Gandalf
no llegó cabalgando al muro del Pelennor hasta el amanecer del nueve de marzo.
[167]
El 26 de abril de 1944 mi padre dijo (Cartas, n.º 63) que necesitaba saber cómo se guisaba un conejo; el 30
(n.º 64) escribió que «Se suelta un gran elefante de tamaño prehistórico, un elefante de guerra de los Endrinos»
(pero no menciona nada más); el 4 de mayo (n.º 65), tras leer un capítulo a C. S. Lewis el día 1, «me ocupo ahora
del siguiente»; y el 11 (n.º 67) dijo que le había leído su «cuarto capítulo nuevo (“Faramir”)» a Lewis y Williams
tres días antes.[175] Así pues, según parece, lo que después se llamó «Una ventana al oeste» se acabó en poco más
de una semana. Debieron de ser unos días de trabajo intenso y concentrado, pues tanto la longitud del capítulo
como los numerosos borradores y reestructuraciones de la historia son más que notables. Además, la complejidad
es muy grande, y a mí me ha llevado mucho más de una semana determinar su evolución e intentar describirla
aquí. En las páginas siguientes he analizado a fondo el desarrollo del capítulo ya que «Faramir» está relacionado
con otras partes de El Señor de los Anillos y las palabras de Faramir sobre la historia antigua tienen un interés
especial, sobre todo sus comentarios acerca de las lenguas de Gondor y el Habla Común (que desaparecieron sin
dejar rastro en Las Dos Torres).
Las diversas series de borradores que constituyen la historia del capítulo son tan confusas que, en los casos en
que parecía conveniente y con el fin de clarificar mi exposición, he empleado letras para distinguirlas. Sólo se
hizo un manuscrito, titulado «XXXVI. Faramir»:[176] es un texto nítido y bueno, poco corregido después, que
alcanzó la forma definitiva, aunque con algunas excepciones importantes. Debió de haber sido de este texto (que
en este capítulo llamo «el manuscrito acabado» o, sencillamente, «el manuscrito») que mi padre le leyó «Faramir»
a Lewis y a Williams el 8 de mayo de 1944. En esa época comenzaba en «—Duerme mientras puedas —le dijo
Mablung»: véase p. 163 nota 174.
El borrador original del final de lo que se convirtió en «Hierbas aromáticas y guiso de conejo», que llamaré
«A», continuaba tras las palabras de Sam «Bueno, si esto se ha terminado, me echaré un sueño» (DT 370) de este
modo: [168]
Sobre la fecha del 6 de febrero véanse pp. 163-165. El 31 de enero fue el día en que Gandalf llegó con Aragorn,
Legolas y Gimli a Edoras y partió con Théoden, cabalgando por los llanos al oeste (véanse pp. 12-13). Es evidente
que mi padre estaba calculando que un hombre que cabalgara 70 millas al día podría haber llevado en persona la
nueva de la muerte de Boromir a Minas Tirith antes de que Falborn y sus hombres dejaran la ciudad para cruzar el
río hacia Ithilien, pero decidió que eso no era lo que había pasado.
En este punto empezó un nuevo texto de borrador («B»), al principio escrito con letra clara, que se inicia con
las palabras de Mablung «—Duerme si quieres»,[178] y continúa como en el borrador original A (p. 168): por
ende, todavía no hay sugerencia alguna de que a los hobbits no se les permitiría seguir su camino (véase nota 174
del capítulo anterior), y el jefe de los hombres de Gondor sigue siendo Falborn. El nuevo texto sigue a A fielmente
(que más tarde sufrió muchas correcciones) casi hasta el final,[179] pero en el punto en que Frodo dice: «No
obstante, quienes afirman oponerse al Señor Oscuro harían bien en no entorpecerla», el diálogo avanza hasta el
mismo punto que en DT (p. 373): «El tono de Frodo era orgulloso, cualesquiera que fuesen sus sentimientos, y
Sam lo aprobó; pero no apaciguó a Falborn», y continúa [170] casi como en la versión definitiva, durante toda la
cauta conversación sobre Boromir, hasta las palabras de Frodo «Aunque hay ciertamente muchos peligros en el
mundo». Ante la respuesta de Falborn «Muchos en verdad, y la traición no es el menor», Sam no interviene en
este texto, y Falborn prosigue: «Pero tú has preguntado cómo sabemos que nuestro capitán está muerto. No lo
sabemos con certeza; no obstante, no lo ponemos en duda». Y le pregunta a Frodo si recuerda algo
particularmente notable que llevara Boromir entre sus avíos, y Frodo teme una trampa y reflexiona sobre el
peligro que corre, igual que en DT (pp. 375-376). Luego sigue:
La descripción de Falborn de cómo se encontraron las piezas del cuerno prosigue como en DT (p. 378),[180] y
termina con «Pero el crimen siempre sale a la luz, se dice»; luego, él continúa:
—No. Pero el hallazgo del cuerno tuvo lugar después de otra cosa más extraña —
dijo Falborn—. Y ese triste suceso me aconteció a mí, y a otros además [cambiado
por: No —dijo Falborn—. Pero el hallazgo del cuerno tuvo lugar después de otra
cosa más extraña que me aconteció a mí, y a otros además]. Me hallaba sentado de
noche a orillas de las aguas del Anduin, justo antes del primer cuarto de la luna, en la
oscuridad gris, observando la corriente siempre cambiante y el crujir de las tristes
cañas. …
La descripción del bote portando el cuerpo de Boromir se parece mucho a la de DT (p. 376), y es aquí,
extrañamente, cuando Falborn se convierte en el hermano de Boromir, aunque no cambia de nombre: «Era
Boromir, mi hermano muerto». Es como si hubiera entrado inconscientemente en el papel que había preparado
para él. ¿Qué otra cosa podía ser este capitán de Gondor, tan preocupado por la historia de Frodo y el destino de
Boromir? Resumiendo la evolución actual, mi padre escribió en su carta del 6 de mayo de 1944 (Cartas, n.º 66):
En la escena ha aparecido un nuevo personaje (estoy seguro de que no lo inventé, ni siquiera lo quería, aunque
me gusta, pero sencillamente se presentó caminando por los bosques de Ithilien): Faramir, el hermano de
Boromir …
Aquí concluye este segundo borrador,[181] y entonces mi padre continuó con una tercera versión («C»), que
empieza en el mismo punto que el borrador B (p. 169), con las palabras de Mablung «Duerme, si quieres», y no
llega más allá en el capítulo; pero C está escrito en trozos sueltos de papel, a menudo toscamente, no es continuo,
y de algunas partes de la historia tiene versiones divergentes. Por lo tanto, es [173] evidente que estas páginas
acompañaban al comienzo del manuscrito acabado.
Este tercer borrador C, en el que Falborn se convierte en Faramir,[182] conserva en gran medida la estructura
de B, pero al mismo tiempo la formulación de las frases se acerca considerablemente al diálogo inicial entre
Faramir y Frodo de DT (pp. 371-378). Se realizaron varios cambios complicados, sustituciones y se añadieron
conjunciones nuevas en la trama de este diálogo antes de que mi padre quedara satisfecho con su estructura, gran
parte de los cuales he decidido pasar por alto. Las diferencias esenciales respecto a la versión definitiva son que la
indignación de Sam no explota ante las palabras de Faramir «y la traición no es el menor», sino igual que en el
Unos bocetos esquemáticos muy toscos, a veces completamente ilegibles, muestran las primera ideas de mi
padre para su continuación. Uno de ellos, muy difícil de leer, comienza en el punto donde C termina el borrador,
con Faramir aún hablándole a Sam: «Pero vosotros no tenéis aspecto de los orcos, ni habláis como ellos, y en
verdad que Frodo, tu amo, tiene un aire que no logro …, quizás un aire élfico». En este texto Faramir no se
muestra dubitativo ni posterga su decisión, sino que concluye con firmeza: «Seréis bien tratados. Pero que no os
quepa la menor duda. Hasta que mi padre, Denethor, no os libere, sois prisioneros de Gondor. Si no queréis que os
maten, no intentéis escapar» (cf. el pasaje dado en la nota 181). Luego sigue:
Faramir dice que ya no tiene más dudas. Si es un juez de los hombres. Pero dice que
mucho [más] depende de ello de lo [176] que en un principio había creído. «Debería
—dijo— llevaros de vuelta a Minas Tirith, y si las cosas salieran mal me costaría la
vida. Pero todavía no lo decidiré. Sin embargo, debemos partir en seguida». Dio
algunas órdenes y los hombres se separaron en pequeños grupos y desaparecieron
entre los árboles. Mablung y Damrod se quedaron. «Ahora vendréis conmigo —dijo
—. Aunque quisierais no podríais ir por el camino. Y no podréis avanzar mucho pues
estáis cansados. También nosotros. Iremos a un campamento secreto que hay a 10
millas. Venid con nosotros. Antes de que amanezca tomaremos una decisión».
Ellos … Faramir habló. «No habláis con libertad. No fuisteis amistosos con
Boromir. Veo que S. G. piensa mal de él. Yo lo amaba; sin embargo, lo conocía bien.
El Daño de Isildur. Digo que eso se interpuso entre vosotros de algún modo. Las
reliquias no crean paz entre los compañeros. Historias antiguas».
—Y las historias antiguas nos enseñan a no hablar con indiscreción —dijo Frodo.
—Pero debéis saber que no todo lo que se sabe en Minas Tirith se dice en voz
alta. Por ello despedí a mis hombres. Gandalf estuvo aquí. Nosotros, los gobernantes,
sabemos que I[sildur] se llevó el Anillo Soberano. Ahora bien, ése es un asunto
terrible. Bien puedo adivinar que Boromir, orgulloso, siempre deseoso de la gloria de
Minas Tirith (y por su propio renombre), deseara quizás apoderarse de él. Creo que tú
tienes el Anillo, aunque cómo podría …
El resto de la oración es ilegible. El breve boceto termina con las palabras de Faramir «Yo no lo tocaría ni aunque
estuviera tirado en el camino» y la manifestación de su amor y buenos deseos por Minas Tirith (DT 384); las
últimas palabras son «Te podría aconsejar si me contaras más». Es una pena que el pasaje sobre el Anillo sea tan
Frodo no dice nada más. Algo lo retuvo. ¿Sabiduría? ¿Recuerdo de Boromir? Temor
al poder y la traición de su carga, a pesar de que le gusta Faramir. Hablan de otras
cosas. Razones del declive de Gondor. Rohan (cambiar las palabras de Boromir
diciendo que no llegó hasta allí).[186] Gondor se vuelve como Rohan, le encanta la
guerra como juego: como a Boromir. Sam habla poco. Encantado de que Gollum
parezca olvidado. Faramir calla. Sam habla del poder élfico, de las barcas, las
cuerdas, las capas. De pronto oye las pisadas sordas de Gollum detrás de ellos. Pero
cuando se detienen se escabulle.
De acuerdo con la ley, Faramir les venda los ojos cuando llegan a la fortaleza
secreta. Hablan. Faramir le advierte, le advierte en contra de Gollum. Frodo revela
que ha de ir a Mordor. Habla de Minas Ithil. Sale la luna. Faramir se despide de ellos
por la mañana. Frodo promete regresar a Minas Tirith y entregarse si retorna.
En esta fase, antes de que el capítulo avanzara más, se volvió a introducir la intervención de Sam en el
interrogatorio inicial de Faramir a Frodo, en un lugar anterior en el diálogo (en «y la traición no es la menor»), y
se insertó en un anexo en el manuscrito.[187]
De la última parte del capítulo hay un borrador continuo y en su mayor parte escrito con letra clara, que
presenta muchas de las «superposiciones» típicas de mi padre: cuando la historia toma una dirección equivocada
o, en ciertos aspectos, no le resulta satisfactoria, se vuelve un garabato y se sustituye por una página nueva que
comienza en un punto anterior (con lo que se originan textos casi repetidos). En este borrador se basa el
manuscrito acabado, en el que todavía existen diferencias importantes respecto al texto de Las Dos Torres: se verá
que en esa época la historia pasada de Rohan y Gondor aún tenía que desarrollarse mucho.
El nuevo borrador («D») comienza (igual que el nuevo inicio del manuscrito, que se basa fielmente en D) «Ya
no dudo más de vosotros —dijo Faramir».[188] Desde este punto (DT 378) y hasta el momento en que Sam creyó
entrever a Gollum cuando caminaban por el bosque (DT 385), la historia alcanzó ya en el borrador y casi
completamente el texto final; sin embargo, presenta algunas diferencias interesantes.[189]
Es aquí cuando aparecen por primera vez los Senescales de Gondor, en el borrador el pasaje que habla de ellos
(DT 381) se escribió prácticamente sin vacilaciones o correcciones, a pesar de que no hay [178] ningún material
preliminar. Resulta notable que desde su primera aparición en «La Comunidad del Anillo» (TI 439-440), Denethor
jamás haya sido llamado Rey: es el Señor Denethor, Denethor Señor de la Torre de la Guardia. En consecuencia,
parece más que probable que este elemento fundamental de la historia y el gobierno de Gondor existiera desde
mucho tiempo atrás, aunque hasta ahora no hubiera aparecido en la historia. El linaje de Denethor que aparece en
el borrador se remonta hasta Máraher, el buen senescal, sustituido, posiblemente en el acto, por Mardil (el nombre
del manuscrito); pero el último rey de la dinastía de Anárion, en cuyo lugar gobernó Mardil cuando partió a la
guerra, no era Eärnur. Tanto en el borrador como en el manuscrito se lo llama Rey Elessar.
El texto original de la relación que Gandalf hizo de sus nombres, en palabras de Faramir (quien en el borrador
lo llama «el Peregrino Gris»: «El Caminante Gris»), sufrió complicados cambios, pero al parecer se desarrolló de
este modo:
[Añadido: Mithrandir entre los Elfos. Sharkûn para los Enanos]. [El nombre de mi juventud en el Oeste está
olvidado >] [Olórin >] Olórin era en mi juventud que nadie recuerda; [tachado: Shorab o Shorob en el Este],
[Forlong >] Fornold en el Sur, Gandalf en el Norte. Al Este no voy. [Tachado: No en todas partes]
Entonces el pasaje se volvió a escribir en el borrador, en la misma forma que tiene en DT, pero con los nombres
Abrió la boca para hablar, pero no lo hizo. No podía estar seguro, y, «en cualquier
caso, por qué habría de mencionar al viejo bribón mientras no tenga que hacerlo»,
pensó.
Después de un rato Frodo y Faramir empezaron a hablar de nuevo, pues Frodo
quería saber nuevas de Gondor y su pueblo y de las tierras circundantes, y averiguar
qué esperanzas albergaban en su larga guerra.
—Tiempo ha que hemos abandonado toda esperanza —dijo Faramir.
En DT estas últimas palabras aparecen mucho después (p. 393). De este modo, toda la historia de DT 385-393 se
encuentra ausente en esta fase: cuando les vendan los ojos, la llegada a Henneth Annûn, la descripción de la
cueva, el informe de Anborn sobre la «ardilla negra» del bosque, la cena y las historias de Frodo de su viaje
(aunque mi padre sabía que a Frodo y a Sam les vendarían los ojos antes de llegar a la «fortaleza secreta»: véase el
esbozo de la p. 177). Todo esto se halla en el manuscrito acabado prácticamente en su forma definitiva.
El relato de Faramir de la historia de Gondor y la llegada de los Amos de los Caballos (DT 393-396)
evolucionó en dos fases antes de ser escrito en el manuscrito. Ya en la primera versión (D1) las palabras de
Faramir sobre los males y las extravagancias de los Númenóreanos en las Grandes Tierras,[190] y sobre su
obsesión por la muerte se parecen a las que emplea en DT. Pero después de «Señores sin descendencia
holgazaneaban en salones vacíos, o en torres altas y frías interrogaban a las estrellas», continúa: [180]
—… Pero nosotros fuimos más afortunados que otras ciudades, reclutando nuestra
fuerza de la gente robusta de las costas marítimas, y entre el intrépido pueblo de las
Montañas Blancas,[191] donde antaño se demoraron muchos supervivientes de razas
mucho tiempo olvidadas. Y luego llegaron los hombres del Norte, los [Mariscales de
los Caballos >] Rohir. Y les cedimos los campos de [Rohan >] Elenarda [escrito
arriba: Kalen(arda)] que desde entonces llevan el nombre de Rohan,[192] pues no
pudimos resistir su fuerza bruta, y se convirtieron en nuestros aliados y siempre se
han mostrado leales, y aprenden de nuestras tradiciones y hablan nuestra lengua. Sin
—… ¿por qué habría de recordarles al viejo bribón, si ellos han preferido olvidarlo?
Ojalá pudiera olvidarlo yo.
Después de un rato Frodo y Faramir comenzaron a hablar de nuevo, y Frodo hizo
muchas preguntas sobre Gondor y su pueblo y las tierras circundantes, y las
esperanzas que albergaban en su larga guerra. Estaba interesado en esas cuestiones,
pero también deseaba descubrir, si podía, cuánto sabía Faramir de las viejas
tradiciones, y cómo lo sabía. En ese momento recordó que en el Concilio, Boromir
había demostrado muchos conocimientos de esas cosas [tachado: nombrando el
número de los anillos de].
La última parte de esto se cambió para que leyera:
Rohan; pues ya desde antaño su población era escasa, y no pudimos resistir la fuerza de esos jinetes de cabellos
dorados. Y se convirtieron en nuestros súbditos o de hecho en nuestros aliados…». Continúa de forma muy
similar a DT (pp. 394-395). En el manuscrito acabado Faramir sugiere la fecha de su llegada: «En una época en
tiempos del hijo de Mardil vinieron hombres del Norte…». Pero, desde luego, esto no dice mucho.
Sobre el origen de los Rohiroth el borrador D2 proporciona la siguiente versión. El pasaje se vio sometido a
muchas correcciones, y he indicado las alteraciones importantes:
—No habla usted mucho de los Elfos en sus relatos, señor —dijo Sam,
armándose súbitamente de coraje: sentía cierto temor reverencial por Faramir desde
que se enfrentara a él en defensa de su amo. [184]
—No, Maese Samsagaz —dijo Faramir—, y ahí tocas otro aspecto en el que
hemos cambiado, pareciéndonos más a los otros hombres. Pues (como quizá sepas, si
Mithrandir fue compañero vuestro; y si habéis hablado con Elrond) los
Númenóreanos eran amigos de los Elfos, y provenían de los hombres que ayudaron a
los Gnomos en las primeras guerras, y recibieron como recompensa el regalo del
reino que está en el centro del Mar, a la vista del Hogar de los Elfos, adonde se
retiraban los Altos Elfos [escrito arriba: donde moraban los Altos Elfos]. Pero en las
Grandes Tierras,[200] los hombres y los Elfos se distanciaron a causa de los ardides
del Enemigo [quien había sobornado a la mayoría de los hombres (con la única
excepción de los Padres de los Númenóreanos) para que se pusieran a su servicio] y
de los lentos cambios en el tiempo en los que las especies se alejaban cada vez más
por caminos divergentes. Los Hombres temen y desconfían de los Elfos, sin
distinguir entre los Altos Elfos (que permanecen aquí y allá) y aquellos que, al igual
que ellos mismos, jamás atravesaron el Mar. Y los Elfos desconfían de los hombres,
que tan a menudo han servido al Enemigo. Y nosotros nos volvemos como otros
hombres, incluso como los hombres de Rohan, que no los ven cuando pasan (o se
convencen a sí mismos de que no ven), y que hablan del Bosque de Oro con terror.
Sin embargo, aún hay entre nosotros en Gondor Amigos de los Elfos, más que entre
otros pueblos; pues aunque la sangre de Númenor es escasa en Gondor, todavía está
allí, en verdad tal vez hasta haya sangre élfica: pues nuestros reyes de antaño eran
medio elfos, incluso nuestro primer rey, Elros hijo de Earendel y hermano de Elrond.
[201] Y se dice que la casa de Elendil era una rama más joven de Elros. Hay algunos
en Gondor que tienen tratos con los Elfos, y algunos aún viajan al Bosque de Oro
(aunque a menudo no vuelven). Tenemos una gran ventaja: hablamos una lengua
élfica, o una tan parecida que a veces podemos entenderlos igual que ellos a nosotros.
—Pero usted habla el lenguaje corriente —exclamó Sam—. Como nosotros, o un
poco pasado de moda, si me permite decirlo.
—Claro que sí —dijo Faramir—. Pues ésa es nuestra propia lengua, que quizá
preservamos mejor que lo hacéis vosotros en el lejano Norte. El Habla Común, como
la llaman algunos, proviene de los Númenóreanos,[203] siendo sólo una forma que ha
evolucionado con el tiempo de la lengua que los Padres de las Tres Casas [tachado:
Hador y Haleth y Beor] hablaban antaño. Ésta es la lengua que se ha difundido por el
mundo occidental entre [186] todos los pueblos y criaturas que usan palabras, para
algunos sólo una segunda lengua que emplean cuando hablan con los extraños, para
otros la única lengua que conocen. Pero en lo que a mí respecta no se trata de un
idioma élfico. Todas las lenguas de los hombres en este mundo son de procedencia
élfica; pero sólo si uno se remonta a los orígenes. Lo que quiero decir es: [los señores
>] muchos hombres de las Tres Casas abandonaron hace mucho tiempo la lengua
humana y emplearon la lengua de sus amigos los Noldor o Gnomos:[204] una lengua
alto-élfíca [tachado: afín pero modificada del Viejo Élfico del Hogar de los Elfos]. Y
los señores de Númenor siempre conocieron dicha lengua y la utilizaron entre ellos.
Y eso es lo que aún hacemos entre nosotros, los que todavía tenemos sangre de
Númenor en las venas, aunque tal vez la hemos cambiado un poco, mezclándola igual
que nuestra sangre con otras razas. Por esta razón todos nuestros nombres de
ciudades y de campos, colinas y ríos, están en esa lengua, y los nombres de nuestras
mujeres y de nuestros hombres. [Tachado: Sólo en los días antiguos usamos el Viejo
—… Lo que quiero decir es: muchos hombres de las Tres Casas aprendieron hace
mucho las lenguas Alto-élficas, ya que se hablaban [en Beleriand >] en Gondolin o
por los Hijos de Fëanor. Y los Señores de Númenor siempre conocieron dichas
lenguas, y usaron el habla de los Gnomos entre ellos. Y es lo que aún hacemos
nosotros, los gobernantes de Minas Tirith, que todavía tenemos sangre de Númenor…
[206]
Y Faramir, al dar ejemplos de nombres tomados «de los relatos de los Días Antiguos», añade Díriel a los que
mencionó antes.
Entre las ocasionales referencias previas al Habla Común, sólo en una ocasión se define su naturaleza, y de un
modo totalmente distinto. Se trata de un borrador temprano para un pasaje del capítulo «Lothlórien» (TI 280-281
nota 302), donde se dice que Frodo no entendía el habla de los Elfos de Lórien «pues la lengua era la vieja lengua
de los bosques y no la de los elfos occidentales que en aquellos días se usaba como lengua común entre muchos
pueblos».
Con el presente pasaje, en sus diversas formas, concerniente al Habla Común y al conocimiento del
Alto-élfico de los Noldor entre los señores de Gondor, se puede comparar lo que se dice en el Apéndice F de El
Señor de los Anillos:
El Oestron era una lengua humana, aunque enriquecida y dulcificada por la influencia élfica. Era en su origen
la lengua de los que los Eldar llamaron Atani o Edain, «Padres de Hombres», específicamente el pueblo de las
Tres Casas de los Amigos de los Elfos que, avanzando hacia el oeste, entraron en Beleriand durante la Primera
Edad y ayudaron a los Elfos en la Guerra de las Grandes Joyas contra el Poder Oscuro del Norte. … [188]
Sólo los Dúnedain entre todas las razas de los Hombres conocían y hablaban la lengua élfica; sus
antepasados habían aprendido la lengua Sindarin, y la transmitieron a sus hijos junto con todo lo que sabían, y
cambió muy poco con el paso de los años. Y los sabios de entre ellos aprendieron también el Alto Élfico,
Quenya, y lo estimaron por encima de toda otra lengua, y en ella dieron nombre a múltiples sitios de
reverencia y fama y a muchos hombres de la realeza y de gran renombre.
Pero la lengua nativa de los Númenóreanos siguió siendo sobre todo su lengua especial ancestral, el
Adûnaic, y a ella volvieron en sus postreros días de orgullo los reyes y señores, abandonando la lengua élfica,
Luego sigue una descripción de la difusión del Adûnaic por las costas antes de la Caída de Númenor, que la
convirtió en un Habla Común en aquellas regiones, y del uso que hicieron de ella los Amigos de los Elfos que
sobrevivieron a la Caída «en el trato con otros pueblos y en el gobierno de sus vastos reinos», enriqueciéndola con
muchas palabras élficas.
En los días de los reyes Númenóreanos, esta noble lengua se extendió ampliamente aun entre pueblos
enemigos, y los Dúnedain mismos la utilizaron cada vez más, de modo que en el tiempo de la Guerra del
Anillo la lengua élfica era sólo conocida por una parte pequeña de los pueblos de Gondor, y menos aún eran
los que la hablaban cotidianamente.
No obstante, esta idea, mucho más compleja, no parece ser radicalmente distinta en cuanto a la naturaleza y el
origen del Habla Común de la que aquí presenta Faramir: pues en ambas descripciones, la temprana y la tardía, el
Habla Común descendía directamente de la lengua ancestral de los «Padres de los Hombres». Por ende, es extraño
que en una corrección posterior a lápiz hecha al manuscrito esto se cambiara, y Faramir pase a decir:
—Claro que sí … Pues ésa también es nuestra lengua, que creamos nosotros
mismos, y que aquí conservamos mejor de lo que tal vez hacéis vosotros en el lejano
Norte. El Habla Común, como la llaman algunos, proviene de los Númenóreanos;
pues cuando los Númenóreanos llegaron a las costas de estas tierras [189] adoptaron
la tosca lengua de los hombres que encontraron y a quienes gobernaron, y la
enriquecieron, y desde entonces se extendió por todo el mundo Occidental…
Y al final del discurso de Faramir sobre la historia de la lengua, después de dar ejemplos de los nombres gnómicos
en Gondor, ahora añade: «Pero cuando tratamos con otros pueblos usamos el Habla Común que creamos para ese
propósito».
Aquí se desecha la idea de que el Habla Común provenía de «esa lengua que los Padres de las Tres Casas
hablaban antaño».
En su carta de 6 de mayo de 1944 mi padre continuó tras el pasaje citado en la p. 171:
(En la escena ha aparecido un nuevo personaje … Faramir, el hermano de Boromir); y está demorando la
«catástrofe» mediante un montón de material acerca de la historia de Gondor y Rohan (con algunas muy
cuerdas reflexiones; sin duda alguna, sobre la gloria marcial y la verdadera gloria); pero si se prolonga
demasiado, gran parte de lo que le concierne tendrá que ser trasladado a los apéndices, donde ya ha ido a parar
algún fascinante material sobre la industria de tabaco de los hobbits[207] y las lenguas del Oeste.
El pasaje sobre historia lingüística en el presente capítulo (con las correcciones que acabo de dar concernientes a
la naturaleza del Habla Común) sobrevivieron en posteriores copias a máquina, y sólo se eliminaron en una época
posterior; así pues, mi padre no se refería al relato de Faramir cuando mencionaba en su carta el material excluido
sobre «las Lenguas del Oeste».
Como ya he comentado (p. 186), un nuevo borrador «superpuesto», D3, empieza al final de la exposición de
Faramir, y en él Sam se muestra más impresionado por sus palabras que en la versión previa, y tiene más que decir
sobre los Elfos antes de pasar al tema de Galadriel. Este pasaje se conservó y amplió ligeramente en el manuscrito
(la versión que he citado aquí), y sobrevivió en las siguientes copias a máquina hasta que fue eliminado del
capítulo junto con la narración de las lenguas que lo precedió.
Sam miró a Faramir con los ojos muy abiertos y casi con temor reverencial. Tener
un nombre élfico, además de poder reclamar sangre élfica, sin importar lo remota que
fuera, le parecía realeza de verdad.
—Bueno, Capitán, señoría, debería decir, es bueno oírle hablar [190] tan bien de
los Elfos, señor. Ojalá yo tuviera un nombre élfico. Son un pueblo maravilloso,
¿verdad? ¡Piense en las cosas que pueden hacer y decir! Uno no descubre su
—No temáis. No deseo verlo o tocarlo… mi único temor es verlo y ser tentado
por él. Pero ahora en verdad mi deber es ayudaros con todo lo que tengo. Si éste es el
consejo de Mithrandir, que esta [? terrible] Cosa sea enviada [? errando] a las
fronteras de Mordor al cuidado de dos hobbits, entonces por cierto que él está
desesperado y ya no sabe qué hacer. Vamos, pongámonos a cobijo tan rápido como
podamos. [191]
Hemos visto (pp. 179-190) que en el borrador (D1-2) la última parte de este capítulo estaba ausente la
totalidad de la historia de la llegada a Henneth Annûn, y toda la conversación que en DT tuvo lugar allí después
de la cena, aquí aconteció mientras atravesaban el bosque. Sin embargo, cuando llegamos al tercer fragmento
superpuesto del borrador (D3), en el desenlace, la revelación del Anillo, se encuentran en la caverna, y todo
sucede como en DT. Por lo tanto, es evidente que no fue hasta que llegó al final mismo del capítulo cuando mi
padre se dio cuenta de que la larga conversación con Faramir se había interrumpido cuando llegaron al refugio; y
quizá fue sólo en ese momento cuando advirtió lo que era dicho refugio: la Ventana del Sol Poniente, Henneth
Annûn. Hay un borrador aparte del nuevo pasaje (DT 386-393, desde «Así continuaron la marcha, hasta que la
espesura del bosque empezó a ralear…»), con muy pocas diferencias importantes respecto a la versión final. No
hay mención de Anborn y de haber entrevisto a Gollum en el bosque en el crepúsculo: esto aparece por primera
vez en el manuscrito acabado;[211] y Faramir le dice a Frodo y a Sam antes de la cena: «Os ruego que hagáis lo
mismo que nosotros. Siempre lo hacemos, volvemos la mirada hacia la Númenor que fue, y más allá hacia el
Hogar de los Elfos, y hacia aquello que se encuentra más allá del Hogar de los Elfos, Valinor el Reino
Bendecido».[212]
En la página de este borrador donde aparecen las palabras de Faramir «Ésta es la Ventana del Oeste»
(sustituido por «Ventana del Sol Poniente»), mi padre escribió muchos nombres y formas antes de alcanzar
Henneth Annûn: Nargalad, Anngalad, Carangalad; Henneth Carandûn, Henneth Malthen; Henlo Naur, Henlo
n’Annun; Henuil n’Annun.
[197]
El «cuarto capítulo nuevo (“Faramir”)» le fue leído a C. S. Lewis y a Charles Williams el 8 de mayo de 1944
(véase p. 167): «cuarto», porque «La Puerta Negra está cerrada» y «Hierbas aromáticas y guiso de conejo» aún no
se habían separado (véase p. 191, notas 175 y 176). El 11 de mayo mi padre dijo (Cartas, n.º 67) que estaba
escribiendo otro capítulo, «que lleva al desastre en Kirith Ungol, donde Frodo está cautivo. La historia vuelve
luego a Gondor y avanza bastante deprisa (espero) hacia el desenlace». Al día siguiente (Cartas, n.º 68) dijo que
«aquí estamos ahora, a la vista de Minas Morghul»; y también citó las palabras de Faramir a Frodo: «Cuando
regreses a la tierra de los vivos,[213] y una vez más nos narremos nuestras historias, sentados junto a un muro y al
sol, riéndonos de las congojas pasadas, tú entonces me lo contarás». En Las Dos Torres estas palabras se hallan
justo antes del final de «El estanque vedado». En la mañana del 15 de mayo de 1944 (Cartas, n.º 69) leyó su
«sexto capítulo nuevo “Viaje a la Encrucijada”» a C. S. Lewis.
El borrador inicial de lo que se convirtió en «El estanque vedado» prosigue sin interrupciones abarcando lo
que pasó a ser «Viaje a la Encrucijada», y, del mismo modo, en el manuscrito en limpio acabado los dos capítulos
son uno, titulados «XXXVII. Viaje a la Encrucijada»; en el manuscrito el título posterior y la separación del
capítulo se insertaron más tarde, cuando la primera parte se convirtió en «El estanque vedado».[214] Como mi
padre no habría llamado a su «capítulo nuevo» «Viaje a la Encrucijada» si Frodo, Sam y Gollum no llegaban hasta
allí antes de que se acabase, concluyo que es ahí donde se encontraban, junto a la estatua rota en el círculo de
árboles, cuando le leyó su «sexto capítulo nuevo» a Lewis el 15 de mayo (por ese entonces, es probable que
hubiera separado «Hierbas aromáticas y guiso de conejo» de «La Puerta Negra está cerrada», con lo que
«Faramir» se convirtió en el quinto). En la carta donde lo dice (n.º 69), continuó: «Hasta ahora ha ido bien: pero
estoy llegando al nudo donde todos los hilos deben recogerse y sincronizarse los tiempos y entretejerse la
narración; pero la obra en su totalidad ha crecido tanto en su significación, que los bocetos de algunos capítulos
(escritos hace siglos) se [198] han vuelto del todo inadecuados, pues están en un nivel más “juvenil”…».
Esta parte de la historia se fue desplegando, una vez que mi padre comenzó a escribirla, prácticamente sin
ningún titubeo entre rumbos opuestos; sin embargo, hay un pequeño esbozo que escribió para ella, muy difícil de
comprender, cuando todavía no todo estaba claro.
—No lo sé exactamente —dijo Frodo—, pero trepa, creo, entre las montañas del
lado sur del valle en las montañas que hay del lado norte donde se alza la antigua
ciudad. Sube hasta una gran grieta, y luego desciende hasta… lo que está más allá.
Esto fue sustituido más tarde por el texto de DT. Acerca de la idea anterior de que Kirith Ungol se hallaba en el
lado sur del valle véase p. 133. [200]
Al final de este borrador inicial, mi padre esbozó brevemente el curso posterior de la historia: que a los
hobbits y a Gollum les vendan los ojos, el informe de los exploradores sobre el extraño silencio y vacío que reina
en la tierra, el consejo de Faramir de marchar de día por el bosque «bordeando el último declive de la tierra ante el
río del valle», y el adiós. Al pie de esta página hay una nota a lápiz de la cual sólo he podido comprender una
parte:
K[irith] U[ngol] no debe mencionarse en presencia de Frodo … que le hable a Faramir de Gollum.
Sí, él encontró el anillo hace muchos muchos años, dijo Frodo. Él es la causa de que empezara todo este
importante asunto.
Siguen dos oraciones de las que no logro entender nada, excepto, quizá, «donde había estado el anillo». Pero, en
cualquier caso, es evidente que se trató de una idea efímera.
[201]
He detallado la relación original entre «El estanque vedado» y «Viaje a la Encrucijada»[217] al comienzo del
capítulo anterior. Un borrador preliminar para esta segunda parte del único capítulo original continúa sin
interrupciones, con una letra muy difícil, hasta la llegada de Frodo y sus compañeros a la giba cubierta de
matorrales de aulaga y arándanos, tan altos que podían caminar por debajo sin agacharse (DT 425).[218] Hasta este
punto la historia difería de la de Las Dos Torres. El viaje les llevó un día menos: llegaron al camino desde
Osgiliath al anochecer del día en que dejaron Henneth Annûn por la mañana; y la descripción del refugio que se
procuran en la corpulenta encina era más larga (cf. DT 423-424, desde «Gollum consintió a regañadientes»):
Gollum consintió, y los viajeros se apartaron del camino, pero Gollum no quería
descansar en el suelo en el bosque abierto. Después de buscar un poco, eligió una
encina corpulenta y oscura de grandes ramas que salían de un tronco enorme como
una columna [? gigante]. Crecía al pie de un pequeño montículo que se [? inclinaba]
un poco hacia el oeste. Desde el montículo Gollum saltó con facilidad al tronco,
trepando como un gato a las ramas. Los hobbits sólo pudieron trepar con la cuerda de
Sam y Gollum no los ayudó, pues no quería poner ni un dedo en la cuerda élfica. Las
grandes ramas que brotaban casi desde el mismo sitio formaban un ancho cuenco
donde [? lograron] encontrar cierta comodidad. La oscuridad se hizo impenetrable
bajo el palio del árbol. No podían ver ni el cielo ni ninguna estrella.
«Aquí podríamos descansar cómodos y seguros si no fuera por este maldito
Gollum», pensó Sam. Los perdonara o no tanto como afirmaba, por lo menos Gollum
no temía a sus compañeros, y se acurrucó como un animal de los árboles y pronto se
quedó dormido, o eso pareció. Pero los hobbits no confiaban en él: no era probable
que alguno de ellos (por cierto que Sam [202] no) olvidara la advertencia de Faramir.
Se turnaron para mantener guardia y cada uno durmió unas tres horas. En todo ese
rato Gollum no se movió. Fuera porque el «pez bonito» le había dado la fuerza para
aguantar un tiempo, fuera por cualquier otra razón, no salió a cazar.
Poco antes de la medianoche se despertó de pronto y los hobbits vieron sus ojos
pálidos y muy abiertos mirando en la oscuridad.
En el punto en que acaba este borrador inicial, mi padre escribió Trueno. Pero en esta fase no hay sugerencia
en el texto de ningún cambio en la climatología o en la sensación del aire. Otros puntos que vale la pena
mencionar son que los bastones que les da Faramir a Frodo y a Sam tenían «cabezas talladas como el cayado de
un pastor»; que el árbol del que estaban hechos al principio se llamaba melinon (las últimas dos letras no están
muy claras), luego lebendron, y por último lebethras, todos estos cambios realizados cuando se redactó el texto,
[219]
y que aunque Faramir les advierte que no beban nada de agua que corra por el valle de Morghul, no lo llama
Imlad Morghul (pero el nombre aparece poco después: p. 256, nota 247).
Un segundo borrador comienza al principio del pasaje que acabo de dar («Gollum consintió»), y contiene otra
versión del episodio de la encina. En este texto aparece la primera referencia a un próximo cambio en el clima.
Allí se echaron contentos de poder descansar, demasiado fatigados aún para comer, y
observaron el lento despertar del día. A medida que la luz aumentaba, les daba la
impresión de que las montañas de Ephel-dúath los miraban ceñudas y descendían
hacia ellos a través de las desmoronadas tierras intermedias. Incluso parecían más
cercanas de lo que estaban, negras abajo, donde se demoraba la noche, y picos
dentados y crestas de bordes recortados con formas amenazantes contra el cielo que
se abría.
A lo lejos, un poco más al norte de donde se encontraban los hobbits, parecían
retroceder al este y retirarse en un gran entrante, el lomo más próximo de las cuales
se adelantaba y ocultaba la vista en aquella dirección. Abajo, fuera de la enorme
sombra, podían ver un corto trecho del camino que salía del río, donde se curvaba
hacia el nordeste para unirse con el camino del sur que todavía estaba más lejos, [?
enterrado] en la tierra arrugada.
—¿Por qué camino marcharemos desde aquí? —preguntó Frodo.
—¿Ya tenemos que pensar en eso? —dijo Sam—. Seguro que no nos moveremos
durante horas y horas.
—No seguro, no —dijo Gollum—. Pero pronto tendremos que partir…… de
vuelta a la Encrucijada de la que le hablamos a los hobbits.
—¿Cuándo llegaremos allí?
—Nosotros no lo sabemos —dijo Gollum—. Antes de que acabe la noche tal vez,
tal vez no.
En este punto el segundo borrador se descompone en un esbozo de la historia inmediata, y a veces la letra resulta
completamente inescrutable.
Gollum ausente gran parte del día. De hecho, no llegan a la Encrucijada, debido a
la dificultad del terreno, hasta el anochecer. Emprenden la marcha en la oscuridad a
las 5.30 y no llegan a la Encrucijada y a la estatua decapitada hasta la mañana [sic].
Gollum muy asustado. El clima cambió. El cielo de Ephel Dúath completamente
Cuando regresa dice que deben partir. Los hobbits piensan que está preocupado por
algo (o ?). Están recelosos pero no pueden negarse. La [primera hora del anochecer
>] la tarde está amenazante y nublada. Al crepúsculo llegan a la Encrucijada en un
bosque. El sol se pone de un rojo sangre en el oeste, sobre Osgiliath. Comienza una
oscuridad terrible.
El manuscrito en limpio acabado no alcanzó en este caso la forma de la historia de Las Dos Torres, pues
Frodo y sus compañeros todavía tardaban sólo dos días desde Henneth Annûn hasta la Encrucijada, y más tarde se
realizó el importante cambio de prolongar el viaje en un día más. Esto fue posible gracias a la inserción del
siguiente pasaje en una copia mecanografiada del capítulo, tras las palabras (DT 421) «Parecía como si todos los
pájaros del lugar se hubieran ido, o hubieran perdido la voz»: [205]
La oscuridad cayó temprano sobre los bosques silenciosos, y antes de que cerrara
la noche hicieron un alto, fatigados, pues habían caminado siete leguas o más desde
que salieran de Henneth Annûn. Frodo se acostó y durmió toda la noche sobre el
musgo al pie de un árbol viejo. Sam, junto a él, estaba más intranquilo: despertó
muchas veces, pero en ningún momento vio señales de Gollum, quien se había
escabullido tan pronto como los otros se echaron a descansar. Si había dormido en
algún agujero cercano, o si había pasado la noche al acecho de alguna pieza, no lo
dijo; pero regresó a las primeras luces del alba, y despertó a sus compañeros.
—¡Deben levantarse, sí, deben levantarse! —dijo—. Nos espera un largo camino,
al sur y al este. ¡Los hobbits tienen que darse prisa!
Ese día no fue muy diferente del anterior, salvo que el silencio parecía más
profundo; el aire se hizo más pesado, y comenzó a ser sofocante bajo los árboles.
Parecía que el trueno se preparaba para estallar. Gollum se detenía con frecuencia,
husmeaba el aire, y luego mascullaba entre dientes y los instaba a acelerar el paso.
[Día 1] Lunes Feb. 6 Frodo y Sam en Ithilien. Son capturados por Faramir. Batalla con los Sureños. Frodo pasa
la noche en Henneth Annûn.
[Día 2] Martes Feb. 7 Gollum capturado en el Lago de Annûn a primera hora (5.30-6). Frodo, Sam y Gollum se
separan de Faramir, viajan todo el día y llegan al camino de Osgiliath al anochecer. Parten hacia el este justo
antes de la medianoche.
Faramir deja Henneth Annûn rumbo a Minas Tirith.
[Día 3] Miércoles Feb. 8 Faramir cabalga a Minas Tirith entrado el día y le lleva nuevas a Gandalf.
Frodo yace escondido entre el matorral de espinos hasta bien entrada la tarde (Gollum desaparece y
regresa alrededor de las 4.30). Sonidos de tambores o truenos. Llegan a la Encrucijada a la puesta de sol (5.5
de la tarde). Cruzan Minas Morghul y comienzan el ascenso de Kirith Ungol. La hueste de Minas Morghul
sale a la guerra.
[Día 4] Jueves Feb. 9 Frodo etc. todo el día y la noche en las Montañas de la Sombra.
La hueste de Minas Morghul llega a Osgiliath y entra en el reino de Gondor.
Aquí termina este esquema. El Esquema D es exactamente igual en fechas y contenido, pero llega más lejos
(véase p. 260) y tiene algunas entradas concernientes a los movimientos de Théoden: Feb. 7 «Théoden se prepara
para partir a Gondor. Arriban mensajeros de Minas Tirith. También nuevas de la invasión de Rohan del Norte y de
la guerra en el Norte»; Feb. 8 «Théoden sale de Edoras». El esquema S, completamente «sinóptico», también
coincide, y además menciona la llegada de «la Gran Oscuridad» el 8 de febrero.
Se verá que esta cronología encaja exactamente con la historia que aparece en el manuscrito, es decir, antes de
que se alterara por la inserción del día adicional. Una vez que eso se hizo, se alcanzó la cronología (relativa) de La
Cuenta de los Años:
La sincronización de la historia de Frodo con la de los acontecimientos al oeste del Anduin requirió que Frodo
tardara más y que el «Día 4» fuera el Día sin Alba. De este modo, en la historia original Frodo y Sam ven el
amanecer rojo desde su escondite en el matorral de espinos el «Día 3»; en la versión definitiva están ocultos entre
los espinos el «Día 4», y no hay amanecer, sino un resplandor rojizo sobre Mordor que «no era el rojo purpúreo de
la aurora».
[210]
En este capítulo describiré la redacción de los tres últimos capítulos de Las Dos Torres: «Las escaleras de Kirith
Ungol», «El antro de Ella-Laraña» y «Las decisiones de maese Samsagaz». Como se verá, ello está dictado por el
modo en que mi padre desarrolló la historia.
Ésta es la última parte de El Señor de los Anillos que podemos fechar con exactitud, porque cuando las
puertas de la Torre de Kirith Ungol se cerraron ante la cara de Sam, mi padre volvió a detenerse durante mucho
tiempo, y, como es lógico, cuando en 1945 regresé a Inglaterra, interrumpimos nuestra constante correspondencia.
El 12 de mayo de 1944 escribió [Cartas, n.º 68] que «aquí estamos ahora, a la vista de Minas Morghul»; y es muy
probable que gran parte del trabajo analizado en este capítulo se realizara durante los siguientes diez días, pues el
21 de mayo [Cartas, n.º 70] dijo:
Me he aprovechado de una semana gris muy fría … para escribir; pero tropecé con un terreno resbaladizo.
Todo lo que había esbozado o escrito resultó de poca utilidad, pues los tiempos, los motivos, todo ha
cambiado. Sin embargo, por fin, con gran trabajo y alguna negligencia de otros deberes, he escrito o reescrito
ahora todo hasta la captura de Frodo en el alto pasaje al borde mismo de Mordor. En este momento debo
volver a los demás e intentar alcanzar el encuentro final con alguna prisa. ¿Te parece que Shelob
[Ella-Laraña] es un buen nombre para una monstruosa araña? Por supuesto, se trata tan sólo de «she + lob»
(= araña); pero escrita como una única palabra, parece algo nocivo.
Ayer (domingo) fue un día espantosamente frío. Trabajé muy duro en el capítulo: resulta un trabajo agotador;
especialmente por aproximarse el punto culminante y verse uno obligado a mantener alta la tensión; de nada
sirve un nivel sosegado; y se presentan toda clase de problemas menores de trama y mecanismo. Escribí y
rompí y reescribí casi todo muchas veces; pero esta mañana [211] fui recompensado, pues tanto C. S. L. como
C. W. lo consideraron de una ejecución admirable, y los últimos capítulos, lo mejor hasta ahora. Gollum sigue
desarrollándose y convirtiéndose en un personaje sumamente desconcertante.
A primera vista las referencias de esta carta parecen incongruentes: en la pasada semana había escrito toda o casi
toda la historia hasta la captura de Frodo; sólo había trabajado duro un día «en el capítulo» (en singular); y aquella
mañana se «lo» había leído a Lewis y a Williams. Hay diversos modos de explicar esto: yo supongo que en aquel
entonces tenía un borrador de toda la historia, en el cual todavía trabajaba y que consideraba como un «capítulo»;
pero lo que leyó a Lewis y a Williams fue «Las escaleras de Kirith Ungol». Sus palabras en la carta del 31 de
mayo de 1944 [Cartas, n.º 72] lo demuestran:
El resto de mi tiempo … lo ocupé en desesperados esfuerzos por llegar a una pausa conveniente en «El
Anillo», la captura de Frodo por los Orcos en los pasajes de Mordor, antes de verme obligado a interrumpirme
por causa de los exámenes. Manteniéndome despierto a toda hora, lo logré; y le leí los dos últimos capítulos
(El antro de Ella-Laraña y Las decisiones de maese Samsagaz) a C. S. L. el lunes por la mañana.
Había sido un trabajo realmente duro. Los elementos se hallaban presentes: el ascenso al alto paso, el antro de
la araña, las telarañas en el túnel, el uso de la redoma de Galadriel, la desaparición de Gollum, su traición, el
ataque de la araña, la torre que guardaba el paso, la llegada de los Orcos; pero durante mucho tiempo no hubo
manera de conjuntarlos satisfactoriamente. Quizás en ninguna otra parte de El Señor de los Anillos se puede
percibir mejor el trabajo que hay detrás del texto acabado.
Ya cuando escribía el borrador de «La Puerta Negra está cerrada» había esbozado mi padre su idea del
acercamiento a Kirith Ungol (p. 145): allí Gollum habla a Frodo y a Sam de «Una escalera y un sendero que suben
hasta la montaña al sur del paso, y después un túnel, y luego más escaleras y una hendidura muy por encima del
Los tres compañeros se acercan a Kirith Ungol, la terrible hondonada que conduce a Gorgoroth.[224] Kirith
Ungol significa Valle de Laraña: allí moraban grandes arañas, más grandes que las del Bosque Negro, como las
que antaño había en la tierra de los Elfos y de los Hombres en el Oeste que ahora se encuentra bajo el mar, como
contra las que luchó Beren en los oscuros cañones de las Montañas del Terror sobre Doriath. Gollum ya conocía
bien a esas criaturas. Se escabulle furtivamente. Llegan las arañas y tejen sus redes sobre Frodo mientras Sam
duerme: pican a Frodo. Sam despierta y ve a Frodo tumbado, pálido como la muerte… verdoso: recordándole las
caras que había en las aguas de las ciénagas. No puede levantarlo o despertarlo.
De pronto Sam tiene la idea de continuar con el trabajo, y tantea en busca del Anillo. No logra desengancharlo
o romper la cadena, pero la quita por encima de la cabeza de Frodo. Mientras lo hace cree haber sentido un
temblor (un suspiro o un escalofrío) recorrer el cuerpo; mas cuando se detiene no consigue captar ningún latido.
Sam se pasa el Anillo alrededor del cuello.
Entonces se sentó y recitó entre dientes un Lamento por Frodo. Luego, se limpió las lágrimas y pensó en lo
que podía hacer. No podía dejar a su querido amo a la intemperie para las bestias feroces y las aves carroñeras; y
pensó que trataría de marcar el lugar cubriendo su cuerpo con unas piedras.
—La cota de malla de plata de anillos de mithril será su sudario —dijo—. Pero depositaré la redoma de la
Dama Galadriel sobre su pecho, y Dardo estará a su lado.
Tumbó a Frodo de espaldas y cruzó sus brazos sobre el pecho y colocó a Dardo a su lado. Y mientras sacaba
la redoma, ésta resplandeció con una luz. Iluminó la cara de Frodo, que ahora se veía pálida pero hermosa con
[una] belleza élfica, como la de quien ya ha dejado atrás las sombras.
—Adiós, Frodo —dijo Sam; y sus lágrimas cayeron sobre las manos de Frodo.
Pero en ese momento se oyó el sonido de fuertes pisadas que [213] ascendían hacia la plataforma rocosa.
Unas llamadas y gritos ásperos resonaron entre las rocas. Venían los Orcos, evidentemente guiados hasta aquel
lugar.
—Maldito sea ese Gollum —dijo Sam—. Debería haber sabido que no era lo último que veríamos de él. Éstos
son algunos de sus amigos.
Sam no tenía tiempo que perder. Ciertamente, no tenía tiempo para cubrir u ocultar el cuerpo de su amo. Sin
saber qué hacer, se puso el Anillo, y luego también tomó la redoma para que los asquerosos Orcos no se
apoderaran de ella, y se ciñó Dardo a la cintura. Y esperó. No tuvo que esperar mucho.
En la penumbra, primero apareció Gollum olfateando el rastro, y detrás vinieron los orcos negros: parecían
cincuenta o más. Con un grito se lanzaron sobre Frodo. Sam intentó luchar sin ser visto, pero justo cuando trataba
de desenvainar Dardo fue derribado y pisoteado por la acometida de los Orcos. Se quedó sin aliento. [Añadido a
lápiz: El valor le falló]. Con gran júbilo los Orcos tomaron a Frodo y lo alzaron.
—Había otro, sí —gimoteó Gollum.
—¿Dónde está, entonces? —preguntaron los Orcos.
—En algún lugar cerca. Gollum lo siente, Gollum lo huele.
—Bien, pues encuéntralo, llorón —dijo el Jefe Orco—. No podrá ir lejos sin meterse en problemas. Tenemos
lo que queremos. ¡Portador del Anillo! ¡Portador del Anillo! —gritaron con alborozo—. Daos prisa. Daos prisa.
Enviad a uno veloz hasta Baraddur ante el Gran Único. Pero no podemos esperar aquí… debemos [regresar] a
nuestro puesto de guardia. Llevad al prisionero a Minas Morgul. [Añadido a lápiz: Gollum corre detrás sollozando
que el Precioso no está allí].
Mientras así lo hacen, Frodo parece despertar y lanza un grito sonoro, pero lo amordazan. Sam se encuentra
desgarrado entre el júbilo al descubrir que está vivo y el horror al ver que los Orcos se lo llevan. Trata de
seguirlos, pero marchan demasiado rápido. El Anillo parece crecer en poder en esta región, ve con claridad en la
oscuridad, y parece comprender el habla dé los orcos. [Teme lo que puede suceder si se encuentra con un Espectro
del Anillo… el Anillo no confiere valor: el pobre Sam tiembla todo el tiempo]. Sam infiere que van a ir a Minas
Sam sigue a los Orcos cuando parten hacia Minas Morghul, y los ve entrar en la ciudad; luego entra tras ellos.
En ese momento mi padre escribió un nuevo esbozo, a todas luces antes de avanzar mucho en la historia que
constituye el capítulo «Las escaleras de Kirith Ungol». De hecho, el borrador original de «Viaje a la Encrucijada»
continuaba sin interrupción hasta abarcar parte de lo [214] que llegaría a ser el siguiente capítulo, aunque en
seguida se convirtió en un solo boceto. El súbito y enloquecido avance de Frodo hacia el puente (DT 433-434) se
encuentra ausente; después de unas palabras apenas legibles correspondientes al posterior «Frodo tuvo la
impresión de que la razón lo abandonaba y que la mente se le oscurecía», prosigue:
Sam de pronto ve a las arañas saliendo de las grietas. No consigue ver a Frodo y
da un grito de advertencia, pero en ese momento lo atrapan por detrás. No puede
desenvainar la espada. Gollum lo derriba y cae. Gollum trata de asir la espada de
Los Orcos han capturado a Gollum: su pequeño plan de conseguir que las arañas ataran a Frodo ha salido
todo [? mal]. Arrastran a Gollum.
El texto continúa:
Ruido [? que se aproxima] de risas de Orcos. Saliendo de una grieta con Gollum a
la cabeza viene una banda de orcos negros. Desesperado Sam saca el anillo que
cuelga del cuello de Frodo y lo toma. No puede sacarlo o cortar la cadena, así que lo
pasó por encima de la cabeza de Frodo y se lo cuelga él. Al hacerlo [218] trastabilló
hacia adelante, fue como si del cuello le hubieran suspendido una piedra enorme. En
ese momento llegan orcos. Sam se pone el Anillo.
Frodo grita; ¿o la razón es simplemente que Sam [? deseando] enterrar a Frodo:
no permitirá que se lleven el cuerpo de Frodo. También quiere atrapar a Gollum.
Para clarificar la sintaxis de la oración que empieza «Frodo grita», la palabra deseando (?) se podría leer
desea (sc. «él desea»); pero aun así, la idea de mi padre está expresada de manera muy elíptica y es difícil de
seguir. Sin embargo, como inmediatamente después de esas dos oraciones trazó unas líneas en el manuscrito,
indicando que iba a modificar la historia del esbozo, creo que es posible dar una interpretación de esas líneas.
«Frodo grita» ha de entenderse en relación con el esbozo anterior (p. 213): cuando los Orcos recogen a Frodo él
Hacer que Sam se siente junto a Frodo durante toda la noche. Levanta la redoma
y lo ve con una belleza élfica. Desgarrado por no saber qué hacer. Arregla a Frodo, y
le junta las manos. Cota de mithril. La redoma en la mano. La espada al costado.
Trata de continuar y terminar el trabajo. No es capaz de obligarse a hacerlo.
Cómo morir [? pronto]. Piensa en saltar por el precipicio. Pero bien podría intentar
hacer algo. ¿Grieta del Destino? De mala gana, ya que de alguna manera parece un
robo, toma el Anillo. Marcha por el sendero sumido en un violento dolor y
desesperación. [Al margen: Amanecer rojo]. Pero no consigue obligarse a apartarse
de Frodo. Regresa, decidido a echarse junto a Frodo hasta que le llegue la muerte.
Entonces [219] ve aparecer a Gollum, que lo manosea. Se sobresalta y vuelve
corriendo. Pero salen los orcos y Gollum huye. Los orcos recogen a Frodo y se lo
llevan. Sam los sigue laboriosamente. ¡Sam se pone el Anillo! Parece haber crecido
en poderío y fuerza. Le pesa en la mano. Pero puede ver con terrible claridad, incluso
a través de las rocas. Puede ver cada una de las grietas donde hay arañas. Puede
entender la lengua de los orcos. Pero el Anillo no confiere valor a Sam.
Da la impresión de que han recibido instrucciones para una vigilancia especial.
Es posible que algún espía de más importancia que lo habitual intente entrar de algún
modo. Si se capturara a alguno, [? enviar] mensajero. Toman la redoma. Sam los
sigue subiendo por una larga escalera que conduce a la torre. Puede ver toda la
llanura abajo. La Puerta Negra e Ithilien y Gorgoroth y el Monte del Destino.
Aquí termina este esbozo. Según la revisión realizada durante la composición de la historia, la estructura
esencial quedaba así:
— Entran en el túnel, que a mitad de camino está bloqueado por telarañas. Frodo las desgarra con Dardo.
— Cuando acaba el túnel llegan a una larga escalera. (Descripción de las arañas, que Gollum conoce bien).
— Al final de la escalera ven la torre; y descubren que Gollum ha desaparecido.
— Frodo continúa; Sam, detrás, ve acercarse a las arañas y da un grito de advertencia a Frodo, pero en ese
instante Gollum lo ataca por la espalda. Sam lucha con él y se lo quita de encima, y Gollum escapa.
— Sam encuentra a Frodo muerto, según cree, picado por las arañas. Recoge a Dardo y las repele; se sienta
junto a Frodo toda la noche; le coloca la redoma en la mano y a Dardo al lado.
— Piensa que él mismo debe intentar llevar a cabo la misión de Frodo, toma el Anillo y emprende la
marcha.
— Pero no puede hacerlo, y vuelve atrás; ve cómo Gollum sale y manosea a Frodo, pero cuando vuelve
corriendo llegan unos orcos y Gollum huye.
— Los Orcos recogen a Frodo y se lo llevan.
— Sam se pone el Anillo, y sigue a los Orcos escalera arriba hasta la torre. [220]
Al comparar este esbozo con el antiguo vemos cómo la nueva historia se desarrolló a partir de éste, y que bajo
ningún aspecto fue un nuevo comienzo; aquí y allá se conservaron incluso las mismas palabras. La única Gran
Araña aún no había aparecido. Pero (considerado solamente como una estructura paso a paso) el esbozo ya se
había transformado, en parte debido a la completamente distinta del paso de Kirith Ungol, en parte por el cambio
Ante ellos había un color gris donde no penetraba la luz. Apagado y pesado
absorbía la luz. A lo ancho y a lo alto del túnel había telarañas …[233] De trama
regular como las telas de las arañas, pero mucho más grandes: cada hilo tan grueso
como una cuerda.
Sam soltó una risa lúgubre cuando las vio.
—Telarañas —dijo—. ¡Eso es todo! ¿Por qué no lo dijiste, Gollum? ¡Aunque yo
mismo podría haberlo adivinado! ¡Telarañas! Bastante grandes, pero las cortaremos.
—Desenvainó la espada y las golpeó; sin embargo, la hebra que golpeó no se rompió,
sino que cedió y luego rebotó como la cuerda tensa de un arco, desviando el acero y
lanzando hacia atrás la espada y el brazo. Tres veces golpeó Sam, y por fin una hebra
se quebró, retorciéndose y enroscándose, azotando el aire como la cuerda rota de un
arpa. Cuando uno de los extremos alcanzó la mano de Sam le escoció como un látigo.
[Sic] Se echó atrás con un grito—. A este paso tardaremos semanas —dijo.
—Déjame probar con la espada de Bilbo —dijo Frodo—. Ahora yo iré por
— tenerlo en su mano era una sensación agradable. Cuando volvió a levantarse, vio
salir de una grieta a la izquierda la forma [226] más monstruosa y repugnante que
había contemplado jamás: estaba más allá de su imaginación.[239] Tenía cuerpo de
araña, pero era enorme, como una bestia salvaje, y la maldad y el maligno propósito
que se reflejaban en sus ojos la hacían más terrible. Muchos eran sus ojos,
arracimados en la pequeña cabeza, y todos emitían un brillo maléfico. Caminaba
sobre patas grandes y dobladas; los pelos sobresalían de ellas como púas de acero, y
cada pata terminaba con una garra. El cuerpo redondo e hinchado detrás del cuello
estrecho era oscuro y moteado con lívidas marcas más pálidas, pero bajo el vientre
tenía una luminosidad pálida y débil como la de los ojos. Apestaba. Se movía con una
súbita y horrible rapidez, corriendo y saltando sobre las patas. Sam supo en el acto
que él [sic] iba tras de su amo; ahora un poco más adelantado en la oscuridad y ajeno
—¡Lo hemos atrapado! —siseó la voz de Gollum al oído de Sam—. Por fin, mi
precioso, lo hemos atrapado, sí, al hobbit perverso. Nos quedamos con éste. Que Ella
se quede con el otro. Oh sí. Ungoliant lo tendrá.[240] No Smeagol. Él no le hará
ningún daño al amo, en absoluto. Lo prometió. ¡Pero te tiene a ti, cosita desagradable
y sucia!
La descripción de la pelea es muy similar a la de DT (páginas 465-466), con algunas diferencias en los
detalles de la lucha.[241] Después del segundo golpe, que cayó en la espalda de Gollum, el texto continúa:
¡Eso fue suficiente para Gollum! Atacar por la espalda era un viejo truco suyo, y
nunca le había fallado. Pero su hermoso plan había salido muy mal, desde que aquella
telaraña apareció en el camino de repente. Y ahora lo enfrentaba un enemigo furioso,
y apenas más pequeño que él, con un robusto bastón. Esto no [227] era para Gollum.
Ni siquiera tuvo tiempo para tantear en busca de la espada que yacía en el suelo.
Lanzó un chillido cuando el bastón descendió una vez más,[242] y saltó a un costado
en cuatro patas, y luego se alejó con otro salto felino. Entonces, con una rapidez
asombrosa, huyó corriendo y desapareció en el túnel. Espada en mano, Sam fue tras
él; por el momento, salvo la luz roja alojada en su cerebro, lo había olvidado todo.
Pero Gollum desapareció sin que pudiera alcanzarlo. En ese instante, cuando el
agujero oscuro y el olor nauseabundo lo golpearon, el recuerdo de Frodo regresó a la
mente de Sam como el estallido de un trueno. Dio media vuelta y subió a la carrera
por el sendero, gritando. Era demasiado tarde. Hasta ese momento el plan de Gollum
había tenido éxito.
Frodo yacía en el suelo y el monstruo se inclinaba sobre él, tan dedicado a su
víctima que no pareció advertir nada más hasta que Sam estuvo a pocos pasos. Lo
que Sam hizo entonces no fue un acto valeroso, pues ni siquiera lo pensó. Frodo ya
estaba atado con cuerdas que lo envolvían desde los tobillos hasta el pecho, y con las
patas delanteras, a medias levantándolo, a medias a la rastra, ella se lo estaba
llevando, pero Frodo aún tenía las manos libres: una sobre el pecho, la otra extendida
y muerta sobre la piedra, y el bastón de Faramir roto debajo de él.
En el punto en que Sam ve que Frodo está atado con cuerdas, el borrador a lápiz de abajo se detiene; la legible
copia en limpio a tinta escrita sobre él prosigue, aunque en el mismo punto empieza a declinar rápidamente hasta
convertirse en la letra característica de los borradores iniciales, sólo descifrable con esfuerzo y, en este caso, ni
siquiera así.[243] Continúa hasta el final de la página («9» en el texto de la Versión 1, la última página de esta
numeración), con el ataque de Sam a «Ungoliant». Muchas palabras e incluso oraciones enteras son del todo
ilegibles, pero el resto basta para ver que en esta primera versión de la historia fue el corte que propina Sam con
Dardo al vientre de Ungoliant lo que la hizo saltar hacia atrás: no hay sugerencia alguna de la gran herida que
sufrió al dejar caer su enorme mole sobre la punta de la espada (DT 469). Cuando la araña saltó hacia atrás «Sam
Este tosco borrador continúa en otras páginas (no numeradas desde la «9», aunque esto prueba muy poco); sin
embargo, no creo que en ese momento escribiera mucho más, si escribió algo (véase p. 241). La cuestión no
reviste gran importancia en el análisis de la evolución de la historia, y, en cualquier caso, lo más conveniente es
abandonar aquí el borrador original.
El hecho de que mi padre sobreescribiera con letra legible y a tinta el borrador original hasta el momento en
que Ungoliant le pica a pico a Frodo hace pensar que mi padre confiaba en la historia, mientras que el súbito
cambio de «copia en limpio» a «borrador preliminar» en este punto indica que en ese momento advirtió que tenía
que realizar cambios importantes. Es muy posible que la razón inmediata de este cambio fuera que observó lo que
acababa de escribir sin darse cuenta: «Entonces, con una rapidez asombrosa [Gollum] huyó y desapareció por el
túnel. … En ese instante, cuando el agujero oscuro y el olor nauseabundo lo golpearon, el recuerdo de Frodo
regresó a la mente de Sam … Dio media vuelta y subió a la carrera por el sendero, gritando». Sin embargo, en esta
versión justo después del final del túnel empezaba la segunda escalera, dolorosamente larga, y fue sólo después de
llegar arriba de todo cuando Gollum se escabulló (p. 223). El dibujo del ascenso al paso que aparece en este texto
(p. 222) muestra con perfecta claridad la primera escalera que sube hasta el túnel, y la segunda escalera que
asciende alejándose de él.[244] Obviamente, es imposible que mi padre imaginara que Gollum huyó todo el
trayecto bajando por la segunda escalera con Sam tras él, ¡y que luego Sam volviera a subirla! Creo que la
evolución de la historia forzaba un cambio de la topografía en el mismo proceso de escritura (véase abajo).
De hecho, parece que hubo varias cuestiones interrelacionadas. Una era la topografía: la relación entre las
escaleras y el túnel. Otra era el momento y lugar de la desaparición de Gollum. En el esbozo (p. 215) advierten
que ha desaparecido cuando llegan al final de la segunda escalera; y en la presente versión huyó lanzando un
extraño grito agudo cuando llegaron allí. Y otra era la cuestión del plan de Gollum y de su fracaso. Mi padre había
escrito (p. 226): «Pero su hermoso plan había salido muy mal, desde que aquella telaraña apareció en el camino
de repente». La verdad es que en esta versión Gollum pareció irritarse mucho cuando se toparon con ella en el
túnel: «No esperábamos encontrarnos con esto aquí, ¿verdad, precioso? No, por supuesto que no» (p. 222); y
después de que Frodo cortara las primeras telarañas, [229] Gollum se mostró «extrañamente reacio» a continuar, y
«no paraba de intentar escabullirse y dar media vuelta».
Dejando el texto de la «Versión 1», ahora reducido a un borrador muy tosco, en algún punto no determinado,
mi padre garabateó en un pedazo de papel:
Debe ser escalera – escalera – túnel. El túnel es el antro de Ungoliant. El túnel tiene
ramificaciones invisibles. Una sube hasta las mismas mazmorras de la torre. Pero los
orcos no la usan debido a Ungoliant. Ella tiene un gran agujero en el medio del
camino. El plan fracasa porque ha atravesado el camino con una telaraña y se
amilana ante la luz de la redoma. El hedor que sale del agujero que la redoma impide
que Frodo y Sam caigan en él. Gollum desaparece y creen que quizá se ha caído en el
agujero. Se abren camino hasta el final cortando la telaraña. Ungoliant sale del túnel.
De este modo, la serie «primera escalera – túnel – segunda escalera» inherente a la Versión 1 se ha modificado.
Creo que la razón de este cambio fue la siguiente. La distribución «escalera – túnel – escalera» surgió cuando
había muchas arañas en el paso; en el esbozo el túnel parece ser sólo una parte de su territorio, y también hay
telarañas atravesando la segunda escalera (p. 215): da la impresión de que todos los riscos y despeñaderos que
delimitan el sendero están atestados de ellas. Pero con la reducción de la horda de arañas a una Gran Araña, cuyo
antro se halla claramente en el túnel (donde aparecían las enormes telarañas), el ataque a los hobbits en el extremo
superior de la segunda escalera, situada muy por encima del túnel, resulta más bien insatisfactorio. Por esta razón
fue poco después de la aparición en la Versión 1 de Ungoliant como la única causa del terror de Kirith Ungol
cuando esta versión se vino abajo, y mi padre abandonó su escritura en un manuscrito en limpio. Con esto habría
estado asociada la decisión de que Gollum abandonó a Frodo y a Sam cuando aún se encontraban en el túnel.
La trama esbozada en el breve texto que acabo de dar no está muy clara; pero en esta misma época, quizá el
mismo día, mi padre escribió una nota más completa, junto con un plano de los túneles, que se reproduce en la
p. 232. Ésta también se halla en la Bodleian Library (p. 222). El título Plano del Antro de Ella-Laraña se escribió
Siguiéndolo llegaron hasta la empinada cornisa. Sin atreverse a mirar al abismo de su derecha, la cruzaron.
Por fin llegaron a una curva del camino, donde el flanco de la montaña volvía a combarse ante ellos. Allí el
sendero penetraba bruscamente en una oscura abertura en la roca, y ante ellos tenían la primera escalera de la
que Gollum había hablado.
Luego sigue la descripción de la primera escalera. Así la «abertura en la roca» dejó de ser la boca del túnel para
convertirse hábilmente en el inicio de la escalera (p. 221).
Existe un borrador continuo de la historia revisada («Versión 2»), donde se alcanza en gran parte la versión de
DT hasta los acontecimientos del túnel: los escalones de la Escalera Recta y la Escalera Sinuosa, el descanso de
los hobbits junto al sendero, su charla sobre la necesidad de encontrar agua[247] que conduce a la conversación
acerca de las historias (escrita ab initio en una forma muy similar a la de DT), su descubrimiento de que Gollum
ha desaparecido, el regreso de éste, encontrándolos dormidos (con la descripción de su «lucha interior»,
volviéndose para mirar atrás, hacia el paso, y sacudiendo la cabeza, su aspecto de «un hobbit fatigado y viejo que
había vivido más allá de su tiempo y perdido a todos sus amigos y parientes: un viejo despojo hambriento y
lastimoso»), y el desdichado error de Sam al confundir su gesto hacia Frodo (DT 440-451), donde termina el
capítulo «Las escaleras de Cirith Ungol»). Unos pocos pasajes de DT están ausentes en el borrador, pero no son
significativos para la historia y, en cualquier caso, aparecen en el manuscrito en limpio.
En la página de borrador donde ven la torre por primera vez (DT 443) hay un pequeño boceto a lápiz, del
mismo modo que en el mismo punto de la Versión 1 había un dibujo de la concepción anterior de Kirith Ungol
(donde ya habían atravesado el túnel). En el fondo de este boceto se ve el sendero que sale desde el extremo
superior de la Segunda Escalera, donde (según las palabras del texto de borrador) los hobbits «vieron pináculos de
piedra serrados a ambos lados: pilares y púas carcomidos y esculpidos en los años mordientes y los inviernos
olvidados, y entre ellos grandes grietas y fisuras se veían negras aun en la densa oscuridad de aquel lugar hostil».
El sitio donde descansaron («en una grieta oscura entre dos grandes pilares de roca») [233] está marcado con un
punto en el lado derecho del sendero. Más allá se ve la «muralla gris, el último e imponente macizo de roca
montañosa» (DT 452, al comienzo de «El Antro de Ella-Laraña»), en el que se encuentra la boca del túnel, y más
allá, muy alta, la «grieta … en la cima misma, estrecha y profunda entre dos plataformas negras; y en cada
plataforma había un cuerno de piedra» (DT 443). Una versión perfeccionada de este boceto aparece en el mismo
lugar en el manuscrito en limpio; se reproduce en la p. 235.[248]
El borrador continúa sin interrupciones hasta entrar en «El Antro de Ella-Laraña». Sobre la historia que
constituye el comienzo del capítulo posterior hay poco que decir. En el borrador el nombre élfico del túnel es
Terch Ungol «el Antro de la Araña»; y la descripción del hedor que sale del túnel se mantiene como en la Versión
1 (p. 221): «De él salía un olor que no pudieron reconocer: no el hedor de la descomposición de los campos de
Morghul, sino un olor fétido y sofocante: una corrupción repelente en el aire». En la copia en limpio mi padre
escribió primero Te, cambiándolo mientras escribía por Torech Ungol «el Agujero de la Araña», y también
mientras escribía lo cambió a su vez por «el Antro de Ella-Laraña» (el nombre Ella-Laraña ya existía cuando
empezó el manuscrito). Al principio describió el hedor procedente del túnel con estas palabras: «De él salía un
hedor: no el olor enfermizo de la descomposición de los prados de Morghul, sino una fetidez asfixiante, repelente,
un tufo como de inmundicia apilada y acumulada más allá de toda imaginación, que corrompía incluso el aire
fresco con su malignidad». Pero en el margen se cuestionó si esa descripción no era muy fuerte: si el hedor había
sido tan insoportablemente horrible aun desde el exterior «¿habrían llegado a entrar?»; y de inmediato la sustituyó
por la descripción de DT (p. 452). La anchura del túnel también le hizo dudar.
La nueva historia alcanza en la versión del borrador la forma final en que se dan cuenta de que hay túneles
laterales, y en las cosas que los rozaron mientras caminaban, hasta que dejaron atrás la gran abertura a la izquierda
… una impresión de malicia tan intensa que durante un momento se mareó. Sam
también se tambaleó.
—Hay algo ahí adentro —dice—. Huele como una casa de muerte. Puf.
Apelando a la fuerza y resolución que les quedaba, continuaron. Al cabo llegaron
a lo que casi parecía una bifurcación en el túnel: por lo menos, en la oscuridad
absoluta, dudaron. [234]
—Me pregunto qué dirección ha tomado Gollum —dijo Sam.
—¡Smeagol! —dijo Frodo—. ¡Smeagol! —Pero la voz se extinguió ni bien le
llegó a los labios. No hubo respuesta, ni siquiera un eco—. Esta vez se ha marchado
de veras, creo. Sospecho que ahora nos encontramos exactamente en el lugar al que
quería traernos. Pero no tengo ni idea de lo que pretende hacer en este agujero negro.
—No tuvo que esperar mucho para obtener la respuesta.
—¿Y el cristal de estrella? —preguntó Sam—. ¿No dijo la Dama que sería una
luz en sitios oscuros? Y por cierto que ahora necesitamos una luz.
—No lo he usado —dijo Frodo— por Gollum. Creo que lo habría ahuyentado, y
también porque sería muy brillante. Pero me parece que ahora estamos en una
situación desesperada.
Despacio retiró la mano del pecho y sostuvo en alto la redoma de Galadriel. Por
un instante titiló como una estrella que lucha en medio de las brumas de la Tierra;
luego, a medida que el miedo los abandonaba, comenzó a arder hasta transformarse
en una deslumbrante luz plateada, como si Earendel hubiera descendido en persona
desde los altos senderos del crepúsculo llevando en la frente el último Silmaril. La
oscuridad retrocedió y la redoma brilló en un globo de espacio encerrado en absoluta
negrura. Pero ante ellos, en el radio de la luz, había dos aberturas. Entonces las dudas
que tenían desaparecieron, pues el de la izquierda se alejaba con una curva, mientras
que el de la derecha avanzaba en línea recta y era sólo un poco más estrecho que el
túnel anterior.
En ese instante alguna presciencia de malicia o de alguna mirada maligna hizo
que los dos dieran media vuelta. Se les paralizó el corazón. [¿Sonó un grito agudo y
estridente de Gollum?] No muy detrás, … tal vez cerca de la abertura fétida, había
ojos: dos grandes racimos de ojos. Bien brillaran con su propia luz o bien el
resplandor del cristal de estrella se reflejara en sus miles de facetas …… Monstruosos
y abominables y malignos eran: bestiales y a la vez resueltos y maliciosos y hasta con
una horrible delectación y júbilo como no pueden haber en los ojos de una bestia.
Una mente maligna se regocijaba detrás de aquella luz malsana. [236]
Kirith Ungol
— Ungoliant ha atravesado una telaraña en el lado oeste de la trampa (agujero), en el túnel principal. El
hedor emanaba del agujero.
— Frodo levantó la redoma (no se dice que cortara las telarañas) y Ungoliant retrocedió a su antro.
— Gracias a la luz de la redoma evitaron el agujero. Gollum desaparece, y temen que haya caído en él.
— Salen del túnel, en el momento en que Ungoliant, que los ha rodeado y se ha adelantado a ellos por un
sendero lateral, atacó a Frodo, y Gollum aferró a Sam por detrás.
En la muy similar versión corta de esta trama (p. 229) se añade que «se abren camino hasta el final del túnel
cortando la telaraña».
La historia del presente borrador progresa considerablemente hacia la versión final: cruzaron la abertura que
daba al antro, de donde emanaba el hedor, y no hay mención de la «trampa» o «agujero» en el suelo del pasaje
principal; y llegaron a la bifurcación del túnel.[250] Pero en esta versión utilizan la redoma de Galadriel en ese
momento, para que les muestre qué túnel deben tomar; y cuando sienten que algo maligno se acerca y se vuelven,
la luz de la redoma se ve reflejada en los ojos de la Araña. Es evidente que cuando mi padre indicó en este punto
que los ojos debían aparecer antes que el cristal de estrella quiso decir que los ojos, que brillan con su propia luz,
aparecieron en el túnel, y que sólo entonces surgió la idea del cristal de estrella. El resto del episodio es ahora
esencialmente idéntico a la versión final, excepto en que cuando corren por el túnel Sam empuña a Dardo y Frodo
lleva la redoma de Galadriel.
—Eso no nos ayudará ahora —dijo Frodo—. ¡Vamos! Sostendré en alto la luz
mientras me duren las fuerzas. Toma mi espada. Es una hoja élfica. Comprueba lo
que puede hacer. Dame la tuya.
Sam obedeció y tomó a Dardo con la mano, y un estremecimiento le subió por la
mano al aferrar la hermosa empuñadura, la espada de su amo, de Bilbo, la espada que
según las palabras de Elrond procedía de las grandes guerras anteriores a los Años
Oscuros, cuando los muros de Gondolin aún estaban en pie.[254] Dando media vuelta
lanzó una poderosa estocada en arco y saltó hacia atrás para evitar el azote [? de las
hebras]. Los bordes azulados del acero élfico, que resplandecían a la luz de la estrella,
segaron el nudo de cuerdas. Con tres golpes rápidos la telaraña quedó destrozada y la
trampa, rota. El aire de las montañas entró como las aguas de un río.
—Está despejado —gritó Sam—. Está despejado. Puedo ver la luz [? nocturna]
del cielo.
¡No! Hacer que Sam sostenga la luz de modo que Frodo salga primero, y así
como él tiene la luz Ella-Laraña ataca a Frodo.
Sam recoge la espada de Frodo del suelo.
Deja caer la Redoma cuando pelea con Gollum.
Omitir los bastones.
Eso va seguido de una sugerencia, no del todo legible, de que los bastones deberían «colgar de correas», y de otra
según la cual Frodo debería tantear las paredes del túnel con los bastones. Al parecer a mi padre le preocupaba el
problema que surgía del hecho de tener sólo dos [239] manos. No cabe duda de que fue en esa época cuando la
descripción del manuscrito en limpio de «Viaje a la Encrucijada», donde las cabezas de los bastones aún tenían la
forma de un cayado de pastor (p. 202 y nota 219), se sustituyó por la de DT (p. 418): «bastones … de cabeza
tallada, por la que pasaba una correa de cuero trenzado». El texto continúa:
Dieron media vuelta, pero al principio no vieron nada. Quietos como piedras
permanecieron a la espera, no sabían de qué. Entonces, no muy lejos túnel abajo,
justo en la abertura donde se [240] habían mareado y trastabillado, vieron una luz
tenue. Avanzaba muy despacio. Había ojos en la oscuridad. Dos grandes racimos de
ojos. Brillaban y se hacían más grandes y luminosos a medida que avanzaban, muy
despacio. Ardían cada vez más con una luz maligna propia, encendida en algún pozo
profundo de pensamientos malévolos. Monstruosos y abominables eran, bestiales y a
la vez resueltos y animados por una horrible delectación: sin esperanza de
escapatoria, su presa estaba atrapada.
Frodo y Sam retrocedieron, atrapados por la horrible mirada de aquellos ojos
fríos, y según retrocedían los ojos avanzaban, sin prisa, con maligna satisfacción. De
pronto, los dos juntos, como liberados simultáneamente del mismo sortilegio, los
hobbits se volvieron y huyeron ciegamente túnel arriba. [Tachado: La abertura de la
izquierda estaba bloqueada por alguna barrera invisible; tantearon en la oscuridad
frenéticamente y encontraron la abertura de la derecha, y de nuevo echaron a correr].
Pero mientras corrían volvieron la cabeza, y vieron horrorizados que los ojos venían
saltando por detrás.
Entonces surgió una ráfaga de aire: frío y ligero. La abertura, la puerta superior, el
ansiado final del túnel: se hallaba justo delante. Se precipitaron hacia allí
desesperados, y luego trastabillaron hacia atrás. El pasaje estaba bloqueado por
alguna barrera invisible: blanda, fuerte, impenetrable. De nuevo se lanzaron sobre
ella. Cedió un poco y después, como tensos cordeles, los arrojó una vez más hacia
atrás. Los ojos se encontraban ahora más cerca, se detuvieron, los observaron en
silencio, con maligna satisfacción, centelleando con una cruel diversión. El hedor de
la muerte era como una nube a su alrededor.
—¡Párate! —dijo Frodo—. Es inútil luchar. Estamos atrapados.
Dejé la «Versión 1», la historia original según la cual no se encontraron con la Araña en el túnel y el ataque contra
Frodo tuvo lugar en el extremo superior de la Segunda Escalera (encima del túnel), en el punto en que mi padre
abandonó esa versión cuando el manuscrito «en limpio» y el texto se colapsaron precipitadamente hasta
convertirse en un borrador muy difícil: véanse pp. 227-228.
Es difícil determinar con seguridad la evolución exacta a partir de ese punto, pues el mismo borrador tosco
sigue sin interrupciones hasta el final de la historia de Las Dos Torres, que en realidad comprende la versión
original de la historia de «Las decisiones de maese Samsagaz», y, no obstante, no puede ser una continuación
ininterrumpida de la Versión 1. La última página, que por cierto era una parte de la Versión 1, termina con una
descripción inicial casi ilegible del ataque de Sam a Ungoliant y de la redoma que sostiene en alto y que recogió
del cuerpo de Frodo (p. 228). La conclusión del encuentro con Ungoliant quizá pertenezca a la Versión 1, pero
poco más, pues cuando Sam, al despertar de su largo trance de desesperación, arregla el cuerpo de Frodo, dice:
«Él me prestó a Dardo y eso es lo que me llevaré». Por supuesto, esto pertenece a la fase posterior de la historia
(Versión 2), en la que Frodo le dio Dardo a Sam para romper la telaraña del final del túnel mientras él sostenía la
redoma (véanse pp. 237-238). [242]
Desde el punto en que Sam levanta la redoma contra Ungoliant, el borrador continúa:
Al fin, con un gran esfuerzo, se levantó y dio media vuelta, y al no ver nada más
que una niebla gris, avanzó a trompicones hacia el desfiladero que ahora se
encontraba en línea recta delante de él. Pero su amo lo atraía aún: la mente de Sam no
estaba en paz, no se había decidido del todo. (Actuaba según le ordenaba la razón,
pero completamente en contra de su naturaleza). No había andado mucho cuando
miró atrás y a través de las lágrimas vio el pequeño pedazo oscuro de tierra en la
cañada donde había quedado destrozada toda su vida. De nuevo se volvió y prosiguió
la marcha, y ahora ya casi había llegado al V [es decir, el Desfiladero]. Ante el mismo
umbral de la despedida. Ahora debía mirar atrás por última vez. Lo hizo.
—No, no puedo hacerlo —dijo—. No puedo. Iría a la Torre Oscura para reunirme
con él, pero no puedo irme y abandonarlo. No puedo acabar la historia. Es para otros.
Mi capítulo ha terminado. —Emprendió la vuelta, trastabillando. Y entonces, de
pronto, ante su cólera y horror, creyó ver una cosa furtiva que salía a rastras de la
sombra y se acercaba a Frodo y empezaba a manosearlo.[261] La ira, eliminando los
demás pensamientos, volvió a encenderse en él—. ¡Gollum! En busca de su
precioso… piensa que su plan ha funcionado después de todo. El sucio… —Empezó
a correr en silencio. No había más de 20 [? yardas] que cubrir. Desenvainó la espada.
No tuvo que caminar mucho. El túnel se hallaba a unas cincuenta yardas por
detrás; el desfiladero a un par de cientos de yardas o menos. En la penumbra del
crepúsculo se veía un sendero que ascendía con rapidez, el risco a un lado, y al otro la
muralla baja de roca que subía regularmente hasta otro risco. Pronto llegó a un tramo
de escalones anchos y bajos. Ahora la torre de los orcos se erguía justo encima de él,
¿Por qué tardan tanto los Orcos en venir? Tienen pavor de Ella-Laraña. Saben que otro espía anda suelto.
Cabecilla dice que las órdenes son que los mensajeros vayan a Morgul y directamente a Baraddur Lugburz.
Orcos [? gimen]. Hablan de Ella-Laraña y de la serpiente de la Araña [quien] ha estado antes aquí. Nuevas de
la guerra.
Entonces, de pronto, oyó gritos y voces. Se quedó inmóvil. Voces de orcos: las había
oído en Moria y Lórien y en el Río Grande y jamás las olvidaría. Dio media vuelta y
vio unas lucecitas rojas, antorchas quizá, que salían del túnel a lo lejos, abajo. Y sólo
[248] a unas pocas yardas debajo de él, saliendo del mismo risco al parecer, por un
agujero o puerta cerca del pie de la torre que él no había notado cuando cruzó el
camino discutiendo consigo mismo, había más luces. Bandas de Orcos. Venían a la
cacería al fin. El ojo rojo no era completamente ciego.
Y un ruido de pies y de gritos salió también de la grieta. Los Orcos también
subían hasta el paso desde Mordor.
El miedo lo dominó. ¿Cómo podía escapar? Así que ahora su capítulo terminaría.
No había tenido más de una página de extensión que el de Frodo. ¿Cómo podía salvar
el Anillo? El Anillo. No fue ni un pensamiento ni una decisión: sencillamente se
encontró sacando la cadena y tomando el Anillo en la mano. Las voces de los orcos
sonaron más cerca. Entonces se lo puso.[266]
La consecución de la conversación entre los cabecillas de las dos bandas de Orcos en el túnel llevó bastante
trabajo, extendiéndose hasta la copia en limpio, y detallar todos los reordenamientos, cambios de interlocutores
etcétera, requeriría mucho espacio. Pero hay un borrador que merece transcribirse en su totalidad, por lo poco que
sobrevivió de él. Los dos Orcos, sobre todo el de Minas Morghul, están muy preocupados con la sincronización
precisa de los diversos mensajes que se habían pasado.
En la oscuridad [del túnel] ahora parecía sentirse más cómodo; pero seguía muy
cansado. Podía ver la luz de las antorchas un poco más adelante, aunque no conseguía
recortar la distancia que lo separaba de ellas. Los trasgos avanzan deprisa en los
túneles, sobre todo por aquellos que han abierto ellos mismos, y todos los abundantes
pasajes en esta región de las montañas eran obra suya, incluso el túnel principal y el
foso grande [249] y profundo donde moraba Ella-Laraña. Los hicieron en los Años
Oscuros, hasta que llegó Ella-Laraña y allí estableció su antro, y para escapar de ella
habían excavado pasajes nuevos, demasiado estrechos para el [lento crecer de ella >]
crecimiento de ella, que cruzaban y volvían a atravesar el camino principal.[267]
Sam oyó el clamor de muchas voces apagadas y duras en el aire muerto, y en
algún lugar oyó dos voces más altas que las otras. Al parecer los cabecillas de los dos
grupos estaban discutiendo mientras marchaban.
—¿No puedes hacer que tu chusma no arme ese alboroto? —dijo uno—. No me
importa lo que les pase a ellos, pero no quiero que Ella-Laraña caiga encima de mí y
de mis muchachos.
—Tu gente es la que grita más —dijo el otro—. Pero déjalos que jueguen. No
hace falta preocuparse en lo más mínimo de Ella-Laraña. Se ha sentado sobre un
clavo o algo, y ninguno de nosotros va a llorar por eso. ¿No viste las señales
entonces? Una garra arrancada, sangre asquerosa y coagulada todo el camino hasta
esa maldita grieta (ordenarles que se callen sería tener que repetirlo un centenar de
veces). Déjalos que jueguen. Por fin hemos tenido un golpe de suerte: tenemos algo
que Él quiere.
—Sí, nosotros, Shagrat.[268] Nosotros, te lo advierto. Aunque no sé por qué vamos
a tu miserable torre. Nosotros encontramos al espía, mi grupo llegó primero. Debería
ser nuestro. Tendríamos que llevarlo a Dushgoi.[269]
El manuscrito de «Las decisiones de maese Samsagaz»[271] se parece en casi todos los puntos al capítulo de
Las Dos Torres. Ya se han apuntado diversos detalles en los cuales difería la primera versión, pero quedan unos
pocos más. La siguiente descripción de Ella-Laraña fue desechada tan pronto como se escribió y fue sustituida por
la que aparece en DT (p. 469):
Pero Ella-Laraña no era como los dragones, y no tenía puntos vulnerables salvo
en los ojos; ni sus pliegues eran como los de las razas menores del Bosque Negro, y
su pellejo secular tenía protuberancias y agujeros de podredumbre pero estaba
protegido interiormente con capas y capas, y ninguna espada de la Tierra Media podía
atravesarlo, ni aunque la hubieran hecho los elfos o los enanos y en ella hubieran
escrito todas las runas existentes, ni aunque la mano de [tachado: Fingon empuñara
aquella que] Beren o de Túrin la empuñara.
La respuesta de Shagrat a la ocurrencia inicial de Yagûl («¿Cansado de estar ahí arriba, agazapado? ¿Tienes
intenciones de bajar a combatir?») cobró esta forma:
O Elbereth Gilthoniel
sir evrin pennar óriel
lír avos-eithen míriel
O Elbereth Gilthoniel
silevrin pennar óriel
hír avas-eithen míriel
a tiro’men Gilthoniel!
El Libro Quinto y Último comienza con el viaje de Gandalf a Minas Tirith, con el que La Palantir, último
capítulo del Libro Tercero, se cerraba. Parte de esto está escrito o esbozado.[273] Luego debe seguir el
levantamiento del sitio de Minas Tirith por la arremetida de los Jinetes de Rohan, en la que cae el Rey
Theoden; el rechazo del enemigo, [253] por Gandalf y Aragorn, hasta las Puertas Negras; el parlamento en el
que Sauron muestra varias pruebas (como la cota de mithril) de que Frodo ha sido capturado, pero Gandalf se
rehúsa a negociar (horrible dilema, de cualquier modo, aun para un mago). Luego volvemos a Frodo y su
rescate por Sam. Desde un sitio elevado ven todas las vastas reservas de Sauron salidas por las Puertas
Negras, y luego se apresuran a subir al Monte del Destino a través de un Mordor desierto. Con la destrucción
del Anillo, cuya manera precisa no está decidida todavía —todos estos últimos fragmentos fueron escritos
hace siglos, pero ya no se ajustan en detalle, ni en elevación (pues la obra entera se ha vuelto mucho más
amplia y alta)—, Baraddur se derrumba y las fuerzas de Gandalf entran en Mordor. Frodo y Sam, que luchan
con el último Nazgûl en una isla de roca rodeada por el fuego de la erupción del Monte del Destino, son
rescatados por el águila de Gandalf; y luego debe tener lugar la aclaración de todos los cabos sueltos, aun
hasta el poni de Bill Helechal.[274] Todo este trabajo se llevará a cabo un capítulo final, donde se sorprende a
Sam leyendo un libro enorme a sus hijos y respondiendo las preguntas que le dirigen acerca de lo que le
sucedió a todo el mundo (esto se vinculará con su discurso sobre la naturaleza de las historias en las Escaleras
de Kirith Ungol). Pero la escena final será el pasaje del viaje de Bilbo, Elrond y Galadriel por los bosques de
la Comarca, camino de los Puertos Grises. Frodo se les sumará y cruzarán el Mar (vinculándose con la visión
de un lejano país verde que tuvo en la casa de Tom Bombadil). Así termina la Edad Media y empieza el
Dominio de los Hombres, y Aragorn, lejos en el trono de Gondor, se empeña en proporcionar cierto orden y
preservar alguna memoria de días antaño entre el tumulto de hombres que Sauron ha volcado en el Oeste.
Pero Elrond ha partido, y todos los Altos Elfos. No sé todavía lo que les ocurre a los Ents. Probablemente el
argumento diferirá mucho de este plan cuando realmente se lo escriba, pues las cosas parecen escribirse por sí
solas una vez que me pongo en marcha, como si la verdad, imperfectamente atisbada en el esbozo preliminar,
surgiera de ellas.
De una carta a Stanley Unwin escrita el 21 de julio de 1946 (Cartas, n.º 105), más de dos años después de que las
puertas de la entrada subterránea a la Torre de Kirith Ungol se cerraran con estrépito en la cara de Sam, y casi dos
desde que «las almenaras ardían en Anórien y Théoden llegaba al Valle Sagrado», se desprende que no había
hecho nada más. Entonces tenía esperanzas de que pronto sería capaz de empezar a escribir de nuevo; y en otra
carta a Stanley Unwin del 7 de diciembre de 1946 (Cartas, n.º 107) se hallaba «en los últimos capítulos».
Viernes Feb. 10 Frodo y Sam llegan al antro de Ella-Laraña a primera hora de la mañana. Salen a final de la
tarde, casi en la cumbre del paso. Frodo es capturado y llevado a la torre orca de noche.
Sábado Feb. 11 Ataque al amanecer sobre la asediada Minas Tirith. Jinetes de Rohan llegan de pronto y
cargan, derrotando al asediador. Caída de Théoden. Hueste de Mordor rechazada hasta el Río.
Domingo Feb. 12 Gandalf (Éomer y Aragorn y Faramir) entran en Ithilien.
MINAS TIRITH
[263]
Después de la publicación de «La Traición de Isengard» encontré la siguiente página manuscrita. Había ido a
parar a un paquete de escritos muy posteriores sobre los acontecimientos de los Libros quinto y sexto, y cuando
los repasé no llegué a captar la importancia que tenía. De hecho, se trata de la página final del primero de los dos
esbozos que transcribí bajo el encabezamiento «La historia prevista desde Fangorn» en TI 510 y ss.; y como
representa la primera concepción registrada de mi padre acerca de los acontecimientos del Libro V, éste parece el
mejor sitio para presentarla. Primero repito la conclusión de la parte impresa en TI 513-514:
Llegan noticias al banquete [en Eodoras] o a la mañana siguiente del asedio de Minas Tirith por los
Haradwaith. … Los jinetes de Rohan cabalgan hacia el Este, con Gandalf, Aragorn, Gimli, Legolas, Merry y
Pippin. Gandalf como el Caballero Blanco. … Vista de Minas Tirith desde lejos.
El texto comienza con la misma tinta suave usada en la parte anterior del esbozo, pero pronto pasa a lápiz. En el
comienzo de la página está escrito (más tarde, con una tinta distinta): «Catálogo homérico. Forlong el Gordo. El
pueblo de Lebennin» (véase p. 328).
Batalla ante las murallas. Salidas desde la ciudad. Aragorn hace huir a los
Haradwaith. Aragorn entra en Minas Tirith y se convierte en su jefe. Recuerdo de las
palabras ominosas (que pronunció Boromir).
Las fuerzas de Minas Tirith y de Rohan bajo el mando de Aragorn y Gandalf
cruzan el Anduin y recuperan Elostirion. Los Nazgûl. Cómo los rechazó Gandalf. Allí
donde caía la sombra del Nazgûl había una oscuridad ciega. Los hombres caían de
bruces o huían. Pero alrededor de Gandalf siempre había una luz, y allí donde
cabalgaba la sombra retrocedía.
Las fuerzas del Oeste derrotan a Minas Morghul [escrito arriba: [264] Morgol] y
repelen al enemigo hasta el Campo de las Tierras de Nadie, delante de Kirith Ungol.
Hacia allí va la embajada de Sauron. La envía para decir que [Aquí termina el texto a
tinta y sigue uno a lápiz, la palabra que está tachada] a Gandalf y Aragorn que tiene
cautivo a Frodo, el Portador del Anillo. (Consternación de Aragorn). El mensajero de
Sauron declara que Frodo ha suplicado que lo rescaten a cualquier precio. El precio
de Sauron es la retirada inmediata de todas las fuerzas al oeste del Anduin; y la
rendición definitiva de toda la tierra hasta el oeste de las Montañas Nubladas (hasta
Isen). Como prueba, el mensajero de Sauron les enseña Dardo (o algún otro objeto
capturado ¿la redoma?) que le quitaron a Frodo cuando estaba prisionero; debió ser
algo que Sam pasó por alto [escrito al margen: cota de mithril]. Pero Gandalf rechaza
los términos por completo.
—¡Mantén a tu cautivo hasta que haya terminado la batalla, Sauron! Pues en
verdad si la victoria es mía y entonces no lo encontramos ileso, lo vas a pasar muy
Pippin miró fuera de los brazos de Gandalf. Aunque estaba despierto, ahora sentía
que se encontraba en un sueño vertiginoso. El mundo gris y verde seguía
deslizándose veloz y el sol salió y se puso y el viento canturreaba en sus oídos. Trató
de calcular el tiempo, pero no podía estar seguro.
Después de este punto el texto continúa con un rápido garabateo a lápiz:
Hacía dos días que había visto el sol centelleando sobre el tejado del gran castillo
del rey, y luego había dormido, vagamente consciente del trajín y del ir y venir a su
alrededor. Llegada del Nazgûl. Luego más oscuridad y viento, y más después. Sí, ésta
debía ser la tercera cabalgada. Las estrellas parecían huir en el cielo.
Se sacudió. Dónde estamos, preguntó.
Pasando [? por] las tierras de Anórien, que es [? un reino] de Gondor, respondió
Gandalf. Ahora nos hemos desviado al sur. Pronto amanecerá. Abre los ojos.
Almenaras. Mensajeros cabalgando rumbo Oeste. [266]
Descripción de Minas Tirith y sus inmensos muros concéntricos.
Llegan a presencia de Denethor y oyen nuevas que Gandalf complementa.
Gandalf permanece oculto [? hablando] consigo mismo. Pippin en las almenaras.
Llegan los aliados. Faramir retorna. Guerra y asedio. Gondor derrotado. Barcos de
Harad. Nuevas fuerzas procedentes del Norte. Episodio de la Palantír y Gandalf.
No hay señal de los Jinetes.
Es evidente que esta continuación a lápiz fue escrita de una sola vez y, en consecuencia, después de mayo de
1944, cuando Faramir, cuyo retorno a Minas Tirith se menciona aquí, entró en la historia de El Señor de los
Anillos: volvió a trabajar en la historia una vez acabado el Libro cuarto. A mi entender que el breve pasaje inicial a
tinta («Pippin se asomó desde los brazos de Gandalf…») sea muy anterior a la continuación a lápiz es poco menos
que imposible. Mucho más probable es que mi padre lo abandonara porque había cambiado de parecer y no creía
que Gandalf cabalgara durante el día, y (como a menudo hacía en tales casos) luego esbozó muy rápidamente la
nueva trama (véase la Nota sobre la cronología al final de este capítulo).
Éste fue seguido de otro borrador inicial («B»), una sola página toscamente escrita a tinta que no llegó más
allá de los mensajeros cabalgando rápidamente desde Gondor a Edoras. He transcrito este breve texto en su
totalidad, dejando de lado unos pocos cambios posteriores a lápiz.
Sobre esto véase la Nota sobre la cronología al final de este capítulo.[277] El jefe de los hombres del muro del
Pelennor aquí es llamado Cranthir, no Ingold.
La siguiente fase evolutiva de «Minas Tirith» fue un texto de borrador completo o casi completo; es evidente
que la página «C» lo precedió y que no fue un comienzo malogrado de una copia mecanografiada (por ejemplo,
ahora el jefe de los hombres en el muro es Ingold).
Este punto de la historia constituye un extraño enigma. Los detalles son que, según sus propias palabras, mi
padre abandonó «Minas Tirith» hacia finales de 1942, cuando «las almenaras ardían en Anórien»: la historia sólo
avanzó «hasta la llegada a Gondor». En una única página mecanografiada («C») hace precisamente eso, y cuando
estudié por primera vez estos papeles tuve la certeza de que se trataba del «comienzo abandonado»; aunque es
evidente que «C» es posterior a «B», y éste a «A»; y en «A» hay una referencia a Faramir, quien no entró en la
historia hasta 1944. Además, «C» se mecanografió con un tipo de letra especial que al parecer mi padre sólo
empezó a utilizar en 1944. Las palabras recalcadas en A «Almenaras. Mensajeros cabalgando rumbo Oeste»
implican sin duda que ahí es donde surgieron en realidad esas ideas; pero ¿cómo pudo ser así, si «las almenaras
ardían en Anórien» aparece ya en el inicio original de 1942? En consecuencia tuve que llegar a la conclusión de
que éste se había perdido.
Pero esta conclusión es errónea; y hay pruebas muy claras de que mi padre recordaba mal. La solución radica
en un pasaje de su carta del jueves 12 de octubre de 1944, que he citado anteriormente (p. 120), aunque no en su
totalidad:
Empecé a tratar de escribir nuevamente (¡al estar a punto de empezar el período escolar!) el martes, pero
tropecé con un muy grave [269] error de sincronización (uno o dos días), muy importante en esta etapa, en los
movimientos de Frodo y los demás, que ha costado trabajo y reflexión y requerirá fatigosas pequeñas
alteraciones en muchos capítulos; pero, de cualquier modo, he comenzado el Libro quinto (y último: unos 10
capítulos por «libro»).
He supuesto (a la vista de lo que mi padre dijo años después) que las palabras que he escrito en cursiva
significaban que mi padre había comenzado «Minas Tirith» desde el principio, y que en esta breve referencia
sencillamente pasó por alto el hecho de que el inicio del capítulo (y el inicio de «El Acantonamiento de Rohan»)
existía desde hacía tiempo; o, de lo contrario, que ahora el inicio anterior se había rechazado y dejado a un lado.
Pero es mucho más natural suponer que las palabras significan lo que dicen: «He comenzado el Libro quinto», el
10 de octubre de 1944, ab initio; y si se toman en ese sentido, todo el problema desaparece. El inicio abandonado
no está perdido, y de hecho se trata de la curiosa y aislada página «C» que redactó en la «portátil»; sin embargo,
se escribió en 1944, no en 1942. La página «A», que precede a «B» y «C», es en realidad donde emergieron por
primera vez las ideas de las almenaras y los jinetes mensajeros; y como se escribió en 1944, la aparición de
Faramir no representa ningún problema. Así pues, en su carta del 29 de noviembre de 1944 citada en la p. 252, mi
padre podía decir que «El Libro quinto y último comienza con el viaje de Gandalf a Minas Tirith … Parte de esto
está escrito o esbozado»: había sido «escrito o esbozado» el mes anterior.
El motivo de este error, cometido muchos años después, es fácil de ver; pues es cierto que hubo un largo
paréntesis en la escritura de «Minas Tirith» (y «El Acantonamiento de Rohan»). Sin embargo, no tuvo lugar en el
prolongado parón de 1943-1944, entre el Libro tercero y el Libro cuarto; fue en el largo paréntesis entre octubre
de 1944 y el verano de 1946 (véanse pp. 252-253), después de que se completara el Libro cuarto. Los esquemas
temporales corroboran contundentemente esta hipótesis. Como ya he dicho (p. 164), los esquemas temporales C y
D son anteriores a los problemas cronológicos que surgieron en octubre de 1944 y se solucionaron en el esquema
S. Sin embargo, los tres tratan a Frodo y Sam por un lado y a los acontecimientos de Rohan y Gondor por otro; y
por esta razón es muy probable que todos tengan que relacionarse con el nuevo inicio narrativo de esa época. Fue
precisamente debido a que mi padre en ese momento, a finales de 1944, volvió al «oeste del Anduin» por primera
vez desde que acabara «La Palantír», que surgió la necesidad de toda esa sincronización cronológica. Para más
detalles véase la Nota sobre la cronología al final de este capítulo. [270]
El primer borrador completo de «Minas Tirith» corresponde a todas luces al último período de la escritura de
El Señor de los Anillos. Este texto se quedó en Inglaterra; pero aparte de eso, casi todo el material manuscrito del
período final (Libros quinto y sexto), incluyendo esbozos y borradores iniciales, fue a Marquette University con el
El borrador original del inicio de «El Acantonamiento de Rohan», aquí llamado «A», es un texto escrito
rápidamente a lápiz con la letra más difícil de mi padre, parte del cual ha desafiado repetidos intentos de
descifrarlo; lo transcribo aquí de la mejor manera posible. El párrafo inicial se rechazó tan pronto como se
escribió, pero no fue tachado. Antes de pasar al texto se puede decir que hacía mucho que se sabía que Théoden
volvería desde Isengard a través de las montañas de El Sagrario: véanse los esbozos dados en las pp. 87, 90
(escritos antes de la introducción de la súbita partida de Gandalf hacia Minas Tirith montado en Sombragrís). En
SA el viaje de Théoden, Aragorn y su compañía desde Dol Baran se describe en «El paso de la Compañía Gris»,
pero este capítulo no existía aún.
La mañana había llegado de nuevo, pero el profundo valle que los rodeaba
todavía se extendía en sombras. Oscuros y umbríos los bosques de abetos trepaban
por los escarpados flancos de las … colinas. Ahora a los viajeros les parecía que
había pasado mucho tiempo desde que salieran de Isengard, más incluso que [? el]
tiempo de su agotador viaje.[278]
El día declinaba de nuevo. Sombrío se extendía el alto valle que los rodeaba. La
noche ya se había agazapado bajo los grandes bosques de abetos susurrantes que
vestían los escarpados flancos de las montañas. Pero ahora los viajeros descendían
por un camino empinado y al salir de la aromática y susurrante oscuridad de los pinos
[? siguieron un]… …se encontraron ante … donde entraba en un valle más ancho. El
largo paso de El Valle Sagrado. Oscura a la derecha se erguía la vasta y enmarañada
masa de El Sagrario, cuya gran cresta habían perdido de vista, pues marchaban a sus
pies. Las luces parpadeaban ante ellos del otro lado del valle, sobre el río Nevado,
[279] blanco y humeante sobre sus piedras. Al fin habían llegado al término del [271]
largo viaje hacia los viejos hogares montañosos de pueblos olvidados: al Baluarte del
Sagrario. Parecía que había pasado mucho tiempo desde que cabalgaran de Isengard.
[? Eran] … días desde que cabalgaran de Isengard, pero parecía …, con poco más
salvo una cabalgada agotadora. De esta manera, el Rey Théoden regresó con su
pueblo.
Al caer la oscuridad llegaron al río y a los viejos puentes de piedra que [? allí
había]. Hicieron sonar un cuerno. Otros cuernos les respondieron alegremente desde
arriba. Entonces subieron por un sendero sinuoso que lentamente los llevó hasta un
ancho campo en una altiplanicie situada junto a los grandes [? huesos de El Sagrario.
Unas paredes cubiertas de árboles lo abrazaban a medias].[280] El Nevado salía de allí
y caía en una cascada. La roca de atrás estaba llena de cavernas que habían sido
excavadas con gran esfuerzo en las paredes rocosas. Según la leyenda se trataba de
una morada y un lugar [? sagrado] para hombres olvidados de los Años Oscuros, [?
antes incluso] de que los navíos llegaran a Belfalas o Gondor fuera construido. ¿Qué
había sido de ellos? Habían desaparecido, se habían marchado para mezclarse con los
Dunlendinos o el pueblo de Lebennin junto al mar. Aquí los Eorlingas habían
El día declinaba. El alto valle que los rodeaba se cubrió de sombras. La noche ya
se había agazapado bajo el bosque de abetos susurrantes que vestían los escarpados
flancos de las montañas. Su sendero contorneó un gran espolón de roca y se internó
en la penumbra suspirante bajo árboles oscuros. Por fin salieron de nuevo y vieron
que era de noche, y que su viaje se hallaba cerca del final. Habían llegado al borde
del arroyo montañoso, que habían seguido todo el día cuesta abajo hasta que dividió
su profundo curso entre los muros cubiertos de pinos. Y ahora, a través de una puerta
estrecha entre las montañas, salía y fluía penetrando en un valle más ancho.
—¡Por fin! —exclamó Éomer—. Hemos llegado. [273]
Aquí mi padre se detuvo. Quizás en el acto, añadió a lápiz «al Valle Sagrado», luego tachó las palabras de Éomer
y continuó el texto a lápiz, que pronto resulta difícil de leer, y por último casi igual de imposible que el texto A.
El Sagrario
El texto B fue seguido, sin duda de inmediato, por una tercera versión («C»), escrita con claridad a tinta, que,
sin embargo, de nuevo se detiene en el mismo punto. Aquí la entrada de los Jinetes en el Valle Sagrado se describe
de un modo muy similar al de B:
Lo siguieron [al arroyo de la montaña] y lo vieron dar un enorme salto hacia el Río
Nevado, que, blanco y humeante sobre las piedras, se precipitaba hacia su veloz viaje
hasta el lejano Edoras. A su derecha, oscuro y velado por las nubes, se erguía la vasta
masa desordenada del gran Sagrario, pero no podían ver el alto pico y la cresta de
nieve, pues marchaban bajo la sombra de sus rodillas. A lo ancho del valle, en las
laderas de las montañas, parpadeaban unas luces.
Ahora fue Éomer, no Aragorn, quien contestó a la pregunta de Théoden «Pero ¿no estaba llena la luna
anoche?»; porque Aragorn ya no formaba parte de la compañía del Rey.
Lo siguió un cuarto texto («D»), que en su mayor parte contiene casi las palabras exactas del principio de «El
Acantonamiento de Rohan», pero que sólo abarca una página más, y termina con Merry «escuchando los rumores
del agua, el murmullo de los árboles, el crujido de las [278] piedras, y el vasto silencio expectante detrás de cada
ruido». El rasgo más notable de este breve texto es el pasaje siguiente:
A la derecha, oscura y velada por las nubes, se erguía la vasta masa desordenada
del [tachado de inmediato: gran Du] inmenso Pico Afilado, [tachado: montaña
sombría] pero no podían ver la cresta nudosa y dentada, pues marchaban bajo la
sombra de sus rodillas. A lo ancho del valle, sobre la falda de la gran montaña,
parpadeaban unas luces.
Es evidente que en este punto la gran montaña «El Sagrario» se convirtió en el Pico Afilado, y aunque el texto
no es lo bastante largo como para estar seguros, la última oración de este fragmento revela (sobre todo por el
empleo de la palabra «falda») que el Baluarte del Sagrario, en el que parpadeaban unas luces, se hallaba situado
en las pendientes inferiores del Pico Afilado.
Al parecer la siguiente fase consistió en dos páginas de notas escritas muy velozmente a lápiz («E»); mi padre
escribió sobre algunas de ellas a tinta, pero no todas, poniendo signos de interrogación junto a algunos nombres y
palabras.
Cuando los Eorlingas llegaron por primera vez a El Sagrario sólo encontraron a
un hombre viviendo en una caverna, que hablaba una lengua extraña. Nadie pudo
entenderlo. Hablaba a menudo y parecía desear contarles algo, pero murió antes de
que ninguno fuera capaz de leer sus palabras. ¿Dónde estaba el resto de su pueblo?
Aragorn y Éowyn salen al encuentro del Rey. Dicen que se están acantonando
Jinetes en El Sagrario, por orden de Gandalf: había pasado por Edoras hacía unos
días. Muchos habían llegado ya, y muchas gentes extrañas. Yo no … entiendo cómo,
pero una llamada se lanzó hace bastante tiempo. Han venido Montaraces y
Dunlendinos y mensajeros de los Hombres del Bosque Negro.
Dicen que si no fuera por la sombra de la nueva guerra celebrarían un banquete
victorioso. Aun así harán una fiesta y se regocijarán por el retorno del Rey.
Sala de piedra iluminada por las antorchas.
Merry se sentó junto a Théoden tal como se le prometiera. [279]
Lo siguiente fue escrito encima a tinta, al parecer sólo para aclarar el texto a lápiz (que a veces es legible), no para
alterarlo o ampliarlo. Varios de los nombres tienen al lado signos de interrogación a tinta, y mi padre fue incapaz
de interpretar algunas de las palabras a lápiz.
Entonces se comenzó una nueva versión de la historia («F»), que al principio está escrita con letra clara y
pronto degenera en un garabato; en ésta, el relato llega un poco más lejos. En el pasaje inicial de este texto las
luces todavía parpadean a lo ancho del valle «en la falda de la gran montaña»; Éomer aún informa a Théoden que
la luna estaba llena dos noches atrás, que llevan cinco días de viaje, y que quedan cinco hasta el acantonamiento
en Edoras; y los Jinetes todavía cruzan el Nevado por un puente de piedra (no por un vado, como en RR), aquí
descrito como «un arco desnudo, ancho y bajo, sin reborde o parapeto». Los cuernos que sonaron muy por encima
en respuesta a la andanada que se soltó cuando la compañía del Rey cruzó el puente ahora se convierte en «un
gran coro de trompetas desde una gran altura» que «sonaban en algún sitio hueco, como si las diferentes notas se
unieran en una sola voz que vibraba y retumbaba contra las paredes de piedra». Cuando esto se escribió, como
muy pronto se verá, el «sitio hueco» era el interior del Baluarte del Sagrario, con el sentido que mi padre le dio al
nombre en un principio: el nicho o «anfiteatro» rodeado de rocas y las grandes cavernas en el risco; pero la
descripción sobrevivió en RR (con la adición de las palabras «se hubiera dicho» antes de «en algún sitio hueco»),
cuando el Baluarte del Sagrario era Firienfeld, la vasta meseta a la que se llegaba por el camino sinuoso, donde se
situaban los campamentos superiores. No hay mención (en este punto) del paso de Gandalf por Edoras, ni del
enorme campamento de Jinetes en el Valle Sagrado (cf. RR, pp. 76-77, y véase nota 291); después de las palabras
«Así el Rey de la Marca salió del oeste [282] hacia El Sagrario en las colinas» el texto continúa en el acto con
«Subiendo por el valle había un camino hecho en los años de los que nada saben las canciones».
La descripción del camino ascendente es prácticamente idéntica a la de RR, y ahora aparecen los hombres
Púkel descritos palabra por palabra como en RR, al parecer sin que exista ningún borrador previo. Pero los Jinetes
de Rohan los llamaron los Hombres-Hoker (del Inglés Antiguo hocor «objeto de burla, escarnio, desprecio»),
sustituido con posterioridad por hombres Pookel.[290]
He transcrito el resto del texto en su totalidad:
Al cabo de un rato [Merry] miró atrás y descubrió que había subido algunos
centenares de pies por encima del valle, pero abajo a lo lejos aún alcanzaba a
distinguir una ondulante columna de Jinetes que cruzaba el puente. Muchos hombres
habían seguido a Théoden desde el Folde Oeste hacia el acantonamiento de Rohan.
[291]
Hubo palabras duras, pues hace mucho que la guerra nos ha arrancado de la vida
tranquila de las colinas verdes y de los campos; pero no ha habido ninguna mala
acción. Apenas habíamos llegado a El Sagrario, donde por doquier reinaba la
agitación, [286] cuando arribaron nuevas de vuestra victoria en el Abismo de Helm.
Hubo gran regocijo, y muchos partieron inmediatamente hacia las tierras bajas, sin
importarles en absoluto los rumores que anuncian peligros aún mayores. Detuve a
todos los que pude, pues creí que la historia se había exagerado por el camino… hasta
que regresó Aragorn, ayer por la mañana, tal como dijera. Entonces nos enteramos de
la caída de Isengard y de otros muchos sucesos extraños. Os hemos echado de menos,
señor, y deseando haceros feliz. …
El resto de sus palabras es como en F, aunque no menciona a su padre. Cuando terminó de hablar, el texto
continúa:
Por último, hay una copia mecanografiada («H») de «Minas Tirith», hecha con la misma «portátil» que se usó
para el texto «C» (véase p. 267); ésta sólo es un poco más extensa que la otra, y los dos textos se parecen tanto en
todos los detalles que estoy casi seguro de que son de la misma época; es decir, esta copia mecanografiada del
presente capítulo coincide con todo el material original del inicio de «El Acantonamiento de Rohan», compuesto
antes de que mi padre volviera a abandonar el El Señor de los Anillos a finales de 1944.
Por lo tanto, es curioso que en esta copia a máquina (que en otros aspectos siguió fielmente la versión previa
F (pp. 281-282) mi padre ya hubiera abandonado un elemento esencial de la historia. Ahora no parpadeaban
ningunas luces en el lado más alejado del valle cuando el Rey y su compañía llegaron al Valle Sagrado; y después
de la descripción de los hombres de Pukel (así escrito) en los recodos del camino ascendente, el texto dice esto:
La compañía del rey llegó por fin a un borde afilado, y el camino penetró entre
paredes rocosas y desembocó en una vasta meseta. Firienfeld la llamaban los
hombres, un terreno montañoso verde y cubierto de hierbas y brezales, muy por
encima de la escarpada pared del valle. Más allá había un bosque sombrío que subía
abruptamente por los flancos de una gran colina redondeada; la cresta negra y
desnuda se elevaba muy por encima de los árboles y en ella se erguía un único
pináculo de piedra [289] en ruinas. Dos hileras largas de piedras informes se le
acercaban desde el borde del risco y desaparecían en la oscuridad de los árboles. Los
que seguían ese camino entraban en la sombra bostezante del Bosque de Firien hacia
una puerta enorme en el flanco de la colina negra de Firien;[296] encima de ella había
signos y figuras, desgastados por el tiempo, que nadie era capaz de leer. Dentro había
vastas cavernas, según decían los hombres, aunque nadie recordaba que alguien se
hubiera atrevido a entrar. Tal era el oscuro Sagrario, obra de hombres olvidados en un
remoto pasado.
Luego sigue el pasaje del texto F citado en la p. 283 («Ninguna canción o leyenda los recordaba…»), que no
se cambió mucho más en RR (p. 78); y la copia mecanografiada se interrumpe en las palabras «Cuando el rey
subió a la meseta».
¿Qué pensamiento había detrás de este cambio, mediante el cual «el oscuro Sagrario» pasó a situarse dentro
de «la colina negra de Firien», un pináculo de piedra en su cresta desnuda, y se convirtió en algo tan distinto de un
lugar de celebración para los señores de Rohan como un lugar de pavor en el que ningún hombre se atrevía a
entrar? Quizá mi padre creyó que había demasiado parecido entre El Sagrario, según su concepción original, y el
Abismo de Helm: «Hay cavernas en el Abismo de Helm donde pueden ocultarse centenares de hombres» (DT,
p. 177), «Detrás, en las cavernas del Abismo, están las tres cuartas partes de los habitantes del Folde Oeste… Pero
también hemos llevado allí provisiones en abundancia y muchas bestias, y el forraje necesario para alimentarlas»
(DT, p. 179). Quizá también la idea de que Aragorn cruzaría las montañas por el Paso de Scada, tal como se
propuso en las notas E (p. 279), había conducido ya a una nueva idea: que el camino pasara a través de El
Sagrario (cf. el esbozo V en la próxima sección, p. 301). Sea como fuere, creo que fue aquí donde mi padre dejó a
un lado El Señor de los Anillos, por lo menos en la evolución escrita de la historia, hasta que hubo transcurrido un
año y medio más.
Otro esbozo, «II», proporciona una breve, cada vez más breve, sinopsis a lápiz de cada uno de los diez
capítulos que iban a constituir el Libro quinto y completar El Señor de los Anillos.
En esta sinopsis o en la sinopsis I no hay una clara indicación de que Aragorn entrara en Gondor por una ruta
distinta (en realidad en II, § 2, parece que se insinúa lo contrario).
Esta página contiene además dos notas que provienen de la misma época de las sinopsis por capítulos. Una de
ellas dice:
Gandalf se mantiene apartado, para no revelar su presencia. Cuando el cerco aumenta y los ejércitos de
Gondor son rechazados, mira en la Palantír. Vislumbra a Frodo en la torre y, entonces, irrumpe Sauron.
Gandalf lanza un gran grito y arroja la Piedra desde las almenas. Mata a ? un capitán. Gandalf se ha revelado.
Emprende la marcha. Llega Nazgûl. [? Hueste] sale de Dagorlad.
Encima de la tercera oración hay escrito: «Sauron sostiene la cota». En relación a esta nota cf. las palabras
«Episodio de la Palantír y Gandalf» en el esbozo A para «Minas Tirith», p. 265. Éste es el germen original [296]
de la historia de Denethor y la Palantír de la Torre Blanca, y quizá también el de la revelación de Aragorn a
Sauron en Cuernavilla.
La segunda de estas notas es como sigue:
Firien (Firgen) [añadido: o Halifirien] es una colina rodeada de un oscuro bosque de pinos (el Bosque de
Firien). En él hay una gran caverna, El Sagrario. Nadie ha entrado jamás en la caverna. Se dice que es un
haliern,[310] y que contiene alguna reliquia antigua de los días antiguos anteriores a los Oscuros. ?
De Edoras al Valle Sagrado hay 22 millas.
Esta afirmación coincide claramente con la idea de El Sagrario que se introdujo en la copia mecanografiada H
(p. 289), donde la colina, cubierta por un bosque oscuro pero con una cresta desnuda, es llamada Firien y el
bosque Bosque de Firien; y donde se dice que «nadie recordaba que alguien se hubiera atrevido a entrar» en El
Sagrario. Tal vez la sinopsis II y las notas que la acompañan eran inmediatamente anteriores a H.[311] La adición
«o el Halifirien» no puede ser posterior al resto de esta nota sobre El Sagrario, y es posible que se rechazara en el
acto, pues en la copia a máquina C de «Minas Tirith» de la misma época los nombres de todas las almenaras se
encuentran en su forma definitiva, terminando con «el Halifirien en los lindes de Rohan» (p. 267).
En el mismo trozo de papel de la sinopsis II hay un pequeño boceto de mapa trazado muy apresuradamente a
tinta; se reproduce en la p. 297. En la parte superior aparece Edoras como la entrada al largo valle del Valle
Sagrado, a través del cual fluye el Nevado, que nace en el Pico Afilado, en el comienzo del valle. La distancia
desde el Pico Afilado hasta Edoras está marcada como 75 millas; en el Primer Mapa (IVE, RS 373), donde el valle
va en dirección sudoeste, la distancia entre Edoras y la montaña junto a la que está escrito «El Sagrario» es
también de 75 millas.[312] Más o menos a mitad de camino del sendero que sube por el valle tomado por Théoden
y los Jinetes, siguiendo el curso de la corriente montañosa, desciende hacia el Valle Sagrado desde el oeste; este
camino atraviesa la corriente antes de que se una al Nevado (mientras que en todas las versiones anteriores del
inicio de «El Acantonamiento de Rohan», incluyendo la copia mecanografiada H, el puente de piedra pasa sobre
el mismo Nevado), y gira al norte hacia Edoras, para terminar en un lugar marcado por un pequeño círculo pero
sin nombre. El círculo está encerrado entre dos líneas que forman una figura oval. En el original se puede ver que
la línea inferior sigue el original del río Nevado, y que la línea superior se introdujo con un trazo posterior. Sea
cual sea la interpretación correcta de estas marcas, y de la línea semicircular separada que hay encima de [298]
ellas, no hay duda de que éste es el emplazamiento de El Sagrario; tanto por el hecho de que el sendero conduce a
él como por la afirmación en el esquema temporal D (p. 164): «Théoden llega del oeste y entra en el Valle
Sagrado unas millas por encima de El Sagrario, y llega a El Sagrario antes del anochecer».
En cuanto a las distancias, si el Pico Afilado se encuentra a 75 millas de Edoras, en este mapa El Sagrario está
a bastante menos de 22 millas de Edoras (según se afirma en la nota de la misma página, citada arriba), en verdad
a poco más de la mitad de esa distancia; pero quizá la discrepancia se puede explicar por la suposición de que eran
22 millas a pie por un sendero sinuoso, mientras que 75 millas es la distancia en línea recta entre los dos puntos.
Valle Sagrado
En las notas E en la p. 279 se insinúa que Aragorn cruzaría las montañas y entraría en Gondor; también en esas
notas aparece por primera vez la llegada de los Montaraces desde el Norte, mencionados en los textos F y G
(pp. 284, 287). Los hombres Púkel se introdujeron en F (p. 282), donde se los llama los Hombres-Hoker,
Hombres-Hocker; en G son los hombres Pookel (p. 288), y en la copia mecanografiada H los hombres Púkel
(p. 288).
El texto que transcribo a continuación, «IV», está reproducido en la p. 300. Es una página en muy mal
estado[313] y de gran interés, ya que contiene lo que sin duda es el primer dibujo de Minas Tirith, alrededor del
cual hay escrito un esbozo a lápiz tenue. La línea que sube a la derecha de la Torre Blanca señala la montaña de
detrás de la ciudad, con el nombre Mindolluin escrito a lo ancho de la cumbre. No se sabe si mi padre se
imaginaba la «Colina de la Guardia» unida a la masa montañosa por un saliente.
El esbozo dice lo siguiente (completando las palabras abreviadas y añadiendo algunos signos de puntuación):
(IV) Gandalf y Pippin llegan a Minas Tirith al amanecer. Descripción de Minas Tirith y sus enormes y
«ciclópeos» muros concéntricos: de hecho es una fortaleza y ciudad del tamaño de una montaña pequeña.
Tiene 7 círculos con 7-6-5-4-3-2-1 puertas antes de alcanzar la Torre Blanca.
Son detenidos en los lindes de la Tierra de la Ciudad, Pelennor,[314] alrededor de la cual se extienden las
ruinas de un viejo muro. Gandalf [? lleva mensajes] de Rohan y pronuncia una [301] [? contraseña] y
asombrados los dejan pasar. Así sube hasta el 6.º patio y desmonta. Allí Pippin es re …… Entran en la Ciudad
Alta (Taurost) y así llegan ante Denethor, quien al principio no reconoce a Gandalf.
Denethor sale a su [? trono]. Nuevas. Denethor ha encendido las almenaras por lo que cuentan sus espías.
Faramir. Boromir.
Trono vacío. Denethor tiene un sitial delante. Entra después de que llegue Gandalf. Tiene una carta
secreta de Faramir (que habla de la muerte de Boromir y del encuentro con Frodo, pero sin mencionar
abiertamente el Anillo).
Al parecer ésta fue la primera vez que mi padre plasmó en papel su idea de Minas Tirith.
El siguiente texto («VI») está muy relacionado con el esbozo V, de modo que me inclino a pensar que fue escrito
en segundo lugar.
(VI) Gandalf y Pippin cabalgan a Minas Tirith (3-4, 4-5, 5-6), llegan a la Muralla Exterior de Pelennor al
amanecer y ven la salida del sol en la Torre Blanca la mañana de Feb. 6. La noche del 5-6 ven arder las
almenaras, y los dejan atrás unos mensajeros que cabalgan hacia Rohan. Pippin ve la salida de la luna
alrededor de las 9 de la noche.
Descripción de Minas Tirith y los 7 muros concéntricos y las puertas. Gandalf y Pippin van a presencia de
Denethor. Trono vacío. [303] Denethor tiene el sitial delante. [Tachado: Tiene un secreto] Intercambian
nuevas. Motivos de las Almenaras: nuevas de exploradores en Ithilien de que «la tormenta se acerca»; los
Sureños vienen; la mayoría: una gran flota del Sur se aproxima a las bocas del Anduin. El acantonamiento de
Rohan [léase Gondor] se lleva a cabo con rapidez: catálogo.
(7) La Gran Oscuridad se extiende desde el Este. Vuelve Faramir. Pippin en las almenas.
Théoden llega a El Sagrario (anochecer del 5). Merry ve a los hombres Púkel. Descubren que el
acantonamiento ha comenzado ya, debido a órdenes especiales de Gandalf, quien está en Edoras el 4, y debido
al paso del Nazgûl. ¡Los Montaraces han venido! [Tachado: ¿Aragorn y Éomer ya están allí?] Esa noche se
Aquí termina el esbozo VI, pero en la mitad inferior de la página hay un mapa, en parte redibujado, que comento
en una nota al final de este capítulo.
Todas las aventuras de Frodo y Sam han de retrasarse un día, de modo que Frodo vea la puesta de la luna (de
madrugada) el 6 de febrero, y Faramir llegue a Minas Tirith la noche del 7, y la Gran Oscuridad empiece el 7.
(Esto se puede conseguir haciendo que Frodo y Sam sólo vaguen 4 días en el Emyn Muil). La noche siguiente
Frodo verá desde lejos la luna llena poniéndose detrás de Gondor y se preguntará dónde se hallaba en las
brumas del Oeste, y las almenaras de guerra estarán ocultas para él en la oscuridad del mundo.
Esto es muy difícil de entender. Hay que retrasar las aventuras de Frodo un día, y verá la puesta de la luna (aún no
del todo llena) desde Henneth Annûn avanzada la noche del 5-6 de febrero, cuando Pippin estaba en el último
tramo hacia Minas Tirith, y pensó en él. Pero, entonces, ¿por qué no es hasta la noche siguiente (Feb. 6-7) cuando
Frodo piensa en Pippin (si «él» se refiere a Pippin) y por qué es en esa noche cuando las almenaras de Gondor
están ardiendo?
Si esto es correcto, los «cuatro días en el camino» incluyen el día pasado en el Abismo de Helm.
En la tercera versión C (p. 276) Éomer dice que la luna estaba llena anteanoche, que han pasado cinco días en
el viaje, y que quedan cinco hasta el acantonamiento; y todo esto se repite en la siguiente versión (F), en la que
aparece el pasaje (p. 281). En estas versiones el viaje ha insumido un día más, según se dice:
El esquema temporal D (pp. 164, 209) presenta la siguiente cronología (con la que coincide el completamente
«sinóptico» esquema S):
Feb. 4-5 Aragorn cabalga de noche hasta Edoras, donde llega por la mañana, y sube al Valle Sagrado
Feb. 5 Théoden abandona el Abismo de Helm
Feb. 6 La Luna Llena sale alrededor de las 9.20 de la noche. Théoden llega a El Sagrario antes del
anochecer
(Feb. 7 Théoden se prepara para cabalgar a Gondor. Llegan mensajeros de Minas Tirith
Feb. 8 Théoden parte de Edoras)
Ésta es la cronología de la copia mecanografiada H (p. 289-290), por lo menos hasta el punto en que la luna está
llena (que sale cuatro horas después del anochecer) la noche de la llegada de Théoden al Valle Sagrado: el viaje a
través de las montañas ahora sólo llevó dos días. No es la cronología de La Cuenta de los Años de SA, en la que
Théoden emprendió la marcha desde el Abismo de Helm el 6 de marzo pero no llegó a El Sagrario hasta el 9 de
marzo.
La fecha fijada para el acantonamiento en Edoras tal como se deduce de los primeros textos iniciales del
capítulo, 13 de febrero (una semana después [312] de la luna llena del 6 de febrero), posiblemente esté relacionada
con el cambio en el segundo manuscrito de «El camino de Insengard» de «antes de que mengüe la luna» por «en
el último cuarto de la luna» (véanse pp. 40, 55). En el texto H (p. 289) Éomer le dice al Rey que «Mañana antes
del anochecer llegaréis a Edoras y os reuniréis con vuestros Jinetes»; con esto quizá cf. esbozo I (p. 293): «Los
mensajes deben ordenar a los Rohirrim que se reúnan en Edoras lo más pronto posible después de la Luna Llena
de Feb. 6».
[313]
«Espero después de esta semana ponerme a escribir realmente», escribió mi padre a Stanley Unwin el 21 de julio
de 1946 (Cartas, n.º 105); y es evidente que lo hizo, ya que el 7 de diciembre de aquel año pudo decir que se
hallaba «en los últimos capítulos» (independientemente del significado de esas palabras). Otra sinopsis del
contenido propuesto del «Libro quinto» muestra mucho más desarrollo en la historia de los capítulos iniciales, y
me inclino a pensar que corresponde a 1946 y se plasmó como una guía para el nuevo trabajo que entonces
empezaba; por lo tanto, la transcribo aquí en vez de con los esbozos que a mi parecer datan de finales de 1944
(pp. 290 ss.). Mi padre había reordenado ahora capítulos anteriores, y así numeró el primero del Libro quinto de
esta sinopsis con el «44» (no «41»: véase p. 259, nota 271).[319] El texto fue escrito a lápiz y luego sobreescrito a
tinta: el texto de debajo era mucho más breve, pero apenas es legible excepto al final, donde no hay nada escrito
encima.
Libro quinto
Cap. 44 (1). Gandalf (y Pippin) cabalga a Minas Tirith y ve[n] a Denethor.
Pippin en las murallas. Llegada de los últimos aliados. La Gran Oscuridad comienza
esa noche.
45. El Rey y Aragorn (con Merry, Legolas, Gimli) cabalgan a Cuernavilla. Los
alcanzan los Hijos de Elrond[320] y 30 Montaraces que buscan a Aragorn
(probablemente por los mensajes que envió Galadriel a Elrond). El Rey marcha a El
Sagrario por caminos montañosos. Aragorn (Legolas y Gimli) y los Montaraces van
por camino abierto. Aragorn anuncia que ha mirado en la Palantír, y busca los
Senderos de los Muertos. El Rey llega a El Sagrario al anochecer 2 días después[321]
y descubre que Aragorn ha seguido hacia los Senderos de los Muertos. Llegan jinetes
mensajeros de Gondor. El acantonamiento de Rohan tiene lugar en el Valle Sagrado
(por órdenes de Gandalf), no en Edoras, y el Rey parte la mañana siguiente hacia
Edoras. [314]
46. Pippin en las murallas. Varios días después cuando la Hueste de Morghul va
ganando. Llegan nuevas de ataques por los flancos a Lórien y de los Harad en el Sur.
Un gran ejército ha penetrado en la Meseta de Rohan. Temen que no vengan los
Rohirrim. La oscuridad crece pero aun así el Nazgûl provoca una oscuridad mayor.
Gandalf brilla en el campo. Pippin ve su luz mientras él y Faramir reúnen hombres.
Pero al fin los enemigos están ante las puertas, y el Nazgûl vuela sobre la ciudad. ¡En
el momento en que las puertas empiezan a ceder oyen los cuernos de Rohan!
47. Regresar junto a Merry. Carga de Rohan. Orcos y jinetes Negros rechazados
en la puerta. Caída de Théoden herido, pero lo salva un guerrero de su casa que cae
sobre su cuerpo. Merry se sienta junto a ellos. El ataque salva al Rey, que se halla
gravemente herido. Se descubre que el guerrero era Éowyn. Las Huestes de Morghul
se reagrupan y los repelen hasta la puerta. En ese instante se forma un viento, la
Quizá fue inmediatamente antes de que volviera de nuevo al capítulo «Minas Tirith» cuando mi padre escribió
otro esbozo muy preciso, que transcribo aquí (los números indican, por supuesto, los días del mes de febrero).
Gandalf y Pippin cabalgan a Minas Tirith (3/4, 4/5, llegan al amanecer del 6).
Cruzan los Vados del Isen y alcanzan la boca del Valle del Bajo a eso de las 2 de la
mañana (4). Llegan a Edoras al amanecer. Gandalf permanece allí durante el día. 2.(º)
Nazgûl pasa sobre Rohan (dejó Mordor alrededor de la medianoche 3/4 pero
escudriña la llanura y vuela bajo sobre Edoras a primeras horas de la maña[na].[323]
Gandalf vuelve a cabalgar la noche del 4/5 y entra en Anórien, donde permanece
oculto en las colinas durante el día (5). Cabalgando la tercera noche (5/6) ven las
almenaras ardiendo, y los pasan unos mensajeros que van en caballos veloces desde
Minas Tirith a Edoras. Llegan al Muro del Pelennor al alba, y después de hablar con
los guardias cruzan y ven Minas Tirith a la salida del sol (6). Suben atravesando los 7
muros concéntricos y las puertas hasta la Torre Blanca. Pippin ve casas blancas y
cúpulas en las pendientes de la montaña sobre la ciudad. Gandalf explica que son las
«casas de los reyes»… es decir, tumbas de los muertos. (Ante la puerta de la Torre
Blanca ven la ruina del Árbol, ¿y del Manantial?) Son admitidos a la cámara de
audiencias y ven el trono. Entra Denethor, y no se sienta en el trono, sino en un sitial
más bajo que hay delante. Entrevista de Denethor y su dolor ante las nuevas de
Boromir. Se enteran de los motivos de las almenaras: se ha avistado a una gran flota
que viene desde Umbar a las bocas del Anduin. También mensajes de espías etc. en
Ithilien informan que la «tormenta está a punto de estallar». Denethor se irrita porque
no ha llegado ninguna ayuda de Rohan. Gandalf explica la situación. También
advierte a Denethor que es posible que la ayuda se retrase ya que muy probablemente
Rohan será atacado por el flanco oriental al norte de Emyn Muil. Aconseja a
Denethor que acantone lo que pueda inmediatamente. «El acantonamiento ya ha
Gandalf se internó entonces en el amplio espacio que había más allá del Pelennor.
Así llamaban los hombres de Gondor al muro construido mucho tiempo atrás, luego
que Ithilien cayera en manos del Enemigo.
El nombre aparece también en varios de los esbozos que daté en 1944 y cité en el último capítulo: «muro del
Pelennor» (p. 299), «el muro del Pelennor» (p. 302), «el Muro Exterior del Pelennor» (p. 302), pero a la luz del
presente borrador éstos resultan ambiguos; por otro lado, en el esbozo IV (p. 299) aparece «la Tierra de la Ciudad,
Pelennor, alrededor de la cual se extienden las ruinas de un viejo muro», que no es nada ambiguo. Al parecer, mi
Describía un amplio círculo desde los pies de las montañas y volvía a retroceder
hacia ellas, manteniendo una distancia de siete leguas desde la Primera Puerta de la
Ciudad que daba al este. Así cercaba las hermosas y fértiles tierras de la ciudad en las
pendientes largas y verdes que descendían hasta el Río, y en su punto más oriental
una orilla hostil llegaba a los niveles pantanosos. Allí era más alto y guardado, pues
sobre una calzada amurallada venía el camino de los vados de Osgiliath, a una legua
de distancia, y atravesaba una gran puerta entre dos torres. [318] Pero pocos hombres
salvo pastores y labradores moraban en las tierras de la ciudad, porque la mayor parte
del pueblo de Gondor moraba en los siete círculos de la ciudad de Minas Tirith, o en
los profundos valles de los bordes de las montañas; y lejos, al sur, en Lebennin, la
tierra de los Siete Ríos, vivía un pueblo de hombres vigorosos entre las montañas y
las bocas del Anduin y el Mar; se los consideraba hombres de Gondor, pero en
realidad tenían la sangre mezclada y, a juzgar por la altura y los rostros, descendían
más bien de los hombres que moraron en las colinas oscuras en los Años Oscuros
antes de la llegada de los reyes.
Pero ahora la luz del día aumentó, y Pippin alzó la vista…
Así pues, las tierras de la ciudad se concibieron originalmente de manera totalmente distinta, como un gran
semicírculo centrado en la ciudad y con un radio constante de siete leguas, mientras que en RR el muro
circundante se hallaba en su punto más alejado a cuatro leguas de la ciudad y en el más próximo a poco más de
uno.[327] En este texto de borrador no hay mención de los Emyn Arnen, de los Harlond, de Lossarnach, de
Belfalas o de Imrahil de Dol Amroth, y Lebennin todavía es «la Tierra de los Siete Ríos» (véanse TI 361, 364, y
pp. 290, 293 de este libro).
La primera visión de Pippin de Minas Tirith y el encuentro de Gandalf con los guardias ante la Gran Puerta es
muy similar a RR (p. 15), excepto en que el siguiente pasaje de RR no contiene el texto entre corchetes:
pero a la derecha unas montañas enormes erguían sus cabezas, [extendiéndose desde el Oeste hasta llegar a un
escarpado y brusco final, como si cuando se formó la tierra el Río se hubiese precipitado a través de una gran
barrera, excavando un valle ancho que sería terreno de batallas y discordia en los tiempos venideros. Y allí
donde terminaban las Montañas Blancas de Ered Nimrais] (y) Pippin vio, como le había prometido Gandalf,
la mole oscura del Monte Mindolluin…
Pues el estilo de Minas Tirith era tal que estaba construida sobre siete niveles,
cada uno excavado en la colina, y cada uno [319] tenía un muro, y en cada muro
había una puerta. Pero las puertas no se sucedían en una hilera, pues la puerta inferior
y exterior se hallaba en el este, pero la siguiente daba casi al sur y la tercera casi al
norte, y así sucesivamente, de modo que el camino pavimentado que subía sin
interrupción o la escalera giraban primero en un sentido y [luego] en otro por la falda
de la colina, hasta que llegaban a la séptima puerta que conducía al gran patio y a la
ciudadela que había en la cima aplanada, junto a los pies de la torre que la coronaba.
Los guardias de la puerta llevaban túnicas blancas, y los yelmos tenían una forma
extraña, brillantes como la plata, pues en verdad eran de mithril, preciadas reliquias
de las glorias de otros tiempos, y las quijeras estaban rematadas con alas blancas de
aves marinas. Y en las sobrevestas había bordado en blanco un árbol con flores como
la nieve bajo una corona de plata.
En una adición se dice que junto a los guardias de la Ciudadela había otro que llevaba la librea de los herederos de
Elendil: «el ujier de la puerta del castillo de los reyes de antaño donde ahora moraba el Señor Denethor»; y en la
puerta hay un «ujier alto» («ujieres altos y silenciosos», RR). Tal vez el cambio del color de las túnicas de blanco
a negro se debiera al árbol blanco bordado en las sobrevestas.
El Árbol muerto en el patio del Manantial, con el recuerdo de Pippin de las palabras de Gandalf Siete estrellas
y siete piedras y un árbol blanco, y la advertencia de Gandalf de que se comporte con discreción ante Denethor,
sobrevivieron en el texto final con muy pocos cambios; pero sobre Denethor y Boromir, Gandalf dice únicamente:
«Lo amaba de veras; demasiado tal vez», y no añade «y más aún porque era tan diferente» (sin embargo, luego,
cuando hubieron dejado a Denethor, dice, de forma muy similar a RR: «No es semejante a los otros hombres,
Pippin, y cualquiera que sea su ascendencia, por un azar la sangre de Oesternesse la corre pura en las venas, como
por las de su otro hijo, Faramir, y no por las de Boromir, quien sin embargo era el predilecto. Saben ver a la
distancia»). Y de Aragorn dice que «si viene puede ser de alguna manera inesperada. Y por lo menos Denethor no
lo espera de ninguna, pues no sabe que existe».
El gran salón se concibió desde el principio casi exactamente como en la descripción que hay en RR
(pp. 19-20): las grandes imágenes entre los pilares, que le recordaron a Pippin «los reyes de Argonath»,[330] el
trono vacío, el anciano en el sitial con la mirada fija en el regazo. Sólo no se mencionan los chapiteles esculpidos
en los monolitos; por otro lado, se describe el suelo del salón: «Pero el suelo era de piedra brillante, de un blanco
centelleante, adornado con mosaicos de muchos colores» (véase p. 329). El nombre del padre de Denethor,
Ecthelion, se introdujo aquí, con sólo una vacilación momentánea (en un punto anterior del borrador la Torre
Blanca es llamada la Torre de Denethor, no como en RR la Torre de Ecthelion; p. 318).[331] [322]
Cuando Pippin gritó «¡Es el cuerno que Boromir llevaba siempre consigo!», en el borrador sigue este diálogo:
—… Por ahora puedo decir que los acentos extraños no estropean el buen habla, y los
hobbits son gentes bien habladas.
—Eso dijo Denethor, quiero decir, el alto Señor.
—¿De verdad? —preguntó Beren—. Entonces has recibido un signo de favor
como pocos invitados han conseguido de él.
El encargado de la despensa se llamaba Duilas (?), que en una alteración posterior a lápiz se sustituyó por
Garathon.[335] Pippin le dice a Beren: «Sólo soy un niño de acuerdo con los cómputos de mis gentes, pues tengo
sólo veinte años y no se nos considera adultos, como decimos en la Comarca, hasta pasada una docena de años
más».[336]
Mientras Beren y Pippin miraban desde los muros, «A lo lejos, en el fondo del valle, a unas 7 leguas más o
menos según el alcance del ojo, el Río Grande corría gris y resplandeciente desde el noroeste, describiendo una
vasta curva hacia el sudoeste hasta que se perdía de vista alrededor de los salientes de las montañas en una bruma
centelleante» (véase p. 330), mientras que está «a unas cinco leguas» en RR (p. 33): sobre esta diferencia véase
p. 317. Inmediatamente después el borrador original da un salto, en relación con RR, desde «más allá, a cincuenta
leguas de distancia, estaba el Mar» hasta «—¿Qué veo allí? —preguntó Pippin, señalando hacia el este río abajo»;
de este modo, se encuentra ausente todo el pasaje en el que Pippin ve el tráfico de [324] carromatos que cruzan el
Pelennor y giran hacia el sur, y Beregond le explica que están tomando «la ruta que conduce a los valles de
Tumladen y Lossarnach, y a las aldeas de las montañas, y llega hasta Lebennin». Pero desde este punto y hasta el
final, la conversación de Beren/Beregond y Pippin es igual que en RR (pp. 34-40), mucho más tosca pero sin que
apenas falten detalles significativos, y a menudo está muy próxima a la versión final: la oscuridad en el Este,[337]
el vuelo del Nazgûl a gran altura, el relato de Beren de las batallas de los pasos de Osgiliath,[338] de la vista larga
de Denethor,[339] de la proximidad de la gran flota tripulada por los corsarios de Umbar,[340] de Faramir y de la
invitación que le hace a Pippin para que por aquel día se una a su compañía.
En este punto la historia del borrador se aparta completamente de la de RR; transcribo el resto (muy
toscamente escrito) de este primer texto en su totalidad:
Gandalf no estaba en las habitaciones, y Pippin fue con Beren de la Guardia, y fue
presentado al resto de la tercera compañía, que le dio la bienvenida, y se divirtió con
ellos, tomando su almuerzo entre ellos en una pequeña sala cerca del muro norte, y
yendo de aquí para allá con otros hasta la cena, y la hora de cerrar y de arriar los
estandartes. Luego él mismo, al estilo de Gondor, se fue pronto a la cama. Gandalf no
No existe ningún otro borrador inicial (salvo por un pedazo de papel escrito toscamente a lápiz donde aparece
el final revisado de la conversación con Denethor, RR, pp. 24-26). El primer texto completo [329] es una copia
mecanografiada: estoy casi seguro de que mi padre la hizo antes de avanzar mucho más en la historia, si es que
avanzó algo.
El título del capítulo mecanografiado: Libro quinto Capítulo XLIV: Peregrin entra al servicio del Señor de
Para más detalles véase la nota sobre la cronología en las pp. 366-367. La sincronización final de las historias
al este y el oeste del Anduin se realizó de diferente manera, con la prolongación del viaje de Gandalf a Minas
Tirith de tres noches a cuatro (p. 303 nota 277), y del viaje de Frodo desde Henneth Annûn de dos días a tres
(p. 209). Así pues, en La Cuenta de los Años de SA:
[337]
El borrador original («A») del Capítulo XLV (Libro quinto Capítulo 2, después llamado «El paso de la Compañía
Gris») fue escrito a lápiz con la letra más tosca de mi padre, y sólo llega hasta las palabras de Théoden sobre los
Montaraces: «treinta de ellos serán una fuerza que no puede medirse por el número» (RR, p. 50). Creo que en esta
fase escribió un breve esbozo de la siguiente parte del capítulo que comienza cuando acaba el A.
La noche era vieja y el Este gris cuando por fin llegaron a Cuernavilla y allí
descansaron.
Los Montaraces dicen que los mensajes les llegaron a través de Rivendel.
¿Suponen que Gandalf o Galadriel o ambos?
Merry se sentó al lado del rey en Cuernavilla, lamenta que Pippin esté lejos.
Se preparan para cabalgar por caminos secretos hasta El Sagrario. Aragorn no
duerme, sino que está inquieto. Lleva la piedra de Orthanc a la torre de Cuernavilla y
mira en ella.
Sale de la cámara con aspecto muy cansado, y no comenta nada y se va a dormir
hasta la tarde.
—Hay malas nuevas —dijo—. La flota negra se está acercando a Umbar [sic].
Eso perturbará los consejos. Me temo que debemos separarnos, Éomer. Para
encontrarnos de nuevo más adelante. Pero no todavía. ¿Cuánto nos llevará llegar
hasta El Sagrario?
—Dos días. Si cabalgamos el 5 llegaremos allí al anochecer del 6.[351]
Aragorn guardó silencio.
—Eso servirá —dijo.
En el dorso de esta página hay un mapa topográfico de las Montañas Blancas, reglado en cuadrados de 2 cm
de lado, que se extiende unas 90 millas al este y al oeste de Edoras, sin rasgos (aparte de las [338] cumbres de las
montañas) marcados salvo el Morthond y la Piedra de Erech en el sur y Edoras y el Nevado en el norte. Aquí el
Valle Sagrado aparece un poco al sudoeste, comparado con el nuevo mapa de la p. 297, donde corre en dirección
sudeste, y Erech se encuentra un poco al este del sur de Edoras (presumiendo que el mapa esté orientado
norte-sur). Una nota a lápiz junto a la Piedra de Erech nos da una distancia: «62 millas en línea recta desde El
Sagrario» (en la que el segundo dígito parece sustituir a 3); y al margen está escrito: «Escala 4 veces mapa
principal». Sea cual fuere el mapa al que se refería mi padre,[352] ello significaría que 1 mm = 1,25 millas; y un
punto a lápiz introducido con posterioridad muy cerca del comienzo del Valle Sagrado, que obviamente representa
el emplazamiento de El Sagrario, se halla a una distancia de 51 mm desde la Piedra de Erech (= 63,75 millas).[353]
Entonces regresó al inicio del capítulo y escribió a tinta encima del breve texto a lápiz, de modo que éste
queda oculto.[354]
El nuevo borrador («B») a tinta, hasta donde termina el texto de abajo a lápiz, alcanza el texto de RR
(pp. 47-50) en todos los puntos excepto en unos pocos. En el párrafo inicial del capítulo sólo se dice de las
posesiones de Merry que «Apenas tenía equipaje», encerrado entre corchetes; en la parte superior de la página mi
padre escribió: «¿Las mochilas de los hobbits se perdieron en Calembel? las llenaron en Isengard» (sobre
La noche era vieja y el Este gris cuando salieron por fin del Valle del Bajo y
regresaron a Cuernavilla. Allí iban a echarse y a descansar un rato y a deliberar.
Merry durmió hasta que Legolas y Gimli lo despertaron.
—El sol está alto —dijo [Gimli >] Lególas—. Todos los demás andan ocupados
de aquí para allá. Ven a echar una mirada. Hubo una gran batalla aquí sólo hace tres
noches. Te mostraré dónde estuvo el bosque de Ucornos.
—¿No hay tiempo para visitar las Cavernas? —preguntó Gimli.
—Te he dado mi palabra de que iré contigo —dijo Legolas—. Pero deja que sea
más tarde y no estropees la maravilla con la impaciencia. Se acerca la hora del
mediodía, y después de que hayamos comido partiremos rápidamente, o eso tengo
entendido.
Merry suspiró; se sentía solo sin Pippin y tenía la impresión de que sólo era una
carga, mientras todos los demás hacían planes para algo que él no terminaba de
entender.
—Aragorn ahora tiene una compañía propia —dijo Gimli—. [Parece haber
cambiado de algún modo, y alguna preocupación oscura anida en él. Pero [él] se
parece más a un rey que el mismo Théoden].[359] Son hombres recios y arrogantes.
Los Jinetes parecen casi niños a su lado; pues son sombríos y gastados en su mayor
parte, tal como era Aragorn. Pero él parece haber cambiado de algún modo: un
hombre majestuoso donde los haya, aunque en él anida alguna preocupación o duda
oscuras.
—¿Dónde está? —preguntó Merry.
—En una cámara alta de la torre —dijo Gimli—. No ha descansado ni dormido,
me parece. Fue allí poco después de que llegáramos, diciendo que debía reflexionar, y
sólo lo acompañó su pariente Halbarad.
Merry paseó con Legolas y Gimli durante un rato, mientras comentaban tal o cual
episodio de la batalla; y pasaron por la puerta rota y por los túmulos de los caídos, y
llegaron a la empalizada que daba al Valle del Bajo. La Quebrada de los Muertos se
Ahora todos los caminos corrían a la par hacia el Este y la Guerra ya inminente. Y
en el momento mismo en que Pippin asistía en la Puerta a la llegada a la ciudad del
Príncipe de Dol Amroth con sus estandartes, el Rey de Rohan descendía desde las
colinas.
Éste es el comienzo de «El Acantonamiento de Rohan» en RR.[364] Va seguido de un dibujo del Pico Afilado,
y después de un borrador [343] tosco que contiene la conversación de Théoden y Éomer cuando llegan al Valle
Sagrado y que se parece mucho a la versión de RR. Sobre la importancia de esto véase la p. 350.
Este borrador fue seguido (de inmediato, según creo) de otro («C»), numerado «XLV» pero sin título, escrito
con más claridad, pero que no avanza mucho más que el anterior. Al comienzo del capítulo, Merry «Apenas tenía
equipaje, pues los hobbits habían perdido sus mochilas en Calembel (Calledin), y aunque Merry y Pippin habían
encontrado unas nuevas en Isengard y habían recogido algunos menesteres básicos, sólo conformaban un bulto
ligero» (véase p. 338). En la conversación de Legolas, Gimli y Merry en Cuernavilla (RR, p. 51), Legolas habla
ahora de los hijos de Elrond, todavía llamados Elboron y Elbereth (y en realidad sólo ahora se aclara su identidad,
cf. p. 338): «Visten ropas sombrías como los demás, pero son hermosos y galantes como señores Elfos. Y no hay
que extrañarse de eso, porque son los propios hijos de Elrond de Rivendel». Después de la pregunta de Merry
«¿Por qué han venido? ¿Lo sabes?» la conversación prosigue como en RR, con Gimli citando el mensaje que vino
de Rivendel y atribuyéndoselo a Gandalf, y la suposición de Legolas de que era más probable que lo hubiera
enviado Galadriel.[365] El caballo de Aragorn, Roheryn, traído por los Montaraces (RR, p. 54) aún no ha aparecido
(cuando partió hacia Edoras todavía montaba a Hasufel), ni el poney de Merry (Stybba en RR) tiene todavía
nombre; pero los hijos de Elrond se describen con las mismas palabras que en RR, y su armadura de malla
brillante bajo los mantos de color gris plata (con lo que parece contradecir el comentario anterior de Legolas
«Visten ropas sombrías como los demás», donde en RR dice «Visten ropas menos sombrías que los demás»).
Cuando Aragorn salió por la puerta del Fuerte el texto nuevo es muy parecido al anterior (pp. 340-341), pero
no menciona el «grave peligro inesperado» que amenaza Gondor, y ya no dice «Nos encontraremos en El Sagrario
antes de que partamos», sino «me habré ido antes de que lleguéis allí, si mantengo mi propósito». Su narración de
que miró en la palantír de Orthanc ha progresado en cierta medida, aunque permanece el sarcasmo dedicado a
Gimli; después de las palabras «Si he hecho mal, he hecho mal. Pero no lo creo» este texto continúa:
—Saber que estoy vivo y camino sobre la tierra fue un golpe para su corazón, me
parece, pues hasta hoy lo ignoraba. Pero no ha olvidado la espada de Isildur o su
mano amputada y el dolor que vive para siempre en él. Que en el momento preciso
[344] en que pone en marcha sus ambiciosos designios se le revelen el heredero de
Isildur y la espada de Elendil —pues se la mostré— perturbará sus propósitos.
Ciertamente ahora apresurará sus golpes, pero el golpe apresurado a menudo falla el
blanco.
»Y me enteré de muchas cosas. Una de ellas es que otras Piedras todavía se
conservan en este antiguo país. Una está en Erech. Y hacia allí vamos a ir. A la Piedra
de Erech, si somos capaces de encontrar los Senderos de los Muertos y nos atrevemos
a entrar en ellos.
—¿Los Senderos de los Muertos? —dijo Gimli—. ¡Tienen un nombre funesto!
Este texto C se alteró sustancialmente mediante cambios realizados a lápiz y la sustitución de páginas
reescritas para reemplazar a las ya existentes. Dudo que pasara mucho tiempo, si es que pasó alguno, entre la
redacción inicial del manuscrito y la realización de estos cambios: en mi opinión la primera versión del texto
terminaba en este punto, con «las oscuras palabras de antaño», casi en el mismo punto en que concluía el anterior
borrador B (p. 342), y que mi padre en el acto comenzó a desarrollarlo más.
Todos los puntos en los que B difería de RR, mencionados en la nota 356, fueron alterados hasta adquirir la
forma final (salvo en que el nombre Dúnadan aún no había surgido); y mientras Elboron permaneció, Elbereth se
cambió por Elrohir. Todavía no hay rastro del pasaje [345] (RR, p. 50) en el que Elrohir transmite a Aragorn el
mensaje de Elrond, y Halbarad pronuncia el mensaje de Arwen que acompañaba a su regalo; sin embargo, después
de la descripción de los Montaraces (RR, p. 54), se insertó lo siguiente:
Halbarad, su jefe, llevaba un alto bastón, en cuyo extremo parecía haber un gran
estandarte, pero estaba enrollado y cubierto con una tela negra atada con muchas tiras
de cuero.
Un nuevo e importante texto[366] se insertó en el manuscrito C en el punto en que Aragorn salió por la puerta
del Fuerte; ya se parece bastante al texto de RR, aunque no es igual, pues Aragorn busca saber de los Senderos de
los Muertos, pero no así en RR (p. 55).
—Me siento atribulado, señor —dijo, de pie junto al caballo del rey—. He oído
palabras extrañas, y veo nuevos peligros allá a lo lejos. He meditado largamente, y
temo ahora tener que cambiar mi resolución. Pero decidme, ¿qué sabéis en esta tierra
de los Senderos de los Muertos?
—¡Los Senderos de los Muertos! —exclamó Théoden—. ¿Por qué hablas de
ellos?
Éomer se volvió y miró a Aragorn, y a Merry le pareció que las caras de los
Jinetes más próximos habían palidecido al oír esas palabras, y se preguntó qué
significarían.
—Porque querría saber dónde están —dijo Aragorn.
—No sé si en verdad hay tales senderos —dijo Théoden—; pero su puerta está en
El Sagrario, si son ciertas las antiguas historias que rara vez se mencionan en voz
En este punto mi padre mecanografió una copia en limpio, que llamaré «M»,[368] que sigue fielmente la
revisión del manuscrito C. Este texto, numerado «XLV», tenía el título «Numerosos caminos conducen al Este».
Sólo hay unos pocos pasajes que comentar. Ya he dicho (p. 346) que tras la partida de Théoden de Cuernavilla
«las palabras de Aragorn con Halbarad sobre Merry y la gente de la Comarca están ausentes» en la revisión de C;
pero ahora aparece el precursor del pasaje de RR (p. 56):
Aragorn cabalgó hasta el Desfiladero y siguió con los ojos a los hombres del rey
hasta que se adentraron en el Valle del Bajo. Luego se volvió hacia Halbarad.
—Ahí van tres seres queridos —dijo—, y el pequeño hobbit, Merry, no menos
querido. A pesar de nuestro amor y nuestros destinos, Halbarad, y nuestras hazañas
de guerra, esas pequeñas gentes de gran corazón tienen una gran valía; y es por ellos
[349] por los que vamos a la batalla, tanto como por cualquier gloria de Gondor. Y,
sin embargo, el destino nos separa. Bien, así es. Debo comer un poco, y entonces
también nosotros deberemos partir a toda velocidad…[369]
En segundo lugar, después de las palabras de Aragorn «Si es así, está bien, tan bien como puede estar una
mala situación» (p. 347), ahora continúa:
Tras el punto en que «Aragorn saltó sobre Hasufel», la copia mecanografiada M continúa de esta manera:
Ahora todos los caminos corrían a la par hacia el Este para encontrarse con la
Para cuando se terminó la copia a máquina M, ya se había trabajado largamente en lo que es adecuado llamar
por el título posterior «El Acantonamiento de Rohan», que empezaba en el punto alcanzado en octubre de 1944,
tal como comenté en el Capítulo II («Comienzo y abandono del Libro quinto»). Por lo tanto, pospondré la segunda
parte de «Numerosos caminos conducen al Este» para el siguiente capítulo; pero la historia posterior de la primera
parte o parte de «Cuernavilla» se puede describir brevemente aquí. La copia mecanografiada M, con el nuevo
título de «El Sagrario», experimentaría una gran evolución (sin duda durante largo tiempo) hasta la partida de
Cuernavilla de Aragorn y los Montaraces, con cambios como Parth Galen por Calembel (y un nombre propuesto
Calembrith), Elladan por Elboron, la introducción del pasaje (RR, p. 50) en el que Elrohir y Halbarad transmiten
los mensajes de Elrond y Arwen («la Dama de Rivendel»), y del relato de Aragorn (RR, p. 59) del
quebrantamiento del juramento de los Hombres de las Montañas y las palabras de Isildur a su rey. No obstante, el
poema de Malbeth no alcanzó en esta fase la forma aliterativa de RR:
[355]
Cuando mi padre realizó la copia mecanografiada (M) del largo capítulo «Numerosos caminos conducen al Este»,
no sólo había escrito gran parte de lo que después se convertiría en «El paso de la Compañía Gris»: también había
ampliado considerablemente la historia que después se convertiría en «El Acantonamiento de Rohan» desde el
inicio abandonado en octubre de 1944. Una nueva versión de este último (basada en el último de los primeros
textos, el que se escribió con la «portátil» y que yo he llamado H, p. 288) comienza en el punto en que Éomer
exclama «¡El Valle Sagrado, por fin!» (RR, 74); a éste lo llamaré «J». Está escrito a tinta y es lo suficientemente
legible; llega sólo hasta el punto en que Merry se asombra ante la hilera de piedras a lo ancho de Firienfeld (RR,
78). Las últimas líneas están toscamente escritas a lápiz, y luego termina con un esbozo breve; pero hasta donde
llega, tiene casi las palabras exactas de la primera parte de «El Acantonamiento de Rohan» en RR, salvo en el
punto donde se interrumpe.[371] El texto termina de este modo:
Por fin llegaron a una orilla afilada, y el camino ascendente penetró en una brecha
entre paredes rocosas, subió una cuesta y desembocó en una vasta meseta. Firienfeld
la llamaban los hombres, un terreno montañoso verde con hierbas y brezales sobre el
valle profundamente excavado, en la falda de las grandes montañas que había detrás:
el Pico Afilado al sur, y al oeste [léase norte][372] la mole de los muchos picos de
Iscamba[373] Irensaga [escrito arriba: Sierra de Hierro], entre los cuales, más bajo
pero escarpado y siniestro, se encontraba el muro negro del Monte Dwimor, que se
alzaba entre abruptas laderas de abetos/pinos sombríos. Desde el mismo borde de las
escaleras y hasta el linde del bosque se le acercaba una hilera una doble hilera [sic] de
piedras erguidas. Desgastadas y negras, algunas inclinadas, algunas caídas, algunas
resquebrajadas o rotas, parecían viejos dientes. En el lugar donde desaparecían en el
bosque había [356] una abertura oscura que daba a una caverna o nicho en el lado [?
occidental]. Justo en el interior se veía indistintamente un alto pilar.
Merry observó esa extraña hilera de piedras y se preguntó qué serían. Él
Éowyn dice que Aragorn ha ido por los Senderos de los Muertos.
Las tiendas y barracas del baluarte.
Los mensajeros de Gondor llegan al pabellón del rey.
El rey promete 7 mil caballos que cabalgarán lo más pronto posible. Al mismo
[tiempo] arriban mensajeros del Estemnet diciendo que una hueste orca ha cruzado el
río, debajo del Limclaro.
Es una sombría comida vespertina.
La mañana está apagada y nublada, y se oscurece aún más.
En esta página, que se reproduce en la p. 358, hay dos bocetos trazados rápidamente a lápiz que ilustran
ampliamente la concepción final del Valle Sagrado y El Sagrario.
Hay que recordar que en esa época la historia posterior de Aragorn y la Compañía Gris, su llegada a El
Sagrario y su entrada por la Puerta de los Muertos, no existía aún: el pasaje presente constituiría la primera
descripción del Monte Dwimor, Firienfeld, la hilera de piedras erguidas, el Bosque Sombrío y el gran monolito
—Sólo la leyenda de los días antiguos presenta algún informe —dijo Théoden—.
Pero si las viejas historias son ciertas, la Puerta [? en] el Monte Dwimor conduce a un
camino secreto que va por debajo de las montañas. Pero nadie se ha atrevido jamás a
explorarlo desde que Baldor, hijo de Bregu, osó traspasar la Puerta, y jamás regresó.
La gente dice que los Hombres Muertos de … Años guardan el camino y no tolerarán
que nadie entre en sus salas secretas. Pero a veces se los puede ver [? lanzán]dose
como sombras y descendiendo por el Camino Pedregoso. Entonces los hombres del
Valle Sagrado atrancan las puertas y velan las ventanas y tienen miedo. Pero los
Muertos salen rara vez y sólo en tiempos de gran peligro.
—Sin embargo en el Valle Sagrado se dice —dijo Éowyn en voz baja— que
salieron en las noches sin luna [? hace poco].
—Pero ¿por qué Aragorn fue por ese camino? —preguntó Merry.
—A menos que te haya confesado algo a ti, su amigo, entonces tú has oído lo
mismo que nosotros —dijo Eowyn—. Pero lo noté muy cambiado desde que lo vi en
Meduseld.[376] A punto de morir, me pareció, como alguien a quien los Muertos
llaman.
—Tal vez —dijo Théoden—. Sin embargo el corazón me dice que es un hombre
de estirpe real y de elevado destino. Y que esto mitigue tus pesares, hija, ya que tanto
te aflige la suerte de este huésped pasajero. Se dice que cuando los Eorlingas
descendieron del Norte por primera vez y remontaron el curso del Nevado en busca
de lugares seguros donde guarecerse en [360] momentos de necesidad, Bregu y su
hijo Baldor subieron por la Escalera del Baluarte y [? se dirigieron] a la Puerta; y allí
estaba sentado un anciano de edad incontable en años, reseco como una piedra vieja.
Era muy parecido a los hombres Púkel allí sentado en el umbral de la Puerta oscura.
»No dijo nada hasta que pretendieron dejarlo atrás y entrar, y entonces salió de él
una voz que parecía venir de una piedra, y oyeron estupefactos que hablaba en su
propia lengua. El camino está cerrado.
»Entonces se detuvieron y observaron al anciano, a quien [? el rey] al principio
había tomado por [?? una imagen] como las que se levantaban en los giros de la
Escalera. Pero él no los miró. El camino está cerrado, volvió a decir la voz. Lo
hicieron los Muertos y [?? para] que los Muertos [?? lo] guarden hasta que llegue la
hora.
Entonces entró Dúnhere y anunció la llegada del mensajero (o mensajeros)[377] de Gondor. En sus primeras
palabras Dirgon, tal como se lo llama aquí (Hirgon en RR), dice: «A menudo nos habéis ayudado, pero ahora el
Señor Denethor suplica todas vuestras fuerzas, y toda vuestra diligencia, para que no caiga Gondor. Entonces la
marea inundará los campos de Calenardon».[378] Desde las palabras de Théoden «Y sin embargo él sabe que
somos un pueblo disperso y que necesitamos tiempo para reunir a nuestros jinetes», la conversación con el
mensajero es mucho más breve que en RR, y Théoden sólo habla brevemente de la guerra con Saruman y dice que
el número de Jinetes que puede enviar es menor; termina con «Sin embargo todo está más avanzado que lo que yo
había esperado. Quizá podamos cabalgar el [? tercer] día a contar desde ahora». [361]
Otro texto a lápiz («L»), escrito con una letra tan ininteligible como K o peor, empieza después de una corta
laguna de la que no hay borrador, con las palabras de Merry: «No me van a dejar aquí para venir a recogerme
cuando regresen» (RR, p. 85). Resulta curioso que este texto esté encabezado «XLVI» (sin título), mientras que en
la copia mecanografiada M, a todas luces basada en L, la historia de la partida de los Jinetes del Valle Sagrado es
la conclusión de «XLV: Numerosos caminos conducen al Este». Me imagino que durante un breve espacio de
tiempo mi padre tuvo la intención de comenzar un capítulo nuevo con las palabras de Merry, pero lo reconsideró y
cambió de parecer.
El inicio del texto L se parece mucho al de RR, pp. 85-87. La oscuridad que se ha extendido desde el Este y se
ha adentrado en el cielo occidental se describe con las mismas palabras; ahora se llama Hirgon al primer
mensajero de Gondor, y el segundo (cuyo nombre no se menciona jamás) está presente; pero este último sólo dice
de la oscuridad: «Viene de Mordor, señor. Comenzó anoche hacia el crepúsculo, y ahora la nube se cierne sobre
toda la [? tierra] desde aquí hasta las Montañas de la Sombra, y se oscurece cada vez más. Según las señales de
fuego, la guerra ya ha comenzado». A ello Théoden responde: «Entonces la suerte está echada. Ya no hay
necesidad o beneficio en ocultarse. Nos acantonaremos en el acto y no esperaremos. Aquellos que no están aquí
han de quedar fuera o seguirnos. …».
En este punto la historia de Merry es algo diferente de la versión de RR. Después de quejarse a Théoden
(«Pues bien, atadme al lomo de uno de ellos, o dejadme ir colgado de un estribo…») el texto, escrito rápidamente
sobre el papel, continúa:
Théoden sonrió.
—Cabalgarás conmigo en Crinblanca [? antes de errar por las llanuras] de Rohan.
Ahora parte a ver lo que te han preparado los armeros.
—Fue la única petición de Aragorn —dijo Éowyn—. Y ha sido concedida.
Con esas palabras lo condujo desde el pabellón a un cobertizo que había a cierta
distancia entre las tiendas de la guardia del rey, y allí un hombre le trajo un casco
pequeño y una cota de malla y un escudo como el que había recibido Gimli.[379]
—No teníamos ninguna cota de malla que os pueda venir bien ni tiempo para
forjaros una[380] —dijo ella—, pero aquí tenéis un justillo corto de cuero y un escudo
y una lanza [? corta]. Tomadlos [362] y conducidlos a un fin venturoso. Pero ahora
tengo …… que atender. Adiós. Pero mi corazón me dice que vos y yo volveremos a
Théoden sonrió.
—Antes que eso te llevaré conmigo sobre Crinblanca —dijo—. Adiviné tus
palabras antes que las pronunciaras. Pero al menos cabalgarás conmigo hasta Edoras
y verás Meduseld, pues ése es el camino que tomaré. Hasta allí Stybba podrá llevarte:
la gran carrera sólo comenzará cuando lleguemos a las llanuras. [364]
—Y por las llanuras con vos y hasta el fin del camino cabalgará vuestro escudero
—dijo Éowyn—. Vuestro corazón lo sabe, y otros lo han previsto también. Venid
conmigo, Meriadoc, y os mostraré el equipo que está preparado para vos. Sólo eso
nos pidió Aragorn, hijo de Arathorn, antes de partir.
Con eso condujo al hobbit desde el pabellón del rey hasta un cobertizo entre las
tiendas cercanas de la guardia del rey; y allí un hombre le llevó un casco pequeño y
una lanza y un escudo redondo, y otras piezas.
La narración de la partida se basa en la del texto L (pp. 362-363); el Jinete que miró a Merry al pasar se
encuentra todavía entre los doce hombres de la casa del rey que precedían a la hueste, «algo más bajo de estatura y
menos corpulento que los otros», y nada se dice de los planes que se habían hecho para Merry después de la salida
de la hueste de Edoras.
El Capítulo «Numerosos caminos conducen al Este» terminaba, tanto en el manuscrito como en la copia
mecanografiada, cuando los Rohirrim desciende al Valle Sagrado: «Y así la gran cabalgata hacia el Este comenzó,
con el tema que aparecería en las canciones de Rohan durante muchas generaciones» (RR, p. 89). La conclusión
de «El Acantonamiento de Rohan» que aparece en RR se añadió después, pero no mucho más tarde (al menos en
términos del progreso de la historia: no parece haber modo de saber qué paréntesis, y de cuánta duración, tuvieron
lugar en la composición de los Libros quinto y sexto); de hecho en principio era el inicio del Capítulo XLVII «La
cabalgata de los Rohirrim», y la he postergado para esa parte (p. 398).
Todos estos textos posteriores de «El Acantonamiento de Rohan» coinciden en que la luna estaba llena la
noche que Théoden llegó al Valle Sagrado (febrero 6); cf. p. 341 y nota 361. Ésta era la noche siguiente al día en
el que Gandalf y Pippin llegaron a Minas Tirith a la salida del sol; la puesta del sol de aquel día fue «ominosa», y
la Oscuridad empezó el 7 de febrero (p. 336). Con esto coincide el presente texto: el segundo mensajero de
Gondor, que llegó la mañana del 7, dice que la oscuridad «comenzó anoche hacia el crepúsculo» (p. 361), y la
partida desde el Valle Sagrado de los Jinetes tiene lugar en la creciente oscuridad. Resulta interesante ver que en el
texto K, mientras Merry estaba sentado solo en su tienda en Firienfeld, «La noche llegó despacio, y las cumbres
entrevistas de las montañas estaban coronadas con estrellas pequeñas en el Oeste, pero el Este estaba oscuro y
sombrío, y la luna no apareció hasta entrada la noche»; mientras que en la copia mecanografiada M (donde aún
[367] era la noche de la luna llena) la luna no se menciona. Lo más lógico es suponer que la luna estaba oculta tras
la gran nube que se extendía desde Mordor.
No acabo de ver la relación en esta fase de la luna llena del 6 de febrero con los movimientos de Frodo. En La
Cuenta de los Años de SA la luna llena fue el 7 de marzo (ya que Frodo abandonó Henneth Annûn el 8 de marzo,
y vio la luna llena ponerse antes del amanecer la mañana de su partida: «El estanque vedado», DT, pp. 402-403), y
Théoden llegó a El Sagrario el atardecer del 9 de marzo; pero esto no coincide con las palabras del rey en «El
Acantonamiento de Rohan», RR, p. 74, «Anoche hubo luna llena», que deberían ser «Hace dos noches». A su vez,
esto exigiría cambiar la fecha fijada para el acantonamiento en «El camino de Isengard» (véase más arriba).
[368]
El primer comienzo de mi padre en este capítulo fue un breve y tosco texto («A») a lápiz, sobre el que luego
escribió a tinta, de modo que se ha perdido gran parte de él, sobre todo al final; pero Taum Santoski ha conseguido
recuperar lo bastante como para revelar que el texto posterior a tinta («B») está fielmente basado en él. Aquí
describiré B en vez de A, y más adelante indicaré los pasajes que difieren considerablemente de A.
El texto B (sin numeración ni título) comienza igual que el Capítulo 4 en El Retorno del Rey con «Despertado
por Gandalf, Pippin» y llega hasta el párrafo que comienza «Todo aquel día fue oscuro y tétrico» (RR, p. 95).
Después de la pregunta de Pippin «¿Por qué me trajiste aquí?», el texto difiere del de RR:
—Porque no era seguro dejarte atrás —contestó el mago—. Seguro para otros,
quiero decir. Este de aquí no es un lugar seguro ni para ti ni para nadie más, como es
probable que pronto descubras. Pero tú mismo te lo buscaste.
Pippin no dijo más.
Poco después recorría de nuevo en compañía de Gandalf el frío y largo corredor
que conducía a las puertas de la Sala de la Torre. Dentro, en una penumbra gris,
estaba sentado Denethor, como una araña vieja y paciente, pensó Pippin, y parecía
que no se había movido desde que el día anterior despidiera a su nuevo escudero. Le
indicó a Gandalf que se sentara, pero a Pippin lo dejó un rato de pie, sin prestarle
atención. Al fin el viejo se volvió hacia él con una fría sonrisa, y Pippin no supo si
era de burla o de bienvenida.
—¿Y por qué has venido, Peregrin hijo de Paladin? —preguntó.
—Se me dijo que requeríais mi presencia, señor —repuso Pippin—, para, bueno,
para señalarme mis nuevas obligaciones.
—Ah, sí —dijo Denethor—. Es de esperar que hayas aprovechado [369] bien y a
tu gusto el día de ayer, aunque no hayas gozado tanto de la comida [tachado: y del
sueño] como lo que tú desearías. Hoy pasarás el día a mi lado. Ahora tengo poco más
que hacer, hasta que mi hijo Faramir regrese con nuevas. Y si no llega ninguna mala
noticia y los grandes (miró a Gandalf) no ocupan todo mi tiempo, hablarás conmigo.
¿Sabes cantar?
La disculpa de Pippin con la descripción de las canciones que conocía y su horror ante la idea de cantar una
canción cómica de la Comarca delante de ese sombrío Senescal de Minas Tirith son iguales que en RR, lo mismo
que la discusión de Denethor con Gandalf, el momento de armar y vestir a Pippin[383] y la oscuridad sobre la
ciudad, hasta «como si el Valle del Anduin esperase el estallido de una tormenta devastadora». Luego sigue:
? Puesta de sol… un destello a lo lejos. Gandalf dice que aún quedan esperanzas
en el Oeste.
Al día siguiente se celebra un consejo y Faramir se marcha pronto. Pippin tiene
otra charla con Berethil y oye que Faramir ha partido a Osgiliath. El tiempo
transcurre lentamente. Llegan malas nuevas el 11 de marzo (el día siguiente) de que
hay un Capitán Cruel en el bando del enemigo. Ha ganado los Cruces y Faramir ha
retrocedido a Ramas Coren.[385] La oscuridad sigue creciendo. Es como una lenta
enfermedad, pensó Pippin.
En algún momento del 9 Pippin debe asomarse por los muros y ver a los Nazgûl
(6 o 7) volar sobre el Pelennor, y los ve perseguir a unos pocos jinetes. Pero Gandalf
sale al galope y los salva. ¡Es Faramir! Justo a tiempo. Gran júbilo en la Ciudad.
Faramir ve a Pippin mientras sube a la Ciudadela, y queda estupefacto.
En estas notas aparece por primera vez el calendario definitivo, siendo el mes ahora marzo en vez de febrero.
No es posible saber si se introdujo en este preciso momento o en algún momento anterior: pero la última fecha
real que se encuentra en los textos es el 5-6 de febrero, en el esbozo para una parte de «Numerosos caminos
conducen al Este» dado en la p. 337, de modo que el cambio, en cualquier caso, se había hecho no mucho
después. La idea del mes «perdido» en Lórien ya se había abandonado: véase TI 429-432. No obstante, las fechas
relativas no se habían modificado: en notas que sugieren un inicio distinto del capítulo, Pippin y Berethil han de
estar hablando en el muro de la ciudad «al atardecer del 9», que sería el 7 de febrero según el calendario anterior
(véase la Nota sobre la cronología al final de este capítulo).
En este momento mi padre retornó a la idea de un inicio distinto, y comenzó un nuevo borrador («C») en el
que el tema del inicio ya escrito se omitió o comprimió y sólo se menciona en retrospectiva. Este borrador está
escrito con un lápiz suave y grueso, a tinta sobre lápiz y a tinta con correcciones y aclaraciones a lápiz, y de
principio a fin resulta un manuscrito extraordinariamente difícil. No me cabe duda de que todos corresponden a la
misma época e impulso creativo.
Este nuevo texto está numerado «XLVI», sin título; comienza con las palabras «Todo aquel día fue tétrico;
desde el amanecer sin sol hasta la noche la pesada oscuridad había ido aumentando…», y continúa esencialmente
igual que en RR, pp. 95-96 hasta «ahora era un pequeño [371] soldado, un soldado entre muchos otros en una
ciudad que se preparaba para soportar un gran ataque, y vestía las ropas nobles pero sombrías de la Torre de la
Guardia»; pero no se menciona la misión de Berethil (Beregond) del otro lado del Pelennor, ni el último rayo de
sol al escapar del palio de nubes (véase abajo). Luego sigue:
Pues por la mañana Denethor lo había llamado, y le ordenó que asumiera sus
obligaciones como escudero del señor; y había ido directamente a las armerías donde
ya le tenían preparado avíos y ropas por orden de Denethor.
—… Pero en verdad creo que las nuevas que en las noticias de Faramir hay más
esperanza de lo que parecía en un principio. [376] Pues si Frodo todavía se hallaba
tan lejos ayer por la mañana, entonces aquello que yo esperaba probablemente haya
sucedido. El Enemigo, ha hecho la guerra con premura y sin el Anillo, pensando que
lo teníamos nosotros. Y aun cuando todo salga como él planea, y no será así si
consigo evitarlo, tendrá la vista en muchos lugares, lejos de su propio país. Hay un
destello de esperanza ahí. Eso le dije a Aragorn cuando cabalgamos a Rohan.[392] Sin
embargo, no lo esperaba tan pronto. Ha acaecido alguna otra cosa que lo impulsó a
actuar.
A medida que se acerca el final, el texto del borrador se vuelve cada vez más ilegible. Hay algunos pasajes
añadidos a tinta, y los he incluido marcándolos como tales, ya que a todas luces pertenecen casi a la misma época.
La última sección empieza con «El día siguiente llegó con una mañana semejante a un crepúsculo pardo» (RR,
p. 107), y la continuación se parece mucho al texto final hasta la partida de Faramir hacia Osgiliath y los
murmullos contra Denethor.
—El Señor es demasiado duro con su hijo, y ahora éste también tiene que cumplir
el deber de aquel que está muerto. [Añadido a tinta: Pero en verdad Faramir fue por
propia voluntad, y fue él quien más influyó en el consejo de los capitanes].[393] El
consejo del Señor había decidido que en vista de la amenaza del Sur sus fuerzas eran
demasiado débiles para intentar cualquier acción de guerra. Debían guarnecer las
defensas y esperar. No obstante, Faramir no cejó en instarlos a no abandonar sus
defensas exteriores, y el Río era lo que el Enemigo tendría que pagar más caro. Al
norte de Men Falros una gran hueste no podría cruzarlo debido a las ciénagas, y
mucho más al Sur, en Lebennin, su anchura obligaba a disponer de muchas barcas.
De modo que volvió a partir, llevándose los pocos hombres de los que Denethor
podía prescindir, para reforzar el ejército que mantenía las ruinas occidentales de
Osgiliath. [Añadido a tinta: «Pero no resistas demasiado tiempo tan lejos —dijo
Denethor al marcharse—. Aunque mates diez veces más de los suyos en el cruce, el
Enemigo puede prescindir de más. Y tu retirada será peligrosa. Y no olvides que …
peligro en el Norte. Esta vez no saldrá un ejército solo de la Puerta Negra»].
A diferencia del anterior, el borrador de la última parte del capítulo no es ni coherente ni continuo. A mi
parecer, después de escribir la copia en limpio del manuscrito D basándose en el borrador C hasta su conclusión, o
hasta la conclusión del texto aprovechable, mi padre se limitó a seguir con él, escribiendo secciones de borrador a
la vez que avanzaba en la copia en limpio, que a veces constituía la composición original. No hay modo de saber
durante qué período se extendió todo este trabajo.
La última parte de C, desde «Al día siguiente, la oscuridad pesaba más en las mentes de los hombres, aunque
quizá sólo un poco más» (p. 377), donde el texto de borrador se condensa y precipita, adoptó la forma de RR
(pp. 110 ss.): Ahora Gandalf no cabalga a Osgiliath con Faramir, y el relato de la construcción de barcas en
Osgiliath del Este y el temor al Capitán Negro hace el mensajero; es sólo ante estas nuevas cuando Gandalf
abandona la Ciudad, regresando a media mañana del día siguiente con las carretas de los heridos, y entonces sigue
su conversación con Denethor (RR, pp. 111-113), aquí ubicada «en una cámara alta cerca de la cima de la Torre
Blanca». Todo esto es casi igual a la versión final; pero Denethor, revelando la cota de malla que llevaba puesta
bajo su larga capa, no dice nada sobre ella (no confiesa que la lleva noche y día) y Gandalf, todavía como en el
borrador (p. 377), recuerda a Pippin quién es el Capitán Negro: «Lo has conocido, Peregrin hijo de Paladin,
Los Nazgûl vinieron una vez más, esclavos de los Nueve Anillos, y a cada uno, al
estar completamente sometidos a su voluntad, su Amo le había devuelto aquel anillo
de poder que había usado antaño.
Esto sobrevivió en la primera copia mecanografiada, donde con posterioridad se sustituyó por las palabras en RR
(p. 119): «Los Nazgûl retornaron, y como ya el Señor Oscuro empezaba a medrar y a desplegar fuerza, las voces
de los siervos, que sólo expresaban la voluntad y la malicia del amo tenebroso, se cargaron de maldad y de
horror».
En un borrador inicial de la última parte del capítulo se puede ver cómo la historia principal de la locura de
Denethor surgía a medida que mi padre iba escribiendo (torrencialmente, con letras apenas formadas) .
La vanguardia pasaba por estrechos caminos entre las trincheras y sufría pérdidas
allí donde se agrupaba, pero quedaban muy pocos arqueros en los muros. [? El frente
de guerra] no en el norte o el sur, aunque un gran peso llegó hasta la puerta. El
terreno estaba atestado de cadáveres, pero seguían llegando.
Allí aguardaba Gandalf. Y entonces por sobre la colina, en el resplandor del
fuego, vino un gran Jinete Negro. Durante un momento … se detuvo amenazador, y
alzó una enorme … espada roja hasta la empuñadura. El temor se apoderó de todos
…… Los grandes arietes volvieron a golpear, pero el acero sólo se sacudió y
retumbó. El Capitán Negro … levantó de nuevo la mano gritando con voz terrible. En
alguna lengua olvidada habló, gritando palabras de poder y terror. Por tres veces
atronaron los arietes. Por tres veces gritó, y entonces, de pronto, la puerta, como
golpeada por alguna descarga, estalló [? en pedazos], y un gran resplandor como de
relámpago estalló y cayó, y en él iba el Señor de los Nazgûl. Pero allí, aguardando
ante la puerta, estaba sentado Gandalf, y sólo Sombragrís entre los caballos libres de
la tierra no se [? acobardó], sino que permaneció allí, inmóvil como una imagen en
mármol gris.
—No puedes pasar —dijo Gandalf—. Regresa al abismo negro preparado para ti,
y húndete en la nada que le espera a tu Amo.
El Jinete Negro se [? echó] hacia atrás la capucha y …… corona que reposaba
Doblando hacia el oeste llegaron por fin a una puerta oscura, que sólo el Señor de
la Ciudad usaba, pues tras ella un camino sinuoso descendía en muchas curvas hasta
la estrecha lengua de tierra que había bajo la sombra del precipicio del Mindolluin,
donde se encontraban las tumbas de los reyes y sus Senescales.
Después de este punto el texto es igual a la versión de RR cuando se describe el descenso a Rath Dínen, la
Calle del Silencio.[403] El pasaje recién citado vuelve a aparecer en la primera copia mecanografiada del capítulo,
con la adición de que la puerta se hallaba «en el muro trasero del sexto círculo», pero el texto definitivo se
introdujo en la copia a máquina en un anexo, y aquí aparece el nombre de la puerta: «Fenn Fornen, pues siempre
se mantenía cerrada salvo en tiempos de funerales».[404]
El encuentro de Pippin con Berithil cuando huía de la horrible escena en Rath Dínen tiene un comienzo
distinto de RR (p. 124):
Por último, vale la pena comentar que la importancia del Príncipe de Dol Amroth creció a la par que el
capítulo. En el borrador C Pippin no lo nombró entre las «grandes personas» presentes en el consejo celebrado
antes de que Faramir regresase de Henneth Annûn (p. 371), igual que en la copia en limpio D. La intervención del
Príncipe en las deliberaciones antes de que Faramir fuera a Osgiliath se halla ausente en la primera versión de D
(p. 379): se introduce con la revisión (donde es llamado «Dol Amroth»). Que llevara a Faramir a la Torre Blanca
jamás se añadió a D (nota 389). Y en el borrador de la última parte de D no se dice que acompañara a Gandalf en
su infatigable recorrido por la Ciudad (p. 382), de hecho el pasaje con que se introduce aquí (RR, p. 120), con la
mención de que tenía «sangre élfica en las venas, pues las gentes de Nimrodel habitaron aquellas tierras en
tiempos remotos» fue una idea posterior escrita poco después de que mi padre hubiera pasado ese punto. En esta
fase el nombre Imrahil aún no había aparecido (véanse pp. 328, 330).
[391]
Una única página manuscrita («A») constituye un esbozo de la historia de este capítulo. Fue escrita a tinta sobre
un texto a lápiz, que en esta fase otra vez y desgraciadamente se había convertido en el método habitual de
composición de mi padre. Los números al principio de cada párrafo son, desde luego, días del mes de marzo.
Mi padre tuvo muchos problemas con el viaje de Merry a Minas Tirith, y en verdad para encontrar un inicio
satisfactorio al capítulo. El capítulo anterior según el orden de la historia («Numerosos caminos conducen al
Este») terminaba cuando la hueste de los Rohirrim descendía al Valle Sagrado; ahora debía contarse algo sobre el
alto en Edoras, pero, al mismo tiempo, preferiría saltarse los plácidos días de la cabalgata y comenzar el capítulo
en un punto posterior.
Su primera solución, en un texto muy breve y muy tosco («B»), fue la de comenzar con los Jinetes detenidos
en la tercera noche (11 de marzo) bajo el Halifirien, donde, igual que en el esbozo A, se oyen los misteriosos
tambores en las colinas, y que Merry recordara el alto en Edoras mientras reflexionaba sobre su situación, tendido
bajo los árboles en la oscuridad.
Era tan grande la oscuridad que Merry no podía ver nada mientras yacía
arrebujado en las mantas; pero aunque el aire de la noche estaba quieto y no soplaba
el viento, a su alrededor se oía el suave susurro de los interminables y oscuros
árboles. Alzó la cabeza. Ahí estaba de nuevo, un sonido como el de tambores
apagados en las colinas boscosas y en las laderas de las montañas al sur, tambores
que se detenían y parecían recibir respuesta desde otros lugares. Se preguntó si los
vigías los oían. Aunque no podía verlos, sabía que a su alrededor estaban las
numerosas compañías de los Jinetes. Podía oler a los caballos en la oscuridad, y oír
de vez en cuando sus patadas y movimientos contra el terreno blando cubierto de
agujas de pinos. Estaban acampados en los bosques de pinos que se arracimaban en
[396] torno a la oscura Halifirien: una colina grande, de cima plana, que sobresalía de
El rey llegó a Edoras en la creciente oscuridad, aunque apenas era mediodía. Allí
se detuvo y se despidió de su castillo de oro y de la gente de su casa. Merry suplicó
que no lo separara de él.
—Éste no es un viaje para Stybba —dijo Théoden—. Marchamos a la guerra, y
en una batalla como la que esperamos librar, ¿qué harás tú, Maese Holbytla, escudero
jurado que eres y de mayor corazón que…? [397]
—En cuanto a eso, ¿quién puede saberlo? —respondió Merry—. ¿Y por qué me
aceptasteis como escudero si debía quedarme atrás cuando mi señor marchara a la
guerra?
—Si la batalla tuviera lugar aquí, veríamos cómo te comportabas —dijo Théoden
—, pero hay 100 leguas o más de aquí a Mundbeorg[410] donde Denethor es el
soberano. Y lo primero que ha de hacer mi escudero es obedecer las órdenes de su
señor.
Merry se alejó tristemente y contempló la columna de caballos. Las compañías ya
recibían la orden de marchar. De pronto un Jinete se le acercó, y le habló en un
susurro.
—Donde no falta voluntad, un camino se abre, decimos nosotros —dijo—. Yo
mismo lo he comprobado. —Merry [? miró] … jinete de la guardia del rey que había
observado antes—. ¿Deseas ir a donde vaya el señor de los Eorlingas?
—Sí —repuso Merry.
—Entonces cabalgarás delante de mí —dijo el Jinete—. Tanta buena voluntad no
debe desperdiciarse. No digas nada más, pero ven.
(9) Así pues, cuando el rey emprendió de nuevo la marcha, Meriadoc el hobbit
iba sentado delante de Grímhelm, y el gran corcel gris casi no sintió la carga, pues
Grímhelm, aunque ágil y vigoroso, era menos corpulento que la mayoría de los
guardias. Aquel [? anochecer] acamparon entre los saucedales donde el Nevado … en
el Entaguas a 12 leguas o más de Edoras.
A partir de este punto el texto se pierde en unas notas garabateadas y en parte ilegibles sobre los siguientes
dos días del viaje: al tercer día, con la fecha 11 de marzo (cf. esbozo A, p. 391), «llegaron hombres que se unían
tarde al acantonamiento, y trajeron rumores de guerra en el Norte y de Orcos que cruzaban a la Meseta por Sarn
Gebir»; a cuyas nuevas Éomer dijo: «Demasiado tarde para volver atrás o apartarnos».
Fue en este momento, tal como demuestra el nombre Grímhelm, cuando la conclusión del texto B, con la
historia de que Merry cabalgó con el permiso del rey fue desechada (p. 396).[412] [398]
Es evidente que mi padre decidió ahora (probablemente, tal como he sugerido, porque no deseaba tratar cada
día de la cabalgata desde Edoras de forma consecutiva) que este pasaje, que narra la negativa del rey a la solicitud
de Merry y la aparición de Grímhelm para solucionar en secreto ese apuro, estaría mejor situado al final de
«Numerosos caminos conducen al Este» («El Acantonamiento de Rohan»); y el siguiente texto («D»)[413] se
marcó «Colocarlo al final del Capítulo II del Libro quinto». La canción aliterativa Del Sagrario sombrío en la
mañana lóbrega aún no había surgido. El «joven jinete de la guardia» todavía se llama a sí mismo Grímhelm, pero
con un Derning alternativo, y una sugerencia posterior de Dernhelm. La conclusión del pasaje en RR (pp. 91-92,
el final de «El Acantonamiento de Rohan») se halla ya presente, con la mención del Folde y la Frontera de los
Pantanos, pero mientras que en RR se nombran cuatro almenaras de las colinas después de Halifirien (Calenhad,
Min-Rimmon, Erelas, Nardol), aquí solamente hay tres: Calenhad, Erelas, Nardol, con la omisión de
Min-Rimmon (véase p. 392).
Hay algunos textos toscos para Del Sagrario sombrío en la mañana lóbrega, y la canción se incorporó en un
texto («E») posterior[414] («añadir en el Capítulo II del Libro quinto»). El Jinete que lleva a Merry aquí se llama
aún Grímhelm (con «¿Dernhelm?» escrito al lado); y se mencionan cuatro almenaras, pero todavía con la omisión
de Min-Rimmon: Calenhad, Erelas, Nardol, Eilenach (porque, cuando se escribió el texto, Eilenach ya había
quedado atrás en el momento en que comienza la historia de «La cabalgata de los Rohirrim»).
Por último, la canción aliterativa que acompaña al texto siguiente se copió en un manuscrito en limpio y se
añadió a la copia mecanografiada M de «Numerosos caminos conducen al Este»; aquí la canción es casi como en
la versión final.[415] Ahora ya no existen diferencias con RR en la conclusión del capítulo anterior, excepto en que
Dernhelm sigue siendo «un joven jinete de la guardia».[416]
La evolución del nuevo inicio de «La cabalgata de los Rohirrim» (es decir, cuando la historia del alto en
Edoras había sido eliminada) resulta particularmente difícil de analizar. No existe un texto continuo preliminar
seguido de una segunda versión continua: mi padre escribió una serie de textos superpuestos y en parte
discontinuos, algunos de los cuales están a lápiz y bajo otros textos a tinta. No intentaré describir aquí este
conjunto en detalle, sobre todo porque hay muchas repeticiones, ya que mi padre intentaba conjuntar
satisfactoriamente los elementos existentes de la historia.
En el texto breve más temprano de este nuevo comienzo del capítulo (a lápiz, pero en gran parte legible a
pesar de que hay otro escrito [399] encima) la hueste de los Rohirrim está «acampada en los bosques de pinos que
se arracimaban en torno a la Almenara de Minrimmon». Merry oye un sonido como de tambores apagados en las
colinas boscosas. Habían cabalgado durante cuatro días, y ahora se hallaban a menos de un día de marcha de los
muros del Pelennor. Los exploradores que se habían adelantado regresaron con los mensajeros de Gondor e
informaron que Minas Tirith estaba sitiada, que otra hueste mantenía el camino a la Ciudad, y que una parte de esa
fuerza marchaba al oeste a lo largo de ese camino. «De pronto Merry oyó de nuevo el suave susurro de Dernhelm.
No había hablado una palabra más desde Edoras, bien al montar o al desmontar en el camino. “¡Ven!”, dijo. “De
nuevo cabalgamos de noche. La batalla viene a nuestro encuentro”». Aquí termina este texto. Es evidente que la
«Almenara de Minrimmon» ha sustituido ahora a la «Almenara de Eilenach» del esbozo A (p. 391);[417] y en el
—… Demos las gracias; pues le han ofrecido sus servicios a Théoden. Han
espiado al enemigo, y nos guiarán, dicen, por senderos ocultos.
—¿Adónde? —preguntó Merry.
—Pronto lo sabremos, no lo dudo —dijo Éothain—. Pero tengo que apresurarme.
La guardia conducirá una marcha lateral, y pronto debo estar preparado. —
Desapareció en la oscuridad, y en ese momento «Ven», dijo la voz baja de Dernhelm
en el oído de Merry. «Cabalgamos de nuevo. Estoy preparado».
Pronto Merry se encontró cabalgando de nuevo, lenta, cautamente. La guardia
abría el camino pero junto a cada caballo caminaban a grandes zancadas unos
hombres de forma extraña, apenas visibles en la oscuridad, y, sin embargo, de algún
modo, le recordaron a Merry a los Hombres Púkel del Sagrario. Guiados por estos
amigos inesperados viraron hacia el sur en dirección a las colinas, marchando entre
los árboles, y después virando de nuevo avanzaron por sendas ocultas a través de los
valles estrechos y sobre las estribaciones de las colinas oscuras.
No se pronunció palabra. Parecía que pasaban las horas, y, no obstante, la noche
no llegaba a su fin.
Un nuevo borrador a tinta (el que se escribió sobre el texto a lápiz a propósito de los Ents y los Hombres
Salvajes y lo ocultó, pp. 393-394) empieza en el punto donde el capitán de la guardia (del que no se dice el
nombre, llamado «X») tropieza con Merry. Le cuenta que los Hombres Salvajes de los Bosques «vagan aún por el
Bosque Rimmon, se dice»; no menciona las flechas envenenadas, pero dice que «en este mismo momento uno de
sus jefes está siendo conducido hasta el rey». Desde aquí la historia avanza con seguridad hacia la conversación
del rey y Éomer con el jefe Ghân-buri-Ghân (con este nombre desde su primera aparición), cerca de cuyo final
termina este texto. Ya este borrador es igual que la versión final, con los nombres de Ghân-buri-Ghân para los
orcos (gorgûn), y para Minas Tirith (Casas-de-Piedra).[419] Sobre el camino antiguo que los hombres de Gondor
hicieron a través de las colinas dice esto:
—… Iban con grandes carretas a Eilenach. Ahora estaba olvidado, pero no por
hombres salvajes. Senderos por las colinas y detrás de las colinas. El largo camino
todavía corre bajo árbol [401] y hierba detrás de Rimmon bajando hasta Dîn, y así
regresa al camino de los jinetes.
[409]
He llamado a este esbozo «La historia prevista desde Forannest» (la puerta norte del Muro del Pelennor) porque
comienza en el punto de la historia en el que los Rohirrim entraron en Minas Tirith atravesando los muros
exteriores. Sin embargo, veremos que Denethor debía desempeñar un papel totalmente en desacuerdo con su
locura y suicidio, y, por ello, este esbozo debe ser anterior a la escritura de, por lo menos, la última parte de «El
Sitio de Gondor», en la que esa historia se introdujo a medida que avanzaba el borrador inicial (pp. 382-383).
Hay una versión más breve y tosca de este esbozo, que se extiende sólo hasta la llegada del Ejército del Oeste
ante el Morannon. Mi padre lo rechazó de inmediato y comenzó el esbozo más completo que se transcribe aquí.
En las notas se dan unas pocas diferencias respecto a la primera versión.
La segunda versión del esbozo está encabezada con «Gandalf, Rohan y Aragorn»; esto se añadió
posteriormente al texto.
15 [marzo]. Los cuernos de Rohan se oyen por la mañana. Gran carga de los
Rohirrim por la brecha al norte de Ramas Coren. Los Rohirrim llegan al campo ante
la Gran Puerta, y los hombres de Minas Tirith repelen al enemigo. Pero el Rey Brujo
emprende el vuelo y se convierte en un Nazgûl,[425] reagrupa a la hueste de Morghul
y ataca al rey. Théoden cae del caballo gravemente herido; lo salvan Merry y Éowyn,
pero la carga desde la Puerta no llega a ellos a tiempo, antes de que Éowyn muera.
[426] Dolor e ira de Éomer.
Éomer dirige una segunda carga temeraria de los Rohirrim; pero en ese momento
se oye un grito desde la ciudad. Ven cómo una flota negra llega a Haramon.[427] Los
hombres desembarcan. Entonces, cuando se desvanece la última esperanza y los
Rohirrim ceden, un viento del [oeste >] sur empuja la nube y caen los destellos del
sol del mediodía. Aragorn despliega su gran estandarte en la parte superior del navío.
La corona y [410] estrellas del Sol y la Luna brillan.[428] Los hombres gritan que
Elendil ha vuelto a la vida o Nume…[429]
Éomer carga de nuevo y el enemigo es vencido y Éomer y Aragorn vuelven a
encontrarse en el campo «aunque todas las huestes de Mordor se interponen».[430]
Al anochecer del 15 [a lápiz > 14], bajo un sol rojo sangre, la victoria es
completa. Todos los enemigos han retrocedido al Anduin o a la otra orilla. Aragorn
levanta su pabellón y estandarte en el exterior de la puerta, pero no entra en la ciudad,
por el momento. Denethor baja a saludar a los vencedores. Théoden muere. Le dice
adiós a Gandalf, Aragorn, Éomer y Merry. Théoden y Éowyn depositados durante un
tiempo en las tumbas reales.
Palabras de Aragorn y Denethor. Denethor aún no cederá la Senescalía: no hasta
que la guerra acabe con una victoria o una derrota y todo quede claro. Es frío y
suspicaz y ? falsamente cortés. Aragorn serio y silencioso. Pero Denethor dice que tal
vez la Senescalía llegue a su fin de todas formas, pues es probable que pierda a sus
[416]
Para empezar transcribiré un texto curioso titulado Caída de Théoden en la Batalla de Osgiliath. Está claramente
escrito a tinta, con sólo unos pocos cambios que se realizaron en el momento de la redacción; también hay un
pequeño número de correcciones a lápiz, que señalaré como tales.
Cuando mi padre escribió al fin la historia de la Batalla de los Campos del Pelennor, el primer manuscrito (A)
es casi idéntico a la versión de El Retorno del Rey. Había adoptado el método de llegar a la historia final mediante
numerosas correcciones e interpolaciones del texto inicial; y es obvio que la mayor parte del trabajo, si no todo,
corresponde a la misma época. Sin embargo, bajo la escritura a tinta en la primera página de este manuscrito hay
un texto a lápiz que se extiende más en el tema de Théoden y el Señor de los Nazgûl.
Este texto es en gran medida ilegible debido a la sobreescritura a tinta, muy apretada, pero por lo que se puede
ver parece no diferir mucho (el párrafo inicial del capítulo, en su mayor parte legible, es muy parecido a la versión
a tinta que lo cubre); hasta el pasaje donde el escudo de oro de Théoden empieza a oscurecerse, los caballos
gritaban y se encabritaban, los hombres que caían de sus caballos yacían sobre el suelo. Pero luego sigue: «Y a
través de las filas del enemigo se abrió un sendero ancho». El resto del texto a lápiz está perdido casi por
completo, pero se pueden comprender palabras y frases aisladas: «Vino cabalgando … un gran … [tachado: El
Capitán Negro] … se plantó … el Capitán Negro con su manto … y encima del manto había una corona …». La
única explicación plausible es que el [419] Señor de los Nazgûl no descendió a la batalla montado sobre el lomo
de un gran buitre.
Se han hecho diversas afirmaciones respecto de este tema, empezando con la del Esbozo V, citado arriba, de
que el Nazgûl fue «desmontado». En el tosco borrador de «El Sitio de Gondor» (p. 377) Gandalf, cuando habla a
Pippin del Rey Brujo, dice que «Pero él [tachado (?): aún] no ha empleado los corceles alados»; en el esbozo «La
historia prevista desde Forannest» (p. 409) «el Rey Brujo emprende el vuelo y se convierte en un Nazgûl»; y, por
supuesto, está la evidencia de «La Caída de Théoden en la Batalla de Osgiliath». Que mi padre en esta fase
hubiera abandonado, independientemente de cuánto tardara en cambiar de opinión, la historia del Nazgûl Alado
que desciende sobre Théoden es sorprendente de veras; pero parece claro que así lo hizo.
Pues lejos al sur el río hacía un recodo rodeando el espolón de las colinas de
Emyn Arnen en el bajo Ithilien,[449] y entonces el Anduin viraba en el Pelennor de
modo que su muro exterior estaba construido sobre el borde, y en la parte más
próxima se hallaba a no más de [cinco >] cuatro millas de las Puertas; [añadido: y allí
se construyeron muelles y embarcaderos para los navíos que remontaban la corriente
desde las Tierras Lejanas]; pero desde ahí el río corría en dirección sudeste durante
tres leguas, y [422] los hombres de vista penetrante podían ver el curso del río desde
arriba. Y mirando hacia allí gritaron desesperados, pues he aquí que desde el brazo
del Arnen se veía una flota negra…
Tachando este pasaje mi padre apuntó junto a su primera parte: «Esto ahora se cuenta antes en XLIV» (es
decir, en el capítulo «Minas Tirith»). Se refería a un anexo introducido en la primera copia a máquina de ese
capítulo (véase p. 335 nota 348), que reconstruía completamente la descripción original del Pelennor y las Tierras
Lejanas (pp. 318, 328) como la versión de RR (p. 13), donde aparece la curva del Anduin alrededor de Emyn
Arnen. Este anexo ya existía, aunque obviamente correspondía a esta fase de la escritura, tal como revela el
nombre Lonnath-ernin de los embarcaderos, con posterioridad sustituido (es de suponer que en esta misma
coyuntura) por Harlond. En el presente texto el pasaje recién citado se eliminó de inmediato, y el pasaje mucho
más breve que aparece en RR (p. 152) sigue en el manuscrito, con el nombre Harlond.[450]
El gran estandarte de Aragorn se describe con las mismas palabras que en RR (pp. 155-156), excepto por la
oración «porque eran gemas talladas por Arwen la hija de Elrond», en que las palabras en cursiva están ausentes.
En la copia en limpio del manuscrito (B) «por Finduilas la hija de Elrond»[451] se añadió al margen, sustituido
luego por «Arwen la hija de Elrond». Aragorn es llamado «Elessar, heredero de Isildur»; y cuando los hombres
saltaron de los navíos a los muelles «con ellos venían Legolas, y Gimli esgrimiendo el hacha, y Halbarad portando
el estandarte, y Elboron y Elrohir con las estrellas en la frente, y los indómitos Dúnedain, Montaraces del Norte; y
en la mano de Aragorn Tizona era como un fuego recién encendido, Narsil forjada de nuevo,[452] tan mortífera
como antaño, y alrededor de su yelmo había una corona real». De este modo Elboron todavía sobrevivió en lugar
de Elladan (véanse pp. 338, 344-345), y no fue sustituido hasta la copia en limpio. Tizona por Andúril, Llama del
Oeste, permaneció hasta que se modificó en la primera copia a máquina; mientras que «alrededor de su yelmo
había una corona real» no se sustituyó por «llevaba en la frente la Estrella de Elendil» hasta las galeradas del
Otro texto tosco, que evoluciona hacia la versión final en algunas líneas pero termina antes de la conclusión,
dice en la línea correspondiente a la 8.ª en la versión recién dada, Dúnhere y [Elfhelm >] Guthwin, Déorwin el
mariscal. Guthwin era el portaestandarte del rey (véase p. 420). El primer buen texto es igual que la versión
definitiva (con el nombre Rammas Echor en la última línea) en todos los detalles excepto los nombres de los
Jinetes muertos:
Hardin y Guthwin,
Dúnhere y Marculf, Déorwin y Grimbold,
Herufare y Herubrand, Hom y Fastred.
Hoy en Mundberg yacen bajo los montículos
junto a sus aliados, señores de Gondor.[457]
[426]
El breve borrador original de este capítulo («A»), afortunadamente escrito de manera bastante legible y no
sobreescrito después a lápiz, se extiende desde «Cuando la sombra negra se retiró de la Puerta» hasta «En la
Puerta de la Ciudadela no encontraron a ningún guardia. —Entonces Berithil ha de haber ido allí —dijo Pippin»
(RR, p. 162). Naturalmente, no coincide con el texto final en todos los detalles o giros expresivos, pero aparte de
la ausencia del encuentro con el Príncipe Imrahil cuando Gandalf y Pippin subían desde la Puerta montados en
Sombragrís, la historia no presenta ninguna diferencia relevante.[458] En este punto mi padre se detuvo y escribió
un breve esbozo («B»).
? Portero muerto ante la Puerta Cerrada. ? Ven fuego y humo abajo mientras bajan
deprisa por el camino sinuoso. Berithil se ha rebelado, y llevándose a algunos de los
guardias ha luchado con los servidores de la casa. Antes de que pudieran entrar a la
tumba, uno de ellos entró rápidamente y acercó una antorcha a la madera. Pero
Berithil llegó justo a tiempo para salvar a Faramir. Pero Denethor saltó a las llamas y
murió. Gandalf cerró la puerta.
—¡Así acaba un capítulo! —dijo—. Dejad que los Senescales ardan: sus días han
acabado.
La luz crece deprisa. Faramir es llevado a la casa donde están las mujeres que se
quedaron en la ciudad para atender a los heridos.
Junto a la primera parte del esbozo hay un gran signo de interrogación; es evidente que fue rechazado tan
pronto como se escribió y sustituido por lo siguiente:
Entonces Gandalf, revelando una gran fuerza, se encaramó de un salto sobre las
pilas de leña, y levantando al enfermo lo sacó de la morada mortal; y cuando lo
movió Faramir gimió y pronunció el nombre de su padre.
En ese momento Denethor avanzó y el fuego se apagó en sus ojos, y lloró; y dijo:
—No me quites a mi hijo. Me llama.
—… Pero ahora él debe luchar por la vida en los caminos oscuros de la fiebre,
buscando la curación; y tú debes ir a la batalla de tu ciudad, arriesgando la vida, si así
ha de ser, en el campo. Y tú lo sabes bien en lo profundo de tu corazón.
Pero Denethor se rió. Y regresando a la mesa alzó la almohada en la que se había
tendido. Y he aquí que en la mano llevaba una palantír.
—¡Orgullo y desesperación! —exclamó—. ¿Creíste que [los] ojos de la Torre
Blanca estaban ciegos? —dijo—. [Añadido a lápiz, sin indicar dónde insertarlo:
Ésta, la Piedra de Minas Tirith, ha estado siempre al cuidado secreto de los
Senescales en la cámara más alta]. No, no, veo más que lo que vos sabéis, Loco
Gris…[461]
El resto de la página es muy parecida al texto definitivo (RR, pp. 165-166), excepto en el punto de vista
adoptado sobre el conocimiento que tenía Denethor de Aragorn y la flota negra. En RR, como prueba final de que
el poder preparado contra Minas Tirith es demasiado grande para oponer resistencia alguna, Denethor le declara a
Gandalf que «hasta el viento de tu esperanza te ha engañado: en este instante empuja por el Anduin y aguas arriba
una flota de velámenes negros». Por lo tanto, no sabe quién va a bordo. Pero (después de la respuesta de Gandalf
«Tales razonamientos sólo ayudarán a la victoria del Enemigo») prosigue para acusarlo de ordenar a Pippin que
«guardara silencio», y de colocarlo como espía en sus habitaciones; «y sin embargo hablando con él me he
enterado del nombre y de la misión de cada uno de tus compañeros. ¡Sí! Con la mano izquierda quisisteis
utilizarme durante un tiempo como escudo contra Mordor, y con la derecha traer a ese Montaraz del Norte para
que me suplantase»; pues no sabe que es el «advenedizo» Aragorn quien sube por el Río Grande.
Sin embargo, en el presente texto F se ve claramente la intención original de Denethor cuando dijo «con la
mano derecha». Aquí, no menciona a la flota negra en la primera de estas alocuciones; y en la segunda no hace
ninguna referencia a Pippin: de modo que no es a través de Pippin que sabe de la llegada de Aragorn. Aunque
luego continúa: «Pero conozco tu mente y tus planes. ¡Acaso no veo a las flotas ahora mismo subiendo por el
Anduin! De modo que con la mano izquierda quisiste utilizarme como un escudo contra Mordor, y con la derecha
traer a ese Montaraz del Norte para ocupar mi lugar». Aquí es obvio que no sabe quién está a bordo (con la mano
izquierda, se podría suponer, gesticula en dirección a Osgiliath y con la derecha hacia Pelargir); y lo supo a través
de la palantír, tal como se afirma [432] expresamente en el esbozo C (p. 427): «¡Denethor tiene una palantír! Ha
—¡Pero quién ha dicho que el Senescal que con lealtad se entrega haya de
empobrecerse en el amor y el honor! Y al menos no privarás a tu hijo del derecho de
elegir, matándolo con tu orgullo cuando aún su curación es incierta. No lo harás.
¡Entrégame ahora a Faramir!
Es difícil precisar el sentido de estas últimas palabras, pues en este punto Gandalf ya debe haber levantado a
Faramir de la mesa de piedra, dirigiéndose a la puerta. Es posible que se haya perdido algún borrador, que
proporcionaría más indicaciones sobre la evolución de la estructura final de este capítulo.
En cualquier caso, mi padre entonces comenzó otro texto («G»), para el que utilizó las páginas iniciales de D
(p. 428), aunque pronto se convirtió en un nuevo manuscrito, escrito toscamente pero que ya llegaba hasta el final
del capítulo; y aquí se alcanzó el contenido y estructura de RR con pocas diferencias. En un principio el
manuscrito carecía de título, pero en algún momento escribió en él «XLVIII La pira de Denethor»: posiblemente
en esa fase consideraba «La cabalgata de los Rohirrim» y «La Batalla de los Campos del Pelennor» como un
capítulo (véanse pp. 401, 419). «XLVIII» se cambió con posterioridad por «XLIX» y «V.6».[462]
En la primera versión, se conservó el anterior punto de vista del conocimiento que tenía Denethor de Aragorn
y los navíos negros, aunque luego se sustituyó en el manuscrito por la versión definitiva (sobre esta cuestión
véanse pp. 444-445). Gandalf todavía dijo «Éste es el fin de la Senescalía de Gondor» en lugar de «Éste es el fin
de Denethor, hijo de Ecthelion»; y cuando habló con Berithil y los servidores de Denethor que permanecieron a su
lado dijo: «Pero Berithil de la guardia debía lealtad primero a su capitán, Faramir, para socorrerlo mientras
viviera» (cf. p. 430). Esto se cambió en el manuscrito por:
—… Pues vosotros, servidores del Señor, sólo le debíais obediencia a él. Y aquel
que dice: «mi amo no está en sus cabales y no sabe lo que ordena; no lo haré» se
encuentra en peligro, a menos que posea conocimiento y sabiduría. Pero para Berithil
de la guardia tal discernimiento era un deber, mientras que[463] también debía lealtad
primero a su capitán, Faramir, para socorrerlo mientras viviera. [433]
Esto se conservó en la copia en limpio siguiente («H»), y no adquirió la forma de RR (p. 167) hasta la copia
mecanografiada. Al final de este pasaje mi padre escribió, igual que en D, que Gandalf y Berithil llevaron a
Faramir a «las casas de los enfermos», pero lo cambió por «las Casas de Curación», con el nombre élfico Berin a
Nestad, sustituido en el acto por Bair Nestedriu, ambos tachados; aunque un poco después en el capítulo («Y
ahora por fin entraron en los círculos altos de la Ciudad, y a la luz de la mañana se dirigieron hacia las casas que
estaban separadas para el cuidado de los heridos o moribundos», cf. RR, p. 168) reaparece el nombre Bair
Nestedriu. En la copia en limpio H no hay ningún nombre élfico para las Casas de Curación en el primero de estos
pasajes, pero en el segundo aparece la forma Bair Nestad. En la primera copia a máquina, en este mismo pasaje, el
nombre es Edeb na Nestad, que se tachó.
En esta época la historia era que Gandalf y Pippin cruzaron a caballo la Puerta Cerrada de camino a Rath
Dínen (véase nota 460). Ahora, mientras Berithil y Gandalf llevaban el féretro, «detrás de ellos iba Pippin y junto
a él Sombragrís con la cabeza gacha»; y cuando regresaron a la Puerta (aquí llamada «la Puerta del Senescal»,
igual que en RR; «la Puerta del Senescal» en la copia en limpio) Gandalf envió a Sombragrís de vuelta a su
establo, despidiéndolo con las mismas palabras que empleó en RR (p. 162) cuando llegaron por primera vez a la
Puerta.
En el punto de la historia en que la cúpula de la Casa de los Senescales en Rath Dínen se resquebrajó y cayó,
y «entonces los servidores aterrorizados huyeron a la carrera, y siguieron a Gandalf», mi padre escribió un esbozo,
que más tarde tachó.
Gandalf debe decir algo sobre la Piedra. Cómo se mantuvo en la Torre pero se
suponía que sólo los reyes miraban en ella.[464] Denethor, abrumado por el dolor tras
el regreso de Faramir, debió de mirar en ella: de ahí su locura y desesperación. Pues
—… ¡Ay! pero ahora entiendo cómo su voluntad pudo invadir el corazón mismo
de la Ciudad.
»Hace tiempo yo había adivinado que aquí en la Torre Blanca, igual que en
Orthanc, se guardaba una de las grandes Piedras Que Ven. En los días en que aún era
sabio, Denethor jamás se atrevió a utilizarla, ni a desafiar a Sauron, pues conocía sus
propias limitaciones. Pero en su dolor por Faramir, desesperado por el peligro sin
esperanzas que corría su Ciudad, debió de atreverse a hacerlo: mirar en la Piedra.
Quizás esperaba averiguar si se acercaba alguna ayuda; pero los caminos de los
Rohirrim en el Norte estaban ocultos; y al principio sólo vio lo que se preparaba en el
Sur. Y entonces, lentamente, su ojo fue atraído al este, para ver lo que se deseaba que
él viera. Y la visión [tachado: verdadera o falsa] del gran poderío de Mordor,
alimentó la desesperación que ya anidaba en su corazón, hasta que creció y atrapó su
mente.
[—Eso explica lo que yo vi —dijo Pippin—. El Señor salió de la alcoba donde
yacía Faramir; y al rato volvió, y entonces y por primera vez lo noté transformado,
viejo y vencido.
—Fue en la misma hora en que se trajeron a Faramir cuando muchos vieron una
luz extraña en la cámara más alta de la Torre —dijo Berithil.
—¡Ay!, entonces yo había adivinado la verdad —dijo [435] Gandalf]. Así la
voluntad de Sauron entró en la Torre; y por ese motivo he tenido que retrasarme aquí.
…
El pasaje que he encerrado entre corchetes fue una adición, a todas luces hecha en la época de la escritura. En
la copia en limpio del manuscrito de «El Sitio de Gondor» el pasaje que describe cómo el Príncipe Imrahil llevó a
[437]
En la misma página que mi padre usó para el primer borrador inicial (A) de «La pira de Denethor» (p. 426)
escribió también un breve pasaje para otro punto de la historia, que empieza: «—Bien, Meriadoc, ¿adónde vas? —
Alzó la vista, y ahí estaba Gandalf». Estoy seguro de que se trataba del comienzo de un nuevo capítulo; y como es
lo que aparece primero en la página, antes del principio de «La pira de Denethor», me parece probable que
durante un tiempo mi padre pensara continuar la historia después de «La Batalla de los Campos del Pelennor» de
esta manera. Pero sea como fuere, posteriormente escribió en otra página (numerada «a») un nuevo inicio («Una
bruma de lágrimas y de cansancio empañaba los ojos de Merry cuando se acercaban a las Puertas en ruinas de
Minas Tirith»), y lo unió al primer inicio (ahora numerado «b») ya existente. Esta primera parte («a») del breve
texto compuesto ya se parece considerablemente al inicio del capítulo en RR; la segunda (anterior) parte «b»
difiere del texto de RR en que es Gandalf, no Pippin, quien encuentra a Merry vagando por las calles de la
Ciudad:
Ahora regresan los Capitanes. Pero Aragorn levanta su pabellón en el campo, ante
la puerta, y no entrará sin permiso y envía un mensaje pidiendo licencia para entrar y
hablar con el Senescal. Le cuentan que el Senescal ha muerto por su propia mano y
que el Señor Faramir está enfermo y próximo a la muerte. Entonces deja a un lado
todas las insignias de Elendil y [439] entra como un hombre corriente. Aragorn se
encuentra con Pippin y Gandalf y pregunta por Merry. Le dan nuevas de Éowyn.
Gran júbilo de Éomer.
Toda esa noche Aragorn atiende a los enfermos, pues los Reyes de Gondor tenían
tanto la habilidad como el poder de curar, y por esto [? último] quedó claro que el
verdadero rey había regresado. Faramir abre los ojos y mira a Aragorn y el amor
surge entre ellos. También Merry se recupera.
Consejo [léase Concilio] de los Señores. Gandalf les advierte que las palabras de
Denethor eran ciertas: no derrotarían definitivamente al Enemigo con las armas.
Luchamos aquí como mejor pudimos, porque tuvimos que hacerlo; y así está
establecido en este mundo que hay que oponer resistencia al mal sin esperanza final.
Pero cuando tomamos las armas para atacar estamos usando el poder que
principalmente se encuentra en el Anillo, y en ese caso sería lógico hacer lo que
deseaba Denethor: utilizar el Anillo. Así pues, en verdad es probable que [? ahora]
obtuviéramos la victoria y venciéramos a Sauron. Pero sólo para poner a otro en su
lugar. De manera que al final el resultado sería igual de malo, o el mismo, o es
posible que peor, como si Sauron hubiera recuperado el Anillo. Por lo tanto yo he
……[468] recuperación con el fin de que durante una larga edad la victoria sea de otro
modo.
Pero debemos emplear todo el poder del que dispongamos. Y no retrasarnos.
Sauron debe seguir ocupado y creer que nosotros tenemos el Anillo.
Otra página de notas esbozadas, escrita muy toscamente a lápiz, probablemente seguía después.
—Tendrían que haberlo traído a esta Ciudad con honores —dijo—. Mayor fue la
sabiduría de Elrond que la mía. Pues de haber respetado mi voluntad, ni tú ni él,
Pippin, habríais emprendido este viaje; y entonces las desdichas de este día habrían
sido mucho más nefastas. Faramir y Éowyn estarían muertos, y el Capitán Negro
andaría suelto para forjar la ruina de toda esperanza.
Esto se repitió en la copia en limpio B, y (con la eliminación de la oración final: «Faramir y Éowyn estarían
muertos…») en las siguientes copias mecanografiadas: el cambio por «Se mostró digno de mi confianza: pues si
Elrond no hubiese cedido a mis ruegos, ninguno de vosotros habría emprendido este viaje» no se hizo hasta las
galeradas del libro. Esto es realmente extraño: pues la versión de la Elección de la [441] Compañía en La
Comunidad del Anillo (p. 383), según la cual gracias a la defensa de Gandalf en contra de Elrond, Merry y Pippin
fueron incluidos, era muy anterior, pues aparece en la segunda versión de «El Anillo va hacia el sur» (TI 194). Es
verdad que anteriormente Gandalf también se oponía a su inclusión («La decisión de Elrond es sabia», dijo,
TI 137), pero sólo aquí, y en «La última Deliberación» (p. 415), se sugiere que Elrond apoyará su inclusión en
contra de Gandalf.
El pasaje siguiente, después de la descripción de la «medicina de Gondor» y de la enfermedad desconocida
llamada «la Sombra Negra» que provenía de los Nazgûl, es mucho más breve en el texto A que en RR (p. 174):
Los afectados por aquella dolencia caían lentamente en un sueño cada vez más
profundo, y de la fiebre pasaban a un frío mortal y así morían. Pero Faramir ardía con
¡Atended!
Y a su alrededor los hombres gritaban consternados: «¡Los Corsarios de Umbar!».
—Puedes decir lo que quieras y ellos también —dijo Pippin—, pero esto diré a
favor de mi señor que está muerto: le creeré. Ahí viene Aragorn. Aunque cómo y por
qué de esta manera no soy capaz de adivinarlo. ¡Aquí viene el heredero de Elendil!
—gritó; pero nadie, ni siquiera Berithil, prestó atención a su débil voz.
Pero era verdad. Y por fin se supo en la Ciudad. Y todos los hombres quedaron
maravillados. Y así la esperanza creció a medida que se acercaba el mediodía y la
tarde, y por fin cayó el crepúsculo rojo. Y los vigías vieron todos los campos ante
ellos teñidos como de sangre, y el cielo sobre sus cabezas era de un rojo sangre, y al
fin antes de que el rojo se extinguiera en el gris ceniza del anochecer, por los campos
del Pelennor los capitanes cabalgaron victoriosos a la Ciudad.
Aragorn y Éomer e Imrahil se acercaron a la Ciudad con sus capitanes y
caballeros; y cuando llegaron ante las Puertas, Aragorn dijo:
—Mirad cómo se oculta el sol envuelto en llamas…
Y cuando llegaron fuera, había caído la noche, con muchas estrellas. Y aun
mientras la luz menguaba Gandalf regresó solo desde el Este subiendo por el camino
de Osgiliath, y brillaba [444] débilmente en la luz crepuscular. Y él también fue a las
Casas de Curación, y se encontró con el Señor ante las puertas. Y lo saludaron; y
dijeron:
—Buscamos al Senescal y se dice que está en esta casa…
—¡Mira, mira, Berithil! —gritó—. No todas las visiones del Señor fueron
provocadas por la locura. Ahí vienen Río arriba los navíos de los que habló. ¿Qué
son?
—¡Ay! —respondió Berithil—. Ahora casi puedo perdonar su desesperanza.
Conozco la forma de esos barcos y sus velámenes, pues ése es el deber de todos los
[452]
En algún momento antes de empezar con este capítulo, mi padre escribió un esbozo titulado «La marcha de
Aragorn y la derrota de [los] Haradrim». Esto debe de haber precedido a «La Batalla de los Campos del
Pelennor», ya que aparece el nombre Haramon, no Emyn Arnen (véase p. 422 y nota 449);[487] casi con certeza
acompañaba al esbozo «La historia prevista desde Forannest» (pp. 409 ss.), pero obviamente es mejor transcribirlo
aquí. En el encabezamiento de la página con posterioridad mi padre escribió a lápiz una nota preguntándose si
sería una buena idea o no «hacer que parte de esto lo contara un hombre del Valle de Morthond», pero jamás se
hizo algo al respecto. He indicado los cambios a lápiz que se le realizaron al texto.
Aragorn toma los «Senderos de los Muertos» la mañana del 8 de marzo, cruza los
túneles de las montañas. (Esta historia deberá ser narrada más adelante, con brevedad,
probablemente en el banquete de la victoria en Minas Tirith, por Gimli y/o Legolas).
Ven el esqueleto en la armadura de Bealdor hijo de Brego.[488] Pero excepto por la
oscuridad y la sensación de algo terrible no se topan con ningún mal. Los túneles se
convierten en las cavernas del nacimiento del Morthond. Es al anochecer [>
atardecer] del 8 de marzo cuando Aragorn y su compañía salen a las tierras altas del
nacimiento del Valle del Morthond; y cabalgan a la Piedra de Erech.[489] Era una
piedra negra, según la leyenda procedente de Númenor, colocada para marcar el lugar
de encuentro de Isildur y Anárion con el último rey de los hombres oscuros de las
Montañas, quienes juraron fidelidad a los hijos de Elendil, prometiendo ayudarlos a
ellos y a sus descendientes para siempre, «aunque la Muerte nos lleve». La piedra
estaba rodeada por un muro en forma de anillo ahora en ruinas y junto a ella
antiguamente los Gondorianos habían erigido una torre, y allí se había guardado una
de las palantíri. Ningún hombre se acercaba a la torre. Por los valles vuelan rumores
de [453] terror, pues el «Rey de los Muertos» ha regresado; y he aquí que detrás de
los vivos se ha visto a una gran hueste de hombres-sombra, algunos a caballo, otros a
pie, pero todos moviéndose como el viento.
Aragorn va a Erech a medianoche, soplan los cuernos (y débiles cuernos de
sombra reverberan al son del suyo) y despliega el estandarte. La estrella que hay en él
brilla en la oscuridad. Encuentra la palantír (inmaculada) enterrada en una cámara
subterránea. Desde Erech parte [añadido: la oscura] mañana del 9 de marzo [añadido:
a las 5 de la mañana]. Por [léase: Desde ?] Erech a los Vados de Lameduin (¿poner
Linhir?) hay 175 millas en línea recta, unas 200 por el camino.[490] Gran terror y
asombro preceden a su marcha. En Linhir en el Lameduin los hombres del Lebennin
y Lamedon están defendiendo el paso del río contra los Haradwaith. Aragorn llega a
Linhir al anochecer del 10 de marzo, después de dos días y dos noche [s] de cabalgata
forzada con el ejército de las sombras detrás, en la creciente oscuridad de Mordor.
Rescate de Frodo. Frodo yace desnudo en la Torre; pero por alguna casualidad
Sam descubre que la capa élfica de Lórien está en un rincón. Cuando se disfrazan se
ponen las capas grises encima de todas las ropas y se vuelven prácticamente
invisibles: en Mordor las capas de los Elfos parecen un oscuro manto de sombra.
Luego, regresando al esbozo, sigue:
Cuando mi padre se puso a escribir el capítulo, tenía la intención —y así lo hizo— de narrar no sólo la
deliberación de los comandantes tras la Batalla de los Campos del Pelennor, sino también la historia del viaje de la
Compañía Gris según el relato de Gimli y Legolas a Merry y Pippin; y de llegar hasta el punto de la historia en
que el Ejército del Oeste se presenta ante el Morannon.
El manuscrito, o el conjunto de manuscritos, se tituló originalmente «El parlamento ante la Puerta Negra».
[496] Alcanzar la estructura definitiva requirió un enorme trabajo, y la realización de un sinfín de borradores; las
páginas existentes o partes de ellas se reutilizaron una y otra vez, a medida que experimentaba con distintas
soluciones para el problema estructural. Es más que probable que cuando el gran conjunto de manuscritos y copias
mecanografiadas abandonaron sus manos se hallaban ya en un terrible desorden, y su ordenamiento posterior en
entidades textuales del todo artificiosas me hizo pensar que mi intento de clarificar la evolución del capítulo «La
última deliberación» en el El Señor de los Anillos estaba condenado al fracaso. Pero me equivocaba, y como no
parece haberse perdido ningún elemento importante en todo el complejo, el proceso evolutivo sale a la luz con una
claridad ausente en algunas partes de la historia mucho menos complicadas. Sin embargo, como es natural, tratar
de describir en detalle cada sendero textual requeriría mucho más espacio del que se le puede otorgar.
Al parecer, antes de que mi padre comenzara el borrador coherente del capítulo —de hecho mientras estaba
escribiendo «Las Casas de Curación»— escribió una versión de las palabras iniciales de la deliberación que había
surgido en su mente y no podía postergarse.[497] Como gran parte no aparece en RR, la transcribo en su totalidad.
—Las gentes del Oeste están reducidas; y hace mucho que vuestro gobierno
retrocedió y abandonó a los pueblos salvajes a su propia suerte; y no os conocen, y ya
ni el amor ni el miedo los contendrán. Y tenéis un Enemigo de gran poder y malicia,
que les llena los corazones de odio, y gobierna y dirige ese odio, de modo que ya no
son como olas que chocan esporádicamente contra vuestros muros y pueden
derrotarse una a una: están unidos, y crecen como una gran marea que os ahogará.
»Las Piedras Que Ven no mienten, y ni siquiera el Señor de Barad-dûr podría
obligarlas a eso…
El resto de las palabras de Gandalf, y las intervenciones de Imrahil,[502] Aragorn y Éomer evolucionaron a
través de una serie de borradores que no hace falta comentar con más detalle, excepto por una versión de la
respuesta de Gandalf (RR, pp. 202-203), donde, después de decir que el Señor Oscuro, sin saber si ellos mismos
poseían el Anillo, buscaría los signos de lucha que inevitablemente surgirían entre ellos si lo tuvieran, Gandalf
continúa:
—Ahora vosotros sabéis que he puesto el Anillo en peligro. Por Faramir nos
enteramos que llegó hasta los mismos lindes [460] de Mordor antes de que
comenzara este asalto, quizás el primer día de la oscuridad. Y, señores míos, fue por
el camino de Morgul. Débil en verdad es la esperanza de que el portador haya
escapado a los peligros de ese camino, a los horrores que aguardan allí; no obstante,
menor aún es la esperanza de que si los deja atrás y llega a la Tierra Tenebrosa pueda
pasar por allí ileso. Seis días han transcurrido, y cada hora observo los signos con
gran temor en mi corazón.
—¿Qué signos son esos que buscas, un enemigo… tu propio…? —preguntó
Imrahil.
—La oscuridad —dijo Gandalf—. Eso es lo que temo. Y la oscuridad comenzó, y
por ese motivo durante un rato sentí una desesperanza más profunda que la de
Denethor. Pero la oscuridad que temo no es la que hemos soportado: no necesitará
nubes en el cielo; comenzará en nuestros corazones, cuando sintamos desde lejos el
poder del Señor del Anillo, y crecerá hasta que bajo la luz del sol o de la luna, o bajo
el cielo o el tejado, todo nos parezca oscuro. Esta oscuridad fue una estratagema para
hacernos desesperar, y lo ha conseguido, como sucede con estos ardides, ……
nuestro enemigo. La próxima señal será la lucha entre los señores.
En un siguiente borrador aparece el argumento de Gandalf de RR, pero aquí añade a esos signos que Sauron
habrá observado: «Quizá también haya visto en la Piedra la muerte de Denethor, y como todo lo juzga, bien puede
considerarla una primera señal de lucha entre sus principales enemigos». En el mismo texto, después de decir que
«a toda costa debemos mantener su ojo apartado del verdadero peligro», añade: «Un único regimiento de orcos
distribuido alrededor de Orodruin podría sellar nuestra ruina» (en una versión posterior: «Un simple puñado de
orcos de guardia en Orodruin sellaría nuestra perdición»).
Al final de la deliberación, después de las palabras de Aragorn (RR, p. 205) «y no habrá puerta que resista al
Enemigo si los hombres la abandonan», un borrador inicial contiene un pasaje que fue eliminado:
—Aquí yace Baldor hijo de Brego —dijo—, primer heredero del Castillo de Oro
al que nunca regresó. Ahora debería estar yaciendo bajo las flores de No-me-olvides
[507] en el Tercer Túmulo de la Marca; pero ahora hay nueve montículos y siete
cubiertos de hierba verde, y en todos los largos años que ha yacido aquí ante la puerta
no ha podido abrirla. Pero adónde conducía esa puerta, y por qué deseaba cruzarla,
nadie lo sabrá jamás.
En esta fase evolutiva del libro, Théoden había contado en El Sagrario cómo Baldor hijo de Brego cruzó la
Puerta Oscura y jamás regresó (p. 359; cf. «El Acantonamiento de Roñan» en RR, p. 81). Pero con el traslado de
la historia del Sendero de los Muertos del presente capítulo a «El paso de la Compañía Gris», el descubrimiento
del esqueleto de Baldor llegó a estar en un punto anterior a las palabras que dice Théoden en El Sagrario; y
supongo que ésta es la causa por la que mi padre cambió el pasaje. Ciertamente no se debió a que llegara a la
conclusión que Aragorn desconocía quién era. En el pasaje de RR es evidente que sí lo sabía, aunque no lo
nombra; pues estaba al corriente de que había [465] yacido allí en la oscuridad «todos los largos años» a medida
que se levantaban uno a uno los montículos de los Reyes de la Marca.
Ahora hay nueve montículos y siete en Edoras.[508] En el borrador original de este pasaje el texto se
interrumpe con las palabras de Aragorn «Aquí yace Bealdor hijo de Brego», y sigue una lista muy tosca de los
Reyes de la Marca, escrita en dos columnas, así:
Los nombres Folca y Folcwine sustituyeron a unas variantes rechazadas que no logro comprender. Se verá que
éstos son los nombres que aparecen en el Apéndice A (II, La Casa de Eorl) de El Señor de los Anillos, con la
única excepción del undécimo rey Háma (en SA el undécimo rey era Brytta: este nombre ya se mencionó en
textos tempranos como padre de Brego, TI 511, 523, pero aquí está ausente). Debajo hay escrita una larga serie de
nombres en Inglés Antiguo, muchos de los cuales aparecen arriba en la lista de los reyes, junto con otros, como
Beorn, Brytta, Hœleth, Léod, Oretta, Sigeric, Sincwine, etc. Supongo que es posible que esta serie de nombres sea
anterior a la otra, aunque figura en segundo lugar, y que los nombres de los reyes de la lista numerada se
seleccionaran de allí. En cualquier caso, es muy problable que fuera en este punto cuando el Primer Linaje y el
Segundo Linaje de los Reyes de la Marca, y sus nombres, cobraron existencia.[509]
Junto a los nombres hay unas fechas escritas. A mi parecer (sin haber estudiado la página original) es que sólo
las fechas de Fengel, Thengel y Théoden corresponden a la escritura de la página manuscrita y la lista de reyes,
pero que de éstas no cabe duda. Las fechas son:
Desgraciadamente, el último número de la fecha de la muerte de Théoden es oscuro, pero con certeza no es el 9.
Las fechas de estos [466] reyes en SA son 2870-2953, 2905-2980 y 2948-3019, que en el Cómputo de la Comarca
se convierten en 1270-1353, 1305-1380 y 1348-1419. Así pues, es evidente que en esta fase de la escritura de El
Señor de los Anillos mi padre estaba trabajando en una cronología que, esencialmente, es similar a la de SA en
cuanto a Rohan, pero de hecho el número de los años se da de acuerdo con el Cómputo de la Comarca.[510]
Gimli no registra ningunas palabras pronunciadas por Aragorn acerca de los Muertos que los seguían:
—Y así nos apartamos y dejamos a los muertos intactos, y salimos de la sala que
era su tumba, y nos apresuramos a continuar, pues detrás de nosotros ahora el miedo
parecía acercarse cada vez más. Y justo cuando sentimos que ya no seríamos capaces
de soportarlo más, y bien debíamos encontrar un final y una escapatoria o de lo
contrario dar media vuelta y regresar corriendo enloquecidos para toparnos con el
miedo que nos seguía, nuestra última antorcha chisporroteó y se apagó.
»Sobre la siguiente hora u horas poco recuerdo, salvo un ciego horror incierto que
avanzaba detrás de nosotros, y un rumor procedente de atrás como la sombra del
ruido de innumerables pies, tan horrible como los mismos fantasmas de los hombres.
Y seguimos avanzando a trompicones hasta que algunos de nosotros nos
arrastrábamos por el suelo como bestias.
»Entonces, de repente, oí el goteo del agua…
Dejando aparte, por supuesto, las diferencias del modo de la narración (por ejemplo: «Entonces Legolas,
volviéndose para hablar conmigo, miró atrás, y puedo recordar aún el centelleo en sus ojos brillantes ante mi
cara», cf. RR, p. 68), la historia de la salida de la Compañía de las cavernas y el descenso por el Valle del
Morthond sufriría muy pocos cambios. Legolas retoma la narración en:
—Oí campanas repicando de miedo en la lejanía, allá abajo, y todos huían ante
nuestros rostros; pero nosotros, que teníamos prisa, cabalgamos velozmente como si
nos persiguieran, hasta que nuestros caballos empezaron a trastabillar de cansancio, y
[tachado: por lo menos yo] hasta Gimli de la Montaña estaba extenuado. Y así, justo
antes de la medianoche —y en una oscuridad tan negra como la de las cavernas, pues
aún no sabíamos que la oscuridad de Mordor avanzaba sobre nosotros— justo antes
de la medianoche llegamos a la Colina de Erech.
Sobre la Oscuridad procedente de Mordor que avanzaba por el cielo a medida que la Compañía cabalgaba a
Erech, véase la Nota sobre la cronología al final de este capítulo. En este punto el texto se convierte en el borrador
preliminar, y continúa:
—Pero tiempo después, en los días del posterior poder de Gondor, los hombres
levantaron un muro circular alrededor de la Piedra de Erech, y junto a ella
construyeron en la cima de la colina una alta y oscura torre, y allí se guardó la
séptima Palantír, que ahora está perdida.[513] La torre está en ruinas y el muro
circular roto, y en derredor la tierra está desierta, pues nadie quiere morar cerca de la
Colina de Erech, porque se dice que a veces los Hombres-Sombra se reúnen allí,
atestando los alrededores del muro en ruinas, y susurrando. Y aunque su lengua se
olvidó hace tiempo, se dice que gritan «¡Hemos venido!» y desean cumplir el
juramento roto y poder descansar. Pero el terror de los Muertos yace en esa colina y
en toda la tierra de alrededor.
»Allí llegamos en la oscuridad anterior a la tormenta. Y al fin nos detuvimos. Y
Elladan sopló su cuerno de plata, y Elrohir desplegó el estandarte que en Cuernavilla
aún llevaba plegado en gris [después > negro];[514] y oscuro como era las estrellas
resplandecieron en él cuando se extendió en el viento como el aliento de fantasmas
que bajaran de las montañas. Nada pudimos ver salvo las siete estrellas de Elendil, y
sin embargo éramos conscientes de la gran hueste reunida a nuestro alrededor en la
[469] colina, y del sonido de respuesta de los cuernos, como si su eco viniera de
cavernas profundas y lejanas.
»Pero Aragorn permaneció junto al estandarte y gritó: “Por fin ha llegado la hora,
y el juramento se cumplirá. Marcharé a Pelargir, y vosotros vendréis detrás de mí. Y
cuando toda esta tierra esté limpia, regresad, ¡y quedad en paz! Pues yo soy Elessar,
el heredero de Isildur de Gondor”.
»Entonces hubo un silencio, y no oímos ni susurro ni crujido alguno a medida que
avanzaba la noche. Nos echamos dentro del arruinado muro circular, y algunos
durmieron; aunque sentíamos el terror de los Muertos que nos cercaban.
En este punto comienza una versión revisada, que yo transcribiré, ya que sigue muy fielmente el borrador
inicial (véanse, sin embargo, las notas 519, 520 y 521).
—Entonces realizamos el viaje más agotador que jamás he visto, más extenuante
que cuando perseguimos a los orcos por el ancho Rohan a pie; tres días y tres noches
y durante otro día con pocos altos o descansos.[515] Ningún otro mortal podría haberlo
resistido y luchado al final de él, salvo sólo por los Dúnedain, esos Montaraces del
Norte. Son duros como los enanos, lo juro, aunque ninguno de los míos me creería.
Casi deseé ser un elfo y no necesitar del sueño, o poder dormir y despertar en el acto,
como parece que puede hacer Legolas.
»Jamás había estado en ese país, y no podría contaros mucho de nuestro camino,
aunque lo quisierais oír. Pero hay, según mis cálculos, unas 60 leguas en línea recta
desde Erech, por el Desfiladero de Tarlang[516] que acaba en Lamedon, y así,
No hay lucha, pero las Sombras [? se deslizan a] los navíos y todos los hombres saltan por la borda excepto
los cautivos encadenados. Pero los Montaraces fueron a cada barco y confortaron a los cautivos. [472]
Luego reescribió la página —obviamente en seguida—, comenzando con las mismas palabras.
—Así pues, nos levantamos antes de que hubiera acabado la noche, y fuimos por
los verdes llanos de Lebennin, que se oscurecían bajo la sombra de Mordor, lo más
rápido que nuestros caballos de corazón indómito podían soportar; y a nuestro
alrededor el Ejército de los Muertos fluía como una marea gris. El rumor de nuestra
llegada nos precedía y todos los hombres estaban consternados, y nadie, ni enemigo
ni amigo, aguardó nuestra llegada. Pues la oscuridad abrumaba a los aliados de
Mordor, al no ser orcos o gentes criadas en la Tierra Tenebrosa, y aquellos que
pudieron huyeron de vuelta al Anduin, donde habían reunido muchos navíos. Así los
echamos de Gondor durante todo aquel día y la noche siguiente, parando muy pocas
veces y sin dormir, hasta que al amargo final llegamos al Río Grande.
—Lo supe —dijo Legolas— mucho antes de alcanzarlo, pues había sal en el aire.
Y mi corazón estaba atribulado porque creía que nos acercábamos al Mar, pero en
verdad las Bocas del Anduin se hallaban mucho más al sur…
Ésta es sólo la segunda vez que habla Legolas desde que Gimli comenzara a relatar el viaje del viaje. Ahora
—… Pero el miedo era la única arma que necesitábamos, pues la hueste gris
abordó cada navío, ya estuviera en los diques o anclado en la marea, y todos los
hombres que había en ellos huyeron, o saltaron por la borda, salvo los esclavos de los
remos que estaban encadenados, o los cautivos retenidos.
Legolas describe cómo cada uno de los Montaraces se dirigió a los barcos más grandes para animar a los
cautivos, pidiéndoles que hicieran a un lado el miedo y fueran libres (RR, p. 197).
—Y cuando toda la flota estuvo en nuestras manos, Aragorn subió a aquel barco
que tomó para sí e hizo sonar muchas trompetas, y el Ejército de las Sombras se retiró
a las costas, y allí [473] permaneció en silencio en una gran formación, y había una
luz roja en la oscuridad, porque algunos de los enemigos habían quemado sus navíos
antes de abandonarlos.
Las palabras de Aragorn a los Muertos («considero ahora que habéis cumplido vuestro juramento») son muy
parecidas a las de RR (p. 198).[523] Es «una alta figura de sombra», no como en RR, donde se dice que es el Rey
de los Muertos quien se adelanta y rompe la lanza. El resto de la historia es muy similar a RR, aunque aquí la
narra Legolas: el descanso aquella noche de la Compañía «mientras otros trabajaban», la liberación de los
cautivos de los navíos, la llegada de los hombres de Lebennin (pero Angbor de Lamedon no es nombrado), la
lenta subida remando por el Anduin (pero fue en «la quinta mañana, es decir, el día antes de ayer» cuando la flota
partió de Pelargir: véase la Nota sobre la cronología al final de este capítulo), el temor de Aragorn de que llegarían
demasiado tarde («pues hay cuarenta y dos leguas por río desde Pelargir hasta los embarcaderos bajo el muro del
Pelennor»), y el resplandor rojo al norte debido a la quema de Minas Tirith. Las palabras de Legolas terminan,
igual que las de Gimli en RR, con «Fue un gran día y una gran hora, aunque no sepamos qué pasará mañana», a lo
que Gimli responde: «Sí, no sabemos lo que pasará mañana. No obstante, a pesar de nuestra victoria, las caras de
Gandalf y Aragorn parecen serias. Me pregunto qué decisiones estarán tomando allá abajo en las tiendas. Por mi
parte desearía que todo hubiera acabado. Sin embargo, sin importar qué quede por hacer todavía, espero participar,
por el honor del pueblo de la Montaña Solitaria». A esto más adelante se le añadió: «“Y yo por el honor del pueblo
del Bosque”, dijo Legolas». Luego sigue:
El deseo de él [> ellos] fue concedido. Dos días después el ejército del Oeste se
encontraba reunido en el Pelennor. Las huestes de orcos y hombres del este se habían
retirado de Anórien, pero hostigados y desbandados por los Rohirrim, habían huido
casi sin presentar batalla hacia Cair Andros…
Éste es el comienzo de «La Puerta Negra se abre» en RR, pero con una diferencia importante respecto a la
historia posterior: porque aquí Pippin, igual que Merry, se quedó atrás.
La siguiente fase fue la decisión de reorganizar la historia de modo que «El relato de Gimli» fuera un texto
independiente, y, por lo tanto, precediera a la Deliberación. A este fin mi padre escribió una conclusión
experimental para «El relato de Gimli y Legolas»:
Y así terminó el relato de Legolas y Gimli sobre la cabalgata de Aragorn por los
Senderos de los Muertos, que fue recordada largo tiempo y cantada en Gondor en
días posteriores, y se dijo que nunca más un mortal volvió a ver a los
Hombres-Sombra en la montaña o el valle, [y el camino desde El Sagrario quedó
libre para todos aquellos que quisieran tomarlo. No obstante, pocos lo hicieron, pues
el recuerdo del miedo aún pervivía allí; y nadie jamás se atrevió a abrir la puerta de
Baldor. Tachado de inmediato: Le hicieron una tumba en aquel lugar oscuro y la
construyeron de manera que nadie pudiera llegar hasta esa puerta].
El pasaje que he encerrado entre corchetes se sustituyó, probablemente en el acto, por lo siguiente:
pero la piedra de Erech se irguió siempre sola, y en aquella colina no se posaban los
—… Me parece que los hombres de la Marca creen que allí dentro moran las
sombras de los Muertos, desde mucho antes de que llegaran a esa tierra.
—Eso nos dijeron —comentó Legolas—. Y la dama que ahora yace abajo en las
Casas, Éowyn, le suplicó a Aragorn que no entrara; pero no lo pudo convencer. Tenía
prisa, y estaba decidido.
—Y al final cuando vio que él pensaba ir —dijo Gimli—, ¡entonces le suplicó
que le permitiera acompañarnos! En verdad se arrodilló delante de él. No obstante, es
una dama orgullosa. Me pregunté qué podría significar todo eso, y me sentí apenado;
Para el segundo de estos nuevos capítulos mi padre escribió un nuevo inicio, que empieza (cf. p. 459)
«Mientras tanto Imrahil mandó llamar a Éomer y descendió con él, y llegaron a las tiendas de Aragorn…». A esto
añadió las páginas existentes del manuscrito que [478] relatan el curso de la deliberación, que terminó en «Y
desenvainó a Tizona y la sostuvo centelleante a la luz del sol» (p. 461), y luego el manuscrito de la historia del
viaje al Morannon y el Parlamento. En el nuevo inicio escribió a lápiz el título «Parlamento ante la Puerta» y el
número de capítulo «LI», de modo que «Los Senderos de los Muertos» era el «L» (véase nota 496). La estructura
era ahora (véase p. 475):
Los Senderos de los Muertos Gimli y Legolas van a las Casas de Curación, y Merry y Pippin oyen la historia
del viaje de la Compañía Gris desde El Sagrario hasta la Batalla de los Campos del Pelennor.
Parlamento ante la Puerta «La última deliberación», que termina cuando Aragorn desenvaina la espada de
Elendil; el viaje al Morannon, y el parlamento con el Lugarteniente de Barad-dûr.
Probablemente fue en este momento cuando mi padre realizó una copia mecanografiada de los dos capítulos,
cuyo texto difiere muy poco de la nueva estructura del material manuscrito;[528] pero los trató como subdivisiones
de un único capítulo, con un título general, y con el desconcertante número «XLIX» (véase nota 496): (i) «Los
Senderos de los Muertos» y (ii) «Parlamento ante la Puerta Negra».
La historia posterior del capítulo es, desde el punto de vista textual, muy complicada, pero la trataré con
brevedad. La primera copia a máquina fue muy revisada, y dos secciones importantes se reescribieron desde el
principio en un manuscrito separado. El resultado de todo esto fue el de hacer evolucionar la historia en muchos
puntos hacia los textos de RR, y la verdad es que gran parte de lo anterior requirió ahora poco más que cambios
gramaticales para trasladar la historia de Gimli al punto de vista del autor en «El paso de la Compañía Gris».[529]
En la cabalgata desde Erech por el Desfiladero de Tarlang que desemboca en Lamedon aparece la villa
abandonada de Calembel sobre Ciril (escrito así, con C)[530] y el crepúsculo rojo sangre detrás de Pinnath Gelin
(RR, p. 71): ya se había introducido la cronología definitiva (véase Nota sobre la cronología al final de este
capítulo). Ahora se nombra a Angbor de Lamedon, pero el nuevo texto difiere aquí del de RR (p. 195):
—Entonces Aragorn le dijo a Angbor, su capitán, que fue el único que se quedó
para reunirse con él: «¡Observa! Yo no soy el Rey de los Muertos, sino el Heredero
de Isildur, y aún viviré [479] un tiempo más. Sígueme, si deseas ver el final de esta
oscuridad y la caída de Mordor».
»Y Angbor contestó: “Reuniré a todos los hombres que pueda, y te seguiré con
rapidez”. En verdad el suyo era un corazón indómito, y me apena que cayera a mi
lado, mientras nos abríamos paso desde Harlond.
En RR (p. 198) Angbor de Lamedon fue a Pelargir pero no subió por el Anduin con la flota negra; Aragorn lo
menciona por última vez cuando deliberan en su tienda (p. 204) diciendo que marcha a la cabeza de cuatro mil
hombres desde Pelargir a través de Lossarnach y que se espera llegue pronto a Minas Tirith.
A las palabras de Legolas sobre el Mar (p. 472) ahora añade su segunda referencia a las gaviotas (RR, p. 196):
«¡Ay de mí! ¿Por qué habré escuchado el lamento de las gaviotas? ¿No me dijo la Dama que tuviera cuidado? Y
—Por mi parte yo las olvidé [a las gaviotas] en seguida —dijo Gimli—. Pues al
fin llegamos a una batalla. Los Haradrim entonces se sumieron en la desesperación, y
ya no pudieron seguir huyendo. Allí en Pelargir estaban las flotas de Umbar,
cincuenta grandes navíos e incontables embarcaciones menores. Unos [480] pocos de
nuestros enemigos alcanzaron sus barcos y partieron, e intentaron escapar Río abajo o
bien llegar a las costas del otro lado; y a algunos les prendieron fuego. Pero caímos
demasiado rápidamente sobre ellos como para que muchos consiguieran huir de
nosotros de esa manera. Se nos unieron algunos de los hombres más duros del
Lebennin y del Ethir, pero no éramos demasiados cuando los corsarios se volvieron
para acorralarnos; y viendo nuestra debilidad sus corazones revivieron y entonces
fueron ellos quienes nos atacaron. Trabajamos mucho allí, en el crepúsculo junto a las
aguas grises, pues el Ejército de las Sombras se detuvo y vaciló, renuente al fin,
según parecía, a batallar contra Sauron. Entonces Aragorn sopló un cuerno y gritó,
preguntando si rompían su juramento una segunda vez.
Aquí mi padre se detuvo y volvió a escribir el pasaje sin diferencias esenciales con la versión de RR, donde
aún se dice que el Ejército de las Sombras «se había rezagado al final», pero sin decir explícitamente que fuera
renuente a cumplir su juramento, y donde los vivos no tuvieran que «trabajar mucho allí, en el crepúsculo junto a
las aguas grises».
En esta época mi padre escribió también una versión experimental «que narra la entrada a la Puerta al final del
capítulo II del Libro quinto», es decir, al final de «Numerosos caminos conducen al Este». Comienza: «Pero
Aragorn y su compañía cabalgaron a través de la altiplanicie de la montaña sobre la cual se situaba el refugio de
los Rohirrim; y los senderos estaban entre hileras de piedras erguidas y envejecidas por incontables edades. La luz
todavía era gris, pues el sol aún no había subido por encima de los riscos negros del Monte de los Espectros…».
Es de suponer que la historia de la llegada de la Compañía Gris a El Sagrario, y la separación de Aragorn de
Éowyn, se habían añadido a «Numerosos caminos conducen al Este» (véase nota 505). El texto termina de esta
manera: «… una atenazante ceguera lo invadió, incluso a Gimli hijo del Enano Glóin, que había caminado por
muchos lugares profundos bajo la tierra. Así la Compañía Gris se atrevió a traspasar la puerta prohibida, y
desapareció de la tierra de los vivos».
Aunque esto muestra que mi padre meditaba la posibilidad de eliminar alguna parte de la historia de las Casas
de Curación y reescribirla desde un punto de vista directo en su lugar cronológico, la siguiente copia
mecanografiada es un texto de la totalidad de «El relato de Gimli y Legolas» que incorpora toda la revisión hecha
hasta entonces, [481] y concluye con las palabras «y nadie se atrevió jamás a mover los huesos de Baldor»
(cf. p. 475).
Marzo
8 (mañana) Entra en los Senderos de los Muertos
(medianoche) Llega a Erech
9 (madrugada) Abandona Erech bajo la Oscuridad de Mordor
10 (anochecer) Llega a Linhir
11 (mañana) Cruza el Río Lameduin hacia Lebennin
12 (madrugada) Llega a Pelargir
13 (madrugada) Parte río arriba desde Pelargir
14 (madrugada) 100 millas río arriba
15 (madrugada) Sopla el viento y se izan las velas en los navíos; c. 9 de la mañana. Se ve la flota desde
Minas Tirith
La última parte de esta cronología es obviamente insatisfactoria, ya que la flota está a 100 millas Anduin arriba la
madrugada del 14 de marzo, y sin embargo no se dice nada de ningún otro viaje el 14: el último tramo se realiza
con las velas izadas la mañana del 15. Junto a esta fecha (p. 454) mi padre escribió «14»; y en el esbozo que lo
acompaña «La historia prevista desde Forannest» (p. 410) la carga de los Rohirrim del 15 también se cambió al
14, que era la fecha en «El Sitio de Gondor», p. 389.
Con la fecha de la entrada de Aragorn en el Sendero de los Muertos cf. pp. 352 y 354, notas 361 y 370
(febrero 6 = marzo 8). El Día sin Alba todavía es el 9 de marzo (cf. p. 389).
En el manuscrito de «El relato de Gimli y Legolas» se conserva esta cronología: con 14 de marzo como la
fecha de la Batalla de los Campos del Pelennor. Así pues, Gimli cuenta que la Compañía llegó a Erech «justo
antes de la medianoche, y en una oscuridad tan negra como la de las cavernas, pues aún no sabíamos que la
oscuridad de Mordor avanzaba sobre nosotros» (p. 467), y de nuevo (p. 469): «La mañana siguiente no amaneció»
(en el margen del manuscrito está escrito aquí el número 9). «Al anochecer del segundo día [488] desde Erech»
llegaron a Linhir (y aquí en el margen está escrito 10). Se levantaron «antes de que hubiera pasado la noche» (es
decir, antes del amanecer del 11 de marzo) y atravesaron al galope el Lebennin, «durante todo aquel día y la noche
siguiente» (p. 472); y Gimli dice que «era de día, adiviné, por el sol oculto, el cuarto desde que dejamos el
Sagrario» cuando llegaron a las costas del Anduin en Pelargir, es decir, la mañana del 12 de marzo. «Antes de que
terminara el quinto día habíamos tomado casi toda la flota», que, como se verá en seguida, significa «el quinto día
El viaje de Aragorn
La presente cronología Cronología de SA
Día Marzo
1 8 Llega a Erech a medianoche Lo mismo
2 9 El Día sin Alba
3 10 Llega a Linhir El Día sin Alba
4 11 Llega a Linhir
5 12 Llega a Pelargir
6 13 Parte desde Pelargir Llega a Pelargir
7 14 Batalla de los Campos del Parte desde Pelargir
Pelennor
8 15 Batalla de los Campos del
Pelennor
En la cronología del texto manuscrito el viaje de Aragorn desde el Sagrario hasta Pelargir duró cuatro días y
cuatro noches, llegando al Anduin el quinto día, y partiendo río arriba la mañana del sexto día. En SA a Aragorn le
llevó tres días, no dos, desde Erech hasta Linhir, es decir, cinco días y cinco noches a Pelargir. Así pues, en el
manuscrito (p. 469) Gimli dice que desde Erech «Entonces realizamos el viaje más agotador que jamás he visto…
tres días y tres noches y durante otro día», mientras que en RR (p. 195) Legolas habla de la gran cabalgata desde
Erech hasta Pelargir y dice: «Cuatro días y cuatro noches cabalgamos desde la Piedra Negra».
Por último, mientras que en el texto manuscrito la Oscuridad procedente de Mordor llegó por el cielo durante
la noche del 8 de marzo, y «la mañana [489] siguiente no amaneció», en RR (p. 195) «cabalgamos durante todo
un día de luz, y al día siguiente no amaneció» (y en el pasaje anterior, al final de «El paso de la Compañía Gris»,
RR, p. 71, al anochecer del día en que dejaron Erech al amanecer «el sol descendió como sangre en el oeste,
detrás de los picos lejanos del Pinnath Gelin», y «al día siguiente no hubo amanecer»).
[490]
Como he explicado en el capítulo anterior (p. 475), la historia del viaje al Morannon, el parlamento con el
Lugarteniente de Barad-dûr y el ataque del Ejército del Oeste en las colinas de escoria delante de la Puerta, se
escribieron antes de que mi padre interrumpiera y reorganizara la presentación de la historia del único y muy largo
capítulo, que en última instancia se dividiría entre «El paso de la Compañía Gris», «La última deliberación» y «La
Puerta Negra se abre».
De hecho hacía tiempo que había escrito un esbozo muy completo del final del Libro quinto («La historia
prevista desde Forannest», pp. 410-413), al que siguió con bastante exactitud cuando al fin escribió la historia. En
el esbozo ya aparecían la llegada de la vanguardia a Minas Morghul y el incendio de las tierras de alrededor, el
silencio que siguió a la llamada de Sauron para que saliera, la embajada de la Torre Oscura ya preparada, la
exhibición de la cota de mithril de Frodo, las condiciones del chantaje para la entrega de Frodo, la negativa de
Gandalf a negociar y la toma de la cota de mithril, y las huestes preparadas ya en la emboscada. Las principales
diferencias con la historia definitiva eran la llegada de los Ents (con los Elfos de Lórien) al Morannon (con una
afirmación explícita del embajador de Sauron de que los Ents ayudarían a reconstruir Isengard), la incertidumbre
sobre si Merry y Pippin se hallaban presentes, y la persona del embajador: dudosamente identificado como el Rey
Brujo (lo que implicaría que su encuentro con Éowyn y Merry en la Batalla de los Campos del Palennor tendría
una conclusión muy distinta), pero ciertamente un Nazgûl («quitándose sus atavíos se desvanece»).
De la historia hay tanto un borrador inicial como una copia en limpio, que sin duda corresponden a la misma
época, ya que las dos primeras páginas son comunes a ambos: mi padre lo sustituyó desde el punto en que el
primer texto se vuelve rápido y tosco; pero en el primer borrador la versión que aparece en RR ya se hallaba
presente en casi todos los aspectos. El despido de Aragorn de los de corazón poco animoso (tal como se describe
en La Cuenta de los Años) fue, sin embargo (en ambos textos) de Gandalf, y la causa de su cobardía más
inmediata (cf. RR, p. 212): [491]
… y podían divisar los pantanos y el desierto que se extendía al norte y al oeste hasta
los Emyn Muil. Y ahora los Nazgûl se abatían sobre ellos incesantemente, y a
menudo, atreviéndose a situarse al alcance de las flechas, se lanzaban en picado
gritando, y sus crueles voces hicieron que incluso los más temerarios sintieran miedo.
Hubo algunos que quedaron tan amilanados que no fueron capaces de seguir
caminando o cabalgando más al norte.
Esto sobrevivió en la copia en limpio, donde fue sustituido por el texto de RR (p. 211-212), según el cual, los
Nazgûl no se acercaron mucho al Ejército del Oeste para el ataque final en las Colinas de Escoria. En el texto de
borrador se dice que «unos 500 abandonaron la hueste» y se dirigieron al sudoeste hacia Cair Andros.
Nada más se dice en el borrador de la historia del Lugarteniente de Baraddûr,[533] la Boca de Sauron sin
nombre, aparte de que «Se dice que era un hombre vivo, que al ser capturado de joven se convirtió en servidor de
la Torre Oscura, y debido a su astucia se elevó en los favores del Señor…». En la copia en limpio esto se repitió,
pero posteriormente se cambió por: «Pero se dice que era un renegado, hijo de una casa de hombres sabios y
nobles de Gondor, que, enamorándose del conocimiento maligno, entró al servicio de la Torre Oscura, y debido a
su astucia [y a la cruel fertilidad de su mente] [y servilismo] se elevó cada vez más en los favores del Señor…»
(estas frases están encerradas entre corchetes en el original). En RR (p. 215) la Boca de Sauron era «descendiente
de los Númeróreanos Negros».[534]
En ambos textos manuscritos se indican las mismas fechas, y con las mismas palabras que en RR, excepto en un
punto. Aquí el Ejército dejó Minas Tirith el 17 de marzo (la fecha está escrita en el margen), y como esto fue dos
días después de «la última deliberación», que tuvo lugar el día posterior a la batalla, la fecha de la Batalla de los
Campos del Pelennor aquí fue el 14 de marzo, no el 15 (véase p. 487). Sin embargo, en estas versiones la
diferencia de un día en la fecha de la partida desde Minas Tirith fue pronto eliminada, por esta razón: donde en RR
(p. 208) la marcha del primer día se detuvo a cinco leguas más allá de Osgiliath, pero «los jinetes continuaron
avanzando y antes de la noche habían llegado a la Encrucijada» (es decir, 18 de marzo), aquí se dice que al «Día
siguiente los jinetes continuaron avanzando y antes de la noche habían llegado a la Encrucijada» (es decir, 18 de
marzo); y fue de nuevo «al día siguiente» cuando «el ejército principal llegó» (con la fecha «19» en el margen).
Así pues, donde en RR (p. 210) se dice «Al día siguiente, el tercero desde que partieran de Minas Tirith, el ejército
emprendió la marcha hacia el norte», aquí es «el cuarto día» con la fecha «20» escrita en el margen.
Por último se puede apuntar que donde en RR (p. 213) la noche del 24 de marzo «la luna creciente era de
cuatro noches», aquí se decía «pero sólo estaba a tres días de la luna llena» la noche anterior al día en que se
destruyó el Anillo.
[493]
Cuando quiera que se hiciera por primera vez este mapa, ciertamente fue el mapa de
trabajo de mi padre durante la escritura del Libro quinto de El Señor de los Anillos.
[535] La primera fase del dibujo se ejecutó a tinta negra, aunque la tinta negra también
Ríos de Gondor
Anduin
Desde el Este
Ithilduin o Duin Morghul
Poros Linde
Desde el Oeste
Ereg Primero
Sirith Los 5 ríos
Lameduin (de Lamedon) con tributarios de Lebennin
Serni (E) y Kelos (O)
Ringlo, Kiril, Morthond y Calenhir que todos fluyen en el Puerto Cobas
Lhefneg Quinto
Considerando sólo las bocas se cuentan: Ereg 1, Sirith 2, Lameduin 3, Morthond
4, Lhefneg 5, Isen 6, Gwathlo 7.
Erech a los Vados de Lameduin (¿poner Linhir?) hay 175 millas en línea recta,
unas 200 por el camino… En Linhir en el Lameduin los hombres del Lebennin y
Lamedon están defendiendo el paso del río contra los Haradwaith.
Cuando esto se escribió Lamedon todavía estaba al norte de Ethir Anduin, una región
al norte de Lebennin, y «los hombres del Lebennin y Lamedon» se habían retirado
hacia el oeste en dirección a la línea del río, que estaban intentando mantener. Pero ya
en los borradores originales de la historia de la cabalgata de la Compañía Gris en «La
última deliberación» (véase p. 469) pasaron por «el Desfiladero de Tarlang que
desemboca en Lamedon», el Lameduin se ha convertido en el Gilrain, y (como en
RR, p. 195) fueron los hombres de Lamedon quienes disputaban el paso del Gilrain a
Los Haradrim.[536] [498]
El punto junto a la esquina inferior derecha de P11 señala Erech (con ese nombre
en el original); se trata de una adición, igual que la posición original en P-Q11 del río
que bajaba desde Erech para unirse al curso del Morthond. Al punto del río Kiril
(Q12), una adición posterior, se le añadió a lápiz el nombre Caerost sobre Kiril; éste
fue el predecesor de Calembel, donde cruzaron el Kiril (RR, p. 71). Ni Caerost ni
Calembel aparecen en el manuscrito original de «La última deliberación» (véase
p. 419). El otro punto de Q12, al este del vado del Ringlo, está marcado con el nombre
a lápiz Tarnost, que por lo que yo sé no aparece en ninguna otra parte.
[501]
En este libro las variantes son tan numerosas que el ordenamiento del índice, si se
pretende que sea algo más que una lista de formas nominativas, se convierte hasta
cierto punto en un problema de elección; pues por una parte hay muchas sustituciones
y alteraciones, mientras que por otra las referencias cambian junto con la narración y
la geografía. Así, por ejemplo, la Piedra de Erech era originalmente una palantír,
pero cuando se convirtió en una piedra traída de Númenor el nombre de palantír (o
Piedra) de Erech se mantuvo un tiempo; Kirith Ungol y Minas Morghul (Morgul)
aparecen alternándose varias veces; y el Señor del Folde Oeste fue sucesivamente
Trumbold, Heorulf (Herulf), Nothelm, Heorulf, Erkenwald, Erkenbrand, mientras que
el Folde Oeste era en un principio Frontera del Oeste, y el Folde Oeste original, una
región al oeste de las Montañas Nubladas. Espero al menos que mi intento sea
acertado y útil a pesar de todas las incongruencias de presentación.
Para los nombres que se repiten una y otra vez, me he servido del recurso
empleado en El Retorno de la Sombra y La Traición de Isengard: la palabra passim
significa que en una larga sucesión de referencias sólo en alguna página aislada no
aparece dicho nombre. Los nombres inscritos en los mapas y en las páginas que
reproducen el manuscrito original no se han incluido en el índice, salvo, y por
excepción, los de los títulos de capítulos.
Bajo la entrada Inglés Antiguo se han agrupado algunos ejemplos especiales, y no
por supuesto el gran número de nombres en Rohan que son de hecho Inglés Antiguo.
Abismo de Helm (incluidas referencias a el Abismo) 12-15, 19-22, 26-31, 33, 36,
38, 40-42, 55, 56-57, 64, 67, 73, 75, 85-88, 90, 95, 97, 120, 141, 163, 273, 276,
286-7, 289, 301, 305, 311, 348-9, 353, 451. Véase Dimbrœf, Garganta de
Heorulf, Nerwet; Aglarond.
Adrahil de Dol Amroth 388
Adûnaic 188
Aglarond 41, 94-97, 455; Cavernas Resplandecientes 94-95; Cavernas
Centelleantes 41, 95; Cavernas del Abismo de Helm, las Cavernas 39-41, 339. La
palantír de Aglarond 94-97, 455
Aguada Gris, río 498. Véase Gwathlo, Odothui.
Águila(s) 253, 295, 411, 413. Véase Gwaihir.
Akallabêth 195
Falbom (1) Precursor de Faramir. 159-60, 163, 168-73, 192-3, 196; se convierte en
el hermano de Boromir 171. (2) Precursor de Anborn (2). 196
Fangorn (Bosque) 11-13, 44, 69, 71, 75, 193, 302, 353, 387, 394, 479. Véase
Bosque de los Ents.
Faragon Padre de Mardil el Senescal 322, 329. (Reemplazado por Orondil).
Faramir 60, 155, 159-60, 163-5, 167, 171, 173-200 passim, 202, 205, 209, 215,
227, 238, 240, 260, 266, 268-9, 293-4, 299, 301-3, 310, 314, 320, 324, 333, 335-
6, 369-83, 385-9, 404, 410, 426-30, 432-5, 438-41, 444, 459; el nombre 186, 196;
el capitán de la guardia 430
Fastred Jinete de Rohan. 423
Fëanor 95, 424; Hijos de Fëanor 187, 196; Fëanorianos 338
Fengel (1) Sustituido por Thengel, padre de Théoden. 405. (2) Padre de Thengel;
decimoquinto Rey de la Marca. 465
Fenn Fornen La Puerta Cerrada (q. v.). 385; Fenn Forn, Fenn Uiforn 388. (En RR
Galadriel 35, 172, 186, 189-90, 195-6, 242, 253, 295, 313, 337, 343, 353, 411,
439, 479 [514] (otras referencias bajo Redoma etc.); La Dama, La Dama Blanca,
La Dama de Lórien, La Dama del Bosque de Oro 175, 182-3, 186, 190, 234, 479
La Redoma (cristal de estrellas, cristal) de Galadriel 211-3, 215, 217-9, 222-
3, 228-30, 237-9, 241-3, 247, 255, 258, 264; el Espejo 217, 254, (302, 306); la
piedra verde 443-4; Anillo de Galadriel 485
Galbedirs «Árboles Parlantes». 62, 65, 76. Véase Lamorni, Ornómi.
Galdor El senescal de Edoras. 301, 306. (Sustituyó a Ealdor).
galenas Hierba para pipa. 451; galenas verde 53 (con otros nombres fuilas, marlas,
romloth). Véase tabaco occidental.
Gamelin Jinete de Rohan. 33, 37, 39, 56, 294, 298, 301; Gemelin, señor de la
Frontera Occidental 21
Gamyi (apellido) 144. Véase Buenchico.
Gamyi, Andy Tío de Sam (llamado primero Obadiah Gamyi), 115
Gamyi, el Tío 109, 115, 144; Ham, Hamfast 144
Gamyi, Sam 65, 76, 99, 103-125 passim, 127, 129-30, 135-7, 142, 144-51, 153,
156-63, 167-170, 172-5, 177, 179, 181, 183-6, 189-91, 193, 196-8, 201-5, 209-56
passim, 258, 260, 264, 269, 295, 310, 314, 327, 331, 333, 335-6; llamado
Samsagaz 144, 163, 184, 190, 244, 251, 352. El libro de Sam 253, 295, 314, 439;
su Lamento por Frodo 212, 217
Gandalf 11-15, 18, 20, 22, 28, 30, 35, 38-44, 50, 52, 54-58, 60-100 passim, 116-7,
139-41, 148, 151-2, 161-6, 169, 176, 178-9, 194, 209, 246, 252-3, 260, 263-7,
269-71, 278, 281, 283-4, 286, 291-5, 298-9, 301-3, 309-10, 313-8, 320, 322-4,
329-31, 333, 335-7, 343, 353, 364-90 passim, 407-14, 419, 426-41, 443-50, 455-
60, 473-4, 479, 482-3, 487, 490-1. Referencias a él vestido de blanco o
resplandeciente 263, 302, 314, 443-4; el Caballero Blanco 44, 263, 371. Sus otros
nombres 178; y véase Mithrandir.
Garathon Véase Targon.
Garganta de Herelaf Véase Garganta de Heorulf.
Gazmog Orco de la Torre de Kirith Ungol. 244, 259. (Sustituido por Yagûl).
Gente Pequeña Hobbits. 194, 348
Gentes Antiguas Elfos. 185, 196
Ghân-buri-Ghân 400-1, 406
Gildor 69
Gil-galad 34
Habla Común 159, 167, 187-9, 406; Lengua Común 184-6, 188-9; lenguaje
corriente 184-5
Habla Negra 32
Hador (el de los Cabellos Dorados) Padre de los Hombres. 182, 185, 195; pueblo,
gente de Hador 195
Halbarad (1) Sombragrís. 304. (2) Mensajero desde Minas Tirith a Théoden (hijo
de la hermana de Denethor). 272, 279, 281. Véase Hirgon. (3) Montaraz del
Norte. 338-42, 344-6, 348, 350, 352, 422, 443, 450-1, 484
Haleth Padre de los Hombres. 182, 185
Halifirien (1) Véase Firien. (2) La primera almenara de Anórien. 267, 296, 391-
393, 395-6, 398, 406. Véase Mindor Uilas.
Háma (1) Undécimo Rey de la Marca. 465. (Sustituido por Brytta). (2) Jinete de
Rohan. 13-14, 18, 34, 57, 272, 304, 402. Véase Hamelow.
Hamelow El Montículo de Háma. 57; Hamanlow 57
Harad El Sur. 158-9, 165, 279, 417, 471, 486; = el pueblo de Harad 314, 365;
barcos de Harad 260, 266, 296
Lejano Harad 421, 424, 499; Cercano Harad 424, 499; Camino de Harad
499
Haradhoth, Haradoth Pueblo de Harad. 416
Haradrim Pueblo de Harad. 293, 365, 452-3, 470-1, 479, 487, 497
Haradwaith Pueblo de Harad. 180, 263, 293-4, 354, 453, 482, 486, 497
Haramon, Colina(s) de Nombre anterior de Emyn Arnen. 409, 414, 424, 452, 454,
Jinete(s) de Roban 12-14, 23, 27-28, 30, 34, 39, 42, 50, 55, 57, 63, 65-66, 85, 111,
115, 121, 252, 260, 266, 273, 276, 278, 281-2, 287, 289, 294-6, 305, 312, 339-42,
345-6, 349-50, 352-3, 360-4, 366, 384, 393-8, 401-2, 406, 411, 421, 423, 425,
438; Inglés Antiguo Rídend 443
Jinetes de lobos 19-20, 42, 66, 70
Jinete(s) Negro(s) 204, 214 (Jinete), 314, 377, 384; Jinetes Crueles 334-5; Jinete
Negro 383-4
Mablung Montaraz de Ithilien. 159, 162-3, 168-9, 172, 175-6, 491; el nombre 185-
6
Mago(s) (excluidas las referencias a Gandalf y Saruman) 51-54, 61, 68-69, 76,
322, 326, 379, y véase (El) Rey Brujo; los Cinco Magos 81, 84; la orden de los
Magos (372, 377)
Maidros Hijo de Fëanor. 338
Malbeth el Vidente 349-50, 354. Formas del verso de Malbeth 342, 344, 347, 349-
51, 354 [521]
Mano Blanca Emblema de Saruman. 32, 45
Mano Negra 461
Mantecona, Barnabas 54, 60; Cebadilla 60
Mapas Primer Mapa 22-23, 35, 57, 95, 97-99, 132, 136, 143-5, 150, 159, 274, 281,
295, 304-5, 307, 309, 328, 330-1, 334, 351, 387, 485, 493; mapa de 1943, 22, 57,
Naglath Morn Dientes de Mordor. 143, 160. Cf. Kirith Naglath, y véase Nelig
Myrn, Los Dientes de Mordor.
Naglur-Danlo Orco de la Torre de Kirith Ungol. 244, 259
Nan Gurunír Valle del Mago. 12-17, 39, 43, 45, 53, 58, 65-66, 75, 87, 90; forma
posterior Nan Curunír 56. Véase (El) Valle del Mago.
Narch Udûn Región detrás de Morannon (más tarde Udûn). 499
Nardol La quinta (o cuarta, véase 392) almenara de Anórien. 267, 392, 398
Nargothrond 424
Narsil La espada de Elendil. 422, 424. Véase Elendil.
Nazgûl (Todas las entradas se refieren a los Nazgûl alados) 63, 89-91, 95, 129-130,
132, 139-41, 149, 164-5, 249, 253, 263, 265, (266, 286), 291, 294-5, 301-2, 306,
314-316,324, 331, 365-6, 370-2, 378, 382, 409-11, 413-5, 417-21, 424, 428, 433,
441, 490-491. Nazgûl usado específicamente = Espectro del Anillo alado 409,
413-5. Véase Jinete(s) Negro(s), Espectro(s) del Anillo.
Rey o Señor de los Nazgûl 294, (299, 302), 306, 381, 384, 414, (417), 418-20,
424, (427), 430, (433), 445, 450. Profecía acerca de él 372, 381-2, 420, 445, 450.
Véase Angmar, Capitán Negro, Rey Brujo.
Neleglos «El Diente Blanco», Minas Ithil. 125, 135; sustituyó a Neleg Thilim, 125
Nelig Myrn Dientes de Mordor. 133, 143, 150; Nelig Morn 133, 143, 150. Véase
Naglath Morn.
Nerwet Abismo de Helm. 19, 35; Puerta de Nerwet 19. Neolnerwet, Neolnearu 35
Nevado, río En Valle Sagrado. 270-1, 273-7, 281, 296, 303, 338, 357, 359, 362-3,
391, 397
Nevado Alto Aldea en Valle Sagrado. 363
nifredil Flor sobre los túmulos funerarios de Edoras. 483
Padres de los Hombres 180, 185, 187-8; Padres de las Tres Casas 185, 189;
Padres de los Númenóreanos 184
País Sin Nombre Mordor. 225, 456
palantír 82, 94-95, 97-98, 313, 331, 343, 350; de Orthanc 76, 84, 86, 93, 96-100,
141, 148; de Barad-dûr 98; de Minas Tirith 266, 295, 302, 427-32, 434-5, 445; de
Erech 352, 452-5, 467-8, 477, 484. Plural palantires 94-95, 99; palantíri 82, 97,
99, 352, 452, 455. Véase Piedras Videntes; y nombradas de distinta manera, véase
Aglarond, Barad-dûr, Erech, Fornost, Cuernavilla, Minas Morghul, Minas Tirith,
Mithlond, Orthanc, Osgiliath.
Pan del camino Véase lembas.
Parlamento en la Puerta Negra Véase Puerta(s) Negra(s).
Parth Galen 33, 97, 350. Véase Calembel (1).
Paso de Rohan 11, 13-14, 42, 57, 439
Quebrada de la Muerte Debajo del Abismo de Helm. 55, 57, 88; Quebrada de los
Muertos 399; Colina Arida 57
Quebradas En el Estemnet. 411; Quebrada-final 411
Quebradas de los Túmulos 240, 420
Quendiano 185 (Alto Élfico Quendiano).
Quenta Silmarillion 183, 200, 485
Quenya 32, 162, 188. Véase alta lengua.
Raíz Negra, río 304, 467; Valle de la Raíz Negra, 279, 281, 291, 328. Véase
Morthond.
Ucornos 15, 44-45, 55, 58, 60, 71, 73-74, 86-87, 394; bosque-Ucorno, Ucorno
Bosque 55, 87, 339; otras referencias 12, 27, 30, 34-35, 38-41, 61, 63, 66, 75,
461. Véase Galbedirs, Lamorni, Ornómi.
Ufthak Orco de la Torre de Kirith Ungol. 259. Uftak Zaglûn, véase Zaglûn.
Última Alianza 151
Umbar 294, 304, 315, 337, 442, 447, 486, 499; Puerto(s) de Umbar 304, 307,
Puerto(s) de los Corsarios 442, 447; Corsarios de Umbar, Corsarios 324, 334-5,
424, 442, 444-445, 447, 471, 480; Marineros de Umbar 470, las flotas de Umbar
471, 479; Naves enemigas 484
Umbor Véase Umbar. 279, 281, 304; Puertos de Umbar 279
Ungol Véase Kirith Ungol.
Ungoliant(e) Nombre anterior de Ella-Laraña (q. v.).
Uruk-hai 34
Vados del Isen (incluidas referencias a los Vados) 12-14, 20, 22-23, 38, 39, 41-42,
45, 55, 57-58, 60-61, 63, 65-66, 70, 72, 76, 85-88, 90, 97-98, 163-4, 315. Batalla
de los Vados del Isen 42, 61, 67; Primera Batalla 35, 65, 76; Segunda Batalla 12-
14, 17, 36, 66. Véase Isen.
Valar 159; Batalla de los Valar 403; los que viven más allá del Oeste 456; los
Poderes 182. Véase Dios(es).
Valinor 183, 191, 195; Valinoriano, Valinoreano 448
Valle 183; lengua de Valle 185
Valle de los Espectros 207. Véase Minas Morghul.
Valle del Bajo (incluyendo muchas referencias a el Valle, también escrito Combe)
20, 22-24, 28, 40-41, 43, 55, 57, 63, 70, 86-88, 90-91, 93, 97-98, 152, 163-4, 315,
331, 339, 341, 346, 348-9
Valle del Mago, El 12-15, 43, 98; Valle de Saruman 16. Véase Nan Gurunír.
Valle del Terror 373. Véase Minas Morghul.
Valle Largo Aldea en la Cuaderna del Sur. 51-53; Hoja Valle Largo (hierba para
pipa) 52, 54, 60, 75
Valle Sagrado 96, 99, 164, 253, 265, 270-4, 276, 280-1, 286-8, 296, 298, 302, 306-
7, 311, 313, 331, 338, 343, 351, 355-6, 359, 361-4, 366, 395, 405
Varda 200
Variags La gente de Khand. 421
Ventana del Sol Poniente Henneth Annûn. 191. Ventana del Oeste 191, 310; en el
Oeste 155
Vigías, Los Véase (Los) Centinelas Silenciosos.
Vorondil Padre de Mardil el Senescal. 330, 333. Véase Faragon, Orondil [534]
Yagûl (1) Orco de la Torre de Kirith Ungol. 259 (sustituido por Shagrat). (2) Orco
de Minas Morghul. 249-51, 259 (sustituido por Gorbag). Escrito Yagool 250.
Yoreth Mujer de Gondor que sirve en las Casas de Curación (en SA escrito Ioreth).
440-1, 444, 446-8, 451
Zaglûn Orco de Minas Morghul. 244-5, 259; Uftak Zaglûn, véase 259. (Sustituido
sucesivamente por Shagrat, Yagûl, Gorbag).
[1] El día extra de la Cámara de los Ents (DT 111-112) no se añadió hasta mucho
[3] Sobre la historia posterior de este pasaje véanse pp. 12-14. <<
escrito junto a un valle en el lado occidental de las Montañas Nubladas, al sur de las
Tierras Brunas (aunque con posterioridad se tachó y se reinsertó en la estribación
septentrional de las Montañas Tenebrosas, al oeste de Eodoras). Es imposible saber si
las Tierras Brunas y el Folde Oeste eran en principio nombres de regiones diferentes,
o si Tierras Brunas sólo se introdujo cuando se eliminó Folde Oeste. <<
[12] Antes de Abismo de Helm mi padre escribió primero Helmshaugh, donde haugh
es la evolución en Inglés del Norte y en Escocés del Inglés Antiguo halh (nota 8). <<
nombres de lugares con varios sentidos, como «el fin de una colina donde el terreno
comienza a caer de forma escarpada»). <<
muralla. <<
Baluarte de Herulf, y dicen que Herulf ya está allí» (p. 20); «algunos se dirigen a la
Garganta, pero parece que Nothelm [> Heorulf] no está allí» (p. 20). <<
los hombres luchando encima del muro»; pero aquí la palabra ilegible no es vio,
aunque quizá se haya querido dar a entender eso. <<
Corriente del Bajo que «lejos, al norte, se unía con el río Isen y establecía el linde
occidental de la Marca». <<
parte de la historia. Éste aparece en fases tardías de la revisión del manuscrito íntegro
de «El Abismo de Helm», pero como sustitución de Erkenwald (que a su vez
sustituye a Heorulf); y Erkenwald sigue siendo el nombre del Señor del Folde Oeste
en el borrador de lo que se convirtió en el capítulo «Restos y despojos». Véase p. 56
nota 28. <<
les infligieran los Señores de Gondor al otorgar la Marca a Eorl el Joven y aliarse con
él». <<
[27] Un pequeño fragmento del borrador inicial se escribió al dorso de una carta para
padre, de hecho, escribió Erkenw antes de cambiarlo por Erkenbrand. Es posible que
durante un tiempo no se decidiera entre los dos nombres y que no fuera una simple
sucesión la de Erkenwald > Erkenbrand. <<
seis formas diferentes. En una de ellas Théoden le dice a Gandalf: «Pero ¿asaltarías la
fortaleza de Saruman con un puñado de hombres cansados?», y Gandalf responde:
«No. No entendéis del todo la victoria que hemos obtenido, Señor de la Marca. Las
huestes de Isengard ya no existen. El Oeste está a salvo. No voy a atacar nada. Tengo
asuntos que arreglar antes de que volvamos… a cosas más serias y quizás una suerte
más adversa». En diferentes versiones Gandalf aconseja a Théoden celebrar una
reunión en Eodoras dentro de «dos días a partir de hoy» y «durante la luna llena
dentro de cuatro días a partir de hoy». <<
camino acampó durante la noche bajo Nan Gurunír; véanse pp. 14-15, §§ III-IV. <<
los hombres de las Tierras Brunas aún eran los hombres del Folde Oeste; fue Gamelin
quien habló con ellos, no Erkenbrand («Ayudad ahora a reparar el mal en el que
habéis participado…»); los muertos de ese pueblo fueron enterrados en un túmulo
separado bajo la Empalizada [57] (una afirmación que se retuvo en los dos
manuscritos acabados del capítulo, aunque desaparece en DT: véase p. 55); los
Jinetes muertos fueron enterrados en un único túmulo (no dos); y Háma, cuya muerte
ante las Puertas de Cuernavilla aparece aquí por primera vez (véase p. 34), fue
enterrado con ellos; sin embargo el montículo recibe su nombre: «el [Hamanlow >]
Hamelow se lo llamó en años posteriores» (es decir, Inglés Antiguo Haman hlaw, el
Montículo de Háma). En DT (p. 200) Háma fue sepultado solo en una tumba a la
sombra de Cuernavilla. <<
de distancia». En DT la compañía cruzó los Vados del Isen (a la luz de la luna) con el
fin de seguir la «antigua carretera que descendía de Isengard a los Vados». <<
pp. 62, 63, 70. Contrasten con DT (p. 209): «Más [Jinetes] fueron los que se
dispersaron que los muertos; y yo he vuelto a reunir a todos los que pude encontrar…
A otros les encomendé la tarea que aquí veis». <<
padre trabajaba sobre la base de que la distancia entre el Abismo de Helm e Isengard
era mucho más corta: contrasten con DT (p. 208): «Habían cabalgado unas cuatro
horas desde la encrucijada cuando vieron los Vados». En la cronología escrita en esta
época, cuando la historia era que Gandalf y Théoden y su escolta dejaban el Abismo
de Helm muy poco después del final de la Batalla de Cuernavilla (véase p. 14, § III),
dijo que se fueron alrededor de las 9 de la mañana. Al sustituirlo por la historia de
que pararon para pasar la noche de camino (p. 15, § IV), dijo que se habían ido a las
3.30 de la tarde, y apuntó: «Son cuarenta millas y llegan a eso de las 12.30 del
mediodía del día siguiente, 3 de febrero». Esto va seguido de notas de distancias que
concuerdan bastante con el Primer Mapa (véase p. 97, nota 97), pero desde las
«Puertas de Isengard hasta la boca del Valle del Bajo» se dan 33 > 41 > 45 millas (
cf. p. 41, donde el cálculo de Gandalf se cambió de 12 a 14 a 11 leguas).
Según he podido interpretar el Primer Mapa, 1 cm equivale a 50 millas de distancia,
lo que concuerda con el mapa que hice en 1943. La sección IVE del Primer Mapa
(TI 373) está pegada sobre una parte de IVD que se halla completamente oculta, y es
posible que en esta fase el Paso de Rohan no fuera tan ancho. De cualquier manera,
es evidente que tanto los factores de la distancia como los cronológicos dictaminaron
el cambio según el cual Théoden y Gandalf no llegaron a Isengard hasta el día
siguiente. <<
Helm» y los factores cronológicos que llevaron a mi padre a hacerlo, véase p. 14,
§§ II-III. <<
[42] Este comentario muy cortante (y revelador) de Gandalf al Rey de Rohan se tachó
encuentro hasta que estuvo a unas cincuenta [escrito arriba: cien] yardas de distancia.
Entonces se detuvo y alzando los brazos grises y llevándose las largas manos a la
boca llamó en voz alta, como una [? resonante] trompeta. “¿Está Gandalf en esta
compañía?” Todos pudieron oír las palabras con claridad». <<
«desea saber qué hacer con Saruman», a lo que Gandalf «se rió en voz baja, y luego
guardó silencio, mesándose la barba pensativo. “Hum —musitó—. Hum… sí, eso
será un problema”». Cf. el esbozo del capítulo (p. 39). <<
A cada lado los largos brazos de las Montañas Nubladas bajaban a la llanura,
colinas desnudas y ásperas ahora medio ocultas en humo. Y entonces se toparon
con algo extraño. Les pareció que delante había piedras en ruinas, por las cuales
venía, en un cauce recién abierto, el río, que fluía donde ellos estaban volviendo a
su viejo curso; sin embargo, valle arriba el lecho anterior estaba seco.
—Sí, lo sabía —dijo Gandalf—. Por eso os traje por este camino. Podemos cruzar
sin problemas hacia las Puertas de Isengard. Como quizá sepáis los que conocéis
el lugar, antaño el Isen bajaba por aquí, alimentado por muchos manantiales y
arroyos de montaña y ya tenía aguas veloces e impetuosas antes de abandonar el
Nan Gurunír… pasaba barriendo los muros de Isengard en el Este. Reclamabais el
río como frontera, pero Saruman no estaba de acuerdo. Aunque las cosas han
cambiado. ¡Vamos a verlo!
Nada de esto se utilizó en el texto final de la primera versión de la historia. El desvío
del Isen había aparecido antes: cf. «La historia prevista desde Fangorn», TI 512: «En
el extremo Norte [de Isengard] dejaron entrar el Río Isen pero bloquearon su flujo
hacia afuera. Pronto todo el suelo del círculo quedó inundado con muchos pies de
profundidad».
Del pasaje anterior debe entenderse que el Isen no se devolvió a su viejo curso
después de la inundación del Anillo de Isengard, sino que siguió fluyendo en el nuevo
cauce. Las palabras de Gandalf «Lo sabía. Por esto os traje por este camino. Podemos
cruzar sin problemas hacia las Puertas de Isengard» deben significar que ésa era la
causa por la que había conducido a la compañía por la margen este del Isen desde los
Vados [59] (p. 42), pues de ese modo sólo tendrían que cruzar el anterior lecho seco
del río, al este de su nuevo curso. <<
hueste abandonó Isengard «algunos bajaron por la carretera hacia los Vados, y otros
se desviaron hacia el este. Allí, a alrededor de una milla, donde el lecho del río corre
por un canal muy profundo, habían construido un puente». Véase p. 72. <<
del Anillo de Isengard estaba formada por la misma pared montañosa (esto se retomó
del borrador pero fue desechado cuando se escribió el manuscrito final); había dos
entradas, ya que además del gran arco del sur había «una pequeña puerta al norte,
cerca del pie de las montañas»; el círculo «medía casi dos millas de borde a borde»
(«una milla» en DT); «por él, a través de muchos canales abiertos, fluía el agua, que
entraba como un arroyo de las montañas por debajo de la puerta norte y bañaba toda
la tierra oculta»; y las ventanas en los muros del círculo se describen (sólo en el
borrador preliminar) como «incontables ventanas oscuras, profundas, cuadradas y
amenazadoras». <<
viejo»: es decir, en una versión final, que jamás se realizó, se debían incorporar
rasgos de «Orthanc (1)». El «Dibujo 5» fue a Marquette con el segundo manuscrito
acabado del capítulo, mientras que los otros permanecieron en Inglaterra. La idea de
«Orthanc (5)» aparece también en Pinturas y dibujos de J. R. R. Tolkien, n.º 27, visto
desde el lado donde estaban la escalera y la puerta. <<
pero parece poco probable que el último (un nombre de planta y [60] uno de los
apellidos de Bree) sea el nombre de un lugar. En Inglaterra no hay registrado ningún
pueblo llamado Mugworth. <<
indica en ninguna parte que estas frases fueran pronunciadas por Théoden; sin
embargo, en el siguiente borrador se ve que fue así. <<
y la fecha 1070. Véase la tabla genealógica original de los Tuk en RS 395, según la
cual Isengrim I hubiera tenido 400 años de edad en la época de la Fiesta de
Despedida de Bilbo. Como ya se ha mencionado que la fecha 1418 del Cómputo de la
Comarca fue (igual que en SA) el año de la partida de Frodo de Bolsón Cerrado
(TI 14), Isengrim I (luego Isengrim II) nació, según el Cómputo de la Comarca, en
1001. De acuerdo con el árbol genealógico de los Tuk en el Apéndice C de SA, las
fechas de este Isengrim fueron 1020-1122 C. C. Las variedades de hierba para pipa de
la Cuaderna del Sur son aquí Hoja de Valle Largo, Viejo Toby y Hornpipe Shag. <<
compañía: «Se detuvieron en silencio, a unos veinte pasos, observando a los jinetes
con ojos solemnes». Pero esto se cambió de inmediato.
En un borrador del pasaje siguiente (DT 207), en el que Théoden reflexiona sobre los
Ents y los estrechos horizontes del pueblo de Rohan, es Gandalf quien pronuncia el
pensamiento de que la guerra provocará la desaparición de muchas cosas hermosas de
la Tierra Media:
—Tendríais que alegraros, Rey Théoden —dijo Gandalf—. Pues ahora no sólo
están en peligro vuestras pequeñas vidas de hombres, sino la vida de las cosas que
habéis considerado materia de canciones y leyendas. Algunas las podremos salvar
con nuestros esfuerzos, pero sea cual sea la suerte de la guerra, pronto podrá
suceder que muchas bellezas y maravillas desaparezcan para siempre de la Tierra
Media. El mal que causa y que ha causado Sauron (y en ello ha recibido mucha
ayuda de los hombres) puede ser frenado o eliminado, pero no podemos repararlo
por completo, ni hacer como si nunca hubiese existido. <<
p. 87. <<
[71] Este párrafo se encerró entre corchetes y se marcó con un signo de interrogación.
<<
la batalla de Amon Hen (DT 12) no aparece en el borrador ni en la copia limpia del
manuscrito de «La partida de Boromir» (TI 446). <<
lo que supone un retorno a la forma original (TI 478-479). Según una referencia
aparecida en el dorso de la página, se escribió en junio de 1942, o más probablemente
después. <<
del 31 de enero, y Aragorn, Gimli y Legolas habían llegado a Eodoras a primera hora
de la mañana (véanse pp. 11-12). <<
[80] La muerte de Théodred en la Primera Batalla de los Vados del Isen tuvo lugar el
primera vez que aparece en este borrador (p. 65) Galbedirs se cambió primero por
Lamorni y luego por Ornómar, teniendo todos estos nombres el mismo significado.
<<
una milla de espesor», Aragorn comenta «pudimos ver la gran humareda desde el sur
cuando cabalgábamos hacia los Vados» (es decir, cuando la hueste cabalgaba desde
Eodoras el 1 de febrero), y mi padre escribió al margen del texto: «La inundación no
debe comenzar hasta la noche de la batalla de Cuernavilla». <<
lema, y también el dicho que Sam dice haber tomado de los Elfos: le gustaba
susurrármelo cuando Gandalf estaba de malhumor: “No te entrometas en asuntos de
magos…”». Sobre su aparición original véase «Tres es compañía», CA 121. En DT
(p. 266) Merry se lo cita a Pippin a propósito del interés de éste por la palantír. <<
a Lengua de Serpiente que iba al norte con una compañía de orcos». Pero en el
presente pasaje de DT (p. 241) Lengua de Serpiente llegó solo. <<
febrero hasta la mañana del 2 de febrero; en la historia definitiva duró hasta la noche
del 2 de febrero (DT 239: «Por la noche, los Ents detuvieron la inundación»), = 4 de
marzo. <<
[88]
El borrador dice: «suave, más bien melodiosa, y sin embargo desagradable:
hablaba con desprecio». <<
que Gandalf partió de Orthanc la vez anterior se introdujo más adelante (DT 254):
«La última vez que te visité, eras el carcelero de Mordor, [84] y allí ibas a enviarme.
No, el visitante que escapó por el techo lo pensará dos veces antes de volver a entrar
por la puerta». <<
[96] Sobre «el camino que conducía al puente», véase p. 45, donde, viniendo desde la
Isen tiene 125 millas, lo cual concuerda con el Primer Mapa (TI 373) y con la
afirmación en DT («El Abismo de Helm», p. 172) de que eran «cuarenta leguas y
más»: véase p. 23. Eodoras a Isengard tiene en esas notas 140 millas (46·6 leguas),
que de nuevo concuerda con el Primer Mapa (unos 2·8 cm). Eodoras al Abismo de
Helm o boca del Valle del Bajo es de 110 millas; en mi reconstrucción esta distancia
es de 100 millas (2 cm), pero aquí el mapa es muy difícil de interpretar y es probable
que yo no situara el Abismo de Helm en el punto exacto que mi padre indicó: en el
mapa que hice en 1943 la distancia en línea recta es de 110 millas. La idea de que
después de la visita a Isengard, Théoden y sus compañeros regresaron a Eodoras se
remonta al esbozo «La historia prevista desde Fangorn», TI 513-514. <<
los efectos de la Piedra Orthanc sobre Peregrin para que se pusiera súbitamente en
evidencia que el “vínculo” entre Isengard y Barad-dûr (obvio después de descubrirse
que las fuerzas de Isengard se habían unido a otras dirigidas por Sauron en el ataque
contra la Comunidad en Parth Galen) era de hecho la Piedra Orthanc… y alguna otra
palantír». <<
615 millas o 205 leguas. Éste es un lugar conveniente para apuntar que en el dibujo
que volví a hacer de la sección IVE del Primer Mapa (TI 373), lo que he representado
como un círculo pequeño en el lado occidental del Valle del Mago no parece ser tal,
sino que más bien se trata de una alteración de la línea que marca el borde del valle.
En el extremo superior del valle hay un círculo diminuto que debe de representar a
Isengard. <<
que regresaron a las fuentes del arroyo y dejaron solo a Bárbol en la puerta de
Isengard) habían obedecido inmediatamente la petición que Gandalf hizo a Bárbol al
despedirse (DT 261) de que volvieran a derramar las aguas del Isen en el Círculo. <<
juntos». <<
voz de Saruman» en que Gandalf, al ver a Pippin con la palantír, grita: «¡Aquí,
muchacho, yo me ocuparé de eso! No te pedí que lo llevaras». Véase p. 82. <<
esta parte de la historia. En la conversación que Gandalf mantuvo con Merry mientras
cabalgaban a Isengard (DT 264), después de decir que él aún no había desentrañado
cuál era el vínculo entre Saruman y Sauron y que «Rohan siempre estará en su
mente», de nuevo utiliza las palabras que aparecen en el borrador, pronto
abandonado, del comienzo del capítulo (p. 85): «No hay nadie de esta compañía, ten
la seguridad, cuyo nombre y hazañas no estén ahora escritos en la mente de Sauron»;
pero mi padre lo puso entre corchetes, con la nota al margen: «No: Gandalf regresa a
escondidas». En la parada nocturna bajo Dolbaran (así escrito, igual que en el esbozo
de la p. 89), Merry y Pippin se echaron no muy lejos de Gandalf; cuando Pippin se
levantó de su camastro «los dos centinelas montados en sus caballos daban la espalda
al campamento»; Pippin, mientras Gandalf dormía, vio un destello en sus ojos «Bajo
sus pestañas largas y oscuras» («largas pestañas», DT); la palantír yacía junto a la
mano izquierda del mago. <<
de Ithil. <<
siguiente manuscrito, redactado en 1944 (p. 95), en este pasaje apareciera Mithrond,
corregido por Mithlond. <<
Primer Mapa sin nombre alguno, pero está cuidadosamente señalada en el mapa de
1943 (TI 361). Sobre el pronóstico de Gandalf de que llegarían a Minas Tirith en el
crepúsculo cf. p. 91 (Gandalf llega a Minas Tirith en el crepúsculo del 5 de febrero).
<<
[116] Sobre las primeras ideas para esta parte de la historia, cuando Sam cruzó el
Anduin solo y rastreó a Frodo junto con Gollum, véase el esbozo «La historia
prevista desde Lórien», TI 382-385. <<
página 285 (DT), mientras que este texto se extiende hasta 287 (DT). Pero esto tiene
varias explicaciones, y a mi parecer los datos de los manuscritos tienen más peso. <<
fragmento de papel con las siguientes notas a lápiz, que muy probablemente no se
escribieron en la misma época (yo he añadido los números)
(1) Narración de los Anillos en Cap. II [«Una historia antigua»] necesita unos
cuantos cambios. Fueron los Elfos quienes fabricaron los anillos, que Sauron
robó. Él sólo hizo el Anillo Único. Los Tres jamás estuvieron en su poder y no
fueron mancillados.
(2) Tom pudo haberse deshecho del Anillo todo el tiempo [? sin más] …… —¡si se
lo pidieran!
(3) La Compañía debe llevar cuerdas, bien desde Rivendel o bien desde Lórien.
(4) Emyn Muil = Sarn Gebir como grupo o cordillera de colinas rocosas. [Sern
Erain >] Sarn Aran las Piedras de los Reyes = las Puertas de Sarn Gebir.
Con (1) cf. RS 501; TI 298-299 y 304-305. En (2) me resulta muy frustrante no haber
podido dar ni siquiera una conjetura sobre la palabra completamente ilegible. (3) es
muy probable que surgiera mientras mi padre meditaba sobre el descenso de Sarn
Gebir (Emyn Muil). Respecto a la ausencia [119] de menciones en SA de que Sam no
tiene cuerda alguna, y a la ausencia del pasaje concerniente a las cuerdas en la partida
de Lothlórien, véase TI 195, 214, 329. En cuanto a (4), en el comienzo del capítulo
largo tiempo abandonado, las colinas aún se llamaban Sarn Gebir, pero cuando mi
padre lo retomó de nuevo en 1944 se habían convertido en Emyn Muil (nota 122).
Muchos nombres efímeros para sustituir a Sarn Gebir se encuentran en notas dadas
en TI 497. Sern Aranath reemplazó a las Puertas de Sarn Gebir en los manuscritos
de «El Río Grande» (TI 423 y nota 484). <<
120. <<
hacia afuera, lo que mi padre había llamado «hacia atrás»: «En efecto, la cara externa
ya no era vertical, sino que se inclinaba un poco hacia atrás». <<
Sam, que se lo ató alrededor de la cintura y agarró el cabo por encima de la cabeza
con ambas manos». En el presente texto la oración parece haber quedado inacabada y
en el aire. <<
[132] Mi padre prosiguió hablando de una carta que había escrito dando un dictamen
sobre una disputa en un comedor del ejército acerca de la pronunciación del nombre
del poeta Cowper (Cartas, n.º 61). Un borrador de dicha carta se encuentra en una
página de borrador del pasaje que describe el cambio en el clima sobre los pantanos,
DT 323-325. <<
original que aparece en el Primer Mapa (al este de Osgiliath), y la situó no muy lejos
del extremo septentrional de las Montañas de la Sombra (véase TI 360-361). Con
respecto a esto cf. «La historia prevista desde Lórien», donde se decía que a Minas
Morgul se llegaba por un sendero que «conduce montañas arriba … el cuerno del
norte de las Montañas de la Sombra que dividió el valle ceniciento del Gorgoroth del
valle del Río Grande» (TI 388-389). Pero Minas Morgul aún estaba en el lado
septentrional de las montañas (es decir, al otro lado de las montañas al Paso de Kirith
Ungol). <<
que Frodo debería ser llevado prisionero a una de las torres de guardia del paso, y en
un esquema temporal de ese período cambió «Sam rescata a Frodo en Minas Morgul»
por «Sam rescata a Frodo en Gorgos» (véase TI 403); y de nuevo (TI 483): «La
escalera de caracol debe estar tallada en las rocas y subir desde Gorgoroth hasta la
torre de guardia. Quitar Minas Morgul». Ahora bien, según parece, estas ideas iban a
fundirse en una: Frodo de nuevo sería llevado a Minas Morgul, pero Minas Morgul
era la torre de guardia sobre el paso. <<
nombres de Gollum para el Sol y la Luna originalmente eran el Ojo Amarillo y el Ojo
Blanco, no la Cara Amarilla y la Cara Blanca. En DT aquí dice, igual que el
manuscrito, «cuando los cirios están encendidos»; véase nota 141. <<
lejanos, sí, eso le contaron a Sméagol cuando era joven». Sus palabras en el presente
borrador («una gran batalla hace mucho mucho tiempo cuando Sméagol era joven»)
podrían sugerir que el intervalo de tiempo era mucho más corto (véase p. 34, y
TI 528, nota 583); pero el manuscrito reza desde el principio: «eso decían cuando
Sméagol era joven». <<
«Cuidar nuestras piernas hasta que nos lleven al Monte del Destino [Mount Doom]»
el nombre está escrito así en el borrador preliminar, pero el manuscrito reza: «Mount
Dûm»: esta ortografía también se encuentra en el borrador preliminar de la visión de
Frodo en Amon Hen, TI 437. <<
Éste incluía el rastro del viaje de Frodo desde Rauros hasta Morannon, y yo he vuelto
a dibujar esa sección basándome en el original (p. 138). El mapa de mi padre es
difícil de interpretar en algunos aspectos, pues se hizo tosca y apresuradamente en el
momento de su realización, siendo las «líneas de nivel» muy impresionistas, mientras
que el Nindalf y las Ciénagas de los Muertos sólo aparecen como toscas líneas de
sombreado, que yo he sustituido por montecillos de cañas; pero he intentado
redibujarlo con tanta exactitud como me ha sido posible. Los rasgos de la línea
superior de cuadrados sólo estaban esbozados en el original, en la parte de arriba del
mapa, con el fin de mostrar el curso del viaje, y en mi versión publicada en El
Retorno del Rey no aparecía ese elemento. Los cuadrados tienen una pulgada por lado
= 25 millas. [138]
[144] En un borrador inicial muy tosco del comienzo del capítulo, que precede al
borrador continuo, se lee: «Fueron construidas por los Hombres de Gondor largo
tiempo atrás, después de la caída de la primera Torre Oscura y la huida de Sauron,
por miedo a que intentara [? recuperar] su viejo reino». Esto se repitió en el texto de
borrador del capítulo («después de derribar la primera fortaleza Oscura»), pero se
cambió de inmediato por «después de la derrota de Sauron y su huida». <<
que termina en y; se podría interpretar como Mornennyn, con la n final omitida, pero
está escrito de esta manera en ambas apariciones. Sobre Mornennyn, en sustitución de
Ennyn Dûr, véanse pp. 132-133. <<
ingleses con el sentido de «paso, garganta en las colinas», como Wingate (paso a
través del cual sopla el viento), Yatesbury. <<
la verdadera «Puerta Negra» que construyó Sauron, sino que durante un tiempo
siguió siendo el nombre del paso: de modo que más adelante, en el texto del
manuscrito (DT 337), Frodo «había estado mirando los acantilados oscuros que
flanqueaban el Morannon» (cambiado con posterioridad por Kirith Gorgor). <<
[150] mar interior de Nûrnen», que aparecen en el Primer Mapa (Mapa III, TI 363).
<<
Nelig Morn en el momento de la redacción; no obstante, parece obvio que ese texto
fue escrito durante la composición original de «A través de las ciénagas». <<
descripción del camino del sur (DT 338): «se internaba en la estrecha lengua de tierra
que corría entre las montañas y el Río Grande, y así seguía hasta Osgiliath y de nuevo
hasta las costas, y las lejanas tierras del sur». Pero el nombre Elostirion aparece en el
mismo texto en el pasaje correspondiente a DT 340. <<
del Anduin hasta llegar al extremo inferior de Q14. El camino del este corre a lo largo
de los bordes septentrionales de Ered Lithui hasta llegar al centro de O17 en el
Mapa II, TI 357. El camino del norte se bifurca en el extremo inferior de O15 en el
Mapa II, el brazo que va al oeste se dirige hacia las colinas de la parte izquierda de
O15, y el brazo que va al norte se curva al nordeste a lo largo del borde occidental de
las Ciénagas de los Muertos y, luego, al oeste para terminar en el lado izquierdo de
N15.
En el episodio que describe el camino del sur se cambió varias veces la distancia que
lo separaba de la hoya en la que Frodo, Sam y Gollum se refugiaron. En el borrador
original «no tenía más de doscientas varas o algo así»; en el primer manuscrito la
distancia se cambió por «un par de estadios», «cincuenta pasos» y «doscientas
varas», siendo la lectura final (conservada en el segundo manuscrito): «atravesaba el
valle al pie de la estribación donde se escondían los hobbits y a pocos pies de ellos».
Para una razón, más bien sorprendente, sobre esta vacilación, véase p. 199.
En la primera edición la descripción de la topografía difería de la de la segunda
edición (DT 337-338), y decía:
La concavidad donde se habían refugiado estaba excavada en el flanco de una
loma, un poco por encima del nivel del llano. Un largo valle atrincherado corría
entre ella y las estribaciones exteriores de la pared de la montaña. A la luz de la
mañana podían verse claramente los caminos que convergían hacia la Puerta de
Mordor, pálidos y polvorientos; uno serpenteaba de vuelta en dirección norte; otro
se perdía en el este entre las nieblas que flotaban en las faldas de Ered Lithui; y el
tercero que, describiendo una curva brusca, corría cerca de la torre occidental y
luego atravesaba el valle al pie de la estribación donde se escondían los hobbits y
a pocos pies de ellos. Pronto giraba, bordeando las estribaciones de las montañas
…
Éste es el texto del segundo manuscrito. <<
[153] Lo que quiere decir Frodo debe de ser que las historias concretas que conocía
Sam entrarían en Minas Morgul y allí se encontrarían con los Centinelas Silenciosos.
Es obvio que lo habría escrito en el esbozo con el que termina el texto de borrador
(p. 147) de haberlo tenido en mente. Además, poco después, en su carta del 30 de
abril de 1944 (Cartas, n.º 64), dijo que «en el próximo capítulo llegarán a Kirith
Ungol y Frodo será atrapado». <<
[157] Tanto en el manuscrito como en el borrador, «La luna no apareció hasta bien
sobre los nombres en esta página (donde se traduce por «negación»), está escrita
siempre de la misma manera, y no estoy seguro en absoluto de cuál es la tercera letra.
<<
[164] De hecho, la última oración prosigue en el primer pasaje indicado en la nota 162,
contaban «con apenas diez días de provisiones del pan de viaje: eso dejaba ocho». En
el manuscrito de «A través de las ciénagas», que corresponde a DT 315-316, Sam
dijo: «Calculo que tenemos suficiente para, digamos, 10 días ahora». Esto se cambió
por «tres semanas o algo así», sin duda al mismo tiempo que se reescribió la oración
en el presente texto.
En DT (p. 355) se dice que en este punto «Al menos habían pasado seis días» desde
que Sam calculara las lembas que quedaban, mientras que aquí son «Al menos dos
días». De hecho, habían pasado tres días, el 3, 4 y 5 de febrero (p. 139). En DT la
duración del viaje había aumentado, tanto por los dos días adicionales durante los
cuales atravesaron las Tierras de Nadie (pp. 132, 141), como por un día adicional
añadido al viaje desde el Morannon hasta el lugar del episodio del guiso de conejo
(p. 158). <<
sólo surgió cuando se escribió la historia; fue entonces cuando mi padre añadió en un
punto anterior del manuscrito «Había llegado al extremo de una garganta larga y
profunda, de paredes abruptas en el centro, por la que el camino se abría un pasaje a
través de una cresta rocosa» (DT 353). <<
a no ser que mi padre utilizara Sarn Gebir a propósito, al recordar que yo no había
leído nada del Libro Cuarto, donde el nombre Emyn Muil se emplea por primera vez.
Sin embargo, cf. p. 192 nota 182. <<
Sam (DT 370) «Bueno, si esto ha terminado, me echaré un sueño». El siguiente breve
diálogo entre Sam y Mablung (con la insinuación de que a los hobbits no se les
permitiría continuar el viaje sin trabas: «No creo que el Capitán te abandone aquí,
Maese Samsagaz») era en el manuscrito el comienzo del siguiente capítulo
(«Faramir»), y sólo más tarde se unió al precedente y lo concluyó; por entonces
Falborn se había convertido en Faramir. <<
[175]
Los «capítulos nuevos» eran: 1) «Sméagol domado»; 2) «A través de las
Ciénagas»; 3) «La Puerta Negra está cerrada» (incluyendo «Hierbas aromáticas y
guiso de conejo»); 4) «Faramir». Véase nota 176. <<
XXXIII y «La Puerta Negra está cerrada» el XXXIV, «Faramir», el «cuarto capítulo
nuevo», debería ser el XXXV. Su número real da a entender que «Hierbas aromáticas
y guiso de conejo» ya había sido separado con el XXXV; en consecuencia, por
supuesto, «Faramir» se convirtió en el quinto capítulo nuevo. Quizá su actual número
XXXVI se añadió más tarde. Véase más adelante p. 197. <<
en medio del cual se encontraban Falborn y Frodo. Parecía que tenía lugar un
debate». Frodo menciona a «Elrond de Imlad-rist»: cf. p. 162 y nota 170. <<
182, sino que se lee Una señal será sostenida. Tal vez esta versión del poema jamás
se llegó a escribir. Al principio el manuscrito siguió el borrador, pero luego se cambió
por «Pero las palabras decían que el Mediano sostendría el Daño de Isildur».
Mediano sustituyó a Medio Alto por primera vez en una corrección del segundo
borrador B: «Si tú eres el Medio Alto» > «Si tú eres el Mediano». <<
palabras que Frodo no empleó cuando habló con Faramir sobre las barcas de
Lothlórien: «Estas barcas son hábiles y distintas de las de otros pueblos. No se
hunden, ni aunque soporten más peso del habitual cuando todos suben a bordo. Pero
son caprichosas, y si se las maneja mal» (la oración termina aquí). <<
limpio de ese capítulo, las palabras originales de Boromir «Yo mismo no he estado
allí» (refiriéndose a Fangorn) se habían convertido en «Yo mismo jamás he cruzado
Rohan» (TI 331, 344 nota 401). En el manuscrito esto se sustituyó por «Pocas veces
he estado en Rohan, y nunca la atravesé hacia el norte» (cf. CA 516). <<
Es más bien extraño que en él la respuesta de Faramir prosiga hasta llegar a una
astuta conjetura sobre la relación de Frodo con Boromir y sobre el Daño de Isildur, y
al deseo rápidamente reprimido de Frodo de «contarle todo a ese hombre amable pero
justo». En DT este pasaje, con una forma mucho más desarrollada, no aparece hasta
después de que hubieran comenzado su viaje a Henneth Annûn. Sin embargo, estaba
claro que sólo se trataba de un esbozo de nuevos elementos para el diálogo; no era un
borrador que pretendiese revisar la versión actual del capítulo. <<
[188] Cf. el comienzo del esbozo dado en la p. 174. El pasaje que lo precede en
DT 378-379, desde «No hay consuelo posible para mí en esta conversación» hasta
«Mas, sea lo que fuere lo que haya sucedido en la Frontera del Norte, de ti, Frodo, no
dudo más» (en el que Faramir sugiere que algún miembro de la Compañía seguía con
vida, pues quién sino podría haber ataviado a Boromir en la barca fúnebre), no se
introdujo hasta después (se añadió en la primera copia mecanografiada del capítulo).
<<
manuscrito: por ejemplo, «Él deseaba que el objeto fuese llevado a Minas Tirith»
(DT 381-382); y el pasaje concerniente a Gandalf (p. 382), desde «¿Estás seguro?»
hasta «Obtuvo autorización de Denethor, ignoro por qué medios, para examinar los
secretos de nuestro tesoro», donde el texto del borrador pone: «… tantos
conocimientos se pueden arrebatar del mundo. Obtuvo autorización para examinar los
secretos de nuestro tesoro…». El texto del borrador contiene algunos rasgos que se
perdieron en el manuscrito: así pues, después de «Noto algo extraño en ti, Frodo, un
aire élfico, tal vez» (DT 379), continúa: «Y no es eso lo que había de esperar, siempre
que las viejas historias y los lejanos rumores digan toda la verdad sobre la gente
pequeña». Esto se rechazó y sustituyó por: «Algún poder más grande que la estatura
de los de tu clase», también rechazado. Y después de «eran distintos, sí, pero a la vez
muy parecidos» (DT 385), el borrador prosigue: «Faramir sin duda tenía un carácter
distinto, pero Frodo temía el poder y la traición del objeto que portaba: cuanto más
grande y sabio, más fuerte la tentación y peor la caída». Con relación a esto cf. el
esbozo dado en la p. 177. <<
DT (p. 393), siendo su única aparición en El Señor de los Anillos. En una aparición
posterior de Grandes Tierras en este capítulo (p. 183) DT reza Tierra Media (p. 396),
lo que hace suponer que su aparición en el primer pasaje fue un descuido. <<
época de evolución del texto. Cf. las notas dadas en la p. 160: «Cambiar Montañas
Tenebrosas por Montañas Blancas». <<
no se tachó cuando arriba se escribió Kalen(arda) (pero véase p. 182 y nota 196). Es
extraño encontrarlo aplicado a Rohan; pues esta antigua palabra mitológica proviene
de la idea de los tres «aires» expuesta en el Ambarkanta. Allí se traduce como «Reino
Estelar», y es otro nombre para la región media de Ilmen, en la cual se mueven el Sol,
la Luna y las estrellas (véase La formación de la Tierra Media {FTM 281-284,
294-295. N. del E. D.}). Sobre el nombre Rohir en la oración anterior véase p. 34 y
nota 26. <<
fueron más sabios y más afortunados». Los Senescales de Gondor, que gobernaron en
Minas Tirith tras la muerte del último rey sin descendencia [195] del linaje de
Anárion, ya habían aparecido en la parte anterior del diálogo de Frodo y Faramir
(p. 177). En el manuscrito el equilibrio de las frases de Faramir («más sabios y más
afortunados; más sabios …, más afortunados … ») se conservó («más afortunados,
pues nuestros enemigos más peligrosos se convirtieron en nuestros amigos»); debido
a una modificación del texto, más tarde esto se perdió en DT. <<
Elfos, tal vez…». Mi padre añadió el no en una tardía copia mecanografiada del
capítulo; se colocó muy apresuradamente, y considero posible que él leyera la oración
de manera distinta de su significado original, que en realidad era «Puede que
desciendan por cierto de Hador, pero, de ser así, provienen a todas luces de los
descendientes de Hador que no atravesaron el Mar». En el manuscrito, «sino de
aquellos hijos» se sustituyó más tarde por «aquellos de sus súbditos», que el
mecanógrafo debió de malinterpretar como «sino aquellos hijos y súbditos».
Se puede apuntar aquí que cuando se corrigió el manuscrito, las palabras «se
convirtieron en un pueblo aparte y así deben permanecer» se sustituyeron por «y así
debieron haber permanecido». <<
primer rey y Elros hermano [sc. de Elrond]» > «incluso nuestro primer rey, Elros hijo
de Earendel y hermano de Elrond». Véase p. 180. <<
los Númenóreanos que navegaran más al oeste de la Isla Solitaria (véase el esbozo
original y las versiones originales de La Caída de Númenor en The Lost Road, pp. 11,
14, 26 {CP 17, 21, 34. N. del E. D.}). Hogar de los Elfos aquí se refiere a la Isla
Solitaria: pues dicha isla estaba en la Bahía del Hogar de los Elfos (cf. The Lost
Road, p. 103 {CP 123. N. del E. D.}: «la Isla de Eressëa en el Hogar de los Elfos»); y
ése es también el sentido del mismo pasaje en DT (p. 396), donde se conservan las
palabras «a la vista del Hogar de los Elfos»; cf. el pasaje en el Akallabêth (El
Silmarillion, pp. 382-383), donde se describe la lejana visión desde Númenor de
Avallónë, puerto de Eressëa. Esto se confirma, aparte de por cualquier otro tipo de
consideraciones, por el pasaje dado en la p. 191. <<
N. del E. D.}: «la gente de Hádor abandonó su propia lengua y habló con la lengua de
los Gnomos»; también el Lhammas § 10, ídem, p. 179 {CP 208. N. del E. D.}. <<
«Sam habla del poder élfico, de las barcas, las cuerdas, las capas». Esto se escribió
antes de la introducción del relato de Faramir sobre la lengua (la causa de su
desaparición en el capítulo en Las Dos Torres). <<
Faramir comenta: «Ha de ser muy bella en efecto. Peligrosamente bella», lo que
conduce (en el manuscrito y en DT) a la consideración de Sam sobre la justicia de la
aplicación de la palabra peligrosa a Galadriel; aunque en los dos borradores, no
obstante, Sam dice: «No sé si es peligrosa», y realiza las mismas observaciones. En
esta fase aludía al comentario anterior de Faramir «porque considero que hoy es
peligroso para los mortales buscar intencionadamente a las Gentes Antiguas»
(p. 185). <<
luego sustituido por Anborn (en realidad este cambio se realizó en el transcurso de la
redacción inicial del borrador de «El estanque vedado»). En el borrador y manuscrito
de «Hierbas aromáticas y guiso de conejo» (p. 160) Anborn era el padre de Falborn,
cabeza de los hombres de Gondor en Ithilien, quien se convirtió en Faramir. <<
contiene el texto definitivo (DT 391): «… hacia Númenor, la Númenor que fue, y
más allá de Númenor hacia el Hogar de los Elfos que todavía es, y más lejos todavía
hacia lo que es y siempre será». Cf. Cartas n.º 211, nota a pie de página en la p. 328,
donde las palabras «a lo que está más allá de la Tierra de los Elfos y por siempre lo
estará» [sic] se interpretan como «está más allá de las tierras mortales, más allá de la
memoria de la Beatitud impertérrita, más allá del mundo físico». <<
[213] El borrador original del pasaje en «El estanque vedado» era casi igual que DT:
«Si alguna vez regresas a las tierras de los vivos …». <<
llamando a la primera parte «Faramir (1): La ventana del Oeste» (no «al Oeste»), y a
la segunda «Faramir (2): El estanque vedado». <<
otra cosa. De ser así, es probable que el significado sea «si Frodo puede convencer a
Gollum de que deje el estanque y suba con él a presencia de Faramir»; la palabra es
una extraña elección; sin embargo, estas notas se escribieron muy rápidamente. <<
en The Lost Road, p. 241 § 78 {CP 280. N. del E. D.}: «Varda le ordenó a la Luna
que se elevara sólo después de que el Sol hubiera dejado el cielo, pero éste viaja con
paso inseguro, y aún la persigue…».
Se puede apuntar un detalle más sobre la Luna. En el comienzo del capítulo, cuando
Faramir, al despertar a Frodo, dice «la luna llena se está poniendo», mi padre lo
cambió en el manuscrito por «saliendo»; cuando salieron de la escalera en la roca, las
palabras «A lo lejos, en el Oeste, la luna llena se hundía» se sustituyeron por «Detrás
de él la luna redonda, llena y majestuosa, se alzó de la sombra del Este»; y las de
Faramir «La luna se pone sobre Gondor» se cambiaron por «La luna sube sobre
Gondor». Por supuesto, esto haría que la hora fuera mucho más temprana. Pero todas
estas alteraciones se eliminaron y se recuperaron las lecturas originales,
probablemente enseguida, ya que más adelante «Ahora la oscuridad era profunda, y
las cascadas grises y pálidas sólo reflejaban la claridad lunar demorando en el cielo
occidental» (DT 407) no se cambió. <<
p. 160. Esta referencia a la luna subiendo por encima de Ephel Dúath «hacia el fin de
la noche» es extraña, en vista del comienzo de «El estanque vedado», donde hacia el
fin de la noche anterior la luna llena se estaba poniendo en el Oeste. Aquí el borrador
original es aún más curioso:
La luna subió al fin desde las [? altas] sombras que había delante de ellos. Apenas
mostraba todavía algo… de su plena luz, aunque ya a lo lejos, detrás de las
montañas y la tierra hundida y los vacíos yermos, el día comenzaba a aclarar.
—Ahí viene Cara Blanca —dijo Gollum—. A nosotros no nos gusta. Y Cara
Amarilla vendrá pronto, sssí. Dos caras juntas en el cielo al mismo tiempo, no es
una buena señal. Y nos queda aún camino que recorrer.
Mi padre ciertamente, tal como me escribió el 14 de mayo de 1944 [Cartas, n.º 69]
estaba teniendo «problemas con la luna».
En el manuscrito la luna todavía sube sobre Ephel Dúath a últimas horas de la noche;
sólo en un cambio posterior se convierte en «la luna en descenso» que «escapó de la
nube» (DT 424). <<
no un túnel, y, por ende, se halla presente la idea posterior del ascenso al paso
(pp. 228-231). <<
[223] Este texto, a su vez, se remontaba a un esbozo anterior, «La historia prevista
distinta y comienza un poco antes que la versión anterior del borrador a lápiz (véase
nota 229). <<
original: es posible que se deba a que mi padre se recalcaba a sí mismo que Frodo en
realidad le había dado la redoma a Sam, aunque mientras que en DT (p. 464) Sam no
se la devuelve a Frodo, en esta versión más tarde (p. 228) la toma de la mano de
Frodo cuando lucha con Ungoliant.
Frodo desenvainó a Dardo: en la anterior página «5» del manuscrito, Frodo ya había
desenvainado a Dardo (p. 222), pero estoy seguro de que se trata sólo de un descuido
que no cuestiona el orden de las dos páginas. <<
detrás, en DT la mano que tiene Gollum sobre la boca de Sam se escurrió, mientras
que en la Versión 1 fue la mano izquierda que tenía en el cuello de Sam la que se
escurrió (hasta la cintura). De este modo, en la Versión 1 no se dice que «entretanto la
otra mano de Gollum se le cerraba cada vez más alrededor del cuello». Cuando Sam
se echó hacia atrás y cayó encima de Gollum, «dio un agudo silbido, y durante un
intenso segundo el brazo izquierdo que tenía alrededor de la cintura de Sam se relajó»
(en DT, «por un segundo la garra cedió en la garganta de Sam»). El segundo golpe de
Sam, que cayó sobre la espalda de Gollum, no rompió el bastón, y el tercer golpe que
propinó fue con el bastón, no con la espada. <<
donde a todas luces no podía entender lo que había escrito poco antes. A menudo en
un borrador preliminar muy arduo —que de hecho sólo se puede descifrar con la
ayuda del texto posterior— sucede que una determinada palabra o frase
desconcertante no se puede leer de ese modo: en su lugar aparece otra expresión. En
estos casos es posible que a menudo ni siquiera mi padre pudiera comprenderla. Cf.
nota 233. <<
más tarde, y es probable que también el signo de interrogación. Sobre que el túnel es
trabajo de los Orcos véase la p. 248. <<
unos inviernos olvidados en los Años Oscuros habían carcomido y tallado la piedra
que el sol no tocaba nunca». En DT (pp. 442-443) las palabras en los Años Oscuros
se hallan ausentes. Siete líneas antes del final de la página el texto dice: «o eso decían
al menos sus sentimientos, no su razón», aunque en una corrección a lápiz se
sustituyó por las palabras de DT: «o eso pensaba al menos en aquella hora de fatiga,
mientras caminaba entre las sombras pedregosas bajo Kirith Ungol». <<
[249] Las palabras ilegibles parecen ser «vuelve a huir». En ese caso, el sentido debe
de estar muy poco explícito: Frodo huye y los ojos lo persiguen, pero cada vez que se
vuelve sosteniendo la redoma en alto los ojos se detienen. <<
rastros de la fase en que había una «trampa» o «agujero» en el túnel además de las
ramificaciones del camino:
De pronto un pensamiento cruzó la mente de Frodo. Gollum marchaba por
delante: ¿dónde estaba? ¿Había caído en ese terrible agujero oculto? «¡Gollum!
Me pregunto si estará bien —murmuró—. ¡Smeagol!».
Tantearon en la oscuridad y encontraron que la abertura o arco de su izquierda
estaba bloqueado poco después, o así lo parecía: no pudieron pasar, era
llamó o trató de llamar a Smeagol, pero la voz se le quebró y
Primero lo intentan por la abertura de la izquierda, pero rápidamente se hacía
más estrecha y se alejaba cubierta de escalones largos y bajos hacia la pared de la
montaña. «No puede ser por aquí», dijo Frodo. «Debemos probar el otro».
«Tomaremos el camino más ancho», dijo Frodo. «Cualquier pasaje que se
desvíe …… ». <<
sobrevivió en todos los textos siguientes y sólo se sustituyó por Aiya cuando el libro
estuvo mecanografiado. <<
este punto hasta convertirse en un esbozo apenas legible fuera que, debido a las
correcciones, se había vuelto demasiado irregular y tuviera que ser sustituido. <<
hablando de las espadas Glamdring y Orcrist que habían tomado de la guarida de los
trolls, comenta (en el texto de la edición original): «Son espadas antiguas, muy
antiguas, de los elfos a los que ahora se llama Gnomos. Fueron hechas en Gondolin
para las guerras de los trasgos». <<
otros rasgos que apuntan a que se escribió rápidamente y más tarde se corrigió a
lápiz; cito aquí la versión corregida. <<
es sólo Ella-Laraña la que sabe que al final del túnel hay una telaraña. <<
encontrado con la Araña en el túnel, de modo que la primera versión de esta escena
(que, desde luego, sobrevivió en DT 470-471) fue la primera vez que la Araña se
enfrentó a la luz de la estrella de Earendel de la Redoma de Galadriel. <<
[259] Las palabras «pestilente pero digna de compasión» aparecen de una nota
posterior de mi padre. Lo abandonó a la siguiente palabra y puso un signo de
interrogación al lado; quizá sea «escurrirse». Las palabras «pero digna de
compasión» son notables. En DT no hay rastro de la idea de que Ella-Laraña,
completamente abominable y maligna, negadora de la luz y de la vida, pudiera ser
alguna vez «digna de compasión», ni siquiera al estar vencida y con una herida
espantosa. <<
<<
[275] La palabra ilegible podría ser ya, en cuyo caso mi padre omitió la palabra
cabalgado. La palabra que he transcrito como cuatro podría leerse como cinco. <<
padre debió de ser otra, ya que ahora han pasado varias horas desde el anochecer. En
los esbozos V y VI (pp. 301-302) los mensajeros de Minas Tirith llegan a Edoras a la
mañana siguiente (Feb. 6). <<
(«ya casi llena», RR). En esta fase las almenaras se encendieron la última noche de la
cabalgada de Gandalf; en la versión final fue en la penúltima noche (el viaje duró
cuatro noches), de modo que cuando Pippin despertó al amanecer junto al muro del
Pelennor «Otro día de campamento furtivo y otra noche de cabalgata habían quedado
atrás» (RR, p. 11). Esta oración se añadió al texto del capítulo mucho después. <<
[280] En este punto mi padre trazó en el texto un pequeño boceto muy simple de la
Mapa (Mapa III, RS 363). El texto finaliza con una referencia a Umbar que no soy
capaz de descifrar. <<
seguro de interpretar bien las formas a lápiz (en un caso podría ser Umbor o Umbar;
en el otro, la segunda vocal de Nargil, Nargul no se puede leer ahora bajo la capa de
tinta). Pero es poco probable. Los dos nombres aparecen en el texto A (p. 273), donde
Nargil está claro, pero Umbar se podría leer como Umbor. Umbar y Puerto de
Umbar aparecen en el Primer Mapa (RS 363) y en el mapa que dibujé en 1943; y en
este último el paso a través de las montañas al sur de Mordor es llamado Nargil (en el
Primer Mapa el nombre se introdujo toscamente a lápiz y es difícil de leer, pero
parece ser Narghil, RS 361). <<
esta región: véase Mapa IVA, PII (RS 367), que lo conecta con el Mapa III, QII
(RS 363). Aquí el Raíz Negra surge de un lago oval. Con la parte sobrepuesta, el
Mapa IVD-E (RS 373), las conexiones se vuelven imprecisas, sobre todo desde que
pasó a representar las montañas de otra manera; pero, en cualquier caso, no hay una
clara indicación de ningún paso. El mapa de 1943 conserva el lago oval y el ancho
paso, pero su relación con el Primer Mapa aquí es difícil de definir (RS 374). Es
posible que fuera este rasgo al que se refería mi padre en su nota sobre aquel mapa
(RS 375, nota 403): «Las Montañas Blancas no concuerdan con la historia». En
mapas tardíos, como cabía esperar, ningún paso rompe la línea montañosa. <<
vado y marchaba a lo largo del camino, hacia el campamento preparado para ellos.
Sólo el rey y su escolta subirían al Baluarte». <<
tosca. <<
sólo descuido, pues Éomund padre de Éomer y Éowyn estaba establecido (RS 460,
etc.), y Éothain era el nombre del escudero de Éomer (TI 468-471); pero para más
detalles véase p. 399 y nota 418. En SA, Apéndice A (II), se dice que Eomund,
primer Mariscal de la Marca, fue muerto en el año 3002 cuando perseguía a unos
Orcos en los bordes del Emyn Muil. <<
seguramente «en»; lo mismo pasa con el mismo nombre que aparece abajo como la
tierra del príncipe Benrodir. Las restantes letras del nombre se pueden leer tal como
están, pero es posible que lean «Anárion», y este nombre, que se encuentra en el
Primer Mapa (RS 363) de la región al sur de Minas Tirith, aparece en las notas E en
la p. 279: «Una flota ha salido… y subieron el Anduin hasta llegar a Anárion» (para
más detalles véase p. 279). <<
posible, aunque en absoluto seguro, que diga «desde el valle de Morthond y sus …
hijos, de pelo oscuro, ojos grises». <<
claras, pero es difícil que sean otra cosa que os. Sin tachar la primera sílaba mi padre
escribió otra palabra arriba, al parecer Northiligand. <<
Rohirrim; pero, en cualquier caso, los Ents estuvieron presentes de hecho después de
que se rompiera el sitio de Minas Tirith («Los Elfos y los [306] Ents repelen a los
Orcos»; cf. también el esbozo II § 4 «Los Elfos de Lórien y los Ents vienen del
Norte», y de manera similar el esbozo III § 4). Así pues, la idea original de que los
«gigantes-árboles» (véase RS 509), o Bárbol (véase RS 248, 251-252) tomaron parte
en el quebrantamiento del sitio sobrevivió por lo menos en la idea de que los Ents se
hallaban presentes en la última fase de la guerra en el Sur, aunque esta idea jamás se
plasmaría en un texto narrativo. Para más detalles véanse pp. 392, 393, 394, 395, 411.
<<
retornar a Frodo. Hacer que mire en la noche impenetrable. Luego usar redoma…
Con su luz ve las fuerzas de rescate aproximarse y a la hueste oscura salir a su
encuentro»; también p. 264 en este libro. <<
vuelta a casa), con la adición posterior (RS 529, nota 590): «No. Descubren (¿en
Rivendel?) que Nazgûl destruyó Lórien…». <<
de mi padre sobre El Sagrario en Guide to the Names in The Lord of the Rings (A
Tolkien Compass, ed. Lobdell, p. 183): «Dunharrow [El Sagrario]. Una
modernización de Dunhaerg de Rohan, “el templo pagano en la ladera de la colina”,
así llamado debido a que ese refugio de los Rohirrim al comienzo del Valle Sagrado
se hallaba en el emplazamiento de un lugar sagrado de los antiguos habitantes (ahora
los Hombres Muertos). El elemento haerg se puede modernizar en inglés porque
todavía se conserva en topónimos, de manera notable Harrow (on the Hill [en la
Colina])». <<
emblema de una torre blanca (CA, p. 502) se añadió con posterioridad al texto de «El
Espejo de Galadriel». <<
[318] Pelargir se situaba en principio en la parte superior del delta del Anduin. En el
Primer Mapa (RS 363) se colocó un punto a lápiz dentro de un círculo junto al
Anduin, en el sitio donde los ríos entran desde el este y el oeste en R13: obviamente
éste es el Pelargir, y sin duda se introdujo en esa época. Otro punto a lápiz dentro de
un círculo aparece al este del Morthond original en el Primer Mapa Q12 (justo a la
derecha de la i de Enedwaith), y es evidente que se trata del Erech. <<
los Anillos. «La partida de Boromir» ya se había separado de «Los jinetes de Rohan»,
«Restos y despojos» de «La voz de Saruman», y «El estanque vedado» de «Viaje a la
Encrucijada». <<
Valle Sagrado la mañana del 5 de febrero, mientras que Théoden llegó a El Sagrario
al anochecer del 6. <<
después de que Pippin mirara en la Palantír de Orthanc, que pasa volando alto e
invisible «alrededor de una hora después de la medianoche» cuando hacía poco que
Frodo, Sam y Gollum salieran de los montículos de escoria: véanse pp. 140-141. <<
continúan en línea recta» significan que pasaron por la boca del Valle del Bajo y no
subieron hasta Cuernavilla. De acuerdo con el esquema temporal D (p. 163), Gandalf
llegó a Edoras al amanecer del 4 de febrero, y permaneció allí todas las horas de luz
diurna. Si Aragorn y sus compañeros hubieran cabalgado a toda velocidad hacia
Edoras, sin parar durante mucho rato, ¡lo habrían alcanzado! <<
texto C, aunque con una diferencia en la redacción: «sin sospechar que Frodo
contemplaba desde lejos las blancas nieves bajo la luna mientras se ponía detrás de
Gondor». El viaje de Gandalf todavía insume tres noches, no cuatro como en RR. <<
segunda, pero es posible que el dibujo esté equivocado: las puertas 1-3-5-7 están
alineadas. <<
lucía sobre Ithilien y Sam, ocupado con su cazuela humeante y sus hierbas, brillaba
sobre los muros lisos y el arco y los pilares de mármol». Era la mañana del 6 de
febrero, el día en que Frodo y Sam encontraron a Faramir y fueron a Henneth Annûn.
En RR la oración es diferente: «el sol cálido que brillaba sobre el río, mientras Frodo
se paseaba por los claros de Ithilien…», pues el mismo día que Gandalf y Pippin
llegaron a Minas Tirith (9 de marzo), Frodo y Sam llegaron al camino de Morgul al
anochecer. <<
Torre Blanca en el año 2698, más de tres siglos antes de este momento; el padre de
Denethor, Ecthelion, fue el segundo Senescal de ese nombre (que procede de la
leyenda de la Caída de Gondolin: véase el volumen II de La historia de la Tierra
Media, El Libro de los Cuentos Perdidos, 2, 3.ª nota a pie de página, p. 269). «La
Torre de Denethor» se menciona en el capítulo «La Palantír», p. 95. <<
dejó un hueco para el nombre del dios, que al parecer se rellenó inmediatamente,
primero con Ramr, que se tachó antes de que se acabara de escribir, y luego con
Araw. Sobre Araw junto a Oromë véase Etymologies, The Lost Road [El Camino
Perdido], p. 379, raíz ORÓM {CP 438. N. del E. D.}. <<
de los Años las fechas son 26 de febrero (muerte de Boromir) y 9 de marzo (Gandalf
llega a Minas Tirith). <<
forjada por los de nuestro propio pueblo en el Norte, en un tiempo ya muy remoto?»,
mientras que en RR aparecen «espada» y «raza». La palabra sax (Inglés Antiguo
seax, daga, espada corta) fue la elegida en el borrador después de que se rechazaran
«hoja», «cuchillo» y «daga». <<
para clarificar la escritura, que aquí es más bien tosca. Entre ellos se puede apuntar el
siguiente: cuando Beren y Pippin estaban sentados junto a la almenara, Beren dijo:
«Creímos que era un capricho de nuestro señor, tomar un joven paje», y esto se
cambió por la adición de «al estilo de los antiguos reyes que tenían enanos a su
servicio, suponiendo que las viejas historias sean ciertas». <<
Pippin le dijo a Beregond que «y aún me faltan cuatro años para llegar a la “mayoría
de edad”, como decimos en la Comarca». <<
solas en la alta estancia de la Torre … a veces hasta mira en la mente del Enemigo»;
no habla de «luchar», ni añade las palabras «Y así es que está viejo, desgastado antes
de su hora». <<
dados en el último capítulo menos en uno. En el borrador Beren dice de los Corsarios
de Umbar que hace «tiempo abandonaron el protectorado de Gondor» («hace tiempo
que dejaron de temer el poderío de Gondor», RR). Y de la flota dice: «Y ahora eso
nos restará mucha ayuda de Lebennin con la que hubiéramos contado, lejos al sur
entre las montañas y el Mar, donde las gentes son numerosas». Así pues, no se
nombra Belfalas, lo que sí sucede en RR («de Lebennin y Belfalas», p. 36). El
nombre Belfalas originalmente se refería a las tierras costeras del oeste que más tarde
se llamarían Anfalas (Playa Larga): este cambio se realizó en el Primer Mapa y en el
mapa de 1943 (TI 361, 363). Es difícil precisar dónde situó mi padre Belfalas cuando
sustituyó a Anfalas, pero en una nota del mapa de 1943 (TI 375 nota 403) se dice:
«Lebennin debería ser Belfalas». Es posible que la ubicación de Belfalas en la región
de las Bocas del Anduin se sugiera en el pasaje que describe el viaje de la barca
fúnebre en el borrador de «La partida de Boromir» (TI 448): «y las voces de mil
pájaros marinos se lamentaron en las playas de Belfalas»; pero al parecer Belfalas
conservó su significado original hasta esta época, ya que fue sustituido por
Dor-Anfalas en un borrador del presente capítulo (p. 328). En el Segundo Mapa (en
una adición posterior) se ubica en el mismo sitio que en el mapa publicado en SA
(véanse pp. 494, 498). <<
Ramloth está escrito Gwinhir, y cuando el nombre del joven apareció por primera vez
en los textos narrativos, mi padre escribió Ram, lo cambió por Arad, y después por
Gwinhir. Thalion «el firme» es un «apodo» de Húrin. <<
[345] El saludo de Gondor es todavía «con la mano extendida», no «con las manos
sobre el pecho»; y Pippin dice aún que tiene 21 años (véase nota 343). <<
escrito, que introduce la descripción que aparece en RR, pp. 13-14, con el nombre
Rammas Echor, y la mención de Emyn Arnen, el Harlond, Lossarnach, «Lebennin, la
de los cinco ríos rápidos», e Imrahil de Dol Amroth «en el gran feudo de Belfalas».
En la primera versión de este anexo, «los muelles y embarcaderos del Harlond» eran
«los muelles y embarcaderos de Lonnath-Ernin». <<
lado de la página: se trata del anexo mencionado en la nota 348. La referencia al sol
que lucía sobre «Sam, ocupado con su cazuela humeante y sus hierbas» (véase nota
329) se conserva, pero se cambió a lápiz por «el sol cálido que brillaba sobre el Río,
mientras Frodo, despidiéndose de Faramir, se paseaba por los claros de Ithilien» (en
RR las palabras «despidiéndose de Faramir» están ausentes). El texto modificado
corresponde a la cronología comentada en la Nota sobre la cronología siguiente,
según la cual Frodo dejó Henneth Annûn la misma mañana que Gandalf llegaba a
Minas Tirith. <<
detalles del borrador original y RR. La descripción de la librea y los yelmos de los
guardias de la Ciudadela (p. 320) pasa a ser exactamente igual a la de RR; pero las
palabras de Gandalf «Y Denethor por lo menos no lo espera, pues no sabe que existe»
se conservan. Denethor todavía declara que se oyó soplar el cuerno en las fronteras
del norte hace doce días (nota 333), y aún llama a la espada de Pippin espada corta
[sax] (nota 334). Berithil todavía está vestido de gris y blanco, y su referencia «al
estilo de los viejos reyes que tenían enanos a su servicio» sobrevive (nota 335).
Pippin le dice que «hace poco pasé de los veinte años» (nota 336), y después le
cuenta a Bergil que tiene «casi veintiuno» (p. 325). Sobre las montañas al Este se dice
que «sus picos mellados [fueron] desdibujados por cien millas de aire neblinoso»
(nota 337). Berithil dice que «los Jinetes Crueles volvieron a conquistar los vados
hace apenas dos años (nota 338); sus palabras acerca de Denethor en la Torre ahora
son exactamente iguales que en RR (nota 339); y dice que los Corsarios de Umbar
«hace tiempo han abandonado la amistad de Gondor», y tampoco dice que Belfalas
ayudara a la ciudad (nota 340). <<
[351] Una nota en el margen de este texto dice «Noche del 3, día del 4», es decir,
llegaron a Cuernavilla al alba del 4 de febrero. Según la actual cronología parece que
Théoden abandonaría Cuernavilla a primera hora del 5. Véase nota 361. <<
Pico Afilado (TI 373 y p. 274 en este libro); la distancia desde ese «Sagrario» hasta el
punto añadido más tarde para indicar la posición de la Piedra de Erech (p. 307, nota a
pie de página {nota 318. N. del E. D.}) es de 18,5 mm o 92,5 millas. Exactamente la
misma, aunque creo que es más bien un fruto del azar que un plan preconcebido,
aparece en el mapa anómalo trazado de nuevo en la p. 308 como la distancia desde
Erech hasta la pequeña marca en el Valle Sagrado que con toda probabilidad
representa a El Sagrario. El Segundo Mapa (p. 494) dice (probablemente) 45 millas; y
ésa es también la distancia en el mapa a gran escala de Rohan, Gondor y Mordor de
mi padre (y en mi versión de él publicada en El Retorno del Rey). <<
la última parte del texto, donde se describe la llegada de los Montaraces: aquí no hay
diferencias importantes entre el borrador original y el texto sobreescrito a tinta. El
pasaje inicial del capítulo no se entiende tan bien; pero sí se ve que Aragorn, en
respuesta a la pregunta de Legolas «¿Dónde?» («¿Y de allí, adónde iremos luego?»,
en RR), replicó: «Todavía [352] no puedo decirlo. Iremos al Baluarte de El Sagrario,
imagino que a Edoras para el acantonamiento que el Rey ordenó dentro de [tres > ?
cuatro] noches a contar desde ahora. Aunque quizá sea demasiado tarde». Parece que
no dice nada parecido a «Se aproxima una hora largamente anticipada»; y en
respuesta a su pregunta «¿Quién irá conmigo?» es sólo Merry quien contesta: «Yo iré.
Aunque prometí sentarme junto al Rey cuando regrese a su castillo y hablarle de la
Comarca». A esto Aragorn responde: «Eso deberá esperar, me temo: [? en verdad] me
temo que será una de las cosas hermosas que no florecerán en esta amarga
primavera». <<
Cómputo de la Comarca dice que el Rey Elessar, llegando al Puente del Brandivino,
concedió la Estrella de los Dúnedain al Señor Samsagaz. En mi nota 33 a El Desastre
de los Campos Gladios en Cuentos Inconclusos (pp. 284-285) comenté que no podía
decir lo que era eso. Éste es un lugar conveniente para mencionar que después de la
publicación de Cuentos Inconclusos dos corresponsales, el comandante Stephen M.
Lott y la señora Joy Mercer, me sugirieron por separado que muy probablemente la
Estrella de los Dúnedain fuera la misma que el broche de plata con forma de estrella
que llevaban los Montaraces en el presente pasaje (RR, p. 54); y la señora Mercer
también aludió a la estrella que llevaban Aragorn cuando sirvió en Gondor, tal como
se describe en el Apéndice A (I. iv, Los Senescales): «Thorongil lo llamaban los
hombres en Gondor, el Águila de la Estrella, porque era rápido y tenía la vista afilada,
y llevaba una estrella de plata en el manto». Es evidente que las suposiciones son
correctas. <<
En la línea cuarta mi padre escribió sobre la tierra, cambiando tierra por el mundo, y
yo he sustituido en por sobre, igual que en la siguiente versión.
forwandréd: gastado y fatigado de vagar. <<
comienzan «El día (desaparecía) declinaba»; el párrafo citado («Ahora todos los
caminos corrían a la par hacia el Este…») precede en RR a «El día declinaba». <<
Aragorn necesita a los suyos. Que el último de los Reyes de los Hombres en el Norte
se una a él en Rohan, donde RR dice Que los Dúnedain … En una versión desechada
de este pasaje que aparece en un punto anterior del manuscrito, las palabras son: Que
todos los que quedan de los [tachado: Tarkil] Reyes de los Hombres se unan a él en
Rohan.
El apoyo de Legolas a la conjetura de que era Galadriel quien envió el mensaje: «¿No
habló por boca de Gandalf de la cabalgata de la Compañía Gris llegada del Norte?»
está ausente. La referencia es a «El Caballero Blanco» (DT, p. 138) y al poema que
Galadriel dedicó a Aragorn y Gandalf le transmitió en Fangorn:
Legolas y Merry dice: «Jugué una partida que yo gané por un solo orco» (cf. RR,
p. 51). Esto ahora se cambió por: «y aquí Legolas y yo jugamos una partida que yo
perdí por solo un orco», lo que sobrevivió en la primera copia mecanografiada. Pero
en el segundo manuscrito acabado de «El camino de Isengard», escrito mucho antes
de esta época, el texto es exactamente igual que en DT, p. 197: «—Me has ganado
por un tanto —respondió Lególas». <<
[367] En el manuscrito aparece otra versión desechada del poema: en ésta las dos
El resto del poema es igual a la versión del texto. Aunque Aragorn lo describe sólo
como «un antiguo poema de mi pueblo», la frase «Tres señores veo» quizá sugiera
que se trata de las palabras de un vidente; y en el texto siguiente Aragorn se lo
atribuye (p. 349) a «Malbeth, el último Vidente de nuestro pueblo en el Norte»
(cf. RR, p. 58, donde expone que el poema completamente distinto que recita en este
momento fue pronunciado por «Malbeth el Vidente, en tiempos de Arvedui, último
rey de Fornost»). En ninguno de estos textos existe indicación alguna del posible
significado de la «cita». En el esbozo transcrito en la p. 314 se menciona la derrota de
los Haradwaith por «el Ejército de las Sombras». <<
—dijo—, y el mediano, Merry, no menos querido que los otros. … y por ellos
también entramos en la batalla, no sólo por la gloria de Gondor. Y, sin embargo, el
destino nos separa…». <<
[371] Sin embargo, en una página rechazada de este manuscrito, Théoden expresa
cierto asombro ante la escena en el Valle Sagrado: «El rey miró con sorpresa a su
alrededor, pues había una gran concurrencia de hombres…
—¿Qué significa esto? —preguntó el rey—. ¿El acantonamiento no iba a comenzar
mañana en Edoras?».
Entonces un hombre, innominado, explica que es por causa de Gandalf, y sigue una
nota: «Gandalf debe decirle al rey al marcharse que él ordenará el acantonamiento en
El Sagrario y lo apresurará. Habrá que cambiar los comentarios sobre la luna llena»
(véase Nota sobre la cronología más abajo). Esta página rechazada concluye con un
breve pasaje relacionado con la nota: «Así vieron que Gandalf debió haber cumplido
lo que prometiera. El acantonamiento estaba aquí, no en Edoras, y ya se habían
congregado la mayoría de los hombres de Rohan». [365]
Las palabras «Gandalf debe decirle al rey al marcharse» sólo pueden aludir a su
partida de Dol Baran montado en Sombragrís después de que hubiera pasado al
Nazgûl; pero, de hecho, no se introdujo ningún cambio semejante en ese punto.
Al pie de la página rechazada hay escrito: «Éowyn habla de la llegada de Aragorn y
de su partida. Los Senderos de los Muertos. El camino de los Monolitos». <<
que resulta prácticamente imposible de leer, pero está claro que no es Wínseld, el
nombre anterior, y es casi seguro que se trate de la primera aparición de Meduseld.
<<
ninguna letra está completamente clara, parece ser que mi padre escribió «Han
llegado hombres, mensajeros de Gondor». La respuesta de Théoden igualmente
podría leerse como «Hazlo pasar» o «Hazlos pasar». Pero sólo entra un hombre. La
flecha de guerra que lleva tiene un penacho verde (negro en RR). <<
[382] En RR (p. 82) se dice que un anciano decrépito había sido «alto y magestuoso».
Veáse El Señor de los Anillos, Apéndice F (De los hombres): «Los Dunlendinos …
eran un resto de los pueblos que habían habitado en los valles de las Montañas
Blancas en eras pasadas. Los Hombres Muertos del Sagrario pertenecían a ese clan».
<<
[383] La descripción de los atavíos de Pippin es igual en todos los detalles a la de RR,
abajo. <<
descifrar las letras que podría ser tratos, o cualquier otra palabra. En el siguiente
texto, donde Denethor aún dice que conoce «la respuesta de las palabras
enigmáticas», la oración fue sustituida por «¡Pobre Boromir!» > «¡Ay de Boromir!».
<<
manera. Es posible que la oración esté inconclusa. El siguiente texto es igual que RR
(p. 104), «a menos que sufriéramos una derrota tan definitiva que lo que pudiese
acontecemos nos fuera indiferente pues los muertos [> estaríamos muertos]». <<
hora de ayer, ¡y no muy lejos del otro lado del Río!». No sé por qué Pippin decía «por
lo menos hasta esta misma hora ayer», ya que Faramir había comentado que se separó
de Frodo y Sam «ayer por la mañana». El siguiente texto dice: «estaba vivo y
hablando con Faramir ayer mismo». Cuando calcula el tiempo, Gandalf dice:
«Veamos, hace unos cuatro días habrá descubierto que derrotamos a Saruman y que
nos apoderamos de la Piedra», donde en RR aparece «cinco». Véase la Nota sobre la
cronología más abajo. <<
ir a Osgiliath». <<
inicio del capítulo (véase p. 370). En esta revisión se introdujo el hecho de que
Berithil acababa de regresar de una misión detrás del Pelennor «a Bered Ondrath, las
torres de la guardia que hay a la entrada de la explanada». Luego este nombre se
perdió. <<
[399] Apunto aquí dos rasgos en los que la historia difirió de la de RR, y unos pocos
detalles más. La narración de cómo el Príncipe Imrahil lleva a Faramir ante Denethor
en la Torre Blanca, y la luz que se ve vacilar en la alta cámara (RR, pp. 115-116),
están ausentes no sólo en el borrador inicial, sino también de la copia en limpio D; y
de los últimos hombres en entrar en la Ciudad antes de que se cerrara la Puerta (RR,
p. 116), que informan de «innumerables compañías de Hombres de una raza nueva»
que mantienen el camino del Norte o que habían penetrado en Anórien, en el borrador
no se dice que los condujera Ingold.
Tanto en el borrador como en la copia en limpio los hombres que «vienen de algún
país salvaje en las vastas tierras del Este» en RR (p. 116) son los «orientales
salvajes». El muro del Pelennor aún es llamado Ramas Coren en ambos textos, donde
RR dice «el Rammas» (p. 116), con «(? Corramas)» añadido en el momento de la
escritura. En la oración (RR, p. 115) «y en sus brazos, sobre la cruz del caballo, él [el
Príncipe] llevaba el cuerpo de un pariente, Faramir hijo de Denethor» en el texto de
borrador hay una palabra escrita sobre «pariente» que parece «primo»; da la
impresión de que esto se tachó. En realidad toda la información sobre la genealogía
de la casa de Dol Amroth se encuentra en SA, Apéndice A (I, iv): Denethor se casó
(tardíamente) con Finduilas, hija de Adrahil de Dol Amroth. En otro lugar se dice
(véase Cuentos Inconclusos) que Adrahil era el padre de Imrahil, así que Imrahil
(hermano de Finduilas) era tío de Faramir. <<
quien impuso su propia voluntad sobre el consejo cuando pide conducir una fuerza a
Osgiliath), Denethor (según se dice) no dirigió palabras duras a Faramir, y en verdad
lo despidió con las palabras «que tu juicio sea acertado: por lo menos lo suficiente
para que te vuelva a ver» (p. 380). Es posible que esto signifique que la versión
posterior de este episodio ya existía, en la que Denethor dice: «Pero el Río y los
campos del Pelennor no los cederé sin combatir… no si hay un capitán que cumpla
mi voluntad y no se acobarde» (cf. RR, p. 109). <<
contexto ni pista alguna, pero «salvo únicamente por la luz de sus ojos pálidos» está
bastante claro. Cf. p. 416. <<
por Gandalf a Pippin al comienzo del capítulo «La pira de Denethor» (RR, p. 160).
<<
distancias son mayores: 245 o 250 millas hasta el alto en el Bosque de Eilenach, 285
hasta Amon Dîn. <<
leguas) se refiere obviamente a la distancia desde la ciudad hasta el punto del muro
por donde entraron los Rohirrim (donde el Camino del Norte desde Anórien se
internaba en las tierras de la ciudad); y así como en RR (p. 13) la ciudad se hallaba a
cuatro leguas del muro por la parte más ancha del Pelennor (en dirección de
Osgiliath) y la puerta norte en el Rammas un poco menos («diez millas o quizá más»,
RR, p. 139), ahora mi padre había abandonado la idea original de que el Pelennor
tenía en todos los puntos un radio de siete leguas (véanse pp. 317, 328). Cf. también
el borrador de «El Sitio de Gondor» (p. 377), donde se dice que cuando Faramir se
vio obligado a abandonar los Fuertes de la Calzada tenía «4 leguas o más de campo
abierto», es decir, a través del Pelennor.
En el Segundo Mapa una línea de cinco puntos (que aparece en el nuevo dibujo,
p. 494) corre al noroeste de Minas Tirith. Aunque parecen estar demasiado al norte de
las montañas, se refieren a las almenaras, a juzgar por el hecho de que la distancia en
línea recta de Edoras a la más cercana a Minas Tirith es de 270 millas, a la próxima
245 millas, y a la próxima 218 millas. Estas distancias son casi idénticas a las que
aquí aparecen desde Edoras hasta Amon Dîn, Min Rimmon y Eilenach. Por otro lado,
la distancia en el Segundo Mapa desde Edoras hasta Rammas es aproximadamente de
285 millas, y hasta Minas Tirith de unas 295. <<
posterioridad, se basan en gran medida en el trabajo realizado por Taum Santoski. <<
pasa a ser de «ciento una leguas», sustituido en el acto por «ciento dos leguas», como
en RR. En el mapa a gran escala que mi padre hizo de Rohan, Gondor y Mordor la
distancia en línea recta es de 302 millas, pero apuntó «304» junto a la línea a lápiz
que las unía. Sobre la palabra Mundbeorg «colina de la protección» por Mundburgo
en SA véase TI 528, nota 579. <<
cyne- «real»; Grímhelm significa «yelmo cubierto», cf. gríma «máscara», el nombre
de Lengua de Serpiente. <<
[412] En una media página cortada, luego usada para otro escrito al dorso, aparecen los
la línea dos dice (igual que en las primeras redacciones) desafiando al destino parte
el hijo de Fengel, ¿aliteración de f con Thengel? a lápiz en el margen (parte con
escudero y capitán el hijo de Thengel, RR). Tanto fengel como þengel eran palabras
poéticas del Inglés Antiguo para «rey, príncipe», y ya que Thengel era el nombre del
padre de Théoden en textos tempranos de «Los Jinetes de Rohan» y «El rey del
castillo de oro» (TI 468, 470, 518), es posible que esta aparición de Fengel fuera un
descuido.
La línea 8 dice donde hondo bebió una vez antes de que cayera la oscuridad,
cambiado por donde largo tiempo había vivido antes de que desapareciera la luz. En
la línea 10 la fe lo impulsó precedió a La lealtad lo mantuvo. La línea 12, donde los
textos originales decían cinco días y cinco noches, cambiado por cuatro noches y
cuatro días, conserva lo último (cinco en RR). La línea 14 dice a través del Folde y
de la Frontera de los Pantanos más allá del Firienlode: Firienlode es claramente un
río, quizás el nombre original de la Corriente de Mering, que corría por el Bosque de
Firien. En la línea 16 Minas Tirith es Mundberg (véase nota 410; berg y beorg,
«colina, montaña», eran variantes del Inglés Antiguo). <<
Éowyn se disfrazara de miembro de la propia guardia del rey, y, al [406] ser menos
corpulenta que ellos, es obvio que su presencia fuera más fácil de detectar; pero véase
p. 421. <<
Rimmon la noche del 12». La frase «acampados en los bosques de pinos que se
arracimaban en torno a (la Almenara de Minrimmon)» se usó por primera vez para el
Halifirien (p. 396). En la versión final se emplearía para el Eilenach, cuando volvió a
ser la sexta almenara (RR, p. 129). <<
295), porque este Éothain, capitán de la guardia, no puede ser el mismo Jinete que
aparece como escudero de Éomer en «Los Jinetes de Rohan» (véase p. 305, nota
295). <<
leer su mayor parte, y advirtió que en gran medida era ya igual al texto definitivo. <<
primer éored» (RR, p. 139) este texto continúa: «Elfhelm se había desviado a la
derecha…»: de este modo las palabras «Dernhelm continuaba cabalgando a pocos
pasos del rey, pese (a que la compañía de Elfhelm se había desviado a la derecha)»
están ausentes. Esto significa que aún se hallaba presente la historia de que Dernhelm
cabalgó como miembro del éored de vanguardia con los hombres de la casa del rey
(RR, p. 138), no como miembro de la compañía de Elfhelm; véase p. 403. <<
[425] Pero el Rey Brujo emprende el vuelo y se convierte en un Nazgûl. Estas palabras
sólo pueden significar que Nazgûl se refiere específicamente a los Espectros del
Anillo montando a «corceles alados». Pero ésta no puede haber sido la intención de
mi padre. Supongo que aunque en esta parte de El Señor de los Anillos los Espectros
de los Anillos eran «alados», y su poder e importancia en la historia radican en que
sean «alados», se confundió y estableció esta equivalencia, y así dijo que cuando el
mismo Capitán Negro (Señor de los Nazgûl) montó en una de las aves monstruosas
se «convirtió en un Nazgûl». Esto aparece de nuevo al final del esbozo. <<
«Muro del Pelennor aquí sólo a 10 millas de distancia y el muro justo a la derecha
sobre la corriente que rodea con una curva las Colinas de Haramon». Haramon, el
nombre original de Emyn Arnen, aparece en el Segundo Mapa: véanse pp. 403; 494,
498. <<
puerta», es muy breve en la primera versión del esbozo: «Denethor baja para dar la
bienvenida a Aragorn; pero no cederá la Senescalía, hasta que se demuestre todo y la
guerra acabe con una derrota o una victoria. Aragorn está de acuerdo». Luego sigue:
«Aragorn y Gandalf recomiendan acción inmediata». <<
«mensajero». <<
hecho el Rey Brujo en persona, y de nuevo aparece al final, cuando Sauron lo envía a
Orodruin (por esta razón aún no se había decidido su destino en los campos del
Pelennor). Como al concluir el parlamento el embajador se quita los atavíos y se
desvanece, tenía que ser un Espectro del Anillo; ¿es éste el significado de «Los
Nueve Nazgûl que han vuelto a ser montados»? <<
significa específicamente los Espectros alados— véase nota 425. Por otro lado, Los
Nueve Nazgûl que han vuelto a ser montados (nota 436) implica todo lo contrario. <<
[439] Cf. el borrador inicial del final de «El Sitio de Gondor» (p. 384): «… corona que
reposaba sobre ninguna cabeza visible, salvo únicamente por la luz de los ojos
pálidos». <<
430. <<
remonta hasta El Libro de los Cuentos Perdidos; Señor de Balrogs, asesino de Fëanor
y Fingon. <<
de la gran curva del Anduin alrededor de las colinas de Emyn Arnen véase p. 498. <<
sobrevivió para comandar a los tres mil jinetes de Rohan que [425] «defenderían el
Camino del Oeste de los ejércitos enemigos apostados en Anórien» (RR, p. 205); el
jefe de este ejército no se menciona en la primera edición, pero Elfhelm aparece en
las dos ediciones entre aquellos que estuvieron en las puertas de Minas Tirith cuando
regresaron los Capitanes del Oeste, RR, p. 324. <<
Herufare está escrito de este modo (por el esperado -fara) tanto aquí como (según
parece) en un fragmento de borrador tosco de este pasaje; Herefara en RR. <<
[458] Gandalf pregunta aquí: «¿No dice una ley de la Ciudad que quienes visten de
negro y plata han de permanecer en la Ciudadela, a menos que el Señor les haya dado
licencia?». Y Pippin contesta: «Me la ha dado». Para un empleo anterior de este
pasaje en un contexto diferente véase p. 385 y nota 405. <<
[461] Cuando escribía un borrador muy rápidamente mi padre solía utilizar el «vos» y
a los reyes a quienes se permitía mirar en ella» en vez de «sólo eran los reyes quienes
miraban en ella, según se creía». <<
[466] y la bruma que le empañaba los ojos se despejó un poco: esto se añadió después
de que se escribiera la parte «a» del texto y se la uniera con «b». <<
pero, tal como está, no se puede leer como resistió. Una segunda palabra podría ser
«la» o «su». <<
tuvo lugar la caída de Théoden, que Gandalf conocía (cf. el segundo pasaje entre
corchetes en la p. 445). <<
igual que la copia en limpio B. En algún punto mi padre escribió en la página inicial
de «Las Casas de Curación» (la página pertenece a ambos textos) el número de
capítulo «L», es decir, separándolo de «La pira de Denethor»; pero el número «XLIX
(b)», que sigue a «XLIX [450] (a)» para «La pira de Denethor» (véase p. 436, nota
462), de nuevo los convierte en subdivisiones de un único capítulo, sin un título
general. <<
ilegible, pero podría ser «de» con otra palabra tachada, es decir, «corona de
estrellas». En B, sencillamente, esto se convierte en «la corona»; modificado en la
primera copia mecanografiada por «la corona del Reino del Norte», lo que sobrevivió
en las galeradas, en las que se sustituyó por «la Estrella del Reino del Norte». Cf. «La
Batalla de los Campos del Pelennor», p. 422, donde «alrededor de su yelmo había una
corona real» en las galeradas se sustituyó por «sobre la frente tenía la Estrella de
Elendil». <<
vista de la variante de B, donde el texto permaneció el mismo que en A pero aquí con
Tarakon. Esto se cambió por Tarantar, que sobrevivió en la primera copia
mecanografiada, donde se sustituyó por Telkontar (> Telcontar en las galeradas). <<
quisiera escribir gran, pero las últimas letras, que parecen ito, se debieron a la palabra
siguiente, que era grito. <<
flechas de fuego hubieron caído en la Ciudad, se los había enviado [al] círculo
superior; pero la hermosa casa de la Calle de los Lampareros había sido destruida».
<<
aquí en esta casa, y ahora iré a asistirlo —dijo Gandalf» hasta «Porque no he dormido
en una cama como ésta desde que partí del Sagrario, ni he probado bocado desde la
oscuridad que precedió al alba» (RR, pp. 186-188), de hecho sobrevive en un texto
preliminar a lápiz, posteriormente sobreescrito con un texto a tinta que corresponde a
la historia de «La última deliberación». Este borrador, que en su mayor parte ha sido
[451] leído por Taum Santoski, no presenta ninguna diferencia significativa con la
más acabada versión A. <<
[487] Sobre Haramon véase p. 409 y nota 427. La lectura «las Colinas de Haramon»
posible que «25 millas» se refiera a la distancia desde el comienzo de los Senderos de
los Muertos hasta la Piedra de Erech. Sobre la distancia desde El Sagrario hasta Erech
véase pp. 337-338 y nota 352. <<
Mapa. <<
hacía un recodo rodeando el espolón de las colinas de Emyn Arnen en el bajo Ithilien,
y entonces el Anduin viraba en el Pelennor de modo que su muro exterior estaba
construido sobre el borde, y en la parte más próxima se hallaba a no más de [cinco >]
cuatro millas de las Puertas». En «La historia prevista desde Forannest» (p. 414, nota
427) en este punto el Muro del Pelennor se hallaba a diez millas de la ciudad. <<
desde Pelargir hasta el ángulo del «recodo» del Anduin (véase nota 493), y de esta
manera la extensión recta de diez millas «justo antes de ese punto», visible desde
Minas Tirith, es el «tramo» debajo del «recodo». En la continuación posterior del
pasaje de «La Batalla de los Campos del Pelennor» citado en la nota 493 (véase
p. 422) la extensión del «brazo del Amen» es de «tres leguas»; pero en el Segundo
Mapa, donde se basaron estos dos pasajes, es mucho más larga. En RR (p. 154) «Pues
desde el recodo del Harlond, el Anduin corría de tal modo que los hombres de la
Ciudad podían seguir con la mirada el curso de las aguas hasta muchas leguas de
distancia». <<
«XLIX», todos tachados excepto el último. «XLI» es un desliz obvio (¿por «LI»?), ya
que era imposible que el capítulo tuviera este número; pero también es difícil adivinar
por qué era «XLIX» (véase p. 440 y nota 493). <<
[499] Imladrist: cf. p. 162, nota 170 y p. 192, nota 179. <<
pueda. <<
se repitió en un siguiente borrador, donde se cambió por Barad Amroth ( por último
Barad > Dol). <<
pp. 79-80; el texto final de «El Acantonamiento de Rohan» ahora ya existía en gran
parte, p. 363). Véase p. 476. <<
hablar del Sendero de los Muertos, y Legolas el que dice «yo no sentí el horror, ni
temí a los espectros de los Hombres, que me parecieron frágiles e impotentes». Véase
p. 476. <<
todavía era Hasufel (pp. 343, 348); cuando Roheryn, su propio caballo traído del
Norte por los Montaraces, se introdujo, sólo Arod, el caballo que llevaba a Legolas y
a Gimli, procedía de Rohan, y es el único mencionado en el pasaje equivalente en RR
(«El paso de la Compañía Gris», p. 66). <<
reyes en Edoras primero se describieron como «blancos con flores que se asomaban
como diminutos copos de nieve», siendo las flores subsiguientemente nifredil
(TI 519-521). En RR («El paso de la Compañía Gris», p. 67) Aragorn llama a las
flores simbelmynë, pero cf. «El rey del castillo de oro» (DT, p. 145), donde Gandalf
dice: «Las llaman no-me-olvides, simbelmynë en esta tierra de Hombres, pues
florecen en todas las estaciones del año y crecen donde descansan los muertos». <<
túmulos en Edoras: «Siete montículos hay, y siete largas vidas de hombres son, desde
que los Rohiroth vinieron aquí del Norte» (véase TI 519 y 527 nota 576). Esto se
cambió en el manuscrito por las palabras de DT (p. 145): «—Siete montículos a la
derecha, y nueve a la izquierda —dijo Aragorn—. El castillo de oro fue construido
hace ya muchas vidas de hombres». <<
«El rey del castillo de oro» se corrigió y pasó a decir que había siete montículos a la
izquierda y nueve a la derecha (véase nota 508). <<
[510] Las fechas de los reyes anteriores a las últimas tres se cambiaron y confundieron
tanto por la sobreescritura que no soy capaz de formarme una idea clara de cuál era la
intención de mi padre; sin embargo, es evidente por lo menos que su patrón
corresponde al de SA, tal como se adaptaron al Cómputo de la Comarca. <<
pues desde la primera mención del estandarte (p. 345) fue Halbarad el Montaraz,
igual que en RR, quien lo llevó (y estaba cubierto con una tela negra). En RR (p. 70)
en él no se podía ver ninguna insignia en la oscuridad. <<
hasta Pelargir, coincide con RR (p. 195): «noventa y tres leguas» desde Erech hasta
Pelargir. <<
ahogaron huían por el Poros hacia el desierto de Lothland». Este nombre no resulta
perfectamente claro, pero lo doy por seguro en vista de la aparición de Lothland en el
Primer Mapa (TI 363, 365); la forma Lothland se encuentra en el Quenta Silmarillion
(vol. V) {CP 307, 328. N. del E. D.}. En el Segundo Mapa (p. 495) la región al sur de
Mordor es nombrada, aunque ahora a lápiz tan tenue que es difícil estar seguro del
nombre: la interpretación más probable es «Desierto de Lostladen» (cf. Etymologies,
vol. V, raíz LUS {CP 428. N. del E. D.}). <<
quinto de nuestro viaje», mientras que en la versión anterior (p. 471) «era el cuarto
desde que dejamos El Sagrario»; pero creo que [486] ambas expresiones significan lo
mismo (véase la Nota sobre la cronología más abajo). <<
la pregunta de Pippin «¿No nos contarás más?», dice: «Bueno, si debéis escuchar la
historia, la narraré con brevedad». Igual que en la copia a máquina no revisada (nota
528) Legolas no dice nada hasta que interrumpe a Gimli cuando éste menciona el Río
Grande («Lo supe mucho antes de alcanzarlo», p. 472; pero en un cambio de esta
versión revisada, rompe el silencio ante las palabras de Gimli «cabalgando por los
llanos de Lebennin lo más rápido que nuestros caballos de corazón indómito podían
resistir»:
—¡Lebennin! —gritó Legolas.
Todo ese tiempo había guardado silencio, mirando hacia el sur, mientras
Gimli hablaba; pero entonces comenzó a cantar: De plata fluyen los ríos del Celos
al Erui…
El texto de la canción es igual desde el primer momento a la versión definitiva. En
RR es Legolas quien cuenta toda la historia hasta este punto, y Gimli quien aquí la
reanuda. <<
notable pasaje, sobre el cual no soy capaz de proyectar ninguna luz. Está escrito con
una letra hermosa y florida junto con otros retazos de frases con la misma letra,
característica del hábito de mi padre de «garabatear» de esa manera (cf. TI 443):
[487]
Entonces habló Elessar: Muchos, Guthrond, mantendrían que tu insolencia
merecía más bien castigo antes que respuesta de tu rey; pero como con abierta
malicia has pronunciado mentiras a oídos de muchos, primero dejaré al
descubierto tu falsedad, para que todos los aquí presentes puedan conocerte por lo
que eres, y siempre has sido. Después, tal vez se te brinde una oportunidad para
que te arrepientas y te apartes de tu antigua maldad. <<
[533] Primero escrito «el Lugarteniente de Morgul», pero es muy probable que sólo
(RR, p. 210) es llamado «el Paso de Kirith Ungol» en la copia en limpio, y el Paso de
Cirith Gorgor (RR, p. 212) es «el Paso de Gorgoroth» en ambos textos, cambiado por
«el Paso de Kirith-Gorgor» en la copia en limpio. En el texto de borrador Damrod de
Henneth Annûn vuelve a aparecer, con Mablung, como un capitán de los
exploradores en Ithilien (RR, p. 211); la última noche la hueste puede ver desde su
campamento las luces rojas en las Torres de los Dientes; y en las palabras finales de
Gandalf a la Boca de Sauron (RR, p. 218) conserva las palabras que usó en el esbozo
original (p. 412): «¡Vete! Pero deja que el miedo devore tu corazón: porque si tan
sólo clavas una espina en la carne de tu prisionero lo lamentarás toda la eternidad».
<<
[535] El hecho de que el curso del viaje de Frodo desde Emil Muil hasta el Morannon
(que no aparece en mi nuevo dibujo) esté marcado con mucho cuidado y corresponda
probablemente a la primera «capa», no demuestra que en la realización de este mapa
se remonte a la escritura del Libro cuarto. Es improbable que mi padre dibujara el
mapa de la p. 308 si el Segundo Mapa existía ya. <<
puede ver escrito justo a lo ancho de Q11-12 (desde abajo de la r de Morthond hasta el
este del vado del Ringlo), lo que sugiere que al principio Lamedon era una región
más grande. <<
Lejana Harad), Desierto de Lostladen (véase p. 485, nota 521), Khand (véase p. 421)
y Umbar se garabatearon a lápiz o a cera azul. <<
Dado que finalmente se publicaron todos los volúmenes en un sistema más o menos
aceptable (como le pareció a Ch. Tolkien: la división se hizo con su autorización, y de
hecho está imitada de algunas ediciones en inglés), podría parecer que el desfase no
tuvo demasiadas consecuencias prácticas. Algunas hubo, sin embargo. La más grave,
quizás, fue la pérdida del prólogo original, del que este Departamento ofrece una
versión. Pero ahora queremos referirnos a otra, más sutil, pero molesta al fin y al
cabo.
Los libros de J. R. R. Tolkien publicados con posterioridad a la muerte componen un
entramado de profunda investigación filológica, y forman en conjunto una unidad,
porque verdaderamente ningún elemento de la creación literaria de Tolkien puede
apreciarse en su justa medida si se lo desgaja del corpus total. Por eso es tan común
la referencia en cada ejemplar a escritos publicados con anterioridad, y los libros de
1. Earliest Days, occurring twice in this passage, was changed later to Elder
Days. The latter expression occurs once in the Quenta Silmarillion, where it is not
capitalised (V.259); cf. also Elder Years (V.90), eldest days (V.245).