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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA

SEDE CUENCA

CARRERA DE INGENIERIA AMBIENTAL

Trabajo de titulación previo a la obtención

del título de Ingeniera Ambiental

TRABAJO EXPERIMENTAL:

“VALORACIÓN ECONÓMICA DE LA CAPTURA DE CARBONO EN LAS


ESPECIES Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora EN EL BOSQUE
PROTECTOR AGUARONGO”.

AUTORAS:

MARÍA PAZ MORALES SISLEMA

MARÍA PATRICIA VÁSQUEZ VÁSQUEZ

TUTOR:

DR. FREDI PORTILLA FARFÁN, PhD, ING. AGRON.

Cuenca – Ecuador

2019
CESIÓN DE DERECHOS DE AUTOR

Nosotras María Paz Morales Sislema, con documento de identificación Nº 0106083231

y María Patricia Vásquez Vásquez con documento de identificación Nº 0105360804,

manifestamos nuestra voluntad y cedemos a la Universidad Politécnica Salesiana la

titularidad sobre los derechos patrimoniales, en virtud de que somos autoras del Trabajo

de Titulación: “VALORACIÓN ECONÓMICA DE LA CAPTURA DE CARBONO

EN LAS ESPECIES Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora EN EL BOSQUE

PROTECTOR AGUARONGO” mismo que ha sido desarrollado para optar por el

título de Ingeniera Ambiental en la Universidad Politécnica Salesiana, quedando la

Universidad facultada para ejercer plenamente los derechos cedidos anteriormente.

En aplicación al determinado en la Ley de Propiedad Intelectual, en nuestra condición

de autores nos reservamos los derechos morales de la obra antes citada. En

concordancia, suscribimos este documento en el momento que hacemos la entrega del

trabajo final en formato impreso y digital a la Biblioteca de la Universidad Politécnica

Salesiana.

Cuenca, Enero del 2019.

María Paz Morales Sislema María Patricia Vásquez Vásquez


C.I: 0106083231 CI: 0105360804

II
CERTIFICACIÓN

Yo declaro que bajo mi tutoría fue desarrollado el Trabajo de titulación:

“VALORACIÓN ECONÓMICA DE LA CAPTURA DE CARBONO EN LAS

ESPECIES Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora EN EL BOSQUE

PROTECTOR AGUARONGO” realizado por Morales Sislema María Paz y Vásquez

Vásquez María Patricia, obteniendo el Trabajo Experimental que cumple con todos los

requisitos estipulados por la Universidad Politécnica Salesiana.

Cuenca, Enero del 2019.

Dr. Fredi Portilla Farfán, PhD, Ing. Agron.

C.I: 0102824331

III
DECLARATORIA DE RESPONSABILIDAD

Nosotras María Paz Morales Sislema, con documento de identificación Nº 0106083231

y María Patricia Vásquez Vásquez con documento de identificación Nº 0105360804,

autoras del Trabajo de Titulación “VALORACIÓN ECONÓMICA DE LA

CAPTURA DE CARBONO EN LAS ESPECIES Podocarpus sprucei y Oreocallis

grandiflora EN EL BOSQUE PROTECTOR AGUARONGO”, certificamos que el

contenido total del Trabajo Experimental es de nuestra exclusiva responsabilidad y

autoría.

Cuenca, Enero del 2019.

María Paz Morales Sislema María Patricia Vásquez Vásquez


C.I: 0106083231 CI: 0105360804

IV
DEDICATORIA
Quiero dedicar este trabajo a mi Padre Dios, por ser el pilar fundamental de mi vida,

por acompañarme siempre en cada paso y cada meta cumplida, por ser la fuerza y

resistencia en momentos de debilidad y por darme una vida llena de felicidad.

A mis queridos padres Marcelo y Patty, por ser mi mayor ejemplo de fe, de superación,

de fortaleza y constancia. Por el amor incondicional, apoyo y confianza que me han

brindado siempre. No me alcanzará la vida para darles las gracias por todo lo que han

hecho por mí, para alcanzar esta meta y a lo largo de mi vida.

A mis pequeñas hermanas Danna y Génesis, por ser mi alegría en momentos de

tristeza, por ser mi energía en momentos de frustración, por la paciencia y tiempo que

me han dado y por el amor incondicional que siempre está presente.

A mis abuelitos, por ser el mayor ejemplo de servicio y gratitud con la sociedad; a toda

mi familia y amigos, que de una u otra manera me han brindado palabras de fortaleza y

aliento, por el cariño que me tienen y el respeto que me brindan.

A Lenin B, por brindarme su amor, respeto y apoyo; por enseñarme que cada instante

es un buen momento para sonreír y dar gracias a Dios sin importar las circunstancias.

A mi amiga y compañera de tesis María Patricia, por su responsabilidad y dedicación

en la elaboración de este trabajo; por su amistad, risas, alegrías y momentos

compartidos.

María Paz

V
DEDICATORIA
Este trabajo le dedico primeramente a Dios y a la Virgen por haberme concedido la

sabiduría y fortaleza necesaria para cumplir con esta meta lograda, y a mi abuelita

Cecilia que está en el cielo, por enseñarme que a pesar de cualquier dificultad se debe

luchar hasta el final sin rendirse.

A mis padres Jaime y Rosa por su esfuerzo, consejos, paciencia y confianza, ya que

gracias a ellos logre culminar esta etapa; a mi sobrino mimado Maxi por su cariño

sincero y a mi familia por estar presente siempre en cada una de mis etapas.

A mi novio Yudiman Fernando quien estuvo presente en toda mi carrera y en este

trabajo, por su amor, apoyo y palabras de aliento.

A todos mis amigos que hice en la universidad, por su afecto y experiencias vividas a lo

largo de esta etapa.

Finalmente a mi amiga y compañera de tesis María Paz por su paciencia y dedicación

a este trabajo y por haberme brindado su amistad.

María Patricia.

VI
AGRADECIMIENTO
Queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a nuestro Padre Dios, “Porque

todas las cosas proceden de él, existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre!”.

Romanos 11:36

A la Universidad Politécnica Salesiana por brindarnos una buena formación académica,

basada en el carisma salesiano, ética y respeto.

Al director de tesis Dr. Fredi Portilla, PhD por confiar plenamente en nosotras, y

principalmente por habernos guiado en la elaboración de este trabajo con su amplia

experiencia.

Al Ing. Hernán Avilés, por estar siempre dispuesto a responder cualquier inquietud

generada en el desarrollo del trabajo.

A nuestra directora de carrera, Ing. Miryan Loayza, por su apoyo incondicional en la

elaboración de este trabajo, además del cariño y confianza que nos ha brindado durante

toda nuestra vida universitaria.

A todos los docentes que con estima, forma de ser y sobre todo respeto, se han ganado

nuestro cariño, especialmente: Ing. Estefanía Avilés, Ing. Katerine Ponce, Ing. Paola

Duque, Ing. Juan Carpio, Ing. Juan Loyola, Ing. Jorge Cabrera, Ing. José Ulloa.

Al Consorcio Aguarongo por permitirnos realizar el trabajo en el Bosque Protector

Aguarongo, en especial al Sr. Ángel Coello por su ayuda incondicional.

A todos nuestros compañeros y amigos con los que compartimos trabajos, risas y buenos

momentos, sobre todo a: Dani G, Laurita P, Yudi Z, Camilo G, Fabián P y Andrés C.

Gracias a todos ustedes por hacer más amena nuestra estadía en la universidad.

María Paz y María Patricia.

VII
RESUMEN
En la presente investigación, se realizó la valoración económica de la captura de carbono

en las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector

Aguarongo, en un área de 2082 ha. La metodología seguida fue desarrollar un inventario

forestal para la obtención de datos en el campo como: el DAP, altura comercial y altura

total de cada especie.

Para la toma de datos de campo, se basó en un muestreo aleatorio simple, para lo cual se

seleccionó un área de muestro para cada piso altitudinal, los cuales están conformados

por un Piso bajo de 2880 msnm a 3019 msnm de altitud; Piso medio de 3019 msnm a

3109 msnm de altitud; Piso alto de 3109 msnm a 3320 msnm de altitud. Dichas áreas de

muestreo, están conformadas por 3 parcelas, contando así un total de 9 parcelas en los 3

pisos altitudinales. Debido a que el Bosque Protector Aguarongo cuenta con una

superficie menor a 20000 ha, cada parcela cuenta con una dimensión de 50 x 50 m, siendo

un área de muestreo total de 2,25 ha.

Las variables obtenidas a partir de los datos de campo considerados para cada especie

fueron: área basal, volumen de árbol en pie, biomasa forestal, carbono total y CO2

capturado; siendo este último el de mayor significancia para la estimación de la valoración

económica. Mediante la implementación de tablas de rodal y existencia, se realizó una

proyección estimada en todo el Bosque Aguarongo de algunas variables imprescindibles,

dando como resultado para la especie Podocarpus sprucei 18 arb/ ha; área basal de 4,23

m2/ha; volumen de 17,32 m3/ha; y para la especie Oreocallis grandiflora 73 arb/ha; área

basal de 23,27 m2/ha; volumen de 81,48 m3/ha.

Una vez generados los datos de proyección de las variables mencionadas, se procedió a

la estimación del CO2 capturado de las especies en estudio en todo el Bosque Aguarongo,

mediante la aplicación de la regla de Sturges, obteniéndose para la especie Podocarpus

VIII
Sprucei 9006,07 ton; y para la especie Oreocallis grandiflora 65288,57 ton, siendo un

total de 74294,64 ton entre las dos especies. A partir de este último dato se calculó el

valor económico mediante dos escenarios propuestos, obteniéndose como resultado un

valor total de 742.946,4 USD en el Mercado voluntario: Carbonfund y 1.267.466,56 USD

en el Mercado de cumplimiento: SENDECO2.

Además, también se tiene como resultado que el CO2 que capturan las especies en estudio

por individuo, demuestra que la especie Podocarpus sprucei tiene mayor capacidad de

captura de carbono en comparación con la especie Oreocallis grandiflora.

Este trabajo fue expuesto en el IV CIBB 2018 en Guayaquil-Ecuador, en el cual se dio a

conocer la importancia y el propósito del mismo. En el Anexo 8 se muestra el certificado

de participación con el tema de estudio planteado; al tener gran impacto y acogida se

recibió una solicitud de envío como articulo para la Revista Internacional de

Contaminación Ambiental.

IX
ABSTRACT
In the present investigation, it was evaluated the economic evaluation of the carbon

capture in the species Podocarpus sprucei and Oreocallis grandiflora in the Aguarongo

Protective Forest in an area of 2082 hectares. The following methodology was to develop

a forest inventory to obtain data in the field such as DAP, commercial height and total

height of each species.

For the recollection of data, it was based on a simple random sampling, for which a

sample area was selected for each altitudinal floor, which are formed by a low floor of

2880 to 3019 m above sea level; Average floor of 3019 to 3109 m above sea level of

altitude; High floor of 3109 to 3320 m above sea level of altitude. Each area are made up

of 3 plots, counting a total of 9 plots in the 3 altitudinal floors. Since the Aguarongo

Protective Forest has a surface of less than 20,000 hectares, each plot has a size of 50 x

50 m, with a total sampling area of 2.25 hectares.

The variables obtained from the field data considered for each species were: basal area,

standing tree volume, forest biomass, total carbon and CO2 captured; the last one being

the most significant for the estimation of economic valuation. The variables implemented

by stand tables and existence an estimated projection in the whole Aguarongo Forest of

some essential variables, resulting 18 arb / hectares for the Podocarpus sprucei species;

basal area of 4.23 m2 / hectares; volume of 17.32 m3 / hectares; and for the species

Oreocallis grandiflora 73 arb / hectares; basal area of 23.27 m2 / hectares; volume of

81.48 m3 / hectares.

Once generated the projection data of the mentioned variables was generated, we

proceeded to estimate the CO2 captured from the species in study throughout the

Aguarongo Forest, by applying the Sturges rule, obtaining for the Podocarpus sprucei

species 9006, 07 tons; and for the species Oreocallis grandiflora 65288, 57 tons, with a

X
total of 74,294.64 tons between the two species. From this last data the economic value

was calculated by means of two proposed scenarios, thus giving a total value of 742,946.4

USD in the Voluntary Market: Carbonfund and 1,267,466.56 USD in the Compliance

Market: SENDECO2.

In addition, it also results in the CO2 captured by the species under study by individuals,

demonstrates that the species Podocarpus sprucei has a greater capacity for carbon capture

compared to the species Oreocallis grandiflora.

This work was exposed in the IV CIBB 2018 in Guayaquil-Ecuador, in which the

importance and purpose of it was announced. Annex 8 shows the certificate of

participation with the subject of the study; having a great impact and reception, a request

for delivery was received as an article for the international environmental pollution

magazine.

XI
ÍNDICE GENERAL

CAPITULO I: INTRODUCCIÓN ............................................................................................. 1


1.1. Problema ...................................................................................................................... 1
1.2. Delimitación del área de estudio ................................................................................ 2
1.3. Objetivos ...................................................................................................................... 3
1.3.1. Objetivo General ................................................................................................. 3
1.3.2. Objetivos Específicos........................................................................................... 3
CAPITULO II: MARCO TEÓRICO ........................................................................................ 3
2.1. Efecto invernadero ...................................................................................................... 3
2.1.1. Efecto Invernadero Natural y Antropogénico. ................................................. 4
2.1.2. Gases de efecto invernadero ............................................................................... 5
2.1.3. El efecto invernadero en América Latina y a nivel mundial ........................... 8
2.1.4. Impactos futuros del efecto invernadero ........................................................... 8
2.2. Cambio climático ......................................................................................................... 9
2.2.1. Consecuencias del cambio climático ................................................................ 10
2.3. Dióxido de carbono.................................................................................................... 10
2.3.1. El ciclo del Carbono .......................................................................................... 11
2.3.2. El carbono en los ecosistemas forestales.......................................................... 12
2.3.3. Carbono en América Latina y el Caribe ......................................................... 14
2.3.4. Proyectos forestales para mitigar las emisiones de carbono ......................... 14
2.4. Sistema económico global ......................................................................................... 15
2.5. Economía Ambiental ................................................................................................. 16
2.5.1. Valoración económica ambiental ..................................................................... 17
2.5.2. Métodos de valoración económica ambiental ................................................. 18
2.5.3. Servicios ambientales ........................................................................................ 22
2.5.4. Costo de oportunidad ........................................................................................ 25
2.5.5. El análisis costo Beneficio (ACB) ..................................................................... 28
2.6. Mercado de carbono.................................................................................................. 28
2.6.1. Tipos de mercado de carbono........................................................................... 30
2.6.2. Comercio de emisiones de gases de efecto invernadero ................................. 32
2.6.3. Ecuador y el mecanismo de desarrollo limpio ................................................ 34
2.6.4. Reducción de emisiones por deforestación y degradación de los bosques.... 35
2.7. Bosques nativos.......................................................................................................... 37
2.7.1. El rol de los bosques como sumideros de carbono.......................................... 37
2.7.2. Importancia de los bosques ante el cambio climático .................................... 38

XII
2.8. Especies de estudio .................................................................................................... 39
2.8.1. Especie Oreocallis grandiflora .......................................................................... 39
2.8.2. Especie Podocarpus sprucei............................................................................... 41
2.9. Fundamentación legal ............................................................................................... 43
2.9.1. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(CMNUCC) ........................................................................................................................ 43
2.9.2. El Protocolo de Kioto ........................................................................................ 43
2.9.3. Acuerdo de Paris ............................................................................................... 45
2.9.4. Constitución del Ecuador ................................................................................. 45
2.9.5. Texto Unificado de Legislación Secundaria del Medio Ambiente (TULSMA)
47
2.9.6. Ley de Gestión Ambiental ................................................................................ 47
2.9.7. Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre .......... 48
2.9.8. Plan Nacional del Buen Vivir (2013-2017) ...................................................... 49
2.9.9. Código orgánico del ambiente .......................................................................... 49
CAPITULO III: MATERIALES Y MÉTODOS.................................................................... 50
3.1. Levantamiento de especies............................................................................................ 50
3.1.1. Población de muestreo .............................................................................................. 50
3.2. Tipo de muestreo ....................................................................................................... 51
3.2.1 Muestreo aleatorio simple................................................................................. 51
3.3. Selección de las parcelas ........................................................................................... 52
3.3.1. Método de parcela cuadrada ............................................................................ 52
3.3.2. Parcelas permanentes. ...................................................................................... 52
3.3.3. Dimensiones de la parcela. ................................................................................ 53
3.4. Mensuración Forestal ................................................................................................... 56
3.4.1. Equipos y materiales usados en la mensuración forestal ............................... 56
3.4.2. Diámetro a la altura del pecho (DAP) ............................................................. 57
3.4.3. Altura del árbol ................................................................................................. 59
3.5. Valoración cuantitativa de las especies muestreadas. ............................................ 61
3.5.1. Área Basal .......................................................................................................... 61
3.5.2. Volumen de árbol en pie ................................................................................... 63
3.5.3. Biomasa Forestal ............................................................................................... 64
3.5.4. Cantidad de carbono ......................................................................................... 66
3.5.5. Parámetros estructurales del bosque ............................................................... 68
3.6. Carbono equivalente en el bosque y potencial de captura en años. ...................... 70
3.6.1. Tabla de rodal y existencia ............................................................................... 70

XIII
3.6.2. Regla de Sturges ................................................................................................ 73
3.7. Valor económico del CO2 capturado ....................................................................... 76
3.8. Escenarios por los cuales se obtendrán beneficios por el carbono equivalente ... 77
3.8.1. Escenario 1: Mercado voluntario..................................................................... 77
3.8.2. Escenario 2: Mercado de cumplimiento .......................................................... 77
3.8.3. Tipo de contrato utilizado para los escenarios................................................ 79
3.9. Proyección de ingresos y egresos del Bosque Protector Aguarongo, según las
especies de estudio. .................................................................................................................... 79
3.9.1. Ingresos .............................................................................................................. 79
3.9.2. Egresos ............................................................................................................... 80
3.10. Costo de oportunidad de cada especie en estudio ................................................... 85
3.11. Análisis Costo Beneficio (ACB) ................................................................................ 86
3.11.1. Inversión inicial (I0) ........................................................................................... 86
3.11.2. Valor actual neto (VAN) ................................................................................... 87
3.11.3. Tasa interna de retorno (TIR) .......................................................................... 88
3.11.4. Relación costo-beneficio (B/C) ......................................................................... 89
3.12. Análisis estadístico..................................................................................................... 90
3.12.1. Análisis de Correlación ..................................................................................... 90
3.13. Análisis descriptivo ................................................................................................... 91
3.13.1. Histogramas ....................................................................................................... 92
3.13.2. Barras de error .................................................................................................. 93
3.13.3. ANOVA .............................................................................................................. 93
CAPITULO IV: RESULTADOS Y ANÁLISIS ..................................................................... 94
4.1. Mensuración Forestal ............................................................................................... 94
4.1.1. Cálculo del diámetro a la altura del pecho (DAP) .......................................... 94
4.1.2. Altura del árbol en pie ...................................................................................... 95
4.2. Valoración cuantitativa de las especies muestreadas ............................................. 95
4.2.1. Estimación de Área basal ................................................................................. 95
4.2.2. Estimación del Volumen de los árboles en pie ................................................ 96
4.2.3. Estimación de Biomasa forestal ....................................................................... 97
4.2.4. Estimación de la cantidad de carbono ........................................................... 101
4.2.5. Estimación de los Parámetros estructurales de bosques.............................. 105
4.3. Cálculo de carbono equivalente en el bosque y potencial de captura en años ... 106
4.3.1. Obtención de Tabla de rodal y existencia ..................................................... 106
4.3.2. Aplicación de la Regla de Sturges .................................................................. 112

XIV
4.4. Cálculo de la valoración económica por especies muestreadas y por proyección
en todo el bosque. .................................................................................................................... 117
4.4.1. Valoración económica según las especies muestreadas. ............................... 117
4.4.2. Valoración económica proyectada en todo el bosque. .................................. 119
4.5. Cálculo de ingresos y egresos del Bosque Protector Aguarongo, según las especies
de estudio.................................................................................................................................. 120
4.5.1. Ingresos según escenarios propuestos............................................................ 120
4.5.2. Egresos generados en el Bosque Aguarongo por especie ............................. 121
4.6. Cálculo de Costo de oportunidad ........................................................................... 124
4.7. Análisis Costo-Beneficio del rendimiento de las especies de estudio .................. 125
4.7.1. Escenario 1: Mercado voluntario................................................................... 125
4.7.2. Escenario 2: Mercado de cumplimiento ........................................................ 126
4.8. Análisis estadístico................................................................................................... 126
4.8.1. Relación entre el DAP y altura total de la especie Oreocallis grandiflora .. 127
4.8.2. Relación entre el DAP y altura total de la especie Podocarpus Sprucei ...... 128
4.9. Análisis descriptivo ................................................................................................. 129
4.9.1. Histogramas ..................................................................................................... 129
4.9.2. Barras de error por parcela ........................................................................... 144
4.9.3. Barras de error por pisos altitudinales.......................................................... 157
4.9.4. Análisis de la varianza (ANOVA) .................................................................. 171
5. DISCUSIÓN..................................................................................................................... 182
6. CONCLUSIONES ........................................................................................................... 184
7. RECOMENDACIONES ................................................................................................. 186
8. BILIBLIOGRAFIA......................................................................................................... 188
9. ANEXOS .......................................................................................................................... 202
9.1. ANEXO 1 ................................................................................................................. 202
9.2. ANEXO 2 ................................................................................................................. 203
9.2 ANEXO 3 ................................................................................................................. 204
9.3 ANEXO 4 ................................................................................................................. 210
9.4 ANEXO 5 ................................................................................................................. 215
9.5. ANEXO 6 ................................................................................................................. 216
9.6. ANEXO 7 ................................................................................................................. 217
9.7. ANEXO 8 ................................................................................................................. 218

XV
INDICE DE FIGURAS
Figura 1: Mapa de ubicación del Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores............... 2
Figura 2: Efecto invernadero. Fuente: (D'Antoni, 2005) ............................................................ 4
Figura 3: Ciclo del carbono. Fuente: (Longoria, 2015) ............................................................ 12
Figura 4: Carbono en los ecosistemas forestales. Fuente: (Benjamin & Masera, 2001) .......... 13
Figura 5: Conjunto presupuestario. Fuente: (Maino & Rosa, 2011). ........................................ 27
Figura 6: Especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores. ............................................... 39
Figura 7: Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores. ............................................................... 41
Figura 8: Diseño de muestreo aleatorio simple. Fuente: (McRoberts, Tomppo, & Czaplewski,
2017) ........................................................................................................................................... 51
Figura 9: Delimitación de las parcelas. Fuente: Los Autores. .................................................. 53
Figura 10: Mapa de pisos altitudinales del Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores.
..................................................................................................................................................... 54
Figura 11: Medición del DAP. Fuente: (PGFC, 2015). ............................................................ 57
Figura 12: Diferencia entre CAP y DAP. Fuente: (Gutiérrez, Moreno, & Villota, 2013). ....... 58
Figura 13: Medición del DAP de la especie Podocarpus sprucei en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Los Autores. .............................................................................................. 59
Figura 14: Alturas del árbol. Fuente: (PGFC, 2015). ............................................................... 59
Figura 15: Ejemplo de medición con el Forestry Pro. Fuente: (FORTOP, 2015). ................... 60
Figura 16: Medición de la altura del árbol en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los
Autores. ....................................................................................................................................... 61
Figura 17: Formas de DAP. Fuente: (Juárez , 2014) ................................................................ 62
Figura 18: Factor de forma del fuste. Fuente: (Gutiérrez, Moreno, & Villota, 2013). ............. 64
Figura 19: Histograma del número de parcela vs CAER del Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 114
Figura 20: Histograma del número de parcela vs CAER del Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 115
Figura 21: Modelo de regresión lineal para egresos del año 2015 - 2018. Fuente: Los Autores.
................................................................................................................................................... 124
Figura 22: Relación entre DAP y altura de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 127
Figura 23: Relación entre el DAP y la altura de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 128
Figura 24: Histograma del DAP de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores. 130
Figura 25: Histograma de la altura total de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 131
Figura 26: Histograma del área basal de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 131
Figura 27: Histograma del volumen de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.
................................................................................................................................................... 132
Figura 28: Histograma de la biomasa forestal de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 132
Figura 29: Histograma del carbono total almacenado de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 133
Figura 30: Histograma del CO2 capturado de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 133
Figura 31: Histograma del DAP de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores. .... 134

XVI
Figura 32: Histograma de la altura total de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 135
Figura 33: Histograma de área basal de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores
................................................................................................................................................... 135
Figura 34: Histograma de volumen de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores. 136
Figura 35: Histograma de la biomasa forestal de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 136
Figura 36: Histograma de carbono total almacenado de la especie Podocarpus sprucei. Fuente:
Los Autores. .............................................................................................................................. 137
Figura 37: Histograma del CO2 capturado de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 138
Figura 38: Histograma del número de árboles/hectárea según la especie. Fuente: Los Autores.
................................................................................................................................................... 139
Figura 39: Histograma del área basal/hectárea según la especie. Fuente: Los Autores. ......... 139
Figura 40: Histograma del volumen/hectárea según la especie. Fuente: Los Autores............ 140
Figura 41: Histograma del número de árboles estimados por especie en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Los Autores. ............................................................................................ 141
Figura 42: Histograma del área basal estimada por especie en el Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 141
Figura 43: Histograma del volumen estimado por especie en el Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 142
Figura 44: CAER de las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque
Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores.............................................................................. 143
Figura 45: CO2 capturado equivalente de las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis
grandiflora en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores. .................................... 143
Figura 46: Barras de error del DAP por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente:
Los Autores. .............................................................................................................................. 144
Figura 47: Barras de error de la altura total por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 145
Figura 48: Barras de error del área basal por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 146
Figura 49: Barras de error del volumen por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 147
Figura 50: Barras de error de la biomasa por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 148
Figura 51: Barras de error del Carbono total almacenado por parcelas de la especie Oreocallis
grandiflora. Fuente: Los Autores. ............................................................................................ 149
Figura 52: Barras de error del CO2 capturado por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 150
Figura 53: Barras de error del DAP por parcela de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 151
Figura 54: Barras de error de la altura total por parcela de la especie Podocarpus sprucei.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 152
Figura 55: Barras de error del área basal por parcela de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente:
Los Autores. .............................................................................................................................. 153
Figura 56: Barras de error de volumen por parcela de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente:
Los Autores. .............................................................................................................................. 154
Figura 57: Barras de error de la Biomasa Forestal por parcela de la especie Podocarpus sprucei.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 155

XVII
Figura 58: Barras de error de la cantidad de carbono total almacenado por parcela de la especie
Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores. .............................................................................. 156
Figura 59: Barras de error del CO2 capturado por parcela de la especie Podocarpus sprucei.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 157
Figura 60: Barras de error del DAP por piso altitudinal de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 158
Figura 61: Barras de error de la altura total por piso altitudinal de la especie Oreocallis
grandiflora. Fuente: Los Autores ............................................................................................. 159
Figura 62: Barras de error del área basal por piso altitudinal de la especie Oreocallis
grandiflora. Fuente: Los Autores. ............................................................................................ 160
Figura 63: Barras de error del volumen por piso altitudinal de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 161
Figura 64: Barras de error de la biomasa forestal por piso altitudinal de la especie Oreocallis
grandiflora. Fuente: Los Autores. ............................................................................................ 162
Figura 65: Barras de error del Carbono Total almacenado por piso altitudinal de la especie
Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores. ........................................................................... 163
Figura 66: Barras de error del CO2 capturado por piso altitudinal de la especie Oreocallis
grandiflora. Fuente: Los Autores. ............................................................................................ 164
Figura 67: Barras de error del DAP por piso altitudinal de la especie Podocarpus sprucei.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 165
Figura 68: Barras de error de la altura total por piso altitudinal de la especie Podocarpus
sprucei. Fuente: Los Autores.................................................................................................... 166
Figura 69: Barras de error del área basal por piso altitudinal de la especie Podocarpus sprucei.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 167
Figura 70: Barras de error del volumen por piso altitudinal de la especie Podocarpus sprucei.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 168
Figura 71: Barras de error de la biomasa forestal por piso altitudinal de la especie Podocarpus
sprucei. Fuente: Los Autores.................................................................................................... 169
Figura 72: Barras de error del carbono total almacenado por piso altitudinal de la especie
Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores. ............................................................................... 170
Figura 73: Barras de error del CO2 capturado por piso altitudinal de la especie Podocarpus
Sprucei. Fuente: Los Autores. .................................................................................................. 171
Figura 74: Mapa de ubicación del Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores......... 202
Figura 75: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2015. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018. ...................................................................................................................... 210
Figura 76: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2016, parte 1. Fuente:
Consorcio Aguarongo, 2018. .................................................................................................... 211
Figura 77: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2016, parte 2. Fuente:
Consorcio Aguarongo, 2018. .................................................................................................... 212
Figura 78: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2017, parte 1. Fuente:
Consorcio Aguarongo, 2018. .................................................................................................... 213
Figura 79: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2017, parte 2. Fuente:
Consorcio Aguarongo, 2018. .................................................................................................... 214
Figura 80: Trabajo de campo en el Bosque Protector Aguarongo para recolección de datos.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 217
Figura 81: Exposición del tema "Valoración económica de la captura de carbono en las
especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector Aguarongo" en el
IV CIBB 2018, Guayaquil. Fuente: Los Autores. .................................................................... 218

XVIII
Figura 82: Certificado de participación en el IV CIBB 2018, con el tema "Valoración
económica de la captura de carbono en las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora
en el Bosque Protector Aguarongo" de los autores M. Vásquez, M. Morales. Fuente: IV CIBB
2018 ........................................................................................................................................... 219
Figura 83: Solicitud de envió del tema titulado "Valoración económica de la captura de carbono
en las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector Aguarongo"
para la Revista Internacional de Contaminación Ambiental. Fuente: Los Autores. ................ 220
Figura 84: Recepción del manuscrito " Valoración económica de la captura de carbono en las
especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector Aguarongo" en la
Revista Internacional de Contaminación Ambiental. Fuente: Los Autores. ............................ 221

XIX
INDICE DE TABLAS
Tabla 1: Coordenadas de los puntos de las parcelas muestreadas. Fuente: Los Autores. ......... 55
Tabla 2: Tabla de existencia y rodal. Fuente: (Cancino , 2012)................................................ 70
Tabla 3: Escenario 1: Entidades de Mercado Voluntario. Fuente: (Cargua, 2017).
Elaboración: Los Autores. ......................................................................................................... 77
Tabla 4: Escenario 2: Entidades de Mercado de Cumplimiento. Fuente: (ICAP, 2018).
Elaboración: Los Autores. ......................................................................................................... 78
Tabla 5: Gastos generales del año 2018 en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018 ......................................................................................................................... 80
Tabla 6: Gastos generados del año 2018 en el plan de manejo del Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Consorcio Aguarongo, 2018 ......................................................................................... 81
Tabla 7: Gastos generados del año 2018 para el programa de restauración ambiental. Fuente:
Consorcio Aguarongo, 2018 ....................................................................................................... 81
Tabla 8: Gastos generales del año 2015 en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018. ........................................................................................................................ 82
Tabla 9: Gastos generales del año 2016 en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018 ......................................................................................................................... 82
Tabla 10: Gastos generales del año 2017 en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018 ......................................................................................................................... 83
Tabla 11: Empresas de consulta y su precio de compra de la madera por viga. Fuente: Los
Autores. ....................................................................................................................................... 85
Tabla 12: Alturas totales máximas y mínimas de las especies en estudio muestreadas. Fuente:
Los Autores. ................................................................................................................................ 95
Tabla 13: Área basal de las especies de estudio. Fuente: Los Autores. .................................... 95
Tabla 14: Volumen de árboles en pie de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.
..................................................................................................................................................... 96
Tabla 15: Volumen de árboles en pie de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ....................................................................................................................................... 96
Tabla 16: Biomasa verde aérea de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores. ........ 97
Tabla 17: Biomasa verde aérea de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores. .... 97
Tabla 18: Biomasa verde radicular de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores. .. 98
Tabla 19: Biomasa verde radicular de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.
..................................................................................................................................................... 98
Tabla 20: Biomasa verde total de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores. ......... 99
Tabla 21: Biomasa verde total de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores. ..... 99
Tabla 22: Biomasa seca de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores................... 100
Tabla 23: Biomasa seca de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores............... 100
Tabla 24: Carbono aéreo total de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores. ........ 101
Tabla 25: Carbono aéreo total de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores. .... 102
Tabla 26: Carbono radicular de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores. .......... 102
Tabla 27: Carbono radicular de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores. ...... 103
Tabla 28: Carbono total de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores................... 103
Tabla 29: Carbono total de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores............... 104
Tabla 30: Captura de dióxido de carbono de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 104
Tabla 31: Captura de dióxido de carbono de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 105

XX
Tabla 32: Parámetros estructurales del Bosque Protector Aguarongo según la especie de
estudio. Fuente: los Autores. .................................................................................................... 105
Tabla 33: Tabla de rodal y existencia de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.
................................................................................................................................................... 106
Tabla 34: Tabla de rodal y existencia de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 106
Tabla 35: Número de árboles por hectárea de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 107
Tabla 36: Número de árboles por hectárea de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente:
Autores. ..................................................................................................................................... 108
Tabla 37: Área basal por hectárea de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores. . 109
Tabla 38: Área basal por hectárea de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores 109
Tabla 39: Volumen por hectáreas de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores. .. 110
Tabla 40: Volumen por hectáreas de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.
................................................................................................................................................... 111
Tabla 41: K de las especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.
................................................................................................................................................... 112
Tabla 42: Rango de las especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 112
Tabla 43: Longitud de las especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 112
Tabla 44: Tabla de frecuencia del volumen de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 112
Tabla 45: Tabla de frecuencia del volumen de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 113
Tabla 46: CAER del Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores. ........................................ 113
Tabla 47: CAER del Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores. ............................................ 114
Tabla 48: CO2 capturado equivalente de las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis
grandiflora. Fuente: Los Autores. ............................................................................................ 115
Tabla 49: Potencial de captura de carbono de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 116
Tabla 50: Potencial de captura de carbono de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 117
Tabla 51: Valoración económica de la especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei
muestreadas. Fuente: Los Autores. .......................................................................................... 118
Tabla 52: Valoración económica de la especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei en
el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores. ............................................................ 119
Tabla 53: Ingresos por CO2 capturado. Fuente: Los Autores. ................................................. 120
Tabla 54: Tabla resumen de egresos generados en 2018 por periodo, en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Consorcio Aguarongo. Elaboración: Los Autores................................. 121
Tabla 55: Tabla resumen de egresos generados en 2015 por periodo, en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Consorcio Aguarongo. Elaboración: Los Autores. ................................ 122
Tabla 56: Tabla resumen de egresos generados en 2016 por periodo, en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Consorcio Aguarongo. Elaboración: Los Autores................................. 122
Tabla 57: Tabla resumen de egresos generados en 2017 por periodo, en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Consorcio Aguarongo (2018). Elaboración: Los Autores. .................... 122
Tabla 58: Egresos proyectados desde el año 2019 hasta el año 2027. Fuente: Los Autores. . 124
Tabla 59: Costo de oportunidad de las especies en estudio. Fuente: Los Autores. ................. 124

XXI
Tabla 60: Correlación de Pearson del DAP y la altura de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 127
Tabla 61: Correlación de Pearson del DAP y la altura de la especie Podocarpus sprucei.
Fuente: Los Autores. ................................................................................................................ 129
Tabla 62: Análisis descriptivo de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores..... 172
Tabla 63: ANOVA de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores. ..................... 174
Tabla 64: Análisis descriptivo de las variables de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 177
Tabla 65: ANOVA de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores ......................... 179
Tabla 66: Componentes considerados para inversión inicial. Fuente: (Aguirre, Erazo, &
Granda, 2017) ............................................................................................................................ 203
Tabla 67: Datos de las especies Oreocallis grandiflora muestreadas en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Los Autores. ............................................................................................ 204
Tabla 68: Datos de las especies Podocarpus sprucei muestreadas en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Los Autores. ............................................................................................ 208
Tabla 69: Análisis costo-beneficio, según el Mercado voluntario: Carbonfund. Fuente: Los
Autores. ..................................................................................................................................... 215
Tabla 70: Análisis costo-beneficio, según el Mercado de cumplimiento: SENDECO2. Fuente:
Los Autores. .............................................................................................................................. 216

XXII
CAPITULO I: INTRODUCCIÓN

1.1. Problema

A través del tiempo, el clima presenta fluctuaciones de diferente duración por encima o

por debajo de lo normal, a lo que también se conoce como variabilidad climática por ser

una constante a lo largo de la historia de la tierra, ya que obedece a causas naturales y

actividades humanas (IDEAM - UNAL, 2018). Sin embargo en las últimas décadas se ha

notado alteraciones en el régimen climático que no han podido ser explicadas por la

variabilidad climática natural, lo que ha originado una gran preocupación en la comunidad

científica internacional, debido a que afirman que las alteraciones o cambios se deben

directamente a la influencia de las actividades de los seres humanos sobre el clima global;

específicamente al aumento de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), considerándolo

como la causa principal del cambio climático (López M. , 2013).

El cambio climático es el resultado de la variabilidad natural o de las actividades humanas

que produce cambios en el clima (SEMARNAT, 2010). Es un problema que está

afectando a nivel global, en el cual la actividad extractora de los bosques aporta al

incremento del mismo (Guerra, 2013). Por esta razón desde hace mucho tiempo, los

bosques han sido considerados en las negociaciones internacionales del cambio climático,

y de esta manera han ido ganando credibilidad gracias a las disputas que se han dado

sobre cómo realizar la medición de la cantidad de carbono capturado en los árboles así

como la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (Emanuelli,

Milla, & Torrealba, 2017); ya que tienen la capacidad de asimilar el carbono e

incorporarlo en su estructura mediante la fijación y su posterior almacenamiento en el

proceso de la fotosíntesis por lo cual los convierte en potenciales sumideros de carbono

y grandes aportadores a la reducción del cambio climático (Fernández & Yolima, 2017).

1
La captura de carbono ha demostrado que es un factor clave para reducir el calentamiento

global, gracias a que los árboles ayudan a reducir la cantidad de CO2 que llega a la

atmosfera y a su vez liberan O2, a pesar que todos los tipos de vegetación absorben CO2

los árboles son los más eficientes, pudiendo de esta manera tener un ambiente sano y

limpio (Velasco, 2013).

Es por ello que el trabajo de investigación sobre la captura de carbono de las especies

Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei en el Bosque Protector Aguarongo es muy

necesario, ya que al conocer su valor económico se podrá establecer su gran importancia

sin tener la necesidad de talarlo, manteniéndolo así como área protegida.

1.2. Delimitación del área de estudio

Figura 1: Mapa de ubicación del Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores.

El Bosque Protector Aguarango se encuentra ubicado en la provincia del Azuay, en las

parroquias Gualaceo, Jadán, San Juan, Santa Ana, San Bartolomé y Zhidmad (Figura 1);

la gran importancia que se le atribuye al bosque es por las 300 fuentes de agua, 60

humedales y además de proveer plantas medicinales. Cuenta con 2082 hectáreas

2
declarada en agosto de 1985 como Área de Vegetación Protectora, pero actualmente

presenta daños debido a la extracción de especies, tala o quema de árboles, incremento

de la frontera agrícola, etc (Delgado, 2013)

En el Anexo 1, se muestra el mapa de ubicación del Bosque Protector Aguarongo con

más detalle.

1.3. Objetivos

1.3.1. Objetivo General

 Determinar el valor económico de la captura de carbono en las especies nativas

Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector Aguarongo.

1.3.2. Objetivos Específicos

 Obtener información bibliográfica de las especies Podocarpus sprucei y

Oreocallis grandiflora para determinar el papel ambiental que cumplen en el

Bosque Protector Aguarongo.

 Realizar un inventario forestal de las especies de estudio para estimar la captura

de carbono y expresarla en términos monetarios.

 Analizar estadísticamente los resultados obtenidos del inventario forestal para

comparar la sostenibilidad y sustentabilidad de las especies en el Bosque Protector

Aguarongo.

CAPITULO II: MARCO TEÓRICO

2.1.Efecto invernadero

El efecto invernadero es un fenómeno mediante el cual la atmósfera de la Tierra se

calienta (Caballero, Lozano, & Ortega, 2007), este nombre proviene del parecido con las

estructuras que se construyen para cultivar a las plantas en un ambiente más cálido que el

3
exterior, ya que el techo de un invernadero tiene la misma característica de dejar entrar la

radiación solar y bloquear la generada en su interior (Martinez & Fernandez, 2004).

El efecto invernadero ha existido en la Tierra desde que apareció en este el agua en estado

líquido, siendo el principal gas de efecto invernadero el vapor de agua, con el que

conjuntamente con otros gases como el dióxido de carbono y el oxígeno produjeron un

ambiente adecuado para el desarrollo de la vida, ya que sin este la temperatura de la Tierra

sería de -18ºC (Raynal-Villaseñor, 2011).

Figura 2: Efecto invernadero. Fuente: (D'Antoni, 2005)

2.1.1. Efecto Invernadero Natural y Antropogénico.

Según ANAM (2000), el Sol es la fuente de calor de la Tierra, cuando una superficie es

alcanzada por la radiación solar, esta se da en forma de luz visible, y una parte llega a la

superficie de la Tierra siendo reflejada al espacio por los cuerpos de agua, capas de hielo;

y la otra parte absorbida por la atmósfera y reflejada por las nubes. Ciertos gases en la

atmósfera tienen la capacidad de absorber esta energía y calentar la atmósfera baja,

estando entre estos gases el vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso;

este proceso es llamado efecto invernadero natural responsable que la temperatura media

del planeta sea de 30ºC, lo cual permite que la vida sea posible. Con la Revolución

4
Industrial y en los comienzos del siglo XX, las actividades que ha generado el hombre

dieron como resultado emisiones antropogénicas aumentando estos gases en la atmósfera,

actividades como el uso de combustibles fósiles, cambio de uso de suelo, agricultura,

deforestación, los cuales han contribuido a calentar la baja atmósfera y la superficie

terrestre generándose el efecto invernadero antropogénico.

2.1.2. Gases de efecto invernadero

Los gases de efecto invernadero son aquellos que absorben y emiten las radiaciones

infrarrojas o de onda larga en la atmósfera siendo el llamado efecto invernadero. De la

luz del sol que cae sobre la superficie de la tierra aproximadamente el 40% se vuelve a

irradiar hacia la atmósfera en forma de radiaciones de onda larga y el 75% de esta energía

de onda larga es absorbida por los gases de efecto invernadero (Correa, 2016).

Los gases de efecto invernadero de mayor importancia en la atmósfera son el metano,

dióxido de carbono, vapor de agua, ozono y el óxido nitroso; pero también existen una

gran diversidad de gases antropogénicos como son los halocarbonos, hidrofluorocarbonos

y los perfluorocarbonos (IDEAM, 2007).

 Metano

El metano en la atmósfera se le considera como un gas de efecto invernadero, siendo uno

de los más influyentes en el calentamiento global, ya que este tiene una potencia 28 a 32

veces mayor que el dióxido de carbono; existe dos fuentes de metano más conocidas, las

biogénicas relacionadas con la degradación de la materia orgánica y las termogénicas

cuando el metano se encuentra en los combustibles fósiles (Manrique, 2013).

Según PNUMA (2006), el metano genera el 20% de las emisiones de gases de efecto

invernadero; sin embargo, este tiene un tiempo de vida de aproximadamente 12 años en

comparación con el dióxido de carbono que persiste un tiempo más largo.


5
La mayor parte del metano existente, es distribuido en la troposfera por los radicales OH

mediante un mecanismo natural y en realidad solo permanece en la atmósfera el 10% de

las emisiones, el contenido preindustrial de las concentraciones de metano en la atmósfera

es cercano a 700 ppb en volumen, con oscilaciones naturales del 15% alrededor de la

media y este valor se ha duplicado en los últimos 200 años (Alemán, 2005).

La OMM (2014), detalla que aproximadamente el 40% de metano que se emite a la

atmósfera proviene de fuentes naturales como humedales y el 60% es emitido por fuentes

antropogénicas como la ganadería. La tasa de producción de metano disminuyó 13 ppb

desde 1999 a 2006, pero desde el 2007 este se incrementó debido al aumento en latitudes

medias y tropicales del hemisferio norte.

 Vapor de agua

El vapor de agua es un gas de efecto invernadero de gran importancia y además es el

menos controlado por el ser humano; este gas atraviesa la atmósfera en ciclos rápidos

subsistiendo aproximadamente de 1 a 8 días, en comparación con los otros gases de efecto

invernadero, los cuales están asociados a la influencia de otras emisiones como quema de

combustibles, deforestación y la producción agrícola (Echeverri, 2006).

Según Gutiérrez (2003), al vapor de agua no se le incluye en los inventarios de gases de

efecto invernadero, y tampoco se generan medidas de control, ya que su origen es natural,

sin embargo, este gas produce un calentamiento de unos 20ºC aumentado la evaporación.

 Ozono

El Ozono es uno de los gases de efecto invernadero, que se encuentra formando la capa

estratosférica planetaria, la cual en los últimos años se ha reducido notablemente. Por otro

6
lado el ozono es un contaminante de las ciudades que se encuentra concentrado en los

niveles bajos de la atmósfera llamado ozono troposférico, es por esto que ha existido

disminuciones del ozono estratosférico y aumento del ozono troposférico siendo estos

fenómenos antropogénicos perjudiciales para la salud (Martinez & Fernandez, 2004).

En niveles bajos el ozono se genera de manera principal por las emisiones de las industrias

o del tráfico mediante la reacción de moléculas de carbono o nitrógeno con la luz solar,

contribuyendo a la formación del smog, por esta razón se le considera el tercer gas de

efecto invernadero más importante luego del dióxido de carbono y el metano (Caballero,

Lozano, & Ortega, 2007).

 Óxido Nitroso

El Óxido Nitroso es un gas de efecto invernadero producido principalmente por la

agricultura en los suelos mediante procesos de nitrificación o desnitrificación, siendo un

producto derivado de la nitrificación en las células microbianas del suelo y un producto

intermedio en la reacción de desnitrificación (Luque, 2015).

Garzón & Cárdenas (2013), mencionan que las concentraciones de óxido nitroso en el

ambiente aumentaron desde el período preindustrial hasta el año 2007 pasando de 270 a

315 partes por billón (ppb). Las moléculas del óxido de nitroso poseen un potencial de

calentamiento de 298 veces más que un dióxido de carbono lo cual está estimado en un

periodo de 100 años.

Por otro lado, Uriarte (2003) indica que el desarrollo agrícola es la principal causa de su

incremento en los últimos siglos, de aproximadamente 0,2 ppm a 0,3 ppm, y que el

incremento comienza desde 1750 hasta el 2004, siendo su vida media en la atmósfera de

unos 120 años y sus cambios son lentos.

 Halocarbonos
7
Los halocarbonos son gases de efecto invernadero que contienen bromo, flúor, cloro; en

su totalidad son sustancias químicas que fueron originadas de manera antropogénica.

Existen halocarbonos intervenidos por el Protocolo de Kioto los cuales son

hidrofluorocarbonos y los perfluorocarbonos (Cuatecontzi & Gasca, 2004).

Vila, Monclús, Álvarez, & Morató (2011), señala que aunque la concentración

atmosférica de los halocarbonos no es de gran influencia en el efecto invernadero, es muy

importante ya que es aproximadamente de 3500 a 7200 veces más que el dióxido de

carbono por lo cual aportan el 14% del forzamiento radiactivo de todos los gases del

efecto invernadero.

2.1.3. El efecto invernadero en América Latina y a nivel mundial

Herrán (2012), indica que las emisiones de los gases de efecto invernadero han causado

el incremento de la temperatura aproximadamente 1ºC el último siglo, lo que ha originado

que aumente 17 cm el nivel del mar. La primordial contribución de América Latina al

cambio climático está dado por la degradación del suelo y la deforestación, pero cabe

recalcar que los países pertenecientes a América Latina tienen una contribución

intermedia en las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, sin embargo,

estos países presentan tasas de emisiones de dióxido de carbono mayores al promedio

establecido para los países que se encuentran en el Protocolo de Kioto.

2.1.4. Impactos futuros del efecto invernadero

Costa (2007), indica que según el IPCC si se detuvieran las emisiones de todos los gases

de efecto invernadero el planeta Tierra seguiría calentándose hasta casi medio centígrado

más en los próximos años, debido a que los gases ya emitidos siguen actuando en la

atmósfera, por lo que detenerlo es casi imposible. De esta manera es de gran importancia

realizar controles sobre la emisión de los gases de efecto invernadero ya que para el año

8
2100 la temperatura podrá aumentar hasta 3,5º y el nivel del mar subir hasta 60

centímetros.

2.2.Cambio climático

El clima del planeta se determina a partir de la masa total que este representa, la distancia

respecto al sol con la que se encuentra y la composición de su atmósfera; además de la

presencia en la atmósfera de mínimas cantidades de vapor de agua, CO2 y otros gases que

ayudan a la absorción de una parte significativa de las radiaciones térmicas de la

superficie terrestre (Bazzaz, 1996). Sin embargo el aumento de los gases invernaderos

emitidos hacia la atmósfera, provocan el calentamiento global que a su vez inciden sobre

los patrones de precipitación y temperatura, al igual que de la frecuencia de eventos

climáticos extremos, dando lugar a lo que hoy se conoce como “cambio climático”

(González, et al., 2003).

De acuerdo a Yepes (2012) la alteración acelerada en el clima a nivel local, regional y

mundial se ha visto aventajada, debido a que la influencia directa e indirecta de las

actividades diarias de los seres humanos, han conseguido modificar procesos naturales.

En donde varios eventos climáticos de gran impacto ha tocado todos los niveles sociales,

incluso haciendo más vulnerable a una cierta parte de la población, manifestando que las

medidas tomadas hasta el momento no son suficientes.

El cambio climático no es solo una evidencia del proceso de cambio en el planeta, también

es la evidencia de la irresponsabilidad humana, y la CMNUCC (1992) define al cambio

climático como la variabilidad en el clima, originada por causas específicamente

antropogénicas.

Según Capdevila, Zilletti , & Suárez (2011), el cambio climático es un fenómeno que

forma parte de la historia del planeta, ya que ha estado sometido a varios cambios en los

9
procesos de glaciación y de periodos interglaciares producidos por variabilidades

naturales a lo largo del tiempo. En los informes del Panel Intergubernamental para el

Cambio Climático (IPCC), se define al cambio climático como todo cambio en el clima,

ya sea debido a la variabilidad natural o como resultado de la actividad humana (IPCC,

2007).

2.2.1. Consecuencias del cambio climático

En los últimos años, varios estudios han revelado que el clima mundial ha sido inusual,

puesto que el incremento de la frecuencia e intensidad de los fenómeno extremos de

variabilidad climática en el mundo han sido más notorios (García, Piñeros, Bernal, &

Ardila, 2012). Además de que la temperatura media mundial ha aumentado medio grado

centígrado a inicios de este siglo, debido a que la concentración de gases de invernadero

se convirtió en el factor principal de variabilidad climática desde el siglo XX (Erickson,

Echaniz, & Arce, 1992)

Según Useros (2012) se han producido cambios innegables en el clima, que se han

manifestado mediante múltiples observaciones en un incremento de la temperatura, en el

calentamiento del mar, en el aumento del nivel del mar, en el deshielo y reducción de las

capas polares, así como variaciones de las precipitaciones y fenómenos meteorológicos

extremos, entre otros.

2.3.Dióxido de carbono

El IPCC (2001), define al dióxido de carbono como un gas que se genera de forma natural

y también por la combustión de combustibles fósiles, procesos industriales y el uso de la

tierra.

El dióxido de carbono es un gas inerte producido como un subproducto de ciertos

procesos de combustión, llamado comúnmente como gas invernadero ya que aporta al


10
calentamiento global. Hace unos 500 años se daban procesos naturales en la Tierra se

emanaba aproximadamente 210 mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la

atmósfera pero al mismo tiempo los bosques cada año podían absorber hasta un 6% de

CO2, con el pasar del tiempo desde el siglo XVII debido a las actividades generadas por

el hombre se han producido alrededor de 6,500 millones de toneladas cada año con

crecimientos anuales de 3% con disminuciones de áreas verdes por lo cual se ha

comenzado a generar el doble de dióxido de carbono de lo que es capaz de absorber la

biósfera (Medina, 2010).

Según SEMARNAT (2010), las emisiones de dióxido de carbono se han incrementado

conjuntamente con el uso de los combustibles fósiles, debido a que entre los años 1971 y

2005 las emisiones de combustibles fósiles creció un 90%, al igual que las emisiones de

CO2 ya que aumentaron hasta 27 mil millones de toneladas. En el año 2005 los países que

más generaron dióxido de carbono fueron China, Estados Unidos, Rusia, Japón y

resaltaron que el que menos emitió fue México.

Connolly & Corea (2007), mencionan que la deforestación contribuye a que se aumenten

las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera mediante dos formas:

promoviendo la liberación de dióxido de carbono mediante la quema y descomposición

de la biomasa; y con la disminución de la cobertura vegetal, la cual es capaz de fijar

carbono atmosférico.

2.3.1. El ciclo del Carbono

11
Figura 3: Ciclo del carbono. Fuente: (Longoria, 2015)

El carbono en la Tierra se acumula en 5 grandes compartimientos: atmósfera, océanos,

reservas geológicas, biomasa de manera general y en los suelos (Gallardo, 2007); este

elemento se mezcla con azufre, fósforo, nitrógeno, oxígeno para de esta manera construir

las moléculas que son indispensables para el desarrollo de la vida. El movimiento del

carbono se da a varias escalas que van desde el nivel molecular mediante el cual el

carbono se une al oxígeno y forma el dióxido de carbono (Martinez & Fernandez, 2004).

2.3.2. El carbono en los ecosistemas forestales

Una vez que el dióxido de carbono atmosférico es asociado a la fotosíntesis de las plantas,

este comienza a participar en el proceso de formación de materias primas como la glucosa

para poder desarrollar estructuras para que el árbol pueda crecer tanto en su altura como

su grosor, mediante este proceso en el cual el carbono está constituyendo alguna

estructura del árbol hasta que es reemitido; se puede decir, que se encuentra almacenado,

y en el momento que es liberado, el carbono fluye y regresa a su ciclo (Benjamin &

Masera, 2001).

12
Figura 4: Carbono en los ecosistemas forestales. Fuente: (Benjamin & Masera, 2001)

Pardos (2010), menciona que en un inventario forestal realizado por el Panel

Intergubernamental del Cambio Climático, se distinguieron 5 lugares en los bosques que

poseen carbono como son: la biomasa subterránea, biomasa aérea, madera muerta,

hojarasca, mantillo y materia orgánica. El contenido de carbono de los bosques es el

mayor existente en los ecosistemas terrestres estimado en 1.640 pg de carbono siendo

equivalente al 220% de carbono atmosférico, dependiendo el secuestro del carbono en los

ecosistemas forestales del contenido inicial del carbono orgánico, edad rodal y las tasas

de crecimiento.

Según Cherrington, et al, (2011), los cuales realizaron un estudio sobre la estructura de

los bosques en la zona tropical de América Latina y el Caribe pronosticaron que para el

año 2080 las reservas forestales de carbono de la región disminuirán 16,4% como

consecuencia del cambio climático sin tomar en cuenta la deforestación la cual disminuirá

aún más las reservas de carbono.

13
2.3.3. Carbono en América Latina y el Caribe

CAF (2014), indica que en América Latina y el Caribe se encuentra almacenado en la

biomasa forestal 104 gigatoneladas de carbono, también menciona que los 5 países con

mayor área de bosque en la región son Venezuela, Brasil, Colombia, Bolivia, Perú; los

cuales representan el 84% de bosque.

2.3.3.1.Carbono en el Ecuador

Mogrovejo (2017), menciona que el Ecuador tiene una emisión anual de gases de efecto

invernadero aproximada de 80 millones de toneladas de carbono, generadas en sectores

como la energía, agricultura, residuos y procesos industriales; pero se debe recalcar que

las emisiones de estos gases en relación con las emisiones globales es de 0.16% siendo

un porcentaje bajo, pero de igual manera es preocupante ya que se evidencia que el

cambio climático está afectando el país con temperaturas y precipitaciones fuera de lo

común.

2.3.4. Proyectos forestales para mitigar las emisiones de carbono

La preocupación mundial por la emisión de gases de efecto invernadero en especial del

CO2, considerado uno de los gases más importantes que ha aumentado significativamente.

A raíz del Protocolo de Kioto realizado en 1997, se plantearon una serie de opciones para

mitigar este problema ya sea a través de creaciones tecnológicas en los procesos de

producción o con la reducción del uso de emisores de dióxido de carbono. Además de

esto se fomentó el mantenimiento de los bosques para de esta manera aumentar las fuentes

de captura de carbono; existen 3 razones fundamentales para considerar proyectos en la

mitigación del cambio climático como son: por el proceso de fotosíntesis de las plantas

ya que capturan dióxido de carbono de la atmósfera fijándolo en sus células como

14
carbono, por una ventaja económica frente a mejoras tecnológicas y por la contribución

a la conservación y uso sostenible de los bosques (Gayoso & Schlegel, 2001).

2.4. Sistema económico global

De acuerdo a Acosta (2002), la economía neoclásica se sostiene en una igualdad de

oportunidades entre todos los involucrados, pero excluye factores ajenos como la

desigualdad del poder. Deja a un lado la acumulación del capital, el aumento del consumo,

el desgaste continuo de la naturaleza de manera gratuita, sin contar que todo esto lleva a

la destrucción del equilibrio ecológico y con su desgaste gratuito de la naturaleza, llevan

a la destrucción del equilibrio ecológico. Este pensamiento neoliberal no da respuestas

para grandes problemas que se dan en la actualidad; es decir, la desigualdad en la sociedad

y sobre todo la crisis ecología por la explotación de recursos, a nivel local, nacional y

global.

El medio ambiente es uno de los recursos más explotados en los que la contaminación ha

generado consecuencias graves, una solución es gravar las emisiones de carbono para

poder recaudar cantidades importantes de dinero mejorando la economía de los países,

obligando a las empresas que producen más emisiones de carbono paguen sus costos de

contaminación esto hará que la economía sea más eficiente pudiendo de esta manera

avanzar hacia la reducción de la desigualdad y el regreso a una economía posguerra

(Stiglitz J. , 2015).

La explotación masiva del ambiente es causado por la globalización y el crecimiento

económico incontrolado por una búsqueda constante de competitividad, generan un

deterioro irreversible del equilibrio ambiental amenazando con generar un verdadero

desastre ecológico, por lo cual América Latina se enfrenta a la exclusión social, la

15
distancia entre el estado con la sociedad y de manera principal el deterioro acelerado del

ambiente (Castells, 1999) .

Según Londoño (2006), en estos últimos años gran parte de los recursos naturales que se

ven involucrados en procesos de producción y no están gobernados por reglas definidas;

conocidos también como bienes de propiedad común. Además, es preocupante la

situación de estos, ya que no son valorados en el coste final del producto, tales como:

 La sobreexplotación, que disminuye considerablemente los recursos, impidiendo

su uso a las futuras generaciones o su aprovechamiento en otras

implementaciones.

 La influencia que generan las emisiones y residuos de los recursos sobre el

ecosistema y, por ende, el incremento de los problemas en el ambiente.

Esto genera una sobreexplotación de los recursos naturales y una dinámica de

externalidades económicas, lo que se conoce como fallo de mercado.

2.5. Economía Ambiental

La Economía Ambiental o EA se enfoca en dos parámetros, tales como: el problema que

causan las externalidades y la asignación intergeneracional óptima que presentan los

recursos agotables (Aguilera & Alcántara, 1994).

La EA incorpora a su escuela del pensamiento económico al medio ambiente, pero

igualmente basada en mismos conceptos y presupuestos de la teoría neoclásica, la cual se

concentra en el análisis de la escasez y en donde los bienes son valorados según su

abundancia y rareza. Por tanto el medio ambiente a través del tiempo, va tomando un

puesto muy importante, debido a que muchos recursos naturales comienzan a escasear y

presentan panoramas de agotamiento previsibles (Cobo Villa, 2002).

16
Aguilera & Alcántara (1994), mencionan que de acuerdo a varios paradigmas, Pigou y

Coase sientan bases importantes para superar divergencias de la economía ambiental;

debido a que dichos autores generan controversias sobre cómo resolver las externalidades.

Según Pigou (1920), en su obra de La Economía del Bienestar, menciona que corregir las

externalidades consiste en que cuando no hay relaciones pactadas entre el causante y los

afectados por la externalidad, el Estado, si así lo desea, puede “impulsar o restringir de

un modo extraordinario las inversiones en dichas actividades. Las formas más conocidas

para impulsar y restringir las inversiones pueden revestir carácter de primas o impuestos”.

Sin embargo Coase (1960), en su obra de El problema del Coste Social, señala que las

conclusiones derivadas del tratamiento de Pigou sobre externalidades conducen a los

economistas a tres opciones: a) que los daños ocasionados por la empresa, tiene que

responder la misma, b) la empresa tiene que pagar un impuesto en relación a los daños

ocasionados y c) apartar a la empresa de los distritos residenciales.

En los últimos años se ha forjado una mayor preocupación por temas relacionados con la

actividad económica y el ambiente, debido a que dicha actividad ocasiona una demanda

creciente de activos ambientales y de recursos naturales, por el uso excesivo de los

mismos, generando un impacto negativo en la calidad del medio por la producción de

bienes y servicios (Escalante & Catalán, 2005).

2.5.1. Valoración económica ambiental

Según Azqueta (1994), la valoración económica ambiental puede definirse de manera

formal como “un conjunto de técnicas y métodos, que permiten medir las expectativas de

beneficios y costos derivados de algunas acciones tales como: uso de un activo ambiental,

17
realización de una mejora ambiental, generación de un daño ambiental, entre otros”. De

esta manera procura conseguir un cálculo monetario de las pérdidas o ganancias de

bienestar o utilidad, que una persona o un grupo de personas experimenta, gracias a una

mejora o daño de un activo ambiental accesible para los mismos (Raffo, 2015).

El valor económico asignado a los recursos naturales es un elemento fundamental para el

buen manejo de los mismos, dado que el conocimiento de su valor real permite ubicar a

dichos recursos en una escala de importancia, que dará a conocer la primacía para su uso,

consumo presente y futuro, desde un punto de vista de las personas en general y de los

gobiernos (Sarmiento M. , 2004).

2.5.2. Métodos de valoración económica ambiental

Para medir los beneficios económicos y sus costos ambientales se realizan dos enfoques

los métodos directos e indirectos:

2.5.2.1. Métodos directos

Cargua (2017), indicó que este método se basa en la medición de los beneficios y costos

ambientales según su valor monetario en mercados sustitutos o técnicas experimentales.

El mercado sustituto trata sobre en el cual los bienes de producción son transados de

manera que las pérdidas o ganancias son atributos de estos bienes y el de tecinas

experimentales trata sobre un mercado con valoraciones hipotéticas de los bienes dentro

de esta existen otros métodos como:

 Método de precio de mercado: este método trata sobre el valor de cambio que

tienen los servicios de los ecosistemas cuando estos son comercializados,

aplicándose de manera principal a la producción pero también a funciones de

información y regulación, empleándose a partir de la ley de la oferta y la demanda;

18
es un método sencillo e inusual para lo cual se debe tomar en cuenta que aunque

el bien se intercambie en un mercado su precio no tiene que corresponder a su

valor marginal (Martínez R. R., 2016).

 Método de precios hedónicos: este método fue desarrollado en el año de 1966,

el cual trato de definir las características del mismo basándose en la utilidad de

los bienes según sus atributos, pudiendo ser estos de carácter ambiental y estar

relacionados a un bien que se puede medir en el mercado, existiendo discrepancias

en el año de su desarrollo ya que también se ha mencionado que este se dio en el

año de 1939; siendo el planteamiento elemental del mismo que el precio del bien

este en función de determinados atributos o características consistiendo en

desglosar el precio de un bien según sus características las cuales son implícitas

tomando en cuenta varias consideraciones (Sarmiento M. A., 2003).

Este método trata de estimar por medio de técnicas econométricas el valor de un

servicio ambiental a partir de la influencia que este ejerce en el mercado de un

bien complejo, el supuesto de este es que los bienes que se comercian poseen un

conjunto de características y atributos que no pueden obtenerse por separado ya

que no se dan en un mercado independiente (Penna, de Prada, & Cristeche, 2010).

 Método de productividad: este método está enfocado en valorar los cambios

negativos o positivos que se generan en la producción de las actividades

económicas, lo cual se da como consecuencia del funcionamiento de proyectos de

desarrollo, pudiendo estos ser valorados usando precios de mercado

convencionales que ya existían siguiendo los siguientes pasos:

1. Identificar los cambios en la productividad que pueden darse en un

proyecto en una cierta área de influencia o fuera de ella.

19
2. Evaluar los cambios generados en la productividad, tomando en cuenta

como era el lugar antes de la ejecución del proyecto y después de su

implementación.

3. Detallar los criterios tales como tiempo o precios así como cualquier

variable que pueda afectar los resultados deseados (Zambrano, 2008).

 Método de costo de viaje: este método es el más antiguo, encontrándose su

origen en Estados Unidos en el año de 1947, el cual se usa para valorar espacios

que son de carácter ambiental, aunque el precio de entrada siempre es cero, el

coste de acceso es superior a cero ya que aquí también se incluyen los gastos de

desplazamiento; este se fundamenta en la teoría del consumidor en la que se asume

que los individuos hacen el mejor uso de los recursos y las oportunidades para de

esta manera poder satisfacer sus necesidades (Micaló & Farreras, 2004). De

acuerdo a Salazar (1997), los problemas de este método radican en que:

1. La medición del costo de acceso al lugar, tiempo de viaje y viajes

multipropósito.

2. La elección de cierta variable dependiente.

3. La decisión de incluir o no el precio de los bienes complementarios y

sustitutivos.

4. Los problemas econométricos generados por la demanda.

 Método de valoración contingente: este método es usado para valorar los

beneficios que genera una mejora ambiental según la cantidad monetaria que los

beneficios potenciales de la mejora están dispuestos a pagar por ella (DAP), o de

igual manera la valoración de los costos generados por los daños ambientales

según la cantidad de dinero que los perjudicados podrían aceptar como

compensación (DAA) por la pérdida ambiental. Para ello se usa el mercado

20
hipotético, en donde los encuestados puedan expresar su DAA o DAP ante

cambios existentes en los recursos ambientales, que consiste en simular mediante

escenarios hipotéticos un mercado para un bien o un conjunto de bienes. Mediante

esto se puede calcular la probabilidad de obtener una respuesta positiva o negativa

ante una pregunta sobre la disponibilidad de pago para obtener una mejora

ambiental, la cual depende de los atributos socioeconómicos del encuestado como

de los de calidad y cantidad del bien ambiental que se les ofrece (Osorio & Correa,

2009).

2.5.2.2. Métodos indirectos

Cargua (2017), mencionan que este método se basa en no determinar un DAP por un

servicio o bien ambiental, sino emplear la relación existente entre un servicio, daño o bien

ambiental para que de esta manera se muestre una preferencia para el efecto aplicado

existiendo los siguientes modelos:

 Método de costos de reemplazo: este método se basa en la suposición de que es

posible predecir la extensión del efecto ambiental negativo o el recurso ambiental

que fue dañado, pudiendo ser estimados o medidos usando como referencia el

beneficio generado por la utilización de ciertas medidas de prevención para que

el daño no ocurra; este método parte de la premisa de que la amplitud del daño

puede ser calculado a través de estimaciones las cuales se detallan antes de que el

daño ocurra, este método teniendo como ventajas:

- Los resultados obtenidos con su aplicación son usados para la toma de

decisiones respecto a si dejar que el daño ocurra o poder reemplazar el

activo ambiental para dejar que no suceda.

21
- Este se puede complementar con el método de cambio de productividad

para la observación previo a cambios en la producción de recursos en el

caso que no se dé el reemplazo.

- Es útil y eficiente en la predicción de costos en las contaminaciones

(Zambrano, 2008).

 Método de costos evitados: este método es usado cuando el bien ambiental y el

bien de mercado con sustitutivos; sin embargo, no es muy utilizado para la

valoración de los recursos naturales sino para los efectos que estos causan sobre

los seres vivos (Linares & Romero, 2015). Sarmiento (2003), considera que es de

gran valor tener en cuenta en este método, ya que es la situación del productor con

el mercado frente a esta situación se ha considerado al productor como precio

aceptante tanto en el mercado de productos como en el de factores de producción

y que no exista una reacción frente a lo que ocurre pero esto no siempre es así

debido a:

a) Puede darse la situación en la que la zona que se encuentra afectada por la

mejora sea importante para que los cambios dados repercutan en los

precios finales de venta, el beneficio se repartiría entre los habitantes los

cuales se enfrentaran a precios más bajos.

b) Se debe llegar a la suposición de que permanece constante la cantidad y

composición de productos, pero en la mayoría de los casos el productor

podría tomar actitudes a la defensiva las que a su vez pueden ser de dos

tipos por un lado referidas a la producción y por otro el incremento del uso

de elementos.

2.5.3. Servicios ambientales

22
Se define a los servicios ambientales como aquellos que prestan los ecosistemas, recursos,

biodiversidad y los componentes de la naturaleza, ya sea con o sin intervención

antropogénica que tienen una buena funcionalidad en el ambiente, dando paso a la vida

sobre el planeta (Rojas, 2013).

De acuerdo a Martínez, Villatoro, Granadino , & Flores (2004) los servicios ambientales

no se transforman en un sistema de producción o procesos de uso. Estos servicios

incluyen: la polinización de cultivos y vegetación natural, el sustento de una alta

diversidad de culturas humanas, el control biológico de gran parte de las plagas de

cultivos, la purificación de agua y aire, el esparcimiento de semillas y transporte de

nutrientes, etc. Los ecosistemas seguirán ofreciendo estos servicios solo si se mantiene

las condiciones que les permitan funcionar correctamente (INECOL, 2015).

2.5.3.1.Servicios ambientales de los bosques

Los servicios ambientales de los bosques, son beneficios que las personas obtienen a

través de los ecosistemas forestales existentes, ya sea naturalmente o por el manejo

sustentable que se realiza, a nivel local, regional o mundial; dichos servicios influyen

directamente al mantenimiento de la vida puesto que la subsistencia y el desarrollo de la

sociedad dependen del buen manejo de los recursos naturales. Es por ello que es de gran

importancia una valoración justa de los ecosistemas y los servicios ambientales que estos

brindan (CONAFOR, 2015).

2.5.3.2.Compensación por servicios ambientales

La compensación por servicios ambientales es una transacción económica, que cuando

sucede en la realidad solo puede asumir que existe cuando se ve envuelta de manera

23
jurídica, donde se exprese de la manera más idónea en tanto relación creditor - debitor,

siendo este un factor clave para que exista un cumplimiento de términos (Andaluz, 2009)

En la última década, los servicios ambientales se muestran como la nueva frontera en el

intento de captación de renta forestal que ayudaba mantener a los bosques ante otros usos.

Sin embargo el pago por servicios ambientales de bosques no necesariamente tiene que

estar relacionado directamente con la existencia de un mercado para estos (Ruiz, García,

& Sayer, 2007).

2.5.3.3.Bienes y servicios ambientales.

Se considera bienes y servicios ambientales a los productos o servicios de la naturaleza

que responden a una pretensión o demanda de cierto grupo de personas, que ocasionan

las diferentes posibilidades de uso directo o indirecto, sin dañar el progreso sostenible de

las condiciones del medio ambiente (Martínez, Villatoro, Granadino , & Flores, 2004).

2.5.3.4. Métodos de valoración económica por servicios ambientales

Valor de uso: son aquellos que tienen un uso activo presente, ya sea en el mercado o al

margen de éste, puede darse en tres categorías (Sajurjo, 2001):

 Valor de uso directo: Son aquellos que tienen un fundamento teórico más sólido,

debido a que son valores de bienes y servicios reconocidos de manera inmediata

por el consumo de los componentes o funciones de los ecosistemas (Feijoó , Boza,

Tachong, & Cobo, 2016).

 Valor de uso indirecto: Se refieren explícitamente a beneficios que son participes

la sociedad mediante o a través de los servicios de los ecosistemas y de las

funciones del hábitat, no requiere de un acceso físico directo de las personas al

24
recurso natural, pero sí de la existencia del recurso en condiciones apropiadas (La

Chira , 2016).

 Valor de opción: se refiere al bienestar que obtienen las personas por cuando

preservan la oportunidad de utilizar bienes y servicios del ecosistema en un futuro,

permitiendo la garantía de que se contara con un recurso que se podrá usar

(Cristeche & Penna, 2008).

Valores de no uso: se refieren a aquellos valores específicos de la naturaleza que

provienen del conocimiento que se tiene de un recurso aún si no se pretende hacer uso del

mismo de forma directa o indirecta (Stolk, Verweij, Stuip, Baker, & Oosterberg, 2006).

 Valores de legado: representan el pago aprovechable para las generaciones

futuras y de esta manera puedan hacer uso o no de los recursos, tomando en cuenta

el beneficio que reciben a partir del conocimiento de que otros individuos se

podrán beneficiar de un recurso en el futuro (FAO, 2017).

 Valores de existencia: representa la medida en que los individuos están

dispuestos a pagar para conservar los recursos por sí mismos teniendo la

satisfacción de saber que existe un determinado activo o bien (FAO, 2017).

2.5.4. Costo de oportunidad

Díaz (2000), indica que concepto de costo de oportunidad tiene sus inicios con Frederich

von Wieser, definiendo a este como un factor de producción. Esto quiere decir que el

ingreso neto generado por el factor en su mejor uso alternativo; según el enfoque

económico se parte con la idea de que los recursos son escasos, de esta manera la

producción de un bien implica la renuncia a fabricar otro producto con esa misma

cantidad de recursos, y en base a esta definición Valencia (2010), menciona también que

25
todos los costos representan el sacrificio de una oportunidad perdida lo que corresponde

al concepto de costo de oportunidad.

Para el análisis del costo oportunidad se hicieron fundamentos según la economía clásica

mediante una restricción presupuestaria de cierto individuo en la cual se usó la siguiente

ecuación:

𝑝1 𝑥1 + 𝑝2 𝑥2 = 𝑚

En donde:

 𝑝1 𝑥1 : representa la cantidad de dinero que el individuo gasta al consumir el bien

 𝑝2 𝑥2 : representa la cantidad que el individuo gasta al consumir el bien 2

Por lo tanto la recta presupuestaria requiere que la cantidad gastada en el bien 1 y bien 2

sea igual a la cantidad que el individuo tiene para su consumo 𝑚, por lo que el individuo

puede acceder a todas las cestas de consumo que no cuestan más de 𝑚, y estas cestas a su

vez se encuentran dentro del conjunto presupuestario del individuo (Varian, 2010).

De esta manera según la Figura 5, la pendiente de la recta presupuestaria del balance

mide el costo de oportunidad del consumidor, si este quiere consumir más el bien 1, debe

enfrentar el costo de renunciar a un mayor consumo del bien 2 (Maino & Rosa, 2011).

26
Figura 5: Conjunto presupuestario. Fuente: (Maino & Rosa, 2011).

2.5.4.1.Costo de oportunidad en la Economía ambiental

El costo de oportunidad en la economía ambiental calcula el costo de destinar los recursos

para la conservación del ambiente, calculando todos los ingresos perdidos por el hecho

de no asignar estos recursos a otras funciones, es decir trata sobre el beneficio que se deja

de recibir por dedicarse a una preservación del recurso siendo llamado también el costo

de preservación (Penna & Cristeche, 2008).

Es importante tener en cuenta los costos de oportunidad para cada una de las trayectorias

productivas que se vayan a realizar, ya que representan el valor monetario mínimo por el

cual, los productores, propietarios o personas que usen esa tierra renuncian a convertir al

bosque a una secuencia de uso de suelo (Aguirre, Laguía, & Malky, 2013) .

Los costos de oportunidad ambiental en relación a los bosques son de gran utilidad ya que

(White & Minang, 2011):

 Clarifican los costos y beneficios del uso de la tierra.

 Identifican a mediano a largo plazo las estrategias para tener proyectos exitosos.

 Definen estrategias para no permitir la deforestación en áreas productivas.

27
 Reflejan como la problemática asociada a la pérdida del bosque afecta

económicamente a varios grupos.

2.5.5. El análisis costo Beneficio (ACB)

El análisis coste beneficio (ACB), es considerado como una metodología que brinda

sustento en la valoración y toma de decisiones (EUROPEAN COMISSION , 2008).

Cuando se realiza la aplicación de dicha metodología al campo medioambiental, esta

supone el desarrollo de procedimientos que ayuda a obtener y evaluar el valor social y

medioambiental (Díaz & Torres, 2014).

Según Pellicer & Martínez (2013), la operativa del análisis costo beneficio no es

complicada, pues consiste en identificar y valorar en términos monetarios todos los

beneficios y costes que se generan en un proyecto o programa y después su agregación

para obtener los indicadores sintéticos de evaluación que se realice, tomando en

consideración que los costes y beneficios se dan en momentos diferentes del tiempo y se

pondera en otro momento su incidencia con la tasa de descuento.

Los indicadores más usados son: el valor actual neto (VAN), la tasa interna de

rendimiento (TIR) y el periodo de recuperación de la inversión inicial (PR) (Henderson

& Bateman, 1995).

2.6.Mercado de carbono

Stiglitz J (2012) en su obra El precio de la inequidad, menciona que los mercados tienen

la capacidad de concentrar las riquezas, asignar a la sociedad los costes

medioambientales, abusar de trabajadores, etc. Por ello es necesario manejar

adecuadamente los mismos, es decir, domesticarlos y moderarlos para garantizar su

funcionamiento en beneficio de las personas. Si esto no se lleva a cabo las consecuencias

28
del mal manejo del mercado pueden ser fatales, ya que al estar en el seno de una

democracia coherente, no se puede apoyar a un sistema de mercado abierto y globalizado,

debido a que cada día este sistema da lugar a que se genere más pobreza cada año. Incluso

si estos mercados fueren eficientes y estables, varias veces dan lugar a altos niveles de

desigualdad.

El Protocolo de Kioto definió la arquitectura del mercado de carbono estableciéndose

objetivos claros sobre reducción de emisiones para los países desarrollados así como de

igual manera mecanismos de carbono para poder disminuir el costo de su implementación

estableciendo 3 mecanismos para las Partes (Eguren, 2004):

a) El comercio de emisiones entre países desarrollados el cual trataba de la

trasferencia de reducciones de carbono entre países industrializados basado en la

compra de derechos de emisiones a países que se encuentran por debajo de las

cuotas.

b) El Mecanismo de implementación conjunta basado en la trasferencia de créditos

de emisiones entre países desarrollados permitiendo acreditar unidades de

reducción de emisiones a favor del país inversor sobre proyectos de reducción de

emisiones.

c) El último corresponde a los Mecanismos de Desarrollo Limpio el que únicamente

involucra a países en desarrollo para que puedan obtener beneficios económicos

adicionales a la venta de Certificados de Emisiones Reducidas mitigando las

emisiones de gases de efecto invernadero.

Los mercados de carbono tienen como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto

invernadero ya que se deben tomar medidas ante la evidencia de que la actividad humana

influencia el calentamiento global lo cual trae impactos negativos al ambiente, salud de

las personas y las actividades económicas (Gonzales Grández, 2013).


29
2.6.1. Tipos de mercado de carbono

LA FAO (2010) y Cruz (2016), mencionan que los mercados de carbono se dividen en

dos tipos: el mercado voluntario y el mercado de cumplimiento.

2.6.1.1.Mercado Voluntario

El mercado voluntario de carbono consiste en la compensación voluntaria de las

emisiones, el cual se encuentra conformado por los mercados oficiales y los mercados

autorregulados siendo los compradores empresas, gobiernos, ONG que voluntariamente

compran reducciones verificadas de emisiones para poder compensar sus propias

emisiones. Esto involucra las transacciones de créditos creados específicamente para los

mercados voluntarios (VERs – Verified Emission Reductions); así como las operaciones

en las que se venden créditos de los mercados regulados (López M. , 2013).

La expansión de mercados voluntarios de bonos de carbono, no ha sido tan rápida en

comparación a los mercados regulados bajo el protocolo de Kioto. Sin embargo en los

Estados Unidos ha tenido más acogida, expandiéndose más rápido en este país. En el año

2010, las transacciones efectuadas en el mercado de carbono podían estar bajo el marco

de Chicago Climate Exchange (CCX), y “over the counter” (OTC), dadas por un

intermediario financiero (ProChile, 2012).

En una transacción de reducción de emisiones la unidad que representa esta actividad es

considerada como crédito de Reducciones de Emisiones Voluntarias (VER), al no constar

con un estándar global, su legitimación está a cargo de diferentes compañías verificadoras

funcionan bajo estándares establecidos. Por este motivo, los distintos tipos de VER, no

pueden ser intercambiados entre sí, ni siquiera aun con los bonos de carbono Sin embargo,

los compradores de este mercado voluntario pueden también acceder a la compra de

créditos del mercado regulado como el MDL (López M. , 2013).

30
2.6.1.1.1. Agentes en el mercado voluntario

Existen dos tipos de agentes en el mercado voluntario: los compradores y vendedores. De

acuerdo a (Aragon, 2009), se recalca el desempeño que cumple cada uno:

 Compradores

 Comprador Voluntario puro: busca compensar las emisiones que estos

mismos producen, a través de la compra de créditos, y después de una vez

hecha la compra son retirados inmediatamente.

 Comprador por pre-cumplimiento de obligaciones: Busca comprar VERs

para obtener créditos dentro de un mercado regulado y para vender a un mayor

precio a varias entidades que sean reguladas dentro de un mercado de cupo y

mercado de comercio.

 Vendedores

Los vendedores de créditos del mercado voluntario, no necesariamente tienen que ser

mayoristas, ya que pueden desempeñarse sin ningún problema como minoritas a través

de la venta de compensaciones por internet a organizaciones conservacionales que están

en espera de aprovechar la capacidad de financiación del carbono y de esta manera

acceder a los fondos que permitan realizar sus objetivos, dentro de proyectos de MDL.

2.6.1.2.Mercado Regulado o de cumplimiento

El mercado regulado es establecido en el Protocolo de Kioto, donde se definió 3

mecanismos flexibles para el cumplimiento de los países en el Anexo I en la reducción

de emisiones, dichos mecanismos son indispensables para este tipo de mercado, entre los

cuales están: el comercio de derechos de emisiones, mecanismos de desarrollo limpio y

la implementación conjunta (Cruz, 2016).

31
De acuerdo a Méndez & Perugache (2012), en los mercados de cumplimiento, una

autoridad regulatoria establece límites al número de toneladas de CO2 en un cierto

periodo; a su vez, vende permisos para la emisión de toneladas de CO2. Los permisos son

comprados y vendidos entre las partes que se han comprometido.

Los mercados de regulación son de mayor volumen y valor, pues sirven para cumplir

regímenes obligatorios de reducción de carbono, ya sea nacional, local o internacional.

Además de cumplir con los límites de emisión, las entidades en un mercado de

cumplimiento pueden obtener otros tipos de bonos de carbono, tales como los CERs

(López M. , 2013).

Según el Instituto Nacional de Ecología (2006), existen “varios tipos” de bonos de

carbono, dependiendo de la forma en que éstos fueron generados, uno de ellos son las

Reducciones Certificadas de Emisiones (CER). En donde un CER significa una tonelada

métrica de CO2 de carbono equivalente.

2.6.2. Comercio de emisiones de gases de efecto invernadero

El principio en el que se basa el comercio de emisiones, es el límite máximo, el cual está

dado según las emisiones, jurisdicción o sector industrial del país asignado por un grupo

de entidades para cierto periodo de tiempo; este trata en el límite máximo de emisiones

que se pueden comprar y vender estableciéndose así los derechos de emisiones para cierta

cantidad acordada teniendo como ventajas garantizar la eficacia ambiental, asegurar la

rentabilidad y flexibilidad económica (BMUB, 2014).

Gilbertson & Reyes (2006), indican que el comercio de emisiones es complejo, siendo el

objetivo principal cumplir con los costos destinados para llegar a lo deseado que es

reducir las emisiones, presentándose este comercio en dos tipos: el sistema de tope y

trueque el cual es un mecanismo que permite a los gobiernos distribuir licencias para

32
contaminar en industrias para que en lugar de cambiar su comportamiento. Estas empresas

pueden negociar estos permisos con otras, realizando cambios de formas más económicas

y el sistema de compensaciones que se basa en que en lugar de reducir las emisiones en

el origen las empresas financien proyectos para ahorrar las emisiones fuera del territorio.

2.6.2.1.Compradores de bonos de carbono

Los proyectos que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero pueden emitir

bonos de carbono denominados CERs para cada tonelada anual de reducción pudiendo

ser comprados por (López M. , 2013)

 Compañías norteamericanas que tienen compromisos voluntarios.

 Compradores europeos privados.

 Gobiernos que se encuentran en el protocolo de Kioto.

 Multinacionales de Estados Unidos que operan en Europa o Japón.

 Compañías Japonesas.

Según Santos (2007), los Certificados de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero

(CERs), tienen compradores como en el sector público y privado con el 43% total del

mercado y las compras bilaterales entre compañías privadas con un 42%, siendo la

mayoría de estas los integrantes del sistema de comercio de la Unión Europea y siendo

los otros compradores importantes Austria, Bélgica y Holanda.

2.6.2.2.Fijación del precio de los CERs en el mercado de carbono

No existe un precio establecido de las CERs por el Protocolo de Kyoto, y por lo tanto se

considera que el precio de una tonelada de CO2 es equivalente a 1 CER dependiendo la

negociación que se realice con el comprador. Sin embargo los precios varían dependiendo

del proyecto, ya que si son de alto riesgo, el pago es por adelantado, o de inversión por

33
parte del comprador y además que el comprador complete el PDD, se establecen los

precios más bajos. Por otro lado si se cuenta con un proyecto consolidado, obtiene precios

más altos e incluso mejores acuerdos (Jaramillo, 2008)

De acuerdo a López (2013) existen varios factores de mercado que pueden determinar el

precio de los CERs, tales como:

 Decisiones políticas e indicadores técnicos.

 Viabilidad del proyecto.

 Confianza de la entrega de los CERs y su potencialidad.

 El tipo de contrato.

 Apoyo del país donde se encuentre el proyecto.

2.6.3. Ecuador y el mecanismo de desarrollo limpio

Landázuri (2013), mencionó que el Ecuador lastimosamente no tiene un mercado de

carbono a nivel nacional, pero tiene ciertas posibilidades de poder participar en un

mercado global mediante la oferta de ciertos proyectos los cuales puedan reducir las

emisiones de gases de efecto invernadero usando metodologías de Mecanismo de

Desarrollo Limpio, por lo tanto el Ecuador no participa como demandante sino como

ofertante. Una de las medidas que fueron planteadas es la de los sumideros de carbono

mediante la siembra de árboles; pero para que un proyecto pueda ser considerado como

uno de MDL debe cumplir ciertas características como las de ser actividades de

reforestación para almacenes de carbono realizándose en tierras que fueron deforestadas,

contribuir al desarrollo sostenible de un país y el fin del proyecto debe ser el desarrollo

de un bosque.

34
En Ecuador el Ministerio del Ambiente (MAE), es el ente que aprueba esta clase de

iniciativas, el cual se encarga del análisis de cada uno de los proyectos presentados a nivel

nacional, para poder determinar la rentabilidad y viabilidad según normas o parámetros;

es de gran importancia indicar que el mercado de carbono está presente desde el año 2003,

sin embargo el 43% de proyectos presentados al MAE son del ámbito hidroeléctrico

siendo el primero proyecto a escala nacional el de los focos ahorradores (Garzón E. M.,

2012).

2.6.4. Reducción de emisiones por deforestación y degradación de los bosques

2.6.4.1.Deforestación

La deforestación puede ser definida como la disminución de la cubierta del dosel arbóreo

por debajo del 10%, como resultado de esto se puede dar una gran degradación antes de

que se sobrepase el umbral de la deforestación, una tala selectiva no reduce la cubierta

arbórea ya que genera la degradación del bosque pero no la deforestación, esta es un

cambio más drástico caracterizado por la tala de los árboles y la conversión de esas tierras

a otros usos como la agricultura (Kanninen, y otros, 2008).

Según Keipi (2000), se debe crear un acuerdo internacional para reducir la deforestación,

este debe tratarse en la asignación de tierras y en un sistema de compensación para la

deforestación, el uso de suelo se debería clasificar en 4 categorías:

a) Áreas para conservar bosques naturales.

b) Áreas para un aprovechamiento ligero de los bosques incluyendo el ecoturismo y

la investigación.

c) Áreas para explotación forestal.

d) Áreas para explotación intensa.

35
El Ecuador está cubierto de aproximadamente 11.5 millones de hectáreas de bosques,

cuenta con un alto índice de deforestación dependiendo de la fuente en la que se

encuentre, las tasas de deforestación están entre 140.000 y 200.000 hectáreas al año. Este

resultado sitúa al Ecuador en una de las más altas tasas de deforestación en América

Latina entre 1.2 y 1.7 anual, si esto se mantiene de acuerdo a varias estimaciones el

Ecuador quedara totalmente deforestado en el 2050 (Albán, 2010).

2.6.4.1.1. Desertificación

Es un problema que se enfrenta el mundo entero y ha llegado alcanzar una gran magnitud,

ya que ha sido descrita como uno de los más graves problemas ambientales globales,

siendo el resultado de dos factores: uno de tipo natural llamado sequía y otro de tipo

antropogénico causado por la deforestación, extracción excesiva de los recursos naturales,

sobrecarga animal, incendios forestales y el manejo inadecuado de los suelos; el 30% de

los suelos del mundo tienen altos índices de erosión afectando aproximadamente a mil

millones de personas especialmente a los de países más pobres (Osorio M. I., 2012).

Lemos (2017), menciona que la REDD es una iniciativa mediante la cual se puede incitar

a la conservación, gestión sostenible y se incrementen las reservas forestales de carbono

para de esta manera mitigar el cambio climático, dicho programa intenta reemplazar al

Mecanismo de Desarrollo Limpio para obtener la preservación de los bosques con

alternativas de reducción de la deforestación para minimizar los gases de efecto

invernadero, siendo beneficioso de manera económica social y ambiental.

Cargua (2017), indica que Ecuador se encuentra en procesos para poder definir los

objetivos, compromisos y resultados para implementar la REDD, el marco político y

normativo del país se realiza en torno a lo que dice la Constitución y en la cual se indica

36
que la mitigación del cambio climático es competencia del Estado ya que este regula los

servicios ambientales.

2.7.Bosques nativos

En las Normas para el Manejo Forestal Sustentable de Bosque Seco del Acuerdo

Ministerial N°244 (2006) se define a Bosque nativo como “Formación vegetal formada

por sucesión primaria o secundaria, o por regeneración natural que se caracteriza por la

presencia de árboles de diferentes especies, edades y portes variados, con uno o más

estratos”.

Además según Arévalo (2015), menciona que los bosques nativos son de origen natural,

siendo su característica principal el tener un dosel y pocas capas de sotobosque; siendo

usado a través del tiempo como un apoyo para el desarrollo de los pueblos, fuente de

materia prima, entre otras. Sin embargo según Ortiz (2017) bosque nativo, no es sólo una

asociación de árboles y arbustos con determinadas características ya que también

conforma ecosistemas distintos, donde interactúan elementos físicos y biológicos.

2.7.1. El rol de los bosques como sumideros de carbono

Los bosques contienen más carbono de lo que en la actualidad existe en la atmósfera. Al

ir disminuyendo la cantidad de bosques, el carbono que contienen los árboles se libera a

la atmósfera, mediante el fuego o con la descomposición. El aprovechamiento forestal,

contribuye en largo plazo al conocido efecto invernadero, así como también propicia

acumulación neta de carbono cuando la madera es utilizada con fines destinados a

construcción, muebles o productos que duraran largo tiempo (Alatorre, 1995).

El concepto de sumidero de carbono en relación con el cambio climático fue adoptado en

la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) de

37
1992, en la que se definió “sumidero” como «cualquier proceso, actividad o mecanismo

que absorbe o elimina de la atmósfera un gas de efecto invernadero, un aerosol o un

precursor de un gas de efecto invernadero». En el caso de los sumideros terrestres, los

bosques son los principales bastiones con mucha diferencia, pues absorben el 90 % más

de carbono (AFF, 2014).

Los bosques cumplen un rol crítico contra el cambio climático, es por ello que algunos

países han desarrollado estrategias para reducir emisiones causadas por la deforestación

(Lee, 2013). Además, juegan un papel preponderante en el ciclo global del carbono ya

que (Arango, 2011):

 almacenan grandes cantidades de carbono en su biomasa y en el suelo.

 intercambian carbono con la atmósfera a través de la fotosíntesis y respiración.

 son fuentes de emisión de carbono cuando son perturbados por causas naturales.

Pero también son sumideros, cuando se abandonan las tierras perturbadas, que se

recuperan por regeneración natural. Por la traspaso neto de CO2 del aire a la vegetación

y al suelo, donde son acumulados (Arango, 2011).

2.7.2. Importancia de los bosques ante el cambio climático

Los bosques y el cambio climático están relacionados directamente, debido a que los

cambios que se dan en el clima afectan los bosques por eventos climáticos extremos que

se dan y están relacionados a variaciones abruptas de precipitación y temperatura,

incidiendo en la formación y función que cumplen los bosques. De esta manera los

ecosistemas forestales cumplen una función importante, pues capturan y almacenan

dióxido de carbono, contribuyendo a la mitigación del cambio climático. En los árboles

38
el carbono constituye aproximadamente el 20% de su peso vivo, o también representan el

50% de su peso seco o biomasa (Mogrovejo , 2017).

2.8. Especies de estudio

2.8.1. Especie Oreocallis grandiflora

Figura 6: Especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

 Información taxonómica (UPS, 2015):


- Reino: Plantae

- Nombre Común: Gañal

- División: Magnoliophyta

- Clase: Magnoliopsida

- Familia: Protaceae

- Género: Oreocallis

 Historia

El nombre de Oreocallis grandiflora viene de vocablos griegos Oreos que significa

montaña y Kalli representa belleza; es decir, significa bella montaña, esta fue descrita en

1786 por el francés Jean Baptiste como Embothrium grandiflora, sin embargo un
39
holandés llamado Herman Otto la cambio al género Oreocallis, de esta manera se la

conoce como Oreocallis grandiflora, localizándose en Perú y Ecuador (Guerrero D. I.,

2014).

 Hábito
La Oreocallis grandiflora es un árbol con tronco cilíndrico, corteza externa, ramificación

alterna y con copa irregular (Minga & Verdugo, 2016).

 Hábitat

Especie nativa de bosques montanos y paramos del norte de Perú y del sur del Ecuador

entre 1400 msnm y 4000 msnm de altitud (Bersosa, Condori, Crespo, & Moreno, 2015)-

 Descripción

Es un árbol conocido también como “Gañal”, “Chacpá”, “Saltaperico”, “Atash”,

“Cucharilla” (Reynel C. , 2012), puede llegar a 8 a 13 metros de altura dependiendo del

lugar, raíces horizontales, puede llegar a medir de 10 a 20 cm del DAP, crece en suelos

ácidos y pocos profundos, las flores pueden ser amarillas, blancas, rojas, rosadas y los

frutos tienen forma de vaina de 10 a 15 cm de longitud, al madurar los frutos exponen las

semillas que presentan una ala membranosa siendo dispersadas en el viento (Cárdenas,

2015).

 Usos

Las hojas de esta especie usualmente se mezclan con toronjil y manzanilla para preparar

la horchata, se han recetado las flores en infusión para desinflamar los riñones e hígado,

sus hojas se emplean para aliviar afecciones urinarias, por su rusticidad, sistema radicular,

aporte de hojarasca al suelo es una buena especie para proteger las laderas y la madera es

empleada para la elaboración de artesanías y herramientas para el arado (Pretell, Jon,

40
Ocaña, & Barahona, 1985); debido al uso irracional en elaboración de canastas y cestos

esta especie está en peligro de extinción (Castillo & Medina, 2013).

Según Cajamarca (2016), las hojas se usan también para prevenir las caries y mantener

una buena dentadura mediante la masticación de estas, las flores sirven de igual manera

para preparar bebidas para la gripe, fiebre y el jugo de las semillas sirve para las hernias

el cual se aplica externamente; tiene la virtud de su resistencia a incendios forestales

debido a sus características como rebrotar luego del paso del fuego y sus raíces profundas

que les ayuda a resguardarse luego de la acción del fuego (Pintado, 2016).

2.8.2. Especie Podocarpus sprucei

Figura 7: Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

 Información taxonómica (Thomas & Farjon, 2013)

- Reino: Plantae

- Nombre Común: Romerillo

- División: Pinophyta

- Clase: Pinopsida

41
- Familia: Podocarpaceae w2

- Género: Podocarpus

 Hábito
Es un árbol con un diámetro a la altura del pecho (DAP) de 20 a 40 cm y una altura

aproximada de 10 a 15 metros (Thomas & Farjon, 2013).

 Hábitat

Especie nativa de los Andes común en Perú y Ecuador, y se desarrolla a 2000 msnm y

3000 msnm de altitud (Minga & Verdugo, 2016).

 Descripción

El Podocarpus sprucei conocido como “Guavisay” y “Saucecillo”, se adapta de manera

favorable a una gran variedad de suelos, resistente a la sequía y tiene una buena

regeneración natural en terrenos arenosos. La situación de esta especie es alarmante ya

que consta en la Lista Roja de Categoría de la Unión Internacional para la Conservación

de la Naturaleza (UICN) como una especie en peligro de extinción (Thomas & Farjon,

2013); y ha obtenido un puntaje de 0.95, colocándola en la posición 278 en la lista EDGE

Gymnosperm, con un carácter distintivo evolutivo de 6.14 del clasificado 509 (Forest, F,

2018).

 Usos

Las hojas de este árbol se utilizan para infusiones, baños de asiento y para tratar

resfriados. En algunas partes del Ecuador, en provincias como Tungurahua, Chimborazo

y Cañar se tiene la creencia que es un protector contra los espíritus (Minga & Verdugo,

2016). La madera que se obtiene de esta especie tiene mucha demanda pues se usa en las

construcciones de casas, muebles, o varios artículos finos; además de que se planta como

especies ornamentales en algunos parques en el Ecuador (Thomas & Farjon, 2013).

42
2.9. Fundamentación legal

2.9.1. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático


(CMNUCC)

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático fue adoptada

en la sede de las Naciones Unidas en New York, el 9 de Mayo de 1992, en la cual el

objetivo de esta convención es regular las concentraciones de los gases de efecto

invernadero (GEI) en la atmósfera y de esta manera ya no haya interferencias

antropogénicas significativas en el sistema climático. Dicha regulación deberá efectuarse

con gradualidad para que los ecosistemas puedan adaptarse a cambios que se pudiesen

dar (Bussolini, 2014).

Para cumplir con el objetivo antes mencionado se establecen los siguientes principios

(Espinel, 2017):

 Para brindar condiciones buenas a las generaciones actuales y futuras los

miembros de la CMNUCC deben unir esfuerzos que se enfoquen en el control de

los efectos del cambio climático de forma responsable y equitativa.

 Las estrategias para el control del clima se deben enfocar en los países en vías de

desarrollo para aportar en las acciones de mitigación del cambio climático.

 Se debe promover varios mecanismos para el desarrollo sostenible que a sus vez

prevean futuras amenazas y anticipen soluciones a tragedias que pudiesen ocurrir

y estas sean irreversibles en el clima global.

 La CMNUCC debe ser una herramienta que facilite el comercio internacional de

bienes monetarios, para mejorar las condiciones económicas de ciertos países,

contribuyendo al desarrollo sostenible y equitativo.

2.9.2. El Protocolo de Kioto

43
El Protocolo es el primer paso importante en la lucha contra el cambio climático mundial.

La firma de este documento es el resultado de incertidumbres que surgieron en la década

de los ochenta, debido a que se empezaban a ver datos que respondían a un posible cambio

climático permanente e irreversible a nivel global, y que dicho cambio se debía a el

aumento de los gases de efecto invernadero (GEI), provenientes de actividades antrópicas

(Bussolini, 2014).

El protocolo introdujo mecanismos relacionados estrechamente con el cambio climático:

 Aplicación conjunta (AC): Está basado en proyectos, ya que las unidades de

reducción de emisiones son el resultado de la inversión que realizan los mismos

(CanviClimatic, 2009).

 Mecanismo de desarrollo limpio (MDL): Permite realizar negociaciones entre

países desarrollo y en vías de desarrollos, que siempre y cuando estén interesados

en cumplir las metas de reducción de emisiones que se hayan establecido

(Arbesstain & Pinto, 2004).

 Comercio de los derechos de emisión: Permite a las partes incluidas en el anexo

I adquirir unidades de la cantidad atribuida de otras partes incluidas en el anexo I

que puedan reducir más fácilmente las emisiones de GEI (CanviClimatic, 2009).

El objetivo de los mecanismos planteados es obtener medidas de mitigación del cambio

climático, que generen beneficios a través de la relación existente con los costos, y de

esta manera ofrecer a las Partes medios para disminuir emisiones e incrementar los

sumideros de carbono, con el fin de reducir gastos en el extranjero que en el propio país.

Aunque el costo de las limitaciones o ampliación de absorción varía de una región a otra

el efecto de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera es el mismo

en cualquier lugar donde se emprenda la acción (UNFCCC, 2007).

44
2.9.3. Acuerdo de Paris

El Acuerdo de Paris es adoptado por 195 países con el afán de reducir el calentamiento

global

En el artículo 2 del Acuerdo de Paris se han propuesto acciones para contrarrestar la

amenaza del cambio climático (UNFCCC, 2015):

a) Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 ºC

con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar

ese aumento de la temperatura a 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales,

reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del

cambio climático;

b) Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático

y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de

efecto invernadero, de un modo que no comprometa la producción de alimentos;

c) Situar los flujos financieros en un nivel compatible con una trayectoria que

conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de

efecto invernadero.

2.9.4. Constitución del Ecuador

En la constitución del Ecuador (2008), se demuestra el interés por el cambio climático

para de esta manera preservar los recursos naturales, en especial en los artículos 14, 395

y 414.

Art. 14. Se reconoce el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y

ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen vivir, sumak

kawsay. Se declara de interés público la preservación del ambiente, la conservación de

45
los ecosistemas, la biodiversidad y la integridad del patrimonio genético del país, la

prevención del daño ambiental y la recuperación de los espacios naturales degradados.

Art. 395. La Constitución reconoce los siguientes principios ambientales:

1. El Estado garantizará un modelo sustentable de desarrollo, ambientalmente

equilibrado y respetuoso de la diversidad cultural, que conserve la biodiversidad

y la capacidad de regeneración natural de los ecosistemas, y asegure la

satisfacción de las necesidades de las generaciones presentes y futuras.

2. Las políticas de gestión ambiental se aplicarán de manera transversal y serán de

obligatorio cumplimiento por parte del Estado en todos sus niveles y por todas las

personas naturales o jurídicas en el territorio nacional.

3. El Estado garantizará la participación activa y permanente de las personas,

comunidades, pueblos y nacionalidades afectadas, en la planificación, ejecución

y control de toda actividad que genere impactos ambientales.

4. En caso de duda sobre el alcance de las disposiciones legales en materia

ambiental, éstas se aplicarán en el sentido más favorable a la protección de la

naturaleza.

Art. 406. El Estado regulará la conservación, manejo y uso sustentable, recuperación, y

limitaciones de dominio de los ecosistemas frágiles y amenazados; entre otros, los

páramos, humedales, bosques nublados, bosques tropicales secos y húmedos y manglares,

ecosistemas marinos y marinos-costeros.

Art 414. El Estado adoptará medidas adecuadas y transversales para la mitigación del

cambio climático, mediante la limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero,

de la deforestación y de la contaminación atmosférica; tomará medidas para la

conservación de los bosques y la vegetación, y protegerá a la población en riesgo.

46
2.9.5. Texto Unificado de Legislación Secundaria del Medio Ambiente (TULSMA)

El TULSMA establece las políticas principales ecuatorianas en lo que respecta al

ambiente, el cual está formado por 9 libros, pero en este caso se seleccionó lo siguiente

(MAE, Texto Unificado De Legislación Secundaria. (TULSMA), 2003):

 Libro III: Del Régimen Forestal

 Título II: Del Régimen Forestal

 Título IV; De los Bosques y Vegetación Protectora

 Título VII: Del Registro Forestal.

 Título X: De la Investigación y Capacitación Forestales.

 Libro VI: De la Calidad Ambiental

 Título IV: Reglamento de la Ley de Gestión Ambiental para la Prevención y

Control de la Contaminación Ambiental.

 Anexo IV: Norma de Calidad Ambiental del Aire Ambiente.

2.9.6. Ley de Gestión Ambiental

La Ley de Gestión Ambiental es el cuerpo legal de mayor importancia sobre la protección

ambiental del país, siendo promulgada en 1999, el cual consta de 6 títulos, siendo usado

el siguiente (MAE, 2004) :

Título II del Régimen institucional de la Gestión Ambiental

Art 7. La gestión ambiental se enmarca en las políticas generales de desarrollo sustentable

para la conservación del patrimonio natural y el aprovechamiento sustentable de los

recursos naturales que establezca el Presidente de la República al aprobar el Plan

Ambiental Ecuatoriano. Las políticas y el Plan mencionados formarán parte de los

47
objetivos nacionales permanentes y las metas de desarrollo. El Plan Ambiental

Ecuatoriano contendrá las estrategias, planes, programas y proyectos para la gestión

ambiental nacional y será preparado por el Ministerio del ramo.

Art. 12.- Son obligaciones de las instituciones del Estado del Sistema Descentralizado de

Gestión Ambiental en el ejercicio de sus atribuciones y en el ámbito de su competencia,

las siguientes:

e) Regular y promover la conservación del medio ambiente y el uso sustentable de

los recursos naturales en armonía con el interés social; mantener el patrimonio

natural de la Nación, velar por la protección y restauración de la diversidad

biológica, garantizar la integridad del patrimonio genético y la permanencia de los

ecosistemas;

f) Promover la participación de la comunidad en la formulación de políticas para la

protección del medio ambiente y manejo racional de los recursos naturales.

2.9.7. Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre

La ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre tiene 5 títulos de

los cuales se escogió el siguiente (Congreso Nacional, 2004) :

Título I: de los Recursos Forestales

Art. 6. Se consideran bosques y vegetación protectores aquellas formaciones vegetales,

naturales o cultivadas, que cumplan con uno o más de los siguientes requisitos:

a) Tener como función principal la conservación del suelo y la vida silvestre;

48
b) Estar situados en áreas que permitan controlar fenómenos pluviales torrenciales o la

preservación de cuencas hidrográficas, especialmente en las zonas de escasa

precipitación pluvial;

c) Ocupar cejas de montaña o áreas contiguas a las fuentes, corrientes o depósitos de

agua; d) Constituir cortinas rompevientos o de protección del equilibrio del medio

ambiente;

d) Hallarse en áreas de investigación hidrológico - forestal;

e) Estar localizados en zonas estratégicas para la defensa nacional; y,

f) Constituir factor de defensa de los recursos naturales y de obras de infraestructura de

interés público.

2.9.8. Plan Nacional del Buen Vivir (2013-2017)

En el Objetivo 7 del Plan Nacional del Buen Vivir, se habla sobre garantizar los derechos

de la naturaleza y promover la sostenibilidad ambiental, territorial y global; ya que con la

Constitución de la República del Ecuador se tomó el liderazgo mundial en el

reconocimiento de los derechos de la naturaleza, como una respuesta al estado vigente en

la que se encuentra, dirigiendo esfuerzos al respeto completo de su existencia, sustento y

a la regeneración de sus ciclos vitales y procesos evolutivos (SEMPLADES , 2013).

2.9.9. Código orgánico del ambiente

El Código orgánico del ambiente tiene 7 títulos de los cuales se eligió el siguiente

(República del Ecuador Asamblea Nacional, 2017) :

Título II: de la conservación in situ

Art. 40. Declaratoria de áreas protegidas. La Autoridad Ambiental Nacional considerará

los siguientes criterios para la declaratoria de áreas protegidas:

49
1. Que el área en cuestión cuente con ecosistemas cuya representatividad sea escasa en

el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y que en lo posible contribuya a la

conectividad ecosistémica;

2. Que contenga de forma prioritaria alguno de los ecosistemas frágiles y amenazados

tales como páramos, humedales, manglares, bosques nublados, bosques tropicales

secos y húmedos, ecosistemas marinos y marinos costeros, entre otros;

3. Que existan poblaciones de especies que tengan algún tipo de amenaza o endemismo;

4. Que genere servicios ecosistémicos, tales como recursos hídricos, recursos

paisajísticos, prevención de desastres, mitigación;

5. Que contribuyan a la protección de valores culturales y espirituales asociados a la

biodiversidad; y,

6. Otros que determine la Autoridad Ambiental Nacional.

CAPITULO III: MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Levantamiento de especies

3.1.1. Población de muestreo

McRoberts, Tomppo, & Czaplewski (1992), indican que no existe una definición de

población perfecta para los inventarios forestales existiendo un gran problema para el

muestreo forestal siendo este las fronteras geográficas de la población objetivo, ya que

existen zonas remotas o inaccesibles donde el acceso no es seguro. Para el marco del

muestreo se distinguieron tres términos de gran importancia:

 Marco de muestreo: conjunto de las posibles unidades de muestra.

 Diseño de muestreo: unidades de muestreo las cuales representan la población.

 Configuración de la parcela: tamaño, forma y componentes de la parcela.

50
3.2. Tipo de muestreo

3.2.1 Muestreo aleatorio simple

En la selección de un diseño de muestreo probabilístico surgen dificultades que se asocian

a dos factores: en primera instancia, las unidades de la muestra se distribuyen en un

espacio determinado y sus observaciones pueden estar correlacionadas espacialmente, y

por otro lado el coste del muestreo (FAO, 2000).

El muestreo aleatorio simple ubica a las parcelas de muestra de forma aleatoria dentro del

espacio a considerar (Figura 8). Casualmente pueden existir agrupaciones espaciales y

terrenos vacíos que estén dentro de la parcela seleccionada; aun así continúa siendo parte

de un muestreo probabilístico válido. Las coordenadas geográficas de cada parcela de

muestra aleatoria, pueden ser seleccionadas mediante un generador de números aleatorios

que utilicen las coordenadas permitidas y limitadas a la población de referencia. Además

se trata del diseño de muestreo de igual probabilidad menos arriesgado, pero también es

el menos eficaz con respecto al coste (McRoberts, Tomppo, & Czaplewski, 2017).

Figura 8: Diseño de muestreo aleatorio simple. Fuente: (McRoberts, Tomppo, & Czaplewski, 2017)

51
3.3. Selección de las parcelas

3.3.1. Método de parcela cuadrada

Es fundamental disponer información de los árboles sobre los cuales se hacen las

mediciones, para ello es necesario utilizar parcelas, ya que es una herramienta que permite

realizar dicha actividad (Wabo, 2002). Una parcela es una porción de terreno o superficie

delimitada geográficamente que cuenta con una identificación única (TFUE, 2016).

Es un método eficiente y rápido para obtener información, además su uso no solo es para

varios estudios ecológicos, sino es también utilizado para estudios florísticos (Cottam &

Curtis, 1956). Es efectivo para levantamientos de áreas arbustivas y arbóreas, de esta

manera permite realizar un caracterizaciòn rápida de los mismos (Tello , Rojas, Macedo,

& Alegría, 2006).

Wabo (2002), indica que las razones para requerir el uso de parcelas son dos:

1. La importancia de organizar espacialmente la recopilación de información a campo, ya

que las parcelas sirven para “barrer” ordenadamente el 100% del área que se requiere un

muestreo.

2. El impedimento de observar toda el área de interés. Es por ello que las parcelas al ser

una fracción de un número mayor, los datos que se obtengan de las mismas son

considerados como una muestra.

3.3.2. Parcelas permanentes.

Las parcelas permanentes de muestreo (ppm) son una herramienta muy útil para la

investigación y el manejo de la dinámica de los bosques, los datos obtenidos de la

creación de las ppm tienen implicaciones directas para el manejo forestal y de esta manera

poder determinar la dinámica del bosque (Gómez, 2010).

52
3.3.3. Dimensiones de la parcela.

Se realizaron las parcelas permanentes según Hernández & Reyna (2016), los cuales

seleccionaron parcelas en función de pisos altitudinales, tomando en consideración: la

accesibilidad más propicia, la configuración del terreno, vegetación, etc.; respecto a la

forma se siguió la recomendación de Contreras, Leaño, & Licona (1999), los cuales

detallan que se deben de instalar parcelas cuadradas según la superficie, ya que para

parcelas de superficie mayor a 20000 hectáreas deben ser de 100 x 100 m y para

superficies menores a 20000 hectáreas debe ser de 50 x 50 m, por lo tanto se realizaron 9

parcelas permanentes ubicadas 3 en cada piso altitudinal dividiéndose el bosque en 3 pisos

altitudinales.

Figura 9: Delimitación de las parcelas. Fuente: Los Autores.

Se implementó parcelas de un tamaño de 50 x 50 metros, obteniendo un área de 2500 m2

siendo este tamaño recomendando también por Gómez (2010), ya que de este forma se

puede evaluar de mejor manera las especies y la dinámica del bosque; también

Hergoualc'h, Gutierrez-Velez, Menton, & Verchot (2017), mencionan que este tamaño da

un buen punto de equilibro entre la variabilidad espacial intraparcelas y la eficiencia del

muestreo en condiciones de inundación. En la Figura 10 se indica el mapa de pisos

53
altitudinales en donde se muestran la ubicación de las parcelas en el Bosque Protector

Aguarongo.

Figura 10: Mapa de pisos altitudinales del Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores.

54
3.3.3.1. Coordenadas de las parcelas

Tabla 1: Coordenadas de los puntos de las parcelas muestreadas. Fuente: Los Autores.

Puntos Coordenada X Coordenada Y Altura


Parcela 1- Piso alto
1 739475 9675471 3167
2 739520 9675506 3175
3 739516 9675441 3168
4 739549 9675470 3170
Parcela 2-Piso alto
5 739745 9675026 3182
6 739781 9674996 3188
7 739815 9675031 3188
8 739777 9675068 3187
Parcela 3-Piso alto
9 739714 9675038 3180
10 739662 9675033 3173
11 739660 9674983 3183
12 739710 9674985 3187
Parcela 4-Piso medio
13 739288 9677339 3073
14 739322 9677385 3067
15 739283 9677412 3073
16 739250 9677381 3069
Parcela 5-Piso medio
17 739090 9677465 3072
18 739060 677434 3085
19 739095 9677397 3088
20 739125 9677450 3073
Parcela 6-Piso medio
21 738703 9677657 3059
22 738670 9677624 3057
23 738703 9677585 3058
24 738740 9677620 3063
Parcela 7-Piso bajo
25 739565 9677057 3014
26 739612 9677058 3014
27 739606 9677106 3019
28 739562 9677108 3010
Parcela 8-Piso bajo
29 739639 9677050 3018
30 739638 9677002 3017
31 739584 9677001 3019

55
32 739592 9677053 3016
Parcela 9-Piso bajo
33 739649 9677964 2986
34 739698 9677957 2997
35 739712 9678013 2996
36 739663 9678013 2988

3.4. Mensuración Forestal

En la mensuración forestal existen métodos destructivos y no destructivos, en este caso

se usó el método no destructivo el cual se basó en estimar la biomasa por medio de

cálculos del volumen a partir de mediciones que se realizan directamente en el campo, en

donde se calcula la densidad de la población, es decir, el número de árboles que existen

por hectárea que se va a muestrear, midiendo sus diámetros, altura, área basal, volumen,

biomasa y la captura de carbono mediante análisis de las variables que se recolectan en

el terreno o inventarios forestales (Russo, 2009).

3.4.1. Equipos y materiales usados en la mensuración forestal

3.1.1 Equipos

 2 GPS

 1 Hipsómetro Forestry Pro marca Nikon.

 2 Flexómetros o cintas métricas de 50 metros.

 1 Cámara de Fotos.

3.1.2 Materiales

 Lápices y borradores.

 2 Tableros.

 Estacas.

 Piolas.

56
 Machetes

 2 Combos

 Formularios de datos de campo.

 Mapa del Bosque Aguarongo con la ubicación de los pisos altitudinales.

3.4.2. Diámetro a la altura del pecho (DAP)

La FAO (2000), indica que se mide el DAP teniendo como referencia la corteza del árbol

a la altura del pecho, con un valor de altura de medición de 1,3 m sobre el terreno como

se indica en la Figura 10 siendo esta una medida estándar.

Figura 11: Medición del DAP. Fuente: (PGFC, 2015).

La medición puede ser realizada con cinta diamétrica o forcípula y cinta métrica, en este

caso se usó la cinta métrica para lo cual se tuvo que convertir el valor de la circunferencia

al diámetro, esta conversión se realiza con la siguiente fórmula (Gutiérrez, Moreno, &

Villota, 2013):

𝐶𝐴𝑃
𝐷𝐴𝑃 =
𝜋

En donde:

 DAP: Diámetro a la Altura del Pecho

57
 CAP: Circunferencia a la Altura del Pecho.

 𝜋 = 3.1415

Figura 12: Diferencia entre CAP y DAP. Fuente: (Gutiérrez, Moreno, & Villota, 2013).

El DAP es una medida de gran importancia debido a que es un indicador del grosor del

tronco. Existen situaciones especiales del terreno las cuales obligan a elegir normas para

determinar la altura del DAP siendo las más importantes (Wabo, 2002):

 Si el árbol tiene deformaciones a la altura en la que se realiza la medición se

sugiere tomar un diámetro al comienzo y otro al final de la perturbación usando

ese promedio.

 Si el árbol esta ramificado por debajo de 1.30 m estas ramificaciones pueden o no

tomarse en cuenta como un árbol y si esta se considera se debe de medir el

diámetro de cada una.

 Si el árbol o el terreno se encuentran inclinados, el 1.30 m se debe medir a un lado

del árbol el cual forme el ángulo más pequeño con el suelo.

58
Figura 13: Medición del DAP de la especie Podocarpus sprucei en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Los Autores.

3.4.3. Altura del árbol

Figura 14: Alturas del árbol. Fuente: (PGFC, 2015).

59
3.4.3.1. Altura total

La FAO (1980), menciona que la altura total del árbol es la longitud de la línea recta que

une el nivel del suelo o el pie del árbol con la extremidad de la yema terminal del tallo,

las mediciones de altura son más laboriosas que la altura del diámetro debido a que existe

falta de visibilidad, por lo cual se recomienda medir de las siguientes formas:

 Usando varas graduadas que se colocan contra el árbol, pero solo es posible para

alturas de hasta 10 metros y

 Con la ayuda de equipos electrónicos de medición de altura de árboles.

3.4.3.2. Altura del fuste

La altura del fuste se da desde el nivel del suelo hasta el límite superior el cual es donde

finaliza el fuste siendo el inicio de las ramas (Wabo, 2002).

3.4.3.3.Altura comercial

La altura comercial es desde el nivel del suelo hasta el límite superior, siendo este el

extremo de la última porción comercial útil del árbol esto dependerá del tipo de producto

(Wabo, 2002).

3.4.3.3.1. Medición de la altura total del árbol

Figura 15: Ejemplo de medición con el Forestry Pro. Fuente: (FORTOP, 2015).

60
Para la medición de la altura se uso el hipsómetro llamado Foresty Pro, el cual es un

equipo que permite al usuario tomar la altura del árbol mediante el uso de la distancia

horizontal, ángulos de copa y la base del árbol, este equipo permite la medición con una

distancia mínima de 10 metros y máxima de 500 metros; su diseño de punto de mira alto

mejora la claridad del campo de visión incluso si la persona lleva gafas de protección

(FORTOP, 2015).

Figura 16: Medición de la altura del árbol en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores.

3.5. Valoración cuantitativa de las especies muestreadas.

3.5.1. Área Basal

Es una dimensión utilizada con gran frecuencia para caracterizar el estado de desarrollo

de un árbol, además de ser considerada como el área de cualquier sección transversal del

61
fuste a 1,3 m de altura de un árbol sobre el suelo (Balazar, 2013). Al ser su forma irregular

como se muestra en la Figura 17 no puede ser medida de manera directa, sino a través de

la medición del perímetro o del diámetro, suponiendo que se corresponde con el área de

un círculo (Juárez , 2014).

Figura 17: Formas de DAP. Fuente: (Juárez , 2014)


El área basimétrica, en ocasiones también es un término que se utiliza para hacer

referencia al área basal, pero a diferencia de esta, el área basimétrica es representada en

m2 /ha, debido a que es una de las variables de referencia de la masa forestal, cuyos valores

son utilizados en la determinación de su espesura por una unidad de superficie (Marchal,

López , & López, 2015)

Según Juárez (2014), las áreas basales suelen tener formas excéntricas a causa del

desarrollo desigual del leño y de la corteza, es por ello que tienen un diámetro máximo

en una determinada dirección, y otro mínimo, ubicado en una dirección perpendicular al

anterior. Entre dichos valores está el diámetro que pertenece a una sección en forma de

62
círculo cuya área es igual a la superficie real de la sección considerada. Debido a que las

secciones se consideran circulares, el área se calcula a partir de la siguiente fórmula:

𝜋 ∗ 𝐷𝐴𝑃2
𝐴𝐵 =
4

En donde:

 AB: Área Basal.

 DAP: Diámetro a la altura del pecho.

 𝜋: constante.

3.5.2. Volumen de árbol en pie

El volumen de los árboles es el espacio ocupado por la madera de un individuo arbóreo

en un ecosistema o ambiente, este volumen está definido por la cantidad de madera

estimada en metros cúbicos desde el tocón hasta el ápice del árbol (PGFC, 2015). Según

Mendoza (2013) y Barrena & Llerena (2006), la fórmula es la siguiente:

𝜋
𝑉𝑖 = ∗ 𝐷𝐴𝑃2 ∗ (ℎ𝑡) ∗ 𝑓
4

En donde:

 DAP: Diámetro a la Altura del Pecho.

 ht: altura total

 f: factor de forma

Para obtener el factor de forma de las especies se pudo encontrar que según Reynel

(2009), el Podocarpus sprucei es una especie conífera con una forma de fuste cilíndrica

por lo tanto se usó un factor de forma de 0,9 y según Flores, Padilla, Stegeman, Arias, &

63
Peltonen (1994), la Oreocallis grandiflora es una especie latifoliada presentado una

forma del fuste paraboloide usando en este caso un factor de forma de 0,5.

Figura 18: Factor de forma del fuste. Fuente: (Gutiérrez, Moreno, & Villota, 2013).

3.5.3. Biomasa Forestal

La biomasa forestal se entiende como la cantidad de materia seca que existe en un árbol,

además de ser considerada como un componente del árbol, población, comunidad o de un

bosque por debajo y encima del suelo. Comúnmente es cuantificada en kilogramos por

árbol o también en toneladas por hectáreas de peso seco o verde (Brown, 1997).

El cálculo de la biomasa de un bosque es un elemento indispensable en el ámbito

ambiental, ya que permite estimar los montos de carbono, además representa la cantidad

potencial de dicho biogeoquímico que muchas veces es liberado a la atmósfera (Silva &

Navar, 2010)

3.5.3.1.Determinación del peso verde de la biomasa aérea

La biomasa aérea es considerada también como toda la biomasa viva por encima del suelo

incluyendo el tronco, las ramas, la corteza, semillas y las hojas (FAO, 2004). Para la

determinación del peso verde de la biomasa aérea se aplicó el modelo matemático

propuesto por Higuchi & Carvalho (1994):

64
𝐵𝑣𝑎 = 𝑎 ∗ 𝐷𝑏 ∗ 𝐻 𝑐

En donde:

 Bva: Biomasa verde aérea, en Kg.

 D: Diámetro a la altura del pecho, en cm.

 H: Altura total, en m.

 a: 0.026

 b: 1.529

 c: 1.747

3.5.3.2. Determinación del peso verde de la biomasa radicular

Se considera a la biomasa radicular a toda la biomasa viva de las raíces vivas. Sin embargo

las raíces que son pequeñas, es decir de 2 mm de diámetro están excluidas debido a que

comúnmente no pueden distinguirse de manera empírica, de la materia orgánica del suelo

u hojarasca que está presente (FAO, 2004). El cálculo se realizó tomando en cuenta el 20

% del peso de la biomasa aérea.

3.5.3.3.Determinación del peso verde de la biomasa total

La biomasa total se calculó a partir de la suma de la biomasa verde aérea y la biomasa

radicular (Toscano , 2009).

𝐵𝑣𝑡 = 𝐵𝑣𝑎 + 𝐵𝑣𝑟

En donde:

 Bvt: Biomasa verde total, kg.

 Bva: Biomasa verde aérea, kg.

65
 Bvr: Biomasa verde radicular, kg.

3.5.3.4.Cálculo de la biomasa seca

Según Toscano (2009), se puede obtener de forma natural con una humedad menor a 60

%. Este tipo de biomasa puede ser utilizada energéticamente mediante procesos

termoquímicos o físico-químicos con los cuales se pueden producir energía térmica o

energía secundaria. Para el cálculo se consideró la siguiente fórmula:

𝐵𝑒𝑠𝑡 ∗ 40
𝐵𝑠 = 𝐵𝑣𝑡 −
100

En donde:

 Bs: Biomasa en peso seco

 Bvt: Biomasa verde total (peso verde)

3.5.4. Cantidad de carbono

3.5.4.1. Cálculo de carbono aéreo total

Para calcular el carbono aéreo total se multiplicó por un factor de 0,5 a la biomasa aérea,

este factor corresponde a la biomasa seca, la cual se obtuvo mediante una ponderación

específica e interespecífica de factores de contenido de carbono de raíces, fuste, ramas y

hojas. Para obtener esta fórmula nos basamos en los siguientes autores Torres, Mena, &

Álvarez, (2017); Castellanos, Quilo, Montenegro, & Quemé (2009) y Davalos,

Rodriguez, & Martinez (2015) siendo la fórmula elegida la siguiente:

𝐶𝐴𝑇 = 𝐵𝑠 ∗ 0,5

En donde:

 CAT: Carbono Aéreo Total.

 Bs: Biomasa seca

66
3.5.4.2.Cálculo del carbono radicular

Guerra (2013), y Sánchez (2016), indican que el valor del carbono radicular se obtiene

mediante un método indirecto de cálculo, en este se relaciona el carbono aéreo con la

relación media existente entre biomasa baja o sobre el suelo que es de 0,24; siendo la

fórmula utilizada la siguiente:

𝐶𝑅 = 𝐶𝐴𝑇 ∗ 0,24

En donde

 CR: Carbono radicular

 CAT: Carbono Aéreo Radicular

3.5.4.3.Cálculo del carbono total

Para obtener el carbono total se suma el carbono aéreo total y el carbono radicular

mediante la siguiente fórmula (Guerra, 2013), (Torres, Mena, & Álvarez, 2017):

𝐶𝑇 = 𝐶𝐴𝑇 + 𝐶𝑅

En donde:

 CT: Carbono total

 CAT: Carbono aéreo total

 CR: Carbono radicular

3.5.4.4. Cálculo del dióxido de carbono capturado

Para obtener el valor del CO2 capturado, se usó la siguiente fórmula la cual ha sido usado

por varios autores como Sosa (2014), Cabudivo (2017) y Gamarra (2001):

𝐶𝑂2 = 𝐶𝑇 ∗ 3,6663

67
En donde:

 CO2: Carbono capturado en toneladas de dióxido de carbono por hectárea.

 CT: Carbono total almacenado en toneladas de carbono por hectárea.

 3,6663: Factor de conversión a dióxido de carbono, el cual es resultado del

cociente de los pesos moleculares de carbono y dióxido de carbono es decir el

peso de las emisiones/ peso atómico del carbono siendo:

 Peso del CO2 = 43,999915

 Peso atómico del carbono= 12,001115

3.5.5. Parámetros estructurales del bosque

Según Mendoza (2013), para obtener los parámetros estructurales del bosque se toma en

consideración la cantidad de individuos muestreados, el área muestreada y el total de las

especies de estudio. Cabe recalcar que dichos datos sirven para calcular finalmente el

índice de valor de importancia de las especies.

3.5.5.1. Frecuencia

Indica la presencia y distribución de cierta especie en un bosque, o a su vez determina su

ausencia en las parcelas que se realizó el muestreo. Para lo cual se usan las siguientes

fórmulas (Cueva, 2015):

𝑁° 𝑑𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑐𝑒𝑙𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑒


𝑓𝑎 = ∗ 100
𝑇𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑐𝑒𝑙𝑎𝑠

En donde:

 fa: Frecuencia absoluta, %

68
𝑓𝑎𝑖
𝑓𝑟 = ∗ 100
∑ 𝑓𝑎

En donde:

 fr: frecuencia relativa, %

 fa: frecuencia absoluta de la especie, %

 ∑ 𝑓𝑎: Sumatoria de las frecuencias absolutas, %

3.5.5.2.Dominancia

Según Cueva (2015), indica que la cobertura del área basal por especie y su proporción

con la sumatoria de las áreas basales de las especies de estudio. Se aplica las siguientes

fórmulas:

𝑁° 𝑑𝑒 𝑖𝑛𝑑𝑖𝑣𝑖𝑑𝑢𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑒


𝐷=
á𝑟𝑒𝑎 𝑚𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒𝑎𝑑𝑎

En donde:

 D: Densidad absoluta, #ind/m2

𝑁° 𝑑𝑒 𝑖𝑛𝑑𝑖𝑣𝑖𝑑𝑢𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑒


𝐷𝑅 = ∗ 100
𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑖𝑛𝑑𝑖𝑣𝑖𝑑𝑢𝑜𝑠

En donde:

 DR: Densidad relativa, %

Á𝑟𝑒𝑎 𝑏𝑎𝑠𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑒


𝐷𝑚𝑅 = ∗ 100
Á𝑟𝑒𝑎 𝑏𝑎𝑠𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑒𝑠

En donde:

69
 DmR: Dominancia relativa, %

3.5.5.3.Índice de valor de importancia

Indica la importancia ecológica relativa según la especie en un bosque, el cual se calcula

a través de la siguiente fórmula (Mendoza, 2013).

𝐷𝑅 + 𝐷𝑚𝑅 + 𝑓𝑟
𝐼𝑉𝐼 =
3

En donde:

 IVI: Índice de valor de importancia, %

3.6. Carbono equivalente en el bosque y potencial de captura en años.

Se utilizaron tablas de rodal y existencia para cada especie en estudio, las cuales son

imprescindibles para la obtención del volumen por hectáreas de acuerdo a la cantidad de

árboles que se encontrarían dentro del bosque, haciendo una estimación estadística y

analítica; y de esta manera aplicar el método de Sturges para el cálculo del carbono

equivalente en el bosque y potencial de captura en años.

3.6.1. Tabla de rodal y existencia

Según Cancino (2012), una tabla de rodal y existencia muestra el número de árboles por

clase de DAP y por una unidad de superficie; además de incluir el volumen, se puede

hacer constancia del área basal y altura.

Tabla 2: Tabla de existencia y rodal. Fuente: (Cancino , 2012)

Clase de Árboles Área basal Altura (m) Volumen


DAP (cm) (n°/ha) (m2/ha) (m3/ha)
10 N1 G1 h1 Vp1
12 N2 G2 h2 Vp2
… … … … …
I Ni Gi hi Vpi
… … … … …

70
TOTAL N G Vt

3.6.1.1.Tabulación de información y clasificación del DAP

Es un conjunto de datos que se presentan de manera ordenada, mostrando una gran parte

de información y de mejor calidad. Para la construcción de la tabla de rodal y existencia

en primera instancia se realiza la definición de las clases de DAP, la amplitud y la marca

de clase o valor que se ubica en el punto medio de la clase. Cada clase de DAP está dada

por un intervalo de valores diamétricos; dicho intervalo es de amplitud constante (ej.: 2,

5, 10 cm) (Cancino , 2012).

3.6.1.2.Número de árboles por hectárea

El número de árboles por hectárea será obtenido por la determinación de la frecuencia por

clase y unidad de superficie, multiplicando por el factor de proporcionalidad (Aldana ,

2008).

𝑁 = ∑ 𝑁𝑖
𝑖=1

Ni = F * ni

F = 10000 / a

En donde:

 N: Número de árboles por hectárea.

 Ni: número de árboles por clase de DAP en cada parcela.

 F: Factor de proporcionalidad a hectárea.

 a: superficie de la parcela, m2

71
3.6.1.3. Área basal por hectárea

Según Aldana (2008), el área basal es obtenida por la medición de todos los diámetros a

la altura del pecho de los árboles encontrados en la superficie de muestreo y convertidos

los mismos en áreas transversales, consecuentemente sumando para los árboles medidos

y a su vez multiplicando por el factor de proporcionalidad.

𝐺 = (∑ 𝑔𝑖 ) 𝐹
1=1

𝜋 ∗ 𝑑𝑎𝑝𝑖2
𝑔𝑖 =
40000

En donde:

 G: área basal, m2/ha.

 gi: área basal por hectárea en la i-ésima clase de DAP, m2/ha

 m: número de clases de DAP.

 di: DAP del árbol, cm

 F: Factor de proporcionalidad.

3.6.1.4.Volumen por hectárea

De acuerdo a Aldana (2008), el volumen por hectárea está dado por la suma de los

volúmenes individuales de los árboles medidos en la superficie muestreada y a su vez

multiplicado por el factor de proporcionalidad, aplicando la siguiente fórmula:

𝑉 = (∑ 𝑉𝑖 ) 𝐹
𝑖=1

En donde:

72
 V: Volumen por hectárea, m3/ha.

 F: Factor de proporcionalidad.

 Vi: Volumen individual o por árbol en pie, m3.

3.6.2. Regla de Sturges

Para realizar el cálculo del CO2 capturado se decidió usar la regla de Sturges la cual fue

propuesta en 1926 po33r Herbert Sturges, esta se trata de una regla sobre el número de

clases las cuales deben considerarse para poder efectuar un histograma, permitiendo de

esta manera tener una visión general de la distribución de la muestra, población según

una característica continua y cuantitativa de la misma ya que es de gran interés para la

persona que la ejecuta (Bourel, 2013):

Paso 1: Cálculo de la cantidad de intervalos o clases (k)

Para calcular el número de intervalos o clases se utiliza la siguiente fórmula (Escutia,

Ruiz-Jiménez, & Luna, 2004):

𝑘 = 1 + 3,322𝐿𝑜𝑔𝑁

En donde:

 𝑘: Número de clases redondeado.

 𝐿𝑜𝑔: Logaritmo en base 10

 N: Número de la muestra

Paso 2: Cálculo del rango de muestra de datos (R)

El rango de muestra de los datos es conocido también como amplitud total o recorrido,

siendo la diferencia entre el valor más alto y el valor más bajo determinándose de la

siguiente manera (Cargua, 2017):

73
𝑅 = 𝑋𝑚𝑎𝑥 − 𝑋𝑚𝑖𝑛

En donde:

 R: Rango de muestras de datos

 Xmax: Valor más alto

 Xmin: Valor más bajo

Paso 3: Cálculo de la longitud de cada clase (L)

La longitud de cada clase se obtiene dividiendo el rango (R) para el número de intervalos

según la siguiente fórmula (Graus, 2018):

𝐿 = 𝑅/𝐾

En donde:

 L: Longitud de cada clase

 R: Rango de las muestras de datos

 K: Número de clases

Luego de haber obtenido los datos del número de clases, rango de las muestras de datos

y la longitud de cada clase se procede a obtener la tabla de frecuencia de volumen, y por

ende la marca de clase.

3.6.2.1.Tabla de frecuencia de volumen

Para determinar los elementos de la tabla se usa como primer valor el volumen total en

m3/ha de menor valor según la especie obtenido de la tabla de rodal y existencia, para los

siguientes datos se suma este primer valor con la longitud de cada clase y así

progresivamente colocando 4 valores ya que son 4 clases, en la segunda columna se

coloca el segundo valor de volumen total m3/ha obtenido en la primera columna y se

74
realiza el mismo procedimiento hasta obtener 4 clases estas dos columnas son los rangos

del volumen, en la tercera columna van los números de parcelas encontrados según cada

rango colocado siendo esta la frecuencia y por último se coloca la marca de clase o punto

medio de obtención de los datos siendo esta la fórmula (Cargua, 2017):

𝐿𝑖𝑚𝑖𝑡𝑒 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟 − 𝑙𝑖𝑚𝑖𝑡𝑒 𝑖𝑛𝑓𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟


𝑀𝑐:
2

3.6.2.1.1. Total del carbono almacenado en el bosque

Para obtener el total de carbono almacenado se necesita determinar el CAER (Carbono

Almacenado por Especie y por Rodal) del bosque para lo cual se tendrá presente que el

bosque es de 2082 hectáreas de las cuales se realizó el inventario de 2.25 hectáreas en las

que se hicieron 9 parcelas, pero el bosque en total estaría formado de 8328 parcelas

quedando un total de 8319 parcelas sin inventariar.

Los datos usados para la tabla del total del carbono fueron: el número de parcelas sin

inventariar siendo estas 8319, la media de volumen total en m3/ha este dato corresponde

a la marca de clase que más se repite según el número de parcelas siendo diferente para

cada especie, densidad de la madera según la especie, contenido de carbono que es 0,5

siendo un valor estándar y finalmente se obtiene el CAER de todo el bosque (Ordóñez,

2008).

3.6.2.1.2. Total CO2 capturado equivalente

El total del CO2 capturado equivalente se obtiene por la siguiente fórmula:

𝑃𝑒𝑠𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝐶𝑂2


𝐶𝑂2 𝑐𝑎𝑝𝑡𝑢𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑞𝑢𝑖𝑣𝑎𝑙𝑒𝑛𝑡𝑒 = 𝐶𝐴𝐸𝑅 𝑑𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑠𝑞𝑢𝑒 ∗ ( )
𝑃𝑒𝑠𝑜 𝑎𝑡ó𝑚𝑖𝑐𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑟𝑏𝑜𝑛𝑜

En donde:

 Peso del CO2: 43,999915

75
 Peso atómico del carbono: 12,001115

3.6.2.1.3. Potencial de captura de carbono

El potencial de captura de carbono se puede estimar a partir del incremento de la corriente

anual por especie según la siguiente fórmula (Ordóñez, 2008):

𝑃𝐶𝐶 = 𝐼. 𝐶. 𝐴 ∗ 𝛿 ∗ 𝐶𝐶

En donde:

 PCC: Potencial de captura de carbono

 I.C.A: Incremento de la corriente anual

 𝛿: densidad de la madera para cada especie

 CC: Contenido de carbono

Para determinar el ICA se usó las tasas medias de acumulación cada 5 años empleadas

por Gamarra (2001) y Cargua (2017) las cuales son estimadas para la vida de una

plantación según edades.

3.7. Valor económico del CO2 capturado

Para estimar el valor económico del CO2 capturado se procedió a realizar una

multiplicación de la cantidad total de dióxido de carbono por el precio de mercado

elegido, empleándose la fórmula (Sosa, 2014), (Ruíz, 2014), (Hernández & Vargas,

2005):

𝑉𝑒 = 𝐶𝑂2 ∗ 𝑃𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑒𝑟𝑐𝑎𝑑𝑜

En donde:

 Ve: Valoración económica en dólares de carbono.

 CO2: Dióxido de carbono capturado en toneladas.

76
3.8. Escenarios por los cuales se obtendrán beneficios por el carbono equivalente

3.8.1. Escenario 1: Mercado voluntario

Para calcular el valor económico del carbono de las especies muestreadas y del carbono

equivalente en el bosque, se utilizó el escenario de mercado voluntario, en donde se

obtendrá el valor monetario por el pago de entidades voluntarias, específicamente de la

organización Carbonfund, debido a que dicha entidad maneja proyectos de compensación

de carbono y de reforestación forestal, cumpliendo con estándares muy exigentes de la

industria (Cargua, 2017).

En la tabla 3 se muestra que el precio por tonelada métrica de carbono es de 10,00 USD.

Tabla 3: Escenario 1: Entidades de Mercado Voluntario. Fuente: (Cargua, 2017). Elaboración: Los
Autores.

Entidad País de origen Año de Precio Fuente


Fundación TCO2 (Página Oficial)
(2018)
Carbonfund East Aurora, 2003 10,00 https://carbonfund.org/
Nueva York, USD
Estados
Unidos

3.8.2. Escenario 2: Mercado de cumplimiento

Al igual que el Escenario 1, para calcular el valor económico del carbono de las especies

muestreadas y del carbono equivalente en el bosque, se optó por otro tipo de escenario,

pero en este caso se utiliza un tipo de mercado de cumplimiento o mercado regulado, que

es utilizado por empresas o gobierno, que por leyes establecidas tienen que dar cuentas

de sus emisiones de Gases de efecto invernadero y a su vez están regulados por regímenes

establecidos de reducción de carbono. En la tabla 4 se indica el valor monetario por el

pago de entidades que pertenecen al mercado de cumplimiento (ICAP, 2018).

77
Tabla 4: Escenario 2: Entidades de Mercado de Cumplimiento. Fuente: (ICAP, 2018). Elaboración: Los
Autores.

Entidad País de Año de Precio Fuente


origen Fundación TCO2 (2018) (Página Oficial)

SENDECO2 España 2004 17,06USD https://www.sendeco2.com/es

California Air Estados 1967 14,61USD https://ww2.arb.ca.gov/es/home


Resources Unidos page
Board

Tanjiaoyi China ---- 7,5USD https://www.k.tanjiaoyi.com


News Service
1,36USD

European UE 2003 17,3USD https://www.eex.com/en/market


Energy -data/environmental-
Exchange markets/auction-
market/european-emission-
allowances-auction#!/

Korea Corea 1953 20,66USD http://global.krx.co.kr/main/mai


Exchange del Sur n.jsp

OMF Nueva --- 15,58USD https://www.commtrade.co.nz/


CommTrade Zelanda

Ontario Canadá 1972 14,6USD https://www.ontario.ca/page/mi


Ministry of nistry-environment-
the conservation-parks
Environment
and Climate
Change
RGGI, Inc. Estados 2009 3,79USD https://www.rggi.org/
Unidos

Schweizer Suiza --- 8,25USD https://www.emissionsregistry.a


Emissionshan dmin.ch/crweb/public/welcome.
delsregiste do

78
3.8.3. Tipo de contrato utilizado para los escenarios

Se ha elegido un contrato de tipo forward, que comúnmente es simple, ya que trata de un

acuerdo de compra o venta de un activo especifico asignado en un momento futuro y a

un precio futuro que se establezca. Una de las partes de un contrato forward asume un el

cargo de comprador, acordando comprar el activo subyacente a un precio especificado.

La otra de las partes asume el cargo de vendedor, acordando vender el activo el mismo

día y además al mismo precio, conocido también como “Delivery Price” (Perotti, 2008).

El contrato de tipo forward elegido es por precio fijo en cada año del periodo que se realice

un contrato. En donde el vendedor se asegura la venta y el comprador asegura su

disposición, y con ello cumplir con sus obligaciones ambientales, sin preocuparse por las

fluctuaciones de precios de mercado (López M. , 2013).

3.9. Proyección de ingresos y egresos del Bosque Protector Aguarongo, según las

especies de estudio.

3.9.1. Ingresos

Los ingresos en el Bosque Protector Aguarongo se dan a partir de los datos obtenidos de

la valoración económica de la captura de carbono de las especies Podocarpus sprucei y

Oreocallis grandiflora eligiéndose dos entidades:

 Escenario 1: Mercado voluntario: Carbonfund ya que esta entidad usa el precio

de $10,00 el cual es un valor establecido internacionalmente en transacciones de

compra y venta de carbono para lo cual los proyectos elegidos por esta deben ser

proyectos de energía renovable, eficiencia energética y otros a nivel mundial que

reduzcan las emisiones de dióxido de carbono, al ser cualquiera de estos

proyectos la entidad podrá realizar compensaciones de reducción de carbono por

lo tanto se eligió esta organización (Carbonfund, 2016).

79
 Escenario 2: Mercado de cumplimiento: SENDECO2 se eligió esta primera

entidad del sur de Europa, aunque no tenía el valor más alto en comparación con

las demás entidades de mercado de cumplimiento, siendo de $17,06, ya que es

una entidad dedicada desde 2004 al cuidado del ambiente que proporciona a las

pequeñas, medianas y grandes empresas un sistema basado en la negociación de

derechos de emisión de forma segura, eficiente, transparente; formada por un

equipo de profesionales de alta trayectoria con más de 700 empresas en todo el

mundo (SENDECO2, 2004). Además de que ha sido usado en varios proyectos

de reducción de dióxido de carbono (Sosa, 2014), (Carvajal, 2015), (Espíritu,

2015), por ser una entidad con una muy buena trayectoria.

3.9.2. Egresos

Los egresos generados en el Bosque Protector Aguarongo, se dan a partir de varias

necesidades que el Consorcio Aguarongo requiere para el cumplimiento de funciones,

planes o programas, que se establecen para un mejor cuidado y protección del bosque

como tal. Sin embargo, para el cálculo total de egresos se ha tomado en consideración los

gastos de las actividades que están vinculadas estrechamente con la conservación de las

especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus Sprucei; es decir el egreso total estimado

es proporcional a los gastos que generen las especies de estudio, más no a todas las

especies que se encuentren en el bosque.

Tabla 5: Gastos generales del año 2018 en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018

PARTIDA DENOMINACION ASIGNACION


INICIAL
5.1.01.06 Salarios Unificados 6.000,00

5.1.02 Remuneraciones Complementarias 886,00


5.1.02.03 Décimo tercer sueldo 500,00
5.1.02.04 Décimo cuarto sueldo 386,00

80
5.1.06 Aporte Patronal a la Seguridad Social 1.169,00
5.1.06.01 Aporte Patronal 669,00
5.1.06.02 Fondos de Reserva 500,00

5.3.02 Servicios Generales 500,00


5.3.02.09 Servicios de Aseo; Vestimenta de Trabajo; 500,00
Fumigación, Desinfección y Limpieza de las
Instalaciones del Sector Público

5.8 GRUPO VIII - TRANSFERENCIAS Y


DONACIONES CORRIENTES
5.8.04 Aportes y Participaciones al Sector Público 60,00
5.8.04.06 Para el IECE por el 0.5% las aportaciones al 60,00
IESS
TOTAL 8.615,00

Tabla 6: Gastos generados del año 2018 en el plan de manejo del Bosque Protector Aguarongo. Fuente:
Consorcio Aguarongo, 2018

PARTIDA DENOMINACION ASIGNACION


INICIAL
7.3 GRUPO I - BIENES Y SERVICIOS PARA
INVERSION
7.3.02 Servicios Generales 752,64
7.3.02.01 Transporte de personal 752,64

TOTAL 752,64

Tabla 7: Gastos generados del año 2018 para el programa de restauración ambiental. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018

DENOMINACION ASIGNACION
INICIAL
73.02 Servicios Generales 1.162,11
7.3.02.01 Transporte de personal 602,11
7.3.02.35 Servicio de alimentación 560,00

73.06.00 Contratación de estudios, Investigaciones y 4.398,00


Servicios Técnicos Específicos
73.06.03 Servicios de Capacitación 4.398,00

TOTAL 5.560,11

En las tablas 5, 6 y 6, se muestran las asignaciones monetarias en el año 2018, que se dan

a cada denominación que forman parte de un programa y servicio que se presta al Bosque

Protector Aguarongo. Dichas asignaciones monetarias, son aportes mensuales (anuales

81
en remuneraciones complementarias) que el Estado gasta en compensación del cuidado

del bosque al ser este considerado un Área protegida en el Ecuador.

Tabla 8: Gastos generales del año 2015 en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018.

PARTIDA DENOMINACION ASIGNACION


INICIAL
5.1.01.06 Salarios Unificados 6.000,00

5.1.02 Remuneraciones Complementarias 854,00


5.1.02.03 Décimo tercer sueldo 500,00
5.1.02.04 Décimo cuarto sueldo 354,00

5.1.06 Aporte Patronal a la Seguridad Social 1.169,00


5.1.06.01 Aporte Patronal 669,00
5.1.06.02 Fondos de Reserva 500,00

5.8 GRUPO VIII - TRANSFERENCIAS Y


DONACIONES CORRIENTES
5.8.04 Aportes y Participaciones al Sector Público 60,00
5.8.04.06 Para el IECE por el 0.5% las aportaciones al 60,00
IESS
TOTAL 8.083,00

Tabla 9: Gastos generales del año 2016 en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018

PARTIDA DENOMINACION ASIGNACION


INICIAL
5.1.01.06 Salarios Unificados 6.000,00

5.1.02 Remuneraciones Complementarias 866,00


5.1.02.03 Décimo tercer sueldo 500,00
5.1.02.04 Décimo cuarto sueldo 366,00

5.1.06 Aporte Patronal a la Seguridad Social 1.169,00


5.1.06.01 Aporte Patronal 669,00
5.1.06.02 Fondos de Reserva 500,00

5.8 GRUPO VIII - TRANSFERENCIAS Y


DONACIONES CORRIENTES
5.8.04 Aportes y Participaciones al Sector Público 60,00
5.8.04.06 Para el IECE por el 0.5% las aportaciones al 60,00
IESS
TOTAL 8.095,00

82
Tabla 10: Gastos generales del año 2017 en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018

PARTIDA DENOMINACION ASIGNACION


INICIAL
5.1.01.06 Salarios Unificados 6.000,00

5.1.02 Remuneraciones Complementarias 875,00


5.1.02.03 Décimo tercer sueldo 500,00
5.1.02.04 Décimo cuarto sueldo 375,00

5.1.06 Aporte Patronal a la Seguridad Social 1.169,00


5.1.06.01 Aporte Patronal 669,00
5.1.06.02 Fondos de Reserva 500,00

5.8 GRUPO VIII - TRANSFERENCIAS Y


DONACIONES CORRIENTES
5.8.04 Aportes y Participaciones al Sector Público 60,00
5.8.04.06 Para el IECE por el 0.5% las aportaciones al 60,00
IESS
TOTAL 8.104,00

En las tablas 8, 9 y 10, se muestran las asignaciones monetarias en el año 2015, 2016 y

2017 respectivamente, que se dan a cada denominación de gastos generales. Sin embargo

no se detalla programas o servicios extras que realiza el Bosque Protector Aguarongo,

debido a que el Consorcio Aguarongo se estabilizó de manera completa en el año 2018;

es decir, desde este año se planteó programas y proyectos, que han generados gastos para

el Consorcio. Además no se cuenta con datos anteriores al año 2015, debido a que el

consorcio empezó sus actividades económicas en el año 2014, pero no cuentan con

información de este año, ya que iniciaron con aportes de quienes conformarían el

consorcio.

Las asignaciones monetarias generadas en los años mencionados desde el 2015, son

aportes mensuales (anuales en remuneraciones complementarias) que el Estado gasta en

compensación del cuidado del bosque al ser este considerado un área protegida en el

Ecuador.

83
3.9.2.1.Egresos proyectados para 10 años

Para el cálculo de egresos proyectados, se aplica el método de regresión lineal simple,

debido a que es útil para predecir una respuesta cuantitativa Y, partiendo simplemente de

una variable predictora XX, asumiendo la existencia de una relación lineal entre XX e

YY (Gil C. , 2018). En este caso se utilizará como variables predictoras las asignaciones

monetarias de los años 2015, 2016, 2017 y 2018.

De acuerdo a Cardona, González, Rivera & Cárdenas (2013), para elegir qué tipo de

función puede ajustarse a la curva, debe realizarse una gráfica de dispersión de los datos

recopilados. Si en esta grafica se observa que los puntos se distribuyen alrededor de una

recta, se puede realizar un análisis de regresión lineal y cuando se analizan datos

recopilados para llegar a una ecuación matemática, se deben considerar tres problemas:

1. Elegir el tipo de curva que muestran los puntos, por lo mismo que clase de

ecuación se tiene que aplicar.

2. Hallar la ecuación que mejor se ajuste a los datos seleccionados.

3. Demostrar que la ecuación elegida cumple con aspectos que se refieran a méritos

de la misma, para realizar pronósticos.

Por lo que para obtener una predicción de la variable respuesta, se debe obtener una

estimación utilizando la fórmula de modelo de regresión (Gil C. , 2018):

𝑦 = 𝐵0 + 𝐵1 𝑥

En donde

 𝐵0: Regresor.

 𝐵1: Regresor y valor de la pendiente de la recta.

84
El modelo de regresión simple es útil al menos en una primera aproximación de datos.

Sin embargo hay que tomar en cuenta que a más de una ecuación, también se debe estimar

el coeficiente de determinación, ya que es una medida que refleja la bondad de ajuste para

una ecuación de regresión, el cual está representado por la variable 𝑅 2 (Novales, 2010).

3.10. Costo de oportunidad de cada especie en estudio

Para el cálculo del costo de oportunidad, se realizó consultas directas con empresas

locales conocidas de madera en la ciudad de Cuenca, Provincia del Azuay del precio de

compra de las especies Podocarpus Sprucei y Oreocallis grandiflora; en donde se indicó

las dimensiones con las que cuentan y el beneficio que se adquiere con las mismas.

Tabla 11: Empresas de consulta y su precio de compra de la madera por viga. Fuente: Los Autores.

EMPRESA DIRECCION Precio de compra


de VIGA
(USD/m)
MADERAS Av. Hurtado de Mendoza 4-82 y 0,3
JORVAL Antisana

MADERAS SANTA Av. Los Andes y Totoracocha 0,4


ANA

MADERAS Av. Los Andes 5-53 y Cajas 0,4


VALDEZ
Valor de viga (USD/m) 0,4

En la tabla 11, se indican el nombre de las empresas que establecieron el precio por lo

que estarían dispuestos a pagar por cada especie. Dichas empresas indican que al no

cumplir con medidas específicas para que la madera obtenida de las especies Oreocallis

grandiflora y Podocarpus sprucei sea considerada como tablones, establecen el precio de

compra por metro de las vigas de madera más baratas en el mercado.

Con los precios de compra establecidos por las empresas, se realizó un promedio de estos,

obteniendo un precio de compra de $ 0,40 por metro lineal de cada viga, con ello se

85
procedió al cálculo de precio por unidad de cada especie, considerando las alturas

comerciales obtenidas en el muestreo de campo, y con ello el precio de venta por el

número de especies proyectadas en el Bosque Protector Aguarongo, determinando así el

costo de oportunidad que se genera.

3.11. Análisis Costo Beneficio (ACB)

El análisis costo beneficio (ACB) se realizó a partir de los cálculos de los índices de

rentabilidad VAN, TIR e inversión inicial que se darían en el caso que se realizara una

negociación de venta de bonos de carbono de las especies Podocarpus sprucei y

Oreocallis grandiflora. Para los cuales se aplican fórmulas en base a parámetros

establecidos.

3.11.1. Inversión inicial (I0)

La inversión inicial se refiere a la cantidad de dinero necesario para invertir y de esta

manera poner en marcha un proyecto (Cunillera, 2018).

Para el cálculo de la cantidad de inversión inicial se ha tomado en cuenta varios aspectos

importantes e imprescindibles. Sin embargo para considerar el monto total de la inversión

inicial, es necesario incluir valores de infraestructura, capital de trabajo, activos tangibles

e intangibles, entre otros. Pero en este caso también se toma en consideración que de

todos los aspectos mencionados, ya existen activos tangibles e intangibles en marcha,

para lo cual el valor que tienen los mismos, no incluyen dentro del valor total de inversión

inicial.

En el Anexo 2 se detallan todos los aspectos que se han considerado para el cálculo de la

inversión inicial, contando así con un monto total de 154.041,00 USD.

86
3.11.2. Valor actual neto (VAN)

Es un indicador financiero que mide los ingresos y egresos futuros que tendrá un proyecto,

representando la utilidad que tendrá el inversionista después de que este recupere su

inversión, usándose un tipo de descuento denominado tasa de descuento que es la medida

mínima de la rentabilidad exigida por el proyecto (Martínez C. , 2015).

La regla del Valor Actual Neto menciona que "se deben de aceptar proyectos de inversión

que tengan valores actuales netos positivos ", esto quiere decir que se aceptan proyectos

cuyos flujos llevados al valor actual den como resultado más ingresos que egresos

(Marcillo, 2010).

La fórmula usada para calcular el VAN es la siguiente (Rocabert, 2006), (González A. P.,

2016), (López G. L., 2012):

𝑁
𝐼𝑛 − 𝐸𝑛
𝑉𝐴𝑁 = −𝐼𝑛𝑣𝑒𝑟𝑠𝑖ó𝑛 + ∑
(1 + 𝒾)𝑡
𝑛=0

En donde:

 VAN: Valor Actual Neto

 𝐼𝑛 : Ingresos

 𝐸𝑛 : Egresos

 𝒾: Tasa de descuento

El resultado del VAN se interpretó de acuerdo a lo que menciona Mete (2014):

 𝑉𝐴𝑁 > 0 : este resultado indica que el proyecto genera beneficio.

 𝑉𝐴𝑁 = 0: este resultado indica que no existen ni beneficios, ni perdidas, pero el

proyecto resultaría una pérdida de tiempo.

87
 𝑉𝐴𝑁 < 0: este resultado indica que existen pérdidas por lo que el proyecto no es

viable.

Para la obtención de la tasa social de descuento se revisó en las páginas del BID (2018),

Banco Mundial (2018) y el Banco Asiático de Desarrollo (2018) los cuales establecen

que las tasas sociales de descuento son del 10 al 12%, por lo tanto se usará en este caso

del 12%.

3.11.3. Tasa interna de retorno (TIR)

La TIR se define como la tasa de descuento que iguala el valor presente de los ingresos y

el valor presente de los egresos de un proyecto, señalando el rendimiento que se genera

por los fondos invertidos en el proyecto en una sola cifra (Mete, 2014), también se la

conoce como la tasa de descuento a la cual el proyecto será igual a 0, es decir, la tasa de

descuento a la que el proyecto sería apenas aceptable, siendo la rentabilidad del dinero

mantenido en el proyecto (Mascareñas, 2001).

La fórmula usada para el cálculo del TIR es la siguiente (Orozco, 2010), (Madrigal, 2011):

𝑁
𝐼𝑛 − 𝐸𝑛
𝑇𝐼𝑅 = −𝐼𝑛𝑣𝑒𝑟𝑠𝑖ó𝑛 + ∑ =0
(1 + 𝒾)𝑡
𝑛=0

En donde:

 TIR: Tasa Interna de Retorno

 𝐼𝑛 : Ingresos

 𝐸𝑛 : Egresos

 𝒾: Tasa de descuento

El resultado del TIR se puede interpretar de la siguiente manera en donde 𝒾 es la tasa de

descuento elegida en el VAN (Lobos, Cerda, Zamora, & Ureta, 2018):

88
 Si la 𝑇𝐼𝑅 > 𝒾 : se acepta el proyecto.

 Si la 𝑇𝐼𝑅 = 𝒾: sería una situación parecida a cuando el VAN es igual a cero, es

decir el proyecto sería una pérdida de tiempo.

 Si la 𝑇𝐼𝑅 < 𝒾: se rechaza el proyecto.

3.11.4. Relación costo-beneficio (B/C)

Para el cálculo de la relación costo beneficio o también conocido como índice de

rentabilidad, se utilizó la metodología de Guerrero (2014), con la cual se halló la suma de

los beneficios descontados traídos al presente y se dividió sobre la suma de los costes

también descontados. En donde los beneficios son considerados como ingreso. De igual

manera, los costes serán entendidos como los beneficios perdidos para los recursos que

utiliza el proyecto.

𝐵 𝑉𝐴𝐼
=
𝐶 𝑉𝐴𝐶 + 𝐼𝑜

En donde:

 VAI: Valor actual de los ingresos netos o beneficios, USD

 𝑉𝐴𝐶: Valor actual de los costos de egresos USD

 𝐼𝑜 : Inversión inicial del proyecto, USD

Para tener claro un enfoque de rentabilidad de un proyecto, se realiza una relación costo

beneficio. En este caso se realizó en base a lo que menciona Munera (2006) sobre lo que

implica dicha relación, en el cual se toma valores mayores, menores o iguales a 1, lo que

involucra que:

89
 B/C > 1: significa que los ingresos son mayores que los egresos, por lo tanto el

proyecto es rentable.

 B/C = 1: significa que los ingresos son iguales que los egresos, por lo tanto el

proyecto es indiferente.

 B/C < 1: significa que los ingresos son menores que los egresos, por lo tanto el

proyecto no es rentable.

3.12. Análisis estadístico

Para realizar los análisis necesarios, se utilizó el programa SPPS 25, el cual permite

realizar análisis estadísticos, con la ayuda de reportes obtenidos a través de diversos

análisis descriptivos de su base de datos. En algunos casos se comparan características de

dos o más grupos con respecto a diferentes variables que dichos grupos presenten

(Castañeda, Cabrera, Navarro, & De Vries , 2010).

3.12.1. Análisis de Correlación

El análisis de correlaciones es parte de varios supuestos estadísticos, siendo los más

importantes los que se refieren al tipo de variables y a la distribución de las variables de

las muestras. Su propósito es examinar la dirección y fuerza de la asociación entre dos

variables cuantitativas y de esa manera se conoce la intensidad de dicha asociación. Estas

aproximaciones se realizan comúnmente mediante un diagrama de dispersión (Laguna,

2014).

3.12.1.1. Diagrama de dispersión

Los diagramas de dispersión son herramientas gráficas, que son muy utilizadas por su

sencillez y potencia para analizar la relación existente entre dos variables, debido a que

sugiere la forma de relación de las mismas, es decir, si la relación es lineal, cuadrática o

90
de cualquier otro tipo. Esto ayuda a la interpretación de los coeficientes de correlación y

a tener una mejor visión del conjunto de relación entre las dos variables (Estepa, 2008)

En este caso se aplicó un diagrama de dispersión simple, en el cual se toma como variables

el diámetro a la altura del pecho y la altura total de los individuos muestreados, con ello

se estableció una relación entre las mismas.

3.12.1.2. Coeficiente de Correlación de Pearson

Se conoce al análisis de correlación de Pearson como un análisis común, ya que las

variables son continuas y la distribución de estas se acerca a la distribución normal. Para

ello se debe estimar previamente las estadísticas descriptivas que correspondan al

cumplimiento de estos supuestos (Laguna, 2014).

El coeficiente de correlación de Pearson se trata de un índice que mide si los puntos

obtenidos de la relación entre variables, tienen tendencia a disponerse en una línea recta.

Puede tomar valores entre -1 y +1. Este método estadístico, utiliza criterios de normalidad

para las variables en donde el planteamiento que realiza es sencillo “r” estará aproximado

a 1, cuando las dos variables X e Y estén fuertemente asociadas, es decir, al aumentar una

aumenta otra y viceversa (Laguna, 2014).

Para establecer la relación entre variables mediante el coeficiente de correlación de

Pearson se tomó en consideración el diámetro a la altura del pecho y la altura de cada

especie en estudio; en este caso el Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora,

3.13. Análisis descriptivo

Es usado cuando se disponen ciertos datos los cuales serán representados de forma que

esta se pueda visualizar de una manera más sistemática y resumida dependiendo del tipo

de variables que se estén manejando (Pértega & Pita, 2001).

91
Este tipo de análisis está diseñado para variables cuantitativas continuas incluyendo

también el procedimiento de frecuencias (Arteaga, 2008).

El análisis descriptivo puede ser representado en el programa SPSS ya que este incluye

una amplia gama de posibilidades para realizar representaciones gráficas de variables

para un análisis descriptivo (Gil J. A., 2006), en este caso se usaron los histogramas y las

barras de error.

3.13.1. Histogramas

Los histogramas son de gran utilidad para mostrar la distribución de una variable de

escala, los datos se agrupan y se resumen usando un estadístico de porcentaje o recuento

(Castañeda, Cabrera, Navarro, & De Vries , 2010).

Es un tipo especial de gráfica de barras en el cual una barra va pegada a la otra, esto quiere

decir que no existe espacio entre barras representado cada una un subconjunto de datos

(Pértega & Pita, 2001).

Las gráficas de los histogramas nos permiten ver pautas que son difíciles de observar en

una simple tabla numérica, algunas características son las siguientes (Álvarez, Babativa,

& Lozano, 2004):

 Se representa con una gráfica de barras.

 El rango de valores de la variable se divide en intervalos de igual amplitud.

 Está compuesto de rectángulos donde la base de esta es la abscisa siendo la

coordenada x y la altura es la coordenada y.

 Se usa mucho en variables cuantitativas continuas.

92
En este caso se usaron los diagramas de barras simples los cuales representan la

frecuencia simple sea esta relativa o absoluta mediante la altura de barras siendo

proporcional a la frecuencia simple de la categoría que esta representa (Bartés, 2005).

3.13.2. Barras de error

Las barras de error nos ayudan a identificar como varia la medida empleada como función

del resumen de los gráficos pudiendo ser la media o la desviación estándar, la estructura

del grafico trata de un punto central el cual indica el valor de la media la que se ubica en

una línea vertical, la longitud de la línea es la barra de error que detalla el intervalo de

confianza o un número de errores típicos de un número específico de desviaciones típicas

pudiendo extenderse en una o ambas direcciones (Vargas, 2007).

Para el análisis se usaron las barras de error simples las cuales son muy útiles para

describir variables (Castañeda, Cabrera, Navarro, & De Vries , 2010).

3.13.3. ANOVA

El análisis de la varianza ANOVA es una potente herramienta estadística usada en las

industrias, control de procesos y control de métodos analíticos (Rubio & Berlanga, 2012);

este factor sirve para comparar varios grupos en una variable cuantitativa, se aplica para

contrastar la igualdad de las medias de 3 o más poblaciones independientes que tienen

una distribución normal siendo las hipótesis las siguientes (Boqué & Maroto, 2004):

1. 𝐻𝑜 : 𝜇1 = 𝜇2 = … = 𝜇𝑘 Las medias poblacionales son iguales.

2. 𝐻1 Al menos dos medias poblacionales son distintas.

El proceso de aceptación o rechazo de la hipótesis lleva de manera implícita un riesgo el

cual se cuantifica como el valor de "p", siendo este la probabilidad de aceptar la hipótesis

alternativa como cierta, cuando la cierta podría ser la hipótesis nula, este valor ha sido

93
arbitrariamente seleccionado y se fija por lo general en 0,05 ya que una seguridad del

95% lleva implícita una p < 0,05. Para el análisis de varianza ANOVA de las variables

obtenidas de los árboles se plantearon las siguientes hipótesis (Otero, Herrarte, & Medina,

2005):

 𝐇𝐨 = Las medias del promedio de cada variable de las 9 parcelas son iguales

 𝐇𝟏 = Las medias del promedio de cada variable de las 9 parcelas son diferentes

CAPITULO IV: RESULTADOS Y ANÁLISIS

4.1. Mensuración Forestal

En el Anexo 3 se detallan los datos muestreados de cada especie en estudio, entre estos

están: ubicación, número de árbol, DAP, Altura total y Altura comercial.

4.1.1. Cálculo del diámetro a la altura del pecho (DAP)

En las especies de Podocarpus Sprucei encontradas durante el muestreo, se obtuvo un

DAP de 42,65 cm, siendo este valor el más alto dentro de las distintas mediciones

realizadas para cada árbol; además se obtuvo 4,14 cm de DAP, siendo este el valor

mínimo de los individuos en cuestión.

Por otro lado, las especies de Oreocallis Grandiflora cuentan con valor máximo de DAP

de 75,12 cm y un valor mínimo de 1,59 cm; considerando a todos los individuos,

independientemente de su estado de desarrollo.

94
4.1.2. Altura del árbol en pie

Tabla 12: Alturas totales máximas y mínimas de las especies en estudio muestreadas. Fuente: Los
Autores.

Especie Altura Altura


máxima (m) mínima (m)
Oreocallis 15,8 1,35
grandiflora
Podocarpus 8,93 1,4
Sprucei

A través de la medición directa en campo de la altura total del árbol se obtuvo las

dimensiones que se muestran en la tabla 12, en donde la altura máxima destacada entre

las dos especies de estudio es de 15,8 m de la especie Oreocallis grandiflora.

4.2. Valoración cuantitativa de las especies muestreadas

4.2.1. Estimación de Área basal

Tabla 13: Área basal de las especies de estudio. Fuente: Los Autores.

Especie Área basal (m2)

Oreocallis 5,81
Grandiflora
Podocarpus 1,059
Sprucei

En la tabla 13 se puede apreciar el área basal de las especies obtenidas mediante el cálculo

del DAP, en su totalidad es de 6, 8705 m2. Sin embargo el 84, 6% del total de las unidades

de medición del área basal calculada, corresponde a la especie Oreocallis grandiflora con

un valor de 5, 81 m2 y el 15,4 % restante, corresponde a la especie Podocarpus Sprucei,

con un valor de 1,059 m2.

95
4.2.2. Estimación del Volumen de los árboles en pie

Tabla 14: Volumen de árboles en pie de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de Volumen Total


de Parcela m3
Parcela
1 Alta 0,469
2 Alta 0,014
3 Alta -------
4 Media 0,186
5 Media 0,438
6 Media 0,012
7 Baja 0,039
8 Baja 1,82
9 Baja 1,354
Total 4,332

En la tabla 14 se puede observar el volumen de árboles de pie de la especie Podocarpus

sprucei, para lo cual se realizó una suma de los volúmenes de cada parcela y de esta

manera determinar cuál tiene más volumen, siendo la parcela 8 que se encuentra en el

piso más bajo la de mayor volumen con 1,83 m3 y la de menor volumen es la parcela 6

en el piso medio con 0,012 m3.

Tabla 15: Volumen de árboles en pie de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Número Tipo Volumen Total


de de (m3 )
Parcela Parcela
1 Alta 8,219
2 Alta 3,933
3 Alta 1,688
4 Media 1,729
5 Media 2,314
6 Media 1,657
7 Baja 0,252
8 Baja 0,343
9 Baja 0,231
Total 20,366

96
En la tabla 15 del volumen de árboles en pie de la especie Oreocallis grandiflora se

puede observar que la de mayor volumen fue la parcela 1 que está en el piso más alto con

8,219 m3 y la de menor volumen es de la parcela 9 en el piso más bajo con 0,231 m3.

4.2.3. Estimación de Biomasa forestal

4.2.3.1.Biomasa verde aérea

Tabla 16: Biomasa verde aérea de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de Bva (kg)


de Parcela
Parcela
1 Alta 95,315
2 Alta 4,642
3 Alta ----
4 Media 54,844
5 Media 197,599
6 Media 2,826
7 Baja 16,341
8 Baja 458,122
9 Baja 363,397
Total 1193,086
En la tabla 16 se indica la biomasa verde aérea de la especie Podocarpus sprucei,

existiendo mayor cantidad de biomasa verde en la parcela 8 que corresponde al piso bajo

con 458,122 kg y de menor cantidad es la parcela 6 en el piso medio con 2,826 kg.

Tabla 17: Biomasa verde aérea de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de Bva (kg)


de Parcela
Parcela
1 Alta 4334,323
2 Alta 3030,108
3 Alta 1286,886
4 Media 1199,023
5 Media 1969,483
6 Media 672,515
7 Baja 150,112
8 Baja 127,291
9 Baja 140,377
Total 12910,118

97
En la tabla 17 se indica la biomasa verde aérea de la especie Oreocallis grandiflora,

pudiéndose notar que en el piso alto en la parcela 1 existe mayor cantidad de biomasa

verde aérea con 4334,323 kg y en el piso bajo en la parcela 8 se encuentra la menor

cantidad de biomasa verde aérea con 127,291 kg.

4.2.3.2.Biomasa verde radicular

Tabla 18: Biomasa verde radicular de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de Bvr (kg)


de Parcela
Parcela
1 Alta 19,07
2 Alta 0,93
3 Alta -----
4 Media 10,97
5 Media 39,52
6 Media 0,57
7 Baja 3,27
8 Baja 91,61
9 Baja 72,68
Total 238,62

En la tabla 18 se encuentra la biomasa verde radicular de la especie Podocarpus sprucei

siendo el valor más alto en la parcela 9 en el piso bajo con 72,68 kg y la de valor más bajo

esta en la parcela 6 en el piso medio con 0,57 kg.

Tabla 19: Biomasa verde radicular de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de Bvr (kg)


de Parcela
Parcela
1 Alta 866,86
2 Alta 606,01
3 Alta 257,4
4 Media 239,82
5 Media 393,9
6 Media 134,52
7 Baja 30,01
8 Baja 25,46
9 Baja 28,08

98
Total 2582,06

En la tabla 19 se encuentra la biomasa verde radicular de la especie Oreocallis

grandiflora con el valor más alto en la parcela 1 en el piso alto con 866,86 kg y el valor

más bajo en la parcela 8 en el piso bajo con 25,46 kg.

4.2.3.3.Biomasa verde total

Tabla 20: Biomasa verde total de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de Bvt (kg)


de Parcela
Parcela
1 Alta 114,385
2 Alta 5,572
3 Alta ----
4 Media 65,814
5 Media 237,119
6 Media 3,396
7 Baja 19,611
8 Baja 549,732
9 Baja 436,077
Total 1431,706

En la tabla 20 se indica la biomasa verde total de la especie Podocarpus sprucei

existiendo mayor biomasa verde en la parcela 8 en el piso bajo con 549,732 kg y menor

biomasa en la parcela 6 piso medio con 3,396 kg.

Tabla 21: Biomasa verde total de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de Bvt (kg)


de Parcela
Parcela
1 Alta 5201,183
2 Alta 3636,118
3 Alta 1544,286
4 Media 1438,843
5 Media 2363,383
6 Media 807,035
7 Baja 180,122

99
8 Baja 152,751
9 Baja 168,457
Total 15492,178

En la tabla 21 se detalla la biomasa verde total de la especie Oreocallis grandiflora

existiendo mayor cantidad en la parcela 1 del piso alto con 5201,183 kg y menor cantidad

en la parcela 8 piso bajo con 152,751 kg.

4.2.3.4.Biomasa seca

Tabla 22: Biomasa seca de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de Bs (kg) Bs (ton)


de Parcela
Parcela
1 Alta 68,631 0,068631
2 Alta 3,343 0,003343
3 Alta ----- -------
4 Media 39,488 0,039488
5 Media 142,272 0,142272
6 Media 2,038 0,002038
7 Baja 11,767 0,011767
8 Baja 329,839 0,329839
9 Baja 261,647 0,261647
Total 859,025 0,859025

En la tabla 22 se describe la Biomasa seca en kilogramos y Biomasa seca en toneladas

de la especie Podocarpus sprucei siendo la de mayor valor la de la parcela 8 en el piso

bajo con 329,839 kg que equivale a 0,329 toneladas y el menor valor es el de la parcela 6

en el piso medio con 2,038 kg que equivale a 0,002 toneladas.

Tabla 23: Biomasa seca de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Bs(kg) Bs (ton)

100
Número Tipo de
de Parcela
Parcela
1 Alta 3120,708 3,120708
2 Alta 2181,671 2,181671
3 Alta 926,572 0,926572
4 Media 863,304 0,863304
5 Media 1418,03 1,41803
6 Media 484,223 0,484223
7 Baja 108,073 0,108073
8 Baja 91,651 0,091651
9 Baja 101,074 0,101074
Total 9295,306 9,295306

En la tabla 23 se describe la Biomasa seca en kilogramos y en toneladas de la especie

Oreocallis grandiflora, en la cual se encuentra mayor cantidad de biomasa seca en la

parcela 1 que está en el piso alto con 3120,708 kg que equivale a 3,120 toneladas y la de

menor cantidad en la parcela 8 en el piso bajo con 91,651 kg lo que equivale a 0,09

toneladas.

4.2.4. Estimación de la cantidad de carbono

4.2.4.1.Carbono aéreo total

Tabla 24: Carbono aéreo total de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de CAT


de Parcela (ton)
Parcela
1 Alta 0,0343155
2 Alta 0,0016715
3 Alta ------------
4 Media 0,019744
5 Media 0,071136
6 Media 0,001019
7 Baja 0,0058835
8 Baja 0,1649195
9 Baja 0,1308235
Total 0,4295125

101
En la tabla 24 se indica en carbono aéreo total de la especie Podocarpus sprucei, siendo

el valor más alto en la parcela 8 en el piso bajo con 0,1649195 toneladas y la de valor más

bajo en la parcela 6 en el piso medio con 0,001019 toneladas.

Tabla 25: Carbono aéreo total de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de CAT(ton)


de Parcela
Parcela
1 Alta 1,560354
2 Alta 1,0908355
3 Alta 0,463286
4 Media 0,431652
5 Media 0,709015
6 Media 0,2421115
7 Baja 0,0540365
8 Baja 0,0458255
9 Baja 0,050537
Total 4,647653

En la tabla 25 se describe el Carbono Aéreo Total de la especie Oreocallis grandiflora,

siendo el valor más alto en la parcela 1 en el piso alto con 1,560354 toneladas y el valor

más bajo en la parcela 8 en el piso bajo con 0,0458255 toneladas.

4.2.4.2 Carbono radicular

Tabla 26: Carbono radicular de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de CR (ton)


de Parcela
Parcela
1 Alta 0,00823572
2 Alta 0,00040116
3 Alta ------------
4 Media 0,00473856
5 Media 0,01707264
6 Media 0,00024456
7 Baja 0,00141204
8 Baja 0,03958068
9 Baja 0,03139764
Total 0,103083

102
En la tabla 26 se indica el carbono radicular de la especie Podocarpus sprucei, estando

el valor más alto en la parcela 8 piso bajo con 0,03958068 toneladas y el valor más bajo

en la parcela 6 piso medio con 0,00024456 toneladas.

Tabla 27: Carbono radicular de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de CR (ton)


de Parcela
Parcela
1 Alta 0,37448496
2 Alta 0,26180052
3 Alta 0,11118864
4 Media 0,10359648
5 Media 0,1701636
6 Media 0,05810676
7 Baja 0,01296876
8 Baja 0,01099812
9 Baja 0,01212888
Total 1,11543672

En la tabla 27 se muestra el carbono radicular de la especie Oreocallis grandiflora,

estando el valor más alto en la parcela 1 piso alto con 0,37448496 toneladas y el valor

más bajo en la parcela 8 piso bajo con 0,01099812 toneladas.

4.2.4.3 Carbono total

Tabla 28: Carbono total de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de CR (ton)


de Parcela
Parcela
1 Alta 0,04255122
2 Alta 0,00207266
3 Alta -------------
4 Media 0,02448256
5 Media 0,08820864
6 Media 0,00126356
7 Baja 0,00729554
8 Baja 0,20450018
9 Baja 0,16222114
Total 0,5325955

103
En la tabla 28 se indica el carbono total de la especie Podocarpus sprucei, encontrándose

con valor más alto la parcela 8 en el piso bajo con 0,20450018 toneladas y el valor más

bajo en la parcela 6 en el piso medio con 0,00126356 toneladas.

Tabla 29: Carbono total de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de CT (ton)


de Parcela
Parcela
1 Alta 1,93483896
2 Alta 1,35263602
3 Alta 0,57447464
4 Media 0,53524848
5 Media 0,8791786
6 Media 0,30021826
7 Baja 0,06700526
8 Baja 0,05682362
9 Baja 0,06266588
Total 5,76308972

En la tabla 29 se detalla el carbono total de la especie Oreocallis grandiflora,

encontrándose con valor más alto a la parcela 1 en el piso alto con 1,93483896 toneladas

y el valor más bajo en la parcela 8 en el piso bajo con 0,05682362 toneladas.

4.2.4.4 Captura de dióxido de carbono

Tabla 30: Captura de dióxido de carbono de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de CO2 (ton)


de Parcela
Parcela
1 Alta 0,15600554
2 Alta 0,00759899
3 Alta -------------
4 Media 0,08976041
5 Media 0,32339934
6 Media 0,00463259
7 Baja 0,02674764
8 Baja 0,74975901
9 Baja 0,59475137
Total 1,95265488

104
En la tabla 30 se describe la captura de dióxido de carbono de la especie Podocarpus

sprucei, siendo el valor más alto en la parcela 8 en el piso bajo con 0,74975901 toneladas

y el valor más bajo en la parcela 6 en el piso medio con 0,00463259 toneladas.

Tabla 31: Captura de dióxido de carbono de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Número Tipo de CO2 (ton)


de Parcela
Parcela
1 Alta 7,09370008
2 Alta 4,95916944
3 Alta 2,10619637
4 Media 1,9623815
5 Media 3,2233325
6 Media 1,10069021
7 Baja 0,24566138
8 Baja 1,50893244
9 Baja 0,22975192
Total 22,4298158

En la tabla 31 se detalla la captura de dióxido de carbono de la especie Oreocallis

grandiflora, siendo el valor más alto en la parcela 1 en el piso alto con 7,09370008

toneladas y el valor más bajo en la parcela 9 en el piso bajo con 0,22975192 toneladas.

4.2.5. Estimación de los Parámetros estructurales de bosques

Tabla 32: Parámetros estructurales del Bosque Protector Aguarongo según la especie de estudio. Fuente:
los Autores.

Especies Parcelas Total de Área Da Dr fa fr DmR IVI


individuos Basal (Ind/m2) (%) (%) (%) (%) (%)
(m2)

Oreocallis 172 5,812 0,0076 80 100 52,94 84,59 72,51


grandiflora 9
Podocarpus 43 1,059 0,0019 20 88,89 47,06 15,41 27,49
sprucei

Según la tabla 32 de los parámetros estructurales de las especies muestreadas, se pudo

observar que la densidad absoluta de la especie Podocarpus sprucei de 0,0019 ind/m2,

105
con una densidad relativa del 20%, frecuencia relativa de 47,06% y el Índice de Valor de

Importancia de 27,49%. Sin embargo la especie Oreocallis grandiflora tiene un valor de

densidad absoluta de 0,0076 ind/m2, con una densidad relativa de 80%, frecuencia relativa

de 52,94%, dominancia relativa de 84,59% y un Índice de Valor de Importancia de

72,51%, mostrando así que al ser un valor más elevado, tiene una mayor importancia en

comparación con la especie Podocarpus Sprucei. .

4.3. Cálculo de carbono equivalente en el bosque y potencial de captura en años

4.3.1. Obtención de Tabla de rodal y existencia

En las tablas 33 y 34 se muestran los resultados obtenidos para la construcción de las

tablas de rodal y existencia de: número de árboles por hectárea, Área basimétrica o área

basal por hectárea, y volumen por hectárea; dependiendo de la marca de clase del DAP.

Tabla 33: Tabla de rodal y existencia de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

DAP(cm) N(arb/ha) G(m2/ha) V(m3/ha)


3 1 0,02 0,04
6 5 0,15 0,464
9 2 0,119 0,296
12 2 0,165 0,312
15 2 0,281 0,94
18 1 0,214 0,92
21 2 0,678 2,544
24 1 0,325 0,976
27 1 0,658 2,244
30 1 0,575 3,22
39 0 0,482 3,128
42 0 0,571 2,244
Total 18 4,238 17,328

Tabla 34: Tabla de rodal y existencia de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

DAP(cm) N(arb/ha) G(m2/ha) V(m3/ha)


3 8 0,084 0,1108
6 15 0,436 0,9888

106
9 12 0,745 1,5632
12 8 0,791 1,978
15 8 1,289 3,8372
18 7 1,617 4,5444
21 4 1,086 3,4816
24 3 1,081 3,558
27 3 1,594 6,0624
30 1 0,886 3,71
33 0 0,358 0,7264
36 1 1,199 6,8612
39 0 0,497 1,1516
42 0 0,58 3,2524
45 1 1,828 7,7784
48 1 2,207 10,958
51 1 2,445 10,9892
63 0 1,261 2,9488
69 0 1,513 3,9632
75 0 1,773 3,022
Total 73 23,27 81,4856

4.3.1.1.Estimación de número de árboles por hectárea

Debido a que cada superficie de muestreo es de 2500m2 por parcela, se obtuvo un factor

de proporcionalidad de 4, cuyo valor al multiplicar con la frecuencia por clase del número

de árboles de las especies en estudio, se estima que: para la especie Podocarpus sprucei

hay 18 árboles por hectárea. Sin embargo para la especie Oreocallis grandiflora el

número asciende, siendo el mismo de 73 árboles por hectárea en total; como se muestra

en las siguientes tablas:

Tabla 35: Número de árboles por hectárea de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

DAP (cm) P1 P2 P3 P4 P5 P6 P7 P8 P9 N(nº/ha)


3 0 0 0 8 0 0 4 0 0 1
6 8 8 0 8 8 0 12 0 4 5
9 8 0 0 0 0 4 0 0 4 2
12 12 0 0 0 0 0 0 0 4 2
15 4 0 0 0 0 0 0 4 8 2
18 0 0 0 0 4 0 0 4 0 1
21 4 0 0 4 4 0 0 8 0 2

107
24 4 0 0 0 0 0 0 0 4 1
27 4 0 0 0 0 0 0 8 0 1
30 0 0 0 0 0 0 0 4 4 1
39 0 0 0 0 0 0 0 0 4 0
42 0 0 0 0 0 0 0 4 0 0
Total 18

En la tabla 35, se muestra que existe una mayor cantidad de árboles por hectárea con un

diámetro de 6 cm, y aunque está representado por 5 árboles; es muy representativo en

comparación a las distintas clases de DAP de la especie Podocarpus Sprucei.

Tabla 36: Número de árboles por hectárea de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Autores.

DAP (cm) P1 P2 P3 P4 P5 P6 P7 P8 P9 N(nº/ha)


3 8 8 4 0 32 4 12 4 0 8
6 8 12 12 24 52 12 12 4 0 15
9 16 8 8 36 4 20 16 0 0 12
12 12 12 0 8 8 20 4 0 4 8
15 8 0 8 8 28 12 8 0 0 8
18 16 12 12 8 4 8 4 0 0 7
21 4 4 4 0 8 0 4 4 4 4
24 8 0 0 4 4 4 0 0 4 3
27 12 0 4 4 4 4 0 0 0 3
30 8 4 0 0 0 0 0 0 0 1
33 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0
36 4 4 0 0 4 0 0 0 0 1
39 0 0 0 0 0 0 0 4 0 0
42 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0
45 8 0 4 0 0 0 0 0 0 1
48 4 4 0 4 0 0 0 0 0 1
51 8 4 0 0 0 0 0 0 0 1
63 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0
69 0 0 0 0 0 4 0 0 0 0
75 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Total 73

En la tabla 36, se encuentra una mayor cantidad de árboles en un diámetro de 6 y 9 cm,

aunque la más representativa es en 6cm con 15 árboles por hectárea en las distintas clases

de DAP de la especie Oreocallis grandiflora.

108
4.3.1.2.Estimación de Área basal por hectárea.

A través de la obtención de las áreas transversales de las especies muestreadas, se

procedió al cálculo de la frecuencia de acuerdo al DAP de los árboles, en donde se obtuvo

que: la especie Podocarpus Sprucei cuenta con un área basal de 4,24 m2/ha como se

muestra en la tabla 37 y la especie Oreocallis grandiflora cuenta con un área basal de

23,3 m2/ha como se indica en la tabla 38; además muestra los cálculos para hallar los

valores mencionados.

Tabla 37: Área basal por hectárea de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

DAP P1 P2 P3 P4 P5 P6 P7 P8 P9 G
(cm) (m2/ha)
3 0 0 0 0,01 0 0 0,01 0 0 0,02
6 0,02 0,02 0 0,02 0,03 0 0,04 0 0,01 0,15
9 0,07 0 0 0 0 0,02 0 0 0,02 0,12
12 0,12 0 0 0 0 0 0 0 0,05 0,17
15 0,07 0 0 0 0 0 0 0,07 0,14 0,28
18 0 0 0 0 0,11 0 0 0,11 0 0,21
21 0,13 0 0 0,15 0,12 0 0 0,27 0 0,68
24 0,16 0 0 0 0 0 0 0 0,17 0,33
27 0,21 0 0 0 0 0 0 0,44 0 0,66
30 0 0 0 0 0 0 0 0,28 0,3 0,58
39 0 0 0 0 0 0 0 0 0,48 0,48
42 0 0 0 0 0 0 0 0,57 0 0,57
TOTAL 4,24

Tabla 38: Área basal por hectárea de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores

DAP P1 P2 P3 P4 P5 P6 P7 P8 P9 G
(cm) (m2/ha)
3 0,01 0,01 0,01 0 0,03 0 0,02 0,01 0 0,08
6 0,02 0,04 0,05 0,07 0,14 0,05 0,04 0,02 0 0,44
9 0,1 0,06 0,06 0,25 0,03 0,13 0,12 0 0 0,75
12 0,14 0,12 0 0,11 0,11 0,22 0,04 0 0,04 0,79
15 0,14 0 0,13 0,15 0,51 0,22 0,15 0 0 1,29
18 0,39 0,29 0,32 0,2 0,1 0,23 0,09 0 0 1,62
21 0,12 0,13 0,15 0 0,3 0 0,13 0,13 0,13 1,09
24 0,37 0 0 0,17 0,18 0,19 0 0 0,17 1,08
27 0,68 0 0,21 0,23 0,22 0,24 0 0 0 1,59
30 0,59 0,29 0 0 0 0 0 0 0 0,89
33 0,36 0 0 0 0 0 0 0 0 0,36

109
36 0,39 0,39 0 0 0,43 0 0 0 0 1,2
39 0 0 0 0 0 0 0 0,5 0 0,5
42 0,58 0 0 0 0 0 0 0 0 0,58
45 1,23 0 0,6 0 0 0 0 0 0 1,83
48 0,76 0,7 0 0,75 0 0 0 0 0 2,21
51 1,59 0,86 0 0 0 0 0 0 0 2,45
63 1,26 0 0 0 0 0 0 0 0 1,26
69 0 0 0 0 0 1,51 0 0 0 1,51
75 1,77 0 0 0 0 0 0 0 0 1,77
TOTAL 23,3

4.3.1.3.Estimación de volumen por hectárea

Una vez obtenidos los volúmenes individuales de los árboles en pie, se procedió a la

multiplicación del factor de proporcionalidad por la frecuencia de volúmenes de acuerdo

al DAP correspondiente, para calcular la suma total de los mismos en cada parcela,

dándonos como resultado: en la especie Podocarpus Sprucei un volumen de 17,3 m3/ha

y en la especie Oreocallis grandiflora un volumen de 81,5 m3/ha.

Tabla 39: Volumen por hectáreas de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

DAP P1 P2 P3 P4 P5 P6 P7 P8 P9 V
(cm) (m3/ha)
3 0 0 0 0,03 0 0 0,01 0 0 0,04
6 0,04 0,06 0 0,05 0,15 0 0,15 0 0,01 0,46
9 0,19 0 0 0 0 0,05 0 0 0,06 0,3
12 0,24 0 0 0 0 0 0 0 0,08 0,31
15 0,2 0 0 0 0 0 0 0,31 0,43 0,94
18 0 0 0 0 0,6 0 0 0,32 0 0,92
21 0,22 0 0 0,66 1 0 0 0,66 0 2,54
24 0,64 0 0 0 0 0 0 0 0,34 0,98
27 0,34 0 0 0 0 0 0 1,9 0 2,24
30 0 0 0 0 0 0 0 1,84 1,38 3,22
39 0 0 0 0 0 0 0 0 3,13 3,13
42 0 0 0 0 0 0 0 2,24 0 2,24
Total 1,88 0,06 0 0,74 1,75 0,05 0,16 7,28 5,42 17,3

En la tabla 39, se indica que la parcela 9 correspondiente a un piso altitudinal bajo, la

especie Podocarpus Sprucei cuenta con un volumen de 5,42 m3/ha, siendo este el más

110
alto en comparación con los otros volúmenes obtenidos; además de que se puede observar

que existe una ausencia de volumen en la parcela 3 correspondiente a un piso altitudinal

alto.

Tabla 40: Volumen por hectáreas de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

DAP P1 P2 P3 P4P P5 P6 P7 P8 P9 V
(cm) (m3/ha)
3 0,01 0,01 0,01 0 0,04 0,01 0,02 0,01 0 0,11
6 0,04 0,09 0,12 0,19 0,38 0,09 0,07 0,01 0 0,99
9 0,19 0,13 0,24 0,6 0,06 0,16 0,19 0 0 1,56
12 0,28 0,47 0 0,25 0,35 0,46 0,12 0 0,05 1,98
15 0,25 0 0,26 0,36 2,03 0,58 0,35 0 0 3,84
18 0,69 0,85 1,31 0,76 0,33 0,43 0,16 0 0 4,54
21 0,41 0,21 0,78 0 1,53 0 0,1 0,2 0,26 3,48
24 0,81 0 0 1,01 0,74 0,37 0 0 0,62 3,56
27 2,12 0 1,13 1,3 0,95 0,56 0 0 0 6,06
30 3,02 0,69 0 0 0 0 0 0 0 3,71
33 0,73 0 0 0 0 0 0 0 0 0,73
36 0,98 3,04 0 0 2,84 0 0 0 0 6,86
39 0 0 0 0 0 0 0 1,15 0 1,15
42 3,25 0 0 0 0 0 0 0 0 3,25
45 4,86 0 2,92 0 0 0 0 0 0 7,78
48 4,3 4,2 0 2,45 0 0 0 0 0 11
51 4,96 6,03 0 0 0 0 0 0 0 11
63 2,95 0 0 0 0 0 0 0 0 2,95
69 0 0 0 0 0 3,96 0 0 0 3,96
75 3,02 0 0 0 0 0 0 0 0 3,02
Total 32,9 15,7 6,75 6,92 9,26 6,63 1,01 1,37 0,93 81,5

En la tabla 40, se da a notar que en la parcela 1 correspondiente al piso altitudinal más

alto, la especie Oreocallis grandiflora cuenta con un volumen de 32,9 m3/ha, siendo este

valor el más alto en comparación con las otras parcelas en cuestión. Sin embargo, el

volumen disminuye considerablemente en los pisos altitudinales más bajos, pues en las

parcelas de piso altitudinal bajo y el volumen alcanza hasta 1,01 m3/ha en la parcela 7 y

con un volumen mínimo de 0,93 m3/ha en la parcela 9.

111
4.3.2. Aplicación de la Regla de Sturges

Tabla 41: K de las especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Clases
K 4,169993616
K redondeado 4

Tabla 42: Rango de las especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Rango

Podocarpus sprucei 7,232


Oreocallis grandiflora 31,956

Tabla 43: Longitud de las especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Longitud de cada clase


Podocarpus sprucei 1,808
Oreocallis grandiflora 7,989

Tabla 44: Tabla de frecuencia del volumen de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Tabla de frecuencia de volumen


Volumen total m3/ha Volumen total m3/ha #parcelas Mi
0,048 1,856 5 0,952
1,856 3,664 1 2,76
3,664 5,472 1 4,568
5,472 7,28 1 6,376

Según la tabla 44 el rango de volumen de la especie Podocarpus sprucei en el que existen

el mayor número de parcelas es el de 0,048 m3/ha a 1,856 m3/ha en el que se encuentran

5 parcelas, dicho rango tiene una media de 0,952 m3/ha.

112
Tabla 45: Tabla de frecuencia del volumen de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Tabla de frecuencia de volumen


Volumen total m3/ha Volumen total m3/ha #parcelas Mi
0,924 8,913 6 4,9185
8,913 16,902 2 12,9075
16,902 24,891 0 20,8965
24,891 32,88 1 28,8855

Según la tabla 45 el rango de volumen de la especie Oreocallis grandiflora en el que

existen el mayor número de parcelas es el de 0.924 m3/ha a 8,913 m3/ha en el que se

encuentran 6 parcelas, dicho rango tiene una media de 4,9185 m3/ha.

4.3.2.1.Cálculo de carbono equivalente de la especie Oreocallis grandiflora

Tabla 46: CAER del Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Nº de parcelas Media Volumen Densidad de Contenido CAER


sin inventariar Total m3/ha E.R la madera de (ton/ha)
carbono
8319 4,9185 0,87 0,5 2,13954

Subtotal CAER parcelas sin inventariar 7798,895


Subtotal CAER parcelas inventariadas 8,85921
TOTAL CAER DEL BOSQUE DE OREOCALLIS GRANDIFLORA 17807,754

Según la tabla 46, se indica que en la especie Oreocallis grandiflora el CAER de las

parcelas sin inventariar es de 7798,895 ton/ha y en cambio de las parcelas inventariadas

es de 8,85921 ton/ha existiendo un total de 17807,754 ton/ha en todo el bosque, para

obtener estos datos se utilizó la media del volumen total de 4,9185 m3/ha, densidad de la

madera de 0,87 y el contenido de carbono de 0,5.

4.3.2.2.Cálculo de carbono equivalente de la especie Podocarpus sprucei

113
Tabla 47: CAER del Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Nº de parcelas Media Volumen Densidad de Contenido CAER


sin inventariar Total m3/ha la madera de (ton/ha)
carbono
8319 0,952 0,62 0,5 0,295
Subtotal CAER parcelas sin inventariar 2455,103
Subtotal CAER parcelas inventariadas 1,34292
TOTAL CAER DEL BOSQUE DE PODOCARPUS SPRUCEI 2456,446

Según la tabla 47, se muestra que en la especie Podocarpus sprucei el CAER de las

parcelas sin inventariar es de 2455,103 ton/, mientras que en las parcelas inventariadas es

de 1,34592 ton /ha existiendo un total de 2456,446 ton/ha en todo el bosque, para obtener

estos datos se utilizó la media del volumen total de 0,952 m3/ha, densidad de la madera

de 0,62 y el contenido de carbono de 0,5.

Figura 19: Histograma del número de parcela vs CAER del Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Según la Figura 19, se puede observar el Carbono Almacenado por especie y por rodal

en función del número de parcelas existiendo más cantidad de CAER en la parcela 8 con

0,564 toneladas y en cambio en la parcela 3 no existe CAER debido a que en esta parcela

no se encontró la especie Podocarpus sprucei.

114
Figura 20: Histograma del número de parcela vs CAER del Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Según la Figura 20, se puede observar el Carbono Almacenado por especie y por rodal

de la especie Oreocallis grandiflora en función del número de parcelas existiendo más

cantidad de CAER en la parcela 1 con 3,575 toneladas y en cambio en la parcela 9 existe

la menor cantidad con 0,100 toneladas.

4.3.2.3.Cálculo de CO2 capturado equivalente de las especies de estudio

Tabla 48: CO2 capturado equivalente de las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores.

Total del CAER de las dos especies (ton/ha) 20264,201

Peso del CO2 (g/mol) 44,999

Peso atómico del carbono 12,001

CO2 capturado Equivalente de la especie


Podocarpus sprucei (ton) 9006,07

CO2 capturado Equivalente de la especie


Oreocallis grandiflora (ton) 65288,57

CO2 capturado Equivalente en el Bosque (ton) 74294,64

115
Según la tabla 48, se puede observar que se tiene un CO2 capturado equivalente de la

especie Podocarpus sprucei de 9006,07 ton y de la especie Oreocallis grandiflora de

65288,57 ton, existiendo un total de las dos especies de 74294,64 ton; esto se obtuvo con

los datos del peso del CO2 de 44,999 g/mol y el pesto atómico del carbono de 12,001.

4.3.2.4.Potencial de captura de las especies en estudio

Tabla 49: Potencial de captura de carbono de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

Edad ICA Densidad de Contenido Potencial de captura de


(m3/ha/año) la madera de carbono
carbono
0 0 0,62 0,5 0
5 14,11 0,62 0,5 4,3741
10 12,65 0,62 0,5 3,9215
15 11,35 0,62 0,5 3,5185
20 10,17 0,62 0,5 3,1527
25 9,12 0,62 0,5 2,8272
30 8,18 0,62 0,5 2,5358
35 7,33 0,62 0,5 2,2723
40 6,58 0,62 0,5 2,0398
45 5,9 0,62 0,5 1,829
50 5,29 0,62 0,5 1,6399
55 4,74 0,62 0,5 1,4694
60 4,25 0,62 0,5 1,3175
65 3,81 0,62 0,5 1,1811

Según la tabla 49 se proyectó el potencial de captura de carbono desde la edad 0 hasta

los 65 años de la especie Podocarpus sprucei, en el cual se puede notar que mientras

pasan los años el potencial de captura de carbono disminuye, siendo el valor mayor en el

año 5 con 4,3741 ton/ha/año, para obtener estos datos se usó el ICA( Incremento de la

Corriente Anual) que es el incremento del volumen durante cierto año, para obtener este

valor se usaron tasas medias de acumulación estimadas para plantaciones, la densidad de

madera de la especie que es 0,62 y el contenido de carbono de 0,5.

116
Tabla 50: Potencial de captura de carbono de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Edad ICA Densidad Contenido Potencial de captura de


(m3/ha/año) de la de carbono
madera carbono
0 0 0,87 0,5 0
5 14,11 0,87 0,5 6,13785
10 12,65 0,87 0,5 5,50275
15 11,35 0,87 0,5 4,93725
20 10,17 0,87 0,5 4,42395
25 9,12 0,87 0,5 3,9672
30 8,18 0,87 0,5 3,5583
35 7,33 0,87 0,5 3,18855
40 6,58 0,87 0,5 2,8623
45 5,9 0,87 0,5 2,5665
50 5,29 0,87 0,5 2,30115
55 4,74 0,87 0,5 2,0619
60 4,25 0,87 0,5 1,84875
65 3,81 0,87 0,5 1,65735

Según la tabla 50 se proyectó el potencial de captura de carbono desde la edad 0 hasta

los 65 años de la especie Oreocallis grandiflora, en el cual se puede notar que mientras

pasan los años el potencial de captura de carbono disminuye, siendo el valor mayor en el

año 5 con 6,13785 ton/ha/año, para obtener estos datos se usó el ICA( Incremento de la

Corriente Anual) que es el incremento del volumen durante cierto año, para obtener este

valor se usaron tasas medias de acumulación estimadas para plantaciones, la densidad de

madera de la especie que es 0,87 y el contenido de carbono de 0,5.

4.4. Cálculo de la valoración económica por especies muestreadas y por


proyección en todo el bosque.

4.4.1. Valoración económica según las especies muestreadas.

117
Tabla 51: Valoración económica de la especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei
muestreadas. Fuente: Los Autores.

Escenarios Entidades C02 C02 Precio Valor Valor Valor


capturado capturado (USD) económico: económi total
(ton): (ton): Oreocallis co: (USD)
Oreocallis Podocarpu grandiflora Podocar
grandiflora s sprucei pus
sprucei
Mercado Carbonfund 10,00 224,3 19,53 243,83
voluntario

SENDECO2 17,06 382,65 33,31 415,96

California Air 14,61 327,7 28,53 356,23


Resources
Board

Tanjiaoyi 7,5 168,22 14,64 182,86


News Service:
Beijing

Tanjiaoyi 1,36 30,5 2,66 33,16


News Service:
Tianjin
Mercado de
cumplimiento
European 22,42 1,95 17,3 388,04 33,78 421,82
Energy
Exchange

Korea 20,66 463,4 40,34 503,74


Exchange

OMF 15,58 349,46 30,42 379,88


CommTrade
New Zealand
14,6 327,48 28,51 355,99
Ontario
Ministry of the
Environment
and Climate
Change

RGGI, Inc. 3,79 85,01 7,4 92,41

Schweizer 8,25 185,05 16,11 201,16


Emissionshand
elsregiste

118
En la tabla 51 se puede observar que la empresa como mayor beneficio es Korea

Exchange la cual se encuentra en el escenario 2 de mercado de cumplimiento pudiéndose

obtener un valor de 503,74 USD; mientras que el escenario menos favorable es Tanjiaoyi

News Service: Tianjin la cual se encuentra en el escenario 2 de mercado de cumplimiento

con un valor de 33,16 USD.

4.4.2. Valoración económica proyectada en todo el bosque.

Tabla 52: Valoración económica de la especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei en el


Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores.

C02 C02
Valor Valor
capturado capturado
Precio económico: económico: Valor total
Escenarios Empresas (ton): (ton):
(USD) Oreocallis Podocarpus (USD)
Oreocallis Podocarpus
grandiflora sprucei
grandiflora sprucei
Mercado
Carbonfund 10,00 652.885,72 90.060,69 742.946,41
voluntario
SENDECO2 17,06 1.113.823,0 153.643,53 1.267.466,56
California Air
Resources
Board 14,61 953.866,03 131.578,66 1.085.444,69

Tanjiaoyi
News Service:
7,5 489.664,29 67.545,52 557.209,81
Beijing

Tanjiaoyi
News Service: 65288,57 9006,06
Mercado de 1,36 88.792,46 12.248,25 101.040,71
Tianjin
cumplimiento
European
Energy
17,3 1.129.492,29 155.804,99 1.285.297,28
Exchange

Korea
Exchange 20,66 1.348.861,89 186.065,38 1.534.927,27

OMF
CommTrade
New Zealand 15,58 1.017.195,95 140.314,55 1.157.510,5

119
Ontario
Ministry of
the
Environment 14,6 953.213,15 131.488,6 1.084.701,75
and Climate
Change

RGGI, Inc.
3,79 247.443,69 34.133,00 281.576,69
Schweizer
Emissionshan 8,25 538.630,72 74.300,07 612.930,79
delsregiste

En la tabla 52 se puede observar que la empresa como mayor beneficio es Korea

Exchange la cual se encuentra en el escenario 2 de mercado de cumplimiento pudiéndose

obtener un valor de 1.534.927,27 USD; mientras que el escenario menos favorable es

Tanjiaoyi News Service: Tianjin la cual se encuentra en el escenario 2 de mercado de

cumplimiento con un valor de 101.040,71 USD.

4.5. Cálculo de ingresos y egresos del Bosque Protector Aguarongo, según las
especies de estudio

4.5.1. Ingresos según escenarios propuestos

Tabla 53: Ingresos por CO2 capturado. Fuente: Los Autores.

ESCENARIOS Especies de CO2 PVP Total PVP


estudio capturado unidad (USD)
(ton) (USD)
Oreocallis 65288,57 10,00 652.885,7
Opción 1, grandiflora
MERCADO
VOLUNTARIO: Podocarpus 9006,07 10,00 90.060,7
Carbonfund sprucei

TOTAL 74294,64 742.946,4

Opción 2, Oreocallis 65288,57 17,06 1.113.823


MERCADO DE grandiflora
CUMPLIMIENTO: Podocarpus 9006,07 17,06 153.643,55
SENDECO2 sprucei
TOTAL 74294,64 1.267.466,55

120
En la tabla 53, se muestra los ingresos de CO2 capturado por diferentes escenarios, cabe

recalcar que dichos ingresos se representan por el periodo de tiempo que se realice la

negociación, por lo tanto el PVP total no se considera que sea anual, pues dependerá

específicamente del tiempo que se establezca una negociación.

En el caso del Mercado voluntario, se obtuvo un PVP total de 742.946,4 USD, tomando

en consideración que la entidad Carbonfund establece un precio de 10,00 USD por

tonelada de carbono. De la misma forma en el Mercado de cumplimiento, se obtuvo un

PVP total de 1.267.466,55 USD, tomando en consideración que la entidad SENDECO2

establece un precio de 17,06 USD por tonelada de carbono, siendo así esta cantidad

considerada como mayor ingreso en comparación a los mercados establecidos para el

estudio.

4.5.2. Egresos generados en el Bosque Aguarongo por especie

Tabla 54: Tabla resumen de egresos generados en 2018 por periodo, en el Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Consorcio Aguarongo. Elaboración: Los Autores.

PERIODO Asignación Asignación inicial Asignación inicial por


(2018) inicial (USD) por especie especies en estudio
(USD) (USD)
MENSUAL 14.927,75 39,11 78,22
179.133,02 469,32 938,64
ANUAL Incluye Remuneraciones 940,41
complementarias

En la tabla 54, se muestra un resumen de los egresos generados en el año 2018 en el

Bosque Protector Aguarongo, en donde se realiza una asignación inicial mensual por

especie 39,11 USD, y una asignación anual de 469,32 USD. Pero contando que las

especies de estudio son 2, los egresos mensuales son de 78,22 UDS y los egresos anuales

son de 940,41 USD, a dicha cantidad se le incluye remuneraciones complementarias s

asignadas.

121
Tabla 55: Tabla resumen de egresos generados en 2015 por periodo, en el Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Consorcio Aguarongo. Elaboración: Los Autores.

Asignación Asignación inicial Asignación inicial


inicial (USD) por especie por especies en
(USD) estudio (USD)
MENSUAL 7.229,00 7,19 14,39

ANUAL 86.748,00 86,32 172,63


Incluye Remuneraciones 174,33
complementarias

Tabla 56: Tabla resumen de egresos generados en 2016 por periodo, en el Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Consorcio Aguarongo. Elaboración: Los Autores.

Asignación Asignación inicial Asignación inicial


inicial por especie por especies en
estudio
MENSUAL 7.229,00 7,19 14,39
ANUAL 86.748,00 86,32 172,63
Incluye Remuneraciones 174,35
complementarias

Tabla 57: Tabla resumen de egresos generados en 2017 por periodo, en el Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Consorcio Aguarongo (2018). Elaboración: Los Autores.

Asignación Asignación inicial Asignación inicial


inicial por especie por especies en
estudio
MENSUAL 7.229,00 7,19 14,39
ANUAL 86.748,00 86,32 172,63
Incluye Remuneraciones 174,37
complementarias

En las tabla 55, 56 y 57, se indican un resumen de los egresos generados por periodo de

del año 2015, 2016, y 2017 respectivamente, en el Bosque Protector Aguarongo, en donde

se realiza una asignación inicial mensual por especie de 7,19 USD, y una asignación

inicial anual de 86,32 USD. Pero contando que las especies de estudio son 2, los egresos

mensuales son de 14,39 UDS. Sin embargo, aunque los valores sean iguales para estos 3

años, los egresos anuales varían debido al aumento por año de las remuneraciones

122
complementarias. Es por ello que el egreso anual del año 2015 es de 174,33 USD; del año

2016 es de 174,35 USD y del año 2017 es de 174,37 USD.

En el Anexo 4, se detalla cada componente al cual se le da una asignación inicial mensual

y anual, dependiendo del número de actividades que se realice. Se toma en consideración

que la asignación inicial que se efectúa, no es destinada en su totalidad para ser

considerada como egresos, pues en el Bosque Protector Aguarongo no solo se realiza

actividades que estén relacionadas estrictamente con el cuidado y protección de las

especies Podocarpus Sprucei y Oreocallis grandiflora, sino con todo lo que conlleva el

Bosque como tal. Por ello solo se considera como egresos las asignaciones iniciales para

cada componente que esté vinculado con las especies en estudio y no con todas las que

se encuentren en el Bosque Protector Aguarongo.

4.5.2.1.Egresos proyectados en el Bosque Aguarongo por especie

Mediante el uso del programa SPSS 25 se obtuvo una gráfica de dispersión de puntos, los

cuales representan los valores de egresos de periodos anteriores; es decir del año 2015

hasta el año 2018.

En la Figura 21, se puede observar que mediante la gráfica de dispersión de puntos se

obtiene un coeficiente de determinación de 𝑅 2 𝐿𝑖𝑛𝑒𝑎𝑙 = 0,6; el cual representa un grado

aceptable de fiabilidad de los datos y una ecuación de regresión de 𝑦 = 229,83𝑥 −

463078, misma que se considera para el cálculo de egresos proyectados desde el año

2019 hasta el año 2027, con la cual se obtuvo los resultados que se muestran en la tabla

58.

123
Figura 21: Modelo de regresión lineal para egresos del año 2015 - 2018. Fuente: Los Autores.

Tabla 58: Egresos proyectados desde el año 2019 hasta el año 2027. Fuente: Los Autores.

Año Egresos
2019 948,77
2020 1178,6
2021 1408,43
2022 1638,26
2023 1868,09
2024 2097,92
2025 2327,75
2026 2557,58
2027 2787,41

4.6. Cálculo de Costo de oportunidad

Tabla 59: Costo de oportunidad de las especies en estudio. Fuente: Los Autores.

Especie Número de Altura Precio de PVP por PVP


individuos comercial viga unidad total
promedio (USD/m) (USD) (USD)
Oreocallis grandiflora 151986 1,55 0,4 0,62 94.231,32

Podocarpus sprucei 37476 1,2 0,4 0,48 17.988,48

TOTAL 112.219,8

124
En la tabla 59, se muestra el PVP por unidad al cual se comercializaría cada especie por

madera, el cual se obtuvo a partir de la media de altura comercial de las especie que fueron

muestreadas (Anexo 3) y del precio por metro lineal de viga. Obteniendo así, un valor

total de PVP proyectado para todo el Bosque Protector Aguarongo de 112.219,8 USD,

contando que solo para la especie Oreocallis grandiflora se obtuvo un PVP de 94.231,32

USD y para la especie Podocarpus sprucei un PVP de 17.988,48 USD .

4.7. Análisis Costo-Beneficio del rendimiento de las especies de estudio

4.7.1. Escenario 1: Mercado voluntario

Según el cálculo del valor económico realizado para las especies Oreocallis grandiflora

y Podocarpus sprucei en el Bosque Protector Aguarongo de acuerdo al precio establecido

por Carbonfund, entidad perteneciente al Mercado voluntario, se realizó el análisis costo-

beneficio para lo cual se obtuvo:

 VAN: 256.825,38 USD

 TIR: 46 %

 B/C: 2,58

Con el análisis B/C, se establece que la negociación que se pudiese realizar con la entidad

Carbonfund, es rentable.

En el Anexo 5, se detallan los valores utilizados para el análisis costo-beneficio, para ello

se tomó en consideración un periodo de 10 años a partir del año en curso, recalcando que

el precio se mantiene para dicho periodo, debido a que la comercialización es mediante

un contrato de tipo forward de precio fijo para el periodo de años que se establezca la

negociación.

125
4.7.2. Escenario 2: Mercado de cumplimiento

De acuerdo al cálculo del valor económico realizado para las especies Oreocallis

grandiflora y Podocarpus sprucei en el Bosque Protector Aguarongo según el precio

establecido por SENDECO2, entidad perteneciente al Mercado de cumplimiento, se

realizó el análisis costo beneficio para lo cual se obtuvo:

 VAN: 553.190,97 USD

 TIR: 81 %

 B/C: 4,39

Con el análisis B/C, se establece que la negociación que se pudiese realizar con la entidad

SENDECO2, es rentable.

En el Anexo 6, se detallan los valores utilizados para el análisis costo beneficio, en el cual

se considera un periodo de 10 años a partir del año en curso, recalcando que el precio se

mantiene para dicho periodo, debido a que la comercialización es mediante un contrato

de tipo forward de precio fijo para el periodo de años que se establezca la negociación.

4.8. Análisis estadístico

Mediante el uso del programa SPSS 25, se determinó a través diagramas de dispersión

simple y coeficientes de correlación de Pearson, la relación existente entre el diámetro a

la altura del pecho (DAP) y la altura total de las especies Oreocallis grandiflora y

Podocarpus sprucei.

126
4.8.1. Relación entre el DAP y altura total de la especie Oreocallis grandiflora

Figura 22: Relación entre DAP y altura de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

En la Figura 22, se puede observar que mediante la aplicación del diagrama de dispersión

simple para la especie Oreocallis grandiflora, la altura total de cada individuo en relación

al DAP es considerada positiva, debido a que a medida que la altura total aumenta, el

DAP también lo hace. Sin embargo hay 3 excepciones en particular, debido a que

mientras más DAP poseen, la altura no es la máxima en consideración a los demás

individuos.

Tabla 60: Correlación de Pearson del DAP y la altura de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores.

Altura (m) DAP(cm)


Altura (m) Correlación de 1 ,401**
Pearson
Sig. (bilateral) 0,000
N 172 172
**
DAP(cm) Correlación de ,401 1
Pearson
Sig. (bilateral) 0,000
N 172 172
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

127
En la tabla 60, se indica una relación más estrecha en 0,401 entre el DAP y la altura total

de la especie Oreocallis grandiflora, en el cual indica que su nivel de correlación es

significativa en 0,01 para los 172 individuos muestreados.

4.8.2. Relación entre el DAP y altura total de la especie Podocarpus Sprucei

Figura 23: Relación entre el DAP y la altura de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

En la Figura 23, se identificó que mediante la aplicación del diagrama de dispersión

simple para la especie Podocarpus sprucei, la altura total de cada individuo en relación

al DAP es considerada positiva, debido a que a medida que la altura total aumenta, el

DAP también lo hace. Sin embargo existen algunas fluctuaciones, en las cuales se muestra

que hay individuos con gran tamaño de DAP en comparación a la altura, así como

individuos con gran altura y un DAP pequeño, en relación a los demás.

128
Tabla 61: Correlación de Pearson del DAP y la altura de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores.

Altura (m) DAP (cm)


Altura (m) Correlación de 1 ,404**
Pearson
Sig. (bilateral) 0,007
N 43 43
**
DAP (cm) Correlación de ,404 1
Pearson
Sig. (bilateral) 0,007
N 43 43
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

En la tabla 61, se indica una relación más estrecha en 0,404 entre el DAP y la altura total

de la especie Podocarpus sprucei, en donde indica que su nivel de correlación es

significativa en 0,01 para los 43 individuos muestreados.

4.9. Análisis descriptivo

Los datos obtenidos son descritos e interpretados mediante un análisis descriptivo a través

del SPSS 25, cuyo propósito es representar la información de manera ordenada y así

identificar aspectos importantes del comportamiento de las variables. Para ello se

utilizaron histogramas, barras de error y análisis de varianza para las especies Oreocallis

grandiflora y Podocarpus sprucei.

4.9.1. Histogramas

Se aplicaron histogramas de barras simples que representan una distribución proporcional

a la frecuencia de las variables consideradas, tales como: DAP, altura total, área basal,

volumen, biomasa forestal, cantidad de carbono almacenado y CO2 capturado; indicando

la distribución de la población.

129
4.9.1.1.Histogramas de la especie Oreocallis grandiflora

Para la construcción de cada histograma de la especie Oreocallis grandiflora, se toma en

consideración el número de especies muestreadas en las 9 parcelas que se realizó el

muestreo, contando con una cantidad de 172 individuos.

4.9.1.1.1. Histograma del diámetro a la altura del pecho (DAP)

Figura 24: Histograma del DAP de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico, se obtuvo un DAP medio de 15,99727 cm con una

desviación estándar de 13,257758. La mayor concentración de los individuos esta entre 0

a 20 cm siendo la mayor frecuencia la de 54 individuos es decir el 31%.

130
4.9.1.1.2. Histograma de la altura total de los árboles

Figura 25: Histograma de la altura total de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico, se obtuvo una altura media de 5,335 m con una desviación

estándar de 3,173326. La mayor concentración de los individuos esta entre 1 a 6 m siendo

la mayor frecuencia la de 33 individuos es decir el 19%.

4.9.1.1.3. Histograma del área basal

Figura 26: Histograma del área basal de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico del área basal, se obtuvo una media de 0,03382 m2 con una

desviación estándar de 0,063679. La mayor concentración de los individuos esta entre 0

a 0,100 m2 siendo la mayor frecuencia la de 122 individuos es decir el 71%.

131
4.9.1.1.4. Histograma del volumen

Figura 27: Histograma del volumen de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico, se obtuvo un volumen medio de 0,12284 m3 con una

desviación estándar de 0,259951. La mayor concentración de los individuos esta entre

0,000 a 0,100 m3 siendo la mayor frecuencia la de 122 individuos es decir el 71%.

4.9.1.1.5. Histograma de la biomasa forestal

Figura 28: Histograma de la biomasa forestal de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico de la biomasa forestal, se obtuvo una media de 0,05404 ton

con una desviación estándar de 0,114359. La mayor concentración de los individuos esta

entre 0,000 a 0,200 m siendo la mayor frecuencia la de 133 individuos es decir el 77%.

132
4.9.1.1.6. Histograma de la cantidad de carbono total almacenado

Figura 29: Histograma del carbono total almacenado de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores.

Según el análisis estadístico del carbono total almacenado, se obtuvo una media de

0,03351 ton con una desviación estándar de 0,070903. La mayor concentración de los

individuos esta entre 0,000 a 0,200 ton siendo la mayor frecuencia la de 135 individuos

es decir el 78%.

4.9.1.1.7. Histograma del CO2 capturado

Figura 30: Histograma del CO2 capturado de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

133
Según el análisis estadístico del CO2 capturado, se obtuvo una media de 0,12284 ton con

una desviación estándar de 0,259951. La mayor concentración de los individuos esta entre

0 a 0,100 ton siendo la mayor frecuencia la de 135 individuos es decir el 78%.

4.9.1.2.Histogramas de la especie Podocarpus Sprucei

Para la construcción de cada histograma de la especie Podocarpus Sprucei, se toma en

consideración el número de especies muestreadas en las 9 parcelas que se realizó el

muestreo, contando con una cantidad de 43 individuos. Sin embargo para el estudio no se

considera ninguna especie de la parcela 3, debido a que no se encontró ningún ejemplar

para el muestreo dentro de la misma.

4.9.1.2.1. Histograma del diámetro a la altura del pecho (DAP)

Figura 31: Histograma del DAP de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico, se obtuvo un DAP medio de 14,87 cm, con una desviación

estándar de 9,71. En donde la mayor cantidad de individuos cuenta con un DAP que va

desde 0 a 30cm, siendo la mayor frecuencia la de 13 individuos es decir el 30,2 %.

4.9.1.2.2. Histograma de la altura total de los árboles

134
Figura 32: Histograma de la altura total de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

La altura total media es de 3,61 m, con una desviación estándar de 1,86. En donde la

mayor cantidad de individuos cuenta con una altura que va desde 1m a 5m, siendo la

mayor frecuencia la de 13 individuos es decir el 30,2 % de las unidades de medición. Sin

embargo hay 16 individuos que van desde los 3m a 5m, siendo esta altura en comparación

con la anterior la más representativa con un 37,2%.

4.9.1.2.3. Histograma del área basal

Figura 33: Histograma de área basal de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores

Según el análisis estadístico del área basal, se obtuvo que la media es de 0,246 m2, con

una desviación estándar de 0,031. En donde el área basal a destacar por su mayor

135
frecuencia va desde 0 hasta 0,080 m2, ya que 23 individuos están dentro del rango de

dicha área, representando 53,5 % de todos los individuos.

4.9.1.2.4. Histograma del volumen

Figura 34: Histograma de volumen de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

El volumen medio es de 0,1 m3, con una desviación estándar de 0,16. En donde la mayor

cantidad de individuos cuenta con un volumen que va desde 0 a 0,400 m3, siendo la mayor

frecuencia la de 30 individuos es decir el 69,7 %.

4.9.1.2.5. Histograma de la biomasa forestal

Figura 35: Histograma de la biomasa forestal de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

136
El promedio de la biomasa forestal es de 0,019 ton, con una desviación estándar de 0,033.

En donde la biomasa forestal más representativa por su mayor frecuencia va desde 0 hasta

0,040 ton, siendo la mayor frecuencia la de 31 individuos equivalente a 72,09 %.

4.9.1.2.6. Histograma de la cantidad de carbono total almacenado

Figura 36: Histograma de carbono total almacenado de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores.

La cantidad de carbono total almacenado medio es de 0,012 ton, con una desviación

estándar de 0,02. En donde la mayor cantidad de individuos almacena una cantidad de

carbono que va desde 0 ton a 0,050 ton, siendo la mayor frecuencia la de 31 individuos

es decir el 72,09 % de unidades de medición. Sin embargo hay un individuo que captura

más de 0,1 ton aproximadamente.

137
4.9.1.2.7. Histograma del CO2 capturado

Figura 37: Histograma del CO2 capturado de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

La cantidad media del CO2 capturado es de 0,045 ton, con una desviación estándar de

0,076. En donde la mayor cantidad de individuos cuenta con un que va desde 0 a 0,200

ton, siendo la mayor frecuencia la de 33 individuos es decir el 76,7 % de las unidades de

medición. Sin embargo solo 1 individuo presenta una cantidad de captura mayor que va

desde 0,35 a 0,4 ton.

4.9.1.3.Histogramas de las variables por hectárea de las especies de estudio

Los histogramas obtenidos representan una distribución proporcional a la frecuencia de

del número de árboles, el área basal y el volumen por hectárea de las especies Oreocallis

grandiflora y Podocarpus sprucei.

138
4.9.1.3.1. Histograma del número de árboles por hectárea

Figura 38: Histograma del número de árboles/hectárea según la especie. Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico se puede determinar que el número de árboles por hectárea

según la especie Oreocallis grandiflora es de 73 arb/ha y de la especie Podocarpus

sprucei es 18 arb/ha.

4.9.1.3.2. Histograma del área basal por hectárea

Figura 39: Histograma del área basal/hectárea según la especie. Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico se puede determinar que el área basal por hectárea según la

especie Oreocallis grandiflora es de 23,27 m2/ha y de la especie Podocarpus sprucei es

4,238 m2/ha.

139
4.9.1.3.3. Histograma del volumen por hectárea

Figura 40: Histograma del volumen/hectárea según la especie. Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico se puede determinar que el volumen por hectárea según la

especie Oreocallis grandiflora es de 81,49 m3/ha y de la especie Podocarpus sprucei es

17,33 m3/ha.

4.9.1.4.Histogramas de las variables estimadas para el Bosque Protector Aguarongo

de las especies de estudio

Los histogramas obtenidos representan una distribución proporcional a la frecuencia de

del número de árboles, el área basal y el volumen proyectado para todo el Bosque

Protector Aguaron, de las especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei.

140
4.9.1.4.1. Histograma del número de árboles en el Bosque Protector Aguarongo

Figura 41: Histograma del número de árboles estimados por especie en el Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Los Autores.

Según el análisis estadístico se puede notar que el número de árboles estimados en el

Bosque Protector Aguarongo para las 2082 ha, es más representativo para la especie

Oreocallis grandiflora ya que cuenta con una cantidad de 151.986 árboles, en

comparación con la especie Podocarpus sprucei que cuenta con 37.476 árboles.

4.9.1.4.2. Histograma del área basal en el Bosque Protector Aguarongo

Figura 42: Histograma del área basal estimada por especie en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente:
Los Autores.

141
Según el análisis estadístico se puede notar que el área basal estimada para la especie

Oreocallis grandiflora es mayor en comparación con la especie Podocarpus Sprucei,

pues cuentan con una variación en sus valores muy significativa de 48.448 m2 y 8.824 m2

respectivamente.

4.9.1.4.3. Histograma del volumen en el Bosque Protector Aguarongo

Figura 43: Histograma del volumen estimado por especie en el Bosque Protector Aguarongo. Fuente:
Los Autores.

Según el análisis estadístico se puede notar que los volumen estimado en el Bosque

Protector Aguarongo, es más representativo para la especie Oreocallis grandiflora ya que

cuenta con un volumen de 169.653 m3, en comparación con la especie Podocarpus

sprucei que cuenta con un volumen de 36.077 m3.

142
4.9.1.4.4. Histograma de la captura de carbono

Figura 44: CAER de las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector
Aguarongo. Fuente: Los Autores.

Según el análisis sobre el CAER de las especies muestreadas, la especie Oreocallis

grandiflora tiene 17808 ton/ha en comparación con la especie Podocarpus sprucei con

2456 ton/ha.

4.9.1.4.5. Histograma del CO2 capturado

Figura 45: CO2 capturado equivalente de las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el
Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores.

143
Según el análisis sobre el CO2 capturado equivalente de las especies muestreadas, la

especie Oreocallis grandiflora tiene 65289 ton en comparación con la especie

Podocarpus sprucei con 9006 ton.

4.9.2. Barras de error por parcela

Las barras de error obtenidas, indican la variabilidad de la medida utilizada en función de

resumen en el grafico resultante de la media de las variables en estudio, tales como: DAP,

altura total, área basal, volumen, biomasa forestal, cantidad de carbono almacenado y

captura de CO2, de los individuos muestreados por parcela.

4.9.2.1.Barras de error por parcela de la especie Oreocallis grandiflora

4.9.2.1.1. Barras de error del diámetro a la altura del pecho (DAP)

Figura 46: Barras de error del DAP por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores.

La media del DAP de la Parcela 1 tiene un valor de 25,457 cm; la Parcela 2 es de 17,808

cm; la Parcela 3 es de 15,666 cm; la Parcela 4 es de 13,051 cm; la Parcela 5 es de 10,676

cm; la Parcela 6 es de 15,162 cm; la Parcela 7 es de 10,229 cm, la Parcela 8 es de 17,745

144
cm; la Parcela 9 es de 18,143 cm. Además, a nivel de parcelas se pudo observar que

existen cambios significativos en la distribución de la variable DAP, como en la parcela

8 pues la su distribución es mayor que las demás parcelas. En las demás parcelas la

distribución no varía mucho, a excepción de la parcelas 5 y 7, debido a que su distribución

es menor.

4.9.2.1.2. Barras de error de la altura total

Figura 47: Barras de error de la altura total por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente:
Los Autores.

La media de la altura total de la Parcela 1 tiene un valor de 5,231 m; la Parcela 2 es de

6,511 m; la Parcela 3 es de 7,095 m; la Parcela 4 es de 5,545 m; la Parcela 5 es de 5,949

m; la Parcela 6 es de 3,994 m; la Parcela 7 es de 3,301 m, la Parcela 8 es de 3,310 m; la

Parcela 9 es de 4,737 m. Además, a nivel de parcelas se pudo observar que existen

cambios significativos en la distribución de la variable de la altura total, como en la

parcela 9, pues la su distribución es mayor que las demás parcelas. En las demás parcelas

la distribución no varía mucho, a excepción de la parcela 6, debido a que su distribución

es menor.

145
4.9.2.1.3. Barras de error del área basal

Figura 48: Barras de error del área basal por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores.

La media del área basal de la Parcela 1 tiene un valor de 0,075 m 2; la Parcela 2 es de

0,040 m2; la Parcela 3 es de 0,027 m2; la Parcela 4 es de 0,020 m2; la Parcela 5 es de 0,014

m2; la Parcela 6 es de 0,032 m2; la Parcela 7 es de 0,010 m2, la Parcela 8 es de 0,040 m2;

la Parcela 9 es de 0,028 m2. Además, a nivel de parcelas se pudo observar que existen

cambios significativos en la distribución de la variable del área basal, como en la parcela

8, pues la su distribución es mayor que las demás parcelas. En las demás parcelas la

distribución no varía mucho, a excepción de las parcelas 5 y 7, debido a que su

distribución es menor.

146
4.9.2.1.4. Barras de error del volumen

Figura 49: Barras de error del volumen por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores.

La media del volumen de la Parcela 1 tiene un valor de 0,235 m3; la Parcela 2 es de 0,219

m3; la Parcela 3 es de 0,121 m3; la Parcela 4 es de 0,072 m3; la Parcela 5 es de 0,063 m3;

la Parcela 6 es de 0,075 m3; la Parcela 7 es de 0,017 m3, la Parcela 8 es de 0,066 m3; la

Parcela 9 es de 0,077 m3. Además, a nivel de parcelas se pudo observar que existen

cambios significativos en la distribución de la variable del volumen, como en las parcelas

8 y 2, pues la su distribución es mayor que las demás parcelas. En las demás parcelas la

distribución no varía mucho, a excepción de la parcela 7, debido a que su distribución es

menor.

147
4.9.2.1.5. Barras de error de la biomasa forestal

Figura 50: Barras de error de la biomasa por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores.

La media de la biomasa de la Parcela 1 tiene un valor de 0,089 ton; la Parcela 2 es de

0,121 ton; la Parcela 3 es de 0,066 ton; la Parcela 4 es de 0,036 ton; la Parcela 5 es de

0,038 ton; la Parcela 6 es de 0,022 ton; la Parcela 7 es de 0,007 ton, la Parcela 8 es de

0,023 ton; la Parcela 9 es de 0,034 ton. Además, a nivel de parcelas se pudo observar que

existen cambios significativos en la distribución de la variable de la biomasa, como en las

parcelas 9 y 2, pues la su distribución es mayor que las demás parcelas. En las demás

parcelas la distribución no varía mucho, a excepción de la parcela 7, debido a que su

distribución es menor.

148
4.9.2.1.6. Barras de error de la cantidad de carbono total almacenado

Figura 51: Barras de error del Carbono total almacenado por parcelas de la especie Oreocallis
grandiflora. Fuente: Los Autores.

La media del Carbono total almacenado de la Parcela 1 tiene un valor de 0,055 ton; la

Parcela 2 es de 0,075 ton; la Parcela 3 es de 0,041 ton; la Parcela 4 es de 0,022 ton; la

Parcela 5 es de 0,024 ton; la Parcela 6 es de 0,014 ton; la Parcela 7 es de 0,004 ton, la

Parcela 8 es de 0,014 ton; la Parcela 9 es de 0,021 ton. Además, a nivel de parcelas se

pudo observar que existen cambios significativos en la distribución de la variable del

carbono total, como en las parcelas 9 y 2, pues la su distribución es mayor que las demás

parcelas. En las demás parcelas la distribución no varía mucho, a excepción de la parcela

7, debido a que su distribución es menor.

149
4.9.2.1.7. Barras de error del CO2 capturado

Figura 52: Barras de error del CO2 capturado por parcelas de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente:
Los Autores.

La media del CO2 capturado total de la Parcela 1 tiene un valor de 0,203 ton; la Parcela 2

es de 0,276 ton; la Parcela 3 es de 0,150 ton; la Parcela 4 es de 0,082 ton; la Parcela 5 es

de 0,087 ton; la Parcela 6 es de 0,050 ton; la Parcela 7 es de 0,016 ton, la Parcela 8 es de

0,052 ton; la Parcela 9 es de 0,077 ton. Además, a nivel de parcelas se pudo observar que

existen cambios significativos en la distribución de la variable del carbono total, como en

las parcelas 9 y 2, pues la su distribución es mayor que las demás parcelas. En las demás

parcelas la distribución no varía mucho, a excepción de la parcela 7, debido a que su

distribución es menor.

150
4.9.2.2.Barras de error por parcela de la especie Podocarpus sprucei

4.9.2.2.1. Barras de error del diámetro a la altura del pecho (DAP)

Figura 53: Barras de error del DAP por parcela de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

La media del DAP de la Parcela 1 tiene un valor de 13,74 cm; la Parcela 2 es de 5,88 cm;

la Parcela 3 no tiene valor debido a que no se encontró ningún Podocarpus Sprucei dentro

de la misma; la Parcela 4 es de 8,53 cm; la Parcela 5 es de 13,05; la Parcela 6 es de 8,91

cm; la Parcela 7 es de 5,8 cm, la Parcela 8 es de 25,06; la Parcela 9 es de 18,7 cm. Además,

a nivel de parcelas se pude observar que existen cambios significativos en la distribución

de la variable DAP, tanto para la parcela 8 como para la parcela 9, pues la su distribución

es mayor que las demás parcelas. En las demás parcelas la distribución no varía mucho,

a excepción de la parcela 2, debido a que su distribución es menor.

151
4.9.2.2.2. Barras de error de la altura total

Figura 54: Barras de error de la altura total por parcela de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores.

Los valores medios de la altura total de la especie Podocarpus Sprucei para la Parcela 1

es de 2,39 m; en la Parcela 2 es de 2,81 m; en la Parcela 3 no existe valor debido a que

no se encontró ningún individuo dentro de la misma; en la Parcela 4 es de 3,58; en la

parcela 5 es de 6,59 m; en la Parcela 6 es de 2,14 m; en la Parcela 7 es de 3,58 m; en la

Parcela 8 es de 4,39 m y en la Parcela 9 es de 3,43. A nivel de conjunto de las parcelas se

establece que no existen mayores cambios de distribución, excepto en la parcela 5 que la

distribución es mayor.

152
4.9.2.2.3. Barras de error del área basal

Figura 55: Barras de error del área basal por parcela de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los
Autores.

El valor de la media en la Parcela 1 con respecto al área basal es de 0,018 m 2. En la

Parcela 2 es de 0,003 m2; en la Parcela 3 no se establece un valor debido a que no se

encontró un individuo dentro la misma; en la Parcela 4 es de 0,009 m2; en la Parcela 5 es

de 0,016 m2; en la Parcela 6 es de 0,006 m2; en la Parcela 7 es de 0,003 m2; en la Parcela

8 es de 0,54 m2; en la Parcela 9 es de 0,037 m2. A nivel de parcelas se puede notar que en

la Parcela 3 y 7 existe una distribución menor. Sin embargo en las parcelas 8 y 9 la

distribución es mayor, y en las demás la distribución no es varia significativamente.

153
4.9.2.2.4. Barras de error del volumen

Figura 56: Barras de error de volumen por parcela de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los
Autores.

La media del volumen de la Parcela 1 tiene un valor de 0,043 m3; la Parcela 2 es de 0.007

m3; la Parcela 3 no tiene valor definido ya que no se encontró ningún individuo; la Parcela

4 es de 0.037 m3; la Parcela 5 es de 0,110 m3; la Parcela 6 es de 0,012 m3; la Parcela 7 es

de 0,01 m3, la Parcela 8 es de 0,228 m3; la Parcela 9 es de 0,169 m3. Además, a nivel de

conjunto de parcelas se pude observar que existe una distribución variada. Sin embargo

la distribución menor se encuentra en la parcela 2 y la distribución mayor se encuentra en

la parcela 8 y 9 representando cambios significativos en comparación con las demás.

154
4.9.2.2.5. Barras de error de la biomasa forestal

Figura 57: Barras de error de la Biomasa Forestal por parcela de la especie Podocarpus sprucei. Fuente:
Los Autores.

La biomasa forestal presenta un valor medio en la Parcela 1 de 0,006 ton; en la Parcela 2

es de 0,002 ton; en la Parcela 3 no existe valores debido a que no se presenta ningún

individuo dentro de la misma; en la Parcela 4 es de 0.008 ton; en la Parcela 5 es de 0,036

ton; en la Parcela 6 es de 0,002 ton; en la Parcela 7 es de 0,003 ton; en la Parcela 8 es de

0,041 ton; en la Parcela 9 es de 0,033 ton. A nivel de parcelas, se puede observar que hay

una variación significativa en la parcela 5, siendo esta la mayor; y una variación menor

en la parcela 6, ya que no se muestra una distribución notoria en comparación con las

demás parcelas.

155
4.9.2.2.6. Barras de error de la cantidad de carbono total almacenado

Figura 58: Barras de error de la cantidad de carbono total almacenado por parcela de la especie
Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores.

La cantidad de carbono total almacenado se encuentra de la siguiente manera: en la

Parcela 1 de 0,004 ton; en la Parcela 2 es de 0,001 ton; en la Parcela 3 no se presenta un

valor ya que no se encontró ningún individuo dentro de la misma; en la Parcela 4 es de

0,005 ton; en la Parcela 5 es de 0,022 ton; en la Parcela 6 es de 0,001 ton; en la Parcela 7

es de 0,002 ton; en la Parcela 8 es de 0,026 ton; en la Parcela 9 es de 0,020 ton. A nivel

de conjunto de parcelas, se establece una distribución mayor en la parcela 5 y 9, y una

distribución menor en las parcelas 2 y 6.

156
4.9.2.2.7. Barras de error del CO2 capturado

Figura 59: Barras de error del CO2 capturado por parcela de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores.

La media CO2 capturado de la Parcela 1 tiene un valor de 0,014 ton; la Parcela 2 es de

0.004 ton; la Parcela 3 no tiene un valor establecido, debido a que no existe un individuo

dentro de la misma; la Parcela 4 es de 0.018 ton; la Parcela 5 es de 0,081 ton; la Parcela

6 es de 0,005 ton; la Parcela 7 es de 0,007 ton, la Parcela 8 es de 0,094 ton; la Parcela 9

es de 0,074 ton. Además, a nivel de parcelas se puede notar que en la parcela 5, 8 y 9 hay

una variación significativa en la distribución, aunque la distribución mayor corresponde

a la parcela 5 y la distribución menor en la parcela 2 en comparación con las demás.

4.9.3. Barras de error por pisos altitudinales

Al igual que las barras de error por parcelas obtenidas, las barras de error por pisos

altitudinales indican la variabilidad de la medida utilizada en función de resumen en el

gráfico resultante de la media de las variables en estudio, tales como: DAP, altura total,

área basal, volumen, biomasa forestal, cantidad de carbono almacenado y captura de CO2.

157
Sin embargo en este caso se realiza dichos análisis por pisos altitudinales, es decir; por

piso altitudinal alto, piso altitudinal medio y piso altitudinal bajo.

4.9.3.1.Barras de error por pisos altitudinales de la especie Oreocallis grandiflora

4.9.3.1.1. Barras de error del diámetro a la altura del pecho (DAP)

Figura 60: Barras de error del DAP por piso altitudinal de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los
Autores.

La media del DAP total del piso altitudinal alto tiene un valor de 21,356 cm; el piso

altitudinal medio tiene un valor de 12,552 cm y el piso altitudinal bajo tiene un valor de

12,675 cm. Además, a nivel de los pisos altitudinales se observó que existen cambios

significativos en la distribución de la variable del DAP, como en las parcelas alta y baja

pues su distribución es mayor que la parcela media.

158
4.9.3.1.2. Barras de error de la altura total

Figura 61: Barras de error de la altura total por piso altitudinal de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores

La media de la altura total del piso altitudinal alto tiene un valor de 5,964 m; el piso

altitudinal medio tiene un valor de 5,314 m y el piso altitudinal bajo tiene un valor de

3,499 m. Además, a nivel de los pisos altitudinales se observó que existen cambios

significativos en la distribución de la variable de la altura total, como en las parcelas alta

y baja ya que su distribución es mayor que la parcela media.

159
4.9.3.1.3. Barras de error del área basal

Figura 62: Barras de error del área basal por piso altitudinal de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores.

La media del área basal del piso altitudinal alto tiene un valor de 0,056 m 2; el piso

altitudinal medio tiene un valor de 0,020 m2 y el piso altitudinal bajo tiene un valor de

0,018 m2. Además, a nivel de los pisos altitudinales se pudo observar que existen cambios

significativos en la distribución de la variable de la altura total, como en la parcela alta

pues su distribución es mayor que la parcela media y baja.

160
4.9.3.1.4. Barras de error del volumen

Figura 63: Barras de error del volumen por piso altitudinal de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente:
Los Autores.

La media del volumen del piso altitudinal alto tiene un valor de 0,207 m3; el piso

altitudinal medio tiene un valor de 0,069 m3 y el piso altitudinal bajo tiene un valor de

0,038 m3. Además, a nivel de los pisos altitudinales se pudo observar que existen cambios

significativos en la distribución de la variable de la altura total, como en la parcela alta

pues su distribución es mayor que la parcela media y baja.

161
4.9.3.1.5. Barras de error de la biomasa forestal

Figura 64: Barras de error de la biomasa forestal por piso altitudinal de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores.

La media de la biomasa del piso altitudinal alto tiene un valor de 0,093 ton; el piso

altitudinal medio tiene un valor de 0,033 ton y el piso altitudinal bajo tiene un valor de

0,014 ton. Además, a nivel de los pisos altitudinales existen cambios significativos en la

distribución de la variable de la altura total, como en la parcela alta pues su distribución

es mayor que la parcela media y baja.

162
4.9.3.1.6. Barras de error de la cantidad de carbono total almacenado

Figura 65: Barras de error del Carbono Total almacenado por piso altitudinal de la especie Oreocallis
grandiflora. Fuente: Los Autores.

La media del Carbono total almacenado del piso altitudinal alto tiene un valor de 0,058

ton; el piso altitudinal medio tiene un valor de 0,021 ton y el piso altitudinal bajo tiene un

valor de 0,008 ton. Además, a nivel de los pisos altitudinales se observó que existen

cambios significativos en la distribución de la variable de la altura total, como en la

parcela alta pues su distribución es mayor que la parcela media y baja.

163
4.9.3.1.7. Barras de error CO2 capturado

Figura 66: Barras de error del CO2 capturado por piso altitudinal de la especie Oreocallis grandiflora.
Fuente: Los Autores.

La media de la CO2 capturado del piso altitudinal alto tiene un valor de 0,211 ton; el piso

altitudinal medio tiene un valor de 0,076 ton y el piso altitudinal bajo tiene un valor de

0,031 ton. Además, a nivel de los pisos altitudinales existen cambios significativos en la

distribución de la variable de la altura total, como en la parcela alta pues su distribución

es mayor que la parcela media y baja.

164
4.9.3.2.Barras de error por pisos altitudinales de la especie Podocarpus sprucei

4.9.3.2.1. Barras de error del diámetro a la altura del pecho (DAP)

Figura 67: Barras de error del DAP por piso altitudinal de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los
Autores.

La media del DAP del piso altitudinal alto tiene un valor de 12,54 cm; el medio es de

10,38 cm; el bajo es de 18,65 cm. A nivel de pisos altitudinales existe una variación

significativa en el piso bajo, siendo este el mayor en comparación con el alto y el medio.

165
4.9.3.2.2. Barras de error de la altura total

Figura 68: Barras de error de la altura total por piso altitudinal de la especie Podocarpus sprucei.
Fuente: Los Autores.

Los valores medios de la altura total en el piso altitudinal alto es 2,45 m; en el medio es

de 4,69 m; en el bajo es de 3,85 m. A nivel de conjunto de pisos altitudinales se puede

notar una variación mayor de la distribución del piso medio, en comparación con los

demás.

166
4.9.3.2.3. Barras de error del área basal

Figura 69: Barras de error del área basal por piso altitudinal de la especie Podocarpus sprucei. Fuente:
Los Autores.

La media del área basal correspondiente al piso altitudinal alto es de 0,016 m2; el medio

es de 0,012 m2; el bajo es de 0,037 m2. A nivel de conjunto de pisos altitudinales existe

una variación significativa en el piso bajo, siendo este el mayor en comparación con el

alto y el medio.

167
4.9.3.2.4. Barras de error del volumen

Figura 70: Barras de error del volumen por piso altitudinal de la especie Podocarpus sprucei. Fuente:
Los Autores.

El valor de la media del piso altitudinal alto con respecto al volumen es de 0,037 m 3; el

del piso medio es de 0,064 m3 y del piso bajo es de 0,161 m3. A nivel de pisos altitudinales

el piso bajo destaca por su mayor distribución con respecto a los demás pisos, y el piso

altitudinal medio es menor con respecto a en relación al piso alto y medio.

168
4.9.3.2.5. Barras de error de la biomasa forestal

Figura 71: Barras de error de la biomasa forestal por piso altitudinal de la especie Podocarpus sprucei.
Fuente: Los Autores.

La biomasa forestal presenta un valor medio en el piso altitudinal alto es de 0,006 ton; en

el piso medio es de 0,018 ton; en el piso bajo es de 0,030 ton. A nivel de pisos altitudinales

se puede notar que existe una variación significativa entre pisos, sin embargo el piso bajo

destaca por su mayor variación en la distribución y el piso alto es el de menor distribución.

4.9.3.2.6. Barras de error de la cantidad de carbono almacenado

169
Figura 72: Barras de error del carbono total almacenado por piso altitudinal de la especie Podocarpus
sprucei. Fuente: Los Autores.

La cantidad de carbono almacenado se encuentra de la siguiente manera: en el piso

altitudinal alto con un valor de 0,003 ton; en el piso medio con un valor de 0,011 ton y en

el piso bajo con un valor de 0,019 ton. A nivel de parcelas se presenta una variación

significativa con el piso altitudinal alto, ya que la distribución es menor en comparación

con el piso altitudinal medio y bajo.

4.9.3.2.7. Barras de error del CO2 capturado

170
Figura 73: Barras de error del CO2 capturado por piso altitudinal de la especie Podocarpus Sprucei.
Fuente: Los Autores.

La media del CO2 capturado del piso altitudinal alto tiene un valor de 0,013 ton; el piso

medio tiene un valor de 0,042 ton y el piso bajo es de 0,069 ton. A nivel de conjunto de

pisos altitudinales se puede notar que existe una distribución significativa del piso

altitudinal medio y bajo, siendo el piso bajo el de mayor distribución y el piso alto el de

menor distribución.

4.9.4. Análisis de la varianza (ANOVA)

Se realizó el análisis de la varianza tomando en consideración el número de individuos

por especie de estudio es decir: 172 individuos de la especie Oreocallis grandiflora y 43

individuos para la especie Podocarpus sprucei.

4.9.4.1.Análisis descriptivo de la especie Oreocallis grandiflora

171
Tabla 62: Análisis descriptivo de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

Variables N Media Desv. Desv. 95% del intervalo Mínimo Máximo


Desviación Error de confianza para
la media
Límite Límite
inferior superior
DAP (cm) 172 15,997 13,258 1,011 14,002 17,993 1,590 75,120

Altura 172 5,335 3,173 0,242 4,857 5,813 1,350 15,800


total (m)

Área basal 172 0,034 0,064 0,005 0,024 0,043 0,0002 0,443
(m2)
Volumen 172 0,118 0,240 0,018 0,082 0,155 0,0002 1,508
(m3)

Biomasa 172 0,054 0,114 0,009 0,037 0,071 0,0001 0,811


Forestal
(ton)

Cantidad 172 0,034 0,071 0,005 0,023 0,044 0,0001 0,503


de
Carbono
(ton)

CO2 172 0,123 0,260 0,020 0,084 0,162 0,0002 1,844


capturado
(ton)

El DAP del promedio de los árboles de las nueve parcelas es 5,335 m, con una desviación

estándar de 13,258 y obteniéndose un error estándar de 1,011. El valor mínimo del DAP

es 1,590 cm y un máximo de 75,120 cm; el intervalo de confianza es de 95% con un límite

inferior de 14,002 cm y límite superior de 17,993 m, existiendo un 5% de probabilidad

de que el DAP de los árboles este fuera de este intervalo.

La altura total de los árboles de las nueve parcelas es 15,997 m, con una desviación

estándar de 3,173 y obteniéndose un error estándar de 0,242. El valor mínimo de la altura

es 1,350 m y un máximo de 15,800 m; el intervalo de confianza es de 95% con un límite

inferior de 4,857 m y límite superior de 5,813 m, existiendo un 5% de probabilidad de

que la altura de los árboles este fuera de este intervalo.

172
El área basal de los árboles de las nueve parcelas es 0,034 m2, con una desviación estándar

de 0,064 y obteniéndose un error estándar de 0,005. El valor mínimo del área basal es

0,0002 m2 y un máximo de 0,443 m2; el intervalo de confianza es de 95% con un límite

inferior de 0,024 m2 y límite superior de 0,043 m2, existiendo un 5% de probabilidad de

que el área basal este fuera de este intervalo.

El volumen de los árboles de las nueve parcelas es 0,118 m3, con una desviación estándar

de 0,240 y obteniéndose un error estándar de 0,018. El valor mínimo del volumen es

0,0002 m3 y un máximo de 1,508 m3; el intervalo de confianza es de 95% con un límite

inferior de 0,082 m3 y límite superior de 0,155 m3, existiendo un 5% de probabilidad de

que el volumen este fuera de este intervalo.

La biomasa forestal de los árboles de las nueve parcelas es 0,054 ton, con una desviación

estándar de 0,114 y obteniéndose un error estándar de 0,009. El valor mínimo de la

biomasa forestal es 0,0001 ton y un máximo de 0,811 ton; el intervalo de confianza es de

95% con un límite inferior de 0,037 ton y límite superior de 0,071 ton, existiendo un 5%

de probabilidad de que la biomasa forestal este fuera de este intervalo.

La cantidad de carbono de los árboles de las nueve parcelas es 0,034 ton, con una

desviación estándar de 0,071 y obteniéndose un error estándar de 0,005. El valor mínimo

de la cantidad de carbono es 0,0001 ton y un máximo de 0,503 ton; el intervalo de

confianza es de 95% con un límite inferior con un límite inferior de 0,023 ton y límite

superior de 0,044 ton, existiendo un 5% de probabilidad de que la cantidad de carbono

este fuera de este intervalo.

El CO2 capturado de los árboles de las nueve parcelas es 0,123 ton, con una desviación

estándar de 0,260 y obteniéndose un error estándar de 0,020. El valor mínimo del CO2

capturado es 0,0002 ton y un máximo de 1,844 ton; el intervalo de confianza es de 95%

173
con un límite inferior con un límite inferior de 0,084 ton y límite superior de 0,162 ton,

existiendo un 5% de probabilidad de que el CO2 capturado este fuera de este intervalo.

Tabla 63: ANOVA de la especie Oreocallis grandiflora. Fuente: Los Autores.

ANOVA
Suma de Gl Media F Sig.
cuadrados cuadrática
DAP (cm) Entre grupos 4989,223 8 623,653 4,055 0,000

Dentro de 25067,130 163 153,786


grupos
Total 30056,352 171
Altura Entre grupos 202,747 8 25,343 2,719 0,008
total
(m) Dentro de 1519,222 163 9,320
grupos
Total 1721,969 171
Área Entre grupos 0,089 8 0,011 3,002 0,004
basal (m2)
Dentro de 0,604 163 0,004
grupos
Total 0,693 171
Volumen Entre grupos 1,027 8 0,128 2,364 0,020
(m3)
Dentro de 8,851 163 0,054
grupos
Total 9,879 171
Biomasa Entre grupos 0,204 8 0,026 2,045 0,044
Forestal
(ton) Dentro de 2,032 163 0,012
grupos
Total 2,236 171
Cantidad Entre grupos 0,078 8 0,010 2,045 0,044
de
Carbono Dentro de 0,781 163 0,005
(ton) grupos
Total 0,860 171
CO2 Entre grupos 1,054 8 0,132 2,045 0,044
capturado
(ton) Dentro de 10,501 163 0,064
grupos
Total 11,555 171

El DAP de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias cuadráticas el

cual proporciona el valor estadístico F de 4,055; con dos estimadores diferentes uno entre

grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de cuadrados siendo

174
fuentes de variación de entre grupos de 4989,223 y dentro de grupos de 25067,130; los

grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor a 0,05, por lo

cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de significancia indica

la probabilidad de obtener valor F.

La altura total de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 2,719; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 202,747 y dentro de grupos de

1519,222; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor

a 0,05, por lo cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de

significancia indica la probabilidad de obtener valor F.

El área basal de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 3,002; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 0,089 y dentro de grupos de

0,604; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor a

0,05, por lo cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de

significancia indica la probabilidad de obtener valor F.

El volumen de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 2,364; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 1,027 y dentro de grupos de

8,851; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor a

0,05, por lo cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de

significancia indica la probabilidad de obtener valor F.


175
La biomasa forestal de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 2,045; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 0,204 y dentro de grupos de

2,032; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor a

0,05, por lo cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de

significancia indica la probabilidad de obtener valor F.

La cantidad de carbono de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 2,045; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 0,078 y dentro de grupos de

0,860; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor a

0,05, por lo cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de

significancia indica la probabilidad de obtener valor F.

El CO2 capturado de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 2,045; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 1,054 y dentro de grupos de

10,501; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor a

0,05, por lo cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de

significancia indica la probabilidad de obtener valor F.

4.9.4.2. Análisis descriptivo de la especie Podocarpus Sprucei

176
Tabla 64: Análisis descriptivo de las variables de la especie Podocarpus sprucei. Fuente: Los Autores.

95% del intervalo


Desv. Desv. de confianza para
Variables N Media Desviación Error la media Mínimo Máximo
Límite Límite
inferior superior
DAP (cm) 43 14,878 9,713 1,481 11,889 17,868 4,140 42,650

Área basal 43 0,025 0,031 0,005 0,015 0,034 0,001 0,143


(m2)

Volumen(m3) 43 0,101 0,164 0,025 0,050 0,151 0,002 0,782

Altura total 43 3,609 1,861 0,284 3,036 4,182 1,400 8,930


(m)

Biomasa 43 0,020 0,034 0,005 0,010 0,030 0,000 0,163


Forestal (ton)

Cantidad de 43 0,012 0,021 0,003 0,006 0,019 0,000 0,101


carbono (ton)

CO2 43 0,045 0,077 0,012 0,022 0,069 0,001 0,371


capturado
(ton)

El DAP de los árboles de las nueve parcelas cuenta con un promedio de 14,878cm con

una desviación estándar de 9,713, obteniendo un error de 1,481; además se puede apreciar

un valor mínimo de 4,14 cm y máximo de 42,65 cm. Aplicando un intervalo de confianza

del 95 % para la media, se obtuvo un límite inferior de 11,89 cm y un límite superior de

17,86 cm, existiendo un 5 % de probabilidad que el DAP de los árboles no cuenten con

estas dimensiones, ya que no estén dentro de dichos límites.

El área basal de los árboles de las nueve parcelas tiene un promedio de 0,025 m2 con una

desviación estándar de 0,031, obteniendo un error de 0,005; además se puede notar que

el valor mínimo estimado es de 0,001 m2 y máximo de 0,143 m2. Aplicando un intervalo

de confianza del 95 % para la media, se obtuvo un límite inferior de 0,015 m2 y un límite

177
superior de 0,034 m2, dando un 5 % de probabilidad de que el área basal de los árboles

no cuente con estas dimensiones, debido a que no estén dentro de dichos límites.

El volumen de los árboles de las nueve parcelas cuenta con un promedio de 0,101 m3 con

una desviación estándar de 0,164, obteniendo un error de 0,025; además se puede apreciar

un valor mínimo de 0,002 m3 y máximo de 0,782 m3. Aplicando un intervalo de confianza

del 95 % para la media, se obtuvo un límite inferior de 0,050 m3 y un límite superior de

0,151 m3, existiendo un 5 % de probabilidad que el volumen de los árboles no cuenten

con estas dimensiones, ya que no estén dentro de dichos límites.

La altura total de los árboles de las nueve parcelas tiene un promedio de 3,609 m con una

desviación estándar de 1,861, obteniendo un error de 0,284; además se puede notar que

el valor mínimo estimado es de 1,4 m y máximo de 8,93 m. Aplicando un intervalo de

confianza del 95 % para la media, se obtuvo un límite inferior de 3,036 m y un límite

superior de 4,182 m, dando un 5 % de probabilidad de que la altura total de los árboles

no cuente con estas dimensiones, debido a que no estén dentro de dichos límites.

La biomasa forestal de los árboles de las nueve parcelas cuenta con un promedio de 0,020

ton, con una desviación estándar de 0,034, obteniendo un error de 0,005; además se puede

apreciar un valor mínimo de 0 ton y máximo de 0,163 ton. Aplicando un intervalo de

confianza del 95 % para la media, se obtuvo un límite inferior de 0,010 ton y un límite

superior de 0,030 ton, existiendo un 5 % de probabilidad que la biomasa forestal no

cuenten con estos valores, ya que no estén dentro de los límites mencionados.

La cantidad de carbono almacenada de los árboles de las nueve parcelas tiene un

promedio de 0,012 ton, con una desviación estándar de 0,021, obteniendo un error de

0,003; además se puede notar que el valor mínimo estimado es de 0 ton y máximo de

0,101 ton. Aplicando un intervalo de confianza del 95 % para la media, se obtuvo un

178
límite inferior de 0,006 ton y un límite superior de 0,019 ton, dando un 5 % de

probabilidad de que la cantidad de carbono no cuente con esta capacidad de

almacenamiento, debido a que no estén dentro de dichos límites.

El CO2 capturado que realizan los árboles de las nueve parcelas, cuenta con un promedio

de 0,045 ton, con una desviación estándar de 0,077, obteniendo un error de 0,0125;

además se puede apreciar un valor mínimo de 0,001 ton y máximo de 0,371 ton.

Aplicando un intervalo de confianza del 95 % para la media, se obtuvo un límite inferior

de 0,022 ton y un límite superior de 0,069 ton, existiendo un 5 % de probabilidad que la

cantidad de CO2 capturado no cuenten con estos valores, ya que no estén dentro de los

límites mencionados.

Tabla 65: ANOVA de la especie Podocarpus Sprucei. Fuente: Los Autores

ANOVA

Suma de gl Media F Sig.


cuadrados cuadrática
DAP (cm) Entre grupos 1696,301 7 242,329 3,742 0,004
Dentro de grupos 2266,484 35 64,757
Total 3962,785 42

Área Entre grupos 0,013 7 0,002 2,434 0,038


basal (m2) Dentro de grupos 0,027 35 0,001
Total 0,041 42

Volumen Entre grupos 0,282 7 0,040 1,653 0,153


(m3)
Dentro de grupos 0,854 35 0,024

Total 1,136 42
Altura Entre grupos 60,462 7 8,637 3,554 0,005
total (m) Dentro de grupos 85,073 35 2,431
Total 145,535 42
Biomasa Entre grupos 0,011 7 0,002 1,458 0,214
Forestal Dentro de grupos 0,037 35 0,001
(ton)
Total 0,048 42
Entre grupos 0,004 7 0,001 1,458 0,214

179
Cantidad Dentro de grupos 0,014 35 0,000
de
carbono Total 0,018 42
(ton)
CO2 Entre grupos 0,056 7 0,008 1,458 0,214
capturado Dentro de grupos 0,192 35 0,005
(ton)
Total 0,248 42

El DAP de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias cuadráticas el

cual proporciona el valor estadístico F de 3,742; con dos estimadores diferentes uno entre

grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de cuadrados siendo

fuentes de variación de entre grupos de 1696,301 y dentro de grupos de 2266,484; los

grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor a 0,05, por lo

cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de significancia indica

la probabilidad de obtener valor F.

La altura total de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 3,554; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 60,462 y dentro de grupos de

85,073; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor a

0,05, por lo cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de

significancia indica la probabilidad de obtener valor F.

El área basal de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 2,434; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 0,013 y dentro de grupos de

0,027; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia menor a

180
0,05, por lo cual se rechaza la hipótesis de igualdad de medias ya que este nivel de

significancia indica la probabilidad de obtener valor F.

El volumen de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 1,653; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 0,282 y dentro de grupos de

0,854; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia mayor a

0,05, por lo cual se acepta la hipótesis de igualdad de medias debido a que no existe

diferencias significativas entre los grupos, ya que este nivel de significancia indica la

probabilidad de obtener valor F.

La biomasa forestal de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 1,458; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 0,011 y dentro de grupos de

0,037; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia mayor a

0,05, por lo cual se acepta la hipótesis de igualdad de medias debido a que no existe

diferencias significativas entre los grupos, ya que este nivel de significancia indica la

probabilidad de obtener valor F.

La cantidad de carbono de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 1,458; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 0,004 y dentro de grupos de

0,014; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia mayor a

0,05, por lo cual se acepta la hipótesis de igualdad de medias debido a que no existe

181
diferencias significativas entre los grupos, ya que este nivel de significancia indica la

probabilidad de obtener valor F.

El CO2 capturado de acuerdo al análisis ANOVA generó el cociente entre las medias

cuadráticas el cual proporciona el valor estadístico F de 1,458; con dos estimadores

diferentes uno entre grupos y uno dentro de grupos, con una cuantificación de suma de

cuadrados siendo fuentes de variación de entre grupos de 0,056 y dentro de grupos de

0,192; los grados de libertad asociados a cada suma y un nivel de significancia mayor a

0,05, por lo cual se acepta la hipótesis de igualdad de medias, debido a que no existe

diferencias significativas entre los grupos, ya que este nivel de significancia indica la

probabilidad de obtener valor F.

5. DISCUSIÓN

La presente investigación tuvo como objetivo determinar el valor económico de la captura

de carbono en las especies nativas Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el

Bosque Protector Aguarongo. Para ello se utilizó la metodología de Arévalo (2015),

Russo (2009) y Cancino (2012), siendo su uso aplicable para bosques primarios así como

para bosques destinados a otras actividades.

Al comparar la metodología aplicada con otras que fueron utilizadas en estudios

anteriores sobre captura de carbono en Ecuador, Perú y Colombia, se puede aseverar que,

aunque existen diferencias en la forma de empleo de la metodología, se obtuvo resultados

parecidos. Por ejemplo, en el estudio realizado por Gutiérrez (2016), titulado “Evaluación

del carbono en la biomasa de 3 especies forestales nativas (Miconia Aspergillaris, Vallea

Stipularis, Oreocallis grandiflora) en el Bosque Aguarongo”, se utilizó un muestreo

aleatorio, en donde para obtener datos de estudio realizó transectos de forma aleatoria, en

182
el cual obtuvo datos similares de la altura total y DAP de la especie Oreocallis

grandiflora, y en lo que respecta a la captura de carbono el valor máximo es de 0,19 ton

de dicha especie. Al comparar este resultado con el de las especies de Oreocallis

grandiflora muestreadas es de 0,503 ton, por lo que cabe mencionar que en su estudio

solo consideró un área de estudio de menor tamaño, por lo que el resultado es menor a

comparación del presente trabajo.

Por otra parte, en el estudio realizado por Cargua (2017), titulado " Costo de oportunidad

de la conservación del bosque en la Hacienda el Prado ", en el cual para estimar el CAER

(Carbono Almacenado por Especie y por Rodal) se aplicó la misma metodología de

Ordóñez (2008). Sin embargo el área de estudio fue de 113 ha, realizándose 29 parcelas

que equivalen a 2,9 ha, dando un total de 1845 árboles de 31 especies, y obteniéndo un

CAER del bosque de 10574,72 ton/ha. Este dato es menor en comparación con la

investigación del presente trabajo realizado en el Bosque Protector Aguarongo,

considerando que el área de estudio es de 2082 ha, realizándose el muestreo en 9 parcelas

que equivalen a 2,25 ha, estimándose un total de 189462 árboles de las 2 especies en todo

el bosque, teniendo así un CAER del bosque de 20264,20 ton/ha; por lo tanto se puede

notar que las áreas de muestreo son casi similares, pero existe una gran diferencia en el

total del CAER, esto se debe a que el área de estudio de este trabajo es mayor al del

estudio comparado. Básicamente se puede decir, que los resultados obtenidos varían en

función de la densidad boscosa, ya que la vegetación arbórea es un factor importante,

debido a que genera un gran aporte en lo que respecta a la capacidad de captura de

carbono.

Sarcca (2016), en su estudio titulado "Valoración económica del servicio ecosistémico

de secuestro y almacenamiento de carbono en el bosque de Polylepis del Pichu Pichu"

uso de igual manera como escenario el SENDECO2 , e indican que es de gran importancia

183
involucrar a esta empresa en la venta de bonos de carbono, ya que según en este estudio

el 90% de las transacciones mundiales de derechos de emisiones se realizan en Europa,

por lo tanto vieron conveniente usar el precio que propone esta entidad, con el cual

obtuvieron un total de 6.015.350,07 USD para 4007,91 ha, recalcando que el estudio fue

de todas las especies del bosque. En cambio en la presente tesis el área de estudio es de

2082 ha, obteniéndose un total de 1.267.466,56 USD pero solo de 2 especies; existiendo

un valor más alto en el estudio realizado por Sarcca, debido a que se estudió 18 especies

encontradas en el bosque, pero se establece que la captura de carbono es menor en

relación con las 2 especies estudiadas del presente trabajo, por lo que la cantidad de

captura debería ser más alta.

6. CONCLUSIONES

Una vez terminadas las evaluaciones de campo, aplicadas las fórmulas propuestas y

analizadas las variables obtenidas, se llegaron a las siguientes conclusiones:

 El CO2 que capturan las especies en estudio por individuo, demuestra que la

especie Podocarpus sprucei tiene mayor capacidad de captura de carbono en

comparación con la especie Oreocallis grandiflora, debido a que al realizar una

relación proporcional del mismo número de individuos muestreados de cada

especie, se obtuvo que en promedio la especie Podocarpus sprucei captura 0,045

ton /ind y la especie Oreocallis grandiflora captura 0,03 ton /ind. Sin embargo

según el Índice de Valor de Importancia, la especie Oreocallis grandiflora tiene

mayor relevancia ecología en el Bosque, ya que según el muestreo en las 9

parcelas existe mayor número de individuos de esta especie.

 Según la proyección realizada para el Bosque Protector Aguarongo, mediante el

uso de la regla de Sturges y las tablas de rodal y existencia; la especie Oreocallis

184
grandiflora tiene un área basal de 23,27 m2 /ha; volumen de 81,485 m3 /ha y un

total de 73 arb /ha; y la especie Podocarpus sprucei cuenta con un área basal de

4,238 m2 /ha; volumen de 17,328 m3 /ha y un total de 18 arb/ha. Estos datos son

menores en comparación con la especie anteriormente mencionada,

demostrándose de esta manera que la especie Podocarpus Sprucei se encuentra en

menor cantidad en el bosque, corroborándose de esta manera que es una especie

en peligro de extinción según la Lista Roja de Especies Amenazadas (UICN).

 En la actualidad, el cambio climático es un tema muy controversial a nivel global

debido al incremento del mismo, esto se lo atribuye directamente al aumento de

gases de efecto invernadero, por lo tanto los bosques tienen un papel

imprescindible y de gran importancia en la captura de CO2, razón por la cual en

el presente estudio se asevera lo antes mencionado, ya que al realizar el análisis

de captura de CO2 de las especies Oreocallis grandiflora y Podocarpus sprucei,

se encontró que se cuenta con 17807,75 ton y 2456,446 ton respectivamente en el

Bosque Protector Aguarongo, el cual consta de un área de 2082ha, estos datos se

deben considerar que son valores proyectados a partir de un área de muestreo de

2,25 ha. Por lo mismo las especies arbóreas estudiadas contribuyen

significativamente con la captura de carbono, ofreciendo al mismo tiempo un

servicio ambiental.

 La propuesta de negociación con el Mercado voluntario: Carbonfund, cumple

financieramente con las perspectivas de viabilidad, con un VAN positivo de

256.825,38 USD; la tasa interna de retorno es del 46 %, y se recupera la inversión

en 2 años, demostrándose así que el proyecto es viable. Por otro lado la propuesta

de negociación con el mercado de cumplimiento: SENDECO2, también cumple

financieramente con las perspectivas de viabilidad, ya que cuenta con un VAN

185
positivo de 553.190,97 USD. Sin embargo al contar con una alta tasa interna de

retorno de 81 %, la recuperación de la inversión inicial es en menos de un año,

dando así resultados más factibles de viabilidad en comparación con el Mercado

voluntario.

 El costo de oportunidad dado por la venta de madera de las especies Podocarpus

sprucei y Oreocallis grandiflora es de 112.219,8 USD, ya que es preciso conocer

todas las alternativas a las que se renunció, además su incorporación implicaría

un alto grado de subjetividad. Cabe recalcar que si se eligiera la venta de madera

de las especies en estudio, por la venta de bonos de carbono, los ingresos serían

significativamente menores.

 En el análisis costo beneficio realizado para un periodo de 10 años en el Mercado

voluntario: Carbonfund, se obtuvo una relación costo-beneficio de 2,58 y en el

Mercado de cumplimiento: SENDECO2, se obtuvo una relación costo-beneficio

de 4,39. Dichos valores al ser mayores a 1, significa que los ingresos son mayores

a los egresos, por lo tanto el proyecto es rentable, ya que nos proporciona ingresos

superiores a los costos. De esta manera las entidades propuestas de los diferentes

mercados, son convenientes para la negociación de posibles ventas de bonos de

carbono del Bosque Protector Aguarongo.

7. RECOMENDACIONES

 Debido a que se desarrollan cada vez más proyectos en los bosques sobre captura

de carbono para la compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero

producido en diferentes países. Se recomienda que por la gran potencialidad de

captura de carbono de las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora

en el Bosque Protector Aguarongo, es viable extender el estudio de mercado de

186
carbono a las demás especies que no fueron estudiadas para de esta manera

generar proyecciones financieras más amplias.

 El país debería comercializar la captura de CO2 de los bosques existentes, ya que

es algo muy rentable según se ha observado, debido a que los precios han subido

con el tiempo, por lo que la economía del país mejoraría. Sin embargo en el

Ecuador el desarrollo de los mercados de carbono es relativamente nuevo por lo

que debe de ir acompañado con un fortalecimiento técnico para que de esta manera

se realicen adecuadamente.

 Se recomienda que se utilice de la mejor manera el presente estudio por parte de

docentes para crear bases sobre la captura de carbono de los bosques, y estudiantes

para fomentar la importancia de los bosques, y de esta manera contribuir a

posteriores investigaciones.

 Para futuros estudios se recomienda hacer estudios sobre captura de dióxido de

carbono de las 2 especies con nuevas metodologías para realizar comparaciones,

con las cuales se verificaría los datos encontrados.

 Luego de haber obtenido la cantidad de carbono que capturan estas dos especies,

es importante recalcar que al perderse las mismas se contribuirá al incremento de

los gases de efecto invernadero, por lo tanto es de gran valor su cuidado,

considerando así recomendable la reforestación de las mismas.

 Realizar la valoración económica de la captura de todas las especies existentes en

el Bosque Protector Aguarongo, es una opción para mejorar la apreciación y

valoración del bosque por parte de las comunidades aledañas, ya que permitiría el

impulso de la venta de bonos de carbono, debido a que obtendrán recursos

económicos importantes para mejorar la calidad de vida de los pobladores

aledaños a la zona y de esta manera incentivar a la conservación de las especies

187
del bosque por el hecho de proveer el servicio ambiental de captura de carbono;

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201
9. ANEXOS
9.1.ANEXO 1

Figura 74: Mapa de ubicación del Bosque Protector Aguarongo. Fuente: Los Autores.

202
9.2.ANEXO 2

Tabla 66: Componentes considerados para inversión inicial. Fuente: (Aguirre, Erazo, & Granda, 2017)

DESCRIPCION Cantidad Valor unitario Total USD


(USD)
Permisos locales 1900
Permisos de operación 1 280 280
Patentes municipales 1 120 120
Constitución 1 1500 1500
Viajes de Benchmarking para consolidar la iniciativa 79600
Coordinación de MAE 4 400 1600
Bolivia, experiencia Parque Noel Kempff 1 4000 4000

Colombia, Instituto de Verificación de 4 2000 8000


certificados
Diseño e implementación sistema de 1 30000 30000
monitoreo
Feria internacional para promover el 1 25000 25000
mercado del carbono en el Bosque
Aguarongo
Consultoría para la estructuración y 1 6000 6000
gestión de la base de datos

Talleres y discusión de la iniciativa 1 5000 5000


(mesas de dialogo)
Publicidad y propaganda 5620
Diseño de página Web 1 500 500
Tarjetas de presentación 1 120 120
Imagen Corporativa 1 1000 1000
Adecuaciones generales 2 2000 4000
Capacitaciones 9500
Nuevos mercado 2 3500 7000
Gerencia y comercialización 1 2500 2500
Sueldos y Salarios 33421
Gerente de campo 1 4421 4421
Técnico Senior 2 2421 4842
Técnico Junior 2 1824 3648
Técnico comunitario 7 1465 10255
Técnico de campo 7 1465 10255
Costos Indirectos 24000
Mantenimiento 2 3000 6000
Viajes y representaciones 12 1500 18000
TOTAL DE INVERSION INICIAL 154041

203
9.2 ANEXO 3

Tabla 67: Datos de las especies Oreocallis grandiflora muestreadas en el Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Los Autores.

Piso Nº CX CY altitud Nº CAP DAP ALTURAS


altitudi Parcela UTM UTM (msnm) especie (m) (m) (m)
nal
COM TOTA
L
Alto 1 739506 9675483 3167 1 0,25 0,08 1,2 7,6
Alto 1 739509 9675482 3166 2 0,38 0,12 1,4 3,8
Alto 1 739520 9675476 3169 3 1,59 0,51 1,06 4,83
Alto 1 739522 9675478 3169 4 0,52 0,17 0,67 3,79
Alto 1 739518 9675475 3170 5 0,14 0,04 0,81 1,5
Alto 1 739520 9675481 3163 6 2,36 0,75 0,91 3,42
Alto 1 739521 9675480 3175 7 1,99 0,63 1,18 4,73
Alto 1 739492 9675478 3169 8 1,06 0,34 1,72 4
Alto 1 739497 9675474 3171 9 0,8 0,25 1,52 3,54
Alto 1 739488 9675469 3168 10 0,19 0,06 0,88 3,35
Alto 1 739483 9675460 3174 11 1,1 0,35 2,21 5,1
Alto 1 739484 9675468 3167 12 0,12 0,04 0,51 2,2
Alto 1 739496 9675461 3177 13 0,31 0,1 0,54 2,2
Alto 1 739507 9675463 3174 14 1,39 0,44 0,83 5,6
Alto 1 739581 9675489 3167 15 0,87 0,28 0,42 3,5
Alto 1 739528 9675488 3175 16 0,18 0,06 0,55 3,1
Alto 1 739517 9675503 3169 17 1,39 0,44 3,81 10,37
Alto 1 739519 9675502 3173 18 1,55 0,49 5,3 11,41
Alto 1 739504 9675489 3177 19 1,57 0,5 1,73 7,6
Alto 1 739512 9675471 3171 20 0,31 0,1 1,5 2,4
Alto 1 739512 9675472 3171 21 0,85 0,27 1,45 5,3
Alto 1 739510 9675464 3172 22 0,82 0,26 1,1 10,2
Alto 1 739502 9675476 3175 23 0,96 0,31 1,17 5,3
Alto 1 739504 9675479 3171 24 0,48 0,15 0,88 2,24
Alto 1 739502 9675483 3170 25 0,54 0,17 0,73 2,84
Alto 1 739497 9675463 3173 26 0,61 0,19 1,47 4,1
Alto 1 739495 9675476 3177 27 0,36 0,11 1,53 3,65
Alto 1 739502 9675458 3174 28 0,97 0,31 2,1 14,7
Alto 1 739502 9675461 3169 29 0,24 0,08 1,66 4,12
Alto 1 739499 9675468 3170 30 1,35 0,43 1,8 11,2
Alto 1 739502 9675458 3171 31 0,72 0,23 1,23 5,6
Alto 1 739503 9675454 3171 32 0,41 0,13 1 4,87
Alto 1 739508 9675458 3176 33 0,53 0,17 1,08 3,53
Alto 1 739511 9675462 3178 34 0,46 0,15 1,31 4,88
Alto 1 739511 9675463 3179 35 0,62 0,2 1,07 6,5
Alto 2 739748 9675024 3176 36 0,64 0,2 0,92 3,34

204
Alto 2 739750 9675023 3177 37 0,96 0,31 0,6 4,57
Alto 2 739751 9675022 3177 38 0,13 0,04 0,49 3,89
Alto 2 739758 9675025 3183 39 1,64 0,52 2,5 14,2
Alto 2 739760 9675018 3168 40 0,2 0,06 2,21 10,92
Alto 2 739762 9675029 3180 41 0,4 0,13 4,2 12,3
Alto 2 739762 9675014 3185 42 1,48 0,47 4,53 12,11
Alto 2 739774 9675025 3186 43 1,1 0,35 4,13 15,8
Alto 2 739769 9675013 3183 44 0,32 0,1 1,3 3,76
Alto 2 739780 9675013 3192 45 0,6 0,19 2,1 5,6
Alto 2 739785 9675024 3186 46 0,34 0,11 1,8 4,22
Alto 2 739786 9675003 3177 47 0,52 0,17 1,27 9,49
Alto 2 739781 9675008 3182 48 0,29 0,09 1,18 5,6
Alto 2 739807 9675080 3179 49 0,54 0,17 0,63 2,29
Alto 2 739768 9675042 3182 50 0,34 0,11 1,13 3,4
Alto 2 739765 9675053 3185 51 0,23 0,07 0,32 1,37
Alto 2 739755 9675029 3178 52 0,21 0,07 0,4 2,61
Alto 2 739755 9675032 3176 53 0,13 0,04 0,15 1,73
Alto 3 739711 9675030 3177 54 1,37 0,44 3,2 9,6
Alto 3 739710 9675032 3179 55 0,31 0,1 0,75 9,2
Alto 3 739709 9675026 3183 56 0,43 0,14 4,1 5,21
Alto 3 739707 9675028 3183 57 0,56 0,18 0,6 3,4
Alto 3 739691 9674996 3178 58 0,47 0,15 0,72 2,73
Alto 3 739675 9674992 3182 59 0,69 0,22 2,56 10,2
Alto 3 739673 9674989 3183 60 0,23 0,07 0,88 3,14
Alto 3 739665 9674984 3190 61 0,28 0,09 1,64 7,2
Alto 3 739663 9674982 3192 62 0,6 0,19 3,81 8,37
Alto 3 739662 9674996 3179 63 0,82 0,26 4,38 10,6
Alto 3 739673 9675010 3174 64 0,58 0,18 4,57 13,11
Alto 3 739679 9675012 3182 65 0,23 0,07 3,92 7,1
Alto 3 739682 9675026 3175 66 0,19 0,06 2,2 7,24
Alto 3 739700 9675039 3178 67 0,13 0,04 0,7 2,23
Medio 4 739277 9677356 3037 68 0,42 0,13 0,67 4,01
Medio 4 739275 9677356 3038 69 0,52 0,17 2,82 7,03
Medio 4 739293 9677357 3070 70 0,3 0,1 3,2 13
Medio 4 739293 9677362 3073 71 0,22 0,07 2,1 10,2
Medio 4 739289 9677363 3064 72 0,74 0,24 5,13 11,2
Medio 4 739287 9677374 3077 73 0,18 0,06 1,55 4,09
Medio 4 739284 9677384 3075 74 0,85 0,27 4,03 11,33
Medio 4 739311 9677389 3071 75 0,48 0,15 1,19 5,9
Medio 4 739295 9677398 3070 76 0,59 0,19 0,82 7,82
Medio 4 739276 9677382 3060 77 1,53 0,49 0,87 6,5
Medio 4 739289 9677411 3067 78 0,33 0,11 1,29 4,3
Medio 4 739261 9677363 3070 79 0,48 0,15 1,5 4,4
Medio 4 739263 9677365 3071 80 0,32 0,1 0,92 2,5
Medio 4 739257 9677383 3069 81 0,29 0,09 1,2 3,03

205
Medio 4 739253 9677386 3069 82 0,27 0,09 0,91 2,09
Medio 4 739275 9677399 3069 83 0,23 0,07 3,21 5
Medio 4 739285 9677396 3069 84 0,3 0,1 1,15 4,21
Medio 4 739270 9677390 3073 85 0,25 0,08 0,89 3,45
Medio 4 739274 9677385 3075 86 0,29 0,09 0,92 3,22
Medio 4 739280 9677381 3074 87 0,2 0,06 1,2 3,4
Medio 4 739372 9677381 3073 88 0,18 0,06 0,83 2,5
Medio 4 739287 9677373 3073 89 0,42 0,13 2,3 5,2
Medio 4 739290 9677372 3071 90 0,29 0,09 1,5 4,9
Medio 4 739290 9677394 3074 91 0,16 0,05 0,92 3,8
Medio 5 739090 9677462 3074 92 0,42 0,13 1,15 3,8
Medio 5 739092 9677461 3074 93 0,18 0,06 1,27 3,92
Medio 5 739096 9677459 3084 94 0,21 0,07 0,79 2,57
Medio 5 739073 9677458 3082 95 0,13 0,04 0,6 1,85
Medio 5 739115 9677435 3077 96 0,51 0,16 2,15 6,17
Medio 5 739089 9677463 3079 97 0,07 0,02 0,73 4,22
Medio 5 739080 9677462 3079 98 0,05 0,02 0,89 1,42
Medio 5 739084 9677461 3081 99 0,07 0,02 0,91 1,35
Medio 5 739083 9677459 3074 100 0,13 0,04 1,11 1,52
Medio 5 739085 9677454 3079 101 0,84 0,27 1,55 8,32
Medio 5 739088 9677455 3078 102 0,5 0,16 1,79 9,12
Medio 5 739087 9677449 3082 103 0,41 0,13 3,5 9,5
Medio 5 739094 9677456 3084 104 0,13 0,04 0,67 3,11
Medio 5 739094 9677457 3083 105 0,5 0,16 0,71 4,67
Medio 5 739095 9677456 3081 106 0,11 0,04 1,49 4,21
Medio 5 739097 9677448 3080 107 0,46 0,15 1,12 7,35
Medio 5 739099 9677444 3081 108 1,16 0,37 4,19 13,21
Medio 5 739098 9677447 3076 109 0,21 0,07 0,4 4,13
Medio 5 739086 9677445 3080 110 0,45 0,14 1,2 9,03
Medio 5 739088 9677437 3081 111 0,7 0,22 2,8 12,52
Medio 5 739090 9677435 3087 112 0,32 0,1 1,15 3,51
Medio 5 739096 9677431 3080 113 0,57 0,18 0,98 6,5
Medio 5 739095 9677426 3081 114 0,75 0,24 3,8 8,22
Medio 5 739105 9677423 3084 115 0,48 0,15 1,92 7,6
Medio 5 739109 9677426 3084 116 0,43 0,14 5,43 13,65
Medio 5 739094 9677899 3085 117 0,2 0,06 3,22 6,6
Medio 5 739103 9677410 3088 118 0,17 0,05 2,21 5,22
Medio 5 739107 9677415 3081 119 0,21 0,07 2,15 7,32
Medio 5 739109 9677417 3079 120 0,18 0,06 0,86 3,6
Medio 5 739109 9677420 3081 121 0,16 0,05 1,29 6,69
Medio 5 739113 9677416 3085 122 0,17 0,05 3,01 7,42
Medio 5 739117 9677422 3080 123 0,21 0,07 3,57 8,35
Medio 5 739123 9677431 3076 124 0,16 0,05 0,5 3,5
Medio 5 739117 9677434 3078 125 0,13 0,04 1,1 2,8
Medio 5 739108 9677444 3077 126 0,17 0,05 1,66 5,2

206
Medio 5 739105 9677450 3080 127 0,67 0,21 3,18 8,36
Medio 5 739107 9677448 3078 128 0,19 0,06 0,66 3,58
Medio 6 738713 9677650 3060 129 0,29 0,09 1,15 3,25
Medio 6 738714 9677647 3062 130 0,22 0,07 1,52 4,8
Medio 6 738714 9677648 3062 131 0,47 0,15 0,96 4,89
Medio 6 738701 9677655 3064 132 0,87 0,28 1,16 4,57
Medio 6 738703 9677640 3061 133 0,22 0,07 0,73 2,67
Medio 6 738693 9677847 3058 134 0,26 0,08 0,89 2,45
Medio 6 738694 9677635 3062 135 0,23 0,07 1,28 4,32
Medio 6 738693 9677629 3057 136 0,77 0,25 1,08 3,8
Medio 6 738679 9677627 3059 137 0,59 0,19 1,87 4,41
Medio 6 738670 9677629 3056 138 0,39 0,12 0,92 3,24
Medio 6 738683 9677613 3058 139 0,27 0,09 0,52 2,1
Medio 6 738694 9677607 3059 140 0,11 0,04 0,96 4,27
Medio 6 738701 9677610 3059 141 0,48 0,15 3,02 8,11
Medio 6 738699 9677600 3059 142 0,34 0,11 2,21 5,11
Medio 6 738692 9677600 3061 143 0,29 0,09 1,15 3,14
Medio 6 738717 9677612 3062 144 0,42 0,13 1,57 5,53
Medio 6 738714 9677614 3062 145 0,35 0,11 1,1 3,11
Medio 6 738701 9677591 3059 146 0,29 0,09 0,87 1,92
Medio 6 738698 9677596 3059 147 0,36 0,11 0,74 4,2
Medio 6 738730 9677625 3061 148 2,18 0,69 1,15 5,3
Medio 6 738732 9677627 3063 149 0,48 0,15 1,15 3,46
Medio 6 738723 9677651 3061 150 0,6 0,19 1,93 3,21
Bajo 7 739604 9677096 3011 151 0,48 0,15 0,58 1,92
Bajo 7 739604 9677099 3016 152 0,49 0,16 1,59 7,03
Bajo 7 739601 9677097 3017 153 0,33 0,11 0,25 2,14
Bajo 7 739699 9677101 3014 154 0,53 0,17 0,55 3,45
Bajo 7 739598 9677094 3017 155 0,64 0,2 0,69 1,54
Bajo 7 739595 9677091 3017 156 0,32 0,1 0,47 2,32
Bajo 7 739590 9677089 3017 157 0,28 0,09 0,37 2,87
Bajo 7 739582 9677093 3013 158 0,32 0,1 1,97 5,1
Bajo 7 739563 9677100 3010 159 0,23 0,07 0,34 1,74
Bajo 7 739561 9677098 3009 160 0,14 0,04 0,54 1,47
Bajo 7 739582 9677102 3013 161 0,37 0,12 3,21 5,1
Bajo 7 739572 9677095 3014 162 0,14 0,04 0,53 2,27
Bajo 7 739593 9677091 3017 163 0,22 0,07 1,15 6,7
Bajo 7 739566 9677085 3017 164 0,19 0,06 0,54 1,62
Bajo 7 739594 9677092 3016 165 0,14 0,04 0,47 4,25
Bajo 8 739637 9677040 3018 166 1,25 0,4 0,94 4,58
Bajo 8 739633 9677032 3013 167 0,22 0,07 0,15 1,61
Bajo 8 739622 9677035 3011 168 0,63 0,2 1,87 3,2
Bajo 8 739635 9677016 3018 169 0,13 0,04 0,43 3,85
Bajo 9 739695 9678005 2993 170 0,35 0,11 0,85 2,63
Bajo 9 739696 9678001 2992 171 0,73 0,23 1,15 7,43

207
Bajo 9 739699 9677996 2996 172 0,63 0,2 1,19 4,15

Tabla 68: Datos de las especies Podocarpus sprucei muestreadas en el Bosque Protector Aguarongo.
Fuente: Los Autores.

ALTURAS (m)
Piso Nº CX CY altitud Nº CAP DAP
altitudinal Parcela UTM UTM (msnm) especie (m) (m)
COM TOTAL

Alto 1 739508 9675484 3164 1 0,33 0,11 0,45 2,75


Alto 1 739512 9675474 3164 2 0,33 0,11 1,1 2,4
Alto 1 739506 9675487 3169 3 0,17 0,05 0,75 1,4
Alto 1 739522 9675483 3170 4 0,82 0,26 0,47 1,81
Alto 1 739518 9675483 3169 5 0,64 0,2 0,66 2,02
Alto 1 739524 9675481 3164 6 0,35 0,11 0,81 2,39
Alto 1 739487 9675478 3169 7 0,35 0,11 0,69 1,4
Alto 1 739485 9675463 3167 8 0,47 0,15 1,15 3,1
Alto 1 739531 9675490 3174 9 0,22 0,07 0,51 2,12
Alto 1 739528 9675487 3174 10 0,71 0,23 0,47 4,23
Alto 1 739511 9675475 3168 11 0,36 0,11 0,76 2,65
Alto 2 739770 9675010 3184 12 0,15 0,05 1,23 3,38
Alto 2 739777 9674997 3188 13 0,22 0,07 0,6 2,24
Medio 4 739270 9677358 3045 14 0,13 0,04 0,85 3,9
Medio 4 739293 9677357 3067 15 0,17 0,05 0,93 2,35
Medio 4 739287 9677369 3072 16 0,13 0,04 1,59 4,28
Medio 4 739318 9677383 3069 17 0,69 0,22 1,39 4,82
Medio 4 739260 9677365 3072 18 0,22 0,07 0,82 2,55
Medio 5 739094 9677455 3085 19 0,58 0,18 0,96 6,71
Medio 5 739097 9677453 3081 20 0,21 0,07 2,84 7,6
Medio 5 739097 9677456 3082 21 0,62 0,2 3,8 8,93
Medio 5 739095 9677450 3080 22 0,23 0,07 0,51 3,1
Medio 6 738705 9677646 3059 23 0,28 0,09 0,78 2,14
Bajo 7 739608 9677091 3009 24 0,13 0,04 0,62 1,75
Bajo 7 739586 9677089 3017 25 0,17 0,05 2,07 4,85
Bajo 7 739566 9677088 3013 26 0,21 0,07 1,15 3,21
Bajo 7 739569 9677078 3010 27 0,22 0,07 0,45 4,5
Bajo 8 739125 9677033 3008 28 0,46 0,15 2,1 4,82
Bajo 8 739620 9677029 3015 29 0,85 0,27 1,53 3,45
Bajo 8 739619 9677023 3015 30 0,82 0,26 2,27 6,24
Bajo 8 739628 9677013 3017 31 0,58 0,18 2,54 3,5
Bajo 8 739623 9677041 3015 32 0,93 0,3 2,11 7,21
Bajo 8 739631 9677026 3014 33 1,34 0,43 1,93 4,3
Bajo 8 739624 9677011 3015 34 0,67 0,21 0,91 2,4

208
Bajo 8 739602 9677023 3015 35 0,64 0,2 0,74 3,24
Bajo 9 739680 9677968 2994 36 0,28 0,09 1,1 2,85
Bajo 9 739674 9677978 2996 37 0,47 0,15 1,58 4,75
Bajo 9 739692 9677974 2999 38 1,23 0,39 1,62 7,3
Bajo 9 739699 9677914 2995 39 0,38 0,12 0,94 1,87
Bajo 9 739697 9677965 2995 40 0,72 0,23 1,19 2,23
Bajo 9 739677 9677998 2990 41 0,97 0,31 1,79 5,1
Bajo 9 739698 9678012 2996 42 0,48 0,15 0,73 1,83
Bajo 9 739701 9678009 2995 43 0,17 0,05 0,52 1,51

209
9.3 ANEXO 4

Figura 75: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2015. Fuente: Consorcio Aguarongo, 2018.

210
Figura 76: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2016, parte 1. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018.

211
Figura 77: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2016, parte 2. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018.

212
Figura 78: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2017, parte 1. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018.

213
Figura 79: Asignaciones monetarias por denominación en el año 2017, parte 2. Fuente: Consorcio
Aguarongo, 2018.

214
9.4 ANEXO 5

Tabla 69: Análisis costo-beneficio, según el Mercado voluntario: Carbonfund. Fuente: Los Autores.

Año 2018 Año 2019 Año 2020 Año 2021 Año 2022 Año 2023 Año 2024 Año 2025 Años 2026 Año 2027
(USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) Total (USD)
74294,64 74294,64 74294,64 74294,64 74294,64 74294,64 74294,64 74294,64 74294,64 74294,64 742946,4
Ingresos (B)
940,41 948,77 1178,6 1408,43 1638,26 1868,09 2097,92 2327,75 2557,58 2787,41 17753,22
Egresos ( C )
10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10
Precio (USD)
73354,23 73345,87 73116,04 72886,21 72656,38 72426,55 72196,72 71966,89 71737,06 71507,23
Diferencia (B-C)
1,12 1,2544 1,404928 1,57351936 1,762341683 1,973822685 2,210681407 2,475963176 2,773078757 3,105848208
(1+k)^t
65494,84821 58470,87851 52042,55307 46320,50412 41227,18125 36693,54423 32658,12964 29066,21984 25869,103 23023,41428 410866,3762
(B-C)/(1+K)^t
VAN 256.825,38
TIR 46%

A (B/C)
2,58

215
9.5. ANEXO 6

Tabla 70: Análisis costo-beneficio, según el Mercado de cumplimiento: SENDECO2. Fuente: Los Autores.

Año 2018 Año 2019 Año 2020 Año 2021 Año 2022 Año 2023 Año 2024 Año 2025 Años 2026 Año 2027
(USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) (USD) Total (USD)
126746,655 126746,655 126746,655 126746,655 126746,655 126746,655 126746,655 126746,655 126746,655 126746,655 1267466,55
Ingresos (B)
940,41 948,77 1178,6 1408,43 1638,26 1868,09 2097,92 2327,75 2557,58 2787,41 17753,22
Egresos ( C )
17,06 17,06 17,06 17,06 17,06 17,06 17,06 17,06 17,06 17,06
Precio (USD)
125806,245 125797,885 125568,055 125338,225 125108,395 124878,565 124648,735 124418,905 124189,075 123959,245
Diferencia (B-C)
1,12 1,2544 1,404928 1,57351936 1,762341683 1,973822685 2,210681407 2,475963176 2,773078757 3,105848208
(1+k)^t
112327,0045 100285,3037 89376,86131 79654,7079 70989,8632 63267,3674 56384,75747 50250,70897 44783,82544 39911,55932 707231,9592
(B-C)/(1+K)^t
VAN 553.190,97
TIR 81%
A (B/C)
4,39

216
9.6. ANEXO 7

Figura 80: Trabajo de campo en el Bosque Protector Aguarongo para recolección de datos. Fuente: Los
Autores.

217
9.7.ANEXO 8
PARTICIPACIÓN EN IV CIBB 2018

Figura 81: Exposición del tema "Valoración económica de la captura de carbono en las especies
Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector Aguarongo" en el IV CIBB 2018,
Guayaquil. Fuente: Los Autores.

218
Figura 82: Certificado de participación en el IV CIBB 2018, con el tema "Valoración económica de la
captura de carbono en las especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector
Aguarongo" de los autores M. Vásquez, M. Morales. Fuente: IV CIBB 2018

219
Figura 83: Solicitud de envió del tema titulado "Valoración económica de la captura de carbono en las
especies Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector Aguarongo" para la Revista
Internacional de Contaminación Ambiental. Fuente: Los Autores.

220
Figura 84: Recepción del manuscrito " Valoración económica de la captura de carbono en las especies
Podocarpus sprucei y Oreocallis grandiflora en el Bosque Protector Aguarongo" en la Revista
Internacional de Contaminación Ambiental. Fuente: Los Autores.

221

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